Reseña: Luck in the Shadows

Título: Luck in the Shadows (Nightrunner #1)
Autor: Lynn Flewelling
Editorial: Bantam Books
Canción Identificada: God Luck and Good Speed (Weedeater)




Sinopsis:


When young Alec of Kerry is taken prisoner for a crime he didn’t commit, he is certain that his life is at an end. But one thing he never expected was his cellmate. Spy, rogue, thief, and noble, Seregil of Rhiminee is many things–none of them predictable. And when he offers to take on Alec as his apprentice, things may never be the same for either of them. Soon Alec is traveling roads he never knew existed, toward a war he never suspected was brewing. Before long he and Seregil are embroiled in a sinister plot that runs deeper than either can imagine, and that may cost them far more than their lives if they fail. But fortune is as unpredictable as Alec’s new mentor, and this time there just might be…Luck in the Shadows.



Opinión:

Luck in the Shadows, primera parte de una saga de fantasía épica escrita por Lynn Flewelling, es una novela que perfectamente podría no haberme leído... y me habría quedado de la misma manera que como estoy ahora. 



Sinceramente, y desde mi visión personal, no ha habido nada de este libro que lograse cambiarme. 


No sé muy bien qué detalle ha sido el que menos me ha gustado... la ambientación no era nada novedosa, de eso estoy segura, y los personajes, aunque dinámicos, acacaban haciéndoseme pesados, poco interesantes. Sin duda, también ha tenido mucho que ver el estilo de escritura de Flewelling... sencillamente, con su prosa no podía entrar bien en la historia. 



“You hardly know me. Why do you want me to come with you?"
"Who knows? Perhaps you remind me just a bit of—"
"Someone you used to know?" Alec interjected skeptically.
"Someone I used to be.”



Mencionados dichos puntos, y expresada mi decepción (estaba deseosa de comenzar esta serie de libros, de la que tan bien la gente hablaba), podemos comenzar la reseña:

¿Qué tiene Luck in the Shadows que no tengan otros libros?

Bueno, hay que atribuirle méritos. Todo libro presenta genialidades y particularidades muy distinguidas... todo libro, repito. 

En el caso de Luck in the Shadows, tenemos una fantasía épica con pelos y señales, alta fantasía en plena regla: 

Hay posadas, bardos, magos y seres de apariencia élfica. Hay seres que aparecen en pesadillas, visiones y previsiones de futuros, enfermedades y maleficios. Hay luchas de espadas, espionajes entre reinos enfrentados, y nobles codiciosos. 



En resumen, si eres un jugador de rol, como yo lo he sido, te encontrarás con que Luck in the Shadows es algo así como una partida de Pathfinder o Dragones y Mazmorras, cada personaje con habilidades determinadas y un pasado escrito con brevedad en un lado de su "ficha de personaje". 


Mi impresión fue grata al encontrarme con criaturas tales como mencionados dragones, hechiceros en cabañas y calabozos fríos. Si lo que uno busca es una fantasía en plena regla, al estilo clásico, este libro encantará. 



“Still clutching each other by the arm, they turned to watch the last stones plummet over the edge.
“I don't know how many times a day I can stand to watch you almost die,” Seregil gasped.
“Twice is my limit,” croaked Alec, sinking to his knees.”




Por otro lado, al poco de meterme en el mundo, con esa ambientación tan conocida, me encontré menos impresionada... menos interesada. 

Sencillamente, a mí las historias que tratan sobre fantasía del folclore no me acaban de llamar la atención. 


“At first it was simply that the spells would not come off. Or they would, but with the most unexpected results. He would try to move a small object, a salt cellar; it would overturn. He would try again and the salt would burst into flames. On the third try it might fly at his head, or mine. One day he attempted a simple messenger spell, and in the space of five minutes every spider, centipede, and earwig in the place came swarming in under the door. We began conducting his training outside after that.
“Attempting to levitate, he blew up an entire grove of trees in the park. A simple summoning, butterflies I think, and all the horses went crazy for an hour. Things soon reached such a state that whenever anything unusual happened within the Orëska grounds, we got the blame for it.

“Oh, but it was frustrating! In spite of all the blunders, all the destruction, I knew the power was there. I could feel it, even when he could not. For he did succeed now and then, but so erratically! Poor Seregil was devastated. I saw him brought to tears just trying to light a candle. Then there was the time he turned himself into a brick.”



Quiero saber de mundos mágicos nuevos, no que me hablen de elfos, de humanos y de chozas en mitad de los bosques. Estoy algo cansada de que haya dragones por los cielos, y magos capacitados... Sinceramente, yo, como amante de la fantasía, busco algo más original: cosas como los mundos de Brandon Sanderson, cuyos detalles son completamente remotos a nuestras leyendas, o incluso puedo incorporar aquí a J. R. R. Tolkien o a Robin Hobb, que hablan sobre seres de nuestro folclore, como elfos o dragones, pero los dotan de características inventadas: la magia en los libros de Tolkien es más clásica, pero hay detalles del mundo originales, como los hobbit mismos; y en el caso de Robin Hobb, pese a que haya castillos, cortes y dragones en los cielos, la mayor parte de sus libros tienen un sistema de magia, y seres fantásticos, salidos de su propia imaginación. 


Mientras tanto, acabo con la sensación de que Lynn Flewelling en este libro ha recogido lo que ya todos sabemos de la fantasía y tan solo ha creado una historia más, que, además, tampoco es que sea muy novedosa...

Pero estábamos atribuyendo al libro cosas buenas, ¿no es acaso esto cierto? Pues bien, Luck in the Shadows sigue teniendo cosas buenas... a gustos, por supuesto. 


