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sábado, 15 de mayo de 2021

Reseña: El color prohibido

 


RESEÑA:
EL COLOR PROHIBIDO


Título:  El color prohibido
Autor:  Yukio Mishima
Editorial:  Alianza Editorial
Canción Identificada:  No Color, No Light (Oceans of Slumber)




Sinopsis:

Shunsuké, un famoso escritor sexagenario, se siente atraído por la extraordinaria belleza de un joven homosexual, Yuichi. Encallado en una encrucijada vital, se ve tentado por la idea de vengar por medio de él las muchas frustraciones que le han hecho experimentar las mujeres y se embarcará en un juego perverso cuyas insospechadas consecuencias está muy lejos de prever. En "El color prohibido" –expresión japonesa que hace referencia a la homosexualidad– Yukio Mishima (1925-1970) nos ofrece una obra teñida de una atmósfera turbia e inquietante acerca de un mundo prohibido.



Opinión:

Lo deseas. ¿Cómo no hacerlo? Es en lo único en lo que piensas. Piensas en la dualidad que combate dentro de nosotros: el alma y la farsa, la verdad y la mentira, la belleza y la fealdad, la juventud y la vejez, el amor y el odio. Anida en ti. ¿Por qué no ibas a atreverte con una lectura que sobrepasa las expectativas, y contrapone la felicidad con la desdicha más tangible? 


Esos eran mis pensamientos al leer la sinopsis de la novela. Me encontraba en un estado de profundo shock. Como Confesiones de una máscara, primera obra del autor, me había enamorado, había puesto en el buscador "Novelas de Yukio Mishima". Mis intenciones eran claras: no otras sino las de buscar una novela que estuviera a la altura de la que recientemente me había leído. Además, la gran Emily Dickinson ya lo dijo: "Para viajar lejos, no hay nave mejor que un libro". Yo quería salir de mi zona de confort. La sociedad occidental estaba demasiado vista por mí, al igual que el mundo actual. Quería algo... diferente. Algo que albergase una cultura distintiva, ideas ajenas, personajes fuera de lo que estaba habituada. ¿Por qué no viajar hasta Japón, que es la cuna, a fin de cuentas, del florecimiento tras la destrucción

"El que ama es tolerante, y el amado siempre es cruel."


Y sí, estoy pensando justamente en la Segunda Guerra Mundial, que dejó graves secuelas en este país asiático. La sociedad de su posguerra de erigió entre lágrimas y rabia, pero también se encontraron pasiones artísticas

Mishima perteneció a la generación que lo vivió todo... y hace un gran trabajo de reflexión en sus obras. El Japón de entonces se tenía que idear de nuevo, buscar una nueva identidad: surgió el alzamiento de los mangas, los animes, la cultura pop, el final de las geishas, la democratización, la abolición de la monarquía absoluta... los idols japoneses, los videojuegos, el karaoke, el visual kei... Una nueva invención de la nación. Creo que todos los países, tras el desgarro de la guerra, trataron de reinventarse de nuevo. 

"Existía una razón de esa serenidad: sólo se interesaba por lo que sucedía en su interior."


Sea como sea, también se plasmó en la literatura. Aunque Confesiones de una máscara trabaja mucho más el tema de la Segunda Guerra Mundial, El color prohibido también reflexiona sobre lo mismo, y sobre la identidad ya no solo a nivel nacional, sino también a nivel individual.


De hecho, la identidad es un punto clave en esta obra. ¿Quién soy, qué me gusta, qué deseo, que me atrae? 
La sexualidad es otro punto importante en la obra, porque, muchas veces, se confunde con que va ligada a las apariencias. Me encontré lo que quería encontrarme: sufrimiento pero batalla, rabia pero silencio, caída pero victoria. Y máscaras. Un baile entero de ellas. 

Pero por no alargar más la introducción, vayamos a ello:



¿De qué trata?

