RESEÑA:
VENUS IN FURS
Título: Venus in Furs
Autor: Leopold von Sacher-Masoch
Editorial: Penguin Random House
Canción Identificada: The Kiss Of Venus (Paul McCartney)
Sinopsis:
'Venus in Furs' describes the obsessions of Severin von Kusiemski, a European nobleman who desires to be enslaved to a woman. Severin finds his ideal of voluptuous cruelty in the merciless Wanda von Dunajew. This is a passionate and powerful portrayal of one man's struggle to enlighten and instruct himself and others in the realm of desire. Published in 1870, the novel gained notoriety and a degree of immortality for its author when the word "masochism" - derived from his name - entered the vocabulary of psychiatry. This remains a classic literary statement on sexual submission and control.
Opinión:
Venus in Furs, en español "La Venus de las Pieles", es una obra seductora, susurrante, idealista y apasionada que trata sobre uno de los temas más interesantes y explorados de la cultura intimista... El masoquismo.
De hecho, al enterarme de que la palabra "masoquismo" provenía del propio Leopold von Sacher-Masoch, sentí una fuerte fascinación hacia el libro. Está en la boca de todos, en las ideas de todos, en la cultura diaria... el masoquismo es ciertamente un tema a veces tabú, otras veces empleado con ironía, pero siempre una constante.
Su inspiración proviene de esta obra, una atractiva y muy breve novela que explora lo que significa la sumisión, el deseo de "inferioridad" con respecto a la sexualidad, y todo un surtido de ideales y romanticismos que, cuando sucumben en la obsesión, se vuelven profundamnete destructivos.
“I love her passionately with a morbid intensity; madly as one can only love a woman who never responds to our love with anything but an eternally uniform, eternally calm, stony smile.”
Es más, definiría esta novela como "una espiral autodestructiva que se engaña con el deseo y el delirante "ideal" de la mujer".
Más que un libro realista y directo, Venus in Furs es una oda ante la fantasía, el sueño, el ideal, la carisma de delirar sobre una relación exageradamente evocadora.
La mujer del libro, Wanda von Dunajew, no es de carne y hueso, sino producto de la fausta fantasía del protagonista central, Severin von Kusiemski, que se imagina, sueña y experimenta con sus ideales para dar forma a su "mujer soñada", una mujer dominante y poderosa que, para la época, era todo un paso en la imagen de la mujer.
El rol se cambia: es ahora la mujer la que domina, la que subyuga, la que tiene el control; y es el hombre, Severin, el que constituye el papel de sumisión.
“You are cold, while you yourself fan flames.”
Quizá por eso llamó la atención del psiquiatra Richard von Krafft-Ebing, quien dotó a su estudio sobre el sadismo y el masoquismo el nombre de "perversiones sexuales". Como este es un debate que puede llevarme siglos iniciar, dejaré que seáis vosotros los que divaguéis sobre hasta qué punto es "correcto" el sadomasoquismo y, hasta qué otro punto, puede retorcer la sexualidad hasta otorgar al dolor un placer que no debería estar ahí.
Sea como sea, Richard von Krafft-Ebing no fue el único que comenzó a sentir interés por estas prácticas: Sigmund Freud ideó una teoría que hablaba de que ello era algo "aberrante" y "psicopatológico" y que provenía de una relación temprana con el dolor y el placer en la infancia, con un desarrollo significativamente complejo.
Ahí se encuentran varias posturas en el siglo XXI: aquellos que dotan a estas prácticas del significado de "patología", llevándolas al terreno de la psicología, la psiquiatría y el cuidado; y aquellos que creen que afirman que no hay nada sentencioso e incorrecto en ello, sino que es una parte más de la sexualidad de cada uno, una fantasía individual que, siempre que no lleve a la agresión sin consentimiento, debe ser respetada.
Total, que terreno para debatir hay más que suficiente. Pero como me estoy yendo por las ramas, y esto es una reseña literaria y no un campo de batalla de ideas complicadas, empezaré la reseña:
¿De qué trata?
Es necesario decir que Venus in Furs trata única y exclusivamente de tres cosas: ideal, fantasía, y obsesión.
Aquellos que quieran una historia que indague y analice sistemáticamente el masoquismo, es posible que no se lo encuentren aquí. Sin embargo, los que no quieran teorías clínicas sino la mismísima y cruda exposición de lo que para el protagonista significa ser dominado, podrán encontrar fácilmente respuestas en este libro.
