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domingo, 28 de febrero de 2021

Reseña: Temeraire

 



RESEÑA:
TEMERAIRE



Título:  Temeraire / His Majesty's Dragon (Temeraire #1)
Autora:  Naomi Novik
Editorial:  Harper Voyager
Canción Identificada:  Dragon, Why Do You Cry? (Unto Others)




Sinopsis:

Aerial combat brings a thrilling new dimension to the Napoleonic Wars as valiant warriors ride mighty fighting dragons, bred for size or speed. When HMS Reliant captures a French frigate and seizes the precious cargo, an unhatched dragon egg, fate sweeps Captain Will Laurence from his seafaring life into an uncertain future – and an unexpected kinship with a most extraordinary creature. 
Thrust into the rarified world of the Aerial Corps as master of the dragon Temeraire, he will face a crash course in the daring tactics of airborne battle. For as France’s own dragon-borne forces rally to breach British soil in Bonaparte’s boldest gambit, Laurence and Temeraire must soar into their own baptism of fire.





Opinión:

Con una frase lo digo todo: Me ha gustado, y eso que no soy mucho de dragones.


Pero sí que los admiro
Los dragones en la literatura han tenido un valor muy significativo, majestuoso y épico. 
Son el mejor elemento comodín para hacer que una historia se vuelva gigantescamente épica. 
Son grandes, son pesados, sus escamas relucen y el fuego de su boca abrasa a los enemigos. 
Si lo que se quiere es una batalla de enormes dimensiones, sinceramente, lo mejor que se puede hacer es incorporar a los dragones. 

Además de que, por su fuera poco, creo que hablo por todos al decir que son muy, muy admirados. Hemos hecho que sean criaturas de encanto, de poder, de impetuosidad. Cuando uno piensa en dragones, piensa en sus corpulentos cuerpos, en sus largas colas, en sus hocicos grandes y sus ojos siempre brillantes. Piensa en inteligencia, en poder, en epicidad. La imagen de un dragón es como el mayor templo que pueda existir en la literatura fantástica. Se les venera, eso es innegable.

“I should rather have you than a heap of gold, even if it were very comfortable to sleep on.”


Además, los dragones llevan una historia de numerosas culturas que se han ido entremezclando. Figuran en la mitología, y en muchísimos países son objeto de culto. Son imponentes, ruidosos pero al mismo tiempo elegantes, sus alas desplegadas son descomunales, y figuran en muchos libros, tanto de ficción, como de no tan ficción. 


Me parece que los dragones dieron su entrada en la fantasía sobre todo gracias a los libros de Tolkien, y esta innovación en el terreno se perfeccionó con George R. R. Martin, cuya saga es un claro ejemplo de la imperiosa presencia de los dragones, y cómo marcan la diferencia en la batalla. A partir de ese momento, han salido en muchos más libros: Eragon, The Realm of the Elderlings, La Historia Interminable, Memorias de Idhún, Harry Potter, Narnia, Seraphina, Un Mago de Terramar, Dragonsinger... Y si a ello contamos su aparición en películas, en juegos de rol, en juegos de cartas, en tradiciones y en religiones, podemos entender un poco más la amplia imagen que hay de tales criaturas en la actualidad.



No obstante, puede que sea precisamente su habitual uso y presencia en muchas partes lo que para mí me haya desgastado su imagen. Tampoco es que haya sido mucho de dragones. Sí, de pequeña me encantó la película Como entrenar a tu dragón, y tenía peluches y guías sobre estos seres, pero tampoco me interesaban tanto como, por ejemplo, los seres feéricos o las ninfas. Yo siempre me he ido más por el lado humanoide, todo hay que decirlo. 


Además, hay algo que nunca me ha convencido de los dragones, y es que hacen las batallas mucho más grandes. Para muchos esto será algo bueno... y no hay que olvidar las grandes guerras de Tolkien de proporciones titánicas, que me parecen sensacionales; pero yo soy más del cara a cara, de la espada y, cuanta menos magia, mejor. 
Siempre que los elementos mágicos no endulcen demasiado la historia, o hagan de la guerra algo más fácil, yo estaré contenta.

“It seems to me that if you wish to apply laws to us, it were only reasonable to consult us on them, and from what you have read to me about Parliament, I do not think any dragons are invited to go there”



No obstante, sí que captó esta novela mi interés. Reconozco que me decidí a cogerla sobre todo porque ya me había leído una obra de la autora, Un Cuento Oscuro, la cual cogí cerca de cuando tenía trece años, y devoré en un santiamén. Me parece que esta otra obra de la que hablo es sublime, y también es un "qué pasaría si...". Y por tanto, debido a que Un Cuento Oscuro (cuya reseña se puede encontrar aquí) estuvo durante muchos años en mi TOP 5 de libros favoritos, y viendo que esta otra novela tenía muy buena pinta, llegué a la conclusión de que debía, una vez más, meterme en el mundo creativo de Novik. 

Y he salido muy intrigada, la verdad, aunque tampoco demasiado enamorada. Así que, yendo al grano:



¿De qué trata?

Temeraire es la primera novela de una saga de, hasta donde yo tengo entendido, diez libros, todos ellos siguiendo el punto de vista de los dos protagonistas principales, el capitán William Laurence, y su dragón Temeraire. 

