Título: Dos Almas
Autor: Holly Bourne
Editorial: Ediciones B
Canción Identificada: (cualquier cancioncilla popera de esas comerciales y juveniles sobre el amor)
Sinopsis:
Yo nunca había creído en las almas gemelas. Era una expresión hollywoodiense, un concepto inventado para vender literatura romántica y derechos de autor.
A mi modo de ver, el amor era una obsesión mundial nacida de la fantasía desesperada. Daba igual que la gente hablara de amor, de romanticismo, del hallazgo de nuestra alma gemela y demás paparruchas. Para mí no era más que una cuestión de hormonas, de química y biología, envuelta en la ilusión de vivir felices para siempre, fruto del miedo a estar solos.
Claro que siempre se es una cínica hasta que una misma se enamora.
El problema era que Hollywood, Stephanie Meyer, Mills y Boon..., todos ellos tenían razón. Las almas gemelas existen de verdad.
Lo que ninguno de ellos entendía es que encontrarla no siempre es algo bueno.
A mi modo de ver, el amor era una obsesión mundial nacida de la fantasía desesperada. Daba igual que la gente hablara de amor, de romanticismo, del hallazgo de nuestra alma gemela y demás paparruchas. Para mí no era más que una cuestión de hormonas, de química y biología, envuelta en la ilusión de vivir felices para siempre, fruto del miedo a estar solos.
Claro que siempre se es una cínica hasta que una misma se enamora.
El problema era que Hollywood, Stephanie Meyer, Mills y Boon..., todos ellos tenían razón. Las almas gemelas existen de verdad.
Lo que ninguno de ellos entendía es que encontrarla no siempre es algo bueno.
Opinión:
Todo lector (y que me aspen si no es cierto) pasa por unas fases en su vida. Todo lector se enfrenta a cambios, porque nuestra vida como amentes de libros es todo cambios, transformaciones del yo, descubrimientos, exploraciones, introspecciones y demás historias que hacen que, sin duda alguna, la lectura sea un viaje que lo recorre absolutamente todo en el mundo, desde emociones hasta lugares inéditos, hasta obsesiones, hasta combates contra demonios interiores, hasta la profundización más pura, más detallada y más dura de la mente humana.
Un lector no es algo en concreto, salvo un empedernido explorador.
Un lector es el que se da cuenta de que no sabe nada de sí mismo y quiere saber, y quiere crearse mediante otras personas, quiere enriquecerse de situaciones nuevas, de experiencias duras y frenéticas, y ver el mundo desde no un sólo punto de vista sino varios. Un lector es muchas cosas. Y un lector, víctima de este cambio, tarda en hallarse a sí mismo: es decir, no sólo se cambia con los libros, sino que también se descubre lo que yace en tu interior.
Cosas, por poner un ejemplo convencional, como sus gustos en la literatura. Uno no nace sabiendo qué tipo de libros le gustan, ¡qué horror si eso fuera cierto!
Lo divertido, queridos lectores, es conocer mundos nuevos, ver si te gustan o no, pero andar por todos estos senderos, por estos inacabados viajes entre géneros, hasta encontrar lo que adora tu alma con todas sus fuerzas.
Y luego te das cuenta en esta meta que esta preferencia no es constante, sino que puede cambiar con el tiempo, y que esta preferencia, además, no es singular e individual, sino que es un mogollón de libros, de géneros, de autores y de más cosas y palabras.
Bueno, pues, para ello, el lector pasa por fases. Que no de vergüenza comentarlas, que no de vergüenza admitirlas.
Gracias a estas fases, la mente conoce, la mente ordena por gustos y categorías, y el sentido del "yo" crece.
Así que, por favor, antes que nada, me gustaría dejar claro que, por mucho que ahora ponga un poco... digamos... verde a este libro, hay gustos para todo y, además, puede que uno esté anclado en esta fase (especialmente en esa montaña rusa que supone la adolescencia), o puede que vaya, que le guste esta fase. Como digo, eso puede cambiar o no, eso ya se verá.