Otro de los detalles a destacar es que los diálogos son fluidos, dinámicos y entretenidos. En ellos hay guiños de ojos, muecas graciosas y miradillas compinchadas. 
Hay diversión en las palabras, y también momento para la reflexión. 


A mi parecer, los diálogos que la escritora mejor maneja son aquellos que tratan de ser divertidos, porque en cuanto a la seriedad, no me encontraba del todo contenta con cómo estaba llevada... había diálogos que trataban de ser solemnes pero que acababan siendo insulsos, poco entretenidos. 



Por fortuna, la mayoría del libro trata de conversaciones más ligeras, más desenvueltas. 

Las serias... no aportaban nada nuevo. Los personajes que trataban de ser más meditabundos, más "sabios" (porque en esta clase de novelas de fantasía clásica siempre hay sabios poderosos), acababan siendo un muermo. Qué pesadez, cómo fardaban de tener conocimiento y trataban de tener pensamientos complejos... 




Al final resulta que lo bueno del libro también tiene su aspecto negativo...




“Come on, Seregil, let's show him how it's done."
"I'm busy," replied Seregil, working on a tricky bit of fingering.
Moving to stand over him, Micum groweled, "Put away that twopenny toy, you tit-sucking coistril, and show me the length of your blade!"
Seregil laid his harp aside with a sigh. "Dear me, that sounds rather like a challenge-"
Lunging swiftly past Micum, he sprang to his feet and drew his sword, then swung a flat-bladed attack at Micum's forearm.”




¿Qué otra cosa buena tiene Luck in the Shadows? Bueno, se salvan los personajes principales, Seregil y Alec... A medias, claro. 


Digamos que por separado están realmente desatendidos... 



Seregil trata de ser un personaje que sea muy misterioso, enigmático y encantador, pero ¿sinceramente? Me parecía un "pelele" más que buscaba protagonismo. 


Su llamada de atención estaba en cada página, y ciertas respuestas evasivas claramente tenían la intención de ensalzar el misterio del personaje. 

¿Su pasado? Poco explicado, vagamente interesante... Más si es contado con tanta dejadez como estaba contado. 

¿Cómo me iba a sentir con curiosidad por la historia de un personaje a la que ni la propia escritora dedica mucho pensamiento? 

Veamos... ¿qué se puede hacer para que un personaje tenga trasfondo? Para Flewelling, fácilmente inventarse una historia de exilios, algo de asesinato... y poco más. Y ¿cómo presentar todo su pasado para que sea atractivo? Bueno, en eso la autora, a mi parecer, fracasa estrepitosamente...

Algo que me ha sacado de mis casillas (y aseguro que con razón) es que Seregil se lleva toda la fama y protagonismo... 


Yo estaba deseosa de que todos los personajes tuviesen importancia, al menos, vaya, al menos algo de ella, pero Seregil era el centro de la historia y estaba plagado de detalles épicos... los demás, palidecían en comparación, y se mostraban insulsos y baratos. 


Seregil tiene todos los atributos buenos... salvo porque yo no he sido capaz de conectar con él. 

No me van, sencillamente, aquellos personajes que tratan de despertar emociones en ti concretas... prefiero yo misma ser la que decide qué sentir sobre ellos, gracias. 



Me he encontrado en otros libros personajes así: personajes que obligatoriamente tienen que hacerte sentir intrigada, o enamorada, o divertida. 

No, hombre. 

La cosa es que cada uno tenga ideas propias sobre ellos, ¿cierto? 

Si me explico bien, Flewelling trataba de inculcarme cierta curiosidad, y, en especial, fascinación por Seregil. ¿Por alguien que se da de muy listo pero a la hora de la verdad resulta ser poco espabilado? No me lo tragaba. Más si consideramenos que él no tiene múltiples facetas... los personajes son lineales, planos, son lo que son y van etiquetados de cierta manera: Seregil era el "misterioso, encantador y atractivo", Alec era el "ingenio, inocente y juvenil", Nysander era el "hechicero, amable y excéntrico"... Vamos, que una vez estaban así definidos, no podían salir de ahí. Complejidad nula, en conclusión. 




¿En cuanto a Alec? Sinceramente, estaba bastante harta de que Flewelling lo hubiese dotado de tan desmesurada sencillez.

¡No por ser inocente vas a ser sencillo!, algo que sin embargo se veía como tal en el libro... No por ser joven vas a ser simple, y no por ser entrañable vas a ser infantil. 

Alec daba la sensación de tener once años, e incluso cuando sacaba valía y salía a defenderse parecía ser un niño enfrentándose con experimentados adultos... Una rabia, verdaderamente, porque Alec podría haber sido un personaje curioso de leer, y espero que tenga una evolución más pronunciada que en este libro en siguientes... Era tan simplón como un trozo de madera en mitad de un riachuelo.



En resumen... en clásico adolescente inocente que ha crecido en el bosque alejado de todo el mundo y, por cosa del destino, un experimentado y noble hombre joven lo introduce a la complejidad del mundo de afuera, estando más de la mitad de la novela explicando con demasiada extensión lo que hay más allá de la vida del joven cazador.




¿Estaba cansada de esto? Pues sí, venga, claro. 

¿Que la autora echase flores a solo un personaje, mientras los otros se quedaban en secundarios sin protagonismo? 
¿Que la inocencia se confundiese con insignificancia? 

Oh, vamos. 

Pero venga, venga, ¡que también queremos oír cosas buenas! Lo sé, ¡uf, uf! Me está costando verlas... Pero ¡veamos...!


Lo cierto es que si algo hace que el libro valga la pena a la hora de ser leído es por la relación que tienen estos dos personajes tan poco llamativos... Seregil, que se lleva todo el misterio, y Alec, que está maldecido con la perpetua ingenuidad. Juntos, por otro lado, son de almas tomar... ¡y su relación es muy tierna! 