“Well, I would have struck him, but I would have had to get up. You have no notion how difficult it is to arrange skirts when sitting down; it took me five minutes together the first time.”


Esta primera novela, titulada Temeraire, aunque también con el nombre de His Majesty's Dragon (El Dragón de Su Majestad en español), es una bastante significativa introducción a un nuevo mundo, el cual es aún más interesante de leer, más incluso que por sus dragones, por estar ambientado en la época napoleónica. 

Como hablaba previamente, Naomi Novik juega con el "qué pasaría si...", y dota a nuestra historia humana de un pasado con tiznes de fantasía, lo que me arriesgo a decir que podría considerarse una ucronía fantástica. 

Es decir, ¿cómo habrían transcurrido las guerras inglesas contra Napoleón si hubiese existido, desde el primer momento, la presencia de los dragones? 
Por supuesto, éstos serían utilizados para el combate, que es justo la idea que Novik ejecuta en este primer libro. 


La historia se centra en la llegada de una cría de dragón a la ya montada vida del capitán William Laurence, entrenado en la mar desde una muy temprana edad, y persiguiendo un futuro que, de momento, lo está sonriendo. Tiene una esposa, un trabajo estable, buen salario y buena posición social. No obstante, en una batalla naval, en la que luchan contra el enemigo francés, en el barco contrario se encuentran un huevo de dragón... el cual está a punto de romperse por completo. 

Con el nacimiento del dragón en menos de una semana, y bastante más para llegar a tierra firme, Laurence decide que uno de sus hombres será el guía y responsable del dragón, para más adelante ser entrenado con la milicia que trabaja en el aire gracias a otros dragones. 


Sin embargo, cuando el dragón nace, la criatura siente afinidad por Laurence, y pronto se forma entre ellos una unión irrompible... Sin más remedio que dejar atrás su anterior vida, Laurence aprenderá a volar a lomos del dragón, al que llamará Temeraire, y entrenarse en el campo aéreo junto con otros jinetes de dragones, adentrándose más profundamente en una atroz guerra cuyos bandos no se detendrán ante nada con tal de hacerse con el poder... Y en un mundo donde los dragones marcan la diferencia, puede que alguien más tenga los ojos puestos en el majestuoso Temeraire...



Una trama fácil de seguir, con bastante pausa, pero con buenas batallas que dejan claro que siguientes volúmenes serán mucho más intensos

Es un título algo largo para este apartado, pero lo dice todo: la trama de la novela es bastante sencilla, fácil de seguir, no hay contratiempos ni obstáculos en la lectura. 

El único problema principal con el que me he encontrado es que es una lectura de ritmo bastante lento, e incluso a mí, que estoy habituada a la prosa reflexiva de Robin Hobb, me ha llegado a parecer que había partes que podrían haber avanzado con algo más de agilidad... o, al menos, con un tono algo más emotivo.


Pero como todas las cosas, el ritmo lento también tiene sus claras ventajas: la historia es pausada, deja mucho espacio a la reflexión y al desarrollo de los personajes, se lee con tranquilidad y es de esos libros que entretienen y consiguen relajarte. 

En pocas escenas del libro he tenido la espalda en tensión, y creo que eso, aunque a mí me guste menos, puede ser muy positivo, porque da más juego a los personajes, a la historia, a su amistad y a los contratiempos internos de ellos.

“Next you will cry about taxation without representation, and throw a basket of tea into the harbor. You are indeed a very Jacobin at heart, and I think I must give up trying to cure you of it; I can but wash my hands and deny responsibility”


La trama es, como digo, sencilla, trata acerca de los inicios, la introducción a un mundo que comenzamos a conocer y que está habitado también por una nueva especie, los dragones. En concreto, creo que acertaría al decir que la historia tiene un protagonista mucho más importante que otros que pueda haber, y no es Laurence, sino Temeraire. 


Temeraire es la estrella de la novela, la cual se centra en él en todo momento, desde su nacimiento hasta su primer vuelo, su primer alimento, su primera matanza, su primer despertar sexual, su primer deseo, su primera victoria, y su primer fracaso. Hay tanto empeño en este personaje que la historia tan solo se guía por cómo Temeraire va avanzando en su día a día, deseoso de hacer más y entrar al combate, y también se trabaja mucho la tierna amistad que nace entre él y Laurence.

“I am beginning to feel the need of a glass of wine to fortify myself against this conversation.”


Además, la historia cuenta también con intrigas políticas, muchas estrategias, y muchas más planificaciones de la batalla que batallas en sí. 

Como primer libro, tiene mucho más peso el entrenamiento que la guerra, que supongo que llegará en próximas novelas con más fuerza, y se pone mucho peso en el terreno estratega y de planificación de batalla. 

Hay bastante diálogo, pero lo que más abunda es, sin lugar a dudas, las descripciones. 

Por otro lado, la batalla es muy escasa, aunque tengo que decir que la poca que hay, al ser, precisamente, poca, hacía que la tensión se disparase y me cundiese el pánico, la intriga, y las ansias de saber más. 

Las batallas están muy bien llevadas... son justo como comentaba al inicio: completamente épicas; vuelos, caídas, golpes, choques, alzarse hasta batallar entre las nubes... Y el elevado riesgo que hay de sufrir una muerte a cientos de metros de altura... 