En mi caso, este libro me gustó bastante (y hay que decir que la narrativa y cómo la escritora se pone en la mente de la protagonista adolescente es sensacional), pero ahora... Aishhh. Como que no me gusta mucho. Es más, creo que entre todos los libros de romance que en su momento me leí, este puede quedar más bien en un término "meh".
Ya no me llama este género, pero que quede claro: hay libros grandiosos de este género por ahí fuera, ¡eso seguro! Así que sin más, os doy mi opinión y, repito, es la opinión de la actualidad, y trataré de ser algo objetiva con respecto a las cosas buenas que tiene, pero tampoco os esperéis que abrace al libro porque ahora, si me lo leyese, no me gustaría nada.
Esta es mi opinión, este ha sido mi viaje, y este sigue siendo un camino a recorrer, y cada lector tiene el suyo propio: por favor, que nadie se sienta herido, esto se trata de da mi opinión, y no hay gustos mejores y peores; si el libro ha significado algo, como digo siempre, poco importa lo que yo opine, mientras que el libro sea especial para una persona, eso es suficiente.
Dicho lo cual (*frotándome las manos con una sonrisa*), vayamos un poco a criticar (y ciertamente también a halagar) este libro:
Creo que huelga decir (se ve por la portada, se ve por la sinopsis) que este libro es un libro romántico. Un libro romántico y adolescente.
Con esto en mente, tampoco hay que estigmatizar tan negativamente al libro: claro que ha cogido clichés adolescentes, y hay que decir que por un tubo, pero dado que la mayor mayor parte de los libros de su género son así de fábrica, este libro tan sólo entra más en esta categoría de libros malillos comerciales... Salvo por la finalidad: cabe mencionar que la escritora es una persona que ayuda a adolescentes, y que, de hecho, tiene una web sobre ello, así que la intención de este libro no es en sí el contenido para agradar al público, sino el mensaje de que, por dura que sea la vida, por bofetadas que ésta te de, tienes que seguir adelante, que no hay que volver la espalda al pasado, pero tampoco quedarse atrapado en él: hay que seguir, hay que mirar atrás y sonreír, y eso es lo que la escritora quiere enseñar. Y lo hace muy, muy bien.
Sacando ya a relucir todas las cosas buenas que tiene el libro, aplaudo la intensidad y el acierto en el que la escritora se mete en una mente adolescente, clavando la edad y todo en la que están los protagonistas, y tiene un lenguaje cuidado, sencillo, elegante y agradable de leer, que no se hace pesado y alterna entre voces y puntos de vista maravillosamente, y destaco los diálogos entre todas estas cosas buenas.
Ahora, lo malo...
Analicemos un poco el libro... Trata acerca de una historia de amor entre una chica y un chico, dos jóvenes perdidamente enamorados cuyo amor es prohibido. Y esto no dice mucho, ya que TODOS LOS LIBROS JUVENILES ROMÁNTICOS SON DE ESTE ESTILO.
Pero prosigamos: estos dos adolescentes, Poppy y Noah, viven una vida normal, sin conocerse el uno al otro.
Lo que lo odio, de verdad: el libro empieza con la chica diciendo que su vida es normalita, que todo en su vida es típico. Chavala, si algo es "normalito", es porque la persona que lo ve vive la vida de esa forma tan "típica" que odias. Por común y convencional que sea el mundo a tu alrededor, una persona tiene el poder de hacer que con su rico mundo interior cada día sea inusual, fantástico, inolvidable. Pero este no es su caso: ella prefiere ir a discotecas, quejarse del amor y poco más.
Y entonces nos introducen a Poppy, la típica escéptica del amor que no se lo cree, que lo odia, y los argumentos que da a esto es que los chicos de su pueblo tiene acné y gafas y... Espera, ¿qué? Es decir, que parece que sólo la importa el físico. Y lo peor es que esto no se deja de repetir una y otra vez en el libro, lo que da una imagen un poco pobre de la chica, ¿no os parece?: aburrida, tediosa, amargada y con un sentido del amor bastante horrible y destartarado.
