Título: Less than Zero (Less than Zero #1)
Autor: Bret Easton Ellis
Editorial: Picador Books
Canción Identificada: Less Than Zero (Elvis Costello) o Less Than (Nine Inch Nails)
Sinopsis:
Set in Los Angeles in the early 1980's, this coolly mesmerizing novel is a raw, powerful portrait of a lost generation who have experienced sex, drugs, and disaffection at too early an age, in a world shaped by casual nihilism, passivity, and too much money a place devoid of feeling or hope.
Clay comes home for Christmas vacation from his Eastern college and re-enters a landscape of limitless privilege and absolute moral entropy, where everyone drives Porches, dines at Spago, and snorts mountains of cocaine. He tries to renew feelings for his girlfriend, Blair, and for his best friend from high school, Julian, who is careering into hustling and heroin. Clay's holiday turns into a dizzying spiral of desperation that takes him through the relentless parties in glitzy mansions, seedy bars, and underground rock clubs and also into the seamy world of L.A. after dark.
Opinión:
Este año, las mejores lecturas que me he encontrado en toda mi vida no cesan de llegarme.
El proceso de selección del libro Less than Zero se originó por mi profunda fascinación hacia American Psycho, del mismo autor... Bret Easton Ellis, un crítico y brutalmente efectivo escritor de los libros más controvertidos de los últimos tiempos, ha vuelto a ofrecerme una lectura sórdida, desalmada y al puro estilo de su prosa descarnada.
Less than Zero es su primera obra, escrita cuando el escritor tenía tan solo 21 años, y a mi parecer es un exitazo, una obra magna que recorre cada entresijo y cada callejón oscuro de la desamparada Los Angeles de la época en la que fue escrita (alrededor de 1985) y muestra un elenco de personajes atiborrados a fiestas, a alcohol, a drogas, a sexo y a música cañera, que sin embargo se encuentran, cada uno de ellos, al borde del abismo y viviendo sus mejores años bajo el efecto de una sociedad insistente en la fama, desgarradoramente cruel y altamente superficial.
Less than Zero es, en definitiva, un libro que recomiendo leer a todo aquél que busque la desesperación de la juventud de finales del siglo XX, donde no hay una línea determinada que lleve la trama y ésta, atestada de sonido y de gritos y de, finalmente, una llamada de auxilio que no llega a ser socorrida, no hace nada más que caer y caer hacia el vacío existencial que a todos nos ha llegado a devorar... en el caso de los personajes de esta maravilla de libro, llegando a un punto sin retorno.
Al mismo tiempo, Less than Zero está sin duda recomendado a los fans y admiradores del gran libro El Guardián entre el Centeno, de J. D. Salinger, mas ya voy avisando que el libro que aquí estoy reseñando es mucho más heavy, no hay otra forma de describirlo: es duro de leer, está cargado de ansiedad y cada detalle del libro ciñe nuestros cuerpos y nos ahoga en la angustia.
Aunque sin duda digo que en comparación con American Pyscho Less than Zero es mucho más ligera y menos violenta (American Pyscho era descorazonadamente BRUTAL), sigue siendo una lectura que puede afectar a la gente sensible, un libro que yo denomino como "sin salida", en el sentido de que uno se encuentra atrapado y no logra liberarse de sus garras de desesperación en toda la lectura... y tras haberla acabado.
“I don't want to care. If I care about things, it'll just be worse, it'll just be another thing to worry about. It's less painful if I don't care.”
Comentado lo cual, como yo veía necesario, paso con una fuerte palmada a mostrar mi opinión sobre Less than Zero:
Less than Zero me ha quitado la respiración.
Me duele el pecho.
Y siento ganas de llorar.
Al mismo tiempo, jadeo y quiero gritar.
“She laughs and looks out the window and I think for a minute that she's going to start to cry. I'm standing by the door and I look over at the Elvis Costello poster, at his eyes, watching her, watching us, and I try to get her away from it, so I tell her to come over here, sit down, and she thinks I want to hug her or something and she comes over to me and puts her arms around my back and says something like 'I think we've all lost some sort of feeling.”
Less than Zero ha sido una lectura dura, con detalles graciosos y otros horribles. No sé del todo cómo empezar la reseña, así que, ¿por qué no remontarnos al inicio?