Puedo ir avisando (se ve un poco a la legua) que en esta saga de libros hay una relación m/m, es decir, un romance entre dos hombres, pero que no se ve en este primer libro, pese a que a veces se insinúan ciertas cosas. *guiño, guiño*  


Como sea, la progresión de la relación que tienen estos dos sujetos es muy interesante, es paulatina y está bastante bien llevada. 

Se cuidan el uno al otro, se aprecian y al mismo tiempo a veces tienen ciertos conflictos entre ellos... que, debo decir, enseguida se remediaban con demasiada facilidad. 

Pero ¡eh, que vuelvo a ponerme negativa! 


Qué decir de su relación... era bastante buena, desde el inicio, y lo cierto es que la autora se toma su tiempo en crear su unión estrecha. 


“But is it an honest living?" Alec persisted, clinging to his last shred of resolve.
"Most of those who employ me are great lords or nobles."
"It sounds like a pretty dangerous line of work," Alec remarked, aware that once again Seregil had side-stepped the question.
"That's the spice of it, though," cried Seregil. "And you can end up rich!"
"Or on the end of a rope?"
Seregil chuckled. "Have it your way.”






¿Que podría haber sido mejor? Pues sí, lo cierto es que sí. Principalmente, habría sido fantástico si para empezar me hubiesen gustado los personajes por separado... que no fue el caso. Pero ¿si éstos hubiesen estado más desarrollados, o al menos hubiesen tenido más facetas que con las que eran al inicio presentados? Pues habría sido una relación extraordinaria, y yo la habría valorado de una manera más entusiasta. 





En relación a la prosa, ¿qué decir? 

Luck of Shadows es el primer libro de Lynn Flewelling, al menos el primer libro publicado, y es de esperar que no es tan impresionante como siguientes... Pero me esperaba algo más. 

La prosa no es nada del otro mundo, e incluso creo que sobresale por ciertos fallos en ella. Era sencilla, práctica, pero en ocasiones demasiado poco certera, las descripciones eran muy poco impresionantes (los lugares que se describían no se me hacían nada cautivadores), y las conversaciones adolecían de banalidad. 

No espero un discurso filosófico, ni mucho menos, pero ¿algo de emoción en las palabras? No estaría mal...





Luego, en cuanto al ritmo de la historia, debo reconocer que, aunque con pausas justas, era bastante dinámico. 

Había mucha aventura, momentos de tensión y otros de forcejeos. Había encarcelamientos varios, dolencias físicas y espirituales en los personajes, e incluso varias profecías... 

Problema central que veo que se presentó es que, pese a que pasaban bastantes cosas, las aventuras apenas eran originales, y la forma de escribir era bastante desapasionada. 

Muchas de las conversaciones eran forzadas, solo para que el lector pudiese entender con más facilidad lo que pasaba, y los monólogos internos eran tediosos, pesados y poco profundos, además de que solo repetían pensamientos que ya habían salido previamente.



Y luego, ¿en serio? Tenemos cierto recurso narrativo demasiado cliché en la fantasía, algo así como un Deus ex machina del hechizo, que consiste en que la magia explica fácilmente las cosas, y resuelve las situaciones. 

La clásica excusa de una profecía visualizada para guiar a los personajes a cierta aventura, y la ilimitada y facilona brujería que salva a los personajes de situaciones complicadas. 

MAGIC MENDS EVERYTHING

Con todo, ¿merece la pena leerla? 

Si gusta la fantasía clásica, los juegos de rol y la magia tradicional, con aventuras y ritmo fácil y ligereza en las conversaciones, esta novela puede ser ideal. 

Si se busca algo que se salga de la norma, recomiendo otros libros de fantasía. 



“Luck in the Shadows, Alec; you don't question it, you just give thanks and pray it doesn't run out!”




En conclusión, Luck in the Shadows es un libro que tenía bastante potencial, pero que, por ciertos motivos, acabó siendo demasiado aburrido para mí. 


Le di varias oportunidades, hasta conseguir acabarlo, y con todo sigo teniendo la impresión de que la historia podría haberse llevado de otra manera: la trama era muy simplona, fácil de seguir, y la ambientación no tenía apenas toques de originalidad, basándose en la magia clásica que todos conocemos. 


Los personajes eran superficiales, y aunque mi primera impresión de ellos fuera bastante positiva, al final no se desarrollaban más allá de las primeras apariencias. 
Además de eso, no había espacio para la sorpresa en la novela, sin giros en la trama y con un ritmo bastante predecible.



Para quienes se sientan interesados por la novela, que ya digo que hay toda una comunidad que la aprecia y por tanto en el fondo la saga tiene que mejorar mucho, hay seis libros más en la serie... En mi caso, con este primero no siento el impulso de comprarme siguientes, pero si logra atraer a otros lectores, ¿por qué no dar una oportunidad y continuar la saga?

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2/5

♫ Acción: 3/5

♫ Trama: 2.5/5

♫ Originalidad: 2.25/5
♫ Tensión: 2.75/5

♫ Desenlace: 2.75/5

♫ Pluma: 2.5/5


VALORACIÓN PERSONAL:  5/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos

Reseña: American Psycho

Título: American Psycho
Autor: Bret Easton Ellis
Editorial: Vintage
Canción Identificada: Psycho (Muse)




Sinopsis:


Patrick Bateman is twenty-six and he works on Wall Street, he is handsome, sophisticated, charming and intelligent. He is also a psychopath. Taking us to head-on collision with America's greatest dream—and its worst nightmare—American Psycho is bleak, bitter, black comedy about a world we all recognise but do not wish to confront.




