RESEÑA:
TEARS OF THE TRUFFLE-PIG
Título: Tears of the Truffle-pig
Autor: Fernando A. Flores
Editorial: MCD X FSG Originals
Canción Identificada: March of the Pigs (Nine Inch Nails)
Sinopsis:
Autor: Fernando A. Flores
Editorial: MCD X FSG Originals
Canción Identificada: March of the Pigs (Nine Inch Nails)
Sinopsis:
Near future. South Texas. Narcotics are legal and there’s a new contraband on the market: ancient Olmec artifacts, shrunken indigenous heads, and filtered animals—species of animals brought back from extinction to clothe, feed, and generally amuse the very wealthy. Esteban Bellacosa has lived in the border town of MacArthur long enough to know to keep quiet and avoid the dangerous syndicates who make their money through trafficking.
But his simple life starts to get complicated when the swashbuckling investigative journalist Paco Herbert invites him to come to an illegal underground dinner serving filtered animals. Bellacosa soon finds himself in the middle of an increasingly perilous, surreal, psychedelic journey, where he encounters legends of the long-disappeared Aranaña Indian tribe and their object of worship: the mysterious Trufflepig, said to possess strange powers.
Opinión:
Creo que siento una excesiva debilidad hacia los títulos interesantes.
En ocasiones, cuando estoy buscando qué leerme, doy con uno de estos títulos absolutamente intrigantes y al final acabo cayendo en el error de comprarme la novela sin saber realmente si me gustará. Aunque Tears of the Truffle-pig no es uno de los mejores títulos de novelas con los que me he encontrado, sí que es sugerente, y, al final, me dije a mí misma que sería un buen libro aunque no me interesara demasiado la sinopsis.
Total, que acabé por cogérmelo, pues su portada, además, era muy llamativa.
Juzgué a un libro por su portada, lo sé, pero no pude evitarlo, y, además, caí en el error de decirme una y otra vez que sería una novela absolutamente interesante.
En el fondo, tenía buena pinta: tráfico de drogas, mafias, carteles, futuros cercanos, cerdos truferos con capacidades mágicas, clanes y tribus indígenas de la zona del sur de Texas... En fin, podría decirse que sonaba emocionante.
Además, pensé en Breaking Bad, una serie que me encanta y que tenía lugar en zonas relacionadas con estos paisajes cálidos y un tanto turbios en cuanto a malos negocios, y me dije que sería la oportunidad de volver a revivir lo feliz que estaba viendo mi serie favorita.
“He'd learned, unlike many people in South Texas, not to curse God for his problems, for his deep losses.”
Pero erré, porque soy humana y, porque en esta ocasión, el libro, simplemente, no llegó a engancharme NADA.
Había dejado que el tiempo pasara, y pasara, sin querer leerme el libro. Nada más tenerlo en mis manos, toda mi emoción se desinfló, y tardé en verme con ganas. Dejé pasar el tiempo, sí, y, cuando me puse con él, ya tenía muchos prejuicios, porque tenía esta intuición lectora de que los personajes no iban a ser nada memorables.
Bueno, entre estas ilusiones y desilusiones que tenía, tengo que decir que hay cosas del libro que me han gustado, y otras que, en cambio, me han decepcionado mucho.
Diría que la lectura se queda en muy poco memorable, si soy sincera he estado un tiempo sin querer reseñar la novela porque apenas me acuerdo de lo que he leído, así que creo que haré la reseña más breve que otras mías.
En fin, allá vamos, os diré mi opinión:
¿De qué trata?
En primer lugar, cabe resaltar que Tears of the Truffle-pig es una novela bastante original, es un mérito que hay que reconocer. Eso jamás lo pondré en duda, porque tiene montones de cosas de las que hablar.
La historia se centra en Esteban Bellacosa, un hombre que ha perdido a su mujer y a su hija y que aún vive atormentado por sus muertes, y que, además, su hermano ha sido secuestrado por un cartel para acabar siendo convertido en algo de lo que sacar dinero.
