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martes, 27 de noviembre de 2018

Reseña: The Goldfinch

Resultado de imagen de the goldfinch donna tarttTítulo: The Goldfinch
Autor:  Donna Tartt
Editorial: Abacus
Canción Identificada: The Flammable Man (Daughters)



Sinopsis:

It begins with a boy. Theo Decker, a thirteen-year-old New Yorker, miraculously survives an accident that kills his mother. Abandoned by his father, Theo is taken in by the family of a wealthy friend. Bewildered by his strange new home on Park Avenue, disturbed by schoolmates who don't know how to talk to him, and tormented above all by his unbearable longing for his mother, he clings to one thing that reminds him of her: a small, mysteriously captivating painting that ultimately draws Theo into the underworld of art.

As an adult, Theo moves silkily between the drawing rooms of the rich and the dusty labyrinth of an antiques store where he works. He is alienated and in love-and at the center of a narrowing, ever more dangerous circle.

The Goldfinch combines vivid characters, mesmerizing language, and suspense, while plumbing with a philosopher's calm the deepest mysteries of love, identity, and art. It is an old-fashioned story of loss and obsession, survival and self-invention, and the ruthless machinations of fate.



Opinión:

“You can look at a picture for a week and never think of it again. You can also look at a picture for a second and think of it all your life.”


Tras esta pausa necesitada (donde, no obstante, la lectura ha sido en todo momento mi fiel compañera y mi lugar de apoyo y de liberación, creando esos milagros que los lectores tanto amamos en nuestro interior) traigo la reseña de The Goldfinch (El Jilguero, en español) escrito por Donna Tartt.


Y me encuentro muy, muy abrumada

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Poco podía decir entonces de este libro. Acababa de ser pisoteada por el mismo y he de decir que precisamente no era elocuencia lo que reinaba en mi cabeza sino un desbarajuste de sonidos extraños y de grititos ya sea o bien de dolor o bien de alegría. 

Y es que es realmente costoso encontrarme con una reseña mía que pueda describir lo que un libro me ha hecho sentir. Si bien es cierto que el lenguaje, desde hace muchísimo tiempo, ha sido el vehículo más usado y más importante del ser humano, significativo y crucial para llegara  donde estamos ahora, hay ciertas cosas que... Que sencillamente no se pueden explicar por medio de palabras, por mucho que se intente. Se usa el lenguaje para expresarse al resto del mundo. 

Su intención principal en el pasado no era nada más que una forma muy productiva de ordenar los pensamientos, estructurar la mente, y encontrar unas palabras, unos conceptos, que pudiesen hacer llegar un mensaje al resto de seres vivos, desacuerdo, insatisfacción, agradecimiento, rabia, ira, tristeza, todo ello para poder, ni más ni menos, que formar una sociedad donde se pudiesen escuchar distintas ideologías y voces pensadoras para poder hacerla avanzar.

“What if one happens to be possessed of a heart that can’t be trusted—? What if the heart, for its own unfathomable reasons, leads one willfully and in a cloud of unspeakable radiance away from health, domesticity, civic responsibility and strong social connections and all the blandly-held common virtues and instead straight towards a beautiful flare of ruin, self-immolation, disaster?”



Pero ¡uf! Una de las cosas más alucinantes del lenguaje es cómo ha podido, de hacer oír a los demás una protesta en forma de suspiro o de gruñido, enunciarla en una oración de manera tan precisa y tan directa. 

Y soy una gran y ferviente admiradora de todos los libros que cada vez asumen un reto más y los escritores lo vuelcan todo en la lectura para poder expresar exactamente lo que quieren mostrar... 
...Y, aún más escalofriante es el hecho de que decidan que quieren que el lector se sienta de una manera... ¡y que a través del lenguaje consigan que sea así!

“And just as music is the space between notes, just as the stars are beautiful because of the space between them, just as the sun strikes raindrops at a certain angle and throws a prism of color across the sky - so the space where I exist, and I want to keep existing, and to be quite frank I hope I die in, is exactly this middle distance: where despair struck pure otherness and created something sublime.” 



