Título: Spoonbenders
Autor: Daryl Gregory
Editorial: Alfred A. Knopf
Canción Identificada: Family Jamboree (Nuclear Rabbit)
Sinopsis:
A generations-spanning family of psychics - both blessed and burdened by their abilities - must use their powers to save themselves from the CIA, the local mafia, and a skeptic hell-bent on discrediting them in this hilarious, tender, magical novel about the invisible forces that bind us.
The Telemachus family is known for performing inexplicable feats on talk shows and late-night television. Teddy, a master conman, heads up a clan who possess gifts he only fakes: there's Maureen, who can astral project; Irene, the human lie detector; Frankie, gifted with telekinesis; and Buddy, the clairvoyant.
But when, one night, the magic fails to materialize, the family withdraws to Chicago where they live in shame for years. Until: As they find themselves facing a troika of threats (CIA, mafia, unrelenting skeptic), Matty, grandson of the family patriarch, discovers a bit of the old Telemachus magic in himself. Now, they must put past obstacles behind them and unite like never before. But will it be enough to bring The Amazing Telemachus Family back to its amazing life?
Opinión:
Esperaba grandes cosas de este libro. Y grandes cosas fueron las que me encontré entre sus páginas.
Primeras impresiones causaron un efecto en mí bárbaro: TENÍA que leerme este libro, sabía que tenía que hacerlo.
¿Una historia familiar, con enredos y problemas? ¿Un legado de poderes psíquicos en su sangre? ¿Efectos adversos, y grandes consecuencias, de nacer con habilidades fuera de lo común? ¿Secretos en la familia? ¿Mafias, ya se paso? ¿Agencias secretas, y espías con habilidades sobrenaturales?
Oh, vamos. Tenía que estar en mi estantería, ¡era un claro imperativo!
Y gozosa me encuentro al ver que, pese a las altas expectativas que tenía del libro, Spoonbenders logró ser el libro con el que tanto ansiaba encontrarme. Es más, debido a no conocer obras anteriores del escritor, y debido a saber más bien poco de la trama, Spoonbenders me logró impactar y dejar entusiasmada... en prácticamente cada página.
“New love walks up and slaps you on the butt, demands your attention, gets your pulse racing. Old love lies in wait. It’s there in the evening when your eyes are closing. It slides into bed beside you, runs its ghost fingers through your hair, whispers your secret name. Old love is never gone.”
¿Qué puedo comentar primero?
¿El tono tan ligero, tan divertido de la narración? ¿Los personajes tan definidos, tan pertinentes y tan bien trazados? ¿Las relaciones entre ellos, ya de paso, con sus grandes problemas y sus determinaciones a enmendarse? ¿Debo hablar también de ciertos detalles angustiosos del libro, que incorporaban dosis de seriedad a esta divertida trama familiar?
“He lit the cigarette and inhaled gratefully.
"You want one?"
"No thanks. Had a touch of the cancer a few years ago."
"What kind?"
"Prostate."
"I'm not asking you to smoke it in your ass.”
Y sin duda debo hablar de la ambientación, y de la magia... tan realista, tan certera, tan llena de misterios y de secretos familiares... y ¡es más!, tan llena de complicaciones, de vueltas y vueltas para llegar a un final del que... ¡del que también tengo que hablar!
¡Qué final, cómo tenía el corazón la garganta! ¡Cómo de pronto, de manera clara, todo cobraba sentido!
Pero no hay que empezar la casa por el tejado, ¿cierto? El final del libro (ese tan explosivo, tan lleno de trepidación) queda guardado para la conclusión de la reseña.
Así que, ¿con qué se puede empezar?
¿Qué mejor que con el principio, digo yo?
Son algunos cuantos los libros que enganchan desde la primera página, y me parece fantástico que pueda incorporar a esta colección a Spoonbenders, cuyas frases, dichas con ligereza pero cargadas de misterio y de significado, son las que hicieron que de manera inmediata me sintiera adicta al libro.
La novela empieza con fuerza, sin andarse con rodeos: Matty Telemachus, el joven nieto de la grandiosa pareja de psíquicos, sale de su cuerpo... de manera literal.
Así, de manera brusca, comienza a descubrir que una gran parte de él se encuentra unida al gran legado familiar: es capaz de tener habilidades fuera de toda lógica.
Y esto no lo descubre como buen samaritano en prolongadas horas de meditación... Matty, como chico de catorce años que es, se encuentra saliendo de su cuerpo (de nuevo, de manera LITERAL) debido a estar disfrutando, él solo, del placer sexual. Es decir, en plena masturbación.
Dato que nos hace a todos darnos cuenta de la naturaleza de la narración: nada de seriedad extrema, sino sencillamente un realismo que se centra en los detalles un tanto más inexplorados de la literatura.
Qué mejor forma de presentar a un chico de catorce años que en pleno acto de disfrute de su cuerpo... y más si, gracias a estas sensaciones, viaja lejos, muy lejos, y se aleja del plano físico.