Todo ello hizo que mi corazón diese vuelcos, y la narración tenía un tono muy intenso, muy puesto justo en lo que estaba pasando, se nota que la escritora se sumerge en su historia con la escritura, y tan solo piensa en lo que sus dedos teclean. 

“And we must still try or we would be leaving our friends to fight without us. I think this is what you have meant by duty, all along; I do understand, at least this much of it.”


La batalla es fascinante, pero creo que lo que más me ha enganchado ha sido la tensión de ella, he echado de menos más tensión en las otras partes del libro, aunque tan solo fuera entre los personajes, cuyas relaciones, aunque con altibajos, se mostraban más lineales, o eso me ha parecido.

Con todo, la trama me ha parecido bastante buena, no es compleja pero está muy bien manejada, que para mí es lo que más importa.



Personajes con personalidad, buenas interacciones entre ellos, pero dejados, usualmente, en un segundo plano

Puede que parezca que me contradigo. En cierto sentido, es cierto que los personajes, con sus buenas relaciones, llevan la historia. 

Pero aun así, me ha parecido que se dejaba ver muy poco sobre su trasfondo, sus deseos, sus miedos y sus pasiones. 

Apenas sé del pasado de Laurence, mucho menos sé del de su esposa, sus amigos, su familia, o quien sea. Lo cierto es que la historia estaba únicamente centrada en Temeraire, lo que es bastante positivo, ya que es la chispa de la novela, pero esto hizo que no me importasen tanto otros personajes.


Aunque Novik no se centre apenas en la historia personal de los personajes, lo que sí que hace bien es en darles una voz propia y una personalidad definida. 

Me he quedado con la sensación de que, en su cabeza, Novik los tenía perfectamente esbozados, y logró transmitir que los personajes eran reales, pero no les dio más juego, apenas les ofreció movilidad. 

“Oh dear," Laurence said; he felt rather awkward explaining that the main attraction was the abundance of harbor prostitutes and cheap liquor. "Well, a city has a great many people in it, and thus various entertainments provided in close proximity," he tried.
"Do you mean such as more books?" Temeraire said.”


Temeraire es el que más tiene que ofrecer a la historia. Es un personaje muy trabajado, que ha sido la viva imagen de cómo son en la historia los dragones de Novik. 

Si hay algo muy bueno que tengo que decir de los dragones en la fantasía, es que cada autor les dota de características diferentes: algunos hablan telepáticamente, otros no, y otros, como los de Novik, tienen voz propia que sale en el plano físico. Además, para Novik los dragones son bastante humanos, tienen sexualidad, tiene contención de la misma, son muy inteligentes y tienen una mirada joven y voraz hacia el mundo. 


Son ávidos, curiosos, tiernos y fieles, y Temeraire es el mejor ejemplo de cómo, desde su nacimiento, un dragón va desarrollándose, aprendiendo al instante el lenguaje humano (cosa que me pareció un poco extraña, pero bueno), y entendiendo mejor el mundo en el que se encuentra, con sus limitaciones y sus obligaciones. 

De hecho, para mi asombro Temeraire ha sido demasiado manso, apenas se ha opuesto a que algunas veces lo tratasen tan solo como un arma, y me he sentido decepcionada de su fidelidad, no solo cien por cien hacia Laurence, sino sobre todo hacia el sistema que explota a los dragones. Espero que eso pueda cambiar en siguientes libros. 


Además de todo esto, los dragones de Novik pueden ser de diferentes razas, los hay que lanzan fuego, otros veneno, otros son más veloces, otros más grandes y fuertes... Y ha sido interesante conocer la raza de la que es Temeraire, la cual es de las más admiradas y deseadas para el ejército, y cómo éste se ha ido descubriendo a sí mismo. 

Temeraire es un personaje al que se le coge mucho cariño, para mí es una ricura, además de muy leal compañero y amigo.

“However, I must disagree with you very strongly that providing ordinary and reasonable care in any way constitutes coddling, and I have always found that deprivation and hardship, when necessary, can be better endured by men who have not been subjected to them previously for no cause.”



Laurence ha sido un personaje algo menos desarrollado, aunque era la voz cantante de la historia, el que movilizaba la trama. Él es también fiel, sincero, protector, y bastante buena persona, cogió cariño muy rápidamente a Temeraire, y la relación entre ambos es preciosa, lo cierto es que son inseparables. 

Laurence es menos curioso, es más acatador, tiene sus sueños pero no es nada materialista. Es una persona bastante austera, que prefiere dormir al lado de su compañero antes que solo en una cómoda cama. Además, se habitúa casi sin problemas a su nueva vida, en ese sentido creo que ha sido un personaje que se acomodaba con facilidad a las cosas, lo que no me ha gustado tanto, porque apenas he sentido que hubiera lucha en él. 


Luego hay otros personajes en escena, como otros dragones, sus jinetes, los capitanes, los guardias, y los generales. 

Granby es un personaje a destacar, que para ser secundario se ha desarrollado bastante, de hecho me ha sorprendido porque casi que ha cambiado más que el propio Laurence. Además, la personalidad de Granby es clara, bien perfilada, y aportaba bastante a la historia. 

Me ha parecido un personaje muy completo, del que esperaba grandes cosas, y no me ha defraudado para nada. 