El lenguaje ya no es solo una narración. Los libros, digan lo que digan las personas que no los conocen como los conocemos los lectores, no son cachos de papel con palabras que están narrando algo. No se trata de que digas: "ah, este personaje me cae súper bien", y luego si le ocurre algo trágico se te parta el corazón. Va más allá de eso: es más tergiversado, más retorcido, y más manipulador. 


Hay personas que alcanzan tales niveles que son capaces de aplastarte a sentimientos y emociones, y esto dista mucho de tratarse de que el personaje en cuestión te caiga genial (que también), sino que es la forma del lenguaje, la manera en la que está escrito, en la que poéticamente une términos y crea cosas que no se pueden leer directamente sino que están ocultas entre líneas... 
Y es un verdadero arte lo que algunos escritores son capaces de transmitir con las palabras (el ejemplo más claro y más alucinante de esto que me viene a la cabeza es Fiódor Dostoyvsky, que pone tanta emoción en la escritura, se enfoca tanto en ella, que con sólo leer dos líneas suyas el corazón te sangra y la cabeza te da mil vueltas).


Bueno, pues este es el caso de esta escritora.



“To understand the world at all, sometimes you could only focus on a tiny bit of it, look very hard at what was close to hand and make it stand in for the whole;”

He visto necesaria esta tediosa introducción (lo sé, me alargo más que la lista de la compra) para decir que esta escritora lo consigue: consigue, elegante y meticulosamente, poner nombres a algo que durante generaciones y generaciones tantos autores han tratado de conseguir: poner palabras a las emociones. 

Y, no sólo eso, controlar al lector en toda la historia
El lector, sometido a un dominio de palabras, se ve un títere más en la historia, y la escritora nos atrapa tanto en la piel del personaje que nos fundimos por completo con él.


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Así es este libro.



Y así de destrozado te va a dejar.





We are so customed to disguise ourselves to others that, in the end, we become disguised to ourselves.” 

Costosamente, voy a tratar de hacer la mayor síntesis posible de las emociones. ¡Síntesis de emociones! ¡Si ni siquiera sabría por dónde empezar a hablar de ellas!



Ese es, por supuesto, el objetivo de la escritora: que no sepas qué es lo que debes sentir. 


Hay muchos libros, radiantes y espléndidos todos ellos, que lo que hacen es sacar una a una cada emoción. Las estudian, diseccionan, y guardan en cajitas, las cuales luego sacuden para que sientas vuelcos en el corazón.


Hay otros, como es el caso de este de Donna Tartt, que lo que hacen es sacar varias emociones y las aplastan con sus manos hasta que forman un buruño de sensaciones. Y luego se las encajan por donde pillan al lector, haciéndoselas tragar de manera brusca y sin previo aviso. 

“What if — is more complicated than that? What if maybe opposite is true as well? Because, if bad can sometimes come from good actions—? where does it ever say, anywhere, that only bad can come from bad actions? Maybe sometimes — the wrong way is the right way? You can take the wrong path and it still comes out where you want to be? Or, spin it another way, sometimes you can do everything wrong and it still turns out to be right?” 

Esa parte del libro se centra en esto: el lector tratando de paladear cada emoción, de sentir cada una de esas sensaciones por separado. De dividir, al fin de al cabo, lo que uno siente. 

Y he ahí la moraleja principal de estos capítulos tan abrumadores de la novela: que no se debe, ni se puede, separar a algunas emociones de otras. 

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Algunas vienen compaginadas con otras, y no hay forma humana de que podamos diferenciarlas y sostenerlas por separado. Es una dulce y frustrante elocuencia.

“Every new event—everything I did for the rest of my life—would only separate us more and more: days she was no longer a part of, an ever-growing distance between us. Every single day for the rest of my life, she would only be further away.”


Bueno, con esto en mente podéis imaginaros cómo era el libro: mezclaba depresión, ansiedad, agobio, estrés, alegría, dicha, dolor, alivio, esperanza y una ineludible caída al vacío.

Así que sí, creo que ya me conocéis lo suficiente como para saber que estaba como loca por leerme el libro:


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Y no me decepcionó en absoluto. Al contrario, llegué a estar tan tensa y tan desesperada en algunas partes que se me hizo posible despegar la vista del libro. 

