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domingo, 8 de noviembre de 2020

Reseña: Sonata de Otoño

 


RESEÑA:
SONATA DE OTOÑO


Título:  Sonata de Otoño (Memorias del Marqués de Bradomín #1)
Autor:  Ramón María del Valle-Inclán
Editorial:  Leído en Kindle :)
Canción Identificada:  L'Autunno (Antonio Vivaldi)





Sinopsis:


Una novela modernista en la que el Marqués de Bradomín, un donjuán cínico y sensual, nos narra sus amores. Se sirve para ello de un marco melancólico y nostálgico como es el otoño, alegoría de su estado de ánimo y su edad. Sitúa al lector en una Galicia aristocrática y supersticiosa, testigo de los últimos vestigios del feudalismo. Toda la obra gira en torno al amor retórico que mantiene el Marqués con Concha; frágil de voluntad y de salud. Bradomín disfruta amando a una mujer "fantasmagórica", comportamiento cargado de perversión y lujuria, del que hace gala en cada uno de sus movimientos. Una obra atrevida para su tiempo, por la temática, y envuelta de un gran refinamiento estético.




Opinión:

La verdad, como vuelva a leer sobre el "oloroso cabello" de Concha, me va a dar algo. Eso, y sus labios que son rosas y su tez pálida. Entiendo que se trata de un retrato de la sensualidad, pero punto número uno: no veo sensual a una mujer enfermiza y febril, y punto número dos, la repetición de sus atributos físicos giraba siempre en torno a tres cosas: que su cabello olía (a saber a qué), que sus labios eran rosas pálidas y temblequeantes, y que su piel era muy pálida, muy enferma. 


Pues bien. ¿Qué puedo decir de todo esto? No solo me parece el Marqués de Bradomín un descarado, sino que encima es un plasta. 

“El corazón sangra y se retuerce, y dentro de mí ríe el Diablo que sabe convertir todos los dolores en placer.”

Tampoco es que el libro tenga muchas páginas (lo que es de agradecer), pero de verdad que se me hizo eterno de leer. No sé qué trae esa Concha consigo, pero al marqués le remueve tanto que se queda plañendo durante día y noche. 
Síii, es verdad que se trata de melancolía, nostalgia, y enfrentamiento a la muerte, pero con todo al final la imagen que yo tenía de él era la de un hombre obsesionado con una mujer moribunda que se lamenta por los corredores y por los bosques tratando de obtener la recompensa de ser para alguien medianamente atractivo. 
Pues hombre, claro que es de esperar que Concha caiga en sus brazos; al fin de al cabo, Concha es uno de esos personajes femeninos de antaño que no tienen voz ni personalidad. Peeero, de ser el marqués un tipo moderno, creo que todas nosotras le daríamos buenas largas. Qué plasta, de verdad.


Pero yendo al grano, que me voy de la lengua... Ni siquiera he presentado el libro.

Pues bien; Sonata de Otoño ha sido una lectura que bien es cierto que debe seguir siendo obligatoria para aquellos estudiosos del Modernismo y la Generación del 98, pero que, en comparación con otras obras de la época, palidece y se queda únicamente en lo sensiblón

Es una lectura que no es que cogiera dando brincos, pero me esperaba otra cosa, puede que más contemplación sobre la vida, más filosofía sobre el perecimiento de la humanidad. 
En contra, me hallé leyendo tediosas descripciones donde se representaba a esta enferma Concha como una mujer pura y angelical, casi una virgencita de silencio y sensibilidad, es decir, una Donna Angelicata en plena regla. 

...Lo que me parece audaz, el hecho de que el escritor decida instalarse en este tópico renacentista, pero claro, considerando que ya se encontraba en el primer respiro del siglo veinte, donde se iniciaba un movimiento inspirador feminista que tenía fuertes raíces... pues me parece un poco desfasado. 

Con todo, entiendo que esa fuera la intención, salirse de la modernidad e instalarse en la proporción y la armonía del estilismo del Renacimiento.


Pero prosigamos. 


¿Qué me hizo cogerme el libro? Pues bueno, que estaba aquí de estudios del Modernismo. E igual que quedé fascinada por El Árbol de la Ciencia, de Pío Baroja, en este caso me he sentido bastante decepcionada

Y con todo, hay cosas buenas: por ejemplo, la prosa de Sonata de Otoño es elegantísima, a mí me deja maravillada. La presentación narrativa de los personajes también está muy bien (si exceptuamos a los cabellos olorosos de Concha, heh). 
Así que menos divagar y más entrar en la historia:



¿De qué trata?

Sonata de Otoño es una novela que se encuentra comprendida en el universo de las Sonatas de Valle-Inclán, cuatro obras modernistas escritas en prosa que narran las aventuras, desventuras, amores y desamores del Marqués de Bradomín, sentimental, idealista y poético, también considerado un noble decadente que va en pos del esteticismo elevado, en el que se hace un recorrido por su vida, desde juventud hasta últimas etapas. 


