MEJORES LECTURAS DEL 2020
No obstante, desde el inicio del año me di cuenta de que muchas cosas habían cambiado. Yo era más cuidadosa a la hora de seleccionar libros, y, conforme fue pasando el tiempo, me di cuenta de que cada vez acertaba más en las elecciones. Es decir, que a finales finales del año, me encontré completamente sorprendida de haber hecho los hallazgos de novelas más increíbles de lo que llevaba de vida. Por lo que he hecho grandes, grandes descubrimientos este año, además de haberme leído un total de ochenta y tres libros, sin contar las relecturas, de manera que inevitablemente me he encontrado con grandes, grandes novelas.
¿Qué libros han sido en el 2020 mis libros del año?
¿Cómo no empezar por el principio? Llegan ale-hop ale-hop los títulos de los libros...
Mejor título: El Laberinto de las Aceitunas, una novela escrita por Eduardo Mendoza, con un título humorístico, burlesco y muy peculiar que sin duda alguna captó de inmediato mi atención, y que va muy a juego con el reino de lo estrambótico y lo absurdo, una novela con la que uno se ríe bastante, y que tiene un título muy ingenioso...
Peor título: Josie and Jack, de Kelly Braffet. En realidad, tampoco es que sea un título horrible poner los nombres de dos protagonistas, pero creo que le falta cierta originalidad, eso es todo. Es un buen recurso si no tienes inspiración para el título, pero es una estrategia bastante barata.
Título más largo: The Seven and a Half Deaths of Evelyn Hardcastle, escrito por Stuart Turton.
Título más corto: El Rey, de Sandrone Dazieri.
¿Se huelen esas páginas? Aquí llegan los mejores libros...
Libro favorito: Aún me sigo debatiendo, que conste. Le he dado a esto muchísimas vueltas, pero creo que me he decidido: el mejor libro de este 2020 es American Psycho, de Bret Easton Ellis, porque combina lo que a mí más me gustas: la sátira, el cruel humor, la sangre, los asesinos en serie y la duda existencial de por qué hacemos lo que hacemos, y qué buscamos conseguir con nuestras acciones... Y es más, una crítica fascinante al mundo monótono empresarial y adulto, la falta de estímulos, la asfixia de un mundo materialista y cómo a veces la única forma de escapar de todo este ahogo es por medio de la violencia. Fascinante.
Saga favorita: Si soy sincera, este año me he leído escasas sagas, sobre todo he devorado libros sueltos, pero alguna saga he pillado por ahí, sobre todo de fantasía. La saga que sin duda más me ha enamorado de todas ha sido The Gentleman Bastards, de Scott Lynch, una fantasía llena de criminalidad, esquemas estratégicos, mafias, engaños, mentiras y traiciones, con personajes impecables, astutos y con mucha complejidad, y giros en la trama que me han dejado completamente estupefacta, además de una ambientación al estilo de la Venecia más turbia jamás imaginada que queda excelente en la historia.
Libro favorito dentro de la saga favorita: Sin duda alguna, el mejor de todos es el primer libro de la saga: The Lies of Locke Lamora. Es verdad que es una introducción, pero ¡menuda introducción! Iba directamente al grano, a la tensión, al peligro, conocemos de primera mano a los personajes y es donde he sentido que estaban más comprometidos, es decir, entre espada y pared completamente. El final del libro tiene un tono bastante angustioso, pero además el humor salpica muy bien las páginas de esta novela, hay muchísimos peligros y los protagonistas están metidos en un follón que no veas... Justo como a mí me gusta: hay tantos problemas que ya no sabes a qué mirar, pero se fortalece el vínculo entre los protas.
Libro más inspirador: Inspirador para qué, cabe decir... Ha habido muchos escritores que me han hecho abrir los ojos y entender mejor el mundo tan cruel en el que a veces vivimos. Escritores como Bret Easton Ellis, Irvine Welsh, Chuck Palahniuk, Anthony Burgess... Precisamente, creo que el que más me ha hecho quedarme pensando ha sido el de La Naranja Mecánica, de este último escritor mencionado, una novela que grosso modo trata sobre el bien y el mal, pero que pone más debate a la ecuación: ¿somos lo que somos por cómo nacemos, o por cómo nos desarrollamos en la vida? ¿Se puede frenar la crueldad, y a qué coste? ¿Debemos implantar, de poder, la "bondad" absoluta en la humanidad, o su exceso lleva a una amenaza aún más grande? ¿Qué es el mal, y de dónde nace? ¿Cómo puede frenarse, y qué repercusiones sociales puede tener? ¿Está el mal más agarrado a la juventud, o esto tan solo es una concepción social? ¿Qué significa crecer, qué significa madurar?
