Título: My Lobotomy
Autor: Howard Dully and Charles Fleming
Editorial: Three Rivers Press
Canción Identificada:
Sinopsis:
At twelve, Howard Dully was guilty of the same crimes as other boys his age: he was moody and messy, rambunctious with his brothers, contrary just to prove a point, and perpetually at odds with his parents. Yet somehow, this normal boy became one of the youngest people on whom Dr. Walter Freeman performed his barbaric transorbital—or ice pick—lobotomy.
Abandoned by his family within a year of the surgery, Howard spent his teen years in mental institutions, his twenties in jail, and his thirties in a bottle. It wasn’t until he was in his forties that Howard began to pull his life together. But even as he began to live the “normal” life he had been denied, Howard struggled with one question: Why?
“October 8, 1960. I gather that Mrs. Dully is perpetually talking, admonishing, correcting, and getting worked up into a spasm, whereas her husband is impatient, explosive, rather brutal, won’t let the boy speak for himself, and calls him numbskull, dimwit, and other uncomplimentary names.”
There were only three people who would know the truth: Freeman, the man who performed the procedure; Lou, his cold and demanding stepmother who brought Howard to the doctor’s attention; and his father, Rodney. Of the three, only Rodney, the man who hadn’t intervened on his son’s behalf, was still living. Time was running out. Stable and happy for the first time in decades, Howard began to search for answers.
“December 3, 1960. Mr. and Mrs. Dully have apparently decided to have Howard operated on. I suggested [they] not tell Howard anything about it.”
Through his research, Howard met other lobotomy patients and their families, talked with one of Freeman’s sons about his father’s controversial life’s work, and confronted Rodney about his complicity. And, in the archive where the doctor’s files are stored, he finally came face to face with the truth.
Revealing what happened to a child no one—not his father, not the medical community, not the state—was willing to protect, My Lobotomy exposes a shameful chapter in the history of the treatment of mental illness. Yet, ultimately, this is a powerful and moving chronicle of the life of one man. Without reticence, Howard Dully shares the story of a painfully dysfunctional childhood, a misspent youth, his struggle to claim the life that was taken from him, and his redemption.
Opinión:
Llevo una fuerte racha de lecturas que me llevan por delante en maravillas, que me dejan sin respiración, que acaban conmigo, que me vuelven loca de angustia y de emoción... No obstante, toda gráfica tiene sus puntos de curvatura, y uno de ellos, uno de los mínimos, ha sido este libro...
Por supuesto, el método de etiquetación debería ser diferente con esta clase de libros, pero al final sus fundamentos de narrativa, así como de organización en la introducción de las figuras de los personajes de sus vidas y de los eventos más destacables de ellas, pueden ser evaluados de una manera más orientada a la ficción, como yo lo he hecho. (Así que NO ES PERSONAL).
Al fin de al cabo, siempre he pensado que estamos separados de las situaciones reales: lo que decimos, lo que escuchamos, lo que leemos, lo que presenciamos, está manipulado, esencializado, razonado, cambiado, por nuestra mente.
Es decir, que, si vamos a escribir una historia sobre nuestra vida, al final resulta que las pautas de presentación de la misma entran en una firme semejanza narrativa con la que mostraríamos una historia inventada... y esto es algo que no se ha tenido en cuenta en este libro.
Aunque trataba de entrar en él, me lo impedía su falta de crear ambiente en las situaciones, ya sea un aura de tensión, de inquietud, de incertidumbre, de desesperación, de alivio, de tranquilidad, de ternura, de fortaleza... En cualquier situación, que brevemente era descrita en el libro, no entraba ninguna de estas sensaciones a nosotros, porque el libro no estaba escrito con esa intención... trataba de explicar hechos con precisión, pero lo hacía tratando también, en vano, de tener un dinámica de novela.
Había excesivos detalles en cosas demasiado específicas, que quedaban bien al inicio, minuciosamente recalcando cada apellido, cada edad, cada fecha, cada lugar, cada asignatura, cada prenda de ropa, cada palabra, de manera que daba un sentido bastante concreto, conciso en descripciones y abundante en señalizaciones de cosas distintas.
Pero al cabo de un rato me volvía loca tratando de quedarme con los hechos más representantes, cuando estaban tan envueltos en especificaciones que tampoco repercutían en exceso en la historia.
Entiendo que estas palabras puedan hacer parecer que estoy quitando parte de su vida, y parte de quien es, a Howard Dully, nuestro escritor, pero no es así. Solo siento que el estilo de escritura podría haberse pulido un poco más, dejando tanto lo técnico-personal y dando una sensación más cercana en cuanto a situaciones, que no estaban representadas en escenas sino en resúmenes de escasas palabras.