El color prohibido es una de las primeras novelas de Yukio Mishima, un escritor japonés que vivió de primera mano la Segunda Guerra Mundial, y que, en sus obras, trabaja la parte más humana de la realidad. 
Su libros son muy diferentes entre sí, pero destacan temas como el amor, el desamor, la venganza, los sentimientos a flor de piel, el deseo, el rechazo y las relaciones de pareja, así como una exquisita carga de reflexiones que exploran quién es cada uno, a dónde vamos y qué queremos ser.


En concreto, El color prohibido es una novela que explora la homosexualidad en el 1950, una época de posguerra en la que, más allá de la carga emocional de la desgracia, anida el deseo y el impulso de apreciar las cosas bellas, jóvenes y sensuales que puedan existir. 

Estoy pensando, en concreto, en Yuichi, el principal personaje de esta obra, un joven estudiante de impactante belleza que consigue, en una tarde en la playa, enamorar a la visión del anciano y cínico Shunsuké, un escritor sexagenario que ha dejado de publicar y se dedica únicamente a reeditar sus antologías. 

"Al hacernos mayores interiorizamos la vergüenza. En cambio, a los jóvenes se les ve la vergüenza en la piel."


Shunsuké Hinoki, atraído por la joven y hermosa belleza de Yuichi, decide acercarse al chico para influirle como mentor, y manipularle y engañarle para que Yuichi, pese a su homosexualidad, embauque y enamore a las mujeres que hirieron a Shunsuké, como inevitable forma de venganza. 


Tras proponerle a Yuichi esta idea, con una labia ingeniosa y una fascinación hacia el joven que halaga al muchacho, Yuichi acepta, a cambio de que Shunsuké lo acoja como su "protegido"

Yuichi, que sufre por no poder mostrar al mundo quién es de verdad, y la atracción sexual que realmente siente por los hombres, acaba convencido por Shunsuké de que debe casarse con Yasuko, una joven que no ha alcanzado los dieciocho años de edad y de la que Shunsuké, mujeriego, está enamorado. 

"La belleza te quema los dedos cuando la tocas."


Pero en Shunsuké es mucho más dominante el deseo de hacer daño y vengarse que el amor, y pronto somete a Yuichi a una espiral de descontrol, malas decisiones y una idealización extrema y cruel de que la belleza es el centro de todas las cosas, y el poder supremo de una persona. 

Yuichi, reforzando su confianza en sí mismo por el escritor, aprenderá la terrible lección de no mirar más allá de sí mismo, y, aparte del matrimonio con Yasuko, vivirá una "segunda vida" entre bares de gays y fiestas de homosexuales maduros, siendo objeto de deseo, capricho e ideal, y acercándose a un estilo de vida temerario y frío que, mediante pasa el tiempo, llegará a dejarle horrendas cicatrices en su alma pura.



Temática retroalimentativa y corrosiva, pero expresada con poesía y reflexión, que trabaja la dualidad e intimidad entre opuestos

Me llegó al alma, con eso lo digo todo. Al instante, me recordó a un preciado libro que me leí hace unos años, el famoso El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, que precisamente trabajaba temas como las falsas apariencias, el deseo, el poder de la belleza y las consecuencias del egocentrismo y el hedonismo. 

Pues bien; este libro es algo parecido, pero con un estilo maravillosamente oriental, y mucho más explícito con las reflexiones acerca de la homosexualidad


Que no se me entienda mal... las relaciones sexuales, que en realidad son numerosas en la novela, están mencionadas de pasada, sin imágenes narrativas ni descripciones, sino puntos y aparte que dan a entender que "ha pasado algo pero no se ha hecho explícito". 

Esto facilita que la lectura se amucho más filosófica que erótica (lo cual no es nada nada), pese a que se da a entender, no una sino muchas veces, acerca de las relaciones sexuales entre hombres. 

Para la época en la que fue escrito, me parece una maravilla el realismo que se tiene en cuanto a esta orientación sexual, en el sentido de que retrata cómo eran esos tiempos para los homosexuales, qué clase de relaciones se buscaban en esa época, y cómo a veces, por la presión social, estas personas llegaban a guardar reservas e incluso odio hacia las mujeres.