El principio del libro presenta a Clay, el joven protagonista de la novela, que regresa a su ciudad donde se encuentra su familia a pasar las vacaciones de navidad.
El lugar de Los Ángeles, que mantiene temperatura estable y árida a lo largo de todo el año, muestra grandes similitiudes con la monotonía y la falta de variación emotiva en la vida de Clay, que pasa sus tardes y sus noches metido de fiesta en fiesta, bajo los efectos de las drogas, el alcohol, la pasión del sexo y las interminables conversaciones superficiales entre los niños ricos que no llevan a ninguna parte.
El núcleo de esta historia presenta una crítica al sin fin de la vida de privilegios de los "afortunados" hijos de personas de poder, sus días ajetreados y sus aventuras entre clubes nocturnos, casas familiares vacías, y una sociedad que, en todos los aspectos, los ha dejado abandonados y a sus anchas.
Bret Easton Ellis nos sumerge a un mundo de luces de neón y de heroína en las mesas, una época donde la presión social insistía en los jóvenes y llevaba a algunas chicas a la gélida y enajenada anorexia (cierta chica con la enfermedad juega un papel importante en la obra), y donde los que se salvaban de la pérdida de apetito y la obsesión por las calorías se encontraban de igual manera encerrados en un sin fin de apariencias y físico que los metía de lleno en una fábrica de personas perfectas que, bajo capas y capas de bronceado y plástico, escondían facetas monstruosas de ellos.
“I come to a red light, tempted to go through it, then stop once I see a billboard sign that I don’t remember seeing and I look up at it. All it says is 'Disappear Here' and even though it’s probably an ad for some resort, it still freaks me out a little and I step on the gas really hard and the car screeches as I leave the light.”
Nunca mejor dicho, los años 80 fueron importantes como cuña para los ideales sociales de nuestra época actual, la fama idolatrada y el descuido de los padres ricos por sus hijos caprichosos.
En medio de este tumulto de abandono, Clay busca lo único que puede llegar a activarlo en un mundo donde todos lucen de la misma manera: la droga y la fiesta, la violencia y la miseria de otros.
Mi libro posee una impresionante introducción de Ottessa Moshfegh, una novelista que consigue recorrer de arriba a abajo y sin saltarse ni un solo detalle cada importancia que nos aguarda en el libro, y por qué a lo largo de los años ha llegado tan relato de locura humana a convertirse en un imprescindible clásico.
Ella misma nos cuenta desde el inicio el por qué del nombre Less than Zero, que además del título de una canción de Elvis Costello puede venir de, precisamente, estas bebidas de Coca-Cola que por primera vez tenían cero calorías y estaban hechas para la dieta, y al mismo tiempo habla del por qué del gran existencialismo feroz del personaje principal a lo largo de la novela, que no cuenta nada más que una historia de terror para un joven sin trabajo que, aburrido de su vida, busca formas de volver a sentir emoción, de cualquier tipo.
Recomiendo de veras leer esta introducción, retrata brillantemente cada aspecto de la novela, es esencial para entenderla mejor.
“The images I had were of people being driven mad by living in the city. Images of parents who were so hungry and unfulfilled that they ate their own children.”
La vida de "yupi" que tiene Clay va dando forma en la novela: una época donde los niños ricos tan solo buscaban la diversión, el entretenimiento y la adrenalina, y donde eran dejados a sus anchas en el vasto mundo por sus padres, sin guía y sin rumbo, tan solo la obsesión de disfrutar lo máximo posible y pasar cada día de sus vidas extenuados de fiestas y de drogas, sexo, violencia y rock and roll.
Este objetivo tan dispuesto los lleva a excederse en varios terrenos, incluyendo el de la moralidad, sin que parezca haber grandes consecuencias al respecto.
El servicio de justicia es nulo en la novela, no hay controles y mucho menos castigo: la vida de juventud de los personajes se vive al límite, cueste lo que cueste, aunque se lleven por delante las vidas de otros.
“What do you do?' she asks, holding out the vest.
'What do you do?'
'What do you do?' she asks, her voice shaking. 'Don't ask me, please. Okay, Clay?'
