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miércoles, 18 de agosto de 2021

Reseña: Real World

 



RESEÑA:
REAL WORLD


Título:  Real World
Autora:  Natsuo Kirino
Editorial:  Vintage Books
Canción Identificada:  Real Thing (Alice in Chains)




Sinopsis:

A stunning new work of the feminist noir that Natsuo Kirino defined and made her own in her novels Out and Grotesque.

In a crowded residential suburb on the outskirts of Tokyo, four teenage girls indifferently wade their way through a hot, smoggy summer and endless “cram school” sessions meant to ensure entry into good colleges. There’s Toshi, the dependable one; Terauchi, the great student; Yuzan, the sad one, grieving over the death of her mother—and trying to hide her sexual orientation from her friends; and Kirarin, the sweet one, whose late nights and reckless behavior remain a secret from those around her. When Toshi’s next-door neighbor is found brutally murdered, the girls suspect the killer is the neighbor’s son, a high school boy they nickname Worm. But when he flees, taking Toshi’s bike and cell phone with him, the four girls get caught up in a tempest of dangers—dangers they never could have even imagined—that rises from within them as well as from the world around them.

Psychologically intricate and astute, dark and unflinching, Real World is a searing, eye-opening portrait of teenage life in Japan unlike any we have seen before.




Opinión:

Quizá sea que cada país tiene su parte de "maligno". Me gusta precisamente explorar esta "perversidad nacional" con distintas fuentes, con distintos autores, con distintos personajes. Lo que en España se considera aterrador, en Japón se puede considerar todo lo contrario... y viceversa, claro está. 
Podría decirse, de alguna manera, que cada país tiene su propio concepto de monstruo, aunque, en este caso, mi país y el de la escritora de Real World coinciden en una misma cosa: que el matricidio es escalofriante, y que el que lo lleva a cabo tiene que tener una mente muy perturbada.


Pero por lo demás, hay muchas cosas que cambian. La educación, la estructura familiar, el vecindario, las amistades, incluso los primeros amores en un país y en otro son muy diferentes. 


La razón de que me guste tanto leer thrillers (aparte de por el morbo que suscitan), es, más que nada, que se ve esta "perversidad humana" desde diferentes puntos de vista. 

Todo depende de la perspectiva, todo depende del concepto personal, y también nacional, de lo que es bueno o malo. 
Hay cosas que ya se consideran generalidades mundiales, como, por ejemplo, véase matar a tu propia madre, pero en cada país este crimen se comete de manera diferente, y por diferentes causas. 


Total, que este gran matricidio que orquesta, y efectúa, nuestro principal protagonista en esta novela, el raro de Worm, transmite un mensaje inequívoco: cuando alguien llega a ese límite, cuando alguien ofrece el alma de los demás, y la suya propia, para tan solo causar daño, nos quedamos separados de este mundo, y nos vamos a otro... Un mundo que no es real, un mundo en el que eres el rey. El mundo falso de los asesinos.


“I’m still afraid of being totally honest. I’m more afraid of this than dying.”


Oí hablar de la escritora por su novela Out, que, hasta donde yo sé, es la que más aclamada está de todas las suyas. Y aunque Out pintaba muy bien, me pareció más interesante esta otra que aquí reseño, porque hablaba de una juventud guiada por el mal camino... de cómo lo irreparable, como la muerte, para cada uno de los personajes tiene un significado. 


Tenía muchas ganas de empezármela, y, a decir verdad, la acabé muy rápidamente, sobre todo porque es una historia breve, que apenas si llega a las 200 páginas, y que engancha muchísimo... aunque, a mi juicio, el final era demasiado rápido, llegaba demasiado pronto y apenas daba tiempo a asimilar, pareció haberse escrito deprisa

Pero es que pocas son las cosas malas que tengo que sacar de este libro, a mí me ha parecido una historia sublime, muy psicológica, muy llena de descaro y violencia, de malos pensamientos y mucho odio, que es de estas tramas que a mí me cautivan desde el inicio.