Opinión:


“I have to return some videotapes”

"Abandonen toda esperanza aquellos que entren aquí." Cojan una gran bocanada de aire, estremézcanse si necesario, y atrévanse a sumergirse en una de las lecturas más perturbadoras, más polémicas y más desalmadas de toda la literatura mundial. 


No es un libro apto para todos los públicos. Oh, y yo me creía curtida... bien había estado leyendo últimamente novelas tales como La Naranja Mecánica, Fight Club, The Wasp Factory y Exquisite Corpse, inquietantes a lo largo de su lectura y con detalles heavies heavies. Pero adentrarme en el universo ensangrentado de American Pyscho... en la mente retorcida y malévola de Patrick Bateman... Bueno, reconozco que fue un viaje sin salida. 


Si mi estupor no es suficiente para decir lo mucho que me impactó el libro, bien lo harán los sueños -las pesadillas- que tuve al cerrar los ojos todas las noches. 

Peor que este desvelo fue estar leyendo sobre escenas que no soy capaz de nombrar, golpes y hachazos, bofetadas y mordiscos, así como un sin fin de detalles pornográficos y violentos. 



Y es que muchos son los que, tragando saliva con fuerza, se han atrevido, entre tartamudeos y expresiones intranquilas, a hablar de American Psycho. Mi visión del libro se encuentra muy similar a tantas otras... estoy perturbada por la lectura, inquieta y enferma... pero no puedo evitar decir ¡y muchos son los que hemos caído en esta trampa! que ha sido uno de los libros más fascinantes, arrolladores y adictivos de todos los que me he leído. 

¡Y el estilo de escritura...! ¡Los diálogos, los pensamientos internos, las escenas gores y el atractivo de la maldad! 


¿Se busca un libro fuerte? ¿Fuerte fuerte, fuerte? American Psycho es la opción perfecta. 



“There are no more barriers to cross. All I have in common with the uncontrollable and the insane, the vicious and the evil, all the mayhem I have caused and my utter indifference toward it I have now surpassed. My pain is constant and sharp and I do not hope for a better world for anyone, in fact I want my pain to be inflicted on others. I want no one to escape, but even after admitting this there is no catharsis, my punishment continues to elude me and I gain no deeper knowledge of myself; no new knowledge can be extracted from my telling. This confession has meant nothing. ”




Pero ya aviso... no es la clase de libro que uno recomienda así como así. No es la clase de libro que uno lee con ligereza. Uno tiene miedo de meterse en sus páginas. Terror, pánico, de hecho. 




American Pyscho es, como el autor reconoce, una novela con rigor pornográfico de extrema violencia, tanto que ha resultado en incesables debates, ha sido prohibida en numerosos países, y restringida en muchos otros. 


Ha levantado gritos de horror por todo el público, millones de editoriales han rechazado su publicación, congresos enteros argumentaron en contra del escritor, y, como es lógico, toda una comunidad de mujeres feministas mostraron su tremendo descontento. 
Más allá de eso, Bret Easton Ellis recibió cartas que lo amenazaban a muerte, insultos y miradas de puro odio, sin formas de defenderse... Incluso hoy día, las discusiones prosiguen sin pausa acerca de este libro, que muestra el lado más chic y glamuroso de un asesino en serie despiadado, su encanto y su porte elegante. 





Como comentó la escritora Lionel Shriver en su novela We Need to Talk About Kevin, en un país que no sabe distinguir entre la fama y la infamia, esta última es la que prueba ser más fácil de conseguir... Meditación que se aplica muy bien a este libro, cuya forma de llegar al estrellato y ser diferenciado (una necesidad que atormenta al protagonista ya  muchos secundarios en la novela) acaba siendo la de descargar toda la ira y el odio en aquellos más vulnerables. 



“Where there was nature and earth, life and water, I saw a desert landscape that was unending, resembling some sort of crater, so devoid of reason and light and spirit that the mind could not grasp it on any sort of conscious level and if you came close the mind would reel backward, unable to take it in. It was a vision so clear and real and vital to me that in its purity it was almost abstract. This was what I could understand, this was how I lived my life, what I constructed my movement around, how I dealt with the tangible. This was the geography around which my reality revolved: it did not occur to me, ever, that people were good or that a man was capable of change or that the world could be a better place through one’s own taking pleasure in a feeling or a look or a gesture, of receiving another person’s love or kindness. Nothing was affirmative, the term “generosity of spirit” applied to nothing, was a cliche, was some kind of bad joke. Sex is mathematics. Individuality no longer an issue. What does intelligence signify? Define reason. Desire- meaningless. Intellect is not a cure. Justice is dead. Fear, recrimination, innocence, sympathy, guilt, waste, failure, grief, were things, emotions, that no one really felt anymore. Reflection is useless, the world is senseless. Evil is its only permanence. God is not alive. Love cannot be trusted. Surface, surface, surface, was all that anyone found meaning in…this was civilization as I saw it, colossal and jagged…




Patrick Bateman, el protagonista, está hecho para ser detestado. Y para ser admirado. 

Despierta temor, odio, asco, su mundo retorcido me ha envuelto a lo largo de las páginas del libro, y me he visto valorando sus acciones como desesperados intentos de salir de lo que no tiene final: un círculo vicioso de copas, reuniones y relojes caros, risas y besos en las mejillas que hacen que las máscaras que todos los personajes llevan puestas se acaben convirtiendo en una segunda piel. 




El mundo de American Pyscho es el de una ciudad con muchas diferencias entre grupos y clases sociales, inestabilidad e injusticia en las calles, donde el protagonista, Patrick Bateman, es una de esas pocas personas afortunadas que nacen con descomunal cantidad de dinero y trabajan en grandes empresas, con extensas salidas a clubs exclusivos, largas comidas en restaurantes de lujo, trajes hechos a medida, así como disfruta largo tiempo bajo los efectos de la cocaína, el alcohol, y el más violento sexo. La novela es un retrato con mucho humor negro (pocas páginas eran en las que yo no estallaba en carcajadas por la insensibilidad en los diálogos de Bateman) y con un retrato de la psique de los personajes detallado y extremadamente certero. 