En definitiva, lo que más me gusta de los libros como El retrato de Dorian Gray o El color prohibido es el hecho de que existan dos figuras que no pueden vivir sin la otra: el mentor, y el aprendiz; el maestro, y el pupilo; el que destruye, y el que aprende a destruir. Y los dos acaban siendo destruidos... 

“Everybody's the same. People are all the same. But it’s the prerogative of youth to think it’s not so.”


Estas relaciones de dos, retroalimentativas y con una carga filosófica muy importante en ellas, me parecen indiscutiblemente las relaciones más fascinantes que pueden existir en la literatura. 
Esta dualidad me encanta, de verdad, incluso en libros de géneros distintos  a este, como, por ejemplo, El club de la lucha, con la exquisita relación corrosiva entre Tyler Durden y el narrador. Es decir, una relación entre un personaje que enseña al otro a vivir sin límite, de manera precaria, con peligrosidad, y que acaba teniendo muy malas consecuencias para ambos y para la gente de su alrededor...


Si conocéis libros de este estilo, soy toda oídos. En cualquier caso, que se sepa que en esta novela hay una de esas relaciones que a mí tanto me gustan de dualidad entre opuestos. 
En este caso, entre un hombre anciano, feo y frustrado, y un hombre joven, bello y lleno de pasión. 

Los sentimientos de ambos se van entremezclando hasta que el pupilo acaba por parecerse a su mentor, e incluso superarlo en hedonismo y frialdad. 

Y hay mucha intimidad en esta relación... se habla de todo un poco, pero sobre todo de los sentimientos y la crueldad más humana. Se exploran las relaciones de pareja, los amantes y las infidelidades, el desdén, la burla, el rechazo, los prejuicios... Un poco la naturaleza más sardónica y vil de las personas. 

"Amaba al mismo tiempo las excitaciones momentáneas y las noches estrelladas en las que no había lugar para la esperanza."


Shunsuké es un experto en eso, y Yuichi está tirando por ese mismo mal camino. A medida que Yuichi es más consciente de su belleza, como Shunsuké que le comentó, no necesitará compartir sus sentimientos con nadie, ni tener a nadie a su lado, porque un hombre bello para Shunsuké ya tiene todo el poder por sí solo. 

Y Yuichi, explorando sus emociones, se reunirá con personas que lo envolverán en relaciones de celos, deseo y apetito carnal, donde ven al joven como trofeo, y donde tan solo importa conseguir a la belleza lo antes posible...



Una trama lenta, sosegada y con mucho contenido de reflexión, que a veces divaga bastante, pero que siempre se mantiene leal a expresar cada emoción

Otro punto que me parece muy importante de la novela es cómo habla de los sentimientos, poniendo en ellos un importante foco. Hay una nueva dualidad entre opuestos aquí: la razón, versus la emoción. Y en la novela, ambas pueden coexistir perfectamente.


La razón es la que se encuentra en los pasajes más reflexivos, y podemos estar leyendo páginas y páginas de los pensamientos de los personajes, desde su desdén hasta su rabia contenida, así como la lógica fría que creen que los salvará de su destino. 
Me sorprendió, al tener la novela entre mis manos, ver lo gruesa que era, y el caso es que es una obra muy grande, por lo que, si uno quiere frenesí y rapidez, no recomiendo que se lea El color prohibido

Por otro lado, tampoco es que sea densa. Las reflexiones del escritor no se hacen nada pedantes, sino que invita a que pensemos junto a él, y cada palabra está cargada de significado. 
Es un rompecabezas que muestra la parte más humana y filosófica del ser humano, esa parte que no deja de cuestionarse, de experimentar, de analizar, de pensar, de amar lo complicado. 
La razón impregna las páginas, con preguntas que me parecieron muy adecuadas, y con mucha coherencia. Además, va y viene según pasan los pasajes, se intercala con la historia con mucha maña, y a mí no se me hizo pesada.

"No solo la belleza impone el silencio, sino también la indiferencia."


Por otro lado, estas partes de razón y reflexión no podrían existir sin una importante dosis de sentimientos

Para secundar a una idea, en cada pasaje llegaban las emociones, y eran plasmadas con completa profesionalidad. 