Venus in Furs es una "plasmación", no un tratado teórico. Aquí caí yo en el error, pensando que el autor divagaría y trataría de entender de dónde proviene tal deseo de subyugarse. En cambio, lo que hay es algo muy diferente, no por ello menos interesante: las propias fantasías y plasmaciones de ideales de un protagonista atormentado y loco de amor.
“I can easily imagine belonging to one man for my entire life, but he would have to be a whole man, a man who would dominate me, who would subjugate me by his inate strength. And every man—I know this very well—as soon as he falls in love becomes weak, pliable, ridiculous. He puts himself into the woman's hands, kneels down before her. The only man whom I could love permanently would be he before whom I should have to kneel.”
De esta manera, e inspirada en la vida personal del propio escritor, la obra trata acerca de un contrato firmado por Wanda y Severin en el que Severin queda bajo la voluntad de la mujer, tan hipnotizado por su belleza con el abrigo de pieles que lleva que pierde de vista todo lo demás.
Si Wanda consigue acabar sintiendo atracción hacia Severin, se establecerá su futuro matrimonio, y quedarán casados. Para desposar a Wanda, Severin prácticamente se arrastra y no cesa de repetirle que, de ahora en adelante, él será su esclavo... Cayendo en una espiral de delirio, obsesión y fascinación, que llevará a un límite que de todas las maneras posibles no debe ser cruzado... Pero Severin, que no entiende a razones, pasará ese límite, y se internará en la parte más obsesiva del "amor"...
Contexto social: la mujer y el hombre de la Austria de finales del siglo XIX
Para entender mejor el contexto de la obra, tenemos que remontarnos al 1870, año en el que fue publicada, y darnos cuenta del papel que jugaban el hombre y la mujer en la época.
Para empezar, nos encontramos frente a dos posturas complicadas: la autodeterminación del tradicionalismo, semi-feudalismo y la sociedad conservadora (cuyos pilares se encuentran en la Iglesia, burocracia y ejército); y la postura más innovadora y liberal, que apoya un sistema social mucho más renovado y rejuvenecido (valores colectivos, individualismo, Ilustración, modernismo...).
La Austria de aquel entonces se encontraba en una guerra intelectual: se acerca el fin de siglo, el movimiento feminista avanza con fuerza, y las monarquías comienzan a verse como demasiado "deterioradas".
La incesante transformación repercutía en las mujeres austríacas, tales como Marie von Ebner Esenbach. El arte está en proceso de reconstrucción, y todo artista busca algo "diferente" en su estilo, algo que se sale de lo "tradicional": así nacen las vanguardias.
“Venus in Furs has caught his soul in the red snares of hair. He will paint her, and go mad.”
Pero estas transformaciones también incumben al significado del hombre y la sociedad.
Sociología, psicoanálisis, darwinismo, historicismo, evolucionismo... y la sociedad patriarcal en decadencia.
La teoría del matriarcado llevó a las mujeres a decidirse a luchar por sus derechos, y la cultura greco-latina tuvo un peso importante en el realzamiento de la mujer. Como se puede ver en la novela, son frecuentes referencias a la Antigua Grecia y su mitología, y, en la Austria de finales del 19, tienen importancia figuras como Medusa, Artemisa, Afrodita, Atenea, Electra, Clitemnestra... Hofmmansthal, por ejemplo, sitúa a Ariadna en su ópera Ariadna en Naxos como un ser furioso, salvaje e indomable, completamente distinto a la mujer sumisa y la Donna Angelicata del momento. Barbarie, anarquismo, violencia, caos... La cultura más apocalíptica se abre paso con un nuevo pensamiento: "la mujer no puede ser dominada, no por más tiempo".
“My heart is a void, dead, and this makes me sad.”
Por supuesto, este pensamiento trajo la oposición de nuevos partidos (la Iglesia no se queda nada atrás en esta oposición), pero el matriarcado se impone: libertad sexual, libre educación de los hijos... En resumen, la llamada "Revolución Sexual", que llegaría unas décadas más tarde.
El psicoanálisis trajo también una nueva teoría: la mujer y el hombre como iguales dentro de la sexualidad, pese a que, como muchos opinan, esas no eran sus intenciones. Así, se inicia el movimiento de la fuerza del erotismo femenino y la desacralización del sexo. El cuerpo, antes visto como "fuente del mal" y de la seducción amoral, ahora tiene mayor naturalidad... Pero prevalecen, pese a todo, ideas tradicionalistas del "ideal de la mujer".
