Últimas Reseñas

sábado, 12 de junio de 2021

Reseña: 300,000,000

 

RESEÑA:
300,000,000


Título:  300,000,000 (Three Hundred Million)
Autor:  Blake Butler
Editorial:  HarperCollins Publishers
Canción Identificada:  One Hundred Sleepless Nights (Pierce The Veil)




Sinopsis:

An unforgettable novel of an American suburb devastated by a fiendish madman—the most ambitious and important work yet by “the 21st century answer to William Burroughs” (Publishers Weekly).

Blake Butler’s fiction has dazzled readers with its dystopian dreamscapes and swaggering command of language. Now, in his most topical and visceral novel yet, he ushers us into the consciousness of two men in the shadow of a bloodbath: Gretch Gravey, a cryptic psychopath with a small army of burnout followers, and E. N. Flood, the troubled police detective tasked with unpacking and understanding his mind.

A mingled simulacrum of Charles Manson, David Koresh, and Thomas Harris’s Buffalo Bill, Gravey is a sinister yet alluring God figure who enlists young metal head followers to kidnap neighboring women and bring them to his house—where he murders them and buries their bodies in a basement crypt. Through parallel narratives, Three Hundred Million lures readers into the cloven mind of Gravey—and Darrel, his sinister alter ego—even as Flood’s secret journal chronicles his own descent into his own, eerily similar psychosis.

A portrait of American violence that conjures the shadows of Ariel Castro, David Koresh, and Adam Lanza, Three Hundred Million is a brutal and mesmerizing masterwork, a portrait of contemporary America that is difficult to turn away from, or to forget. 



Opinión:

¡Qué lectura más extraña e inquietante!
Hay muchas cosas que quiero organizar en mi cabeza sobre este libro... Siendo sincera, ¡aún no sé qué pensar sobre él! 

Sé que me ha gustado, aunque no tanto como pensaba. Sé que también me ha dejado mal cuerpo. Sé que ha sido una lectura que a veces se hacía algo pesada, algo repetitiva, pero que estaba escrita con una frialdad y un delirio muy inquietantes. 

Por tanto, sé que es una de esas lecturas que recomendaría, pero supongo que no a cualquiera, porque es un libro al que cuesta cogerle el tranquillo, y que además tiene una temática específica y lista para dar horrores durante las noches más oscuras. 

“I put the girl’s teeth shaped like my mother’s teeth into my own mouth and on her teeth I chewed until I heard my own teeth in my head breaking and I swallowed and I smiled.”


Sé que hoy por hoy estamos casi casi en verano, pero, leyendo este libro, he sentido esa ligera pero fría brisa de miedo en mi espalda. Ha sido una sensación curiosa, provocada por un libro aún más curioso, y me sorprende la gran inventiva de Blake Butler a la hora de crear esta historia... Aunque, como digo, se hace ciertamente muy repetitiva y algo cansada de leer. 



Seleccioné esta novela sin saber a lo que me enfrentaba. Para variar, no sabía que su temática era paranormal, pensaba que iba a tratar únicamente de una investigación policial... pero Three Hundred Million es mucho más. Uno no se hace una idea de lo que va a encontrarse en esta novela hasta que no está cara a cara con ella. Pero aun así, porque es mi deber y porque es lo que me gusta, trataré de concretar todo lo que pueda (aunque dejando ese regustillo de misterio, jejeje).

Entonces, vayamos con la reseña:



¿De qué trata?

"¿De qué trata?" es una pregunta del millón, con millones de respuestas, ya que Three Hundred Million tiene muchísimas temáticas y abarca muchísimos géneros. 

Si nos ponemos quisquillosos, podríamos decir, simplemente, que es una novela de terror, y terror del duro y del bueno, con muertes por doquier, y mucho tormento. 
Pero, si decidimos ampliar nuestras miras, también veremos que, como indica la sinopsis, es una novela policiaca, que sigue por una parte el punto de vista de uno de los investigadores; y, por otra parte, sigue el punto de vista del mismísimo asesino. Un asesino muy poco común...

