RESEÑA:
LA CHICA SALVAJE
Título: La chica salvaje
Autora: Delia Owens
Editorial: Ático de los libros
Canción Identificada:
Sinopsis:
Autora: Delia Owens
Editorial: Ático de los libros
Canción Identificada:
Sinopsis:
Durante años, los rumores de la existencia de la Chica Salvaje han perturbado la vida de la pequeña localidad de Barkley Cove, un tranquilo pueblo de pescadores en Carolina del Norte. Abandonada a los seis años, Kya es una joven sensible, inteligente y de una belleza insólita que ha sobrevivido en soledad en las marismas, con la naturaleza como única amiga. Es una superviviente nata. Su solitaria vida se complica cuando un hombre aparece asesinado en el pantano y la acusan del crimen. Entonces, todos sus misterios saldrán a la luz.
Una magistral novela que nos habla de los secretos del ser humano, las pulsiones que nos mueven y la verdadera naturaleza del amor y del odio.
Opinión personal:
Víctor de L'Aveyron, también conocido como el "Niño salvaje", resulta ser uno de los casos más conocidos de "niños salvajes" documentados hasta la fecha en la historia de la humanidad.
El hallazgo de este joven niño en un entorno hostil, en un bosque, supuso todo un cambio para el concepto de niñez e incluso del término de "humano social" que hasta la fecha se conocía.
El hecho de que se creyera que el pequeño había sido abandonado a su suerte, cerca de Aveyron, y que se hubiera criado quién sabe cuántos años entre otros animales salvajes, sobreviviendo en los bosques sin noción de la existencia de un mundo humano más allá de su propia supervivencia, consiguió generar profundos cambios en lo que hoy en día se entiende como Sociología y Psicología, así como sentó las bases de una Medicina más aplicada al niño, y una búsqueda por entender qué patrones cerebrales tan solo se consiguen mediante el aprendizaje social, y con cuáles otros estamos ya predispuestos desde nuestro nacimiento.
“I wasn't aware that words could hold so much. I didn't know a sentence could be so full.”
La historia que aquí os estoy contando es real. Víctor, nombre puesto por su tutor legal ante el desconocimiento de sus padres, no fue capaz de poder hablar a lo largo de toda su vida, aun cuando grandes escuelas francesas hicieron todo el esfuerzo de que así fuera.
Esto nos hace ahora plantearnos dos cuestiones: o bien el lenguaje tan solo se puede adquirir en los primeros periodos de la infancia (teoría bastante apoyada por muchos psicólogos, donde hablan de que existen ciertos momentos concretos donde se debe aprender algo (como un idioma), antes de hacerse mayor); o bien el chico era autista (razón de que, a su vez, quizá sus verdaderos padres decidieran abandonarlo, especialmente debido al siglo en el que se encontraban).
En cualquier caso, no hay respuestas completamente aseguradas, lo cual hace que, hasta el momento, aún demos vueltas a la vida de este niño que fue cogido de un entorno animal y traído al mundo social... aun expresando, así mismo, la incapacidad del crío para poder realmente comunicarse y manejarse en este mundo que llamamos "humanidad".
“His dad had told him many times that the definition of a real man is one who cries without shame, reads poetry with his heart, feels opera in his soul, and does what’s necessary to defend a woman.”
El interés de este suceso ocasionó otras muchas obras literarias que hasta la fecha permanecen como nosotros, como las historias de Mowgli, o de Tarzán. Y Delia Owens ha debido, a mi parecer, estar influida por el hallazgo en el siglo XVIII de Víctor de L'Averyron, como para crear una historia que, si bien bastante distinta, deja evidencias de que tenemos un componente biológico que nos predispone a ser seres sociales... pero también nos marca un factor externo muy influyente para ser lo que somos y expresarnos como lo hacemos, que es la sociedad en su conjunto.
Sin demorarnos más con la introducción, ¿en qué consiste La chica salvaje?
¿De qué trata?
La chica salvaje, como comentaba previamente, es una novela orientada al estudio de sucesos del desarrollo infanto-juvenil atípicos, como es el caso de Víctor de L'Aveyron, que tristemente no es el único niño salvaje que ha existido.
Owens, que sinceramente a lo largo de la lectura demuestra ser muy capaz de expresar con toda la precisión posible lo que sucede en la mente de estos críos, expone una historia diferente, pero preciosamente bien contada, donde se genera una oda a la biología, a la etología, a la psicología y al aprendizaje humano; pues se trata de un desarrollo de una mujer en circunstancias anómalas, lo cual, aun así, sigue yendo emparejado a lo que para nosotros significa ser humano.