Así que, sin demorarnos más, ¡vayamos con la reseña!



¿De qué trata?

Esta vez, explicar de qué trata la historia va a ser sencillito. Porque, en sí, la idea general no es retorcida, se pilla fácilmente, y eso hace que se pueda jugar más con cosas más internas de la historia.

La trama no es complejísima ni extrañísima, y eso hace que conozcamos mejor a los personajes, que pongamos más atención en ellos, y sintamos de otra manera las emociones que tiene cada uno. 

Es una idea fácil la de la historia, aunque también muy original, sobre alianzas, amistades, e interés por lo prohibido, y he disfrutado muchísimo de ella. 

“It wasn't so much that I was afraid of the place itself, but I was afraid of the creatures who masqueraded as people.”


Pero vayamos a lo concreto: Real World es una historia que sigue a un grupo de amigas estudiantes y su conexión intencionada con el crimen que ha cometido el joven vecino de una de ellas, que asesina a su madre y, robándole el móvil y la bicicleta a una de las chicas, se da a la fuga. 

Por medio de una serie de llamadas telefónicas, este chico, al que todas llaman Worm debido a su aspecto y a lo raro que es, comienza a dialogar con cada una de ellas. 
A veces, las llamadas duran unos segundos. Otras veces, unas horas. 

Poco a poco, se va formando un lazo entre ellos. Algunas de las chicas, como la misteriosa y llena de secretos Kirarin, que no es para nada la inocente y adorable chica que muestra ser, se sienten atraídas hacia el crimen de Worm desde el minuto cero, y entrará en contacto con él, quedando incluso en persona para ver quién es este asesino de madres que tanto interés le suscita. Otras, como la inteligente y sensata Terauchi, no querrán tener nada que ver con ello, pero, irremediablemente, acabará enganchada a una historia donde, sin darse cuenta, todas son cómplices del crimen. 

Son cuatro amigas, en contacto con un asesino de su misma edad, el tiempo juega en su contra y desean ver de qué es Worm capaz, hasta qué punto llegará en su huida por hacer ver al resto que él es "diferente" a los demás... que él, desde que mató a su madre, pertenece a otro mundo. 


Revelar más de la historia sería ya decir demasiado, es una novela muy rápida de leer, muy breve, y con muchísima tensión, que además trabaja la burla, la humillación y el pensamiento crítico con cada uno de los personajes, y los hace muy reales, muy cercanos, y también muy peligrosos... 

“Fortunately for me, I ran across some girls I could get along with so I could enjoy high school life okay, but it must be awful for kids who don't get along with anybody. We're different from our parents, a completely different species from our teachers. And kids who are one grade apart you are in a different world altogether. In other words, we're basically surrounded by enemies and have to make it on our own.”


Cada uno de ellos desea salir del Mundo Real en el que están encadenados, cada cual tiene unas fragilidades tremendas pero también unos salvajes puntos fuertes, y harán lo que sea por sentir dominancia sobre los demás. 

En realidad, Real World es un juego de jerarquías, de batallas y de mucha guerra interna, donde los personajes tratan de superarse los unos a los otros, y tener el control de una situación que, en el fondo, los supera. 

De esta manera, se crea una historia llena de temblor e intriga, que se lleva por delante las cosas delicadas, y arrastra a un mundo de obsesiones, furia, y mucha rabia desatada. 



Una trama de idea fácil, pero con muchísimo juego en la psicología, de ritmo muy rápido y buenas dinámicas, ideal para estar enfrascado en la lectura día y noche

Es curioso cómo, una trama tan bruta, tan siniestra y truculenta, se puede hacer hasta agradable de leer. No he sentido parones en la historia, no he sentido momentos desconcertantes, ni ocasiones donde lo sangriento fuera exagerado. De hecho, yo diría que Real World es un thriller "blanco" en el sentido de que no hay casi sangre, no hay violencia muy gráfica, toda la tensión se lleva con el pensar, con la invisible amenaza que se deposita en todos los personajes, y también con que sabemos, sin asomo de duda, que esta historia no puede acabar nada bien. 