Hay mucho sentimiento en la novela, mucha intensidad, los personajes reflexionan día sí y día también sobre lo que sienten y lo que quieren, tanto pensando en ellos mismos como pensando en los otros, y tratan de encontrar el origen de cada emoción. 
No lo hacen robóticamente, sino a prueba y error, al estilo puramente humano. 


El título El color prohibido hace referencia a la homosexualidad, ya que en Japón los colores tienen un significado sensual, y, para entonces, la homosexualidad era considerada un tabú, una deshonra, algo prohibido y misterioso. 
El propio título ya habla de una sensación: la del abandono, la del rechazo, la de sentir que no se figura en ningún lugar... Como para el mundo los homosexuales de aquel entonces eran como seres "erróneos", el protagonista, Yuichi, se mueve entre el desafío y el secretismo, probando a ver cómo se siente y luchando por mantener las apariencias, bajo esa máscara de serenidad que, poco a poco, se va resquebrajando. 

¿Cuánto somos capaces de aguantar hasta que revelamos quiénes somos en realidad?



Personajes muy humanos, muy realistas, y con muchas facetas, que añaden la increíble fuerza emocional que inunda la novela

Los personajes, como a mí me gusta decir, son la guinda del pastel. Teniendo en cuenta el grosor de la obra, más vale coger aprecio por los personajes, y no solo me sentí encariñada de muchos, sino, sobre todo, interesada

Los personajes no son en sí tiernos, ya que hay muchos que se mueven en base a sentimientos avariciosos como el capricho y la codicia, pero lo que son es fascinantes, están llenos de detalles, de muchísimas capas, tienen miles de facetas y se averigua mucho sobre ellos. 

Mishima ha puesto mucho esfuerzo en hacerlos lo más reales posible, y de veras que parece que salen del papel y están en carne y hueso. En un baile de máscaras, donde todos, absolutamente todos, aparentan ser lo que no son, salen a la luz, poco a poco e íntimamente, quiénes son ellos de verdad. 

"La función de la crítica no consiste ahora en la imitación de la belleza, sino en su evaluación."


El personaje más trabajado es, por supuesto, Yuichi, un joven atlético y misterioso que, a medida que gana confianza en sí mismo, va destruyendo la vida de aquellos a quienes ama. 
Es complicado decir si Yuichi ama a alguien en realidad, de todas formas, pero poco a poco se va viendo cómo aprecia a personas como Yasuko, por quien antes tenía un miedo terrible (dado que no la correspondía con sus sentimientos), o incluso la señora Kaburagi, por quien incluso duda de si se siente sexualmente atraído, algo que lo llevará a una nueva crisis de su identidad. 

Yuichi puede llegar a ser frío e insensible, a veces trata con dureza a sus amantes, y está acostumbrado a dominar y no dejarse llevar, pero, al mismo tiempo, es muy manipulable por Shunsuké, que saca lo peor de él y le enseña a vivir la vida de una manera mucho más hedonista. Yuichi tiene muchos deseos, y fantasías, y sueños y propósitos, y, poco a poco, vamos averiguando quién es, qué quiere, y qué está dispuesto a sacrificar por salirse con la suya. 
Es un personaje complejísimo, que me ha parecido muy interesante.

"En Oriente, la muerte está claramente más viva que la vida."


Shunsuké también tiene muchísimas caras. No solo es el mentor de Yuichi, sino que es una de las partes más fundamentales de la obra. Sin él, no habría siquiera historia. 
Además, Shunsuké tiene una personalidad muy desarrollada, es cínico, nihilista, misógino y misántropo, está frustrado y rabioso, y canaliza toda esa furia en hacer daño mediante Yuichi, a quien utiliza como arma. 
Saber qué ha llevado a Shunsuké a tener tantas reservas en su interior es algo que me gustó mucho, y que indica un antes y un después en la lectura, pese a que es bastante paulatino.