“the running bead of loss of our pulling the color from our hair, pulling the flat out of the skin into the bunched meat of long windows in us purpled over and caved in and laughed and asked and rinsed off and here again Flood is laughing and the floods of Flood are watching Flood. Here again Flood sees Flood forced forever left unending.”


Si decidimos mirar aún más allá, será fácil determinar que es una novela de suspense, experimental, extensa y llena de desarrollo, que junta muy bien el misterio con dosis de revelaciones que dejan congelado en su sitio. 

Aun así, el misterio no es el eje central, ya que, cerca del primer tercio del libro, prácticamente se sabe todo. 

Lo importante aquí tampoco son los personajes, los cuales, aunque extraños y misteriosos, son tan solo dos y tampoco tienen mucho peso en la historia... 

No; lo importante de todo esto es la humanidad. O quizá sería más correcto decir la ausencia de ella. 


Pero como esto os sonará a chino, ya que seguramente no habéis leído el libro, seré más específica:

300,000,000 es una novela de extensión usual, de 454 páginas (aunque estas páginas, en mi edición, son algo más grandes que las de un libro normal), que a mí me ha costado leer algo más de una semana (lo que es algo más de lo habitual en mí), pero que no por ello lo he disfrutado menos. 


Three Hundred Million sigue la historia del infame y diabólico Gravey, un asesino serial que, conviviendo en su hogar con jóvenes perdidos e influenciables, ha utilizado a estos muchachos para acercarse a madres y matarlas salvajemente. 
Pero Gravey no es un asesino corriente, ya que tiene un sistema ritualístico muy extraño, y, es más, unos delirios que estremecen por dentro. 


La primera parte del libro sigue el punto de vista de Gravey, en el que narra, en un libro, cómo ascendió hasta convertirse en un monstruo. 
Pero no es una historia sobre humanos, ya que Gravey asegura ser un ser superior, alguien capaz de mudar de piel y cambiar de cuerpo, que se instala en la mente de las personas y, como un parásito, devora sus miedos y los manipula cruelmente. 
Obsesionado con la idea de "Darrel", insiste en ideales, fantasías, delirios y tormentos de lo más estrambóticos, donde rechaza la realidad como la conocemos y la ve como algo mucho más distorsionado. 
Ahora bien, si esto es así de verdad o si este hombre está mal de la pinza, no lo sabemos hasta más adelante. 

“could hear the mother quiver through the house’s circuits, burning like star meat. She had a few more thoughts to think through unto the becoming zero. Her god was off duty tonight, somewhere like Disney. My teeth were greasy with intent to do exactly what I was doing. I had a boner and a cough. I heard Darrel in me getting stoned on our blood bowling open like locked darkrooms, black cabinets full of speaker coils.”


Gravey comienza contándonos su historia iniciada en esa casa, primero con un cuerpo de muchacho, hasta hacerse con el del hombre Gravey, el cual tenía una complicada y siniestra relación con los jóvenes. Explorando su nuevo cuerpo, así como su sexualidad, sus intenciones y sus deseos más bastos, Gravey comienza con los asesinatos, en los que llega incluso a devorar parte de la carne, hasta ser detenido, y, entonces, pasa a ser objeto de estudio del investigador E. N. Flood, el cual trata de entender su mente y lo que lo llevó a asesinar. Sabemos de los apuntes y anotaciones de Flood mientras leemos la parte sobre Gravey, y, en un punto de la novela, cambiamos el punto de vista a su perspectiva.


Pero, no obstante, la novela, aun con este cambio de voz, tiene un tono homogéneo, esto quiere decir que el delirio de uno era el delirio del otro, y los personajes no se diferenciaban. 
Para mi tragedia, me encontré con que ninguno de ellos me llamaba la atención, ni siquiera Gravey, ya que acababa agotando que siempre expusiera sus pensamientos extraños y monótonos. 