'Why not?'
She sits on the mattress after I get up. Muriel screams.
'Because... I don't know,' she sighs.
I look at her and don't feel anything and walk out with my vest.”
De la misma manera, las desgracias ajenas tan solo son interesantes cuando son tema de cuchicheos, y después, sin ánimo de preocupación, son abandonadas por nuevas noticias jugosas.
En esas estamos cuando nos enteramos de una chica caída en la anorexia, Muriel, de la que se habla de cuando en cuando y aparece en alguna que otra escena, siempre para ser mirada de reojo y después dejada a los lobos, sin ayuda que darla y sin razones para centrarse más en ella.
De esta manera, me resultó completamente perturbador un momento de la historia donde Clay entra en una casa y se encuentra a Muriel gritando. Está cerca de la piscina, hay música y conversaciones animadas. Pero Muriel grita y grita y grita y nunca llega a saberse si es de emoción alegre o, en contra, de algo mucho más desgarrador.
Y ni al protagonista ni al resto de los presentes parece importarles. Muriel grita y grita y no hay respuesta de los demás. Es un mundo que da la espalda a los problemas ajenos, y que solo busca el disfrute propio.
Ahí nos encontramos cuando leemos de los tres personajes más importantes de la obra (seguidos por la historia de Julian, que aparece más como una sombra, y Muriel, que si bien no aparece demasiado en la historia es fundamental para entender el contexto): Clay, su antigua novia (que puede que lo siga siendo) Blair, y su mejor amigo Trent, que parece tener algo con Blair; los tres se reencuentran con la llegada de Clay e inician día tras día una vida sin valor y sin fundamento, de fiesta en fiesta y desmelenados.
Es un preciso retrato de la juventud americana de las clases altas, donde solo importa el disfrute y los personajes, a todas luces fríos y poco interesados los unos en los otros, viven sin reglas y sin límites, llevados por el éxtasis del ruido ensordecedor y metidos en mundos materialistas y superficiales.
“I want to go back," Daniel says, quietly, with effort.
"Where?" I ask, unsure.
There's a long pause that kind of freaks me out and Daniel finishes his drink and fingers the sunglasses he's still wearing and says, "I don't know. Just back.”
Algo que queda claro -y de verdad que me ha resultado fascinante este detalle- en la manera en la que Bret Easton Ellis describe a cada uno de los personajes que aparecen en la novela.
A excepción de dos personas negras, el resto de personajes son todos iguales de aspecto, al menos como descritos: piel bronceada, pelo rubio. En el caso de los chicos, el pelo rubio lo llevan corto. Todos y cada uno de ellos.
Y de la misma manera, tiene importancia las gafas de sol, que ocultan sus ojos, los espejos del alma, y, así, sus sentimientos. Lo de las gafas de sol puede quedar más claro en una escena donde uno de los personajes tiene moratones bajo los ojos, y son tapados por las gafas. Pocas páginas después, y ya en el final, Clay se pone también las gafas para ocultarse. Son la máscara de la gente adinerada.
Todos son réplicas de los otros. Todos buscan ser lo mismo, la sociedad se ha vuelto homogénea y sigue con fervor las nuevas modas. Eso es lo que parece estar indicándonos Bret Easton Ellis, de una manera cruda y muy certera.
Si a esto le añadimos la ambientación, que tiene lugar en las inmensas calles de palmeras de Los Ángeles, entenderemos que también hay gran crítica al materialismo capitalista, a la fama y al estrellato y a la poca humanidad de aquellos que viven con todo privilegio y solo buscan fiesta tras fiesta una emoción perdida entre tanto alboroto.
¿Dónde radica la felicidad? ¿Es, acaso, alcanzable, o poco a poco nos volvemos más insatisfechos?
“And as the elevator descends, passing the second floor, and the first floor, going even farther down, I realize that the money doesn't matter. That all that does is that I want to see the worst.”
Less than Zero está esculpida en el descontento de Bret Easton Ellis hacia el mundo de su alrededor, como otros tantos autores de esos años, en los que contamos en los sesenta a Jack Kerouac y en los setenta a J. D. Salinger.
