Título: Divinas Palabras
Autor: Valle Inclán
Editorial: Alianza Editorial
Canción Identificada:
Sinopsis:
En el ámbito de su Galicia natal, poéticamente recreada a través de la alquimia del recuerdo, sitúa Valle-Inclán DIVINAS PALABRAS (1919). Escrita con plena libertad creadora, aunando una querencia medieval con las corrientes vanguardistas de la época, sobrepasa los límites del drama para ofrecer un texto de lectura imaginativa, sensorial y profunda. Una sucesión de retablos, protagonizados por seres marginados, en los que la avaricia y la lujuria desencadenan la trama: la pugna entre Marica del Reino y Mari-Gaila por la posesión de un enano lisiado que arrastran por ferias y romerías, y el adulterio de esta última con un farandul trashumante.Al final, un halo de piedad cruza la escena, que se cierra con las divinas palabras con las que el sacristán perdona a su mujer. El reconocido hispanista Gonzalo Sobejano desvela en su introducción las claves de una obra que califica de complejamente exclamativa, en la que la unión de lo trágico y lo cómico se resuelve en un diálogo a gritos, reflejo de la fórmula que el propio Valle-Inclán concretó para el teatro español.
Opinión:
Autor: Valle Inclán
Editorial: Alianza Editorial
Canción Identificada:
Sinopsis:
En el ámbito de su Galicia natal, poéticamente recreada a través de la alquimia del recuerdo, sitúa Valle-Inclán DIVINAS PALABRAS (1919). Escrita con plena libertad creadora, aunando una querencia medieval con las corrientes vanguardistas de la época, sobrepasa los límites del drama para ofrecer un texto de lectura imaginativa, sensorial y profunda. Una sucesión de retablos, protagonizados por seres marginados, en los que la avaricia y la lujuria desencadenan la trama: la pugna entre Marica del Reino y Mari-Gaila por la posesión de un enano lisiado que arrastran por ferias y romerías, y el adulterio de esta última con un farandul trashumante.Al final, un halo de piedad cruza la escena, que se cierra con las divinas palabras con las que el sacristán perdona a su mujer. El reconocido hispanista Gonzalo Sobejano desvela en su introducción las claves de una obra que califica de complejamente exclamativa, en la que la unión de lo trágico y lo cómico se resuelve en un diálogo a gritos, reflejo de la fórmula que el propio Valle-Inclán concretó para el teatro español.
Opinión:
Divinas Palabras es uno de esos libros secos, sórdidos, crueles y miserables, donde cualquier divinización de los personajes queda anulada por la brutalidad más inhumana.
Los personajes se vuelven maniquíes a los que torturar, y cada uno de ellos se adentra en un pasaje de muerte, de frío, de soledad y de pérdida.
Divinas Palabras es una novela fundamental del movimiento literario del esperpento español, así que, en efecto, hay que estar preparados para ver a los personajes como ridículos, absurdos, bestias a las que herir de las maneras más desalmadas posibles, entes deshechos y dañados que romper más.
... Valle Inclán se las apaña bastante bien para hacer esto.
“Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras".”
La historia tiene lugar en una aldea apartada de Galicia, donde la miseria ha acudido a sus oscuras calles, las mujeres visten de negro, hay mendigos, hijos deformes, huérfanos, ferias que exhiben enanos con insensibilidad y engrendos que encarnan ni más ni menos que las atrocidades y los barbarismos a los que somos capaces de llegar.
Los personajes, degradados, repulsivos en las dimensiones de lo moral y de lo físico, suponen una mota de polvo que soplar y eliminar de un plumazo, hay descuido con ellos, salvajismo e indolencia, no hay piedad y hay desprecio, así como también indiferencia hacia los males de alguien ajeno a ti.
El único propósito de los personajes es aplastar a los demás para llegar a sus ambiciones, se aprovechan de los débiles y cementan un imperio de injusticias...
Esta es la apariencia tan desgarradora que tiene la novela, seguida de una prosa apasionada con el dolor de sus víctimas e indiferente a sus numerosas súplicas.
Un desfile de abyección, avaricia y barbarismo lleva a la obra a la dimensión de la crueldad, y la narrativa consigue dejarnos con los pelos de punta, la piel de gallina y la boca desencajada en miedo y en horror.
No obstante, lo que más nos perturba es que tengamos ganas de estallar en carcajadas a lo largo de la novela, aun con todo el dolor que pesa sobre los personajes y que les impiden apenas respirar.
Y esto es porque, tal y como su subtítulo ("Tragicomedia de aldea") indica, hay un toque de humor negro, de sarcasmo maquiavélico, de formas en las que se trastocan las frases hasta dar con el sentido más oscuro y maloliente de la comedia propuesta.
