Título: Fight Club
Autor: Chuck Palahniuk
Editorial: Vintage Books
Canción Identificada: KIll the Creator (Code Orange)
Sinopsis:
Chuck Palahniuk showed himself to be his generation’s most visionary satirist in this, his first book. Fight Club’s estranged narrator leaves his lackluster job when he comes under the thrall of Tyler Durden, an enigmatic young man who holds secret after-hours boxing matches in the basement of bars. There, two men fight "as long as they have to." This is a gloriously original work that exposes the darkness at the core of our modern world.
Opinión:
“It's only after we've lost everything that we're free to do anything.”
Con tan gran premisa, no tenía duda alguna: este libro iba a significar un antes y un después en mi vida. Decepciones a raíz de esto he tenido muchas... pero leer Fight Club y salir de él de tal manera machacada ha sido, sin lugar a la vacilación, mi mayor alegría en todo lo que llevo de año.
“This is your life and its ending one moment at a time.”
Muchos de nosotros habremos oído hablar de Fight Club (El Club de la Lucha en español), ya bien sea por la película tan aclamada, por los movimientos sociales que desencadenó, o por este imprescindible libro que fue el padre de todo esto.
Pues bien: en esta reseña se oirá una vez más lo que un libro es capaz de generar en una persona, el estallido de emociones que puede levantar y el machaque de ellas que puede llegar a causar.
“You are not your job, you're not how much money you have in the bank. You are not the car you drive. You're not the contents of your wallet. You are not your fucking khakis. You are all singing, all dancing crap of the world.”
Menuda lectura.
Contado con una narrativa verdaderamente absorbente, con la que cuesta entrar pero con la que nos habituamos a las escenas de violencia, de extremismo y de caos, Fight Club es una novela que empieza con fuerza y no baja su ritmo... al contrario, la tensión se va acumulando hasta que llegamos a donde empezó todo: a nuestro protagonista, pistola en su boca sujetada por su gran amigo y compañero, en un edificio que en cuestión de minutos se vendrá abajo.
“Today is the sort of day where the sun only comes up to humiliate you.”
Con este inicio tan brutal, porque no hay palabra mejor empleada para esto salvo que es brutal, el protagonista va recordando cada detalle de su vida, antes y después del hombre que sostiene el revólver... el mítico Tyler Durden, nihilista, anarquista, líder nato y leyenda urbana, creador de los clubs de la lucha, donde hombres trabajadores en tediosas oficinas se quitan los zapatos y las camisas y pelean entre sí, bajo una serie de reglas, hasta la extenuación.
“At the time, my life just seemed too complete, and maybe we have to break everything to make something better out of ourselves.”
Estos lugares de encuentro se llevan en sótanos y aparcamientos a lo largo del país, y fueron originados por un héroe revolucionario, cuyo objetivo al crear estas fieras reuniones clandestinas no fue otro que el de un plan de venganza y de expresión ante una sociedad clasicista, depravada y enferma por el consumismo exacerbado.
“Only after disaster can we be resurrected. It's only after you've lost everything that you're free to do anything. Nothing is static, everything is evolving, everything is falling apart.”
Cada oficinista regresa a su despacho, ojos amoratados, dientes de menos y sonrisas de placer y de omnipotencias en la cara, sintiéndose embriagados, activos y finalmente con vida, esperando volver próximamente a una de estas reuniones que poco a poco van dando paso a algo mucho más arriesgado, y a una lucha mucho más extremista.
Pero todo esto empieza donde empieza: con nuestro narrador desordenado, perdido y desorientado, sufriendo de insomnio y torturado por su incapacidad para dormirse, que suplica ayuda a un médico, quien le dice que, si de veras quiere saber lo que es el dolor, debería atender a grupos de apoyo para personas con enfermedades graves y mortales.
Dicho y hecho: haciéndose pasar por un hombre en sus últimos años de vida, el protagonista de la historia descubre la calidez y el cariño de grupo de apoyo en grupo de apoyo, entre llantos y abrazos y palabras de amparo.
Es en estos grupos donde el protagonista conoce a Marla Singer, mujer que tampoco padece ninguna enfermedad y cuya filosofía de vida se basa en resignarse por seguir con vida, y por quien el narrador comienza a impacientarse y sentir irritación de que comparta su secreto y esté con él en todo momento.
“We've all been raised on television to believe that one day we'd all be millionaires, and movie gods, and rock stars. But we won't. And we're slowly learning that fact. And we're very, very pissed off.”
