Últimas Reseñas

sábado, 20 de febrero de 2021

Reseña: A Scanner Darkly

 


RESEÑA:
A SCANNER DARKLY



Título:  A Scanner Darkly
Autor:  Philip K. Dick
Editorial:  Orion Books
Canción Identificada:  Erasure Scan (Code Orange)




Sinopsis:

Substance D is not known as Death for nothing. It is the most toxic drug ever to find its way on to the streets of LA. It destroys the links between the brain's two hemispheres, causing, first, disorientation and then complete and irreversible brain damage.

The undercover narcotics agent who calls himself Bob Arctor is desperate to discover the ultimate source of supply. But to find any kind of lead he has to pose as a user and, inevitably, without realising what is happening, Arctor is soon as addicted as the junkies he works among...





Opinión:

A Scanner Darkly recoge los temas que más me interesan, en una lectura que los explora desde la mirada ávida de la ciencia ficción, la metafísica, la paranoia y el embuste. 


Además, esta obra es la primera que me leo de este autor, de quien, lo admito, desconocía. Cuando me enteré de que muchas de sus novelas habían inspirado a grandes obras cinematográficas como Blade Runner, Total Recall, Minority Report, o también sirviendo de inspiración a obras como The Truman Show, The Matrix, Ghost in the Shell,  Abre los Ojos, Inception, etc; supe que tenía que leerme algo suyo.
Ya que la mayor parte de estas películas me las había visto, y las había disfrutado como las que más, opté por investigar un poco sobre este autor. Si a eso contamos que A Scanner Darkly (también llevada al cine con el mismo nombre) trataba de temas psicodélicos, de drogas, paranoia, engaños y dobles identidades, se entenderá un poco mejor que, para alguien como yo, esta lectura debía ser crucial


“We're all dreaming,” Arctor said. If the last to know he's an addict is the addict, then maybe the last to know when a man means what he says is the man himself, he reflected. He wondered how much of the garbage that Donna had overheard he had seriously meant. He wondered how much of the insanity of the day--his insanity--had been real, or just induced as a contact lunacy, by the situation. Donna, always, was a pivot point of reality for him; for her this was the basic, natural question. He wished he could answer.”


Lo cierto es que antes de leer esta obra estuve investigando un poco sobre la vida privada del escritor. Me encontré con una historia tan alentadora y perturbadora como las de sus novelas: una historia de drogadicción, enfrascamiento en la escritura, época de los 60, música a todo volumen y un divorcio que lo llevó al borde del suicidio. 
La salida del siglo veinte fue demoledora para muchas personas, pero es que además los mediados de tal época para este autor tuvieron un significado de experimentación, locura, éxtasis y gran libertad en sus creaciones. 

Aún no me cabe en la cabeza que una sola persona haya impulsado el movimiento de ciencia ficción más poderoso de todos los tiempos, dejando huella no solo en la literatura sino en muchas más formas de arte. 


Me enteré de esta manera de A Scanner Darkly, una de las obras con mayor ímpetu que me he leído en mucho tiempo... y un verdadero quebradero de cabeza. 

“What was on the other side?"
Donna said, "He said there was another world on the other side. He could see it."
"He... never went through it?"
"That’s why he kicked the shit out of everything in his apartment; he never thought of going through it, he just admired the doorway and then later he couldn’t see it at all and it was too late. It opened for him a few days and then it was closed and gone forever.”



Aunque no soy muy fan de la ciencia ficción, me ha encantado internarme de nuevo en el género para descubrir que hay muchas cosas sobre él que me enamoran. Y además, A Scanner Darkly no tiene tanto contenido futurístico como cabría esperarse, lo que me ayudó a meterme mejor en la obra. Por lo que, para los que no sepan si atreverse con la ciencia ficción, que sepan que, aunque con mucha riqueza imaginativa y especulativa, A Scanner Darkly es una manera de entrar en tal mundo muy poderosa y fácil de seguir. 

Sin más dilación,



¿De qué trata?

A Scanner Darkly es una novela publicada en 1977 que recoge muchos temas diversos que son la causa de mi fascinación por la obra, como lo es la identidad, la estrecha relación entre el traficante de drogas y su persecutor, y la fina línea entre la realidad verdadera y la percepción humana (y alterada, además, por el efecto de narcóticos)...


Philip K. Dick ya ha jugado más veces con las alteraciones de la realidad, o con respecto a las alteraciones de nuestra percepción de la misma: abducciones alienígenas, implantes de falsas memorias, lavados de cerebro... Y también el tema central de la obra de la que hablo: el uso de las drogas. 