La chica salvaje cuenta la historia de Kya, una joven muy sensible y con gran ternura por las marismas donde ha crecido, quien, alrededor de sus seis años de edad, debido a unas condiciones insoportables de vida en su casa (generadas por su alcohólico y frustrado padre, quien, lleno de miedo y rabia, ejerce su control y su odio hacia la familia de manera agresiva y despreciable), acaba por ver cómo, uno a uno, cada uno de los miembros de su familia acaba por abandonarla: primero se marcha su madre, sin aguantar más las palizas de su esposo, y después la siguen en resto de sus hermanos.
El hermano con el que mejor se lleva se esfuerza a quedarse un poco más con ella, pero, sin aguantarlo más, tampoco tarda en abandonarla, dejándola sola con su padre.
“Autumn leaves don't fall, they fly. They take their time and wander on this their only chance to soar.”
Durante un tiempo, la pequeña Kya trata de sobrevivir a duras penas con la presencia de ese hombre lleno de frustraciones, mas su padre no tarda en marcharse también, dejándola completamente sola...
Debido a que no quiere que la internen en ningún lugar, y sin asistir a la escuela debido a las burlas que experimenta en ella, Kya acaba por marcarse un camino para sobrevivir donde depende de la pesca y del alimento que le aportan las marismas, el cual vende en el pueblo, en las únicas ocasiones donde se atreve a bajar a él. No obstante, su vida, aunque marcada por la soledad, da un giro en los acontecimientos cuando, pese a todo el abandono, aprende lo que es amar y ser amado gracias a una serie de personajes que van interviniendo en su melancólica existencia... Primero, un hombre tierno y de gran corazón, atacado por los críos del pueblo debido a ser negro; también la que le compra los materiales y le da comida a cambio se convierte en un ancla para no dejar de lado la sociedad; y, lo que es más importante, un joven y apuesto muchacho, amigo de su hermano y que acaba por interesarse en la sensible de Kya, también jugará un papel importante en el desarrollo de la vida de ésta...
No deseo decir mucho más, aparte de añadir que esta historia es de "desarrollo", porque no es de otra cosa sino de superación, de idas y venidas, de miedos pero también sentimientos cálidos, y sitúa a la protagonista como el eje central de la novela, alguien que no es extremadamente ágil mentalmente, pero que tampoco es moco de pavo, simplemente una niña que, no acostumbrada al trato con las personas, y por ello sufriendo de una ignorancia que la dañará a lo largo de su juventud, acaba por enfrentarse a su fuerte miedo a que le abandonen sus nuevos seres queridos, y comienza a comprenderse de manera bastante diferente a como el resto de personas nos pensamos... Nosotros, que nos movemos en base a un entorno social en el que vamos experimentando, no conocemos lo que es para Kya descubrirse a sí misma en un marco externo completamente distinto, donde el silbido del viento, el canto de los pájaros, y el agua suavemente mecida de las marismas juegan un papel importantísimo para ella entenderse como "Kya", de manera no arbitraria, sino completamente personal.
“Why should the injured, the still bleeding, bear the onus of forgiveness?”
La historia que teje Delia Owens, preciosamente escrita, puede hacerse lenta en algunas partes, o incluso poco esclarecedora en otras, debido a la protagonista peculiar, que no nos fascina por su pensamiento rápido o por su gran cultura (pues tristemente no ha tenido demasiada ocasión de habituarse a nuestro pensamiento social), pero sin duda nos encandilará por su manera de crecer y desarrollarse, por su ternura hacia el mundo, y el gran apego que tiene hace las cosas que el resto de gente pasamos por alto: la belleza de la naturaleza, el paso irresistible de la Madre Tierra por nuestro mundo, y el hallazgo, al inicio tímido pero poco a poco más valiente, del amor que surge entre seres de la misma especie, en condiciones no pautadas por otros, sino completamente "al desnudo".
Una oda a la biología y a la naturaleza, esta magistral obra de superación de miedos se convierte en un escrito buenísimo, tierno, lleno de equilibrio entre la bondad y el odio, que perfila a unos personajes que, si bien no interesantísimos, sí que resultan hermosamente descritos, y arrastran la trama con una fuerza sobrehumana, arrojada y atrevida, expresando, no sin ciertos miedos, lo que significa desarrollarse, y hasta qué punto todo lo que somos no se basa en lo que otros han querido hacer de nosotros.