En este mundo, que se acerca a una distopía bastante cercana a nuestro tiempo, hay tres muros como bordes entre México y Estados Unidos, los carteles tienen todo el poder, hasta en cuanto a producción de alimentos, y mantienen cautivos a muchos científicos para producir en masa y muy artificialmente a animales que están extintos, y, así, devolver a la vida lo que ya no está en este mundo.
Por otro lado, las cabezas encogidas de la tribu local Aranaña están en gran demanda en este mundo lleno de crimen, mafias, y mucho control sobre la población...
Así que sí, la idea primera es absolutamente extraña, pero hay mucho más, porque pronto todo se convierte en aún más surrealista e imposible: Bellacosa es enviado, por un periodista llamado Paco Herbert, a una decadente cena "underground" donde se encuentra con que el plato principal son muchos de estos animales extintos y reproducidos en masa, y, así, Bellacosa se encuentra con el cerdo trufero (no sé muy bien cómo se traduciría de Truffle-pig), un animal que da título al libro y que la gente dice que tiene capacidades especiales, ya que procede de un mito de los Aranaña, y dice de poder entrar en el subconsciente de las personas. Algo completamente extraño, desde luego.
Entonces, Bellacosa es secuestrado, y la historia no hace nada más que cambiar, moverse, y hacer que todo parezca aún más delirante.
Aunque a mi parecer el elemento de "sorpresa", magia y un poco de extrañeza no está del todo conseguido, pues no he podido sentirme tan interesada en el mundo como esperaba, en realidad sí que creo que esta idea de la trama es muy, muy atrevida, difícil de manejar, pero, con todo, el autor consigue dominar bien la prosa y crear una historia que resulta a veces hasta algo enganchante, y que tiene una idea tan alocada que seguro que os atrae a muchos de vosotros de primeras.
En cualquier caso, yo no logré disfrutarla demasiado, veía algunas inconsistencias y las cosas extravagantes me hacían desconectar de la trama central.
Una trama muy original, con una gran idea, pero que, a la hora de ejecutarse, era a veces exagerada, inconexa, agotadora, y he sentido que le faltaba "algo"
Para empezar, hay que decir que la ambientación es bastante adecuada.
Si uno quiere una historia que se acerque al realismo turbio (drogas, malos negocios, tortura y muerte), pero, al mismo tiempo, a algo prácticamente mágico (cerdos truferos con extrañas capacidades, "filtered animals" llevados a la vida, tribus indias con extraños remedios...), desde luego esta podría ser de su interés.
Porque, además, tiene lugar en el sur de Texas, entre pueblos, camellos de droga, malos negocios y un sin fin de momentos a punta de pistola.
En realidad, el posicionamiento de la historia es el adecuado... Toda la idea es alucinatoria y muy buena. Pero al ponerla en práctica... iba a decir que lo pierde todo, pero, de hecho, el problema está en que incorpora tanto tantísimo que se hace hasta agotador.
Hay, de hecho, una reseña que me he leído que me ha interesado, porque precisamente habla de cómo los elementos extraños y mágicos eran muy, muy gratuitos, como si el autor quisiera decir lo "edgy" que es. Y estoy bastante de acuerdo, había muy poca coherencia, la historia estaba llenísima de cosas extrañas pero el faltaba algo... quizá el factor de hacerlas, además de raras, también emocionantes, que es lo más importante, en realidad.
Había mucho movimiento, muchos cambios, cosas raras, y un sin fin de parones que dejaban ver cosas súper alucinatorias y originales sacadas de la imaginación del escritor, pero... como que no pegaban. Como que era excesivo, era demasiado.
No sabría decir por qué, pero hasta me ha parecido bastante agotador y con muy poca "chicha".
En general, la historia me ha parecido muy alucinatoria, lo que podría haber estado bien, pero no me ha gustado cómo estaba manejado este elemento delirante, porque me desconcertaba, me mareaba, y me hacía no poder seguir bien la línea de la trama, o el eje de la historia.
A veces había detalles completamente extravagantes que eran innecesarios, se hacía difícil de seguir y la narrativa se movía de maneras muy abruptas, muy poco conectadas, tan solo parecía querer rellenar una idea original pero que carecía de un argumento muy bien hilado.