Que vaya si me gusta sufrir en un libro: The Goldfinch confirmó esto y me volvió totalmente loca.

“That life - whatever else it is - is short. That fate is cruel but maybe not random. That Nature (meaning Death) always wins but that doesn’t mean we have to bow and grovel to it. That maybe even if we’re not always so glad to be here, it’s our task to immerse ourselves anyway: wade straight through it, right through the cesspool, while keeping eyes and hearts open. And in the midst of our dying, as we rise from the organic and sink back ignominiously into the organic, it is a glory and a privilege to love what Death doesn’t touch.”



Contando una historia de pérdida, The Goldfinch logra atraparte el corazón y jugar con tus sentimientos. 
Pasa por todas las fases que conlleva la pérdida: de hecho, y esto es mucho más interesante, el protagonista pierde a su madre a los trece años. ¿Por qué estoy contándoos ahora este dato?

Bueno, pues porque es crucial en la historia.

“Well—I have to say I personally have never drawn such a sharp line between ‘good’ and ‘bad’ as you. For me: that line is often false. The two are never disconnected. One can’t exist without the other. As long as I am acting out of love, I feel I am doing best I know how. But you—wrapped up in judgment, always regretting the past, cursing yourself, blaming yourself, asking ‘what if,’ ‘what if.’ ‘Life is cruel.’ ‘I wish I had died instead of.’ Well—think about this. What if all your actions and choices, good or bad, make no difference to God? What if the pattern is pre-set? No no—hang on—this is a question worth struggling with. What if our badness and mistakes are the very thing that set our fate and bring us round to good? What if, for some of us, we can’t get there any other way?” 


Siempre lo he dicho y siempre lo diré: lo fascinante de la adolescencia es el hecho de que es donde uno se encuentra a sí mismo, donde hace cosas a veces sin recurrir a la razón, donde trata de separarse de quienes le han criado, donde es, al fin de al cabo, una búsqueda de identidad. 
De ahí la elección a que en casi todo el libro el protagonista esté en estas edades tan tensas y tan desesperadas y tan dramáticas.


Resultado de imagen de theo decker the goldfinchSi optáis por leeros este libro (y por favor, hacedlo), tened esto en mente: es un libro que trata sobre la búsqueda de identidad, la búsqueda del yo, y que se recurre a esta formación de ser quien eres, de distinguirte por completo de los demás y plantarte tal y como quieres ser, mediante otros.


Es decir, y esto es algo que también me encanta de los libros: que trata sobre las relaciones sociales, el "yo" a través de otros, cómo es mediante las personas con las que nos rodeamos como nos encontramos a nosotros mismos. 
Algo sumamente fascinante y muy difícil de abarcar en una novela.



Y más importante: estas relaciones, pese finitas, son perpetuas. 

“A great sorrow, and one that I am only beginning to understand: we don’t get to choose our own hearts. We can’t make ourselves want what’s good for us or what’s good for other people. We don’t get to choose the people we are.”

Me explico: estas relaciones acaban. No es como... Como una de estas relaciones que se ven tanto en los libros donde estás con las personas que quieres para siempre. Este libro muestra la realidad tal cual es, sin adornos y sin falsedades: en ocasiones, las relaciones acaban. Pero ¿acaban realmente?

“When we are sad—at least I am like this—it can be comforting to cling to familiar objects, to the things that don't change. Your descriptions of the desert—that oceanic, endless glare—are terrible but also very beautiful. Maybe there's something to be said for the rawness and emptiness of it all. The light of long ago is different from the light of today and yet here, in this house, I'm reminded of the past at every turn. But when I think of you, it's as if you've gone away to sea on a ship—out in a foreign brightness where there are no paths, only stars and sky.”


En este libro se reitera mucho (aunque indirectamente) lo que tantas veces se ha dicho: en la muerte, esa persona sigue estando contigo. 