Prosa descriptiva, reflexiva, tranquila y pausada, con poco movimiento pero buen análisis 

La prosa de Novik me ha parecido que era bastante cuidada, había mucho detalle en su manera de escribir, mucha decisión, y, sobre todo, grandes y largas descripciones que acompañaban a unos diálogos fluidos y fáciles de leer. 

No he tenido problemas a la hora de meterme en la historia, las reflexiones de Novik eran muy acertadas y el estilo era relajado, con pausa, con detenimiento, analista y divagador, pero en el buen sentido, porque, aunque a veces me costaba estar muy atenta, sí que creo que en la mayoría de las ocasiones no se hacía pesado.


Hay bastante poco movimiento en el libro, en el sentido de que hay poca adrenalina y poco frenesí (salvo en las batallas, las cuales, como he comentado, son bastante intensas y magnas), y en ese sentido me hubiese gustado algo más de "chispa", pero también he tenido la ocasión de conocer un poco mejor los pensamientos de Laurence, y la amistad que crecía entre él y Temeraire, dos compañeros que lo eran todo para el otro, y cuya relación era el principal motor de la historia. 

“Once down by the shore, only Temeraire went directly into the deep water and began to swim. Maximus came tentatively into the shallows, but went no further than he could stand, and Lily stood on the shore watching, nosing at the water but not going in. Levitas, as was his habit, first wavered on the shore, and then dashed out all at once, splashing and flapping wildly with his eyes tightly shut until he got out to the deeper water and began to paddle enthusiastically.”


Aunque podría haberme encontrado con "algo más", no sé exactamente el qué, la verdad es que he disfrutado de la obra, ha sido entretenida. 

No me ha aportado muchas emociones, puesto que el tono en el que está escrita a mí me ha parecido más neutro, pero en defensa de la escritora diré que ella escribe de maravilla, las descripciones quitan la respiración, y los personajes tenían muy buena personalidad. De hecho, es muy posible que en otro momento esta obra me hubiese encantado, porque ahora estoy encontrándome con menos ganas de leer, en general, novelas de fantasía, estoy más puesta en algo realista. 


Además, hay que tener en cuenta la idea de Naomi Novik, que es sumamente original: imaginaos a Napoleón subido a lomos de un dragón... bueno, eso es algo que merece la pena leer, ¿no creéis?


Para finalizar, decir que ha sido una novela entretenida, con la que he disfrutado, no me ha aportado mucho pero tampoco me ha desanimado, creo que está bien darle una oportunidad y conocer mucho más en profundidad sobre estas enormes criaturas aladas que tanto juego dan en la fantasía... 

Además, si sois muy fans de los dragones, Temeraire da muy buena visión, muy profunda, sobre ellos, y a mí eso me ha parecido de lo mejorcito.

Buen libro, muy interesante, con buenos personajes y, además, buen trasfondo histórico.




Conclusión

Temeraire es la primera parte de una saga que tengo que considerar si continuaré, porque últimamente estoy menos puesta en los libros de fantasía. 


Como primer libro, es introductorio y no hay que esperarse un ritmo muy frenético, pero cuenta con varias batallas muy impactantes, mucho riesgo en ellas, y un duro entrenamiento que saca la parte más fuerte y decidida de los personajes. 

Los personajes tienen personalidad, voz propia, y un pasado en el que la escritora no se mete demasiado. El foco de la novela es Temeraire, al que sí que da mucho más juego, y el desarrollo de este personaje conlleva muchísimos cambios y queda enmarcado en una ambientación muy conseguida, de nuestro pasado histórico, de la que saca lo mejor. 


Pese a que me esperaba algo más de fuerza en la narrativa, emociones más a flor de piel, y a Laurence destacando algo más, la verdad es que he salido bastante bien de la novela, me ha gustado y he pasado un buen rato, y siempre se aprende algo nuevo. 

En este caso, Novik me ha enseñado una nueva manera de mirar a los dragones, criaturas a las que respeto mucho, y que en esta novela están genialmente representadas. 


Buena lectura, para pasar el rato, que será de gran interés para los amantes de los dragones.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 3/5
♫ Acción: 3/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Tensión: 2.75/5
♫ Desenlace: 2.75/5
♫ Prosa: 3.25/5


VALORACIÓN PERSONAL 7.75/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/




domingo, 21 de febrero de 2021

Reseña: Azul Casi Transparente

 


RESEÑA:
AZUL CASI TRANSPARENTE



Título:  Azul Casi Transparente
Autor:  Ryū Murakami
Editorial:  Anagrama
Canción Identificada:  Jugband Blues (Pink Floyd)




Sinopsis:

Los protagonistas de esta novela, chicos y chicas en su mayoría jovencísimos, viven cerca de una base norteamericana, consumiendo toda clase de drogas, yendo a conciertos de rock, organizando orgías para los soldados yanquis, todo ello sin aparente pasión ni placer. Con emblemática pasividad, se deslizan hacia la autodestrucción, como resultado no sólo de su situación presente, sino de su futuro bloqueado. El tratamiento del autor, frío y antisentimental, destila sin embargo un sentimiento de algo puro y no mancillado.