Un día de caluroso verano, en una playa nudista, el narrador conoce a Tyler Durden, proyeccionista de cine y también camarero de blanquetes en un prestigioso hotel (cometiendo actos y fechorías impensables en su trabajo).
“If you don't know what you want," the doorman said, "you end up with a lot you don't.”
Conociéndose en esta curiosa situación, intercambian sus números de teléfono y una extraña relación nace entre ellos.
Es en una noche en una reunión suya, tras haber bebido varias cervezas, cuando, en un aparcamiento, Tyler le pide al narrador que le pegue lo más fuerte que pueda.
Tras cometer este acto, e iniciar una pelea, se va creando una de las empresas clandestinas más importantes y fascinantes a lo largo de todo el país: El Club de la Lucha, en el que cada sábado, en el sótano de un bar, personas amargadas con las vidas que llevan y con el rumbo que toma la sociedad se reúnen a liberar su agresividad en forma de golpetazos y escupitajos de sangre.
“I let go. Lost in oblivion. Dark and silent and complete. I found freedom. Losing all hope was freedom.”
A medida que este propósito de lucha (¿contra qué se lucha?, es la pregunta recurrente) va creciendo, nace Project Mayhem, proyecto cuyo objetivo es mostrar a sus participantes que son capaces de hacer historia, dejar su huella y controlar el curso del mundo, grupo extremista que no desea nada más que hacerse notar por medio de la violencia más descarnada, queriendo "no morir sin tener cicatrices".
Mi edición del libro cuenta con un epílogo verdaderamente arrebatador escrito por el autor, una verdadera obra de arte, como extensión del libro, que cuenta que, antes de generar millones de actos a lo largo del globo terráqueo en base a este libro, existió un relato de siete páginas que dio comienzo a la obra, una de las obras que más me han encandilado de toda la lectura que me he leído hasta el momento.
“You buy furniture. You tell yourself, this is the last sofa I will ever need in my life. Buy the sofa, then for a couple years you're satisfied that no matter what goes wrong, at least you've got your sofa issue handled. Then the right set of dishes. Then the perfect bed. The drapes. The rug. Then you're trapped in your lovely nest, and the things you used to own, now they own you.”
La narrativa de Chuck Palahniuk es directa, oscura, retorcida y con mucho detalle: cada palabra que aparece tiene un gran significado, un propósito trascendental y psicológico que poco a poco deja ver lo que es mediante pasan las páginas del libro.
Es un libro que impacta, que es cruel y violento, con una prosa limpia, clara y, pese a todo, con muchos estragos... cuesta leer la obra, pues al principio no te habitúas al estilo de escritura.
Esto se debe a que es un estilo de escritura único, que salta de memoria en memoria con facilidad, de pensamiento en pensamiento en cuestión de pasar de un párrafo a otro.
“I’ve met God across his long walnut desk with his diplomas hanging on the wall behind him, and God asks me, “Why?”
Why did I cause so much pain?
Didn’t I realize that each of us is a sacred, unique snowflake of special unique specialness?
Can’t I see how we’re all manifestations of love?
I look at God behind his desk, taking notes on a pad, but God’s got this all wrong.
We are not special.
We are not crap or trash, either.
We just are.
We just are, and what happens just happens.
And God says, “No, that’s not right.”
Yeah. Well. Whatever. You can’t teach God anything.”
Es una escritura muy directa, muy natural... y en ocasiones, me ha parecido también deliciosamente hilarante.
Si te detienes en cada frase, te calarás de información, de análisis de la trama y de los personajes, y ahondarás en el terreno de lo menos políticamente correcto y de lo más impensable.
Citas este libro tiene por todas partes, algunas de ellas más intensas y otras más ocultas, pero haciendo que mi doblez de páginas estuviese en, precisamente, ¡cada página!
La adicción es terriblemente incontrolable, la tensión está en tus venas, pesándote la sangre, costándote horrores despegar la vista del libro. Se te cortan los dedos de tanto pasar las páginas con rapidez, te entra angustia en el estómago y sube a tu garganta...
...Las descripciones son escasas, pero dan un aire de circuitos mecánicos, un sistema de engranajes interno que tiene el libro que hace que todo fluya de manera efectiva.
“Maybe self-improvement isn't the answer, maybe self-destruction is the answer.”