Libro más triste: Gracias al cielo, este año no me he leído muchas novelas tristes. Con todo lo que leí apenado el año anterior, quería cambiar de aires completamente, y espabilarme y sentir amor y diversión con las lecturas. Aun así, si tengo que destacar un libro triste en concreto, supongo que podría poner a Sonata de Otoño, de Ramón María del Valle-Inclán, una novela con mucho tono nostálgico, solemne, frío y desalmado, que trata acerca de la pérdida de los seres queridos, la vejez, la enfermedad y el amor perdido.
Libro más violento: Reconozco que este año he leído sobre bastante violencia, aunque claro, todo con el tono de la crítica. La Naranja Mecánica, Fight Club, The Cabin at the End of the World, American Psycho, Brother, Last Exit to Brooklyn, The Butcher Boy, Trainspotting, In the Miso Soup... Pero si tuviera que elegir, escogería Last Exit to Brooklyn, de Hubert Selby Jr., y además la violencia en esta novela es bastante perturbadora, porque no es golpes y ya está, es denigración, es plasmación de grandes problemas sociales como el racismo, el machismo, la transfobia, etc. Es un libro muy fuerte, demasiado fuerte, con un lenguaje muy crudo y sórdido, y grandes, grandes cantidades de violencia, a veces hasta gratuita, que llenan de agresividad la historia.
Libro más perturbador: The Cabin at the End of the World, de Paul Tremblay. Sí, también es uno violento, pero lo más perturbador de todo es que es un libro trágico, es decir, que te encariñas muchísimo con los personajes, hasta el punto de sufrir que no veas por ellos. Y además, todo el rato ronda en la cabeza una cosa: el sacrificio de los personajes, ¿habrá sido en vano? ¿Es cierto, o no es cierto que se acaba el mundo? ¿Puede que la posibilidad de morir, y sacrificarse, no vaya a servir para nada? El dolor y la confusión de la familia atrapada, y de sus propios captores, llena de ansiedad la historia, y el final es extremadamente perturbador... Todo lo que ha pasado... todo el dolor que ha habido... ¿habría podido evitarse, ha tenido acaso finalidad?
Libro que me hiciera reír: Maribel y la Extraña Familia, de Miguel Mihura, sin duda. Creo que jamás me ha divertido tanto una lectura, ha sido increíble. El lenguaje es muy sencillo, muy ligero, todo discurre en formato de diálogo, y los personajes tienen muchísima pura en la voz, hay un grupo de amigas, en concreto, que son unas fisgonas y pura dinamita, y el culebrón que se monta es divertidísimo, tronchante. Me ha parecido una novela de diez, con muchísimo humor y muchas frases hilarantes, en torno a un malentendido que verdaderamente, hace que este libro sea la monda.
Libro que menos me gustó: Preparation for the Next Life de Atticus Lish. Simplemente, no era para nada de mi estilo. Mira que traté de hacer que me gustase, pero los personajes me caían fatal y la trama se me hacía muy, muy pesada, además de que parecía que algunos párrafos estaban sin tener nada que ver con el argumento, sentí mucha desconexión.
Libro que me trae emociones encontradas: A Prayer for Owen Meany, de John Irving. ¿Fue un buen libro? Sí. ¿Se me hizo divertido? Sí. ¿Se me hizo también algo pesado? Sí. ¿Tenía un lenguaje algo denso y difícil? Pues a mi parecer, sí. Y por eso aún no sé cómo posicionar a la novela. Buena crítica, sin duda alguna buenos personajes, una prosa excelentísima... pero era muy complicado sentirse enganchado a ella, y creo que esa ha sido la mayor pega que le puedo poner.
Libro que me esperaba mucho mejor de lo que era: Replay, de Ken Grimwood. Me esperaba algo de emoción, de frenesí, yo que sé, un poco de chispa, pero al final la perspectiva era bastante sosa, el personaje central muy aburrido, la novela se centraba, para mi gusto, demasiado en el romance y muy poco en la intriga, y no conseguí engancharme nada de nada, me parecía que estaba escrito con un tono demasiado apagado.
Libro que resultó ser mucho mejor de lo que me esperaba: Here Lies Daniel Tate, de Cristin Terrill. De verdad que no me lo esperaba. Iba con la cabeza gacha, pensando que sería un libro juvenil como cualquier otro, sin demasiado trasfondo, peero, esto me ha hecho volver a ver que hay novelas juveniles buenísimas por ahí. En concreto, esta es un thriller, algo que no estoy acostumbrada a encontrarme para un público adolescente, y era un thriller de los buenos, con mucha tensión, con personajes muy bien diseñados y muchísimo misterio muy inquietante... Y un final del que aún no me he recuperado.