Además, el escritor estuvo bastante tiempo vinculado a tal efecto, y se nota perfectamente por la clase de descripciones que hace de las drogas. Rompe con la realidad, internándose en el mundo de las percepciones, la subjetividad, los recuerdos, las distorsiones y las amenazas. De esta manera, da forma a una historia peligrosamente adictiva, donde no se sabe hasta qué punto lo que sabemos, y sobre lo que leemos, es realmente lo que sucede de verdad. 

“What does a scanner see? he asked himself. I mean, really see? Into the head? Down into the heart? Does a passive infrared scanner like they used to use or a cube-type holo-scanner like they use these days, the latest thing, see into me - into us - clearly or darkly? I hope it does, he thought, see clearly, because I can't any longer these days see into myself. I see only murk. Murk outside; murk inside. I hope, for everyone's sake, the scanners do better. Because, he thought, if the scanner sees only darkly, the way I myself do, then we are cursed, cursed again and like we have been continually, and we'll wind up dead this way, knowing very little and getting that little fragment wrong too.”


La trama pone su enfoque en dos personajes: Fred, un investigador policial que sigue muy de cerca los pasos del peligroso narcotraficante Bob Arctor; y este último mencionado, el cual cae en una espiral de descontrol donde comienza a perder de vista qué es realidad y qué es producto de los efectos de las sustancias.
 
Ambos coprotagonistas se ven metidos en un juego de ratones y gatos, rodeados de personajes igual de peculiares, desde otros yonkis, hasta personas relativas al trabajo de ambos. 
No obstante, cuanto más se acercan los dos al mundo de las drogas, más se desdibuja la realidad, hasta que se pierde de vista todo lo que existía anteriormente. 

“But the actual touch of her lingered, inside his heart. That remained. In all the years of his life ahead, the long years without her, with never seeing her or hearing from her or knowing anything about her, if she was alive or happy or dead or what, that touch stayed locked within him, sealed in himself, and never went away. That one touch of her hand.”


La mente comienza a jugarles malas pasadas, la policía comienza a mirar más atentamente a los dos, y los estragos de la droga los va lavando el cerebro hasta que apenas se reconocen. 

Y, por si fuera poco, ambos comienzan a darse cuenta de que no pueden confiar en nadie, ni siquiera en sus seres queridos, ni siquiera en sus compañeros de trabajo, ni siquiera en sus jefes. 
No saben realmente quién es quién, y la gente de su alrededor comienza a parecerles falsa, irreal. 

Teniéndose tan solo a ellos mismos, se van abriendo camino en un mundo donde la droga reseca el cerebro y oblitera una a una a las neuronas, la realidad se confunde, y la trama, que cada vez va cerrándose más, llega a dar los golpes de giros inesperados que tan sobresaltada me han dejado. 

“Sometimes I wish I knew how to go crazy. I forget how.”


¿Hasta qué punto podemos confiar en lo que vemos? ¿Hasta qué punto somos nosotros mismos, y cuándo dejamos de serlo?



Trama fluida, entretenida, y con muchos giros en la trama

Philip K. Dick parece tenerlo claro: la trama no será nada si no hay acción y tensión. 

No solo idea un argumento en el que la realidad converge con la alteración de la percepción humana, sino que además decide aportar la guinda del pastel, lo que guiará la novela: tensión, frenesí, miedo, duda. Las páginas están plagadas de momentos de máximo estrés, rivalidades, conflictos, peleas y sensaciones de que estás siendo perseguido. 

La paranoia se entremezcla con la verdad, hasta que ni los personajes ni el propio lector sabrán diferenciar qué es lo cierto, y qué es producto de la locura inducida. 


“Imagine being sentient but not alive. Seeing and even knowing, but not alive. Just looking out. Recognizing but not being alive. A person can die and still go on. Sometimes what looks out at you from a person's eyes maybe died back in childhood.”


La trama, es, en ese sentido, radical: corta de raíz cualquier situación más aburrida, y tan solo plasma, veloz e incluso con una agilidad asfixiante, lo más necesario. De esta manera, el libro realmente tan solo llega a muy poco más de doscientas páginas, algo ideal para la gente que quiera un libro rápido de leer y que enganche desde el inicio. 


La trama es fluida, muy entretenida, es directa y no se anda con remilgos, sino que explora de primera mano los puntos más importantes de la narrativa. 
No hay pausa, no hay silencio, los personajes no dejan de moverse y, aunque hay buenas reflexiones, la mayor parte de la historia es un no parar, un miedo constante. 

Pese a que no haya escenas de lucha de estas que te hagan boquear sin aire en los pulmones, tengo que decir que sí que me he sentido a lo largo de toda la narración casi sin aliento, con los ojos muy abiertos y la respiración entrecortada. 