La narración tiene un propósito: el disfrute del dolor, la sonrisa con los labios partidos y con los dientes arrancados, la sangre borboteando de la boca y un brillo de superioridad y de poder en los ojos febriles.
Pero Fight Club es mucho más que una mueca de dolor: es una proclamación de la humanidad agresiva, del movimiento social movido por el enfado, del nihilismo más extremo y más descuidado... una forma de volver la verborrea filosófica algo que merece pasar a la acción, que merece darse a conocer, una forma de preguntarse: ¿quién soy y qué quiero? por medio del movimiento...
“May I never be complete. May I never be content. May I never be perfect.”
Ese vacío de no conocernos, de estar en el momento de inventarnos o de descubrirnos, sustituido por una forma de oír tú mismo tu propia voz, de escoger el camino de lo extremo para levantarse por encima de la ordinariez.
En el fondo, no tengo duda alguna de que Fight Club es una pérdida de sentido, un desconocimiento de lo que uno es que lo lleva a hacerse oír por encima del tumulto de voces a lo largo de la historia de la humanidad.
El enigmático Tyler Durden, poderoso y leyenda a lo largo de todo el país, es la manifestación de la furia, del descontrol, de la proclamación del desorden, de la ruptura de la monotonía y de la alienación, un profeta de la destrucción que augura un futuro turbio pero necesario para poder cambiar el curso de la humanidad.
“Advertising has us chasing cars and clothes, working jobs we hate so we can buy shit we don't need.”
Destruye el sentimiento de la conformidad, pues es este mismo el que nos acomoda en los lujos del consumismo, el que rellena la existencia de un vacío que solo pide pero que no se mueve, donde el materialismo y la falta de sentido en la vida nos vuelve copias de copias de copias de copias del mismo animal sin propósito ni meta, contentado con el sistema, demasiado pensamiento y razón en lugar de expresión y fuerza en la voz del desconcierto.
Como única solución viable, queda la anarquía, la pérdida de uno mismo, el "sin nombre" de los miembros del caos, de los jinetes del apocalipsis... Donde el desorden, del descontrol y el deterioro de uno mismo es la única forma de hacer avanzar a un mundo que se agarra a demasiadas cosas y hace oídos sordos al sentimiento.
“For years now, I've wanted to fall asleep. The sort of slipping off, the giving up, the falling part of sleep. Now sleeping is the last thing I want to do.”
De ahí se saca el poderoso y peligroso sentimiento del triángulo amoroso entre los dos protagonistas y la "femme fatale" Marla Singer, los tres juntos llevándose a la autodestrucción (para la gran satisfacción de todos ellos) y uniéndose a la era primitiva de la violencia y la mutilación de los sentidos.
“Ok. You fuck me, then snub me. You love me, you hate me. You show me a sensitive side, then you turn into a total asshole. Is this a pretty accurate description of our relationship.”
La prosa austera, áspera y desgarradora del libro, dando saltitos de escena de violencia a escena de violencia, es la que lleva, junto a tres personajes esenciales y autodestructivos, a este libro tan reconocido, y tan inspirador, que me ha dejado los pelos de punta y me ha quitado la respiración.
Con voces decididas, seguras, autoritarias y tenebrosamente perdidas, los personajes van dando forma a un bebé nacido del caos y del terror, nutrido por los senos de la supremacía y el impacto, consecuencia de padres descuidados que ofrecen todo lujo y tan poco calor, que hace de la lectura un desequilibrio entre propósitos y emociones, sentimientos y causas, y la lucha con uno mismo que lleva, mal controlada, a la destrucción fatal.
“If you could be either God’s worst enemy or nothing, which would you choose?”
Con una trama exhaustiva, peligrosa y degradativa, Palahniuk ofrece uno de los libros más intensos y agresivos de toda la vorágine de violencia que puede ofrecer la literatura más expresiva y penetrante.
Fundamental e imprescindible, Fight Club es un libro de humor negro, de realidades amorfas y de atrocidades ambivalentes que dirige la historia hacia la lucha con uno mismo y la ruptura del pasado para llegar a una meta que consiga poner fin a la civilización moderna: una sociedad hipócrita, inhumana, egoísta y codiciosa.
Un libro que salvajemente ha repercutido en el mundo actual, que habla de la autodestrucción y el miedo hacia uno mismo (y el descontrol que en ocasiones tenemos con respecto a nuestros propios actos), y que debe ser indispensable en la vida de todo lector.