Libro que resultó ser mucho mejor de lo que me esperaba: Here Lies Daniel Tate, de Cristin Terrill. De verdad que no me lo esperaba. Iba con la cabeza gacha, pensando que sería un libro juvenil como cualquier otro, sin demasiado trasfondo, peero, esto me ha hecho volver a ver que hay novelas juveniles buenísimas por ahí. En concreto, esta es un thriller, algo que no estoy acostumbrada a encontrarme para un público adolescente, y era un thriller de los buenos, con mucha tensión, con personajes muy bien diseñados y muchísimo misterio muy inquietante... Y un final del que aún no me he recuperado.
Libro más largo: Oathbringer, de Brandon Sanderson. Mil doscientas cuarenta y ocho páginas... ¡Menuda burrada! Pero un libro increíble.
Libro más corto: Maribel y la Extraña Familia, de Miguel Mihura.
Libro más pesado de leer: Probablemente tenga que seleccionar aquí a A Prayer for Owen Meany, de John Irving, un gran gran libro que, sin embargo, tardé en leerme bastante, y se me hizo difícil seguir su lectura.
¿Gracilidad en la palabra? Si es que el estilo es el alma de un gran escritor...
Mejor prosa literaria: ¡Pufff! Aquí para elegir hay demasiados escritores formidables. Este año ha sido, hasta la fecha, mi mejor año en libros, y tengo escritores admirados para burrir. Pero me quedo en este apartado con uno en concreto: Chuck Palahniuk. Su prosa es sórdida, violenta, agresiva, tiene muchísima humanidad. Sus libros se leen de un tirón, sin pausa, sin momento para poder respirar, te ahogan en una absorbente historia de corrupción del alma y lo que significa ser humano, y poseen una manera tan crítica de analizar a la sociedad que es imposible no decir que la mejor prosa de este año ha sido la de este sensacional escritor. ¡Brillante!
Peor prosa: No me gusta repetir libro en distintas categorías, pero yo diría que la peor prosa se la lleva Kelly Braffet... Solo me he leído su novela Josie and Jack, pero he distinguido poco de la historia, la voz era bastante monótona y no tenía un estilo propio muy definido, de manera que es de estas prosas que uno olvida con facilidad, y que no aportan tensión a la historia. O así, al menos, yo lo he sentido.
Prosa más descriptiva: Las prosas de este año han sido bastante contundentes, bastante directas al grano, pero, si tengo que elegir, me quedo con la prosa de Virginia Woolf como la más descriptiva, su novela Orlando, pese a ser muy fina, tenía bastantes momentos de pausa, de análisis y de detalle en cada lugar, cada apariencia y cada sensación, era muy poética y muy tierna.
Diálogos más absorbentes: Tengo alguna duda, la verdad. Diálogos excelentes con los de Miguel Mihura en Maribel y la Extraña Familia, pero otros diálogos que llevan por completo la historia son los de Bret Easton Ellis, diálogos superfluos, banales, ordinarios, que esconden una superficialidad y una pasividad agresiva hacia la vida impresionante.
Prosa más poética: Aquí no tengo duda alguna: la prosa de Federico García Lorca se lleva sin duda este premio de sección. Creo que jamás me he encontrado con una poesía tan compleja, tan llena de detalle, con tanta simbología y tantas rimas internas y musicalidad. Su prosa es cautivadora, y claramente inigualable.
Prosa más sórdida: La de Hubert Selby Jr., en su libro Last Exit to Brooklyn. Pocas son las veces que me he encontrado una prosa tan violenta, tan cruda, tan cruel, los personajes sufrían lo que no está escrito, y el tono del libro era de desesperanza, de vileza y fatalidad. Ha sido una prosa muy sórdida, maliciosa, y muy dura de leer.
Prosa más experimental: Lo he estado pensando y, como experimental, tampoco hay demasiadas prosas este año. Sí, hay prosas que juegan mucho con el lenguaje, pero no de una manera tan tan destacable. Podría volver a hablar aquí de Lorca, pero escojo mejor a Haruki Murakami, en su novela The Wind-up Bird Chronicle, en la cual vuelve a hacer uso de la simbología, una exploración de la sexualidad en el lenguaje, y lo sensual como campo onírico, irreal y delirante.
Personaje femenino favorito: Sin duda alguna, quien se lleva aquí la mención es Eva Khatchadourian, posiblemente la mujer más controvertida con la que me he encontrado. Eva es una madre egoísta, desatenta... y también completamente humana. Si bien muchas de sus acciones se nos hacen poco amigables, su desesperación la lleva a tomar decisiones difíciles y a afrontar problemas que pocos de nosotros nos veríamos capaces de afrontar. El libro entero, que trata acerca del debate de quién tiene la culpa, si la crianza o la naturaleza (nature vs nurture), sitúa a Eva como uno de los personajes femeninos más complejos, profundos y complicados de toda la literatura con la que me he encontrado.
