Título: Last Exit to Brooklyn Autor: Hubert Selby Jr.
Editorial: Penguin Books
Canción Identificada: Brooklyn Baby (Lana Del Rey)
Sinopsis:
Few novels have caused as much debate as Hubert Selby Jr.'s notorious masterpiece, Last Exit to Brooklyn, and this Penguin Modern Classics edition includes an introduction by Irvine Welsh, author of Trainspotting.
Described by various reviewers as hellish and obscene, Last Exit to Brooklyn tells the stories of New Yorkers who at every turn confront the worst excesses in human nature. Yet there are moments of exquisite tenderness in these troubled lives. Georgette, the transvestite who falls in love with a callous hoodlum; Tralala, the conniving prostitute who plumbs the depths of sexual degradation; and Harry, the strike leader who hides his true desires behind a boorish masculinity, are unforgettable creations.
Last Exit to Brooklyn was banned by British courts in 1967, a decision that was reversed the following year with the help of a number of writers and critics including Anthony Burgess and Frank Kermode.
Opinión:
... me pregunto en qué tienda comprarán esas grandes, pesadas botas de metal, esas de extremo afilado, para clavárnoslas en un costado, que tanto nos hacen sufrir. Como Hubert Selby Jr. hay tantos otros autores que han decidido hacerme sufrir horrores con sus libros... Algunos lo han hecho desde la tristeza, otros desde la nostalgia, otros desde la pérdida... y otros desde una risa sardónica, cruel y crítica, que remueve tantas cosas en mí que parecer que sacan con una cuchara de mis intestinos cada rastro de emoción para colocar en mis formas del sentimiento clavos ardientes.
“high spirits and overflowing joy making the absence of love known.”
Pongamos a Bret Easton Ellis, de estos autores, de momento, del que más cosas he leído; o hablemos de Anthony Burgess, o hablemos de Chuck Palahniuk... Y otros sobre los que quiero leer, como es el caso de Irvine Welsh.
Ahora hablemos de Hubert Selby Jr. Más bien, hablemos de su primera y más exitosa novela: Last Exit to Brooklyn, una espiral de descontrol, de vidas miserables, caóticas y violentas donde no hay punto de retorno, y donde no existe un final. Muchos son los padres de estas clases de novelas... estas novelas que equivalen a un escupitajo en la cara, a una puñalada en la espalda, a un deterioro de la mente gradual y doloroso... Estas novelas que remueven toda clase de emociones en nosotros, que nos hacen jadear de horror, que hacen que sudemos la gota gorda... Sí, esas novelas de las que últimamente tanto estoy hablando (con pasión), y que suponen una manera muy aguda de criticar el rumbo de una sociedad... y de hacer hablar finalmente a las personas en los márgenes sociales, quienes, frustrados por su invisibilidad desde los inicios de los tiempos, no ven otra salida que la de la criminalidad, el odio, el rencor y la ira.
“The bodies went back in the doors and bars and the heads in the windows. The cops drove away and Freddy and the guys went back into the Greeks and the street was quiet, just the sound of a tug and an occasional car; and even the blood couldn't be seen from a few feet away.”
Hablar de estos libros es hablar de toda una corriente de pensamiento que no se centra tanto en grupos políticos como en un chillido de frustración ante la inactividad de todos. Se trata de una llamada de alarma, un salvaje grito de furia, una manera de indicar que aquí pasa algo, que no todo marcha sobre ruedas, que hay mucho que cambiar, y que está en la mano de todos, sin excepción, de todos nosotros. Y que es algo que no puede esperar.
“In the winter everyones hate was bare if you looked. She saw hate in the icicles that hung from her window; she saw it in the dirty slush on the streets; she heard it in the hail that scratched her window and bit her face; she could see it in the lowered heads hurrying to warm homes …”
Hubert Selby Jr. habla con descaro, con burla, con odio. Saca todo lo que lleva dentro para anteponer el desgaste del mundo antes que la superficialidad de la vida acomodada. Lo hace para decir: o actuamos o todo está perdido.