Su contenido, que aseguro que, hasta lo que llevo (y me da a mí que así va a ser siempre) ha sido el libro más fuerte, violento, salvaje y sádico de todos los que me he leído, no va recomendado a lectores sensibles... Su contenido escabroso no es para nada obviado... al contrario, Bret Easton Ellis pone especial detalle en las escenas más sexuales, y también en las más feroces. 

Bien puede estar hablando de arrancar brazos, matar a niños o retener a mujeres y violarlas hasta su muerte... no se detiene en ningún momento.




“I stare into a thin, web-like crack above the urinal's handle and think to myself that if I were to disappear into that crack, say somehow miniaturize and slip into it, the odds are good that no one would notice I was gone. No... one... would... care. In fact some, if they noticed my absence, might feel an odd, indefinable sense of relief. This is true: the world is better off with some people gone. Our lives are not all interconnected. That theory is crock. Some people truly do not need to be here.”
Necesario es ahora hacer el inciso de que es importante, y a veces costoso, separar al autor de su obra: no dudo de la parte más crítica de la intención del autor, y por ello considero este trabajo suyo como ni más ni menos que una risa socarrona y un dedo acusatorio. 



Muchas son las personas que han considerado al autor y a su personaje como una persona similar, y es importante hacer notar que se trata de una obra de ficción de, además, estilo crítico y burlesco, por lo que los hechos y las descripciones que hay en la novela están estrictamente separados de la vida de Bret Easton Ellis. 




No hay que intentar simpatizar con el personaje principal... a las pocas líneas nos veremos incapaces de hacerlo... pero sí que hay que intentar entenderlo en su contexto. No hay justificación para sus actos... son nauseabundos sus encantos... pero con todo, su personaje es impecable, desastrosamente corrompido, horriblemente retorcido, monstruosamente inhumano. 

Un descenso en el mundo del glamour que baja ni más ni menos que a las profundidades más insalvables del tártaro, y que deja ahí tirados a todos los personajes que se meten en la vida del autodestructivo personaje principal.

Definitivamente, American Pyscho es una novela sin salida: acaba de una forma muy similar a como empieza, de manera que, pese a que hay constante progresión en el personaje, todo acaba teniendo el aspecto de ser una especie de muestra del día a día del protagonista, Patrick Bateman, algo que no espera tener una conclusión como tal, y cuyo final ni siquiera ofrece escapatoria a sus actos y a todo lo que ha ocurrido en el libro. 

No hay justicia en la novela... rara vez Patrick paga por sus actos. Tampoco hay apenas cambio de mentalidad... el protagonista va cayendo cada vez más y más abajo, a un pozo sin fondo, y su crueldad no conoce límites. 
Se trata de una pendiente insuperable, una rocosa y escarpada montaña que no puede ser escalada. 


La necesidad de diferenciación, la ausencia de emociones más allá de la codicia y la malicia. 

No hay salvación posible en esta novela. No hay escapatoria... Es una novela sin salida. 



“I laugh maniacally, then take a deep breath and touch my chest- expecting a heart to be thumping quickly, impatiently, but there's nothing there, not even a beat.”American Psycho no está animando a nada. 
Como mucho, está criticando con aspereza las alabanzas que se hacen a las apariencias externas, a la superficialidad y al morbo que tan presente está en nuestros días. 
Está mostrando sorna ante la ignorancia colectiva acerca de las verdaderas amenazas, de la forma en la que se hace todo un show de las tragedias personales, y de la corrupción de una persona cuando sigue una vida monótona y alienada. 



American Pyscho es un bombazo de atrevimiento, puesto que hace una crítica entera de la sociedad capitalista, vanidosa, autocomplaciente y narcisista no desde el punto de vista de un rebelde héroe... sino de un ejemplar adinerado y exitoso que, en vista de la espiral de sinsentido que tiene su vida ejecutiva, fantasea -y probablemente a veces comete- los peores crímenes imaginados, el salvaje gruñido de un animal enjaulado que no ve otra salida que la de burlarse con descaro, y en las sombras, de toda falsa moral y ética. 




“Everything failed to subdue me. Soon everything seemed dull: another sunrise, the lives of heroes, falling in love, war, the discoveries people made about each other. The only thing that didn't bore me, obviously enough, was how much money Tim Price made, and yet in its obviousness it did. There wasn't a clear, identifiable emotion within me, except for greed and, possibly, total disgust. I had all the characteristics of a human being - flesh, blood, skin, hair - but my depersonalization was so intense, had gone so deep, that the normal ability to feel compassion had been eradicated, the victim of a slow, purposeful erasure. I was simply imitating reality, a rough resemblance of a human being, with only a dim corner of my mind functioning. Something horrible was happening and yet I couldn't figure out why - I couldn't put my finger on it.”



De pies a cabeza, los personajes experimentan un angustioso vacío en ellos, una falta de propósito, una vida superficial que los aprisiona y somete.



La insignificancia de todos los personajes que entran en escena es muestra del vacío existencial que sufren, marionetas de algo mayor, ellos mismos dominados por sus deseos de exhibir falsedades y esconderse en materialismos. 




Como Patrick Bateman acaba considerando, él, sencillamente, "no está". Podremos sentir su carne si le damos la mano, su aliento si nos acercamos a sus labios, pero la idea de él, la persona escondida tras ese cuerpo escultórico y esa sonrisa fingida, no existe. 