“They wanted to have a good time, but they were like children playing in the street; they could see one after another of them being killed--run over, maimed, destroyed--but they continued to play anyhow.”


Una de las cosas que a mí más me interesan de una novela es que haya narradores poco fiables. 
Enseguida es inmediato confiar en los que narran la historia, o al menos sentir apego por los protagonistas, creer que lo que dicen es cierto, pero hay novelas atrevidas que deciden hacerte dudar de la credibilidad de los personajes centrales, y de la historia misma que es narrada por ellos. 

Pese a estar en tercera persona, A Scanner Darkly sigue muy de cerca la vida de Fred y Bob Arctor, pero te para los pies al inicio mismo, dejándote claro que no son personajes que te vayan a hacer confiar, sino que te dejarán mucho más confundido. 


Dudando de lo que leían mis propios ojos, sin poder confiar ni en las palabras tentadoras del escritor, me vi metida en una historia con un argumento que deja helado, puesto que las dobles identidades, las mentiras, los disfraces y el espionaje me hicieron ver que no podía asegurar que nada de lo que yo entendía era realmente verdad. 
No se podía confiar en nada ni nadie, ni en uno mismo, ¿hasta qué punto lo que leemos en esta obra es cierto, y hasta qué punto es un juego del autor para hacernos ir por el mal camino?


“The pain, so unexpected and undeserved, had for some reason cleared away the cobwebs. I realized I didn’t hate the cabinet door, I hated my life… My house, my family, my backyard, my power mower. Nothing would ever change; nothing new could ever be expected. It had to end, and it did. Now in the dark world where I dwell, ugly things, and surprising things, and sometimes little wondrous things, spill out in me constantly, and I can count on nothing.”



Por si fuera poco, los giros en la trama van llegando... Uno a uno, aunque se van acumulando en torno al final... 
Me quedé con un muy buen regustillo al terminar la obra, aunque hasta la última página estaba llena de revelaciones. 
La verdad es que en cierto aspecto quedé machacada, porque nuevamente mis esquemas se habían visto desdibujados por nuevas realidades. Aunque no es el giro argumental más bárbaro que me he leído, la revelación final me dejó impactada, y ha hecho que cambie por completo mi visión de toda la lectura. Ni de lejos se me habría ocurrido algo así, aunque, visto ahora, tiene mucha coherencia. 



Temática reflexiva, directa  y que llega hasta el corazón mismo del conflicto

Philip K. Dick explora muchos temas en su obra, aunque sobre todo ahonda en los favoritos de todo lector de ciencia ficción: el control del gobierno, la alteración de la realidad, la vigilancia política, la pérdida de uno mismo, la dualidad, la identidad, el peligro de nuevas sustancias tóxicas en el mercado...


Pese a la experiencia propia del autor con estos temas, me ha parecido que la trata de los abusos de la droga era la adecuada, muy profesional y técnica, con muchas descripciones, y largas explicaciones de sus efectos y consecuencias negativas en las distintas partes del organismo. 

Había muchos tecnicismos, un lenguaje cuidado y elaborado, personajes profesionales, diálogos que trataban con mucha atención el efecto de la droga, y una prosa directa y atronadora que iba justo al grano. 

Los dos personajes centrales, que pronto entenderemos que son la cara de una misma moneda, de manera muy estrecha, tienen diversas disertaciones, mucha duda interior, y largas pero muy intensas reflexiones sobre lo que les está pasando a ellos mismos, estando sometidos al poder tan terrible de la adicción. 

“One of the most effective forms of industrial or military sabotage limits itself to damage that can never be thoroughly proven - or even proven at all - to be anything deliberate. It is like an invisible political movement; perhaps it isn't there at all. If a bomb is wired to a car's ignition, then obviously there is an enemy; if public building or a political headquarters is blown up, then there is a political enemy. But if an accident, or a series of accidents, occurs, if equipment merely fails to function, if it appears faulty, especially in a slow fashion, over a period of natural time, with numerous small failures and misfiring- then the victim, whether a person or a party or a country, can never marshal itself to defend itself.”



Personajes consumidos, muy bien retratados, aunque sin personalidades fuertes

El conflicto no solo se refleja entre la realidad y la ficción, sino también en torno a las relaciones interpersonales, manejando envidias, celos, rencores, ansias, adicciones y plegarias de más. 

Los personajes se relacionan en torno a su deseo de consumir, viven absortos en ello, y eso hace que la trama sea mucho más cerrada y agobiante, sobre todo porque plasma con toda exactitud los pensamientos agotados y desgastados de los que necesitan consumir más. 