Y ahí no plantea soluciones, sino que nos hace pensar a todos sus lectores sobre a qué punto hemos llegado... qué estamos haciendo marginalizando, desechando a personas así como si fueran productos.
La economía pesa más que la ética, cualquiera que diga lo contrario tiene los bolsillos llenos de billetes y silba despreocupadamente. Y Hubert Selby Jr., entre muchos, dice "BASTA". Y nos presenta el escándalo: nos presenta la desorientación, la desgana, la crueldad, el animalismo al que se puede llegar. Nada de héroes que comienzan desfavorecidos y acaban triunfando... los personajes de Hubert Selby Jr. han llegado a un punto que no tiene final, y se han olvidado de su propio comienzo: están en un bucle de maldad, de dolor, de pérdida de sentido, de caos absoluto en sus vidas, donde buscan satisfacerse, sentir placer, sentir amor, sentir felicidad, se drogan, bailan, se golpean, beben, se desvisten, besan, no acaban de entender a dónde lleva nada, tan solo viven la vida con la ofuscación de quien sabe que no hay salida y tan solo quiere evadirse de esa dura realidad. Es lo que yo he denominado un libro "sin salida". Libros que en sí comienzan igual que acaban: la miseria sigue siendo miseria, el dolor sigue siendo el dolor, la violencia sigue siendo la violencia. Sus vidas continuarán aunque ya no sean narradas, su confusión total los llevará a más malas decisiones, a más momentos de terror. No está en su mano huir, o no parece estarlo. La escapatoria es nula... Para cambiar las vidas de estos personajes, Selby no se basa en la irrealidad de "evolucionan, encuentran buenos trabajos, esposos/esposas querid@s, viven felices y comen perdices". Hay que dar un paso mundial. Hay que cambiar todo un sistema. El punto de partida es la queja, la furia, el ser rebelde... luego llegan los cambios. Pasa en todas las revoluciones. Sigamos liberándonos. Jamás va a finalizar esto. Pero puede mejorar.
Sin salirme del tema, pues, Last Exit to Brooklyn es un libro "sin salida", que abre sus fauces y presenta una peligrosidad de lectura... Tal fue su fuerte crítica, y sus pasajes tan violentos, tan abusivos y tan crueles, que no llegó a ser publicado hasta un poco después, cuando, con ayuda de otros escritores, como el propio Anthony Burgess, encontró su espacio en las librerías. Y fue muy criticado, muy duramente: "hellish", "obscene", "beyond revulsion"... No del todo desacertadas estas opiniones: el libro es infernal, el libro es obsceno, el libro va más allá de la repulsa... Y, entre toda esa enfermiza marea de golpetazos, palabrotas y actos horribles, se esconde una crítica radiante, se plasma a la perfección la vida desordenada y sin luz en el túnel de varios, diversos personajes que en su época eran rechazados socialmente: mujeres, homosexuales, prostitutas, travestis, negros, incluso revolucionarios... Todo ello, empaquetándolos en el aire de caos del Brooklyn de los años 50 (aunque se estima esta fecha, el libro no la menciona como tal), donde la adicción, la droga y la búsqueda sin freno de placer mueven a nuestros "monstruosos" personajes (humanos que jamás han sido ofrecidos un ápice de piedad) a un entorno de violencia, agresividad y crueldad, un pozo de oscuridad donde mucha gente mira y ríe y azota y ni una sola criatura da la mano para ayudar. La gente juega con la muerte. La gente da palizas hasta dejar al otro inconsciente. Las personas escogen a los más peligrosos como gente a la que admirar. Los personajes aman el sufrimiento de otros, la maldad de otros, disfrutan de las heridas, disfrutan del éxtasis de los narcóticos, el debate está entre si es mejor morir joven y a lo loco o vivir entre miseria y desgana. La gente escoge la muerte prematura. La gente hace llamadas anónimas a la muerte y flirtea con ella.
Cada uno de los personajes de la historia actúa en maldad plena, no conocen otra forma de operar, y la brutalidad con la que tratan a otros se puede hacer muy desagradable, muy dura de leer.