Una trama con estilo dulce, ritmo llevadero, y, en especial, una atmósfera naturalista y evolutiva preciosamente bien documentada, que infunde la gran fuerza de la naturaleza en cada uno de nuestros sentidos
Me atrevería a decir que lo que más fuerza da en esta novela, lo que más remueve, más saca a relucir eventos, y más expresa sentimientos, no es otra cosa salvo la ambientación tan trabajada que tiene la obra.
Lo cierto es que, mientras leía esta grandísima pieza de literatura, me sentí transportada a un mundo que podía sentir con cada poro de mi piel, que me atravesaba en belleza, que me dejaba tanto con miedo como con una grandísima curiosidad que hacía mucho tiempo que no sentía.
“She laughed for his sake, something she’d never done. Giving away another piece of herself just to have someone else.”
La fuerza de las palabras de Delia Owens reverberaban en mi cabeza, y las descripciones acerca de la naturaleza, tan meticulosas y tan llenas de sentimiento, me dejaban completamente abrumada.
Lo que más se transmite en la novela es el amor que siente Kya hacia las cosas en las que el resto ni nos paramos a pensar... el sonido del viento al revolver las hojas de los árboles, el runrún del oleaje de los pantanos y las marismas al ser acariciados por el aire en movimiento lento y acompasado, los primeros indicios de una tormenta eléctrica, o hasta el gran camuflaje que nos resulta la vegetación, las plantas, los arbustos y las retamas, donde nos fundimos con la naturaleza y nos convertimos en lo que desde hace milenios no habíamos vuelto a experimentar: el ser humano en completa sincronización con el entorno natural.
El desarrollo de la historia tampoco presenta unos contratiempos de película... no hay que esperarse persecuciones, ni misterios que nos pongan la carne de gallina, ni siquiera tensiones que dificulten digerir la novela. Si algo caracteriza muy abiertamente a La chica salvaje es lo sencillo que es entrar en la historia, seguir sus dinámicas, y reconocerse en ella como si nosotros mismos formáramos parte del pueblo de los personajes.
La ambientación tan conseguida, la prosa tan trabajada y con tanto contacto empático, y la narración tan fluida y con tan buena dinámica, nos hace integrarnos como uno más, sentir las cosas tal cual nos vienen, y no poner filtros en la lectura, sino leerla nada más ésta ha sido escrita, fácilmente, de manera rápida y llevadera, así consiguiendo que, sin que ni siquiera nos esforcemos, terminemos el libro y entendamos el mensaje nada más éste llega a nosotros.
“She knew the years of isolation had altered her behavior until she was different from others, but it wasn't her fault she'd been alone. Most of what she knew, she'd learned from the wild. Nature had nurtured, tutored, and protected her when no one else would.”
Unos personajes sencillos, expresivos, honestos y con bastante realismo; no excesivamente interesantes, pero ciertamente conectamos con ellos sin problemas, aparecen tal cual son y se consigue mucho nivel de empatía con ellos
Me da la sensación de que los personajes de Owens no estaban hechos para ser extremadamente complejos, su inteligencia no es demasiado aguda, y, aunque son avispados, les falta bastante personalidad como para resultar fascinantes.
No obstante, lo que más interesa de ellos es precisamente esa "simpleza" con la que Owens los retrata, en el sentido de que parece abrirlos por la mitad para que los leamos como un libro abierto, para que los veamos tal cual son, tal cual se exponen, sin pelos en la lengua y con una fuerza bruta, no pulida.
Me resultaron vagamente predecibles, su presencia era reconfortante pero no se me hacía excesivamente imperiosa, y me parece que esto, aunque no es algo que yo busque en un personaje de un libro, era completamente necesario para que me envolvieran por completo, para que realmente yo me sintiera completamente en sus pieles.
Son personajes muy humanos, y lo mejor de todo es que cada cual demuestra una faceta de esta humanidad a su manera: la humanidad de Kya está mucho más al desnudo, porque no ha tenido una educación social lo suficientemente rica como para esconder quien es; mientras que la humanidad de otros personajes, tales como Tate, resulta un poco más difícil se desentrañar, no por ello más o menos sincera; sencillamente, hay diferentes capas que rodean a los personajes y les hacen ser lo que son.
Su condición biológica, muy representativa en este libro (puesto que Tate y Kya, enamorados como están, también demuestran su profundo amor por la biología y su complejidad y perfil definitorio), también entra en juego con las propias vivencias y experiencias externas, lo que sería el ambiente versus el innatismo.