Opinión:

-Que creo que no lo entiendes, que vas a sufrir con esta obra. 
-Sí, sí, te he oído, dámela.
-Es cruda, perturbadora, violenta y explícita. No se deja ningún tabú sin explorar. 
-Pero eso para mí es bueno.
-¡Pero qué sinsentido dices! ¿A quién le puede gustar una obra tan sórdida, tan descarada, tan agresiva...?

¿A quién? Pues a mí. 



No sé exactamente cuál fue mi primer contacto con una prosa violenta y descarnada. Puede que se tratara de La Fábrica de Avispas, de Iain Banks, hará ya cosa de año y algo. O quizá se remonte mucho tiempo más atrás... Sea como sea, fue encontrarme con el género de lo aterrador y sentir la piel de gallina, ¡pero de la emoción! 

"No era el sonido de un avión. Era el zumbido de un insecto, en algún lugar detrás de mi oreja. Más pequeño que una mosca, revoloteó por un momento ante mis ojos, luego desapareció en un oscuro rincón de la habitación."


La boca se me quedaba seca, el olor a podrido penetraba hasta mis entrañas, y mi cuerpo, tenso y rígido, sufría sacudidas de pánico. 
De la narrativa de Iain Banks prosiguió conocer a Bret Easton Ellis, uno de los grandes en el género de lo cruel y frío y violento, donde no hay salida, donde tan solo hay caída al vacío... Fíjate si me interesó tal narrativa, que ya tengo casi ventilados todos los libros de ese autor. Y así conocí a Chuck Palahniuk, Hubert Selby Jr., Irvine Welsh, Poppy Z. Brite... Y Ryū Murakami, el excelentísimo autor que me fue presentado con su gran obra In the Miso Soup (cuya reseña se puede encontrar aquí)... con respecto a la que yo creo que esta otra que voy a reseñar supera... 



¿Qué buscamos nosotros en estas novelas? Aún no me queda claro: quizá morbo, deshumanización, libertad de expresión, que por primera vez alguien hable sin tapujos ni filtros...

Pese a la frialdad de muchas de estas obras, hay algo claramente transgresor y poderoso: expresan lo que quieren expresar, sin remilgos ni sutilezas, van directos al grano. 
Y a tiempo que plasman los deseos más terribles del ser humano, hacen una crítica exacta, detallada e incisiva sobre la naturaleza humana, la sociedad actual, las superficialidades, los problemas primermundistas, y la hipocresía. 

¿Qué más se puede pedir?



Sí, quizá algunos de nosotros tengamos que hacérnoslo mirar: ¿qué nos interesa tanto de tal crueldad suprema? Pues precisamente que, en realidad, no se aleja de nosotros mismos. Todos tenemos una parte mala, enfermiza, manipuladora, vil. Todos la reprimimos. ¿Qué pasa si la dejamos salir? No es correcto, no es bueno, no es lo aprobado... pero es lo que somos, y es lo que tenemos que entender para conocernos un poco mejor. 

"Una neblina de olor dulzón flotaba ante mis ojos, me sentía la cabeza pesada y entumecida. (...) Mientras iba respirando me olvidaba de quién era. Pensé que muchas cosas fluían gradualmente de mi cuerpo, me convertí en una marioneta."


Pues bien, Azul Casi Transparente es una lectura que, en sus muy pocas páginas, trata todos estos temas. Sorprende muchísimo, porque el autor escribió esta pasada de obra con tan solo veinticuatro años, ganando premios y rápidamente pasando a ser traducida a muchísimos idiomas. 

Razones no faltan para venerar a esta novela, la cual, además, por el momento de la vida personal de Ryū Murakami, refleja la parte más juvenil, la parte más "fresca", resuelta, atrevida, triunfadora... y caída en la desgracia y la soledad. 


En concreto, la vida de un grupo de chavales rondando a los diecinueve años (la edad del protagonista) que se ven metidos en lo que en esa época, y en esa edad, tiene relevancia: amor y desamor, infidelidad, primeras relaciones, sexualidad, identidad, droga, intensidad, crueldad... Un abanico que describe perfectamente el mundo juvenil, las dudas existenciales, el miedo al fracaso, la desesperación por dejar huella y dejarse oír, el amor por necesidad, la búsqueda de sentido en la vida... y las numerosas "anestesias" de todos los personajes, es decir, truquillos para dejarse llevar y no sentir el dolor y el miedo al abandono que hay en ellos: droga, sexo, temeridad, violencia... Todo lo que sirve para perderse por completo y no pensar en uno mismo. 


¿Quién se atreve a enfrascarse en este mundo realista, contundente, y desgarrador de la parte menos explorada del ser humano? 

(Yo sí, yo sí)

Pues allá que vamos:



¿De qué trata?

Azul Casi Transparente es la primera novela de Ryū Murakami, publicada en 1976, la cual le brindó la oportunidad de saltar a la fama, convirtiéndose con lograda rapidez en un bestseller internacional, y llevando al público a descubrir la parte más oscura de un grupo de adolescentes autodestructivos, violentos y desilusionados que pasan los días bajo el efecto de narcóticos, sexo grupal, y conflictos con un mundo que actúa de manera dispar a ellos. 

"Pero aquella vez, temblando en el húmedo banco, me había dicho a mí mismo: "Eh, mira bien. ¿No está el mundo todavía bajo tus pies? (...) No te asustes, me dije, el mundo está todavía debajo tuyo"."