Personaje masculino favorito: Locke Lamora. Lo he tenido algo difícil, porque hay un montón de personajes masculinos que me han encantado este año. Pero escojo a Locke de entre todos porque es por el que mayor ternura siento. Locke Lamora es un personaje ingenioso, astuto, ágil y muy hábil, que tiene los comentarios más mordaces y toma decisiones de lo más desproporcionadas. Locke tiene chispa, tiene encanto, tiene carisma, a veces te sentirás en desacuerdo con él pero es un personaje con el que es fácil sentirse con confianza, y eso vale más que nada. Además, ¡anda que no me ha hecho sonreír...!
Personaje secundario favorito: Un personaje secundario que me ha encantado ha sido Denny, del libro Choke, escrito por Chuck Palahniuk. Denny es el mejor amigo del protagonista, y es tan inusual y extravagante como éste. En concreto, un misterio a lo largo del libro es por qué Denny está llevando cada vez más y más rocas a la casa, porque parece en proceso de construir algo, y saber finalmente de su propósito me pareció de los cúlmenes más interesantes de la lectura entera.
Personaje más adorable: El inspector Jon Gutiérrez, del libro Reina Roja, escrito por Juan Gómez Jurado, es un personaje completamente entrañable. Hablo muy en serio. Tiene un corazón de oro, muchísima bondad, es dedicado con su trabajo y tiene algo en él que sencillamente me hizo sentir muy segura. Es divertido, tierno, protector y lleno de arrojo, y siempre está ahí para el resto, aun cuando él también tiene sus propios conflictos internos. Me parece un personaje muy volcado, y muy adorable. Daban unas ganas tremendas de achucharle, ¿no creéis?
Personaje más misterioso: Hay bastantes personajes enigmáticos por ahí... Pero uno muy bueno me parece Kevin Khatchadourian, de la novela We Need to Talk About Kevin, escrita por Lionel Shriver. Lo más complejo de este personaje es su ambigüedad. Desde el inicio mismo, sabemos que algo, no sabemos qué, lo ha llevado a, brutalmente, asesinar a varias personas de su clase, incluidos trabajadores de la escuela, en lo que se acerca a decir que era un tiroteo escolar americano. A partir de ese punto, y mediante su madre, vamos entendiendo un poco más qué lo llevó a cometer un acto así, intercalando con momentos en el presente, donde comprendemos un poco mejor que no hay una sola respuesta, y, al final, cada lector entenderá de diferente manera la mente de Kevin, y qué lo llevó a cometer ese acto tan monstruoso...
Personaje más ¡loco!: Bueno, aquí tiene que ir seguro seguro Patrick Bateman, de la novela American Psycho, escrita por Bret Easton Ellis. Patrick Bateman es lo que yo siempre he entendido como la "ruptura de la monotonía", en el mal sentido. Para empezar, estamos hablando de un asesino en serie, cruel, misógino, cansado del aburrimiento diario, y obsesionado con la buena música, que comete actos impensables tan solo para salir de la espiral de materialismo y superficialidad de nuestro mundo. Es un personaje muy loco, muy agresivo, y también muy elegante.
Personaje más atormentado: Frank, de la novela In the Miso Soup, escrita por Ryu Murakami, es un personaje que a mi parecer es el más atormentado de todos los que me he leído este año. Otro asesino, eso es cierto, pero eso no le quita que se sienta terriblemente mal consigo mismo. Hay algo en él muy complejo, porque es tanto impulsivo como calculador, y tanto amigable como muy siniestro, y, cuanto más conocemos de él y de su pasado, más entendemos todo el tormento que lleva encima, y la nube de malas ideas con la que siempre ha convivido...
Personaje más valiente: Yo eligiría en este apartado a Ana Scott, de Reina Roja, obra escrita por Juan Gómez Jurado. Ana lidia bastantes batallas. Es arrojada, atrevida, no solo es muy intelectual y sumamente astuta, sino que, además, afronta momentos de acción y frenesí en los que muchos no sabríamos qué hacer, y, sobre todo, se enfrenta consigo misma, porque ella es, sin lugar a dudas, su verdadero enemigo.
Otro personaje muy valiente es Lyra Belacqua, de la novela Luces del Norte, escrita por Philip Pullman, quien con tan solo once años hace toda una Odisea para salvar a quienes la necesitan, es una chica leal, aventurera, temeraria y muy osada, que desafía a quien haga falta y nunca agacha la cabeza. También un gran personaje.