“Sometimes she heard night-sounds she didn’t know or jumped from lightning too close, but whenever she stumbled, it was the land who caught her. Until at last, at some unclaimed moment, the heart-pain seeped away like water into sand. Still there, but deep. Kya laid her hand upon the breathing, wet earth, and the marsh became her mother.”
Los roles de los animales en este mundo, y el papel que tiene el conocimiento exhaustivo de los personajes por la naturaleza en su desnudez, sin capas pero con un sentido organizacional extremadamente sugerente, son increíblemente influyentes para que entendamos cómo somos las personas en un entorno menos controlado, es decir, en la naturaleza y con todas sus incertidumbres, donde temas como la supervivencia, el deseo sexual, la afiliación, la fraternidad, el atractivo físico o hasta lo que nos hace conectar con algunos y con otros no, son claves para comprender un poco mejor cómo son Kya y todos los que la rodean, cada cual, atraído por la exuberante belleza de crudeza y honestidad de la muchacha, acaban por verse igualmente metidos en el mundo de la soledad, el miedo, el abandono, la desesperación, pero también la fuerza primitiva y más violenta que surge del ser humano: la de sobrevivir, a cualquier coste, y entender, un poco mejor, qué significa ser quienes somos en el mundo en el que nos ha tocado vivir.
Los diálogos de la novela en sí mismos no son gran cosa... se trata, como digo, de una simpleza muy bien conseguida, donde las dinámicas sociales y las relaciones entre los personajes se basan en la llama de un amor sin complejidad, en un sentimiento puro.
Tate, que enseña a Kya a leer y a escribir, se convierte en algo así como la pauta del trayecto de la lectura durante la primera mitad del libro; el amor antes del dolor.
Más adelante, con la llegada de otro hombre un tanto más impredecible, conocemos una faceta mucho más dolorosa de la existencia, donde Kya, que tiene un fácil confiar y, aún ingenua, cree que su amor por la gente podría verse correspondido, sufre también una pérdida muy grande, que es la pérdida de su propia libertad y de la confianza que ya estaba volviendo a recobrar hacia el ser humano.
“Female fireflies draw in strange males with dishonest signals and eat them; mantis females devour their own mates. Female insects, Kya thought, know how to deal with their lovers.”
Pero siempre hay nuevas intervenciones en la historia, y, lo que es aún mejor, lo que más influye en que Kya supere cada uno de sus miedos no es en sí que encuentre a alguien que la quiera tal cual es, sino que ella misma aprende a armarse, a valorarse, a pensarse con más cabeza y a aprender a ver el mundo con unos ojos mucho más maduros y con mayor experiencia.
Esta es la clase de historia donde es la propia protagonista quien se salva a sí misma, pues, aunque con ayuda, al final es ella la que toma las riendas de su destino y decide tomar conciencia de sus actos y de los de los demás... amar con o sin reservas dependiendo de la situación, escudarse ante los vientos más huracanados, pero también aprender a no tener miedo en un mundo que, a lo largo de los años, se va abriendo ante ella como un océano desconocido y descomunal.
“She could read anything now, he said, and once you can read anything you can learn everything. It was up to her. “Nobody's come close to filling their brains,” he said. “We're all like giraffes not using their necks to reach the higher leaves.”
Una prosa dulce, cuidadosa, que expone con mucho sentimiento y refleja de manera muy honesta cada elemento de la historia (sea humano o no, esté vivo o no), así generando un cóctel de emoción y naturaleza a flor de piel que me pareció tan conseguido que, como no me cansaré de decir, ha hecho de esta historia algo preciosamente bien escrito
La prosa de Delia Owens es muy curiosa... sí, es tierna, y muy, muy sincera, pero también tiene un ligero toque de misterio, algo que nos atrapa en sus redes de pesca y no nos suelta hasta no dejarnos sobre la tierra firme.
Como comento, los diálogos en la historia es lo de menos, porque no profundizan en los personajes, ni te dan demasiado de lo que pensar... la relación de los personajes es simple, se deja llevar por la necesidad del momento, por lo que sienten, por lo que experimentan... No hay debates filosóficos ni comentarios que nos puedan suscitar algún pensamiento complejo por sí mismos, pero me parece que eso es de agradecer, pues hace la historia más real, además de que sí que te hace pensar al detalle ciertas cosas, pero a través de los eventos que tienen en lugar, y no tanto por que te den en bandeja ya todos los enigmas de la historia.
Aunque hay una trama que también se centra en un asesinato, por añadir un poco más de misterio al clima, he de decir que eso, sorprendentemente, es lo que menos me interesó... lo que más me llamó la atención fue la manera de describir las cosas, de expresar ambientes, lugares, secretos y también escondrijos...