No son libros a gusto de todos, más difícil es no sentir repulsa ante la frialdad de los personajes de Bret Easton Ellis, metidos en la violencia y la agresión, donde, pese al dinero, el lujo y a las grandes comodidades e incansables caprichos, hay un algo que falta, algo que hace a los personajes querer desaparecer.
Hablando de desaparecer, no hay mejor manera de ir cerrando el libro que hablando de los recursos narrativos de Bret Easton Elllis, que son varios, entre los que se cuenta la prosa directa, sin remilgos y cruda, a veces repetitiva y otras veces con grandes carencias de descripciones (todo esto adrede, y con intención de ser más descarnada, como en efecto acaba siendo), fácil de leer pero verdaderamente sórdida, y lo que más me encanta de estos libros suyos: la manera en la que algunas frases de la novela, aparecidas en carteles de anuncios en ella o en graffitis en las paredes, acaban teniendo gran trascendencia, como el famoso "There is no exit" de American Psycho y, en Less than Zero, el anuncio "Disappear Here", con el que Clay se encuentra una vez que va conduciendo y que no se deja de quitar de la cabeza.
Otra gran frase del libro es una que suelta una de las dos hermanas menores de Clay cuando está hablando de un chico para ellas atractivo, y se dice: "Wonder if he's for sale".
Hay otras frases de gran importancia, como el "You're a beautiful boy and that's all that matters", indicador de la superficialidad del pensamiento y de la importancia del aspecto exterior, además de, en este caso, unirse con una historia de prostitución donde no hay salida, y la frase misma del inicio, que habla de que "People are afraid to merge".
“Disappear Here.
The syringe fills with blood.
You're a beautiful boy and that's all that matters.
Wonder if he's for sale.
People are afraid to merge. To merge.”
Estas frases, que tienen introducción natural y fortuita y están creadas para resultar ambiguas y un tanto estremecedoras, van hilándose a lo largo de la historia, repitiéndose una y otra vez (como por ejemplo la imagen de los ojos de Elvis Costello en el póster que tiene Clay en su habitación del mismo, que también acaba en el final por tener gran importancia en la historia), hasta llegar a un punto en el que todas convergen (no digo la escena pero es increíble cómo está orquestada) y se muestra el impacto del existencialismo desgarrador del protagonista.
No puedo decir más que cada parte de la obra estaba increíblemente bien escrita. Todo llegaba a tener gran coherencia interna, cada ornamentación tan excedida no hacía más que añadirme más asfixio, y la violencia, aunque para alivio de muchos más escasa que en American Psycho (mucho, mucho más escasa), daba sus golpes de platillo en los momentos adecuados.
“But this road doesn't go anywhere,” I told him.
“That doesn't matter.”
“What does?” I asked, after a little while.
“Just that we're on it, dude,” he said.”
De principio a fin, Less than Zero ha sido un libro brillante, lleno de detalles y de crítica, en cada escena con frases muy importantes que me dieron vueltas en la cabeza toda la lectura, como lo que dice Rip cerca del final de que no tiene nada que perder, los gritos de Muriel de emoción desconocida, la malicia de Blair, la falta de amor hacia ella y hacia el resto en general de Clay (revelado en una muy buena escena del final, donde además resalta que parece que lleva toda la vida estando en la ciudad), y la vida perdida y horrible que lleva Julian, de la que parece no salir...
“But you don't need anything. You have everything,' I tell him.
Rip looks at me. 'No I don't.'
'What?'
'No I don't.'
There's a pause and then I ask, 'Oh, shit, Rip, What don't you have?'
'I don't have anything to loose.”
...Cada persona se encamina a su propio final, donde sus acciones, si bien sin consecuencias ni castigo, los llevan a descender y tropezar a un pozo sin fondo y sin alma, del que no se sale, del que solo se desaparece.
En resumidas cuentas, Less than Zero (Menos que Cero en español) es una novela única, cruel y sórdida, mostrando a pleno detalle una crítica sin tapujos del día a día de los jóvenes ricos de los años ochenta, con pasajes inolvidables, escenas que se hacen incluso divertidas por su frialdad, y otros momentos tan desgarradores que llevan a no poder dormir durante noches enteras.
Una novela esencial, brutal y descorazonadora, que me ha cambiado por completo la percepción sobre el mundo.