Es decir, que ya desde el inicio se presenta la historia con cierto tono de humor, cierto desafío de decir: las cosas en este libro pueden sorprender, pueden ser un tanto confusas, pero ahí está la gracia... el realismo de cada personaje, y los temas más comunes pero menos explorados, aparecen en las páginas.
“Smocks were the official uniform of those hanging on to the bottom rungs of the economic ladder; a parachute that would never open.”
Dicho y hecho: a partir de esta introducción (que aseguro que no me la esperaba, y que me gustó la gran desenvoltura con la que se trataba), nos adentramos en una historia donde cada personaje muestra distintas facetas de la realidad.
Temas mundanos, podría decirse, como problemas en las relaciones de pareja, superación de la pérdida de un ser querido y ciertas GRANDES complejidades dentro del núcleo familiar... y temas un tanto menos ordinarios, como que el pequeño de la familia pueda distanciar su mente de su cuerpo, que uno de sus tíos sea un estafador y se vea metido en el negocio de las mafias, o que otro de sus tíos esté cavando un agujero en el patio interior y se encuentre en un perturbado silencio desde hace años.
“It was as if someone had thrown a bucket of paint into his face, and the shade was named Blinding Pain.”
La historia está montada: Daryl Gregory logró cautivarme son su forma de escribir, y mucho más con la manera en la que cada personaje importante en la historia tenía su momento para hablar y mostrar su perspectiva (¡tan distinta a la de los otros!) y sus pensamientos más internos.
Nos metemos, entonces, muy dentro de las raíces familiares... el pasado, la muerte, el fracaso está arraigado en todos ellos, pero también lo está el deseo de seguir adelante, de pasar página y de tratar de sacar a la familia del agujero en el que se encuentra.
Hay pocas relaciones fuera de este núcleo familiar, y eso hace que la novela consista en una especie de comedia (con parte de drama) puramente familiar, donde la importancia reside en las relaciones que tienen los unos con los otros, en cómo cierta persona ve a la otra, y en cómo juntos comienzan a moverse en una trama que, aseguro, cada vez se vuelve más turbia y peligrosa...
Y es que una cosa está clara: Spoonbenders es un libro que me ha vuelto loca de tratar de averiguar cuál iba a ser el siguiente paso.
Me ha llevado por terrenos que, sinceramente, no me esperaba para nada, y me ha seguido sorprendiendo página tras página.
Mientras la trama avanzaba, tanto lo hacía mi necesidad de tener respuestas, de saber ya cómo iba a terminar todo... Mi cabeza daba vueltas y vueltas, y me he sentido con emoción en el pecho (la clase de emoción que sientes como un mariposeo de ganas de saber) en cada parte de la lectura. De verdad lo digo: ¡Spoonbenders me ha parecido un libro de diez!
La trama ya está más o menos contada en la sinopsis, pero aun sí puedo revelarla de nuevo: consiste en una historia familiar, donde algunos de ellos tienen ¡poderes psíquicos!
Esto, si bien se presenta como algo bueno al inicio, acaba por descubrirse como una verdadera maldición para muchos... que los llevará a meterse en muchos, muchos líos.
La historia es casi todo el tiempo lineal (teniendo lugar casi todo el tiempo en 1995), pese a que cuenta con numerosos flashbacks que nos ayudan a meternos mejor en la historia y en el pasado de cada uno de los personajes.
Hablando de los cuales, hay varios centrales que son claramente la chispa de la novela, y éstos son los que llevan la voz cantante: cada capítulo está contado desde la perspectiva de uno de ellos, y sus voces se van intercalando.
En las últimas páginas, los capítulos cuentan con los puntos de vista de todos ellos, algo que hace al libro más dinámico, y mucho más frenético.
Si algo más bien negativo puedo decir del inicio (que es negativo a gusto de cada uno, además) es que tarda un tanto en empezar.
Si bien el primer capítulo va con fuerza, luego todo se realentiza un tanto para explicar qué fue lo que pasó a esta familia en el pasado, y todo lo que la familia está tratando de dejar atrás... Que son bastantes cosas, y la mayoría de ellas se encuentran explicadas, y apelotonadas, en las primeras páginas.
Cuando al fin salimos de tantas aclaraciones, el libro vuelve a impulsarse, y así cada vez la tensión va a más, y a más, y a más, hasta que el final acaba siendo una bomba de relojería de cuya explosión (porque decididamente la habrá) no sale uno indemne.
Hablada su estructura, queda decir que la historia comienza presentando un momento de crisis para la antaño fabulosa familia Telemachus.
Esta parte no se muestra en un solo tono, sino que en ocasiones puede resultar un tanto (y siento si en mi caso al menos ha sido así) divertido ver las complicaciones que se van formando sobre todos los miembros de la familia, la cantidad de enredos que hay, muchos de los cuales crean ellos solos... pero también es conmovedor, y un tanto doloroso, ver sobre la caída de esta familia.