...Algo que resulta infalible a la hora de leer, pero que es verdaderamente difícil de hacer, llegando Valle Inclán a un puesto imposible de imitar por el resto de los escritores, desde motes graciosos pero horrendos que le pone a sus personajes a escenas horribles y estremecedoras que logran sacarnos sonoras carcajadas incrédulas.
Debo reconocer que es el primer libro que me leo de este escritor, y se me hace espeluznante saber que esta es una de las novelas menos grotescas de las suyas, ya que posee toques rurales que tiñen al libro con algo de naturaleza, con algo fuera de tanta putrefacción.
Con desasosiego y un toque burlón, la obra centra su temática en cosas tales como el paganismo, la ignorancia, la falta de educación y la credulidad, así como la miseria moral y física de los personajes y del entorno, las injusticias que sufren y que crean, la mezquinidad, la agresividad y el rechazo, y sentimientos más fuertes como el rencor, el odio, y la venganza.
Las personas viven amargadas, frustradas con ellas mismas, lo pagan contra los demás y llevan a los otros a la ruina. Y a ellos mismos, a la destrucción.
Divinas Palabras es una obra perforada en drama intenso, en comedia turbia, exagerada con los eventos y cortante con los diálogos, cruel y despiadada, que no puede faltar en tu estantería.
Los personajes se vuelven maniquíes a los que torturar, y cada uno de ellos se adentra en un pasaje de muerte, de frío, de soledad y de pérdida.
Divinas Palabras es una novela fundamental del movimiento literario del esperpento español, así que, en efecto, hay que estar preparados para ver a los personajes como ridículos, absurdos, bestias a las que herir de las maneras más desalmadas posibles, entes deshechos y dañados que romper más.
... Valle Inclán se las apaña bastante bien para hacer esto.
“Este pueblo miserable transforma todos los grandes conceptos en un cuento de beatas costureras".”
La historia tiene lugar en una aldea apartada de Galicia, donde la miseria ha acudido a sus oscuras calles, las mujeres visten de negro, hay mendigos, hijos deformes, huérfanos, ferias que exhiben enanos con insensibilidad y engrendos que encarnan ni más ni menos que las atrocidades y los barbarismos a los que somos capaces de llegar.
Los personajes, degradados, repulsivos en las dimensiones de lo moral y de lo físico, suponen una mota de polvo que soplar y eliminar de un plumazo, hay descuido con ellos, salvajismo e indolencia, no hay piedad y hay desprecio, así como también indiferencia hacia los males de alguien ajeno a ti.
El único propósito de los personajes es aplastar a los demás para llegar a sus ambiciones, se aprovechan de los débiles y cementan un imperio de injusticias...
Esta es la apariencia tan desgarradora que tiene la novela, seguida de una prosa apasionada con el dolor de sus víctimas e indiferente a sus numerosas súplicas.
Un desfile de abyección, avaricia y barbarismo lleva a la obra a la dimensión de la crueldad, y la narrativa consigue dejarnos con los pelos de punta, la piel de gallina y la boca desencajada en miedo y en horror.
No obstante, lo que más nos perturba es que tengamos ganas de estallar en carcajadas a lo largo de la novela, aun con todo el dolor que pesa sobre los personajes y que les impiden apenas respirar.
Y esto es porque, tal y como su subtítulo ("Tragicomedia de aldea") indica, hay un toque de humor negro, de sarcasmo maquiavélico, de formas en las que se trastocan las frases hasta dar con el sentido más oscuro y maloliente de la comedia propuesta.
...Algo que resulta infalible a la hora de leer, pero que es verdaderamente difícil de hacer, llegando Valle Inclán a un puesto imposible de imitar por el resto de los escritores, desde motes graciosos pero horrendos que le pone a sus personajes a escenas horribles y estremecedoras que logran sacarnos sonoras carcajadas incrédulas.
Debo reconocer que es el primer libro que me leo de este escritor, y se me hace espeluznante saber que esta es una de las novelas menos grotescas de las suyas, ya que posee toques rurales que tiñen al libro con algo de naturaleza, con algo fuera de tanta putrefacción.
Con desasosiego y un toque burlón, la obra centra su temática en cosas tales como el paganismo, la ignorancia, la falta de educación y la credulidad, así como la miseria moral y física de los personajes y del entorno, las injusticias que sufren y que crean, la mezquinidad, la agresividad y el rechazo, y sentimientos más fuertes como el rencor, el odio, y la venganza.
Las personas viven amargadas, frustradas con ellas mismas, lo pagan contra los demás y llevan a los otros a la ruina. Y a ellos mismos, a la destrucción.
Divinas Palabras es una obra perforada en drama intenso, en comedia turbia, exagerada con los eventos y cortante con los diálogos, cruel y despiadada, que no puede faltar en tu estantería.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 3/5
♫ Acción: 2/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 3.5/5
♫ Desenlace: 3.5/5
♫ Pluma: 3.5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 8/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 8/10
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