Personaje más reflexivo: Andrés Hurtado, de la novela El Árbol de la Ciencia, escrita por Pío Baroja, es un personaje sin lugar a dudas muy, muy reflexivo. Casi toda la novela se centra en sus cavilaciones, las dudas existenciales que tiene y el análisis que hace de la sociedad, tanto urbana como rural, de la España de la época. Esto cuenta con gran cantidad de pensamientos internos, y, sobre todo, larguísimos diálogos con su tío sobre el sentido de la vida, la finalidad de cada uno y lo que significa ser humano en un mundo que deshumaniza.
Personaje más impulsivo: No me cabe duda: Tyler Durden, de la novela Fight Club, escrita por Chuck Palahniuk, es un personaje muy, muy impulsivo. Y vaya si no lo es... Es temerario, combativo, osado, alocado, lleno de frenesí, adrenalina y locura. Tyler Durden arrasa con todo, y cuando se le mete una idea entre ceja y ceja no hay quien le pare. Da un poco de miedo, porque destruye todo lo que hay en su camino, pero también muestra mucha iniciativa y valía.
Mejor personaje familiar: Lo tengo muy claro: Rune Saint John, de la saga The Tarot Sequence, escrita por K. D. Edwards, es el personaje más familiar. Y sin darse cuenta de primeras, de pronto se ha encontrado teniendo que ser uno de los principales cabecillas de una familia... intensa, podemos decir que intensa, jajaja. Lo que es inesperado, y él no está del todo hecho para lidiar con tanta gente, sobre todo adolescentes, siendo él también bastante joven, pero lo importante es el aprendizaje que tiene, las ganas de ayudar y proteger a los que ahora están en su mismo nido, y lo cierto es que Rune daría lo que fuera, hasta arriesgando su vida, por quienes quiere, es decir, por su familia.
Mejor protagonista: Protagonistas ambiguos, controvertidos, difíciles de entender, con los que dudas, de los que no te puedes fiar... Protagonistas como Teddy Daniels , de la novela Shutter Island, escrita por Dennis Lehane, probablemente la mejor obra policiaca que me he leído en toda mi vida. Teddy es muy inteligente, muy espabilado, y está dispuesto a resolver el misterio de la desaparición de una paciente de una institución mental. Lo que pasa es que, tan pronto como empieza la obra, vamos sintiendo que el propio Teddy tiene cosas que nos está ocultando... Cosas muy, muy importantes que hacen dudar de si el propio protagonista es de fiar...
Mejor voz narradora: Me parece fascinante la voz narrativa del personaje Thomas Spencer, del libro Historia de un Canalla, escrito por Julia Navarro. La obra está contada desde su punto de vista, narrada desde el inicio de su vida hasta su final, y vamos conociendo a este personaje sinvergüenza, retorcido y cruel, un canalla que no se arrepiente de lo que ha hecho, y quien ha hundido en la miseria a muchísimas personas a lo largo de su vida. Non obstante, con cada mala acción que nos confiesa que ha hecho, también muestra lo que podría haber sido de otra manera, no desde el arrepentimiento sino desde los hechos, y es un protagonista con el que no puedes confiar, y a quien odiarás, pero un personaje fabulosamente bien trabajado.
Mejor pareja: Este año ha habido muchísimas parejas de personajes inolvidables: Locke y Jean, Colomba y Dante, Frank y Kenji, Eva y Kevin, Jon y Ana... Pero creo que la pareja que más me ha gustado ha sido la de Luis Molina y Valentín Arregui, de la novela El Beso de la Mujer Araña, escrita por Manuel Puig. La novela tiene lugar en la cárcel, y consiste, única y exclusivamente, en la relación de estos dos compañeros de celda, en forma de diálogos y contándose historias cinematográficas, y cómo su relación evoluciona en un ambiente de máxima tensión política y de la posible chispa de un amor entre dos presos masculinos.
Mejor trío: Hay dos tríos en concreto que destacan por encima de otros. El primer trío es el compuesto por Tyler Durden, el narrador y Marla Singer de la novela Fight Club, escrita por Chuck Palahniuk. En concreto, este trío es autodestructivo, se sabotean entre ellos y se hacen imposible la vida, es un trío muy complicado, con mucha tensión, pero en el que cada uno se siente atraído por el otro, e inclinado a engañar y jugar con los demás.
Y en segundo lugar, también hay un interesante triángulo entre el Dr. Laszlo Kreizler, John Moore y Sarah Howard, de la novela The Alienist, escrita por Caleb Carr. Este trío, por otro lado, se centra en investigaciones, en una relación menos conflictiva y más indagadora, donde se apoyan los unos a los otros y, juntos, entre pesquisas y muchas preguntas lanzadas al aire, van resolviendo los enigmas de un asesino cruel que anda suelto.