Las Sonatas se dividen en cuatro partes: Sonata de Otoño (1902), Sonata de Estío (1903), Sonata de Primavera (1903), y Sonata de Invierno (1905). Es de resaltar que estas sonatas, y las "estaciones" a las que hacen referencia, son analogías del propio ciclo de la vida. 

De manera que, en concreto, Sonata de Otoño hace referencia a la melancolía, el anhelo, la muerte y la final reflexión de los últimos momentos de una vida. 
No obstante, trae consigo un amor apasionado, dulce y seductor: el amor que comparten el marqués y Concha, una mujer que está en sus últimos momentos de vida, y que para el protagonista sigue siendo seductora, sensual, y con la sutileza de un amor anterior que no ha terminado del todo por apagarse...


Sonata de Otoño se ambienta en Galicia, y recoge los tópicos del final del siglo anterior: las obsesiones, el erotismo, la veneración por la enfermedad y la agonía, y lo misterioso y lo sutil. 

Para algunos lectores, la presencia de estos temas supone en parte una cierta burla al pensamiento del entonces, incluso un enfrentamiento a los filósofos que lideraban el pensamiento crítico de la época, los cuales ya anunciaban la crisis que estaba teniendo lugar. 

Sonata de Otoño, en concreto, se aleja más de la intelectualidad y se asienta en lo sensible, en las emociones, en el propio ritmo de la vida. Con todo, sigue teniendo rasgos del Modernismo: refinamiento y finura en la prosa, el embellecimiento, el ritmo interno y la musicalidad. Así como en temas de la obsesión por lo castizo, la interpretación del paisaje castellano (en este caso orientado a la Galicia noble), y la contemplación. 



Estructura sencilla, ordenada, monótona y algo repetitiva

Una ventaja que tiene leerse Sonata de Otoño es que, además de su brevedad (que permite ser leído en tan solo un día), tiene una estructura clara, sencilla, y ordenada, lo que permite que se pueda dividir bien en partes. 

En concreto, nos encontramos con tres partes en su estructura:

En la primera parte, se introduce cada miembro del elenco de personajes, haciendo especial hincapié en Concha y Xavier, el protagonista. Es en este apartado donde el marqués recibe la carta de Concha, se encamina a verla, y ya nos llega la idea de que al final de la obra va a llegar la muerte de la mujer. En este sentido, la novela es bastante predecible, deja poco espacio a algún enigma. 


En la segunda parte, comienzan las lamentaciones
Siento ponerlo así, pero es como pasaba: el marqués y Concha conviven entre ellos, cediendo paso a sus amoríos, rescatando aquella dulzura de la pasión que tuvieron en cierto momento. 
En toda esta parte, Xavier se lamenta de la tragedia de su amor, cuida a Concha (la de besuqueos que le da a sus pies, ugh) y llora cada una de sus penas. Lo que resulta muy gracioso, dado que ha estado apartado de ella largos años. Pero cada loco con su tema. 
El caso es que en este apartado los dos están juntitos en todo momento, deleitándose con las palabras románticas del otro, compartiendo frases pastelosas. 
No se habla demasiado sobre la muerte, más que el hecho de que el marqués admire de cuando en cuando los ojos enfermizos de Concha. Porque se ve que a este hombre le pone que haya alguien débil y en toses al borde de la muerte. Cada cual tiene lo suyo, oye. 


Finalmente, y atentos a un posible spoiler (no leáis este apartado si no queréis), en la tercera parte, tras sucesivas vivencias con Concha, y con el paje, las hijas y el padre de esta, llega la muerte, un "spooktober" puntual, para qué engañarse, que entra en escena y alegremente elimina a Concha del lado del marqués. 

Siento si para muchos es un spoiler, pero de verdad que se veía venir esto desde la primera página. 
Es entonces cuando Xavier vueeelve a lamentarse. No creáis que es un lamento de estos desgarrador, ni mucho menos. En el fondo, llora porque ya no tiene a alguien que le aprecie, no por otra cosa. 

“¿Volvería a encontrar otra pálida princesa, de tristesojos encantados, que me admirase siempre magnífico? Ante esta duda lloré. ¡Lloré como un Dios antiguo al extinguirse su culto!”

Es un lamento breve, más bien sorprendido, que elimina con un soplido todo lo que ha vivido con Concha. Es un buen desenlace, muy previsible, pero que tiene su interés en la historia. 


Pese a esta división, también tengo que decir que la estructura se me ha hecho muy, muy monótona
La mayor parte del relato iba de diálogos muy mal hechos entre Concha y Xavier, donde había exaltaciones, gritos de amor, declaraciones ñoñas y rimas para hacer de todo algo muy romanticón. 


Alguna que otra vez había un respiro... con el paje, con las hijas de Concha, o con el padre de esta, pero, en general, era un ida y vuelta de estos dos personajes (Concha y Xavier) hablando con la misma efusividad y pesadez con la que podría hablar un Calisto con su Melibea y un Don Juan con su doña Inés. 