“...there is an idea of a Patrick Bateman, some kind of abstraction, but there is no real me, only an entity, something illusory, and though I can hide my cold gaze and you can shake my hand and feel flesh gripping yours and maybe you can even sense our lifestyles are probably comparable: I simply am not there.”





La personalidad de los personajes es vaga, insulsa, hay muchas sonrisas forzadas y cuesta ver que las conversaciones no tratan sobre temas banales. Incesantes con ellas que hablan de agua mineral, formas de llevar la corbata y vestimentas adecuadas para cada ocasión. 

Bajo esta fachada de palabrería banal, Patrick Bateman esconde una mente aguda, compleja y retorcida. 


“But... what about us? What about the past?" she asks blankly.
"The past isn't real. it's just a dream," I say. "Don't mention the past.”




Patrick Bateman, queriendo salir de este círculo vicioso, idealiza e incluso ejecuta crímenes impensables, cuando más sanguinarios y monstruosos mejor, llevado por un sentimiento de aversión fuerte e intensificado. 



El personaje principal es la viva imagen de la misoginia y la homofobia, así como la encarnación plena de la vanidad, la ambición, la insensibilidad y el narcisismo más puro. 


Su falta de emoción es clave para entender un poco mejor a su personaje, y su promiscuidad sexual queda latente a lo largo de todo el libro. Viendo a la mujer como objeto de placer y ser inferior, Bateman no se une de manera sólida a ninguna de todas las que aparecen, y, en ocasiones, su aburrimiento se traduce en cometer otro asesinato más... 


“I had all the characteristics of a human being—flesh, blood, skin, hair—but my depersonalization was so intense, had gone so deep, that my normal ability to feel compassion had been eradicated, the victim of a slow, purposeful erasure. I was simply imitating reality, a rough resemblance of a human being, with only a dim corner of my mind functioning”




Bret Easton Ellis no da oportunidad de que realmente simpaticemos con el personaje, porque no hay acto suyo que no sea tremendamente detestable. 

Su personaje es ominoso, inexcusable y maldito, y el hecho de que no haya momento para sentir simpatía por él es necesario para entender que esa no es la intención a la hora de leer este libro... El libro lo que desea es que nos fusionemos con la crueldad, con el poder y con la angustia, y que golpetazo tras golpetazo no deseemos nada más que abandonar los pensamientos tan horribles de Bateman. 

Sus acciones le preceden, y ni siquiera pone mucha reflexión a lo que hace. 

En su final, con un encogimiento de hombros, el propio protagonista muestra su confusión con respecto a lo que lleva a cabo, es, como dice, lo que Patrick significa para él. Una escapatoria. Un aullido de ira contenida. 



“A curtain of stars, miles of them, are scattered, glowing, across the sky and their multitude humbles me, which I have a hard time tolerating. She shrugs and nods after I say something about forms of anxiety. It's as if her mind is having a hard time communicating with her mouth, as if she is searching for a rational analysis of who I am, which is, of course, an impossibility: there... is... no... key.”

Ahora bien, hay quienes consideran que todos sus asesinatos no son nada más que producto de su imaginación. 
Los trastornos que sufre Bateman pueden haberlo llevado al delirio, la única forma de escapar de su vida sin color. 

Hay otras personas que afirman que todos sus delitos son reales. 

Y la mayoría de nosotros lectores creemos que la cosa está a medias... tengo la impresión de que muchos de sus crímenes son simbólicos, como cuando en su vida empresarial se le presenta cierto conocido y le declara su amor, y Patrick, homófobo de pies a cabeza, no hace otra cosa salvo la de, a las pocas páginas, asesinar de manera horrenda a un homosexual que ese encuentra por la calle. 





Este asesinato no parece ser otra cosa salvo una manifestación de su rechazo ante los hombres homosexuales, al igual que otros crímenes que comete van de la mano con lo que siente y vive en su día a día. 



Puede que, en el fondo, muchos de sus asesinatos no sean nada más que sueños, fantasías, necesidades de liberar toda la energía que va acumulando en forma de furia día tras día. Puesto que lo que reprimimos siempre, tarde o temprano, acaba manifestándose...

“I tried to make meat loaf out of the girl but it becomes too frustrating a task and instead I spend the afternoon smearing her meat all over the walls, chewing on strips of skin I ripped from her body”



Y ¿se veía venir este comportamiento tan clandestino, tan despiadado, en Bateman? 

¿Es realmente imposible diferenciar a una persona mala de una buena? 


Bueno, ¡yo ya no lo tengo tan claro! A lo largo de la novela, las interacciones de Patrick Bateman con el resto de las personas, si bien educadas y decorosas, eran... digamos... también crueles. 


“Why do I sense hostility on your part, Patrick?” she asks softly, then sips her wine.
“Maybe because I’m hostile,” I spit out. “Maybe because you sense this.”



Su labia era impecable, su descaro a veces se hacía notar... Los comentarios que hacía en ciertos momentos eran insensibles, poco humanos, por lo que cabría esperarse que los personajes secundarios viesen la faceta suya más perturbadora. 


No obstante, debido a la posición social de Patrick Bateman, su dinero, su buen aspecto y su encanto arrebatador convierten a este personaje en alguien idealizado por todos, y sus malas palabras y comentarios poco agradables pasan desapercibidos, oídos sordos se hacen ante su insensibilidad... 


¿El dinero lo compra todo? Desde luego, tener prestigio hace que una gran cantidad de personas crea firmemente, y sin vacilación, que tu vida es perfecta... Y aunque les digas lo contrario, nadie querrá creerte... el ideal es mucho más fuerte que el real, ¡eso nunca hay que olvidarlo! 



“I felt lethal, on the verge of frenzy. My nightly bloodlust overflowed into my days and I had to leave the city. My mask of sanity was a victim of impending slippage. This was the bone season for me and I needed a vacation.”