Cualquiera de los que lean este libro serán presas fáciles, así que lo mejor es conocerse a uno mismo, determinar si eres una persona sensible (o que sencillamente no te va el estilo de obscenidad y violencia y sexo explícitos), y decidir si es buena idea o no atreverse con esta lectura que, en efecto, es infernal... Y de la que yo he salido a duras penas, casi sin poder escapar de sus garras, pero con la sensación de haber hecho un viaje que me ha cambiado de por vida.
“But it was a bike and it moved. I think that sonofabitch woulda used it even if he had ta push it or pedal it like a kiddy car. So he kicks it over after 5 minutes and we listen to it cough and miss and Spook went puttin off with a shiteatin grin on his face and we went back up stairs and a few minutes later he comes back. Smilin all over the goddamn place and the strap of his hat under his chin. I tellya man, it was a pissa.”
El mundo está convulso y el mundo está helado: no se escucha el palpitar de corazón alguno, no se escucha la risa infantil.
Cada uno de los personajes maneja el malvivir de incorrectas maneras: las demás personas son objetos de usar y tirar, cosas que arrugar y sobre las que mear encima, los protagonistas viven en total egocentrismo y las personas con las que se reúnen actúan de igual manera... No hay bondad en el libro, mucho menos una salvación, los personajes dan lo que han recibido: y así, el círculo se cierra.
Last Exit to Brooklyn es una novela compuesta por seis historias, relacionadas entre sí en especial debido a su entorno, a su época y en ocasiones a los propios personajes, y éstos consisten en los despojos sociales: la gente "no querida" de la sociedad, la "chusma", los que en esa época eran sentenciados al rechazo y al asco.
Entre ellos, hay individuos de la peor calaña (delincuentes, violadores en bandas, matones locales, proxenetas, clientes del negocio de la prostitución) e individuos golpeados una y otra vez por los demás (homosexuales, travestis, prostitutas...). Cada uno de los relatos tiene como nexo "the Greek", un bar indeseable donde se reunen bandas, matones, personas apartadas, gente tratada como escoria social.Los relatos son "Another Day, Anther Dolar", "The Queen is Dead", "And Baby Makes Three", "Tralala", "Strike", y "Landsend".
Los protagonistas principales de la obra son los siguientes:
Otro personaje es Georgette, una mujer transgénero resuelta que trata a toda costa de atraer la atención de un hombre peligroso, Vinnie, un matón que la trata de malas maneras y al mismo tiempo tontea con ella, mientras Georgette trata de no poner un pie en su casa, donde su madre se vuelve ansiosa y su hermano la detesta por llevar ropas de mujer (puesto que su hermano la ve como un hombre). Georgette ha sido más humana, y al mismo tiempo alguien a quien deshumanizaban poco a poco, una paliza tras otra, he sufrido mucho desde su punto de vista... Como digo, no habrá realmente un solo personaje que logre dejar tranquilo al lector. Todo es un pozo sin fondo. 
Sobre la prosa literaria, tengo que decir que el estilo narrativo ha sido todo un acierto... Hubert Selby Jr. escribe con furia, con tosquedad, sus pasajes son violentos, salvajes, crudos y dolorosos, pese a que también hay momentos de mayor dulzura en la historia, escasos pero muy buenos.
Es más, Hubert Selby Jr. ha destacado, para mí, en hacerme sentir increíblemente asfixiada: escribe sin apenas pausas, sin usar muchos signos de puntuación, no hay casi puntos y aparte y esto hace que el texto sea denso, pesado, que deje en desaliento. La narrativa es dura, afilada, hosca, hay errores gramaticales y mucha jerga coloquial puestos en la narrativa con esa intención... con el fin de hacer el relato más cercano a los personajes, más sórdido.
No hay, tampoco, diálogos (no con sus signos de introducción, al menos): los pensamientos y las conversaciones de los personajes están metidos en la misma narrativa, sin introducción, y me sorprende haberme hecho al estilo de escritura, aun tras un tiempo confusa.
“...and yet there was not a definable thought in his mind. Only a terrifying effort to get from one side of a match box to another.”