La idea de la trama es bastante fácil, bastante sencilla, como dije, es fácil de seguir la historia, porque no es retorcida, lo que advierte la sinopsis es con lo que nos encontramos en el libro, el ritmo de la historia es muy enganchante y muy veloz, y la acción llega en los momentos más adecuados, pero no colma la historia como otras. 

“I was frightened by the optimism of adults, their stupid trust in science to treat a troubled heart. Afraid of their obsession with believing they have to treat troubled kids. I just wanted them to leave me alone, so how come they didn't get it? But that's the way it always is.”


Real World es una novela rápida y ligera, pero no extremadamente frenética, por lo que se pueden hacer pausas y se puede respirar con facilidad. Todo esto es gracias a que la historia se centra especialmente en la parte más psicológica de los personajes, en sus pensamientos, en sus emociones y sus contrariedades, en el pasado con el que todos ellos cargan, y ese futuro al que aspiran que, de pronto parece demasiado lejano a ellos.


La trama es la que es: un grupo de cuatro amigas se pone en contacto con el vecino de una de ellas, el cual se acaba de dar a la fuga tras matar a su madre con un bate. 

Es una idea de locos, una idea que, aunque sencilla, en realidad trae consigo muchísimas preguntas, sobre todo, el ¿por qué lo han hecho? y el ¿qué pasará a continuación? 

Lo verdaderamente complejo de la historia es cómo la autora se las ha apañado para que, una trama que no da tantas vueltas, tenga un juego tan emocionante y peligroso con respecto a la psicología de los personajes, quiénes son y por qué son de esta manera, en qué está convirtiendo a los muchachos más jóvenes la sociedad actual de este nuevo siglo. 

“Bye-bye. I'm off on a journey to the real world. 'Cause within this meta-reality what's real is this - my death.”


Hay muy buenas escenas en el libro, momentos que ponen la carne de gallina, y yo diría que la historia es un no parar, no tanto por la acción sino por el estilo tan cuidado de lenguaje que emplea la escritora, un lenguaje brusco a veces, calamitoso en otras, pero que siempre lleva esa voz de la reflexión, de la sencillez y de la indagación en uno mismo. 

Personalmente, creo que no se puede pedir más, ya se ha visto cómo, incluso con ideas sencillas, que no tienen ninguna revelación grandísima en la historia, se puede crear una historia emocionante y muy adictiva, una historia como Real World.



Unos personajes combativos, enfadados, hartos y cansados, con mucha fuerza y capaces de asumir cualquier riesgo por conseguir pasar a este otro mundo ansiado

Real World tiene muchísimos temas que trata de manera perfecta y, además, bastante detallada, como lo es la relación con las figuras maternales y paternales que nos han criado, el rumbo que toma la sociedad de jóvenes del Japón de este siglo, el nivel tan estricto y angustioso que tienen de estudio los japoneses, las exigencias personales y las que el propio mundo deposita sobre nosotros, ese sentimiento de vacío, de que algo falta, en nuestra vida... 

...Y otros muchos temas, como las alianzas en base única del beneficio propio, el interés y el morbo que muchos tenemos hacia lo sangriento y misterioso, hasta qué punto las personas que cometen crímenes impensables siguen perteneciendo a este mundo, y qué se les pasa por la cabeza a los asesinos antes, mientras y después de que se lleven a su primera víctima al mundo de los muertos. 