Puedo respaldar esta reflexión mía con bastantes momentos del libro (creo que la chispa de la novela, realmente) en los que, en medio de una conversación, Bateman de pronto soltaba lo que hacía por las noches, la crueldad que manifestaba y los asesinatos que cometía.

En algunas ocasiones, la gente se lo tomaba a gracia, sin creerle. En otras, la gente escuchaba otras cosas. Y en la mayoría de las veces, su público ni siquiera lo escuchaba.


Esto resulta extraño a la hora de leer el libro, ¿no es cierto? Que de pronto alguien diga en voz alta que él es el culpable de innumerables asesinatos... que lo confiese de la manera en la que lo hace... ¡y que nadie haga el menor caso! 

Prueba de que el libro vuelve a ser una efectiva crítica que, a mi parecer, aquí está expresando con frustración la manera en la que, si tienes una buena apariencia, si la gente te tiene como principal ideal, tu público admirador hará oídos sordos, u ojos ciegos, a lo malo de ti. 


Patrick Bateman estaba cansado de fingir. Pero cuando expresaba quien de verdad era, nadie lo escuchaba... Es más fácil rechazar algo que va en contra de lo que crees que pararse a pensar un poco sobre qué quiere decir ese algo. 

“You should never mistake affection for … passion,” I warn her. “It can be … not good. It can … get you into, well, trouble.”



Como La Naranja Mecánica prueba, la violencia en gente joven puede ser la vía para hacerse oír, una llamada de atención necesitada. 

Para Bateman, es eso y más, una forma de escapar de todo y de expresar en cuerpo y alma su descontento y su frustración interna. 

Para Bateman, la violencia es una forma de expresión de uno mismo, la forma de darse identidad y conciencia, de sacar fuera todo lo que uno lleva dentro.


“Hip," I murmur, remembering last night, how I lost it completely in a stall at Nell's---my mouth foaming, all I could think about were insects, lots of insects, and running at pigeons, foaming at the mouth and running at pigeons.”



Si bien el sexo, el ejercicio y las drogas causan un efecto de evasión efectivo para él, Bateman no solo busca alejarse de quien es... también busca que otras personas lo vean como quien de verdad es: el asesinato requiere a más de una persona, por descontado, y Bateman disfruta engatusando, ordenando y dialogando con sus víctimas antes de acabar con sus vidas. 

Con todas ellas, Bateman dedica un tiempo a que lo conozcan, y otro tiempo a que la muerte sea lenta y tortuosa... quiere que él quede grabado en la retina del moribundo. 

Quiere ser algo: algo especial, algo destacado. Algo que lo aleje de la nada que es la fachada superficial que siempre muestra. Algo que sea real, que tenga forma.



“I have no patience for revelations, for new beginnings, for events that take place beyond the realm of my immediate vision.”



De manera que, en un intento egoísta de sobresalir, Patrick Bateman va perdiendo, poco a poco, humanidad... 

Pero ¿qué es humanidad, y qué rumbo lleva? 

¿Es humanidad el desequilibrio social, los comentarios sexistas, dar la espalda a las injusticias y hacer oídos sordos a los gritos de auxilio?  



Es preciso mencionar uno de los elementos más destacados del libro, The Patty Winters Show, que es, en efecto, un show en el que se conversa sobre temas que pasan desde hablar con personas adineradas o interesantes de conocer a meterse en los terrenos más morbosos de la sociedad, tales como son los asesinatos, las tragedias, las pérdidas y las venganzas, así como recreándose en la muerte y en especial buscando que temas tales como trastornos mentales y enfermedades peligrosas tengan primera importancia en su show. 

Es decir, que se escenifica vidas personales, individuos destrozados y problemas íntimos para ganar dinero. ¿Suena a algo?

American Pyscho es, sin duda alguna, un libro que desnuda a los personajes y los rasga la piel (estas cosas en sentido también literal) hasta que no queda nada más que angustia desmedida.

La vanidad es un tema frecuente en la novela, así como la apariencia externa: se repite mucho a lo largo de la novela la pregunta de Bateman de si tiene el pelo bien, y las personas no son vistas como seres vivos, sino más como materiales, decoraciones, objetos que evaluar por su aspecto... 

Esta superficialidad se puede ver en las relaciones que tienen los personajes entre sí, el enorme surtido de nombres que hay en cada lugar y momento que aseguro que es normal que no sepamos muy bien quién es quién. 


Hay decenas y decenas de personajes mencionados, y muchos de ellos no tienen hueco ni para decir una palabra. 

Salvo por sus nombres, los personajes no pueden ser diferenciados entre sí, y este elenco de personajes insulsos deja claro la cantidad de contactos que tiene el protagonista... y lo pocos verdaderos y cercanos que son todos ellos. 





“...a flood of reality. I get an odd feeling that this is a crucial moment in my life and I'm startled by the suddenness of what I guess passes for an epiphany. There is nothing of value I can offer her. For the first time I see her as uninhibited; she seems stronger, less controllable, wanting to take me into a new and unfamiliar land - the dreaded uncertainty of a totally different world. I sense she wants to rearrange my life in a significant way - her eyes tell me this and though I see truth in them, I also know that one day, sometime very soon, she too will be locked in the rhythm of my insanity. All I have to do is keep silent about this and not bring it up - yet she weakens me, it's almost as if she's making the decision about who I am, and in my own stubborn, willful way I can admit to feeling a pang, something tightening inside, and before I can stop it I find myself almost dazzled and moved that I might have the capacity to accept, though not return, her love. I wonder if even now, right here in Nowheres, she can see the darkening clouds behind my eyes lifting. And though the coldness I have always felt leaves me, the numbness doesn't and probably never will.”