El conde y la señora Kaburagi son dos personajes esenciales en la obra. Su relación es muy complicada, no solo porque no se quieren pero no pueden vivir sin el otro, sino porque el foco de interés de ambos está puesto en un mismo vector: Yuichi. 
Yuichi, que se mueve con sus relaciones desde camareros hasta personas de un bar, e incluso empresarios muy adinerados, es un rompecorazones experto que sabe manejar a la gente a su voluntad, y, aunque lo consigue con el conde, la señora Kaburagi no se deja amedrentar, y se convierte en un campo de batalla que Yuichi tratará de conquistar, aunque, a tiempo que lo hace, el mismísimo Yuichi también será conquistado por ella.


Kawada es otro personaje que sufre a manos de Yuichi, y que siente una predilección, como tantos otros, hacia las cosas hermosas, de tal modo que se propone a hacerlo suyo. 


Kyoko es otro personaje al que se le da mucho juego, porque tampoco es fácil lidiar con ella, y, aunque al inicio parece que va a ser una conquista sencilla, pronto se propone en un reto, Yucichi y Shunsuké, que se han acostumbrado a ver a las mujeres como "desafíos a los que subyugar", se sorprenden al ver que Kyoko, como la señora Kaburagi, dará mucho más juego en la obra. 

"El mero hecho de ponerse los guantes confiere a una persona un aire pensativo."


Y finalmente, están personajes más secundarios, como la madre de Yuichi, o su esposa, Yasuko, ambas que se alían entre sí para combatir la preocupación y la inseguridad que sienten hacia Yuichi, el cual vive una vida paralela que esconde a las dos.
Son mucho menos importantes en la historia, aunque también muy expresivas, y leer sobre ellas estaba bien por conocer un punto de vista diferente a la usual oleada de destrucción que causaban Shunsuké y Yuichi a su paso. 



Una prosa serena, poética y muy reflexiva, que explora la identidad y la individualidad y saca a la luz la parte más emocional de la literatura

Hay quienes dicen que la prosa peca un poco por pedante. Quizá, en cierto sentido, sea algo cierto. No estoy segura. 

El caso es que es verdad que a veces tiene un lenguaje difícil de entender, con reflexiones que van casi a un terreno personal y demasiado complejo, e incluso saca a la luz figuras de la mitología griega o lecturas de periodos antiguos para argumentar bien las ideas. 

Yo diría que es una excelente tesis de emociones, que bien puede a veces tener un lenguaje muy elaborado, pero eso no quita que las ideas en la obra tienen mucha coherencia y están genialmente expuestas. 


Sinceramente, a mí me ha dejado enamorada la novela, y mucho más la prosa, que se adentra en el terreno de la indagación y la reflexión, y saca, a su vez, una parte muy serena y poética, sutil y sincera. 

Como yo más definiría la prosa de Mishima, es como intimista, no tiene tapujos a la hora de hablar de cosas muy personales de los personajes, y expone todo lo que piensan con mucha honestidad

La identidad es uno de los temas más centrales de la obra, así como la individualidad, y los personajes evolucionan mucho, a medida que conocemos caras de ellos que desconocíamos. 

"Le asustó la idea de que un muchacho apenas entrevisto le hiciera sentirse celoso."

Me parece que la prosa es la adecuada, con diálogos naturales y expresiones desenvueltas y carismáticas. Tiene un tono muy íntimo y secreto, es cierto, pero también creo que hay bastante dinamismo y la novela se sigue sin problemas, y los puntos de apoyo e inspiraciones me han parecido atractivos y muy completos. 
A mí, realmente, me ha parecido una prosa buenísima.



Temática abierta, curiosa, con algunas raíces en lo "tradicional" pero bastante desafío y atrevimiento

Una cosa que me encanta de la novela es que trabaja de todo un poco.

No solo habla de las relaciones de pareja, no solo habla del egocentrismo, no solo habla de la homosexualidad, sino que se trabaja desde la reflexión de lo que significa en el ser humano la belleza, y por qué tiene tanto peso en nuestro mundo, hasta detalles tales como qué sensación puede dejar en una pareja de padres jóvenes tener a un hijo. 