“Dangerous forces lie within me. You awaken them, and not to your advantage. You know how to paint pleasure, cruelty, arrogance in glowing colors.”
Por no alargarme más (porque esto tiene mucho para hablar), cabe señalar que Leopold von Sacher-Masoch era un hombre que figuraba dentro de estos cambios.
Él se consideraba un "suprasensual", y Venus in Furs se inspira en su vida sexual: en diciembre de 1869, Leopold y la escritora Fanny Pistor firmaron un contrato que convertía a Leopold von Sacher-Masoch en su esclavo, bajo el nombre de "Gregor" (nombre estereotípico de sirvientes masculinos), durante un periodo de seis meses, con la condición de que la baronesa vistiera de pieles en tantas ocasiones como pudiera, especialmente si se sentía "cruel". Con este acuerdo, viajarían a Venecia, donde podrían hacer lo que quisieran sin levantar sospechas.
De esta manera, se teje uno de los libros más emblemáticos de Austria en ese siglo, que ha pasado a ser fruto de gran interés a día de hoy: La Venus de las Pieles, obra que simboliza la caída en el delirio de un hombre masoquista y perdido en su amor por "la mujer de su vida".
Personajes intensos, apasionados, atormentados y románticos, llevados por la obsesión y la fuerza
Creo que jamás me acostumbraré a leer novelas de varios siglos pasados. A veces, es "demasiado".
Me voy a explicar: he leído muchas obras de siglos atrás, sobre todo las que mandaban leer en el instituto, y siempre he tenido una misma sensación: que eran exageradamente intensas.
No quiero ni pensar en el vigor de los sentimientos de los autores, porque se plasma en su novela una exageración impresionante. Hay millones de hipérboles, delirios descomunales, y gritos de dolor y angustia.
“Woman's power lies in man's passion, and she knows how to use it, if man doesn't understand himself. He has only one choice: to be the tyrant over or the slave of woman.”
En cierto modo, no me resulta nada, pero nada, real.
Es "demasiado", como digo. Daban ganas de decirle a Severin: "tranquilo, hombre, anda ven y tómate una buena tila". Pero claro, Severin no atendía a razones. Era un personaje profundamente atormentado.
Es más, este tormento se llegaba a hacer repetitivo. Aunque el libro me atrajo desde la primera página, sí que he sentido muchos momentos de desconexión, sobre todo cuando se repetía, una y otra vez, la misma escena: Severin suplica a Wanda ser su esclavo, Wanda duda y no deja de ponerle pegas. Y si esto pasara una sola vez, pues me parecería divino, pero hasta casi el final de la obra esta escena entra en bucle, todo el tiempo, con súplicas y lloros y lamentos. "Basta", tenía ganas de decirle a Severin, espantada. "Estás realmente loco de atar, ¡eso no es amor, es completo delirio!"
“That love, which is the highest joy, which is divine simplicity itself, is not for you moderns, you children of reflection. It works only evil in you. As soon as you wish to be natural, you become common. To you nature seems something hostile; you have made devils out of the smiling gods of Greece, and out of me a demon. You can only exorcise and curse me, or slay yourselves in bacchantic madness before my altar. And if ever one of you has had the courage to kiss my red mouth, he makes a barefoot pilgrimage to Rome in penitential robes and expects flowers to grow from his withered staff, while under my feet roses, violets, and myrtles spring up every hour, but their fragrance does not agree with you. Stay among your northern fogs and Christian incense; let us pagans remain under the debris, beneath the lava; do not disinter us.”
Claro, con esto tiene que entenderse que la novela no muestra relaciones sanas. Para nada.
Severin idolatra tanto a Wanda que ella deja de ser humana, y se convierte en una diosa, en una estatua que debe ser alabada. Y aunque es halagador que ponga a la mujer en un pedestal, no debe ser ni lo uno ni lo otro, no es sano que dejes de ver a la mujer que de verdad es y tan solo la sustituyas por algo "extraterrenal".
Vamos, que no es bueno ni para ella, que deja de ser real y pasa a ser objeto de obsesión, ni para él, que sitúa a la mujer por encima de su propia vida, y la adora de una manera nefasta.
La relación se basa mucho en el intelecto, en las sonrisas satisfechas, en el control, pero también en la pérdida de control de sus emociones. Es un completo caos, un batiburrillo de sentimientos que a mí me dejaban exhausta cada vez que terminaba mi sesión de lectura de por las noches.