“Eight-year-olds playing soccer, Teddy decided, was a lot like a pack of border collies chasing a single sheep, except that the dogs would’ve used more teamwork.”
Ojos puestos en ellos, porque de verdad que los personajes son "la crème de la crème" de la historia, descubrimos a Teddy, el patriarca de la familia, encantador, astuto, habilidoso y un verdadero maestro en juegos de cartas y de estafas. Contrajo matrimonio con Maureen McKinnon, conocidos cuando ambos estaban participando en un estudio del gobierno sobre los poderes psíquicos.
Maureen era una mujer ingeniosa, extremadamente poderosa, que ocultaba un as en la manga en todo momento.
Juntos, tuvieron tres hijos, loes tres con poderes sobrenaturales: Irene puede detectar cuándo alguien miente, y eso la lleva a tener problemas con las relaciones; Frankie, a veces, puede levantar objetos con la mente; y Buddy, el más pequeño de todos ellos, puede ver el futuro... mas esta habilidad resulta dominarle a él más que a la inversa, un gran peso para su conciencia que lo lleva a acabar más dañado psicológicamente con cada día que pasa.
“Everything he knows about the whirlpool of past and future tells him that the universe does not owe you anything, and even if it did, it would never pay up.”
Aunque un tiempo tienen buenas vidas, mostrando sus habilidades y siendo la increíble familia sobre la que todo el mundo quiere saber, al final cada uno, de una manera u otra, cae en su propio abismo insalvable...
Más de tres décadas después, un nuevo poder despierta en uno de los los jóvenes miembros de la familia... un poder que puede ser de gran ayuda para devolver el esplendor al clan, pero que parece ser que solo da su fruto cuando se droga y cuando se masturba. Y en cuanto a los demás... aseguro que están hechos un desastre.
¡Así empieza todo!
Para continuar, no queda otra que hablar de los personajes, y así mostrar mi gran fascinación por todos ellos. Pese a que hay personajes secundarios sobre los que hay mucho que comentar, como de Destin Smalls, del gran Archibald e incluso de la prima Marie Alice (a quien le gusta ser llamada Malice), voy a centrarme en aquellos sobre los que vemos su punto de vista:
En primer lugar, tenemos a Teddy, el hombre más mayor de la familia, ladino y encantador, que ha perdido a su esposa y vive prácticamente cada día flirteando con distintas mujeres y haciendo caso omiso de sus responsabilidades (siendo uno de los personajes con los que más me he reído en la lectura).
El problema comienza cuando, en uno de sus flirteos, acaba por meterse donde no le llaman: con la mujer de un poderoso gángster.
“The problem with getting old was that each day had to compete with the thousands of others gone by. How wonderful would a day have to be to win such a beauty contest? To even make it into the finals? Never mind that memory rigged the game, airbrushed the flaws from its contestants, while the present had to shuffle into the spotlight unaided, all pockmarked with mundanities and baggy with annoyances.”
En segundo lugar, está Irene, madre soltera cuya habilidad de detectar mentiras hace que le sea muy difícil mantener una buena relación, y que lucha por salir adelante y mantener cierto orden en su familia.
Es un personaje que me ha gustado un poco menos que los demás, en gran parte porque sus obstáculos y conflictos internos eran menos desmedidos, la emoción en sus partes era menos palpable y salía de los apuros sin mucho desarrollo en su personaje.
Aun así, aporto que todos los personajes, absolutamente TODOS, estaban muy bien perfilados, e Irene no es excepción: ella tenía muchos detalles en su persona, cambios en su forma de ser y grandes inquietudes, y leer sobre ella, aunque menos emocionante porque sus problemas no eran tan graves a mi parecer, ha sido todo un lujo.
En tercer lugar, está Frankie: un hombre casado, resuelto y con mucha decisión a la hora de actuar, que se mete él solo en muchas complicaciones y debe una gran cantidad de dinero a una peligrosa mafia.
Su punto de vista era uno de los que más acción y trepidancia tenían, y además contaban con momentos de pensamientos internos, y muchos, muchos peligros, lo que hizo que estuviese con los pelos erizados en sus partes.
Como cuarto personaje a nombrar, nos encontramos a Buddy, que ha sido, sin lugar a dudas, mi personaje favorito. Bien es cierto que no había apenas acción en sus partes, y el frenesí era bastante nulo, pero... pero sin duda había mucha emoción:
Cuando se mostraba su punto de vista, la angustia crecía en mi pecho, el agobio y el miedo eran insoportables.
Buddy es un personaje silencioso, reservado, que, debido a su habilidad como clarividente, no sabe distinguir bien entre el presente y el futuro, no sabe muy bien en qué día está y confunde lo que ocurre con lo que está por ocurrir.