Hay muchísimos temas interesantísimos en esta novela, y, además, están muy bien llevados. Por ejemplo, con lo último, nos damos cuenta de que Worm es un chico bastante normal, que tan solo quiere destacar en algún aspecto de su vida. Para excusar lo que ha hecho en un momento de máximo estrés, se inventa una historia tras otra sobre el destino que le tenía deparado el ser un asesino, temas militares, temas de obligación, o, simplemente, decir en llano que su madre le molestaba y ya está. 

En realidad, Worm muestra una furia tremenda hacia un mundo que no ha reparado en él... No deliberadamente, sino, simplemente, porque él es uno entre millones de personas en la Tierra, alguien sin nada de especial que, cansado de todo el control que tiene su madre sobre él, de todo lo atenta que está a cada paso que da, acaba cargándose a la persona que lo ha dado nacimiento, la persona con la que ha tenido, en toda su vida, el vínculo más cercano.

“Maybe what I want is to cut all ties with everybody. The thread or something that keeps me connected to the world, the worthless proof that I exist.”


Pero se trabajan otras muchas cosas en la historia. Por ejemplo, se habla de la pérdida de los seres queridos, de la culpa que se queda en los supervivientes cuando muere una persona muy amada, de la de dudas que deja la muerte, la de sentimiento de que nada puede ser reparado en algo como eso. 

Que hay cosas que no se olvidan, cosas que dejan cicatriz. 


Yuzan, por ejemplo, es la que más se para a pensar en la pérdida, en el dolor de haber dejado atrás, de manera definitiva, a su madre, y haberla tratado de malas maneras los momentos antes de su muerte. 


Y Terauchi, que es mucho más juiciosa y está harta de que la gente criminal se crea superior al resto, opina que eso "irreparable" de la existencia de cada uno no es tanto el asesinato como otros muchos temas, como amar a alguien de quien, en el fondo, ya no confías, querer sentir algo especial por la persona en la que has perdido toda la fe, porque te ha ocultado cosas, o porque te ha tratado haciéndote el vacío, es decir, todo esto trae sentimientos encontrados irreparables. 

“I'm this superphilosophical kind of person. Stuck in a prison of abstract ideas and overpowering emotions, I have this personality that makes it really hard to survive.”


Toshi, en ese aspecto, es mucho más sencilla, ella no ha sufrido grandes pérdidas, ni momentos horrorosos con sus padres, pero también en ella hay una extraña agresividad hacia el mundo, como si se esperara más de él, como si no estuviera para nada a gusto con lo que tiene, con lo que la ha tocado vivir. 
Creyendo que la aventura de ser cómplice de Worm es la salida, ella también se montará en un barco que quizá los esté llevando al fin del mundo. 

“This didn't make me sad exactly - it was more a feeling that my own world was too simple, too smooth, too boring and worthless. The most I could do was have another name, Ninna Hori.”


Y Kirarin, por otro lado, me ha parecido un poco más irritante, no ponía tanta cabeza a los actos, y me sorprendió que se considerara mejor que otras personas cuando ella, en el fondo, era bastante insignificante... como todos lo somos. 
Ella y Worm son los que mantienen las batallas más campales por ver quién tiene la dominancia sobre el otro, por ver quién lleva las riendas de la misión a la que van a enfrentarse. Su alianza es muy inestable, pero los dos se necesitan, y ha estado bien saber cómo esta idealización que Kirarin tenía de Worm se convierte en desilusión, y en desprecio.

“I don’t think I could blurt it out to Yuzan or Kirarin, though. They’d just say, “Hmm. You could be right,” their eyes dreamily looking around for a bit, but then, as soon as the subject changed, they’d forget all about it. They’d drop it so fast I’d be left there feeling stupid and embarrassed. I’d hate that, so that’s why I don’t bring it up with them. It’d be like a lighthouse, where the spotlight rotates and, for an instant, illuminates something. But once the light moves on, everything melts back into the dark.”