Mejor grupo: Esto es indudable. El mejor grupo de todos, y con diferencia, es el de la saga The Gentleman Bastards escrita por Scott Lynch. El grupo está formado por Locke Lamora, Jean Tannen, Bug, Calo Sanza y Galdo Sanza, incluyendo, quizá, también a Sabetha Belacoros; y es que son un grupo maravilloso. Son atrevidos, muy, muy divertidos, son pura dinamita y están llenos de adrenalina. Se lanzan muchas pullas entre ellos, hay juegos y piques pero sobre todo muchísima fraternidad, se apoyan y darían su vida por los otros, y su relación es sólida, tierna, y muy, muy real.
¿Se puede sentir el aroma, el susurro, la caricia...? ¡Si es que la ambientación lo hace todo...!
Lugar mejor representado: Tengo demasiados lugares como candidatos a esta posición. Un lugar que está muy bien representado, con mucho detalle, es Foxworth Hall, de la obra Flowers in the Attic, de V. C. Andrews, hay mucha claustrofobia, el mapa de la casa se sabe al dedillo, y se aspira de lleno la tensión.
Otro lugar excelente y con pleno detalle es Roshar, de la saga The Stormlight Archive, de Brandon Sanderson, hay muchísimo pormenor en la construcción del mundo, desde su fauna y flora hasta el clima y los eventos meteorológicos más comunes, es un mundo increíblemente bien construido.
Otro lugar muy bueno es la plasmación de Nueva York, en 1896, en la novela The Alienist, de Caleb Carr, con muchos detalles históricos y fabulosa ambientación; o por ejemplo Kyoto, antes, mientras y después de la Segunda Guerra Mundial, en la novela Memorias de una Geisha, de Arthur Golden, sobre todo en la representación del plano social, las costumbres y las tradiciones, así como olores, tactos, vestimentas y colores exóticos; y también cabe señalar la excelente representación del futurismo de la novela Ghosts of Tomorrow, de Michael R. Fletcher, con muchísimo detalle en cada situación de un futuro no tan lejano, con la robótica, los avances sociales y militares, y el peligro de la cibertecnología.
Lugar más misterioso: La Inglaterra en periodo napoleónico, de la novela Jonathan Strange & Mr. Norrell, de Susana Clarke, ha sido sin lugar a dudas el lugar más misterioso. El detalle de la magia era sencillamente una auténtica pasada, los conjuros tenían muchísimo trabajo de ideación y esfuerzo tras ellos, y se respiraba perfectamente el ambiente de poder y vacilación social que había. Además, está muy bien ambientado en la Inglaterra de la época napoleónica, y eso, sumado a todos los sortilegios que hay detrás, e incluso al mundo feérico que se muestra, da un aire muy, muy misterioso...
Lugar más interesante: Camorr, del libro The Lies of Locke Lamora, de Scott Lynch, tenía todo lo que a mí me interesa de una novela de fantasía cerrada (como a mí me gusta etiquetarlas): peligro en cada esquina, personajes extravagantes y codiciosos, criminalidad, caos, injusticias sociales, sanadores sucios y poco fiables, iglesias con estafadores encabezándolas, y mafias que controlan el mercado y el negocio fatal en las calles. Además, está ambientado en algo así como una Venecia de la época medieval, y tiene un aire muy cautivador, incluso con pequeños guiños de magia.... Un mundo de crueldad, ambición, y con muchísimo detalle, la ciudad de Camorr era sensacional.
¿Enredos, vueltas, revelaciones y sustos? ¡Aquí llegan las tramas...!
Trama más compleja: The Seven Deaths of Evelyn Hardcastle, obra escrita por Stuart Turton. La verdad es que lo que se inició siendo una aparente historia de misterio al estilo de las novelas de Agatha Christie se convirtió en un rallada mental de pérdidas de memoria, cambios de cuerpo, tiempo puesto en bucle, y el por qué de todo que lleva a un final inesperado y de locos, pero sin duda alguna muy, muy original.
Trama más sencilla: Aquí hay varias tramas que me llaman la atención: Viento del Este, Viento del Oeste, de Pearl S. Buck, es una de ellas, que trata simplemente acerca del choque entre la cultura occidental y asiática, y cómo afecta a una familia china establecer lazos con una europea.
Sonata de Otoño, de Ramón María del Valle-Inclán, es otra novela que figura bien en este apartado, en realidad la trama entera se basa en cuidar a una mujer enferma, amante del protagonista, en sus últimos días de vida, rememorando y sintiendo nostalgia hacia el pasado.