“Buddy sought out Irene’s eyes with a classic Buddy look: mystified and sorrowful, like a cocker spaniel who’d finally eviscerated his great enemy, only to find everyone angry and taking the side of the couch pillow.”
La presión en él era enorme, y tenía muchas dificultades para estar con los pies sobre la tierra. El peso que tenía sobre sus hombros era inmenso, y me estremecía, mucho más terrible era ver que había una cuenta atrás iniciada... que se acercaba al final, al Zap, como Buddy lo nombraba.
“Denny’s is a hellscape of unfettered free will.”
Ha sido, sin duda alguna, un personaje crucial.
Estaba muy trabajado, pues, pese a que sus partes eran más bien confusas por esto de ver el presente trastocado, eran las que más cosas me hacían sentir...
Tengo el determinado pensamiento de que sin Buddy la historia perdería mucho, y sería mucho menos retorcida y sorprendente.
No quiero decir mucho, pero cuando al final todo cobra sentido... sin Buddy, la verdad es que yo no habría acabado tan fascinada como lo he estado.
Y en último puesto, pero no menos importante por eso, tenemos a Matty, el personaje más joven con capacidades psíquicas, y uno de los más poderosos.
“Poor bastard. Literally. His mom was broke, and his dad had abandoned the family years ago.”
Matty ha sido un personaje extraordinario, uno de los más evolutivos, y uno de los más entretenidos de leer.
Su habilidad era verdaderamente interesante, y más lo era su forma de ser, y la relación que tenía con el resto de personajes, en especial con los adultos de la casa.
Matty ha sido un personaje entrañable, adorable y divertido, y me ha parecido una gran elección para incorporar los momentos más ingeniosos a la trama.
Los personajes tienen muchas particularidades, y personalidades excéntricas, que ayudan a aportar cierta anomalía a toda la historia, el toque de sorpresa abrupta que hace que podamos estallar en carcajadas de incredulidad, al no ver venir la mayoría de las partes.
Los personajes tienen defectos, aun con sus habilidades son claramente humanos, tienen sus deseos y sus ideas propias, y eso ayuda a darse cuenta de lo genialmente detallados que se encuentran todos ellos, y la unidad tan fuerte que hacen juntos.
Algo que me gusta mucho, además, es que cada uno va en direcciones más bien diferentes, toman caminos separados y acaban por encontrarse en ese final tan impactante.
“What was the point of being a mind anchored to this read weight-or dying weight, that was it, a blooby mass already becoming old, bubbling with latent cancers, each cell wall ready too rupture like a cheap sandwich bag and spill its chemistry back into the soil. If people had to be trapped inside something, why not a robot made of something dependable, something solid, like a brick wall?”
Exasperan a veces, otras veces conmueven... Son peculiares, un tanto estrafalarios, y eso hace que la lectura sea verdaderamente mágica.
Con estos personajes, la cena está servida, como quien dice.
Daryl Gregory maneja de perfecta manera cada giro en la trama, cada golpe y cada acierto, y me ha mantenido expectante en todo momento.
El escritor salta de un punto de vista a otro con extrema facilidad, y consigue que cada capítulo tenga mucha singularidad y voz propia con respecto a los otros, y que en cada parte del libro pasen muchas cosas.
El tono de la novela es algo de lo que me cuesta un tanto hablar con seguridad: hay partes de humor, como digo, y eso claro está, pero luego hay momentos mucho más graves, como el anhelo, la espera a que las cosas mejoren, el deseo de huir del pasado, y la nostalgia hacia tiempos mejores.
“Her dogmatic belief that she was doomed infuriated him. It was surrender. Negative thinking. He knew that if they talked about death, if they planned for it, they would only give it power over them. Why invite the specter into their house, pour it a cup of coffee, let it put its bony feet all over their couch?”
La prosa del escritor tiene, por tanto, múltiples facetas, aunque acertaría a decir que la mayor parte del tiempo se muestra ligera, desenvuelta y dinámica, no hay apenas pausas y cada momento de la historia es enganchante y muy entretenido.
“The gun, my young friend, is that dark cousin of the placebo, the nocebo. If a placebo provides false benefits, the nocebo imparts false harm. The damage to the patient is psychogenic, but no less real.”
La novela está plagada de creatividad, es la clase de obra que no me cansaría de leer decenas de veces, y creo que, de hecho, debe ser leída de nuevo, una vez o varias incluso, porque tiene muchos detalles que forman el final, un complejo puzle que finalmente tiene sentido.
Spoonbenders es una novela rápida de leer, con saltos de aquí a allá entre distintos puntos de vista de diferentes miembros de una complicada familia, mostrando pasados, presentes, e incluso futuros, y así, con grandes tejemanejes, formando una telaraña de cruciales y encantadores (y un poco raros) personajes, peligros en cada esquina y secretos, y muchos giros en la historia, que harán del libro algo profundamente adictivo.