Autor: Bret Easton Ellis
Editorial: Picador Books
Canción Identificada: Less Than Zero (Elvis Costello) o Less Than (Nine Inch Nails)
Sinopsis:
Set in Los Angeles in the early 1980's, this coolly mesmerizing novel is a raw, powerful portrait of a lost generation who have experienced sex, drugs, and disaffection at too early an age, in a world shaped by casual nihilism, passivity, and too much money a place devoid of feeling or hope.
Clay comes home for Christmas vacation from his Eastern college and re-enters a landscape of limitless privilege and absolute moral entropy, where everyone drives Porches, dines at Spago, and snorts mountains of cocaine. He tries to renew feelings for his girlfriend, Blair, and for his best friend from high school, Julian, who is careering into hustling and heroin. Clay's holiday turns into a dizzying spiral of desperation that takes him through the relentless parties in glitzy mansions, seedy bars, and underground rock clubs and also into the seamy world of L.A. after dark.
Opinión:
Este año, las mejores lecturas que me he encontrado en toda mi vida no cesan de llegarme.
El proceso de selección del libro Less than Zero se originó por mi profunda fascinación hacia American Psycho, del mismo autor... Bret Easton Ellis, un crítico y brutalmente efectivo escritor de los libros más controvertidos de los últimos tiempos, ha vuelto a ofrecerme una lectura sórdida, desalmada y al puro estilo de su prosa descarnada.
Less than Zero es su primera obra, escrita cuando el escritor tenía tan solo 21 años, y a mi parecer es un exitazo, una obra magna que recorre cada entresijo y cada callejón oscuro de la desamparada Los Angeles de la época en la que fue escrita (alrededor de 1985) y muestra un elenco de personajes atiborrados a fiestas, a alcohol, a drogas, a sexo y a música cañera, que sin embargo se encuentran, cada uno de ellos, al borde del abismo y viviendo sus mejores años bajo el efecto de una sociedad insistente en la fama, desgarradoramente cruel y altamente superficial.
Less than Zero es, en definitiva, un libro que recomiendo leer a todo aquél que busque la desesperación de la juventud de finales del siglo XX, donde no hay una línea determinada que lleve la trama y ésta, atestada de sonido y de gritos y de, finalmente, una llamada de auxilio que no llega a ser socorrida, no hace nada más que caer y caer hacia el vacío existencial que a todos nos ha llegado a devorar... en el caso de los personajes de esta maravilla de libro, llegando a un punto sin retorno.
Al mismo tiempo, Less than Zero está sin duda recomendado a los fans y admiradores del gran libro El Guardián entre el Centeno, de J. D. Salinger, mas ya voy avisando que el libro que aquí estoy reseñando es mucho más heavy, no hay otra forma de describirlo: es duro de leer, está cargado de ansiedad y cada detalle del libro ciñe nuestros cuerpos y nos ahoga en la angustia.
Aunque sin duda digo que en comparación con American Pyscho Less than Zero es mucho más ligera y menos violenta (American Pyscho era descorazonadamente BRUTAL), sigue siendo una lectura que puede afectar a la gente sensible, un libro que yo denomino como "sin salida", en el sentido de que uno se encuentra atrapado y no logra liberarse de sus garras de desesperación en toda la lectura... y tras haberla acabado.
“I don't want to care. If I care about things, it'll just be worse, it'll just be another thing to worry about. It's less painful if I don't care.”
Comentado lo cual, como yo veía necesario, paso con una fuerte palmada a mostrar mi opinión sobre Less than Zero:
Less than Zero me ha quitado la respiración.
Me duele el pecho.
Y siento ganas de llorar.
Al mismo tiempo, jadeo y quiero gritar.
“She laughs and looks out the window and I think for a minute that she's going to start to cry. I'm standing by the door and I look over at the Elvis Costello poster, at his eyes, watching her, watching us, and I try to get her away from it, so I tell her to come over here, sit down, and she thinks I want to hug her or something and she comes over to me and puts her arms around my back and says something like 'I think we've all lost some sort of feeling.”
El principio del libro presenta a Clay, el joven protagonista de la novela, que regresa a su ciudad donde se encuentra su familia a pasar las vacaciones de navidad.