“My husband's personality was filled with serenity and sunlight. Not even the incurable illness which fell upon him soon after our marriage could long cloud his brow. On the very night of his death he took me in his arms, and during the many months when he lay dying in his wheel chair, he often said jokingly to me: 'Well, have you already picked out a lover?' I blushed with shame. 'Don't deceive me,' he added on one occasion, 'that would seem ugly to me, but pick out an attractive lover, or preferably several. You are a splendid woman, but still half a child, and you need toys.”
Obviamente, también hay masoquismo, pero además del más aterrador: latigazos, días enteros encerrado sin probar alimento y completamente helado de frío, besos enamorados a los pies y las manos de la mujer, llantos desconsolados y un miedo horrible a ser abandonado.
No es la relación que nadie debería querer para sí mismo, desde luego.
Por lo que, si se espera una relación sana de amor, en este libro no la habrá. De hecho, esto no es amor, es, como he comentado, una furiosa obsesión que enajena y lleva a la desgracia. Una pérdida total de lo que significa ser uno mismo.
“You look at love, and especially woman, as something hostile, something against which you put up a defense, even if unsuccessfully. You feel that their power over you gives you a sensation of pleasurable torture, of pungent cruelty. This is a genuinely modern point of view.”
Por tanto, no hay que esperarse un libro realista. A menos que esté completamente loco de amor, no te encontrarás en la vida real con alguien que se vaya arrastrando por el suelo suplicando que lo fustigues.
O eso espero, porque no tiene que ser una imagen nada agradable.
Total, que los personajes estaban al borde de un verdadero ataque de nervios A TODAS HORAS. Y eso puede hacerse algo cansado, aunque también ayuda a sacar toda una serie de emociones fuertes del libro; una fuerza emotiva que, muchas veces, no se ve en la literatura de este siglo.
Quizá estemos perdiendo pasión, o quizá estemos poniendo más cabeza y realismo a las relaciones sociales de la literatura. Eso lo dejo a que vosotros decidáis.
Yo, por mi parte, prefiero la literatura contemporánea, sobre todo la más reciente, porque creo que es más realista y no está tan intensificada. Esta novela era una auténtica hipérbole, pero tengo que entender el siglo en el que fue escrita...
Si lo que uno se espera son relaciones tormentosas, llantos desconsolados, idolatría y veneración de la mujer como "ente superior", este libro es el adecuado. Es lo que esperaba encontrarme, y lo que me encontré. Una plasmación del masoquismo más peligroso... con hasta la intervención de terceros en el terreno del dolor. Podía hacerse a veces hasta un tanto macabro y estremecedor.
“He simply painted the portrait of some aristocratic Mesalina, and was tactful enough to let Cupid hold the mirror in which she tests her majestic allure with cold satisfaction. He looks as though his task were becoming burdensome enough. The picture is painted flattery. Later an 'expert' in the Rococo period baptized the lady with the name of Venus. The furs of the despot in which Titian's fair model wrapped herself, probably more for fear of a cold than out of modesty, have become a symbol of the tyranny and cruelty that constitute woman's essence and her beauty.”
Pero, con todo, ha sido un libro que precisamente por su fuerza y por su intensidad me ha encantado, aunque es cierto que me esperaba "algo más", porque al final todo era una misma repetición de súplicas y humillaciones, pero ha estado bien ver cómo el protagonista sucumbía a sus ideales y dejaba de ser un hombre para convertirse en prácticamente un objeto. Un tanto inquietante, pero ahí está la gracia de la novela.
¿Y a vosotros? ¿Os interesa?
Conclusión
Venus in Furs ha sido un libro que es ideal para explorar lo que significa el sentimiento de sumisión y subyugación, que pone muchísimo detalle en los sentimientos y saca a la luz las emociones más conflictivas y tortuosas. Es un libro muy intenso, prácticamente hiperbólico, que libera mucha tensión.
Es muy, muy, muy breve, por lo que no hay que esperarse mucho desarrollo en la novela (además de que Severin en todo momento, menos en el final final, se muestra igual de cansino y radical, y Wanda igual de dubitativa y sin mucha voz), pero es una lectura que enfrascará y dará bastante de lo que pensar.
Además, es una manera muy buena de entender la sociedad de la época, sobre todo los roles de los hombres y las mujeres, y, aunque su prosa no me ha destacado, está bien escrito y tiene mucha fuerza en los diálogos.
Una novela curiosa, difícil de catalogar, que me ha interesado bastante.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 3/5
♫ Acción: 3/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 3.5/5
♫ Tensión: 3.5/5
♫ Desenlace: 3/5