De hecho, no ha habido personaje que no fuera, de una manera u otra, ciertamente despreciable. Es aquí cuando señalizo que la escritora tiene una prosa burlona, una prosa muy crítica, porque despoja de dignidad a cada uno de sus personajes, hasta que deja a seres simplemente humanos, llenos de vulnerabilidades, llenos de rabia y dolor, que tratan de sentirse mejores que los demás con diferentes excusas, tan solo para no darse cuenta que son exactamente como el resto, tan insignificantes como cada uno de nosotros. 

Esta batalla de los personajes por hacerse oír, por despreciar lo que es distinto y opuesto a ellos, estaba muy bien conseguida, hay escenas muy directas en esto, como, por ejemplo, el forcejeo entre Kirarin y Worm en el hotel, y otras más indirectas, como las reflexiones condescendientes y algo egocéntricas que Terauichi tenía acerca de los demás jóvenes de su edad. 


En realidad, cada uno de los personajes tiene muchísimo juego, aunque, a mi parecer, hay algunos que son mucho más importantes, y estos son, para mí, Worm, Kirarin, y quizá Terauchi, sobre todo esta en la segunda mitad del libro. 
La que menos importancia tiene es Yuzan, pero también es la que menos intriga deja en la historia. 


De cualquier manera, la historia está contada desde la perspectiva de cada uno de ellos, y es muy absorbente, es alucinante lo detallada que es, la de hincapié que pone a las emociones y de dónde salen cada una de ellas. 

Cada uno de ellos se siente guiado, encaminado, engullido, hacia la brutalidad, hacia la muerte, hacia el fin de la vida, y cada uno de ellos reacciona de distinta manera en los momentos más angustiosos. 

Todos son cómplices de todos, y, poco a poco, su relación se va tornando mucho más oscura. 

“In reality of everyday occurrences I've had to submit to people in order not to lose them. It's less the submission that bothers me, I guess, than how it makes my life miserable. And what happens if I can't forgive myself for making that choice? And what if, in order to keep on living, I have to continue to accept myself? What am I supposed to do? Conclusion: It'd be best if I'm destroyed. The best thing is for me just to vanish.”


Realmente, he disfrutado mucho de la historia, es una lástima que acabara tan de sopetón, me hubiera gustado, incluso, que se alargara un poquito más, aunque así ha estado muy, muy bien. Lo vuelvo a decir, de verdad, me ha encantado.



Una prosa burlona y muy activa, enganchante y llena de tensión, que degrada, aplasta y somete, pero también pone una rigurosa atención en los sentimientos humanos de los personajes

Es el primer libro que me leo de Natsuo Kirino, pero no será el último. Desde luego, pienso volver a leer algo suyo, porque tiene una prosa tan enganchante, tan sublime y cruel, que a mí me ha tenido metida en la historia desde el mismísimo inicio, y eso es algo que a veces cuesta mucho.


La prosa es muy cuidada, Kirino sabe hacer que, cuanto menos palabras emplee, más emociones nos haga sentir, sabe esencializar, sabe ser breve, sabe no alargarse innecesariamente, y eso es algo digno de aplaudir. 


No hay dobles mensajes, no hay engaños, no hay escenas largas y tortuosas para que podamos entender qué es lo que nos dice; Natsuo Kirino va al grano, es sincera, y expone los pensamientos de los personajes de manera honesta y sin nada que ocultar, hace que haya intriga por saber más, y más, pero no resulta pesado o hiperbólico leer su historia, es más, Kirino la sitúa en el aquí y en el ahora, justo donde estamos, justo para nosotros, la trama es realista, y tanto lo es su prosa.

“If you say I hide things because I'm shy, that can't be right. I've finally realized it's for a different reason-- that I don't want to see the darkness that lies in my heart”


Hay muy buenas dinámicas en la historia, no solo entre los personajes, que también, sino que la dinámica más fundamental está en la que Kirino pone en la narración, en su prosa, en el "pacing" de la trama. 