El lugar de Los Ángeles, que mantiene temperatura estable y árida a lo largo de todo el año, muestra grandes similitiudes con la monotonía y la falta de variación emotiva en la vida de Clay, que pasa sus tardes y sus noches metido de fiesta en fiesta, bajo los efectos de las drogas, el alcohol, la pasión del sexo y las interminables conversaciones superficiales entre los niños ricos que no llevan a ninguna parte.
El núcleo de esta historia presenta una crítica al sin fin de la vida de privilegios de los "afortunados" hijos de personas de poder, sus días ajetreados y sus aventuras entre clubes nocturnos, casas familiares vacías, y una sociedad que, en todos los aspectos, los ha dejado abandonados y a sus anchas.
Bret Easton Ellis nos sumerge a un mundo de luces de neón y de heroína en las mesas, una época donde la presión social insistía en los jóvenes y llevaba a algunas chicas a la gélida y enajenada anorexia (cierta chica con la enfermedad juega un papel importante en la obra), y donde los que se salvaban de la pérdida de apetito y la obsesión por las calorías se encontraban de igual manera encerrados en un sin fin de apariencias y físico que los metía de lleno en una fábrica de personas perfectas que, bajo capas y capas de bronceado y plástico, escondían facetas monstruosas de ellos.
“I come to a red light, tempted to go through it, then stop once I see a billboard sign that I don’t remember seeing and I look up at it. All it says is 'Disappear Here' and even though it’s probably an ad for some resort, it still freaks me out a little and I step on the gas really hard and the car screeches as I leave the light.”
Nunca mejor dicho, los años 80 fueron importantes como cuña para los ideales sociales de nuestra época actual, la fama idolatrada y el descuido de los padres ricos por sus hijos caprichosos.
En medio de este tumulto de abandono, Clay busca lo único que puede llegar a activarlo en un mundo donde todos lucen de la misma manera: la droga y la fiesta, la violencia y la miseria de otros.
Mi libro posee una impresionante introducción de Ottessa Moshfegh, una novelista que consigue recorrer de arriba a abajo y sin saltarse ni un solo detalle cada importancia que nos aguarda en el libro, y por qué a lo largo de los años ha llegado tan relato de locura humana a convertirse en un imprescindible clásico.
Ella misma nos cuenta desde el inicio el por qué del nombre Less than Zero, que además del título de una canción de Elvis Costello puede venir de, precisamente, estas bebidas de Coca-Cola que por primera vez tenían cero calorías y estaban hechas para la dieta, y al mismo tiempo habla del por qué del gran existencialismo feroz del personaje principal a lo largo de la novela, que no cuenta nada más que una historia de terror para un joven sin trabajo que, aburrido de su vida, busca formas de volver a sentir emoción, de cualquier tipo.
Recomiendo de veras leer esta introducción, retrata brillantemente cada aspecto de la novela, es esencial para entenderla mejor.
“The images I had were of people being driven mad by living in the city. Images of parents who were so hungry and unfulfilled that they ate their own children.”
La vida de "yupi" que tiene Clay va dando forma en la novela: una época donde los niños ricos tan solo buscaban la diversión, el entretenimiento y la adrenalina, y donde eran dejados a sus anchas en el vasto mundo por sus padres, sin guía y sin rumbo, tan solo la obsesión de disfrutar lo máximo posible y pasar cada día de sus vidas extenuados de fiestas y de drogas, sexo, violencia y rock and roll.
Este objetivo tan dispuesto los lleva a excederse en varios terrenos, incluyendo el de la moralidad, sin que parezca haber grandes consecuencias al respecto.
El servicio de justicia es nulo en la novela, no hay controles y mucho menos castigo: la vida de juventud de los personajes se vive al límite, cueste lo que cueste, aunque se lleven por delante las vidas de otros.
“What do you do?' she asks, holding out the vest.
'What do you do?'
'What do you do?' she asks, her voice shaking. 'Don't ask me, please. Okay, Clay?'
'Why not?'
She sits on the mattress after I get up. Muriel screams.
'Because... I don't know,' she sighs.
I look at her and don't feel anything and walk out with my vest.”