Maravillosamente bien hilada, con mucho dinamismo en sus capítulos y llena de extravagancias y particularidades, Spoonbenders es una obra plagada de matices y momentos con tensión y ajetreo, personajes muy bien definidos y un final que sin duda quita el aliento.
Una novela segura y confiada, con la que, pese a su desenvoltura hay que prestar mucha atención a cada parte.
Un libro brillante, que recomiendo encarecidamente leer.
Autor: Daryl Gregory
Editorial: Alfred A. Knopf
Canción Identificada: Family Jamboree (Nuclear Rabbit)
Sinopsis:
A generations-spanning family of psychics - both blessed and burdened by their abilities - must use their powers to save themselves from the CIA, the local mafia, and a skeptic hell-bent on discrediting them in this hilarious, tender, magical novel about the invisible forces that bind us.
The Telemachus family is known for performing inexplicable feats on talk shows and late-night television. Teddy, a master conman, heads up a clan who possess gifts he only fakes: there's Maureen, who can astral project; Irene, the human lie detector; Frankie, gifted with telekinesis; and Buddy, the clairvoyant.
But when, one night, the magic fails to materialize, the family withdraws to Chicago where they live in shame for years. Until: As they find themselves facing a troika of threats (CIA, mafia, unrelenting skeptic), Matty, grandson of the family patriarch, discovers a bit of the old Telemachus magic in himself. Now, they must put past obstacles behind them and unite like never before. But will it be enough to bring The Amazing Telemachus Family back to its amazing life?
Opinión:
Esperaba grandes cosas de este libro. Y grandes cosas fueron las que me encontré entre sus páginas.
Primeras impresiones causaron un efecto en mí bárbaro: TENÍA que leerme este libro, sabía que tenía que hacerlo.
¿Una historia familiar, con enredos y problemas? ¿Un legado de poderes psíquicos en su sangre? ¿Efectos adversos, y grandes consecuencias, de nacer con habilidades fuera de lo común? ¿Secretos en la familia? ¿Mafias, ya se paso? ¿Agencias secretas, y espías con habilidades sobrenaturales?
Oh, vamos. Tenía que estar en mi estantería, ¡era un claro imperativo!
Y gozosa me encuentro al ver que, pese a las altas expectativas que tenía del libro, Spoonbenders logró ser el libro con el que tanto ansiaba encontrarme. Es más, debido a no conocer obras anteriores del escritor, y debido a saber más bien poco de la trama, Spoonbenders me logró impactar y dejar entusiasmada... en prácticamente cada página.
“New love walks up and slaps you on the butt, demands your attention, gets your pulse racing. Old love lies in wait. It’s there in the evening when your eyes are closing. It slides into bed beside you, runs its ghost fingers through your hair, whispers your secret name. Old love is never gone.”
¿Qué puedo comentar primero?
¿El tono tan ligero, tan divertido de la narración? ¿Los personajes tan definidos, tan pertinentes y tan bien trazados? ¿Las relaciones entre ellos, ya de paso, con sus grandes problemas y sus determinaciones a enmendarse? ¿Debo hablar también de ciertos detalles angustiosos del libro, que incorporaban dosis de seriedad a esta divertida trama familiar?
“He lit the cigarette and inhaled gratefully.
"You want one?"
"No thanks. Had a touch of the cancer a few years ago."
"What kind?"
"Prostate."
"I'm not asking you to smoke it in your ass.”
Y sin duda debo hablar de la ambientación, y de la magia... tan realista, tan certera, tan llena de misterios y de secretos familiares... y ¡es más!, tan llena de complicaciones, de vueltas y vueltas para llegar a un final del que... ¡del que también tengo que hablar!
¡Qué final, cómo tenía el corazón la garganta! ¡Cómo de pronto, de manera clara, todo cobraba sentido!
Pero no hay que empezar la casa por el tejado, ¿cierto? El final del libro (ese tan explosivo, tan lleno de trepidación) queda guardado para la conclusión de la reseña.
Así que, ¿con qué se puede empezar?
¿Qué mejor que con el principio, digo yo?
Son algunos cuantos los libros que enganchan desde la primera página, y me parece fantástico que pueda incorporar a esta colección a Spoonbenders, cuyas frases, dichas con ligereza pero cargadas de misterio y de significado, son las que hicieron que de manera inmediata me sintiera adicta al libro.
La novela empieza con fuerza, sin andarse con rodeos: Matty Telemachus, el joven nieto de la grandiosa pareja de psíquicos, sale de su cuerpo... de manera literal.
Así, de manera brusca, comienza a descubrir que una gran parte de él se encuentra unida al gran legado familiar: es capaz de tener habilidades fuera de toda lógica.
Y esto no lo descubre como buen samaritano en prolongadas horas de meditación... Matty, como chico de catorce años que es, se encuentra saliendo de su cuerpo (de nuevo, de manera LITERAL) debido a estar disfrutando, él solo, del placer sexual. Es decir, en plena masturbación.