Autor: Chuck Palahniuk
Editorial: Vintage Books
Canción Identificada: KIll the Creator (Code Orange)
Sinopsis:
Chuck Palahniuk showed himself to be his generation’s most visionary satirist in this, his first book. Fight Club’s estranged narrator leaves his lackluster job when he comes under the thrall of Tyler Durden, an enigmatic young man who holds secret after-hours boxing matches in the basement of bars. There, two men fight "as long as they have to." This is a gloriously original work that exposes the darkness at the core of our modern world.
Opinión:
“It's only after we've lost everything that we're free to do anything.”
Con tan gran premisa, no tenía duda alguna: este libro iba a significar un antes y un después en mi vida. Decepciones a raíz de esto he tenido muchas... pero leer Fight Club y salir de él de tal manera machacada ha sido, sin lugar a la vacilación, mi mayor alegría en todo lo que llevo de año.
“This is your life and its ending one moment at a time.”
Muchos de nosotros habremos oído hablar de Fight Club (El Club de la Lucha en español), ya bien sea por la película tan aclamada, por los movimientos sociales que desencadenó, o por este imprescindible libro que fue el padre de todo esto.
Pues bien: en esta reseña se oirá una vez más lo que un libro es capaz de generar en una persona, el estallido de emociones que puede levantar y el machaque de ellas que puede llegar a causar.
“You are not your job, you're not how much money you have in the bank. You are not the car you drive. You're not the contents of your wallet. You are not your fucking khakis. You are all singing, all dancing crap of the world.”
Menuda lectura.
Contado con una narrativa verdaderamente absorbente, con la que cuesta entrar pero con la que nos habituamos a las escenas de violencia, de extremismo y de caos, Fight Club es una novela que empieza con fuerza y no baja su ritmo... al contrario, la tensión se va acumulando hasta que llegamos a donde empezó todo: a nuestro protagonista, pistola en su boca sujetada por su gran amigo y compañero, en un edificio que en cuestión de minutos se vendrá abajo.
“Today is the sort of day where the sun only comes up to humiliate you.”
Con este inicio tan brutal, porque no hay palabra mejor empleada para esto salvo que es brutal, el protagonista va recordando cada detalle de su vida, antes y después del hombre que sostiene el revólver... el mítico Tyler Durden, nihilista, anarquista, líder nato y leyenda urbana, creador de los clubs de la lucha, donde hombres trabajadores en tediosas oficinas se quitan los zapatos y las camisas y pelean entre sí, bajo una serie de reglas, hasta la extenuación.
“At the time, my life just seemed too complete, and maybe we have to break everything to make something better out of ourselves.”
Estos lugares de encuentro se llevan en sótanos y aparcamientos a lo largo del país, y fueron originados por un héroe revolucionario, cuyo objetivo al crear estas fieras reuniones clandestinas no fue otro que el de un plan de venganza y de expresión ante una sociedad clasicista, depravada y enferma por el consumismo exacerbado.
“Only after disaster can we be resurrected. It's only after you've lost everything that you're free to do anything. Nothing is static, everything is evolving, everything is falling apart.”
Cada oficinista regresa a su despacho, ojos amoratados, dientes de menos y sonrisas de placer y de omnipotencias en la cara, sintiéndose embriagados, activos y finalmente con vida, esperando volver próximamente a una de estas reuniones que poco a poco van dando paso a algo mucho más arriesgado, y a una lucha mucho más extremista.
Pero todo esto empieza donde empieza: con nuestro narrador desordenado, perdido y desorientado, sufriendo de insomnio y torturado por su incapacidad para dormirse, que suplica ayuda a un médico, quien le dice que, si de veras quiere saber lo que es el dolor, debería atender a grupos de apoyo para personas con enfermedades graves y mortales.
Dicho y hecho: haciéndose pasar por un hombre en sus últimos años de vida, el protagonista de la historia descubre la calidez y el cariño de grupo de apoyo en grupo de apoyo, entre llantos y abrazos y palabras de amparo.
Es en estos grupos donde el protagonista conoce a Marla Singer, mujer que tampoco padece ninguna enfermedad y cuya filosofía de vida se basa en resignarse por seguir con vida, y por quien el narrador comienza a impacientarse y sentir irritación de que comparta su secreto y esté con él en todo momento.
“We've all been raised on television to believe that one day we'd all be millionaires, and movie gods, and rock stars. But we won't. And we're slowly learning that fact. And we're very, very pissed off.”