La relación de los personajes era mucho más vivencial, escueta, sencilla, reparaba en lo que cada cual ofrecía al otro, en la confianza y en el sentimiento sin más. Y las reflexiones que sacaba el narrador (omnisciente, en tercera persona del pasado, pero tan presente en la historia que parece casi un personaje más, incluso me atrevería a decir que parece el propio lector) me parecían llenas de riqueza literaria... era una prosa ligera, muy fácil de seguir, sin palabras complejas o expresiones rebuscadas, sino con el dinamismo que tendría, muy probablemente, la naturaleza en su entorno más próximo... el zumbido de las libélulas, la música de los gorriones, el sonido de las frutas maduras de los árboles al caer al suelo cubierto por hojarasca... la sensación de la novela es increíblemente reconfortante, hay mucha conexión, mucho significado.
“What d'ya mean, where the crawdads sing? Ma used to say that." Kya remembered Ma always encouraging her to explore the marsh: "Go as far as you can --- way out yonder where the crawdads sing."
Tate said, "Just means far in the bush where critters are wild, still behaving like critters.”
Delia Owens también maneja muy bien el ritmo de la historia, el cual, aunque lento, no se hace pesado. Cuida en gran manera que se vea el desarrollo, no solo de los personajes, sino del libro en sí mismo: que tenga un inicio, y también una conclusión muy bien formada, y que se vea la progresión entre estas dos cosas de manera muy ágil y sin complicaciones.
La chica salvaje es una novela que te atrapa debido a que es el propio canto de la magia de la vida en carne viva, lo que sentimos entre sus páginas lo sentimos como si estuviéramos caminando descalzos por las mismas marismas que los personajes, y no os debéis esperar una historia compleja, con giros en la trama o enredos y temas a tratar dificultosos y hasta extraños... La chica salvaje es realmente un canto a la naturaleza, al mundo tal cual, pese a la anomalía de la vida de Kya, el sentimiento es puro y se entiende por cualquier otro ser humano, y eso -esa conexión que hay entre la historia y el propio lector, una conexión que se basa en nuestra condición más interna como seres humanos, en nuestra biología y nuestro entendimiento tal cual de las cosas-, me parece un trabajazo que no todo escritor es capaz de conseguir.
Y por tanto, mi enhorabuena a la escritora: aun con una historia que de primeras no me interesaba, y que no cuadra con la clase de género literario que a mí me suele gustar leer, me ha parecido una lectura muy honesta y especialmente experta, la cual, qué decir tiene, me parece que me ha abierto los ojos a un mundo en el que hacía mucho tiempo que no me atrevía a poner un pie.
“I must let go now. Let you go. Love is too often The answer for staying. Too seldom the reason For going. I drop the line And watch you drift away. “All along You thought The fiery current Of your lover’s breast Pulled you to the deep. But it was my heart-tide Releasing you To float adrift With seaweed.”
Conclusión
En conclusión, La chica salvaje es la clase de novela en la que no hay que ir con muchas expectativas, porque así facilitas que te sorprenda.
Es una novela sin apenas tensión, donde la dinámica se sigue sin problemas y se siente con mucha mayor facilidad cada emoción y cada circunstancia, pero no resulta tampoco un serio trabajo de lectura, ni expone temas complejos o aborda una trama original y de gran magnitud... Qué mejor que decir que La chica salvaje es una novela "salvaje", que refleja la vida misma y deja ecos de humanidad y también de naturaleza a lo largo de sus páginas, las cuales quedan impregnadas por sentimientos, experiencias, miedos y también muchas superaciones.
La historia es muy progresiva, con un ritmo lento pero que engancha, y, ante todo, debo decir que se trata de una lectura que libera y descarga mucha energía, que te atrapa y te hace disfrutar, disfrutar en un estado natural y al desnudo, sin comerte el tarro y sin ser consciente de que lees una novela, un constructo de otra persona... te metes en la piel de los personajes y la historia con gran facilidad, y eso, tal fuerza de vida, me parece que debería tenerse muy en cuenta a la hora de hablar de este libro...
En resumen, La chica salvaje es una novela muy buena, bonita, tierna, pero también con buenas dosis de misterio e incertidumbre, lo cual, para mí, ha sido una experiencia muy interesante que sin duda recomiendo al resto de lectores descubrir.
Bastante recomendada.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 2.75/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Tensión: 2.5/5
♫ Tensión: 2.5/5
♫ Desenlace: 2.75/5
♫ Prosa: 4/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 7/10
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