Dato que nos hace a todos darnos cuenta de la naturaleza de la narración: nada de seriedad extrema, sino sencillamente un realismo que se centra en los detalles un tanto más inexplorados de la literatura.
Qué mejor forma de presentar a un chico de catorce años que en pleno acto de disfrute de su cuerpo... y más si, gracias a estas sensaciones, viaja lejos, muy lejos, y se aleja del plano físico.
Es decir, que ya desde el inicio se presenta la historia con cierto tono de humor, cierto desafío de decir: las cosas en este libro pueden sorprender, pueden ser un tanto confusas, pero ahí está la gracia... el realismo de cada personaje, y los temas más comunes pero menos explorados, aparecen en las páginas.
“Smocks were the official uniform of those hanging on to the bottom rungs of the economic ladder; a parachute that would never open.”
Dicho y hecho: a partir de esta introducción (que aseguro que no me la esperaba, y que me gustó la gran desenvoltura con la que se trataba), nos adentramos en una historia donde cada personaje muestra distintas facetas de la realidad.
Temas mundanos, podría decirse, como problemas en las relaciones de pareja, superación de la pérdida de un ser querido y ciertas GRANDES complejidades dentro del núcleo familiar... y temas un tanto menos ordinarios, como que el pequeño de la familia pueda distanciar su mente de su cuerpo, que uno de sus tíos sea un estafador y se vea metido en el negocio de las mafias, o que otro de sus tíos esté cavando un agujero en el patio interior y se encuentre en un perturbado silencio desde hace años.
“It was as if someone had thrown a bucket of paint into his face, and the shade was named Blinding Pain.”
Nos metemos, entonces, muy dentro de las raíces familiares... el pasado, la muerte, el fracaso está arraigado en todos ellos, pero también lo está el deseo de seguir adelante, de pasar página y de tratar de sacar a la familia del agujero en el que se encuentra.
Hay pocas relaciones fuera de este núcleo familiar, y eso hace que la novela consista en una especie de comedia (con parte de drama) puramente familiar, donde la importancia reside en las relaciones que tienen los unos con los otros, en cómo cierta persona ve a la otra, y en cómo juntos comienzan a moverse en una trama que, aseguro, cada vez se vuelve más turbia y peligrosa...
Y es que una cosa está clara: Spoonbenders es un libro que me ha vuelto loca de tratar de averiguar cuál iba a ser el siguiente paso.
Me ha llevado por terrenos que, sinceramente, no me esperaba para nada, y me ha seguido sorprendiendo página tras página.
Mientras la trama avanzaba, tanto lo hacía mi necesidad de tener respuestas, de saber ya cómo iba a terminar todo... Mi cabeza daba vueltas y vueltas, y me he sentido con emoción en el pecho (la clase de emoción que sientes como un mariposeo de ganas de saber) en cada parte de la lectura. De verdad lo digo: ¡Spoonbenders me ha parecido un libro de diez!
La trama ya está más o menos contada en la sinopsis, pero aun sí puedo revelarla de nuevo: consiste en una historia familiar, donde algunos de ellos tienen ¡poderes psíquicos!
Esto, si bien se presenta como algo bueno al inicio, acaba por descubrirse como una verdadera maldición para muchos... que los llevará a meterse en muchos, muchos líos.
La historia es casi todo el tiempo lineal (teniendo lugar casi todo el tiempo en 1995), pese a que cuenta con numerosos flashbacks que nos ayudan a meternos mejor en la historia y en el pasado de cada uno de los personajes.
Hablando de los cuales, hay varios centrales que son claramente la chispa de la novela, y éstos son los que llevan la voz cantante: cada capítulo está contado desde la perspectiva de uno de ellos, y sus voces se van intercalando.
En las últimas páginas, los capítulos cuentan con los puntos de vista de todos ellos, algo que hace al libro más dinámico, y mucho más frenético.
Si algo más bien negativo puedo decir del inicio (que es negativo a gusto de cada uno, además) es que tarda un tanto en empezar.
Si bien el primer capítulo va con fuerza, luego todo se realentiza un tanto para explicar qué fue lo que pasó a esta familia en el pasado, y todo lo que la familia está tratando de dejar atrás... Que son bastantes cosas, y la mayoría de ellas se encuentran explicadas, y apelotonadas, en las primeras páginas.
Cuando al fin salimos de tantas aclaraciones, el libro vuelve a impulsarse, y así cada vez la tensión va a más, y a más, y a más, hasta que el final acaba siendo una bomba de relojería de cuya explosión (porque decididamente la habrá) no sale uno indemne.
Hablada su estructura, queda decir que la historia comienza presentando un momento de crisis para la antaño fabulosa familia Telemachus.