Un día de caluroso verano, en una playa nudista, el narrador conoce a Tyler Durden, proyeccionista de cine y también camarero de blanquetes en un prestigioso hotel (cometiendo actos y fechorías impensables en su trabajo).
“If you don't know what you want," the doorman said, "you end up with a lot you don't.”
Conociéndose en esta curiosa situación, intercambian sus números de teléfono y una extraña relación nace entre ellos.
Es en una noche en una reunión suya, tras haber bebido varias cervezas, cuando, en un aparcamiento, Tyler le pide al narrador que le pegue lo más fuerte que pueda.
Tras cometer este acto, e iniciar una pelea, se va creando una de las empresas clandestinas más importantes y fascinantes a lo largo de todo el país: El Club de la Lucha, en el que cada sábado, en el sótano de un bar, personas amargadas con las vidas que llevan y con el rumbo que toma la sociedad se reúnen a liberar su agresividad en forma de golpetazos y escupitajos de sangre.
“I let go. Lost in oblivion. Dark and silent and complete. I found freedom. Losing all hope was freedom.”
A medida que este propósito de lucha (¿contra qué se lucha?, es la pregunta recurrente) va creciendo, nace Project Mayhem, proyecto cuyo objetivo es mostrar a sus participantes que son capaces de hacer historia, dejar su huella y controlar el curso del mundo, grupo extremista que no desea nada más que hacerse notar por medio de la violencia más descarnada, queriendo "no morir sin tener cicatrices".
Mi edición del libro cuenta con un epílogo verdaderamente arrebatador escrito por el autor, una verdadera obra de arte, como extensión del libro, que cuenta que, antes de generar millones de actos a lo largo del globo terráqueo en base a este libro, existió un relato de siete páginas que dio comienzo a la obra, una de las obras que más me han encandilado de toda la lectura que me he leído hasta el momento.
“You buy furniture. You tell yourself, this is the last sofa I will ever need in my life. Buy the sofa, then for a couple years you're satisfied that no matter what goes wrong, at least you've got your sofa issue handled. Then the right set of dishes. Then the perfect bed. The drapes. The rug. Then you're trapped in your lovely nest, and the things you used to own, now they own you.”
La narrativa de Chuck Palahniuk es directa, oscura, retorcida y con mucho detalle: cada palabra que aparece tiene un gran significado, un propósito trascendental y psicológico que poco a poco deja ver lo que es mediante pasan las páginas del libro.
Es un libro que impacta, que es cruel y violento, con una prosa limpia, clara y, pese a todo, con muchos estragos... cuesta leer la obra, pues al principio no te habitúas al estilo de escritura.
Esto se debe a que es un estilo de escritura único, que salta de memoria en memoria con facilidad, de pensamiento en pensamiento en cuestión de pasar de un párrafo a otro.
“I’ve met God across his long walnut desk with his diplomas hanging on the wall behind him, and God asks me, “Why?”
Why did I cause so much pain?
Didn’t I realize that each of us is a sacred, unique snowflake of special unique specialness?
Can’t I see how we’re all manifestations of love?
I look at God behind his desk, taking notes on a pad, but God’s got this all wrong.
We are not special.
We are not crap or trash, either.
We just are.
We just are, and what happens just happens.
And God says, “No, that’s not right.”
Yeah. Well. Whatever. You can’t teach God anything.”
Es una escritura muy directa, muy natural... y en ocasiones, me ha parecido también deliciosamente hilarante.
Si te detienes en cada frase, te calarás de información, de análisis de la trama y de los personajes, y ahondarás en el terreno de lo menos políticamente correcto y de lo más impensable.
Citas este libro tiene por todas partes, algunas de ellas más intensas y otras más ocultas, pero haciendo que mi doblez de páginas estuviese en, precisamente, ¡cada página!
La adicción es terriblemente incontrolable, la tensión está en tus venas, pesándote la sangre, costándote horrores despegar la vista del libro. Se te cortan los dedos de tanto pasar las páginas con rapidez, te entra angustia en el estómago y sube a tu garganta...
...Las descripciones son escasas, pero dan un aire de circuitos mecánicos, un sistema de engranajes interno que tiene el libro que hace que todo fluya de manera efectiva.
“Maybe self-improvement isn't the answer, maybe self-destruction is the answer.”
La narración tiene un propósito: el disfrute del dolor, la sonrisa con los labios partidos y con los dientes arrancados, la sangre borboteando de la boca y un brillo de superioridad y de poder en los ojos febriles.