Tal y como he indicado, la novela trata del día a día de estos jóvenes perdidos en sí mismos, egocéntricos, narcisistas y promiscuos, y, conforme pasa el tiempo, la abulia y la ira acumuladas se van tornando en algo mucho más perturbador y asfixiante. 
A lo largo de una serie de escenas, conocemos más sobre cada parte integrante del grupo, sus deseos, sus inseguridades, y en general la constante monotonía que tratan de romper a toda costa, de maneras poco morales. 


La historia pasa desde montar enormes orgías para soldados americanos a asistir en conciertos de manera ilegal, inyectarse heroína hasta no sentir las venas, ser detenidos por los policías, e incluso llegar a destruirse tanto que el conflicto acaba en sangre y amenaza de muerte. Todo ello, narrado desde una prosa puntillosa, incisiva y antiemotiva, sin sentimiento alguno, que tan solo representa los sucesos con la voz de la frialdad, el descaro y la pasividad más escalofriante. 


Sinceramente, Azul Casi Transparente es una obra magna que ha roto muchísimas barreras, que sabe cómo generar tensión en cada página, y a la que es casi imposible acostumbrarse, puesto que no hay parte igual,  y, en cada página, conocemos algo nuevo de los personajes y de su situación. 

Muy transgresora, y especializada en diseccionar las relaciones humanas al milímetro, Azul Casi Transparente es una obra fundamental para los mayores amantes de las novelas críticas, intensas y violentas que, con total libertad y apaño, se pasan por el forro los tabúes y deciden que, si el mensaje quiere llegar a los lectores, tienen que ser naturales, al desnudo, carnales y directas: tienen que ser reales, contundentes, inspiradoras, agresivas, humanas. 

"La lluvia producía diferentes sonidos en distintos lugares. Al ser absorbida entre la hierba, la gravilla o la tierra, sonaba como una orquesta de pequeños instrumentos musicales. (...) era la bajada de la heroína."


Y eso es lo que Ryū Murakami no duda en hacer: una novela humanista... pese a que, para muchos, sea la parte más diabólica y contrapuesta al ser humano. Quizá por eso asusta tanto; porque muestra lo que somos en verdad: seres sin bondad, pero tampoco con maldad, sencillamente seres hechos para tan solo satisfacerse a sí mismos... Y en ocasiones, este deseo de sentir placer y que perteneces a algo, puede llevar a la pérdida total de la cordura...



Una trama directa, rápida, adictiva y con mucho detalle, concisa pero muy contundente con el mensaje

Una de las cosas que para mí más diferencian a un buen escritor de uno menos bueno es la capacidad del que sabe de expresar lo máximo posible con el mínimo posible de contenido. También un punto a favor es la regla fundamental de "mostrar, no explicar". 

Aprendí a valorar esto sobre todo con las novelas de Chuck Palahniuk, como Fight Club y Choke, y comprendí mucho mejor el esfuerzo que hay en ser conciso pero contundente con el mensaje con las obras de Ryū Murakami. 

Una vez más, he podido admirar lo bien que trabaja con ser conciso, rápido y ágil, pero sin dejarse parte sin recorrer. 

"Por un instante, a la luz azul pálido del relámpago todo se hizo transparente. (...) Y entonces descubrí una línea curva atravesando la transparencia."



Los temas a tratar son muy diversos, desde la desgana, la desilusión, la pereza, el aburrimiento, hasta el abandono del mundo con respecto a los jóvenes, la maduración, el miedo a tener responsabilidades, el apego hacia tus iguales, la angustia de no saber quién eres, y de no encontrar tu lugar en el mundo... 

El propio protagonista decide construir un mundo distinto al actual, su ciudad propia, como forma de escapar de la realidad que lo amenaza y le exige ser demasiado. 

La presión que hay sobre los trabajadores y estudiantes es una constante, la sociedad está continuamente tratando de encasillar a las personas en un lugar u otro, pero ¿y si no te gustase donde te han dejado? ¿Y si no estuvieses a gusto en ninguno de los cajoncitos de etiquetaciones? ¿Y si quisieras aspirar a "algo más"?


Con muchísima habilidad, Murakami explora la identidad individual y del colectivo a través de diálogos banales, distraídos y duros con las palabras, y también a través de descripciones muy meticulosas e inanimadas, frías y absortas en los elementos más comunes de la realidad. 
Mirando tazas de café, palomas en los cielos, piñas tiradas en el patio y paquetes de cigarrillos, el protagonista, Ryū (posiblemente el propio escritor), comienza a divagar sobre lo que significa, para él y para nadie más, su existencia, él más allá de lo social, él más allá de lo establecido, él más allá del resto del mundo. ¿Qué significa ser, qué significa sentir, de qué estamos hechos?



La trama, lineal y muy directa, avanza de manera rápida, sin torpeza y sin obstáculos, retratando al grupo de amigos de Ryū, y al propio protagonista, y así desgranando todo lo que son por dentro. 

La trama no tiene trabas, es rápida y ligera, se lee con muchísima rapidez, y en cuestión de un par de horas, incluso menos, uno termina perfectamente el libro. 