Eso, hasta que, por supuesto, llega el (con palabras textuales) "guitarrista cañón" a su pueblo... Noah, claro, porque este chico no podía ser un buen chaval con gafitas y con pasiones por Star Wars y los juegos de rol... tenía que ser el guitarrista de una banda, tenía que estar "muy bueno", y tenía que tener mucho dinero... Cosa que luego se ve, también para mi irritación, que es lo que convence a Poppy: cuando la lleva a ver un ballet, cuando la compra vestidos, etc.
Al final lo que hace que se la gane es el dinero, lo que muestra no sólo una imagen muy mala de los dos protagonistas, sino también una imagen muy mala de lo que es el amor, más si estás, señora mía, resaltando el "amor eterno, el amor platónico, las almas gemelas".
Y no tengo nada en contra de estos chicos, pero es que han salido tantos en infinidad de libros de este estilo que me he leído que acaban cansando. Ah, y, aademás, Noah parece ser el "chico malo" de la banda... Una banda (permitidme partirme de risa) que se llama "Angustia Juvenil".
Poppy es una escéptica del amor, o, más bien, una nazi del amor, sólo hay que verla hablar de él escupiéndole encima: no cree en él, odia las películas románticas y los libros de amor y está segurísima de que jamás se enamorará y pensará en un chico a todas horas.
Por suerte, dejo una frase que logró hacer que me gustase un poco más la chiquilla:
"...¿Cómo podía haber alguien a quien no le gustara leer? Era la única forma de evadirse del color sepia y monótono de la vida real y experimentar algo de emoción..."
Y entonces llega Noah a su vida y... ¡voilà! Poppy sufre tal transformación que cae en los brazos de este chico, a los pocos días son pareja y enseguida está viendo películas de amor (ni más ni menos que Crepúsculo) con él, en un sofá, en un hotel romántico.
Creo que es la mayor evolución de personaje que he visto en toda la historia, y no en el buen sentido, aunque ahora mirándola ha conseguido hacerme reír a carcajadas, lo que hace que le de unos pocos puntillos al personaje por lo hilarante que es la situación.
Así que hablemos de Noah, porque algo tiene que tener este chico para que Poppy pase a ser un perrito arrastrado por el suelo llena de corazones de la noche a la mañana... literalmente: Noah, en realidad, tampoco es nada del otro mundo, salvo porque está tan obsesionado con ella que no duda en gastarse una pasta gansa cada día por hacerla feliz, ¡como si el amor fuera comprado por dinero! ¿Veis lo que digo? Esta idea está en todo el libro.
Por lo demás, Noah es un personaje entrañable, realmente, no me puedo quejar mucho de él: salvo porque estaba tan locamente enamorado cual Calisto que resultaba muy impertinente y poco realista, su pasado estaba muy bien hecho, y podía resultar en algunas partes majete.
Tampoco sorprende que estos dos adolescentes tan... diría peculiares, pero es que son precisamente el mayor cliché de todos los tiempos, se conozcan en una discoteca... Y, por supuesto, se odian a muerte nada más verse, aunque por alguna razón el primer contacto visual que tienen hace que el corazón les lata a cien...
Oh, venga ya.
Además, como bien sabemos, toda una buena relación romántica comienza por amistad, y en este libro se saltan esta parte y pasan de odiarse a querer besarse y a... hacer... otras cosas, en medio de un ballet.
Terminando con esta disección tan divertida sobre la mente más puramente adolescente que os podáis encontrar, resulta que el libro tiene un toque fantástico...
Literalmente, las almas gemelas existen, y ellos están hechos el uno para el otro, lo que mira por donde está genial, qué final más feliz, hasta que se añade el tópico que faltaba a esta gran pila de clichés juveniles... El amor imposible.
Por lo visto, desde que se conocen ven que algo pasa: están desesperados por estar con el otro (aunque claaaro, al inicio se odian a muerte, porque este tópico de amor-odio no puede faltar): sienten corrientes en su cuerpo cada vez que se ven, se aman con total intensidad sin apenas conocerse, y no pueden dejar de pensar en el otro en ningún momento (vamos, la solución más fácil para explicar por qué están tan locamente enamorados sin que parezca un libro exageradamente rosa).