De la misma manera, las desgracias ajenas tan solo son interesantes cuando son tema de cuchicheos, y después, sin ánimo de preocupación, son abandonadas por nuevas noticias jugosas.
En esas estamos cuando nos enteramos de una chica caída en la anorexia, Muriel, de la que se habla de cuando en cuando y aparece en alguna que otra escena, siempre para ser mirada de reojo y después dejada a los lobos, sin ayuda que darla y sin razones para centrarse más en ella.
De esta manera, me resultó completamente perturbador un momento de la historia donde Clay entra en una casa y se encuentra a Muriel gritando. Está cerca de la piscina, hay música y conversaciones animadas. Pero Muriel grita y grita y grita y nunca llega a saberse si es de emoción alegre o, en contra, de algo mucho más desgarrador.
Y ni al protagonista ni al resto de los presentes parece importarles. Muriel grita y grita y no hay respuesta de los demás. Es un mundo que da la espalda a los problemas ajenos, y que solo busca el disfrute propio.
Ahí nos encontramos cuando leemos de los tres personajes más importantes de la obra (seguidos por la historia de Julian, que aparece más como una sombra, y Muriel, que si bien no aparece demasiado en la historia es fundamental para entender el contexto): Clay, su antigua novia (que puede que lo siga siendo) Blair, y su mejor amigo Trent, que parece tener algo con Blair; los tres se reencuentran con la llegada de Clay e inician día tras día una vida sin valor y sin fundamento, de fiesta en fiesta y desmelenados.
Es un preciso retrato de la juventud americana de las clases altas, donde solo importa el disfrute y los personajes, a todas luces fríos y poco interesados los unos en los otros, viven sin reglas y sin límites, llevados por el éxtasis del ruido ensordecedor y metidos en mundos materialistas y superficiales.
“I want to go back," Daniel says, quietly, with effort.
"Where?" I ask, unsure.
There's a long pause that kind of freaks me out and Daniel finishes his drink and fingers the sunglasses he's still wearing and says, "I don't know. Just back.”
Algo que queda claro -y de verdad que me ha resultado fascinante este detalle- en la manera en la que Bret Easton Ellis describe a cada uno de los personajes que aparecen en la novela.
A excepción de dos personas negras, el resto de personajes son todos iguales de aspecto, al menos como descritos: piel bronceada, pelo rubio. En el caso de los chicos, el pelo rubio lo llevan corto. Todos y cada uno de ellos.
Y de la misma manera, tiene importancia las gafas de sol, que ocultan sus ojos, los espejos del alma, y, así, sus sentimientos. Lo de las gafas de sol puede quedar más claro en una escena donde uno de los personajes tiene moratones bajo los ojos, y son tapados por las gafas. Pocas páginas después, y ya en el final, Clay se pone también las gafas para ocultarse. Son la máscara de la gente adinerada.
Todos son réplicas de los otros. Todos buscan ser lo mismo, la sociedad se ha vuelto homogénea y sigue con fervor las nuevas modas. Eso es lo que parece estar indicándonos Bret Easton Ellis, de una manera cruda y muy certera.
Si a esto le añadimos la ambientación, que tiene lugar en las inmensas calles de palmeras de Los Ángeles, entenderemos que también hay gran crítica al materialismo capitalista, a la fama y al estrellato y a la poca humanidad de aquellos que viven con todo privilegio y solo buscan fiesta tras fiesta una emoción perdida entre tanto alboroto.
¿Dónde radica la felicidad? ¿Es, acaso, alcanzable, o poco a poco nos volvemos más insatisfechos?
“And as the elevator descends, passing the second floor, and the first floor, going even farther down, I realize that the money doesn't matter. That all that does is that I want to see the worst.”
Less than Zero está esculpida en el descontento de Bret Easton Ellis hacia el mundo de su alrededor, como otros tantos autores de esos años, en los que contamos en los sesenta a Jack Kerouac y en los setenta a J. D. Salinger.
No son libros a gusto de todos, más difícil es no sentir repulsa ante la frialdad de los personajes de Bret Easton Ellis, metidos en la violencia y la agresión, donde, pese al dinero, el lujo y a las grandes comodidades e incansables caprichos, hay un algo que falta, algo que hace a los personajes querer desaparecer.