En cuanto a la historia, estaba repasada muy por encima, de una manera que no llevaba a mucho pensamiento porque estaba demasiado cerrada, en un único ángulo. No se sabe mucho de lo que este hombre hizo para acabar en los sitios en los que estuvo, aunque sí se sabe lo que pasó para que hiciese lo que hizo, y este tema último se repite con constancia, mientras que el otro apenas es tocado, porque he sentido que el libro trataba de apuntar como víctima al escritor... que sin duda lo es... pero en demasía, y me acababa cansando que este escrito pareciese más de defensa propia que de compartir con nosotros una vivencias y un sentido de existencia puramente realista.
No hablo de quien es Dully como persona (apenas se deja ver en el libro, puesto que no aparecen relaciones personales que haya tenido con otras personas en profundidad, y no puedo hablar sin conocer), pero puedo hablar de cómo escribe, de cómo estructura el pensamiento, de cómo hila eventos, de cómo relaciona acontecimientos, de cómo expone sus pensamientos, de cómo muestra con destreza literaria sus sentimientos, de cómo nos hunde en reflexiones y en miedos, de cómo nos absorbe en la historia, en su historia, y nos cambia...
... O más bien: de cómo no ha hecho conmigo ninguna de estas cosas, cómo no he sentido que llegase a ninguna forma de profesionalidad de escritura. Lo que viene a ser una vida interesante, temo que en palabras escritas se ha quedado en algo que sabe a poco, que en mí pasará al olvido, y que no ha dejado huella de ningún tipo conmigo...
No he sentido que hubiese avances en la historia, cambios en el pensamiento del escritor, desarrollo de quien era a quien ahora es, reflexiones profundas, llamadas de atención a momentos concretos... Era repetitivo, no llegaba a ninguna parte en ningún momento del libro, todo estaba unido de mala manera, no había destreza en exponer sentimientos, en plasmar pensamientos, en dedicarse a momentos, diálogos, relaciones y evoluciones, en contar una historia...
Todo estaba estaba excesivamente homogeneizado, contado con dejadez, con pesadez, el libro, de extensión muy breve, se me hizo muy largo... Y no he sentido que sacase nada de él, nada en absoluto, ni siquiera detalles interesantes de mecanismos técnicos para hacer lo que tuvo lugar, o un relato que me cambiase de alguna manera... No he sentido que haya habido un antes y un después con este libro, eso es todo. No he podido sacar nada de él.
Autor: Howard Dully and Charles Fleming
Editorial: Three Rivers Press
Canción Identificada:
Sinopsis:
At twelve, Howard Dully was guilty of the same crimes as other boys his age: he was moody and messy, rambunctious with his brothers, contrary just to prove a point, and perpetually at odds with his parents. Yet somehow, this normal boy became one of the youngest people on whom Dr. Walter Freeman performed his barbaric transorbital—or ice pick—lobotomy.
Abandoned by his family within a year of the surgery, Howard spent his teen years in mental institutions, his twenties in jail, and his thirties in a bottle. It wasn’t until he was in his forties that Howard began to pull his life together. But even as he began to live the “normal” life he had been denied, Howard struggled with one question: Why?
“October 8, 1960. I gather that Mrs. Dully is perpetually talking, admonishing, correcting, and getting worked up into a spasm, whereas her husband is impatient, explosive, rather brutal, won’t let the boy speak for himself, and calls him numbskull, dimwit, and other uncomplimentary names.”
There were only three people who would know the truth: Freeman, the man who performed the procedure; Lou, his cold and demanding stepmother who brought Howard to the doctor’s attention; and his father, Rodney. Of the three, only Rodney, the man who hadn’t intervened on his son’s behalf, was still living. Time was running out. Stable and happy for the first time in decades, Howard began to search for answers.
“December 3, 1960. Mr. and Mrs. Dully have apparently decided to have Howard operated on. I suggested [they] not tell Howard anything about it.”
Through his research, Howard met other lobotomy patients and their families, talked with one of Freeman’s sons about his father’s controversial life’s work, and confronted Rodney about his complicity. And, in the archive where the doctor’s files are stored, he finally came face to face with the truth.
Revealing what happened to a child no one—not his father, not the medical community, not the state—was willing to protect, My Lobotomy exposes a shameful chapter in the history of the treatment of mental illness. Yet, ultimately, this is a powerful and moving chronicle of the life of one man. Without reticence, Howard Dully shares the story of a painfully dysfunctional childhood, a misspent youth, his struggle to claim the life that was taken from him, and his redemption.
Opinión:
Llevo una fuerte racha de lecturas que me llevan por delante en maravillas, que me dejan sin respiración, que acaban conmigo, que me vuelven loca de angustia y de emoción... No obstante, toda gráfica tiene sus puntos de curvatura, y uno de ellos, uno de los mínimos, ha sido este libro...