"Me contemplo con fijeza, escrutando mi rostro, y un asomo de sonrisa se dibujó en sus labios. Sin permitirme el lujo de respirar, me dejé llevar por lo que fuera que estuviera sucediendo entre nosotros.Todo mi ser lo deseaba con una intensidad que nunca antes había experimentado. Me entraron ganas de saltar por encima de la mesa, sujetarle la cara y probar su boca. Como un animal. Era una sensación tan avasalladora que me asustaba, y advertí que él sentía lo mismo. Aferraba con fuerza la madera seca de la mesa. Parecía... casi hambriento."
El relato, de esta manera, va siendo alternado por una narrativa en tercera persona de unos personajes secundarios que estudian a las almas gemelas en un laboratorio...
WAIT WHAT???
En efecto, en este laboratorio estudian a las "almas gemelas", y parece ser que Poppy y Noah no sólo son almas gemelas, sino que además se quieren tanto, con tanta intensidad, que pueden destruir el mundo con su amor... (¡toma tópico de amor que puede destruir el mundo en la cara!).
Y no es por desacreditarles, pero me parece un trabajo un tanto raro y que es para troncharse de risa, pero bueno, cada uno a lo suyo.
Ahora, ¿por qué lo he clasificado como "romance actual"?
Y lo que la escritora quiere que sea algo serio acaba siendo un auténtico chiste, pues eso no pinta nada salvo llevar a un final que seguramente, he de decir, fue lo mejor del libro, ¡e incluso en mi día hizo que se me rompiera el corazón!
Cursi, sin sentido y prácticamente cómico, he de decir que este elemento de fantasía no fue sino un intento de explicar vagamente el por qué de todo eso, pero que salió tan mal y fue tan escasamente explicado que me ha hecho considerar a este libro obviando esto de magia, poniéndolo directamente como "romance actual" ya que el 99% del libro trata acerca de la historia de amor de estos dos sujetos, sin siquiera altibajos que lo hagan más interesante salvo en la parte final.
Dos Almas es un libro realista, interesante y fluido, además de estar narrado muy bien y tener una profundización en la caótica mente adolescente tan buena que hace que ese estallido tan característico de emociones de esa etapa de la vida se vea con más claridad y se pueda apreciar cada emoción y el por qué de ella.
La historia de amor es buena, aunque los personajes un tanto típicos y el mensaje de amor un tanto ambiguo, llevándome a pensar que lo que sentía la chica no era amor sino más bien un deseo de ser agradada con regalitos y con un cuerpo que enamora y poco más, pero fuera de esta interpretación poco correcta el libro está bien.
Lo malo llega a ser cuando mezcla una historia con toques de fantasía por encima, sin explicar absolutamente nada, y sin hacer reaccionar a los personajes como es debido, que se asemejaría a un "quédemoniosestápasandonoentiendonadaestoesunalocura"; y cuando la escritora se convierte en una maestra de copia y pega de clichés juveniles para agradar al público adolescente que ahora, repasando un poco el libro, resultan muy insufribles y, sobre todo, muy hilarantes.
Toda esta contradicción sobre el libro me lleva a la conclusión de que la mujer que lo escribió sabe cómo lidiar y tratar con un adolescente, sabe poner todos los clichés juveniles en un solo libro para que venda, y sabe cómo crear una historia extremadamente cursi que, en otras palabras, es más bien malilla.
No obstante, Holly Bourne sabe cómo transmitir lo que quiere transmitir y sabe meterse en la mente de los jóvenes hasta tal punto que logra dar un mensaje final curiosamente profundo, aunque, como digo, la finalidad de un "amor verdadero" no la logra abarcar como seguramente quisiera.
"Tal vez por eso todos nos aferramos al amor. Porque los breves instantes de amor, ya sea real o imaginario, con o sin una pareja ideal, son los únicos momentos en la vida en que somos felices de verdad, en que toda la mierda nos resulta soportable. Es como si el mundo dejara de dar vueltas durante el tiempo justo para echar un vistazo por tu ventana y fijarse en tu euforia.
Eso hace que el dolor valga la pena. ¿No creéis?."
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 2.75/5
♫ Acción: 2.5/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 2.75/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Pluma: 3.5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7.5/10
VALORACIÓN PERSONAL: 7.5/10