Esa ha sido, al menos, mi sensación, lo cual a veces era incluso algo enervante.
Sinceramente, puede que el problema central sea que no estoy demasiado contenta con leerme libros parecidos al realismo mágico, o, en general, a historias con toques de magia que están rozando el borde de lo más surrealista y extravagante.
Antes sí que me gustaban este tipo de historias, aunque, sobre todo, de mundos inventados, pero cada vez me encuentro con que me gusta menos saber de cosas mágicas en los libros que pretenden ser realistas en el resto de aspectos.
Me gusta la crudeza, y, al final, estos detalles que completamente vuelven "loca" y desproporcionada a la historia no ayudan a crear un ambiente de atmósfera humana y desgarradora. Eso, a mi parecer, al menos.
Por ejemplo, esto me ha pasado también con Coin Locker Babies, una novela interesante de Ryū Murakami que, aun así, no logró engancharme demasiado, principalmente porque la historia de desarrollo, evolución y rabia de los personajes de vez en cuando se veía entorpecida por cosas completamente oníricas que me sacaban del estado de crudeza y sordidez de la vida real plasmada en la novela.
Creo que todo depende de los gustos, así es la vida. De esta manera, si me hubiera leído esta obra quizá hace unos años, me habría interesado un poquititín más (aunque no habría estado ni de lejos en las mejores lecturas), pero hoy por hoy no me siento demasiado animada leyendo historias que se vuelven tan disparatadas que es casi imposible tomárselas en serio.
Lo peor de todo el libro, los personajes: no eran malos, pero se quedaban bastante en lo superficial
Quizá a la par que con la inflación literaria e imaginativa de los elementos extraños, los personajes son lo peor del libro.
Y no es que sean malos malos... En realidad, no podría quejarme demasiado de ellos, porque han sido bastante poco destacables, tanto para lo bueno como para lo malo.
No son pesados, no son irritantes, no están mal hechos y no me causan molestia. Los personajes estaban por estar, eran más bien ceros a la izquierda. Quizá esté siendo dura... pero es mi opinión. Y a la hora de reseñar, realmente TODO lo que digo es completamente subjetivo. Así que aquí va lo que digo: me han parecido bastante vacíos.
“In this world, it is only men who are guilty of anything, men of flesh and bones and gravity and sins.”
Además, Bellacosa era un poco el típico protagonista que es un lobo solitario, que no aporta demasiado y que no tiene una personalidad muy definida más allá de tener seriedad e imponer en ocasiones; y Herbert, otro personaje, era un poco más emocionante y divertido pero, en general, me ha seguido pareciendo demasiado... no sabía decir, ¿masculino?
Suena un poco extraño que haya dicho eso, pero así lo siento. Como si estos dos personajes cumpliesen en ideal de virilidad de hace ya un siglo: hombres que no muestran sus sentimientos, que son serios y profesionales, que son tipos duros y que hablan de una manera muy segura y muy poco emocional.
Quizá sea cosa mía, pero le faltaba más emoción al libro, o quizá lo correcto sería decir sentimiento.
Se veía de manera muy breve y bastante plana e incluso aburrida cómo Bellacosa echaba de menos a su esposa y a su hija, pero no había mucho más que ver ahí.
Se sentía triste, pero no se daba juego a ese sentimiento, todo se lo guardaba para él y ni siquiera tenía relevancia en la trama, tan solo estaba para, quizá, hacer ver que el personaje tenía un punto débil... el método facilón de hacer que ha perdido a un ser querido para que parezca un personaje más interesante y más humano.
En cualquier caso, las relaciones entre los personajes eran muy poco sustanciales (destacando, quizá, la que Bellacosa tenía con Herbert, o al que Bellacosa tenía con su hermano Oswaldo). Y, además, diría que los personajes eran un poco huecos en cuanto a cosas que aportar a la historia.
Estaban por estar, por añadir el componente humano a todo lo gran original y prácticamente alienígena de la historia. No me ha terminado de convencer.
