Título: Puerto Escondido (Los Libros del Puerto Escondido #1)
Autor: María Oruña
Editorial: Destino
Canción Identificada: Let Her Go (Passenger)
Sinopsis:
Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.
Opinión:
Reconozco, sin sentirme del todo culpable, que he puesto toda la fe que tenía de la literatura española con este libro. Suena exagerado. Suena a de locos. Pero llevaba mucho tiempo sin leerme algo escrito por un autor español, y sentía que de alguna forma volver a su estructura con guiones, y con ciertamente en general un lenguaje más poético, así como mínimas cosas como cuestiones más culturales e ideologías más cercanas y por lo tanto más, digamos, trascendentes, me haría valorar la opinión que tengo de nuestra forma de escritura...
No quiero sacar muchas cosas en claro, más que anda porque no encuentro hoy tiempo de hablar de esto. Tengo más citas con novelas escritas en el idioma español, y por tanto espero poder encontrar más momentos en los que detenerme a estudiar nuestra forma de escribir, la forma en la que usualmente nos movemos por la expresión escrita, en comparación con otros países.
De momento, haré una pequeña reseña de este libro, interesante en muchos aspectos, decepcionante en otros...
Me aseguré de que fuera de mi estilo. Ese fue el primer paso.
Y admito que he encontrado muchas de las cosas que buscaba: por ejemplo, tiene un lenguaje en los momentos adecuados muy técnico, muy profesional, y se explica cada mínimo paso que se da en las investigaciones.
Además de eso, el punto de vista de la novela se entrelaza con el pasado, y con el de otros personajes, hasta que lo que parecen ser varias historias independientes van dando paso a una trama mucho, mucho más compleja.
Y los personajes, siguiendo con este apartado tan directo que estoy empleando, son ciertamente carismáticos, encantadores y humanos, son reales... Aunque en ocasiones me ha resultado artificial la forma en la que todo trataba de ser exageradamente natural. Por ejemplo, encontrarse cadáveres nos lleva a actuar de una manera más salvaje, no saltando con coloquialismos y comentarios puntillosos fuera de lugar.
Nunca se me ha dado bien separar herméticamente a las cosas buenas de las cosas malas, como se ve un poco, pero trato de hacerlo, y por eso ahora voy a intentar centrarme en los aspectos ciertamente positivos: las estrategias, técnicas y el habla criminalística; referencias a la cultura popular, como musicales y cinematográficas; y muchos detalles como citas literarias, diarios pasados, guiños hacia el desenlace, tramas familiares, pequeñas ventanas que permiten una rápida mirada hacia la Guerra Civil, que han hecho que sin duda este libro acabe resultando ser una novela buena, entretenida, curiosa.
Saltemos a lo defectuoso que he encontrado de la lectura: en primer lugar, todo era demasiado cercano y bienvenido y familiar.
Lo sé, parece que no es un inconveniente... pero era excesivo.
Dos extraños se comportaban entre ellos como si fueran queridos cuñados, las bromas estaban saltando de cuando en cuando sin necesidad de hacerlo, todo tenía un aire muy dejado, demasiado sencillo...
Algo que se necesita en un libro, me atrevería a decir que en cualquier novela, es que haya TENSIÓN.
Necesita haber tensión en el relato, de la forma que sea.
Y este libro no poseía nada de ella, ni una pizca.
Los personajes andaban desenvueltos por un escenario que claramente en personas más reales habría despertado una intranquilidad insoportable, un grado de angustia que llega a ser hasta enfermizo.
Puedo asegurar que la trama estaba perfectamente hilada; es más, es una trama que podría releerse de nuevo nada más acabar el libro porque queda mucho por ver de ella que se nos ha escapado.
Y planteo esto como una crítica constructiva, al decir que no se podía tomar verdaderamente en serio a la trama teniendo a unos personajes a los que les importaba bien poco el peligro y el misterio que guardaba.
Ni siquiera a la hora de las desvelaciones todo estallaba en unos nervios que yo esperaba que la gente tuviese.
Y de verdad, yo estaba sorprendida, estupefacta, me parece que ha sido una trama muy buena, que une complicaciones familiares, historias pasadas que no han sido contadas, con algo único en el género de las novelas de thriller. Había momentos, como lo de la cueva, que eran... bestiales. Estaban muy bien hechos. Y aunque al lenguaje le faltaba sequedad, al final yo acababa teniendo los pelos de punta. Así que. De eso no me quejo.
Pero el comportamiento de los personajes... es que era irritante. Por separado eran unas personitas interesantes. No destacaban en peculiaridades, o en acciones, o en personalidad. Eran normales, corrientes, demasiado desenfadados.