¡Y lo está! ¡Claro que lo está! ¿No has cambiado tú, acaso, por esa persona? ¿No eres quien eres por esa persona? 
La forma en la que el protagonista interacciona con el mundo, cómo piensa, actúa, siente... ¡Todo ello gracias a las personas con las que se ha reunido, que, de una manera u otra, le han cambiado! 

Y no hay verdad más simple y llana que esa.

“When you feel homesick,’ he said, ‘just look up. Because the moon is the same wherever you go.” 



La evolución del personaje, junto con su gran personalidad, es algo digno de elogio en la novela, pues se ve cómo mediante los años pasan conoce a personas nuevas, se ve cómo evoluciona por ellas. A algunas las volverá a ver, a otras no, pero todas y cada una de esas personas acaban siendo piezas en la compleja y muy detallada mente del personaje principal.

“But sometimes, unexpectedly, grief pounded over me in waves that left me gasping; and when the waves washed back, I found myself looking out over a brackish wreck which was illumined in a light so lucid, so heartsick and empty, that I could hardly remember that the world had ever been anything but dead.” 




Y es que Theo es un personaje memorable. Lo sé, lo vuelvo a hacer: como en todas mis reseñas, me centro en el personaje como el elemento de más valor en la historia


Y es que, tras la pluma del escritor, son los personajes, desde mi punto de vista, los más importantes de toda novela. 
Como yo tantas veces he dicho, no importa la trama (vale, sí, pero no principalmente): siempre que la prosa sea la adecuada, siempre que se a novedosa, original, mágica y única, se hará maravillas con cualquier tipo de libro, sea del género que sea, sea la temática o la trama que sea. 

Resultado de imagen de the goldfinch donna tartt drawings“Caring too much for objects can destroy you. Only—if you care for a thing enough, it takes on a life of its own, doesn’t it? And isn’t the whole point of things—beautiful things—that they connect you to some larger beauty?”

Lo mismo ocurre con un personaje. 
Y es que al final el personaje es todo un mundo. Pensamientos, ideas, emociones, miedos, dudas, aspiraciones, esperanzas... Todo ocasionado por ellos. La fortaleza y el talón de Aquiles de un lector. Cruciales, intensos, y, si son lo bastante buenos, también piezas que componen al propio lector: y que te cambian, lo quieras o no, y se quedan contigo desde que les conoces hasta el final. No es posible desquitárselos. Tampoco creo que ningún lector quiera hacerlo. Todos ellos han significado algo para él, valioso en su tiempo, ahora una añoranza y una imagen de una parte de tu propia persona.

“I had the epiphany that laughter was light, and light was laughter, and that this was the secret of the universe.” 


Yendo al caso, Theo es un gran, gran personaje, muy profundo y con un pensamiento muy abstracto, complejo y puntiagudo, con muchos demonios interiores y muchas dudas y miedos como alfileres que irá superando a lo largo del libro. 

The Goldfich cuenta la historia de Theo Decker. Su padre le abandonó a su madre a él cuando era pergeño, peor realmente jamás había tenido un lazo muy estrecho con su padre, así que continuó con su vida con su madre. Eran su madre y él contra el mundo: riendo, viviendo aventuras, con ese amor tan fuerte que no puede ser descrito. 

Hasta que un día, cuando se encuentran en el Museo Metropolitano, pierde a su madre en un accidente de una explosión....

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...Y, antes de escapar del edificio, Theo se hace con una obra maestra de arte del museo... "El Jilguero", un dibujo a óleo de Carel Fabritius.

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Vale, quizá me habría gustado que se exlicase esta parte un poco más. Entiendo por qué lo hizo... Eso está perfectamente explicado, pero estaría bien que se hubiese mostrado justo en el momento sus emocione, qué se le pasa por la cabeza con más detalle
Pero bueno, esto es una observación menor que ni siquiera compone una mancha en todo el esplendor que ha supuesto para mí el libro.


Así que Theo, viendo en el cuadro la imagen y las vivencias que tuvo con su madre, decide guardar el cuadro durante décadas...




Y sí: Theo Decker me volvió loca. 

Es un personaje tan complicado, tan lleno de emociones, tan intenso y tan alucinante que difícilmente podía contener mi histeria cuando le veía pasarlo mal. 