El ritmo es ligerillo, se sigue sin siquiera parpadear, no hay frases engorrosas o formas de hablar que nos hagan tener que releer de nuevo el párrafo. 

Todo lo contrario, el lenguaje es muy fácil, muy adictivo, la idea que tiene Kirino es que se lea en un abrir y cerrar de ojos, y ¡lo consigue!

“If the old man looked at straight lines to keep his act together, I was going to stare at curved lines and go down in flames.”


Pero además, Kirino no se anda con superficialidades. Pese a que el libro tiene poco más de doscientas páginas, algo que está por debajo de la media, Kirino nos sumerge en una historia psicológica y llena de tensión donde los pensamientos y sentimientos de los personajes quedan muy explorados, acabamos sabiendo quiénes son al dedillo. 

Una sola frase de Kirino expresa muchísimo más que párrafos y párrafos de otros escritores, y algo que me ha gustado de su escritura es que sabe cuándo hacer que los personajes se rebajen al nivel de miserables, de decir, que pone cierta humillación en ellos, opera a veces con un tono burlón, siniestro, dispuesto a revelar las partes más vulnerables de los personajes con una gran crueldad, y la precisión de un cirujano. 


Es decir, los personajes de Kirino, en esta novela, no dudaban en tratar de demostrar ser mejores que el resto, trataban de aplastar a los demás, de tratar con un tono superior a los otros, hacer ver que ellos son superiores. 

“I realized that the last thing I wanted to do was go home. A weird feeling—like on the one hand I wanted to go back to that other world, but at the same time didn’t care if my connections to it were cut forever. It wasn’t a feeling of being free or anything. I just didn’t want to go back. I wanted to float somewhere in between.”


En ese sentido, es un poco degradante para ellos, pero también se deja espacio para ver por qué los personajes son así, por qué tratan de tratar con desfachatez a los otros, por qué les cuesta tanto, en el fondo, aceptarse a sí mismos... por qué se comparan tanto, dicho de otra manera. 

Y, así, pese a que la prosa a veces sea muy dura con los personajes, también recalca mucho cómo se sienten, pone mucho énfasis en las emociones, detalla cada momento y da un significado especial a las situaciones más interesantes de la obra, las cuales no son pocas. 

“Kids lose their trust in the parents they love, but still accept them, so they end up not trusting themselves anymore.”


En resumidas cuentas, me ha parecido que Natsuo Kirino era una experta al hacer ver cómo se sentían los protagonistas, y, aunque su prosa es muy sencilla y práctica, hay muchísimo trabajo puesto en ella, y vaya si no se nota.



Conclusión

En conclusión, Real World me ha parecido una novela muy rápida y fácil de leer, hecha para todos los públicos, aunque con una carga muy significativa en el terreno de la psicología de los personajes. 


En Real World, no importa tanto que la trama sea intensa y retorcida o que el misterio esté lleno de revelaciones, es más, estas dos cosas son bastante fáciles en la novela, pero lo que sí que importa son los personajes, la atención que se pone en ellos, lo grandísimamente bien trabajados que están. 
Cada cual es diferente, cada cuál tiene algo que contar, y el verdadero misterio no está en lo convencional de quién es el asesino (que, como ya se ve, se sabe desde el inicio), sino en por qué cada uno de los personajes se siente atraído hacia el proceso autodestructivo de los demás. 


Con una prosa infalible, práctica y muy llevadera, con un ritmo rápido, dinámico y ligero, y con unos personajes insuperables, Real World es una muy buena manera de internarse en el aspecto más íntimo de los personajes, y conocer de distinta manera cómo es la humanidad, cómo es lo que nos hace ser lo que somos... y hasta qué punto, cada uno de nosotros, somos capaces de llegar por obtener la paz interna que todos deseamos alcanzar.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 4.5/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 3.75/5
♫ Originalidad: 3.75/5
♫ Tensión: 4/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Prosa: 4/5


VALORACIÓN PERSONAL 9.25/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/




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