La imagen era aterradora, pero muy instructiva, y lo que más destara por completo es el hecho de que nadie es quien dice que es, y las identidades se entremezclan entre sí.


“If the last to know he’s an addict is the addict, then maybe the last to know when a man means what he says is the man himself, he reflected.”


Los personajes viven por y para la droga, y en cierto modo es muy entendible que les conozcamos no por sus personalidades sino por lo desgastados que están. No tienen apenas mundo interior, están huecos y vacíos, se han abandonado a la necesidad. 

Lo único que percibimos con todo detalle es cómo la realidad va alterándose conforme avanzamos en la obra, lo único sabemos de su mente es la angustia, la duda y la confusión, y es cierto que me ha desanimado no tener personajes muy desarrollados, pero tampoco debería habérmelo esperado de gente que se ha deshecho en pedazos para ser tan solo gente adicta y absorta en la necesidad de más. 

Los personajes de la obra se desdibujan en torno a la droga, nada los interesa más que ello, pero consiguen aportar buenas reflexiones y mucha duda interior que va en aumento según avanza la trama. 



Una prosa muy profesional, descriptiva, con diálogos que son joyas, y gran contenido experimental

No podía irme sin hablar de la prosa, pero haré que sea breve. La prosa de Phlip K. Dick me ha sorprendido, porque un buen autor no es solo por la idea que tenga en la cabeza, sino también por el manejo que hace de ella. 

Y personalmente, la narrativa me ha parecido de diez. 


Los diálogos eran muy acertados, había mucha tensión, vacilación, e incluso humor. Y las descripciones eran muy detalladas, muy explicativas y técnicas, con un amplio vocabulario, mucho contenido científico, y muchísimo realismo; hay, de hecho, quienes dicen que esta es de las obras más realistas del autor. 

“Drug misuse is not a disease, it is a decision, like the decision to step out in front of a moving car. You would call that not a disease but an error in judgment. When a bunch of people begin to do it, it is a social error, a life-style. In this particular lifestyle the motto is “Be happy now because tomorrow you are dying,” but the dying begins almost at once, and the happiness is a memory.”


Pero es que nadie sabrá de lo que hablo hasta que no comience la lectura, desde uno de los principios más sensacionales que puedo asegurar que he leído en toda mi vida. 

"Once a guy stood all day shaking bugs from his hair". Y sigue con la misma fuerza, con la paranoia, el estrés, la angustia y el miedo. 


Podría haberme contentado con eso, pero el escritor se gana toda una medalla por, además, experimentar con el lenguaje, con los pensamientos, con intercalar memorias entre los diálogos, por jugar con hacer la obra lo más concisa pero contundente posible.

Hay muchísima preparación en la novela, es intensa y poderosa, y no aprovecharla como fuente de inspiración sería una tragedia, porque es tan imaginativa, tan directa y rompedora, que es imposible no admirar lo bien hecha que está. 
Me parece que posee una prosa muy creativa, muy profesional, y llena de detalle y juegos con el lenguaje. Sensacional. 



Conclusión

Con mucho tino, el autor nos lleva justo a donde quiere llevarnos, sorprendiéndonos una y otra vez, manejando a su antojo al pobre corazón del lector. 
Las revelaciones son sensacionales, muy inesperadas, y encaminan al lector a un final mucho más demoledor. 

La chispa del libro es que hace plantearnos lo que estamos leyendo, si es cierto o no, si es un truco del autor para jugar con nuestra percepción o es genuino. 
Es un verdadero juego en el que me ha encantado estar metida, y además, el escritor es muy diestro, y sabe jugar sus cartas. 

Aunque el diseño de los personajes es muy pobre, la idea del argumento es tan sublime que no importa nada más, y he disfrutado muchísimo leyendo sobre una historia donde no se sabe qué es real, quién es quién y qué es lo que cada cual quiere, una historia confusa pero escrita con mucha habilidad, que consigue cerrar sensacionalmente la historia. 

Realmente, una novela que me ha gustado mucho, y que me ha hecho considerar muchas cosas... y sobre todo sospechar, de ahora en adelante, de mi alrededor y de la maña de los autores para jugar con mi percepción de la realidad.


Una obra imprescindible, que amarán los fans de la ciencia ficción, y cuyo desenlace, y momentos reveladores, dejan completamente sin palabras. Muy buena.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2.75/5
♫ Acción: 3.25/5
♫ Trama: 3.5/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Tensión: 3.5/5
♫ Desenlace: 4.5/5
♫ Prosa: 3.75/5


VALORACIÓN PERSONAL 8.5/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/




No hay comentarios:

Publicar un comentario