Pero luego interaccionaban con los demás, y todo era excesivamente... abierto, cálido. Todos se llevaban bien, no había tensión en ninguna relación, las cosas encajaban porque podían hacerlo y porque tenían que hacerlo, no había esfuerzo en lograr confianzas, en intentar saber más del otro.
Por ejemplo, cuando Valentina le pregunta a Oliver sobre sus relaciones personales... ¡Es que el muchacho contesta en el acto! Es que la chica pregunta, ¡y él se tira párrafos y párrafos de monólogo hablando sobre su vida y cada detallito mínimo de ella! Las cosas le salen de manera demasiado forzada, no es natural hablar de eso, sobre todo cuando no tienes un perfil en el que hables mucho de ti mismo... La escritora necesitaba quitarse de por medio la incógnita de su personaje, y decidió hacerlo de una tirada.
Y luego, las relaciones de los personajes en cuanto a su entorno... tampoco me han agradado. Ningún personaje me ha gustado mucho, realmente. Puede que quien más me haya gustado haya sido Valentina, por cómo hablaba, por todo lo que sabía, por su forma de preguntar y su forma de razonar, de hilar otras cosas dentro de una misma conversación sin perder el hilo de ella misma.
Pero cuando Valentina estaba con Oliver... la cosa cambiaba. Su forma de actuar se volvía demasiado... evidente, dentro de la cultura popular. Se volvía tonta, una marioneta de diversos clichés, que, aunque no estaban elaborados como para hacerme saltar de furia, sí acababan haciéndome poner los ojos en blanco.
Además de que el amor surge de manera repentina, no me parecía que estuviese elaborado, ni que los personajes fueran únicos.
Todos estaban demasiado metidos en los papeles más conocidos del amor, desde sonrojarse en los momentos oportunos hasta dejar de tener personalidad en las escenas en las que estaban juntos. No me ha gustado.
Sinceramente, no he encontrado relaciones buenas, y aunque algunos personajes estaban bien (Valentina, Clara), tampoco me han... llamado la atención.
Por terminar con un detalle mínimo... Quiero decir... Qué demonios. Me eché a reír, no pude evitarlo.
Básicamente, Oliver escucha música popular, y le gusta ponerse filosófico con canciones tales como Let Her Go (de Passenger) y Demons (de Imagine Dragons). Y no quiero entrar en debate de lo simple que es poner estas dos canciones tan tan conocidas en un libro además de dar un aspecto excesivamente juvenil, y tampoco quiero entrar en debate con que Oliver buscase momentos de inspiración en letras fáciles y accesibles (cada persona con su música, supongo), pero... Lo que hacía la escritora me hizo mucha gracia. Al presentar estas canciones, traducía su título al español.
Y era muy raro. Y era muy... Considerando a los lectores ignorantes. ¿Qué se supone que vamos a hacer con esa información, de todas formas? ¿Por qué nos la ofrece? ¿Por qué traducir el nombre de una canción de habla inglesa? ¿Qué ha ganado el libro con eso? Aún no lo sé. Pero me alegró el día.
Puerto Escondido es un libro que se lee con mucha facilidad, que de hecho se devora en un par de horas, y que te deja enganchado, aunque no absorbido por su historia. Es un libro corriente, con una trama que se sale de lo usual y logra crear unos puntos muy buenos en el libro. No tiene una escritura compleja, pero sin duda la escritora sabe saltar perfectamente de momentos con tecnicismos y con procedimientos profesionales en la investigación a situaciones más mundanas y naturales.
Además de eso, el enfoque que se hace a la cultura es magnífico, nos mete de lleno en el escenario, en el momento, en cada pequeño lugar en el que tiene lugar el misterio de la historia, y Oruña tiene una capacidad formidable de arrastrarnos a sus páginas y meternos en la novela. La localidad se tiene muy encuentra, resplandece de colores vivos, de elementos únicos y diferenciables. De verdad, la ambientación era maravillosa.
Había grandes descripciones de lugares que nos ataban a ellos, sin abusar de ellas en absoluto, y es un libro de avance tranquilo pero con muchas indagaciones.
Pese a tener puntos defectuosos, porque a mi parecer los tiene, creo que este libro ha conseguido intrigarme, ha conseguido engancharme en su trama, incluso sentir algo de atracción por alguno de sus personajes.
No es una maravilla, no puedo decir que lo sea, a falta de una voz original en la narrativa, magia en los personajes, tensión en la historia, pero el caso es que ha conseguido engacharme y entretenerme.