El personaje que quizá se salve un poco más sea Oswaldo, fue muy interesante ver su deterioro mental, cómo no podía confiar ni en sí mismo, y cómo a veces se obsesionaba más de la cuenta con algunos pensamientos, o pasaba por alto cosas muy importantes.
Oswaldo estaba tan desconectado con lo que pasaba en el libro como yo lo estaba como lectora, por lo que hasta he podido relacionarme con él, los dos estábamos perdidísimos, cansados, y un tanto hartos.
Pero aun con todo esto, Fernando A. Flores se lo curra mucho a la hora de exponer la decadencia y el horror de una mente delirante y enferma, al borde de una crisis, estas descripciones estaban bien conseguidas y he podido sentir emociones más fuertes leyéndolas, así que un hurra por estos intervalos en la historia donde estaba algo más enganchada.
Por lo demás, no hay mucho que añadir de los personajes. Tenían cosas buenas, pero, así en general, eran bastante poco curiosos.
Una prosa buena, que deja momentos interesantes, pero que no logra expresar demasiado
De la prosa no tengo demasiado que decir. Realmente.
No es ni buena ni mala, es, de hecho, bastante aburrida, bastante cansada, bastante... ¿común?
Había algunos elementos artísticos que Fernando A. Flores recogía que eran buenos, pero así, overall, he sentido que a la prosa le faltaba bastante. Porque, quizá, no destaca en casi nada, le falta personalidad.
Para tener una idea tan transgresora, provocadora y original, la prosa hace que se pierda todo lo fascinante al ser bastante poco experimental, bastante poco exploradora.
No es mala, como digo, pero desinfla mucho la historia.
En general, la prosa es aceptable... buena, incluso, con algunas cosas.
Pero reconozco que me esperaba más de ella, puesto que no incorpora emoción, ni momentos acuciantes, ni tensión, ni nada por el estilo.
Y, aunque había buenos momentos de acción, bien intercalados con las pausas del libro, no he podido tener la espalda tensa y el corazón en un puño como me gusta sentir con otras novelas inquietantes. Quizá sea, sencillamente, que ni yo ni el escritor nos entendemos, lo que, en el fondo, es bastante respetable.
Hay algunos buenos momentos, que no se me entienda mal. No es un libro malo. Sencillamente, no es para mí, y, en contraste con otras grandes obras que me he leído este año, se me queda bastante pobre.
Pero de seguro que hay por ahí a quien le enamora, así que tampoco quiero influir demasiado en vuestra decisión. Para mí, la lectura ha sido decepcionante en general, pero... también, como con todo, he aprendido cosas nuevas. Por ejemplo, a no dejarme llevar tanto por cómo es la portada o cómo es el título.
Conclusión
En conclusión, me ha parecido que, aunque hay muchas cosas que ver, que recorrer y con las que sentir fascinación y, sobre todo, muchísima sorpresa con esta novela, en general la historia carecía de una cohesión fuerte, el surrealismo era extremo y a veces innecesario, y he sentido la historia bastante aburrida, con acción cuando era obligatoria, con los personajes sencillones y poco memorables, y una prosa que, aunque estaba bien, se acaba quedando en la media y no sale a experimentar cosas nuevas.
Por tanto, de Tears of the Truffle-pig me tengo que quedar con la idea, muy, muy original e inspiradora, pero ahí acaba todo, porque, si soy sincera, hace algo así como tres días que me terminé la novela, y... no me acuerdo de casi nada. Un tanto vacía, un tanto insustancial, no he acabado de engancharme a ella. Quizá otros lo hagan, y el argumento es muy intrigante desde luego, pero, para mí, ha sido una obra mediocre que, de hecho, tiene la inusual capacidad de hacer que apenas me acuerde siquiera de ella.
Curiosa, pero poco más. No la recomendaría.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 2.25/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Tensión: 2.5/5
♫ Tensión: 2.5/5
♫ Desenlace: 2.75/5
♫ Prosa: 3/5
VALORACIÓN PERSONAL: 5.5/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 5.5/10
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