Last Exit to Brooklyn es un libro cargante, con repeticiones, páginas enteras que pueden estar escritas en mayúscula (como si nos estuvieran gritando a nosotros mismos), frases y frases sin pausa alguna, deformaciones de la realidad y una manera de ver el mundo desde el cuerpo de los personajes, sin poder salir de sus mentes, de sus turbios pensamientos, de sus acciones descontroladas.
De verdad que estoy fascinada, Hubert Selby Jr. me ha parecido todo un maestro, un experto en hacerme sufrir en pocas páginas, de hacer que lo pase realmente mal... En contra que con Bret Easton Ellis, no ha sido un libro con el que haya conseguido reírme al menos un poco (de nuevo, indico que por la situación tan incoherente o burlesca), sino que he sufrido bastante... Por ello, no me he apegado demasiado a los personajes, en parte porque apenas eran humanos, en otra parte porque lo eran demasiado (dependía del punto en el que estaba en la novela) y tenía que alejarme de su sufrimiento por mi propio bien. Por ello, no he conseguido acercarme a los personajes, he estado algo más ausente en la novela... pero me ha azotado sin reservas de todas maneras. Hubert Selby Jr. tan solo quiere un libro DURO, muy muy muy DURO, un libro desgarrador y escalofriante y repulsivo por sus escenas horrendas, y lo ha conseguido, y ha escrito de fábula, y ha sido demasiado para mí pero al mismo tiempo me ha abierto los ojos a muchas cosas...
La crudeza del lenguaje, en su forma tan peculiar de narrar, ha sido esencial para hacer de este libro algo tan áspero como lo es, un paseo por la adicción, por la agresividad, por la violencia, por el abuso, por el maltrato, por la delincuencia y por la marginalidad de cada uno de los personajes...
Es obsceno, sí, denigrante para los personajes, cruel con ellos y con los lectores...
Debo alertar nuevamente, ya para finalizar, que Last Exit to Brooklyn ha sido, hasta la fecha, el libro más perturbador que me he leído, lleno de detalles explícitos, de vidas salvajes y en desorden, de caos total, de sexo descontrolado y de violencia extrema, hay humillaciones, crueldad al físico y a la propia mente de las personas. El escritor escribe como se piensa: en caos, en brevedad, en imágenes más que elegancia de palabras. No hay elegancia. Solo hay brutalidad. No hay que esperarse en esta novela algo que resuelva nuestros problemas... los agrava, los agudiza, pero también nos hace enfurecernos y nos hace quejarnos y nos hace exigir un cambio. Porque estas cosas pasan. Y, si no hacemos algo, van a seguir pasando.
La espiral de violencia, delincuencia, palizas y violaciones sigue atormentando a muchas, muchas personas. En el libro, las vidas de los personajes pendían de un hilo: porque un día al tipo que te gusta se le ocurre por diversión pegarte una cuchillada en la pierna, porque un día no aguantas más y te hundes en los narcóticos, porque solo respiras tensión y alcohol y sangre y sudor y solo te viene a la cabeza "homicidio, escapatoria". Porque esto le puede pasar a cualquiera y porque hay que hacer un cambio. De inmediato. Sin espera. La bestia otra vez se retuerce: es hora de reaccionar.
Last Exit to Brooklyn es una novela que desespera, que agota, que maltrata, que daña, que me ha llenado por dentro de angustia, que me ha dejado sin esperanzas.
Es un libro que sirve como queja, como grito de auxilio, un bucle de degeneración y deshumanización que consume y no parece tener final. Es una novela muy, muy heavy, por lo que hay que escogerla solo si es de tu estilo, y solo si estás estable anímicamente como para leerla... y aun así, tendrás que ser cauto. Y aun así, lo pasarás mal.
Es un mal trago, un golpe duro: saber que los dueños de nuestro destino somos nosotros, y que también nosotros somos su peligro.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 4/5
♫ Acción: 4/5
♫ Trama: 3.75/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Tensión: 5/5
♫ Tensión: 5/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Prosa: 6/5
VALORACIÓN PERSONAL: 8.75/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 8.75/10
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