“Blood helicopters chopped across my slim cerebrum like fresh diamonds, rings in screaming on small hands coming awake inside my linings, each after its own way to reach beyond me.”

Como sea, la riqueza de este libro no es centrarse en los personajes, sino en el terror en su estado puro: la creación de un monstruo, y cómo, según sus deseos de acabar con toda la humanidad, se abre paso por el mundo. 

El desarrollo de los asesinatos es el punto fundamental de la novela, y ya digo yo que hay muertes por todas partes, por lo que, si a uno le gusta lo tremendista y brutal, esta novela precisamente explora los asesinatos en masa.



Argumento poco claro, que desarrolla la historia de la muerte por el mundo, y que se extiende hasta abarcar en delirios cada palmo de la novela

"Va más allá del concepto de novela". Creo que esa sería la frase ideal para hablar de esta obra. 
Me da la sensación de que al autor de Three Hundred Million le traía sin cuidado que fuera una novela adictiva o no; él quería escribir una historia "diferente", y eso fue lo que sucedió. 

Las novelas tienen que ser enganchantes, llevaderas, últimamente la gente quiere ligereza, pero, en contra, Three Hundred Million es pesada, densa y contundente, arrastra a una historia de temática muy poco clara donde apenas parece una novela, sino que resulta más bien una tesis sobre algo sobrenatural, una historiografía sobre el mismísimo fin del mundo. 

...Porque justo este libro habla sobre el fin del mundo, y se extiende en ello y en cómo sucederá durante páginas y páginas llenas de inquietud. Los personajes en esta obra son inexistentes, solo importa el concepto de la muerte, de cómo va suceder, detallando cada una de las maneras. 


El argumento es poco claro, nada claro, de hecho, cuesta seguir el hilo y yo muchas veces me perdía en las largas disertaciones del autor, las cuales, al estar contadas desde el punto de vista de Gravey o de sus seguidores, eran aún más extrañas y delirantes. La novela se extendía, divagaba, filosofaba y hablaba sobre el origen y el fin del mundo con amplitud, ponía atención a cada detalle pero esto hacía que me pareciera ciertamente densa y cansina, un tanto repetitiva, porque al final todo giraba en palabrejos y misterios del mundo y del más allá... De verdad que es una de las novelas más extrañas que me he leído, y ni siquiera sé si esa quería ser su intención. 

“After the confession, still inside his sleeping, a massive boil shaped like a bird’s egg appears on his left hand between his point finger and his thumb. When medics drain the boil, from the pustule’s face floods a creamy darkish oil. The runoff will be stored in a glass vial in a black locker several miles from Gravey’s fleshy self, no one seeing what the wet does in the darkness when no longer watched.”


Es por eso que digo que esta obra va más allá del concepto de novela. Una novela, al menos como más generalmente se las conoce, tiene argumento, personajes, desenlace lógico y está dividida en partes importantes, así como uno de los puntos más conocidos de las novelas, que son sus diálogos. Pero Three Hundred Million carece por completo de diálogos. Como mucho, hay una pequeña conversación que Flood tiene con un personaje misterioso dentro de su cabeza, lo que es otra rallada más. Yo estaba perdidísima, no sé si puede tener que ver con que, además, estaba en plena época de exámenes. 

Sea como sea, el diálogo era nulo, todo eran disertaciones. Para los que quieran explorar lo que significa lo sobrenatural, explicado al milímetro con fantasías y paranoias, esta novela será flipante, pero para mí era bastante cargante. Pero en fin, ya está terminada, y todo con todo, me ha parecido interesante.



"Los asesinatos" como personaje central, junto con su desarrollo, su historia, y la escasez de otros personajes en la obra, así como su cierta monotonía

No hay personajes. Bueno, vale, tendré que corregirme: están los que han sido asesinados, están los que han ayudado a asesinar, están los que hablan con anotaciones en algunas partes del libro, luego está el asesino y su investigador. Pero el delirio es tan inmenso, lo abarca todo, que todos estos personajes eran exactamente el mismo. Así de surrealista era la novela. 