Esta parte no se muestra en un solo tono, sino que en ocasiones puede resultar un tanto (y siento si en mi caso al menos ha sido así) divertido ver las complicaciones que se van formando sobre todos los miembros de la familia, la cantidad de enredos que hay, muchos de los cuales crean ellos solos... pero también es conmovedor, y un tanto doloroso, ver sobre la caída de esta familia.
“Eight-year-olds playing soccer, Teddy decided, was a lot like a pack of border collies chasing a single sheep, except that the dogs would’ve used more teamwork.”
Maureen era una mujer ingeniosa, extremadamente poderosa, que ocultaba un as en la manga en todo momento.
Juntos, tuvieron tres hijos, loes tres con poderes sobrenaturales: Irene puede detectar cuándo alguien miente, y eso la lleva a tener problemas con las relaciones; Frankie, a veces, puede levantar objetos con la mente; y Buddy, el más pequeño de todos ellos, puede ver el futuro... mas esta habilidad resulta dominarle a él más que a la inversa, un gran peso para su conciencia que lo lleva a acabar más dañado psicológicamente con cada día que pasa.
“Everything he knows about the whirlpool of past and future tells him that the universe does not owe you anything, and even if it did, it would never pay up.”
Aunque un tiempo tienen buenas vidas, mostrando sus habilidades y siendo la increíble familia sobre la que todo el mundo quiere saber, al final cada uno, de una manera u otra, cae en su propio abismo insalvable...
Más de tres décadas después, un nuevo poder despierta en uno de los los jóvenes miembros de la familia... un poder que puede ser de gran ayuda para devolver el esplendor al clan, pero que parece ser que solo da su fruto cuando se droga y cuando se masturba. Y en cuanto a los demás... aseguro que están hechos un desastre.
¡Así empieza todo!
Para continuar, no queda otra que hablar de los personajes, y así mostrar mi gran fascinación por todos ellos. Pese a que hay personajes secundarios sobre los que hay mucho que comentar, como de Destin Smalls, del gran Archibald e incluso de la prima Marie Alice (a quien le gusta ser llamada Malice), voy a centrarme en aquellos sobre los que vemos su punto de vista:
En primer lugar, tenemos a Teddy, el hombre más mayor de la familia, ladino y encantador, que ha perdido a su esposa y vive prácticamente cada día flirteando con distintas mujeres y haciendo caso omiso de sus responsabilidades (siendo uno de los personajes con los que más me he reído en la lectura).
El problema comienza cuando, en uno de sus flirteos, acaba por meterse donde no le llaman: con la mujer de un poderoso gángster.
“The problem with getting old was that each day had to compete with the thousands of others gone by. How wonderful would a day have to be to win such a beauty contest? To even make it into the finals? Never mind that memory rigged the game, airbrushed the flaws from its contestants, while the present had to shuffle into the spotlight unaided, all pockmarked with mundanities and baggy with annoyances.”
Es un personaje que me ha gustado un poco menos que los demás, en gran parte porque sus obstáculos y conflictos internos eran menos desmedidos, la emoción en sus partes era menos palpable y salía de los apuros sin mucho desarrollo en su personaje.
Aun así, aporto que todos los personajes, absolutamente TODOS, estaban muy bien perfilados, e Irene no es excepción: ella tenía muchos detalles en su persona, cambios en su forma de ser y grandes inquietudes, y leer sobre ella, aunque menos emocionante porque sus problemas no eran tan graves a mi parecer, ha sido todo un lujo.
En tercer lugar, está Frankie: un hombre casado, resuelto y con mucha decisión a la hora de actuar, que se mete él solo en muchas complicaciones y debe una gran cantidad de dinero a una peligrosa mafia.
Su punto de vista era uno de los que más acción y trepidancia tenían, y además contaban con momentos de pensamientos internos, y muchos, muchos peligros, lo que hizo que estuviese con los pelos erizados en sus partes.
Como cuarto personaje a nombrar, nos encontramos a Buddy, que ha sido, sin lugar a dudas, mi personaje favorito. Bien es cierto que no había apenas acción en sus partes, y el frenesí era bastante nulo, pero... pero sin duda había mucha emoción:
Cuando se mostraba su punto de vista, la angustia crecía en mi pecho, el agobio y el miedo eran insoportables.
Buddy es un personaje silencioso, reservado, que, debido a su habilidad como clarividente, no sabe distinguir bien entre el presente y el futuro, no sabe muy bien en qué día está y confunde lo que ocurre con lo que está por ocurrir.
“Buddy sought out Irene’s eyes with a classic Buddy look: mystified and sorrowful, like a cocker spaniel who’d finally eviscerated his great enemy, only to find everyone angry and taking the side of the couch pillow.”
La presión en él era enorme, y tenía muchas dificultades para estar con los pies sobre la tierra. El peso que tenía sobre sus hombros era inmenso, y me estremecía, mucho más terrible era ver que había una cuenta atrás iniciada... que se acercaba al final, al Zap, como Buddy lo nombraba.