Le quería con locura, era de esos personajes que uno sencillamente adora y quiere como si fuesen sus hijos, unas criaturitas que lo han pasado mal y que precisan de tu cariño.


Admito que estoy obsesionada con Theo pero es que ES UN PERSONAJE ABSOLUTAMENTE INCREÍBLE y me encanta y de veras que es el que ha hecho que este libro sea tan alucinante y tan importante para mí, porque este libo no sería nada sin este personaje principal.

Todos los personajes que amo deben de estar pensando lo mismo:

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Y es que cada elemento... ¡Cada uno de los elementos! ¡Ahhhhhh! ¡¡¡¡Alucinantes!!!! (Ya sabía yo que de tanto tratar de expresar lo que me había hecho sentir el libro se me iría la pinza pero es que de veras que este libro lo descoloca todo dentro de ti y saca cada emoción y sensación de tu cuerpo y la exprime y la estruja y de verdad que es increíble). 

“And as much as I’d like to believe there’s a truth beyond illusion, I’ve come to believe that there’s no truth beyond illusion. Because, between ‘reality’ on the one hand, and the point where the mind strikes reality, there’s a middle zone, a rainbow edge where beauty comes into being, where two very different surfaces mingle and blur to provide what life does not: and this is the space where all art exists, and all magic.”


La trama, los personajes, la fluidez, el lenguaje, la impresionante prosa llena de descripciones meticulosas y de minuciosas figuras literarias que la hacían brillar de poesía, los diálogos... ¡¡¡Y ese final!!!

¡¡¡¡¡!!!!!

“—if a painting really works down in your heart and changes the way you see, and think, and feel, you don’t think, ‘oh, I love this picture because it’s universal.’ ‘I love this painting because it speaks to all mankind.’ That’s not the reason anyone loves a piece of art. It’s a secret whisper from an alleyway. Psst, you. Hey kid. Yes you.”



The Goldfich es un camino hacia la madurez, que trata acerca de hacerse adulto, de la pérdida, de la amistad, del amor, y de la confianza. 
Escrito con una admirable elegancia y soltura, el libro se convierte en una obra de arte, en un conjunto de piezas que no terminan de encajar y que tiene que ser el propio lector el que las una y las posicione en su estructura mental. 

Sin que esto suene a hipérbole (porque no es, para nada, una exageración) este libro ha sido uno de los mejores libros, más bien escritos, y con más temática filosófica y compleja que me he leído hasta ahora, y la escritura de esta autora me ha dejado con la boca abierta de par en par.


En un armonioso equilibrio entre distintas emociones que se acaban solapando y que están estrechamente e incondicionadamente unidas, The Goldfich es un libro de búsqueda de identidad, el resultado de una ola de un sin fin de preguntas que dará mucho de lo que pensar y que acabará instalándose en tu corazón. 

Tratando de la permanencia de las relaciones del pasado en tu interior, de la búsqueda del "yo", del equilibrio entre opuestos, de la imagen personal de cada uno, todo orquestado de manera directa, certera y muy grácil, perfilando y dando forma a un claro ejemplo de cómo se pueden superar épocas duras y de cómo el protagonista sobrevive una de las fases más importantes de la vida, de cómo se enfrenta a ella y de cómo vence a la misma pesadilla que le llevaba acosando muchos años. 
Y es que cada elemento... CADA ELEMENTO DE ESTE LIBRO ES ASOMBROSO E IMPRESCINDIBLE.



Poco más puedo decir. Esta es la clase de libros que decir algo más sería como desmantelar toda la historia. 

¿Mi consejo? Comprároslo de inmediato. No busquéis más guiños. 
En ocasiones, y este es un indudable caso de esto, es mejor ir a ciegas a la hora de comprar de un libro, porque os lo aseguro: os sorprenderá.

“And I add my own love to the history of people who have loved beautiful things, and looked out for them, and pulled them from the fire, and sought them when they were lost, and tried to preserve them and save them while passing them along literally from hand to hand, singing out brilliantly from the wreck of time to the next generation of lovers, and the next.” 




PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 5.25/5
♫ Acción: 3/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Pluma: 5/5


VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10




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