Autor: María Oruña
Editorial: Destino
Canción Identificada: Let Her Go (Passenger)
Sinopsis:
Oliver, un joven londinense con una peculiar situación familiar y una triste pérdida, hereda una casona colonial, Villa Marina, a pie de playa en el pueblecito costero de Suances, en Cantabria. En las obras de remodelación se descubre en el sótano el cadáver emparedado de un bebé, al que acompaña un objeto que resulta completamente anacrónico. Tras este descubrimiento comienzan a sucederse, de forma vertiginosa, diversos asesinatos en la zona (Suances, Santillana del Mar, Santander, Comillas), que, unidos a los insólitos resultados forenses de los cadáveres, ponen en jaque a la Sección de Investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, que inicia un denso viaje personal y una carrera a contrarreloj para descubrir al asesino.
Opinión:
Reconozco, sin sentirme del todo culpable, que he puesto toda la fe que tenía de la literatura española con este libro. Suena exagerado. Suena a de locos. Pero llevaba mucho tiempo sin leerme algo escrito por un autor español, y sentía que de alguna forma volver a su estructura con guiones, y con ciertamente en general un lenguaje más poético, así como mínimas cosas como cuestiones más culturales e ideologías más cercanas y por lo tanto más, digamos, trascendentes, me haría valorar la opinión que tengo de nuestra forma de escritura...
No quiero sacar muchas cosas en claro, más que anda porque no encuentro hoy tiempo de hablar de esto. Tengo más citas con novelas escritas en el idioma español, y por tanto espero poder encontrar más momentos en los que detenerme a estudiar nuestra forma de escribir, la forma en la que usualmente nos movemos por la expresión escrita, en comparación con otros países.
De momento, haré una pequeña reseña de este libro, interesante en muchos aspectos, decepcionante en otros...
Me aseguré de que fuera de mi estilo. Ese fue el primer paso.
Y admito que he encontrado muchas de las cosas que buscaba: por ejemplo, tiene un lenguaje en los momentos adecuados muy técnico, muy profesional, y se explica cada mínimo paso que se da en las investigaciones.
Además de eso, el punto de vista de la novela se entrelaza con el pasado, y con el de otros personajes, hasta que lo que parecen ser varias historias independientes van dando paso a una trama mucho, mucho más compleja.
Y los personajes, siguiendo con este apartado tan directo que estoy empleando, son ciertamente carismáticos, encantadores y humanos, son reales... Aunque en ocasiones me ha resultado artificial la forma en la que todo trataba de ser exageradamente natural. Por ejemplo, encontrarse cadáveres nos lleva a actuar de una manera más salvaje, no saltando con coloquialismos y comentarios puntillosos fuera de lugar.
Nunca se me ha dado bien separar herméticamente a las cosas buenas de las cosas malas, como se ve un poco, pero trato de hacerlo, y por eso ahora voy a intentar centrarme en los aspectos ciertamente positivos: las estrategias, técnicas y el habla criminalística; referencias a la cultura popular, como musicales y cinematográficas; y muchos detalles como citas literarias, diarios pasados, guiños hacia el desenlace, tramas familiares, pequeñas ventanas que permiten una rápida mirada hacia la Guerra Civil, que han hecho que sin duda este libro acabe resultando ser una novela buena, entretenida, curiosa.
Saltemos a lo defectuoso que he encontrado de la lectura: en primer lugar, todo era demasiado cercano y bienvenido y familiar.
Lo sé, parece que no es un inconveniente... pero era excesivo.
Dos extraños se comportaban entre ellos como si fueran queridos cuñados, las bromas estaban saltando de cuando en cuando sin necesidad de hacerlo, todo tenía un aire muy dejado, demasiado sencillo...
Algo que se necesita en un libro, me atrevería a decir que en cualquier novela, es que haya TENSIÓN.
Necesita haber tensión en el relato, de la forma que sea.
Y este libro no poseía nada de ella, ni una pizca.
Los personajes andaban desenvueltos por un escenario que claramente en personas más reales habría despertado una intranquilidad insoportable, un grado de angustia que llega a ser hasta enfermizo.
Puedo asegurar que la trama estaba perfectamente hilada; es más, es una trama que podría releerse de nuevo nada más acabar el libro porque queda mucho por ver de ella que se nos ha escapado.
Y planteo esto como una crítica constructiva, al decir que no se podía tomar verdaderamente en serio a la trama teniendo a unos personajes a los que les importaba bien poco el peligro y el misterio que guardaba.
Ni siquiera a la hora de las desvelaciones todo estallaba en unos nervios que yo esperaba que la gente tuviese.
Y de verdad, yo estaba sorprendida, estupefacta, me parece que ha sido una trama muy buena, que une complicaciones familiares, historias pasadas que no han sido contadas, con algo único en el género de las novelas de thriller. Había momentos, como lo de la cueva, que eran... bestiales. Estaban muy bien hechos. Y aunque al lenguaje le faltaba sequedad, al final yo acababa teniendo los pelos de punta. Así que. De eso no me quejo.