Y bueno, se habrá notado, pero a mí este tipo de conversaciones no me gustan nada, no saco ni una sola cosa en claro, todo son exclamaciones, expresiones de amor, repeticiones de lo mismo. Y estas escenas se daban en toooda la novela. 



Personajes escasos, planos, prototipos y dramáticos

Tampoco es que este libro diese para más, ni que fuese a haber unos hermanos Karamázov llenos de capas y detalles, pero yo me esperaba otra cosa también en esto. 
En realidad me he encontrado con un hombre que ansiaba llamar la atención de la única mujer que parecía tener interés por él, y una mujer que era inocentona, ingenua y sumisa, así haciendo del típico rol de mujer idiota de las novelas de siglos pasados. Porque de estas hay a montones. Me sorprende que se diera el caso en ella, teniendo en cuenta que ya por aquel entonces había buenas obras con personajes femeninos llenos de detalle, pero bueno. 

Hay poco que decir de los personajes, la verdad. Centrales tan solo están Xavier y Concha, los dos muy planos, sin ni una sola evolución en ellos, prototipos de hombre y mujer de la época, y dramáticos y cansinos hasta decir basta. Siempre con jueguecitos de palabras y amoríos, la verdad es que se me hizo muy cansado verlos juntos. 

“No está en los altares por haber nacido mayorazga y querer perpetuar sus blasones tan esclarecidos como los de Don Juan Manuel. De reclamar varonía las premáticas nobiliarias y las fundaciones vinculares de su casa, hubiera entrado en un convento, y hubiera sido santa a la española, abadesa y visionaria, guerrera y fanática.”

Por entrar en detalles, decir que Concha era un estereotipo, en un buen sentido es cierto que representaba la mujer agónica, la fe, la dulzura, la inocencia y la espiritualidad, así como soledad y melancolía, pero en el fondo la verdad es que era una mujer muy aburrida, con poco trasfondo, con poca exploración de quien era en realidad. 


De Xavier, por otro lado, se dice que es un hombre "erótico", yo no sabría decir muy bien, pero sí que es cierto que desde luego el amor es un principal tema en su historia. 
Xavier es apasionado, busca en todo momento el esteticismo, la belleza, la sensualidad, el atractivo y la seducción. 
Está obsesionado con Concha, lo que me parece llamativo dado que llevaba sin saber de ella muchísimo tiempo. Esto se traduce en que probablemente su verdadera devoción, admiración y pasión esté en lo enfermo, en lo débil, en lo frágil, en la propia muerte. Es este morbo el que mueve toda la historia, y el que hace que entendamos un poco mejor al personaje.



Prosa refinada, elegante, y con fines estéticos

Puede que lo que más me haya gustado de esta novela haya sido el estilo de su prosa, el cual se orientaba en lo más estético, en lo más detallado y embellecido. 

Había mucha sensibilidad en la manera de escribir: aromas, tactos, colores, formas, sensaciones de todo tipo. 

Reconozco haber estado impresionada por la habilidad de Valle-Inclán, puesto que de él había leído sobre su esperpento, Divinas Palabras en específico, y he notado un gran cambio de lo uno a lo otro. 

En Sonata de Otoño, se ha asentado en la elegancia, la observación y el sentimiento noble y casto. 

“El jardín y el Palacio tenían esa vejez señorial y melancólica de los lugares por donde en otro tiempo pasó la vida amable de la galantería y del amor.”


No me ha parecido nada acentuado lo que se propone de que toda esta presentación de castidad, nobleza y honor era una burla a estos temas, pero, de serlo, es un punto a favor que no he debido apreciar lo suficientemente bien. 

Para mí, era palabrería romanticona y poco contenido de crítica. Pero. No sé si en las otras Sonatas el estilo literario será el mismo, puede que solo tenga que ver con el otoño, que evoca nostalgia, dolor, frío y enfermedad. Sea como sea, he apreciado enormemente la prosa empleada, me ha parecido muy poética, muy dulce, singular y estética. Eso sí, y como digo: ¿burla y crítica? ¡No se hace en absoluto de notar!



Conclusión

En resumen, Sonata de Otoño es una lectura de la que no he sacado demasiadas cosas, más que una exaltación por lo estético y la belleza de la enfermedad, y muchas tediosas escenas de amores y desamores. 

Con todo, por ciertas temáticas que tiene en relación con el Modernismo sí que es útil para presentar junto a estudios de la época, y en sí mismo es una representación de la aflicción, la pena, la nostalgia y la añoranza de tiempos pasados, al estar cara a cara con la muerte. 
Es un relato que además habla de pasión, de sensualidad, de seducción y de un amor duradero, convertido en prácticamente una obsesión enfervorizada.


Aun con sus cosas buenas, Sonata de Otoño no ha sido un libro que me haya gustado, y recomiendo leer otros distintos de su misma generación. 

Lectura, a mi parecer, bastante mediocre. Me ha dejado igual que antes de haberla leído.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2/5
♫ Acción: 2.5/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Tensión: 2/5
♫ Desenlace: 2.75/5
♫ Prosa: 3/5


VALORACIÓN PERSONAL 4.75/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/



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