Por supuesto, el método de etiquetación debería ser diferente con esta clase de libros, pero al final sus fundamentos de narrativa, así como de organización en la introducción de las figuras de los personajes de sus vidas y de los eventos más destacables de ellas, pueden ser evaluados de una manera más orientada a la ficción, como yo lo he hecho. (Así que NO ES PERSONAL).
Al fin de al cabo, siempre he pensado que estamos separados de las situaciones reales: lo que decimos, lo que escuchamos, lo que leemos, lo que presenciamos, está manipulado, esencializado, razonado, cambiado, por nuestra mente.
Es decir, que, si vamos a escribir una historia sobre nuestra vida, al final resulta que las pautas de presentación de la misma entran en una firme semejanza narrativa con la que mostraríamos una historia inventada... y esto es algo que no se ha tenido en cuenta en este libro.
Aunque trataba de entrar en él, me lo impedía su falta de crear ambiente en las situaciones, ya sea un aura de tensión, de inquietud, de incertidumbre, de desesperación, de alivio, de tranquilidad, de ternura, de fortaleza... En cualquier situación, que brevemente era descrita en el libro, no entraba ninguna de estas sensaciones a nosotros, porque el libro no estaba escrito con esa intención... trataba de explicar hechos con precisión, pero lo hacía tratando también, en vano, de tener un dinámica de novela.
Había excesivos detalles en cosas demasiado específicas, que quedaban bien al inicio, minuciosamente recalcando cada apellido, cada edad, cada fecha, cada lugar, cada asignatura, cada prenda de ropa, cada palabra, de manera que daba un sentido bastante concreto, conciso en descripciones y abundante en señalizaciones de cosas distintas.
Pero al cabo de un rato me volvía loca tratando de quedarme con los hechos más representantes, cuando estaban tan envueltos en especificaciones que tampoco repercutían en exceso en la historia.
Entiendo que estas palabras puedan hacer parecer que estoy quitando parte de su vida, y parte de quien es, a Howard Dully, nuestro escritor, pero no es así. Solo siento que el estilo de escritura podría haberse pulido un poco más, dejando tanto lo técnico-personal y dando una sensación más cercana en cuanto a situaciones, que no estaban representadas en escenas sino en resúmenes de escasas palabras.
En cuanto a la historia, estaba repasada muy por encima, de una manera que no llevaba a mucho pensamiento porque estaba demasiado cerrada, en un único ángulo. No se sabe mucho de lo que este hombre hizo para acabar en los sitios en los que estuvo, aunque sí se sabe lo que pasó para que hiciese lo que hizo, y este tema último se repite con constancia, mientras que el otro apenas es tocado, porque he sentido que el libro trataba de apuntar como víctima al escritor... que sin duda lo es... pero en demasía, y me acababa cansando que este escrito pareciese más de defensa propia que de compartir con nosotros una vivencias y un sentido de existencia puramente realista.
No hablo de quien es Dully como persona (apenas se deja ver en el libro, puesto que no aparecen relaciones personales que haya tenido con otras personas en profundidad, y no puedo hablar sin conocer), pero puedo hablar de cómo escribe, de cómo estructura el pensamiento, de cómo hila eventos, de cómo relaciona acontecimientos, de cómo expone sus pensamientos, de cómo muestra con destreza literaria sus sentimientos, de cómo nos hunde en reflexiones y en miedos, de cómo nos absorbe en la historia, en su historia, y nos cambia...
... O más bien: de cómo no ha hecho conmigo ninguna de estas cosas, cómo no he sentido que llegase a ninguna forma de profesionalidad de escritura. Lo que viene a ser una vida interesante, temo que en palabras escritas se ha quedado en algo que sabe a poco, que en mí pasará al olvido, y que no ha dejado huella de ningún tipo conmigo...
No he sentido que hubiese avances en la historia, cambios en el pensamiento del escritor, desarrollo de quien era a quien ahora es, reflexiones profundas, llamadas de atención a momentos concretos... Era repetitivo, no llegaba a ninguna parte en ningún momento del libro, todo estaba unido de mala manera, no había destreza en exponer sentimientos, en plasmar pensamientos, en dedicarse a momentos, diálogos, relaciones y evoluciones, en contar una historia...
Todo estaba estaba excesivamente homogeneizado, contado con dejadez, con pesadez, el libro, de extensión muy breve, se me hizo muy largo... Y no he sentido que sacase nada de él, nada en absoluto, ni siquiera detalles interesantes de mecanismos técnicos para hacer lo que tuvo lugar, o un relato que me cambiase de alguna manera... No he sentido que haya habido un antes y un después con este libro, eso es todo. No he podido sacar nada de él.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 0.5/5
♫ Acción: 0.5/5
♫ Trama: 0.5/5
♫ Originalidad: 2/5
♫ Desenlace: 0.5/5
♫ Pluma: 0.5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 1/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 1/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
No hay comentarios:
Publicar un comentario