“Denny’s is a hellscape of unfettered free will.”
Ha sido, sin duda alguna, un personaje crucial.
Estaba muy trabajado, pues, pese a que sus partes eran más bien confusas por esto de ver el presente trastocado, eran las que más cosas me hacían sentir...
Tengo el determinado pensamiento de que sin Buddy la historia perdería mucho, y sería mucho menos retorcida y sorprendente.
No quiero decir mucho, pero cuando al final todo cobra sentido... sin Buddy, la verdad es que yo no habría acabado tan fascinada como lo he estado.
Y en último puesto, pero no menos importante por eso, tenemos a Matty, el personaje más joven con capacidades psíquicas, y uno de los más poderosos.
“Poor bastard. Literally. His mom was broke, and his dad had abandoned the family years ago.”
Matty ha sido un personaje extraordinario, uno de los más evolutivos, y uno de los más entretenidos de leer.
Su habilidad era verdaderamente interesante, y más lo era su forma de ser, y la relación que tenía con el resto de personajes, en especial con los adultos de la casa.
Matty ha sido un personaje entrañable, adorable y divertido, y me ha parecido una gran elección para incorporar los momentos más ingeniosos a la trama.
Los personajes tienen muchas particularidades, y personalidades excéntricas, que ayudan a aportar cierta anomalía a toda la historia, el toque de sorpresa abrupta que hace que podamos estallar en carcajadas de incredulidad, al no ver venir la mayoría de las partes.
Los personajes tienen defectos, aun con sus habilidades son claramente humanos, tienen sus deseos y sus ideas propias, y eso ayuda a darse cuenta de lo genialmente detallados que se encuentran todos ellos, y la unidad tan fuerte que hacen juntos.
Algo que me gusta mucho, además, es que cada uno va en direcciones más bien diferentes, toman caminos separados y acaban por encontrarse en ese final tan impactante.
“What was the point of being a mind anchored to this read weight-or dying weight, that was it, a blooby mass already becoming old, bubbling with latent cancers, each cell wall ready too rupture like a cheap sandwich bag and spill its chemistry back into the soil. If people had to be trapped inside something, why not a robot made of something dependable, something solid, like a brick wall?”
Exasperan a veces, otras veces conmueven... Son peculiares, un tanto estrafalarios, y eso hace que la lectura sea verdaderamente mágica.
Con estos personajes, la cena está servida, como quien dice.
Daryl Gregory maneja de perfecta manera cada giro en la trama, cada golpe y cada acierto, y me ha mantenido expectante en todo momento.
El escritor salta de un punto de vista a otro con extrema facilidad, y consigue que cada capítulo tenga mucha singularidad y voz propia con respecto a los otros, y que en cada parte del libro pasen muchas cosas.
El tono de la novela es algo de lo que me cuesta un tanto hablar con seguridad: hay partes de humor, como digo, y eso claro está, pero luego hay momentos mucho más graves, como el anhelo, la espera a que las cosas mejoren, el deseo de huir del pasado, y la nostalgia hacia tiempos mejores.
“Her dogmatic belief that she was doomed infuriated him. It was surrender. Negative thinking. He knew that if they talked about death, if they planned for it, they would only give it power over them. Why invite the specter into their house, pour it a cup of coffee, let it put its bony feet all over their couch?”
“The gun, my young friend, is that dark cousin of the placebo, the nocebo. If a placebo provides false benefits, the nocebo imparts false harm. The damage to the patient is psychogenic, but no less real.”
La novela está plagada de creatividad, es la clase de obra que no me cansaría de leer decenas de veces, y creo que, de hecho, debe ser leída de nuevo, una vez o varias incluso, porque tiene muchos detalles que forman el final, un complejo puzle que finalmente tiene sentido.
Spoonbenders es una novela rápida de leer, con saltos de aquí a allá entre distintos puntos de vista de diferentes miembros de una complicada familia, mostrando pasados, presentes, e incluso futuros, y así, con grandes tejemanejes, formando una telaraña de cruciales y encantadores (y un poco raros) personajes, peligros en cada esquina y secretos, y muchos giros en la historia, que harán del libro algo profundamente adictivo.
Maravillosamente bien hilada, con mucho dinamismo en sus capítulos y llena de extravagancias y particularidades, Spoonbenders es una obra plagada de matices y momentos con tensión y ajetreo, personajes muy bien definidos y un final que sin duda quita el aliento.
Una novela segura y confiada, con la que, pese a su desenvoltura hay que prestar mucha atención a cada parte.
Un libro brillante, que recomiendo encarecidamente leer.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 4.75/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Tensión: 3.5/5
♫ Tensión: 3.5/5
♫ Desenlace: 4.5/5
♫ Pluma: 4/5
VALORACIÓN PERSONAL: 8.5/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos
VALORACIÓN PERSONAL: 8.5/10
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