Así mismo, el libro no cuenta apenas con descripciones... no como nos gustaría, al menos: detalla lo máximo posible las relaciones sexuales y eróticas, al igual que los asesinatos y la más salvaje y cruel tortura, y también alarga durante todo un párrafo cómo visten los personajes. 

Fuera de eso, Bateman no dedica apenas tiempo para reflexionar sobre la personalidad de sus conocidos... como mucho, muestra hastío ante quienes él ve como inferiores: mujeres, homosexuales, mendigos, animales... ¿Todo lo que merece tener respeto? Bateman lo desprecia.


Así pues, American Psycho es una historia de decadencia donde no hay justificación posible y tampoco hay salvación accesible.

Desagradada estoy, por supuesto. No por el libro, sino por su personaje: Bret Esaston Ellis ha dado en el clavo con él.

 
Ha costado horrores leer las escenas de tortura, de violencia y de violaciones. Meterse en la mente del personaje principal ha sido una experiencia que no sé si me veo capaz de repetir, y es precisamente este realismo, esta nube que encierra al personaje en sí mismo, lo que es digno de aplaudir: el autor tiene un talento innato para hacer de sus historias algo desalmado, crudo y frío, quita el aliento y estrangula nuestros cuellos con sus manos enguantadas. 


“You don't know what torture is. You don't know what you're talking about. You really don't know what you're talking about.”





El capitalismo, superficial y vicioso, es el mayor punto de mira del libro. 

Los personajes están eternamente preocupados de las apariencias y la imagen externa, el efecto que causarán en otros y el comportamiento que deben mostrar para ser buenamente valorados. 

El materialismo se muestra en las descripciones, tan solo superado por la búsqueda individual del placer. 


Cuando cierto personaje le pregunta a Bateman si alguna vez ha pensado en hacer feliz a alguien, nuestro protagonista se queda un momento paralizado, sin llegar a haber concebido esa pregunta anteriormente en su cabeza. 


Tanto bienes materiales como las propias personas no son nada más que objetos decorativos, comodidades, de manera que nos encontramos en una descorazonadora objetificación de cada uno de los individuos de la que ninguno se salva. La mujer, la que menos: ya doy avisos de que en este libro la brutalidad con la que se trata, y se piensa, de la mujer es horrible. 

Hay muchos pensamientos explícitos en esto... Bateman mismo dice que sus acciones no deberían ser consideradas tan malas, al estar maltratando a nada más que a una cosa, a una chica, a una carne, a una nada... 


Una interpretación muy brusca y efectiva del monstruo que hemos creado de la cultura consumista, el ego y el narcisismo más frío, traducido a una violencia desmedida y sociopática en un mundo que la da la espalda y se niega a encarar la realidad. 


Ni sus confesiones abiertas en mitad de conversaciones hacen que Bateman sea mirado con diferentes ojos... Las víctimas son la única forma que tiene él de alejarse de esa carcasa hueca en la que vive encerrado día tras día. 




El yo interior, la identidad falsa y la personalidad artificial entran en conflicto en una de las obras más polémicas de toda la historia de la humanidad, una novela que critica salvajemente el rumbo de una sociedad maltratada por el consumismo masivo y el capitalismo extremo, cuya vanidad, orgullo y narcisismo desembocan en un vacío existencial, un colectivo homogéneo y una violencia que no busca nada más que expresar, y liberar, al yo verdadero. 



"It is hard for me to make sense on any given level. Myself is fabricated, an aberration. I am a noncontingent human being. My personality is sketchy and unformed, my heartlessness goes deep and is persistent. My conscience, my pity, my hopes disappeared a long time ago (probably at Harvard) if they ever did exist. There are no more barriers to cross. All I have in common with the uncontrollable and the insane, the vicious and the evil, all the mayhem I have caused and my utter indifference toward it, I have now surpassed. I still, though, hold on to one single bleak truth: no one is safe, nothing is redeemed. Yet I am blameless. Each model of human behavior must be assumed to have some validity. Is evil something you are? Or is it something you do? My pain is constant and sharp and I do not hope for a better world for anyone. In fact, I want my pain to be inflicted on others. I want no one to escape. But even after admitting this—and I have countless times, in just about every act I’ve committed—and coming face-to-face with these truths, there is no catharsis. I gain no deeper knowledge about myself, no new understanding can be extracted from my telling. There has been no reason for me to tell you any of this. This confession has meant nothing….”




Hedonismo y avaricia entran en juego en la trama, donde quien uno es en realidad nunca va a ser escuchado, y donde el sentimiento de animadversión consiste en ver como objetos al resto de personas, devorando a quienes el protagonista considera más vulnerables, acción que lo hace sentir, de manera breve pero intensa, ilimitado y liberado. 

En conclusión, American Pyscho es una novela polémica y controvertida que ha sido objeto de grandes críticas, y que, desde mi punto de vista, es un infalible análisis del rumbo que la sociedad estaba tomando en la época, una acusación que encarna en un memorable personaje toda la ira y todo el resentimiento, así como el odio y la lujuria, de las vidas de monotonía indiferenciadas que llevaban cada una de las personas envueltas en el mundo consumista.

Intensa, brutal y sádica, así como muy detallada y en muchas ocasiones cruel, American Pyscho es una obra magna, con una narrativa meticulosa que se retroalimenta de la maldad, el éxito y lo superficial, y genera una intranquilidad en el lector que lo lleva a cuestionarse la humanidad misma. 


“This is not an exit.”

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 6/5

♫ Acción: 4.5/5

♫ Trama: 4/5

♫ Originalidad: 4.75/5
♫ Tensión: 4.5/5

♫ Desenlace: 4.5/5

♫ Pluma: 4.5/5


VALORACIÓN PERSONAL:  11/10!



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