Pero el comportamiento de los personajes... es que era irritante. Por separado eran unas personitas interesantes. No destacaban en peculiaridades, o en acciones, o en personalidad. Eran normales, corrientes, demasiado desenfadados.
Pero luego interaccionaban con los demás, y todo era excesivamente... abierto, cálido. Todos se llevaban bien, no había tensión en ninguna relación, las cosas encajaban porque podían hacerlo y porque tenían que hacerlo, no había esfuerzo en lograr confianzas, en intentar saber más del otro.
Por ejemplo, cuando Valentina le pregunta a Oliver sobre sus relaciones personales... ¡Es que el muchacho contesta en el acto! Es que la chica pregunta, ¡y él se tira párrafos y párrafos de monólogo hablando sobre su vida y cada detallito mínimo de ella! Las cosas le salen de manera demasiado forzada, no es natural hablar de eso, sobre todo cuando no tienes un perfil en el que hables mucho de ti mismo... La escritora necesitaba quitarse de por medio la incógnita de su personaje, y decidió hacerlo de una tirada.
Y luego, las relaciones de los personajes en cuanto a su entorno... tampoco me han agradado. Ningún personaje me ha gustado mucho, realmente. Puede que quien más me haya gustado haya sido Valentina, por cómo hablaba, por todo lo que sabía, por su forma de preguntar y su forma de razonar, de hilar otras cosas dentro de una misma conversación sin perder el hilo de ella misma.
Pero cuando Valentina estaba con Oliver... la cosa cambiaba. Su forma de actuar se volvía demasiado... evidente, dentro de la cultura popular. Se volvía tonta, una marioneta de diversos clichés, que, aunque no estaban elaborados como para hacerme saltar de furia, sí acababan haciéndome poner los ojos en blanco.
Además de que el amor surge de manera repentina, no me parecía que estuviese elaborado, ni que los personajes fueran únicos.
Todos estaban demasiado metidos en los papeles más conocidos del amor, desde sonrojarse en los momentos oportunos hasta dejar de tener personalidad en las escenas en las que estaban juntos. No me ha gustado.
Sinceramente, no he encontrado relaciones buenas, y aunque algunos personajes estaban bien (Valentina, Clara), tampoco me han... llamado la atención.
Por terminar con un detalle mínimo... Quiero decir... Qué demonios. Me eché a reír, no pude evitarlo.
Básicamente, Oliver escucha música popular, y le gusta ponerse filosófico con canciones tales como Let Her Go (de Passenger) y Demons (de Imagine Dragons). Y no quiero entrar en debate de lo simple que es poner estas dos canciones tan tan conocidas en un libro además de dar un aspecto excesivamente juvenil, y tampoco quiero entrar en debate con que Oliver buscase momentos de inspiración en letras fáciles y accesibles (cada persona con su música, supongo), pero... Lo que hacía la escritora me hizo mucha gracia. Al presentar estas canciones, traducía su título al español.
Y era muy raro. Y era muy... Considerando a los lectores ignorantes. ¿Qué se supone que vamos a hacer con esa información, de todas formas? ¿Por qué nos la ofrece? ¿Por qué traducir el nombre de una canción de habla inglesa? ¿Qué ha ganado el libro con eso? Aún no lo sé. Pero me alegró el día.
Puerto Escondido es un libro que se lee con mucha facilidad, que de hecho se devora en un par de horas, y que te deja enganchado, aunque no absorbido por su historia. Es un libro corriente, con una trama que se sale de lo usual y logra crear unos puntos muy buenos en el libro. No tiene una escritura compleja, pero sin duda la escritora sabe saltar perfectamente de momentos con tecnicismos y con procedimientos profesionales en la investigación a situaciones más mundanas y naturales.
Además de eso, el enfoque que se hace a la cultura es magnífico, nos mete de lleno en el escenario, en el momento, en cada pequeño lugar en el que tiene lugar el misterio de la historia, y Oruña tiene una capacidad formidable de arrastrarnos a sus páginas y meternos en la novela. La localidad se tiene muy encuentra, resplandece de colores vivos, de elementos únicos y diferenciables. De verdad, la ambientación era maravillosa.
Había grandes descripciones de lugares que nos ataban a ellos, sin abusar de ellas en absoluto, y es un libro de avance tranquilo pero con muchas indagaciones.
Pese a tener puntos defectuosos, porque a mi parecer los tiene, creo que este libro ha conseguido intrigarme, ha conseguido engancharme en su trama, incluso sentir algo de atracción por alguno de sus personajes.
No es una maravilla, no puedo decir que lo sea, a falta de una voz original en la narrativa, magia en los personajes, tensión en la historia, pero el caso es que ha conseguido engacharme y entretenerme.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 3/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Desenlace: 2.5/5
♫ Pluma: 2.75/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 7/10
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