Hablando de desaparecer, no hay mejor manera de ir cerrando el libro que hablando de los recursos narrativos de Bret Easton Elllis, que son varios, entre los que se cuenta la prosa directa, sin remilgos y cruda, a veces repetitiva y otras veces con grandes carencias de descripciones (todo esto adrede, y con intención de ser más descarnada, como en efecto acaba siendo), fácil de leer pero verdaderamente sórdida, y lo que más me encanta de estos libros suyos: la manera en la que algunas frases de la novela, aparecidas en carteles de anuncios en ella o en graffitis en las paredes, acaban teniendo gran trascendencia, como el famoso "There is no exit" de American Psycho y, en Less than Zero, el anuncio "Disappear Here", con el que Clay se encuentra una vez que va conduciendo y que no se deja de quitar de la cabeza.
Otra gran frase del libro es una que suelta una de las dos hermanas menores de Clay cuando está hablando de un chico para ellas atractivo, y se dice: "Wonder if he's for sale".
Hay otras frases de gran importancia, como el "You're a beautiful boy and that's all that matters", indicador de la superficialidad del pensamiento y de la importancia del aspecto exterior, además de, en este caso, unirse con una historia de prostitución donde no hay salida, y la frase misma del inicio, que habla de que "People are afraid to merge".
“Disappear Here.
The syringe fills with blood.
You're a beautiful boy and that's all that matters.
Wonder if he's for sale.
People are afraid to merge. To merge.”
Estas frases, que tienen introducción natural y fortuita y están creadas para resultar ambiguas y un tanto estremecedoras, van hilándose a lo largo de la historia, repitiéndose una y otra vez (como por ejemplo la imagen de los ojos de Elvis Costello en el póster que tiene Clay en su habitación del mismo, que también acaba en el final por tener gran importancia en la historia), hasta llegar a un punto en el que todas convergen (no digo la escena pero es increíble cómo está orquestada) y se muestra el impacto del existencialismo desgarrador del protagonista.
No puedo decir más que cada parte de la obra estaba increíblemente bien escrita. Todo llegaba a tener gran coherencia interna, cada ornamentación tan excedida no hacía más que añadirme más asfixio, y la violencia, aunque para alivio de muchos más escasa que en American Psycho (mucho, mucho más escasa), daba sus golpes de platillo en los momentos adecuados.
“But this road doesn't go anywhere,” I told him.
“That doesn't matter.”
“What does?” I asked, after a little while.
“Just that we're on it, dude,” he said.”
De principio a fin, Less than Zero ha sido un libro brillante, lleno de detalles y de crítica, en cada escena con frases muy importantes que me dieron vueltas en la cabeza toda la lectura, como lo que dice Rip cerca del final de que no tiene nada que perder, los gritos de Muriel de emoción desconocida, la malicia de Blair, la falta de amor hacia ella y hacia el resto en general de Clay (revelado en una muy buena escena del final, donde además resalta que parece que lleva toda la vida estando en la ciudad), y la vida perdida y horrible que lleva Julian, de la que parece no salir...
“But you don't need anything. You have everything,' I tell him.
Rip looks at me. 'No I don't.'
'What?'
'No I don't.'
There's a pause and then I ask, 'Oh, shit, Rip, What don't you have?'
'I don't have anything to loose.”
...Cada persona se encamina a su propio final, donde sus acciones, si bien sin consecuencias ni castigo, los llevan a descender y tropezar a un pozo sin fondo y sin alma, del que no se sale, del que solo se desaparece.
En resumidas cuentas, Less than Zero (Menos que Cero en español) es una novela única, cruel y sórdida, mostrando a pleno detalle una crítica sin tapujos del día a día de los jóvenes ricos de los años ochenta, con pasajes inolvidables, escenas que se hacen incluso divertidas por su frialdad, y otros momentos tan desgarradores que llevan a no poder dormir durante noches enteras.
Una novela esencial, brutal y descorazonadora, que me ha cambiado por completo la percepción sobre el mundo.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 5/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 5/5
♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Tensión: 5/5
♫ Tensión: 5/5
♫ Desenlace: 5/5
♫ Pluma: 6/5
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
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