Y finalmente, otro libro que cuadra bien aquí es, mencionándolo de nuevo, Maribel y la Extraña Familia, de Miguel Mihura, que trata acerca de la integración de una joven a la vida de una extraña familia que, lejos de lo que es habitual, parecen albergar en ellos solo bondad y buenas intenciones, lo que sorprende a la chica hasta el punto de sospechar de que hay gato encerrado.
Trama más llena de giros argumentales: Shutter Island, de Dennis Lehane, es una locura de trama, porque en una página piensas que todo se debe a una cosa, pero a la página siguiente estás dudando de la credibilidad de tu teoría anterior. Hay muchísimas revelaciones en esta historia policiaca, muchos quebraderos de cabeza y un sin fin de dudas sobre lo que puede llegar a pasar; la trama es acelerada y tiene un sin fin de giros argumentales que te harán dudar de todo, hasta de la palabra del propio protagonista. ¿Qué es, y qué no es real?
Trama más confusa: Haruki Murakami vuelve a figurar, un año más, en este apartado, con su novela The Wind-up Bird Chronicle. Sinceramente, cuesta un montón entender toda la complejidad y simbología de las obras de Murakami, las cuales, aunque se leen en un santiamén, son muy confusas, impredecibles, y traen consigo muchas sorpresas inesperadas. Yo nunca sé qué esperarme en una novela de Murakami, pero lo que sí sé es que me lo voy a pasar genial intentando adivinarlo.
Trama más frenética: La trama del libro The Cabin at the End of the World, de Paul Tremblay, no se detiene con nada. Realmente, me hacía temblar por dentro y por fuera, era una sensación muy angustiosa... y muy claustrofóbica, pues todo tenía lugar en el cerradísimo espacio de una cabaña. Todo se inicia con más calma, pero, a medida que pasaba las páginas, todo se aceleraba por momentos, hasta llegar a un final del que yo he salido más machacada imposible, y con el corazón a mil por hora.
Otro libro muy, muy frenético es The Son, escrito por Jo Nesbo, estuve en tensión toda la lectura, enganchada que no veas, y no dejé de leer hasta no haberlo acabado por completo. Hay mucha acción, mucho frenesí, mucho forcejeo y luchas muy salvajes, y la verdad es que es una trama que no para nada de nada.
Trama más pesada: Es un libro sensacional en todos los aspectos, que hace pensar un montón y que engancha sin lugar a dudas, pero la trama de A Prayer for Owen Meany, novela escrita por John Irving, se me hizo pesada de leer, para mí tenía demasiadas páginas, todo estaba muy compacto y me costaba seguir los párrafos con atención, puede que porque tuviese un lenguaje que no había que tomarse a la ligera. Pero un buen libro, aun así.
¿La angustia del lector? Claro, ¡siempre está en la incertidumbre del final...!
(AVISO: No revelo detalles del final, más que mencionar la categoría. Por tanto, si lo que queréis es sumergiros en los libros sin tener ni idea de si será un final triste o alegre o inesperado o lo que sea, no leáis este apartado :D )
Mejor final: No me cabe la menor duda: el mejor final que me he leído, hasta la fecha, es el del libro American Psycho, de Bret Easton Ellis. Y es que me encanta porque junta tanto anticipación como revelación, angustia, frenesí y la suficiente pizquita de intranquilidad para que le esté dando vueltas a su final aun ahora. No es un final que cierre las cosas de manera abrupta, es un final bastante abierto, una obra que no tiene salida, de la que no puedes huir, que, además, revela en las últimas páginas algo que me cambió por completo la visión que yo tenía del libro, y que deja con intriga y duda. Un final buenísimo, que además tiene de cierre unas últimas palabras geniales.
Peor final: No me ha parecido que ningún libro tenga un final horrible, y eso está genial. Aun así, hay dos libros cuyos finales no me acaban de convencer: el final de Enduring Love, de Ian McEwan, el cual era demasiado brusco y metido de sopetón, un tanto fuerte para la monotonía que siempre había tenido hasta entonces la narrativa, y no conseguía encajar bien; y el final de la novela Josie and Jack, de Kelly Braffet, más que nada que aportaba bastante poco a la historia, no sorprendía y seguía narrado con un tono demasiado aburrido y desinteresado, o eso, al menos, era lo que yo sentía.
Final más alegre: Algo que me gusta es que nunca me encuentro finales excesivamente alegres, dejan con la intriga de que sabes que pueden seguir pasando aventuras y que los personajes, esta vez, se enfrentarán con mayor decisión a ellas. Eso me ha pasado con la novela El Rey, de Sandrone Dazieri, el tercer libro de una trilogía, y, por tanto, su conclusión, y me ha parecido una conclusión merecida, con mucha batalla pero con cierto tono de esperanza y superación de obstáculos, me ha encantado.