No he sentido que ninguno hablara de manera diferente a los demás, y el ideal de todos era el mismo: Gravey, Darrel, y el fin del mundo. El monstruo devoraba la individualidad y los volvía a todos cómplices, pues hasta el investigador Flood iba perdiendo su voz conforme avanzaba el relato. 


Quizá sea atrevido decir que, lo que no me gustó de la novela, fue que apenas había peso en los personajes. Será atrevido decirlo, pero será verdad. 

Los personajes no eran nada importantes, y yo suelo preferir una novela con personajes complejos. Es más, me ha dado la sensación de que los personajes de este libro eran como eran, actuaban como actuaban y narraban como lo hacían debido a que tenían que propulsar la historia para que siguieran sucediendo los tremendísimos asesinatos en Estados Unidos. Es decir, que estaban por estar, sencillamente para dar pie a que se pudiera seguir haciendo disertaciones sobre lo paranormal

Para mí, esto fue un chasco muy grande, pero para otros, será mejor ya que se da más peso a la historia en sí misma, y, en concreto, al único personaje que existía en esta obra: la muerte. 

“The shrinking house was packed in angles of mushy arm meat and abdomens in such ways I couldn’t walk to see who was there or what food I would not eat. The sexdrives of the molding prior bodies of the dead refracted through me in the silence of the act of spreading of our silence outside the house. We clearly knew one day we’d have to all kill one another to become All, and why not begin now?”


Para la creación de un mundo mejor, Gravey, con pretensiones de convertirse en un ser superior al propio Manson, reúne a sus seguidores, jóvenes sin hogar y con propósitos poco claros, para que asesinen por él y traigan a las víctimas a su casa, pero, poco a poco, la ambición crece y ya solo le importa una única cosa: no dejar a ni una sola persona con vida en Estados Unidos. 
Porque claro, como todas las catástrofes ficticias ocurren en Estados Unidos (o esa es la broma que por Europa tenemos), qué menos que el ideal de Gravey sea erradicar a toda persona con vida de este lugar. Y así, esta meta se convierte en su máxima fijación, hasta que todo el mundo se está matando entre sí, el país estalla en sangre, y tan solo existe el terror. 

Debido a que no había personajes significativos en la obra, y no existía el diálogo o el cambio de perspectiva, estas muertes se acababan haciendo repetitivas, hasta que se convertían tan solo en menciones como del telediario: "hoy han muerto x personas en Estados Unidos", y nada más. La "chicha" de la novela, una vez más, estaba en la magnífica forma de narrar (aunque algo redundante a veces), y el desvarío del que no dejaba de hablar. Esa parte, muy buena. Lo demás, no me termina de convencer.

“Yes, he’d loved someone some years some way back before he was him now and can’t remember anything about her but her teeth, which he now feels having grown in behind his own teeth, eating what he eats before he eats.”



Lenguaje evocador, muy distintivo y original, pero que, a la larga, se acaba haciendo difícil de leer

Si algo me ha quedado claro (en medio de toda esta locura de novela) es que Blake Butler ha puesto muchísimo esfuerzo en la prosa, y, además, ha dado sus frutos. Si no me equivoco, la prosa no tenía la intención de ser "asequible", sino que quería experimentar, probar, tener un lenguaje menos común, más cercano a lo completamente diferente: estrambótico, surrealista, filosófico y enajenante. En este aspecto, Blake Butler consigue lo que se propone. 


El lenguaje no repara en formalidades. Habla de lo que quiere hablar, sin que le importe si se extiende o si se queda corto; en ese sentido, el escritor lleva completamente las riendas del destino de la obra. 
Es evocador, muy, muy, muy descriptivo, habla de sensaciones del cuerpo con tal intensidad que las llegaba a sentir yo misma, y narraba las muertes con una belleza que me hacía sentir pura fascinación

El lenguaje era distintivo, muy único y muy original, claramente llevaba la firma del autor, pero, debido a sus largas frases, las alucinaciones con las descripciones, y el caos de organización (que me parecía que era a propósito), al final se hacía una lectura muy difícil de leer, que me costó más de una semana acabar, y eso que yo suelo terminar las novelas más rápidamente.


Lo que mejor me ha parecido que quedaba de la prosa es que, a la hora de narrar, parecía que no estaba escribiendo un humano, sino un extraterrestre que habla de la humanidad por cómo la ve desde fuera, con un tono frío, inquietante, que a todas luces no es como nosotros lo habríamos dicho. 

Pese a que posee un lenguaje a veces coloquial, y otras veces hasta algo obsceno, en todo momento se toma esa distancia de la humanidad, y del propio lector, e indaga con la mente de un alien en el concepto de mortalidad humana y sobrenaturalidad ritualística. Una vez más, tengo que emplear la palabra "delirante" (que he usado a lo largo de toda la reseña) para hablar de la sensación que me produjo leer a Blake Butler. 

“One man assigned outside the door where Gravey sleeps or does not sleep nights gets off duty at the crack of dawn having stood parallel to the wall between them for most of seven hours, walks to his car, unlocks the door, enters through the driver’s side seat, slides across the leather into the passenger side, straps on his seatbelt, takes out his service revolver, puts it in his mouth, and shoots his body dead.”


El lenguaje es experimental, a veces las frases con cortas y contundentes, y, otras veces, puede haber párrafos y párrafos enteros sin ni un solo punto y seguido. 

La experiencia es muy onírica, una plasmación del mundo mental de un asesino que no es humano, el libro se alarga más de lo que debería pero posee una forma de narrar que suscita mucha inquietud y curiosidad. 


En cuanto al desenlace, éste se va prediciendo desde más o menos la mitad del libro, es poco sorprendente pero, de igual manera, es escalofriante a más no poder, y se concluye bien la obra, sin fallos, pero tampoco con grandezas o maravillas (al menos para mí, otra gente lo verá como mejor o peor, claro está).

“Their knees were purple like a machete in the mouth of a horse I’d loved and kissed and cannot remember now but for how one day he’d simply disappeared into my blood.”


En resumen, es una prosa muy cuidada, extraña y difícil de leer, que a veces se hace muy densa y me hizo desconectar con la lectura, pero que, otras veces, llenaba de imágenes y sensaciones el cuerpo. 
Un libro que, aunque no me acaba de entusiasmar, sí que es muy diferente a lo que estaba acostumbrada a leer. 



Conclusión

En conclusión, 300,000,000 (Three Hundred Million) me ha parecido una novela interesante, muy, muy original, pero cuyo lenguaje demasiado extraño y delirante me desconcentraba y me hizo no entrar del todo en la novela.

Three Hundred Million es una novela ideal si gustan los apocalipsis, las muertes en masa, el terror en estado puro y la novela policíaca con dejes de sobrenaturalidad, en la que importa mucho más el tema de los asesinatos que cualquier clase de desarrollo de los personajes (el cual no está muy especificado en el libro, y no es importante).

No obstante, no es un libro que se recree con la muerte en sí, sino más bien con su concepto. 
Es decir, que resulta más filosófico que de tensión, explora los límites de la realidad y la sobrenaturalidad y posee una prosa que divaga y tiende a andarse por las ramas, pero que dice lo que dice con un tono completamente envolvente. 


Para mí, ha sido un libro con el que no me he enganchado demasiado, que a veces me costaba seguirle el hilo, pero que, por su originalidad y el estilo tan curioso de prosa, recomiendo leer para los amantes del terror experimental. 



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2.5/5
♫ Acción: 2.5/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Originalidad: 5/5
♫ Tensión: 2.75/5
♫ Desenlace: 3/5
♫ Prosa: 3.75/5


VALORACIÓN PERSONAL 7/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/




No hay comentarios:

Publicar un comentario