Pero Fight Club es mucho más que una mueca de dolor: es una proclamación de la humanidad agresiva, del movimiento social movido por el enfado, del nihilismo más extremo y más descuidado... una forma de volver la verborrea filosófica algo que merece pasar a la acción, que merece darse a conocer, una forma de preguntarse: ¿quién soy y qué quiero? por medio del movimiento...
“May I never be complete. May I never be content. May I never be perfect.”
Ese vacío de no conocernos, de estar en el momento de inventarnos o de descubrirnos, sustituido por una forma de oír tú mismo tu propia voz, de escoger el camino de lo extremo para levantarse por encima de la ordinariez.
En el fondo, no tengo duda alguna de que Fight Club es una pérdida de sentido, un desconocimiento de lo que uno es que lo lleva a hacerse oír por encima del tumulto de voces a lo largo de la historia de la humanidad.
El enigmático Tyler Durden, poderoso y leyenda a lo largo de todo el país, es la manifestación de la furia, del descontrol, de la proclamación del desorden, de la ruptura de la monotonía y de la alienación, un profeta de la destrucción que augura un futuro turbio pero necesario para poder cambiar el curso de la humanidad.
“Advertising has us chasing cars and clothes, working jobs we hate so we can buy shit we don't need.”
Destruye el sentimiento de la conformidad, pues es este mismo el que nos acomoda en los lujos del consumismo, el que rellena la existencia de un vacío que solo pide pero que no se mueve, donde el materialismo y la falta de sentido en la vida nos vuelve copias de copias de copias de copias del mismo animal sin propósito ni meta, contentado con el sistema, demasiado pensamiento y razón en lugar de expresión y fuerza en la voz del desconcierto.
Como única solución viable, queda la anarquía, la pérdida de uno mismo, el "sin nombre" de los miembros del caos, de los jinetes del apocalipsis... Donde el desorden, del descontrol y el deterioro de uno mismo es la única forma de hacer avanzar a un mundo que se agarra a demasiadas cosas y hace oídos sordos al sentimiento.
“For years now, I've wanted to fall asleep. The sort of slipping off, the giving up, the falling part of sleep. Now sleeping is the last thing I want to do.”
De ahí se saca el poderoso y peligroso sentimiento del triángulo amoroso entre los dos protagonistas y la "femme fatale" Marla Singer, los tres juntos llevándose a la autodestrucción (para la gran satisfacción de todos ellos) y uniéndose a la era primitiva de la violencia y la mutilación de los sentidos.
“Ok. You fuck me, then snub me. You love me, you hate me. You show me a sensitive side, then you turn into a total asshole. Is this a pretty accurate description of our relationship.”
La prosa austera, áspera y desgarradora del libro, dando saltitos de escena de violencia a escena de violencia, es la que lleva, junto a tres personajes esenciales y autodestructivos, a este libro tan reconocido, y tan inspirador, que me ha dejado los pelos de punta y me ha quitado la respiración.
Con voces decididas, seguras, autoritarias y tenebrosamente perdidas, los personajes van dando forma a un bebé nacido del caos y del terror, nutrido por los senos de la supremacía y el impacto, consecuencia de padres descuidados que ofrecen todo lujo y tan poco calor, que hace de la lectura un desequilibrio entre propósitos y emociones, sentimientos y causas, y la lucha con uno mismo que lleva, mal controlada, a la destrucción fatal.
“If you could be either God’s worst enemy or nothing, which would you choose?”
Con una trama exhaustiva, peligrosa y degradativa, Palahniuk ofrece uno de los libros más intensos y agresivos de toda la vorágine de violencia que puede ofrecer la literatura más expresiva y penetrante.
Fundamental e imprescindible, Fight Club es un libro de humor negro, de realidades amorfas y de atrocidades ambivalentes que dirige la historia hacia la lucha con uno mismo y la ruptura del pasado para llegar a una meta que consiga poner fin a la civilización moderna: una sociedad hipócrita, inhumana, egoísta y codiciosa.
Un libro que salvajemente ha repercutido en el mundo actual, que habla de la autodestrucción y el miedo hacia uno mismo (y el descontrol que en ocasiones tenemos con respecto a nuestros propios actos), y que debe ser indispensable en la vida de todo lector.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 6/5
♫ Acción: 4.5/5
♫ Trama: 4.5/5
♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Desenlace: 5/5
♫ Pluma: 6/5
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!
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