Un final que se ajusta más a un "vivieron felices y comieron perdices" irreal es el del libro Maribel y la Extraña Familia, que es una obra teatral bastante sencilla, por lo que termina de manera idónea y sin dejar espacio para la duda, pero también es un final muy bueno, y muy alegre.
Final más triste: Tristemente, a veces hay finales que me rompen el corazón en miles de pedacitos. Este año ha habido unos pocos, entre ellos la novela Here Lies Daniel Tate, de Cristin Terrill. Hablar del final sería, por supuesto, hacer spoiler, pero puedo decir que, aunque era un final muy bueno, seguramente el mejor final que pudiera haber tenido, y era bastante inesperado, me quedé hecha un amasijo de dolor y tristeza.
Otro final que deja destrozado es el de La Milla Verde, de Stephen King, un final que es desgarrador y descorazonador, aunque, teniendo en cuenta la ambientación, encaja con la atmósfera de miedo y desgracia.
Finalmente, está el final que posiblemente más me dejase rota por dentro, que es el de El Beso de la Mujer Araña, de Manuel Puig. Porque es difícil hacerme llorar, pero estuve a un tris de echarme a llorar a lágrima viva, ha sido un final muy duro, demasiado realista, demasiado horrible para mi corazoncito enamorado. Lo pasé muy mal, pero creo que era un final muy necesario en la historia.
Final más inesperado: Los finales inesperados son de mis favoritos. Me encanta quedarme completamente a cuadros. Y eso es precisamente lo que me ha pasado con el final de American Psycho, escrito por Bret Easton Ellis, el cual ha cambiado por completo mi concepción de la historia, y la revelación que ha habido me ha dejado sin palabras.
Y otro final muy inesperado, y también bastante cliff-hanger, ha sido el final de Shutter Island, obra escrita por Dennis Lehane. De veras, el final de Shutter Island era un golpe tras otro golpe, había muchísimas revelaciones y el tiempo no estaba a favor de los personajes, había muchísima adrenalina y las últimas páginas me hicieron perder la cabeza de ansiedad por completo. Un final brillante, el mejor final de todas las novelas de thriller que me he leído.
Final más "cliff-hanger": La verdad, Shutter Island (de Dennis Lehane) también figura muy bien en este apartado. Y lo mejor (o peor, dependiendo de la persona) es que es un final abierto que me dejó llena de dudas y miedos y falsas esperanzas, porque, por los análisia que he leído, la cosa no acababa como yo pensaba... Como sea, un final de darle mucho al coco, y que me hizo perder los nervios.
Y otro final muy, muy cliff-hanger, que por fortuna tuvo continuación (y una siguiente novela muy buena, además), fue el de Red Seas Under Red Skies, segundo libro de la saga The Gentleman Bastards escrita por Scott Lynch. No digo mucho, pero tiene que ver con un sacrificio, y un peligro de muerte tremendo, y eso fue suficiente para que perdiese por completo la cabeza y tuviese que cogerme la continuación de manera inmediata. Qué final más bárbaro, casi me muero de estrés.
TOP 10 TÍTULOS DE LIBROS FAVORITOS DE 2020
- El Laberinto de las Aceitunas
- In the Miso Soup
- Historia de un Canalla
- La Naranja Mecánica
- The Wind-up Bird Chronicle
- El Beso de la Mujer Araña
- Choke
- The Seven Deaths of Evelyn Hardcastle
- Trainspotting
- Fingersmith
TOP 10 LIBROS FAVORITOS 2020
(Ordenados de mejor a peor. Algunos de ellos, claro está, están a la par con otros, y he tenido muy difícil la elección de su posicionamiento)
- American Psycho
- We Need to Talk About Kevin
- The Lies of Locke Lamora
- Shutter Island
- In the Miso Soup
- Choke
- La Naranja Mecánica
- El Rey
- El Beso de la Mujer Araña
- The Son
¡Y así terminamos las MEJORES LECTURAS DE 2020! La verdad es que ha habido gran variedad de novelas, y he tardado bastante en juzgar cuáles se llevarían el huequecito del premio en cada apartado, pero creo que así lo tengo un poco claro.
Sobre todo, espero que este post os haya sido de ayuda a la hora de seleccionar novelas, aún no sabemos qué nos deparará 2021, pero podemos empezar por añadir cierta alegría con los libros... El arte siempre ha sido un gran salvador del ser humano, y espero que hayáis comenzado bien el año. Como siempre, un placer subir contenido de lectura.
¡Saludos, y nos leemos en la próxima entrada! :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario