RESEÑA:
EL TALENTO DE MR. RIPLEY
Título: El Talento de Mr. Ripley (Tom Ripley #1)
Autora: Patricia Highsmith
Editorial: El País
Canción Identificada: Professional Killer (KMFDM)
Sinopsis:
"En "El talento de Mr. Ripley", la más célebre novela de Patricia Highsmith, aparece su más fascinante personaje: el inquietante y amoral Tom Ripley, figura prototípica de un género que Patricia Highsmith ha inventado, que se sitúa entre la novela policíaca y la novela negra, entre Graham Greene y Raymond Chandler, donde el más trepidante suspense se aúna a un vertiginoso análisis psicológico. Mr. Greenleaf, un millonario americano, le pide a Tom Ripley que intente convencer a su hijo Dickie que está viviendo una bohemia dorada en Italia para que regrese al hogar. Tom acepta el encargo, y de paso pone tierra por medio a posibles problemas policiales, y encuentra a Dickie y a su amiga Marge, con quienes establece una turbia y compleja relación."
Opinión:
Autora: Patricia Highsmith
Editorial: El País
Canción Identificada: Professional Killer (KMFDM)
Sinopsis:
"En "El talento de Mr. Ripley", la más célebre novela de Patricia Highsmith, aparece su más fascinante personaje: el inquietante y amoral Tom Ripley, figura prototípica de un género que Patricia Highsmith ha inventado, que se sitúa entre la novela policíaca y la novela negra, entre Graham Greene y Raymond Chandler, donde el más trepidante suspense se aúna a un vertiginoso análisis psicológico. Mr. Greenleaf, un millonario americano, le pide a Tom Ripley que intente convencer a su hijo Dickie que está viviendo una bohemia dorada en Italia para que regrese al hogar. Tom acepta el encargo, y de paso pone tierra por medio a posibles problemas policiales, y encuentra a Dickie y a su amiga Marge, con quienes establece una turbia y compleja relación."
Opinión:
Señoras y señores, ¿alguna vez os ha dado la curiosidad de indagar en maneras de deshacerse de un cadáver?
"Manual para asesinar, con cuidado y con esmero, sin dejarse nada de por medio." Este debería haber sido el título provisional de la novela, pues, en cierto modo, es muy fiel a su contenido.
¿Cómo cometer un crimen, y de qué manera ocultarlo?
¡Pues bien, el gran Mr. Ripley pone respuesta a todas vuestras dudas!
Ripley es un hombre de negocios, profesional, elegante, siempre educado, que sabe exactamente cómo obrar en los momentos en los que los asesinos más estrés tienen.
Porque sí, puede que el hecho de matar pueda verse fácil, pero ¿qué pasa una vez se ha cometido el crimen? ¿Cómo librarse de la policía, cómo encarar todas las preguntas, los interrogatorios, las investigaciones, las luchas por descubrir la verdad?
¡El señor Ripley tiene la respuesta que todos buscamos!
“He liked the fact that Venice had no cars. It made the city human. The streets were like veins, he thought, and the people were the blood, circulating everywhere.”
Pero para eso, se necesitan dos cosas fundamentales: saber mentir, y saber tener aplomo y serenidad. Hay que ser profesional, hay que ser refinado. Hay que ser un Tom Ripley de pies a cabeza.
Este joven, que recién ha llegado a sus veinticinco años, es un experto en este campo. Pero también se necesita lo que posiblemente sea el ingrediente más prometedor: paciencia, muchísima paciencia. No hay que correr, no hay que tener prisas. Para ser considerado inocente, se necesita soltura y naturalidad.
¿Os animáis a ver cómo el grandioso Mr. Ripley lucha por su falsa inocencia? Es realmente impactante de ver, pero muy merecido. He aquí un asesino de los grandes, que calculan y meditan más que actúan.
¿Quién es Mr. Ripley, y por qué es verdaderamente talentoso con el negocio de la muerte? Queda ver qué saldrá de este libro, en el que Tom Ripley se encontrará en una encrucijada.
¿Sabrá desenvolverse?
Traduciendo: ¿sabrá librarse, una vez más, de su crimen?
¿De qué trata?
Buenísima, de eso trata. Trata de que es una obra absolutamente sensacional.
Considerado como uno de los libros estrella de Patricia Highsmith, lo llevaba teniendo en mi lista de deseo mucho tiempo. Ya me había leído dos libros previos suyos: El grito de la lechuza, y Ese dulce mal. Este segundo me gustó más que el otro, pero ambos me parecieron absolutamente sensacionales.
En los tres que ya llevo leídos suyos, se sigue un estilo similar: protagonistas obsesionados, calculadores, crueles y mezquinos, donde se ve su descenso a la locura y lo que les lleva a cometer un crimen. También se retratan muy bien las relaciones sociales, el aburrimiento que en los protagonistas éstas suscitan, y cómo lo que comienza siendo una relación de amistad, o incluso de romance, se acaba tornando en un asesinato brutal y estremecedor.
“Anticipation! It occurred to him that his anticipation was more pleasant to him than the experiencing.”
Por no dar muchos más detalles, dibujaré la idea lo más rápidamente que pueda:
El talento de Mr. Ripley (The Talented Mr. Ripley en inglés), novela que ha sido varias veces llevada a la gran pantalla, propone una idea de historia de crimen diferente: contada desde la perspectiva del criminal.
Tom Ripley, un joven con un futuro incierto y con tendencia al aburrimiento social, se ve con ciertos apuros a la hora de vivir en la gran ciudad de Nueva York, pese a su gran talento de hacer lo que sea por sobrevivir.
Cuando el poderoso y adinerado Herbert Greenleaf contacta con él, Ripley se verá volviendo a recordar al hijo de este gran hombre, Dickie, con quien tuvo una breve y no demasiado intensa amistad. Por su relación con Dickie, el señor Greenleaf le propone que viaje a Italia, donde se encuentra su hijo, para pedirle que regrese con su familia, y así, en Estados Unidos, dirigir el negocio familiar. Interesado por la petición, y prácticamente comprado, Ripley verá esta oportunidad como una forma de empezar una nueva vida.
“They were not friends. They didn't know each other. It struck Tom like a horrible truth, true for all time, true for the people he had known in the past and for those he would know in the future: each had stood and would stand before him, and he would know time and time again that he would never know them, and the worst was that there would always be the illusion, for a time, that he did know them, and that he and they were completely in harmony and alike. For an instant the wordless shock of his realization seemed more than he could bear.”
Nada más llegar a Italia, comienza a aferrarse a esta otra vida que de ahora en adelante tiene, y conoce a Dickie Greenleaf y su novia Marge Sherwood, los cuales le acogen y, durante un tiempo, se comienza a cimentar una buena relación de amistad, bajo el atento sol italiano. Es ahí cuando comienzan las mentiras: una vez tras otra, Tom Ripley engaña a Dickie con cómo se conocieron, con sus pasatiempos, e incluso con la universidad en la que estudiaron "juntos", y de su boca solo salen farsas, dando forma a una nueva identidad.
Sin embargo, poco después Dickie comienza a cansarse de él, y Ripley, cegado por la necesidad de conservar esta nueva vida, se verá teniendo que dar uso a su talento (uno muy especial, uno muy peligroso) para sobrevivir, una vez más, en base a sus juegos y sus artimañas.
“He loved possessions, not masses of them, but a select few that he did not part with. They gave a man self-respect. Not ostentation but quality, and the love that cherished the quality. Possessions reminded him that he existed, and made him enjoy his existence. It was as simple as that. And wasn't that worth something? He existed. Not many people in the world knew how to, even if they had the money. It really didn't take money, masses of money, it took a certain security.”
Llevándolo todo esto al asesinato de cierta persona, a las investigaciones y a los juegos de ratones y gatos, Ripley tendrá que sacar sus ases en la manga para salir de una pieza de todo lo que él mismo ha ido desmoronando... Y su talento, de nuevo florecido, no hará sino agravar la situación...
Una trama ligera, sin demasiados giros en la trama, pero donde gobierna el suspense y la tensión
El argumento, que sigue la vida diaria de Tom Ripley, saca lo mejor de una historia que ya de por sí empezaba con muchísima fuerza.
No hay nada que sobre en esta novela, ni nada que falte, todo está en su justa medida y se lee sin problemas de un tirón.
“This is what I like, sitting at a table and watching people go by. It does something to your outlook on life. The Anglo-Saxons make a great mistake not staring at people from a sidewalk table.”
La trama es bastante ligera, la clase de obra que puedes leer tumbado en la toalla en la playa, sintiendo el mismo calor abrasador que Ripley siente. La trama no se anda con enredos, ni con complejidades bárbaras. Al estar todo contado desde el punto de vista del asesino, ya sabemos quién es el culpable, ya sabemos cómo, donde y cuándo lo hizo, pero lo que no sabemos es cómo saldrá de esta, y ese es el motor más fundamental de la obra.
“Tom laughed at the phrase "sexual deviation." Where was the sex? Where was the deviation? He looked at Freddie and said low and bitterly: "Freddie Miles, you're a victim of your own dirty mind.”
Por ello, no hay apenas giros en la trama, lo que sorprende es el momento del crimen, pero, más allá de eso, todo se sigue sin dificultad. Si uno lo que quiere es un libro lleno de epicidades reveladoras, no recomiendo leer esta novela.
Pero, si lo que uno quiere es experimentar de primera mano los pensamientos del protagonista, e indagar en cómo opera y por qué hace lo que hace, metiéndose de lleno en la mente de un asesino, sí creo que esta novela es sin duda alguna la más adecuada. Es, de hecho, lo que yo categorizo en mi estantería como "voz metálica", es decir, una historia contada desde el punto de vista de aquel que comete el delito.
Es verdad que he echado de menos los giros en la trama, es uno de los puntos claves de los thrillers y, en ese aspecto, esta obra no tenía apenas. No obstante, sí que creo que hay bastante tensión. La acción es escasa, pero la tensión está en prácticamente en cada página: en los pensamientos frustrados del protagonista, en la envidia, en los celos, en el remordimiento, en los interrogatorios, en las planificaciones, en las discusiones... Hay muchos momentos donde la tensión vuelve a resurgir, y me han parecido la mejor oportunidad de entender a Tom Ripley desde dentro, todo lo que se le pasaba por la cabeza, toda su resignación, lo mucho que se contenía a sí mismo hasta estallar de malas maneras.
“If you wanted to be cheerful, or melancholic, or wistful , or thoughtful, or courteous, you simply had to act those things with every gesture.”
El suspense es otro punto clave de la historia. Durante toda la novela, yo no dejaba de pensar: ¿cómo saldrá Ripley de esta? Y queriendo que lo hiciera, poniéndome, inexplicablemente, de su parte. Porque lo cierto es que el protagonista está tan lleno de capas, tiene tan clara la personalidad y es tan humano y realista, que uno casi que quiere que triunfe.
Si eso, se podría destacar que, pese a la tensión, muchas veces he sentido que Ripley tenía por completo las riendas de lo que pasaba, y eso hizo que me sintiera menos agitada por miedo o peligro, pero en general ha habido muchos momentos donde podrían haber cazado a Ripley (hasta el final, donde quizá sí o quizá no lo hagan), y eso me hizo tener el corazón latiendo a toda velocidad en casi toda la extensión del libro.
Es decir, que no hay revelaciones enormes, pero, en su lugar, hay algo casi más acelerado y tensionado, que es la amenaza de que pillen con las manos en la masa a un asesino profesional del que no he podido evitar sentir empatía y alianza.
Un asesino calculador, frío y elegante, que sabe perfectamente cómo librarse de un crimen
Tom Ripley tiene una excelente capacidad de librarse de los problemas. Sabe mentir, sabe falsificar, sabe engañar y sabe fingir. Es indudablemente el centro de la novela, el pilar más fundamental de la misma.
“He remembered that right after that, he had stolen a loaf of bread from a delicatessen counter and had taken it home and devoured it, feeling that the world owed a loaf of bread to him, and more.”
Personalmente, me esperaba un personaje muy serio, carente de emociones, pero, aunque de primeras pueda parecer que es así, Tom Ripley es eso y mucho más: le gusta representar espectáculos donde finge ser distintos personajes, le gusta ser el centro de atención, es en muchos momentos risueño y siempre es amable.
Pese a que muchos de sus modales son fingidos, lo cierto es que todos los que lo conocen se quedan muy satisfechos con él, y es un personaje que no pasa desapercibido, pese a que su aspecto diga lo contrario (excelente pasaje en el que se narra su apariencia física, por cierto, qué manera de que algo ordinario sea relatado como algo extraordinario).
“Mr Greenleaf was such a decent fellow himself, he took it for granted that everybody else in the world was decent, too. Tom had almost forgotten such people existed.”
Tom Ripley tiene maña, porte, clase, sentido del humor, es muy agradable y a veces hasta excesivamente educado. Causa buenas vibraciones a todo con el que está, pese a que sus pensamientos, por dentro, hablan de aburrimiento, rabia y desidia.
Las mentiras le salen completamente solas, y no tiene dificultad para idear esquemas mayores. Suele tirar a lo más alto, la ambición puede con él, y, aunque se lo pasa bien a veces, la mayor parte del tiempo está encerrado en su mundo, con pensamientos turbios que lo llevan, finalmente, a liberarse y acabar matando.
Es un asesino bastante peculiar, que tiene buenas relaciones sociales, facilidad para entablar conversación, y gente que lo aprecia y quiere estar con él. No se explora demasiado el campo de su sexualidad, pero yo diría que trata de reprimirla al máximo, posiblemente por su miedo al entonces, en aquella época, llamado "invertidismo", el cual él asegura que no tiene, pese a que le espanta que la gente piense de él de esa manera, como pensaron a su vez de su padre.
“Why should Dickie want to come back to subways and taxis and starched collars and a nine-to- five job? Or even a chauffeured car and vacations in Florida and Maine? It wasn't as much fun as sailing a boat in old clothes and being answerable to nobody for the way”
Las relaciones sentimentales están fuera de ecuación. Para Ripley, todo sentimiento se basa en la envidia, en la dependencia, en la adoración y en sacar el máximo provecho.
Su relación con Marge y Dickie acaba volviéndose oscura, debido a la manera tan férrea a la que se agarra a ellos, como clavos ardientes.
La decadencia de una mente brillante es el punto de apoyo de esta novela, donde conocemos el esplendor del raciocinio de Mr. Ripley, y cómo, pese a sus buenas relaciones, acaba viéndose siempre inclinado a causar destrucción.
Esclavo de su inteligencia y de su necesidad ansiosa de querer más, siempre más, conocemos en la primera parte de la historia, unos pasajes algo más lentos pero imprescindibles, cómo opera la ingeniosa mente de Ripley. Estafas, suplantaciones de identidad, engaños, mentiras, asesinatos... Y todo con una facilidad tremebunda.
Como excelente verdugo, Ripley se ha convertido en uno de los asesinos más espectaculares de la literatura, ¡y razones no faltan! Con él, la diferencia entre el bien y el mal es una fina línea que consigue traspasarse, y el placer de esta lectura reside en dos soportes: conocer quién es Ripley y qué lo lleva a matar, y saber cómo, a lo largo de sus trescientas y algo páginas, consigue convertirse en el inocente más premeditado existente, una máquina de matar, que, encima, parece tenerlo todo siempre calculado.
¿Habrá algo, o alguien, que logre detenerlo?
Una prosa analista y reflexiva, que no escatima en detalles, y que revela cada pensamiento con una excelente maña
Nada equivale a una mente fría salvo la prosa fría y elegante de Highsmith. Con esta novela, Highsmith se supera, y sitúa el origen del mal en un plano ambiguo y controvertido.
Highsmith es muy, muy, muy analista, tanto que parece que posee el mismo indescifrable talento de Mr. Ripley. Con una prosa que aborda muchos pensamientos internos, y que sitúa su campo del juego en la envidia, la rabia y la impasibilidad, Highsmith da forma a una serie de pasajes que relatan cómo es la manera más adecuada de deshacerse de la culpa.
Porque es fácil matar y huir, pero, si lo que uno quiere es realmente pasar desapercibido, tiene que quedarse a convivir con lo que ha hecho y seguir con su vida diaria. Y para eso, no basta con ocultar el cadáver, sino echar la culpa a otra persona, incluso por medio de otro asesinato, entre acusaciones, robos, falsificaciones y falsas identidades. Y todo eso, con serenidad, porte y seguridad en uno mismo. A Ripley confianza no le falta, y a Highsmith, tampoco. Pese a su solitaria vida, Highsmith podría haber tenido fácilmente su álter ego en Ripley.
(Que no dé esto ideas negativas, chicos jajajaja matar está mal, está muy feo ;D)
“I won't ever set the world on fire as a painter,' Dickie said, 'but I get a great deal of pleasure out of it.”
La prosa es muy, muy cuidada, pone máxima atención en reflexiones, pensamientos, y muchas descripciones, pero donde más destaca es en la naturalidad de los diálogos, muy eficientes y sumamente interesantes.
Los pensamientos de Ripley sobresalen frente a los del resto, y, pese a que todos los personajes tienen una clara y muy realista identidad, Ripley es el foco central de la historia.
Además, uno de los puntos claves de la historia es que Highsmith, para hacerla mucho más auténtica, pone todo detalle en ella, hasta la más mínima cosa. Lo cierto es que todo cuadraba, cada parte de la historia, y las piezas iban encajando conforme nos acercábamos al final.
“This was the end of Dickie Greenleaf, he knew. He hated becoming Thomas Ripley again, hated being nobody, hated putting on his old set of habits again, and feeling that people looked down on him and were bored with him unless he put on an act for them like a clown, feeling incompetent and incapable of doing anything with himself except entertaining people for minutes at a time.”
Un crimen como éste parecía que jamás iba a ser resuelto, y puede que al final no lo haya sido (tendréis que ver, ¡os animo!), y todo porque Highsmith desempeñaba la función omnipresente de colocar todo donde tenía que estar, en perfecto orden y sincronía, sin dejarse nada al azar. Con dos mentes como las de Highsmith y Ripley, eran sencillamente imparables.
Así, la prosa de Patricia Highsmith es una de las cosas que más he disfrutado. Detallista, profesional, elegante y natural, ¡todo lo que se puede pedir en un libro tan merecedor como lo es este!
Conclusión
En conclusión, El Talento de Mr. Ripley es una novela que aborda muchos temas, y que se centra en el origen del mal, el cual tiene una frontera desdibujada con respecto al bien.
Con mucha maña, personajes con mucha personalidad y un asesino infalible, la lectura era todo un pasaje por uno de los crímenes más perfectos y mejor trazados que puedan existir en la historia de la literatura, con mucho suspense, mucha tensión, y momentos para dejarme con muchos escalofríos.
La organización interna de la historia estaba genialmente estructurada, los objetivos del personaje estaban claros, y sus pensamientos eran a veces bastante inquietantes. Además, lo más estremecedor de todo era la buena labia que tenía, y cómo siempre salía de aprietos.
Aunque posee pocas revelaciones, la historia es sumamente intrigante, y es de las mejores formas de entender cómo opera la mente de un frío y calculador asesino, el cual, así mismo, tiene, entre el lodo, un corazón bastante interesante.
Así mismo, la prosa está muy conseguida, es muy detallista y pone toda la atención en diseñar el crimen perfecto, y se notaba toda la emoción con la que Highsmith quería llenar sus páginas.
El Talento de Mr. Ripley es, en definitiva, uno de los mejores crímenes jamás creados, y me ha parecido una obraza insuperable.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 4.5/5
♫ Acción: 3.5/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Tensión: 4.5/5
♫ Tensión: 4.5/5
♫ Desenlace: 4/5
♫ Prosa: 4.5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
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