Además, pese a la brevedad de la historia, la cual no llega a las 150 páginas, yo he terminado la lectura con la sensación de que han pasado muchísimas cosas, y de que, aunque sea sin salida, ha habido una progresión en el personaje muy coherente e interesante. 

He conocido del mundo interior de Ryū, he sabido de la manera tan insana que tenían sus amigos de relacionarse, he sabido más del Japón de la época de los setenta, y de lo que nos hace, a cada uno de nosotros, ser lo que somos y ser diferentes. 


Puedo decir muy positivamente que he sacado muchas cosas en claro, el tono descarnado del libro ha sido el que me ha hecho prestar más atención, y el argumento, que de primeras parece muy sencillo (simplemente la vida cotidiana de sus personajes, y las adversidades a las que se enfrentan), en realidad esconde muchísimas capas de introspección, dudas existenciales, y mucha desazón, exponiendo las escenas como segundas pieles de los propios personajes. 


La historia es muy adictiva, desde el primer momento, y los diálogos son los que llevan la voz cantante, con un tono superficial pero que traspasa lo básico y se instala en el realismo más puro: lo que se esconde en las palabras que parecen menos trascendentales. Los detalles del día a día dan más juego que una divagación filosófica, o al menos yo últimamente no dejo de tener esa creencia. 

Sea como sea, Azul Casi Trasparente es una novela que se lee en un pispás... para los que tengan estómago, claro está.



Personajes insensibles, perdidos, desmotivados y vacíos, que esconden el mejor retrato posible de una vida que lo tiene todo pero en la que siempre parece que falta "algo"

¿Y qué es ese "algo"? Pues es una buena pregunta. Muchos somos aquí los que vivimos con comodidades. Bueno, la mayoría no tendremos un BMW, ni un pedazo de casoplón, ni nos sobrará el dinero como para tirarlo desde la ventana de la casa.... pero seguramente vivamos sin sufrir hambre, guerra, pobreza extrema... 

Hay mucha gente que puede llegar a tenerlo todo, no le falta de nada. De primeras. 
Y sin embargo, es gente desdichada. Porque no solo importa lo material, porque hay algo más que se teje entre las redes del triunfo... algo que es "invisible a los ojos", como diría el Principito. Algo que deberíamos tener todos. Quizá sentirnos queridos... quizá tener un propósito en la vida... Qué se yo. 


Pues bien, este tipo de literatura explora todo ello. No lo hace desde resolver la duda de qué es ese "algo" que les falta a los personajes, sino que presentan diversas escenas, pensamientos varios, diálogos ateridos, y finalmente vamos los lectores entendiendo un poco más que es lo que queda por rellenar, porque en el caso de cada persona es algo diferente. 


Los personajes de Azul Casi Transparente son precisamente personas a las que les falta esperanza en la vida. 
Viven derrotados, cansados de todo, aburridos y sin ganas de hacer nada. 
Para tratar de no pensar en todo lo que han perdido, lo cual quizá ya no puedan volver a recuperar, lo que hacen es instalarse en la droga, la violencia, y las relaciones tóxicas, pensando que la intensidad logrará hacer que se sientan un poco mejor consigo mismos. La "anestesia" de la que hablaba antes. 


Cada personaje está desmotivado. 
No hay objetivos, no hay emoción, todo se vive con la misma monotonía. Ni siquiera las situaciones de mayor riesgo logran sacarlos de ese adormecimiento que llevan encima... En conjunto, los personajes son un grupo de jóvenes promiscuos sexuales, politoxicómanos, consumidos por el deseo del placer que los vuelve seres "vacíos". 


Ryū, el protagonista, es el centro de la novela, el que expresa sus pensamientos, sus miedos, y sus obcecaciones con un mundo que comienza a ver con otros ojos, como si estuviera saliendo de esa fase de sopor y viese como algo nuevo todo lo de su alrededor. 
Es un personaje curioso, usualmente callado, al que no le gusta tomar bandos, y que tiene muchísimo mundo interior, tanto que a veces acaba con grandes ralladas cerebrales que le dominan por ejemplo y, en ocasiones, lo llevan a hacer cosas muy locas. 



No obstante, Ryū no es el único que expresa sus pensamientos de manera bruta y sin pulir: todos los personajes, mediante el diálogo, hablan de sus sensaciones, de sus pasiones, y sobre todo de sus obsesiones. Pasa de haber personajes que quieren volver a sentirse felices al oír a su amigo tocar la flauta, cosa que insisten, a personajes que descubren que ya no tienen las mismas ganas que antes en cuanto a tener sexo, como si, de tanto gastarlo, se hubiesen cansado. 


Así, conocemos también sobre Lilly, la ocasional compañera sexual de Ryū; Reiko, la novia de Okinawa, a veces utilizada por los soldados americanos como objeto sexual; Okinawa, tan drogadicto como los otros, quien quiere volver a escuchar la música de Ryū; Kei, quien también consume y se presenta a las orgías planificadas; Yoshiyama, el novio controlador y maltratador de Kei, quien asegura que no puede vivir sin ella, y llega a extremos insospechados con tal de conservarla; Kazuo, amigo de Ryū, quien acaba metiéndose en una pelea que acaba de muy mala manera; Moko, otra amiga que es utilizada, en ocasiones, como objeto sexual por los soldados en las orgías, y que pierde la identidad en el sexo; e incluso Jackson y los otros soldados, los cuales dominan en el sexo a los camaradas de Ryū, y organizan también las orgías entre ellos. 


Pese a que parezcan vacíos y desganados, algo muy positivo de los personajes es que tienen una fuerte personalidad, viven al límite y se dejan llevar por el éxtasis y de el exceso de emoción inducida. 

Hay muchas emociones brutas, muchas disecciones de los sentimientos, muchos diálogos que expresan la gran tensión entre los personajes, y momentos perturbadores que, en el fondo, lo que hacen es manejar mucho mejor una trama que rompe con lo establecido y encuentra la libertad en la violencia, la agresividad, y la sexualidad. 

Es un grito de liberación, un estallido de emociones, con personajes muy trabajados, con voz propia, que viven sin pensar en el futuro, tratando de matar el tiempo y dejar atrás su malestar constante. 



Prosa fría, carente de emociones, insensible y muy detallada, incisiva y concisa, directa al grano

Uno se esperaría que, con un libro que trabaja tanto las emociones humanas y la crueldad y la rabia y la frustración, hubiese una prosa mucho más asalvajada. 

No obstante, me gusta mucho más esta técnica empleada por el escritor, que consiste en mostrar con frialdad, como un témpano de hielo, la parte más humana. 


La novela es introspectiva, insensible, muestra la parte más bruta, la menos pulida, se basa en acentuar las escenas, en la objetividad, en quedarse detenido en las descripciones más realistas y antiemotivas. 

Con detalles superfluos, largas descripciones de objetos inanimados, mucho detalle en los alrededores y en las exposiciones, y una técnica incisiva y agresiva que trabaja la pasividad y la obcecaciónRyū Murakami da forma a una historia explosiva, fuerte y contundente, visceral, que no enternece ni edulcora nada, sino que exprime al máximo la realidad más descarnada y peligrosa. 


La prosa de Murakami me sigue dejando sin palabras, los diálogos fluyen sin problemas, muy realistas, y las descripciones, a veces muy concisas y otras veces casi obsesionadas con los detalles menos relevantes, son frías y sin sentimientos, analistas, diseccionan exageradamente la realidad, hasta no dejarse detalle minúsculo sin mencionar.

"La cucaracha había metido su cabeza en un plato cubierto con globos de ketchup; su dorso estaba reluciente de grasa. Cuando aplastas cucarachas, sale un jugo de diferentes colores. Las tripas de ésta debían estar llenas de rojo. Una vez, cuando aplasté una cucaracha que andaba sobre una paleta de pintor, salió un líquido color violeta. No había pintura violeta en la paleta, pensé que el azul y el rojo debían haberse mezclado en su diminuto vientre."


Y aun así, se lee de manera muy rápida, porque Murakami incorpora muchísima precisión y meticulosidad al escrito, y también tensión, incluso en los detalles que parecen menos dañinos. 

Hablando de la frustración, del deseo, de la necesidad de más, de la adicción, del miedo y de la soledad, este relato es sublime a la hora de retratar la parte más turbia que todos tenemos dentro... una parte que, según parece, conforme pasa el tiempo no hace más que ir en aumento...



Conclusión

Azul Casi Transparente es, bajo mi punto de vista, la obra más sublime que me he leído de este autor, una mezcla muy adecuada del mayor realismo y precisión posibles, y la disección más coherente y detallista de las emociones humanas y, sobre todo, las relaciones interpersonales y con uno mismo. 


En un relato con mucha cantidad explícita de sexo, drogas y música a todo volumen, con jóvenes que se abandonan a sí mismos y que buscan ser queridos y tener su lugar en el mundo, la historia presenta una crudeza bárbara, a veces desagradable, a veces muy explícita, que sin embargo muestra la cara menos edulcorada de la realidad, que maneja la incomodidad y forma un entramado de consumición, éxtasis, desgana y sensación de vacío lleno de desesperanza. 

“De toda esa miríada negra, cabalgándose y atropellándose, hacía una forma informe e inquietante, y me di cuenta, de súbito, que mi cuerpo estaba cubierto de piel de gallina.
En la oscura pantalla, mis ojos turbios se reblandecieron como metal a punto de derretirse, y en voz baja le dije a aquel yo al borde de la licuefacción: '¿quién eres tú? ¿de qué estás hecho?”


Personalmente, me parece que Azul Casi Transparente es de las mejores obras que me he podido leer en toda mi vida, violenta y analista, cruda y descarnada, rápida de leer pero con mucho contenido y un mensaje que hace replantearse muchas cosas, transgresora y existencial, y exquisita para leer si lo que se quiere es salirse de lo establecido y encontrar un relato que no mitigue los peligros del ser humano, sino que exponga, con todo del detalle posible, lo que significa ser joven, estar perdido, y tener muchísima rabia acumulada dentro. 


Una exploración brillante de la humanidad y la década de los setenta, no apta para personas muy sensibles, pero sin duda muy, muy recomendada. 

Buenísima.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 4.5/5
♫ Acción: 4/5
♫ Trama: 4.5/5
♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Tensión: 4.5/5
♫ Desenlace: 5/5
♫ Prosa: 6/5


VALORACIÓN PERSONAL 11/10!!!!



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