Se habla de venganza, de no ser capaz de abandonar el pasado, de la guerra, de la pérdida de uno mismo, del miedo a la muerte, del significado personal de la fama, del secretismo, y hasta de una plasmación muy realista de la sociedad de aquel entonces, con la existencia de bares en los que frecuentan los gays y cómo, en los parques, al caer la noche, dejaba de ser territorio de los heterosexuales y pasaba a ser el mundo privado de los homosexuales. 

El miedo al rechazo, los lazos familiares, la codicia, el capricho, el materialismo... La temática es muy abierta, por lo que es muy fácil encontrar cosas que gusten a todo el mundo. 

Aun así, ya digo que es un libro que puede hacerse para algunas personas algo denso por el valor que se le da a la reflexión y al pensamiento, los diálogos a veces se convierten en monólogos introspectivos, y los personajes no dejan de desarrollarse y evolucionar. 

"En general, el divorcio sólo tiene lugar cuando no lo quiere uno de los cónyuges."


En toda su extensión, se trabaja el grito de liberación, un clamor que conforma que "hasta aquí hemos llegado, es hora de pasar a la acción". Es un libro muy progresista para su época, que lucha por hacerse oír, que está cargado de sentimiento y de ganas de representar la parte más rechazada de la sociedad. 

Muestra a personajes reales, completamente como tú o como yo, que están llenos de detalles y de capas, y dota al tema central de la palabra prohibida de la época: homosexualidad. Incluso hoy en día, hay quienes se tensan al oír hablar de ella, por la poca aceptación que tiene entre grupos particulares. 

Por eso es tan importante que se transmitiera este mensaje, no desde una crítica de "estáis todos equivocados y esto tiene que ser como digo", sino desde "estas personas sienten esto, eso y lo otro, son como cualquiera de nosotros y merecen reconocimiento y ser escuchados". 


Aun así, me da que la intención del libro no era en sí la de revolucionar, sino simplemente la de que se escuchara, finalmente, la voz de un personaje homosexual que, anhelado por su belleza, expone lo que es para él vivir en las sombras. Es una representación, más que un grito de guerra, en su subjetividad está la naturaleza de toda emoción. 

"Eras el amante que no me amaría jamás. Por eso te amaba y sigo amándote."


Aun así, hay algunas cosas que pueden verse como más "tradicionales", y, es más, algo retrógradas. Por ejemplo, la imagen de la mujer. 

Aunque hay personajes femeninos que tienen un peso importantísimo, como Kyoko o la señora Kaburagi, la visión de la mujer sigue siendo algo cerrada. Por ejemplo, cuando se hablaba de joyas, se relacionaba al instante con la mujer, y se hacían metáforas sobre esposas y mujeres y sus vestidos que ahora quedan un poco anticuadas. Por ejemplo, este pasaje: "Lo único que lo distinguía de la mujer era que él sabía, por lo menos en el aspecto intelectual, lo insignificantes que son todas las joyas del mundo". 


Como se puede apreciar, aún hay muchos estereotipos en el libro. Constantemente, se plantea la diferencia entre hombres y mujeres, y en ambos se recurren a estereotipos dañinos para la imagen de ambos. Los hombres, en el libro son vistos como fuertes y fríos, más intelectuales; y las mujeres, hechas para cuidar niños, muy emocionales, y coquetas. De la misma manera, incluso se llega a relacionar que los homosexuales generalmente tienen pluma, cuando esto es completamente falso en la vida real. 

Pese a que el libro es muy innovador, no se tiene que olvidar que fue escrito en el 1951, y el mundo de aquel entonces, setenta años antes que ahora, era muy diferente. 

"Cuanto más intenta un corazón el acercamiento, tanto más parece alejarse el otro corazón..."


Aun así, estos comentarios no tienen ninguna intención de dañar, son simples metáforas de lo que antes estaba asumido como cierto, y, aunque algunas veces se representa a la mujer como ama de casa y persona que solo es un cúmulo de sentimientos sin sentido, en realidad luego esto se contradice con personajes femeninos buenísimos en la obra, como la fascinante señora Kaburagi, fuerte y segura, incluso algo perversa, pero también muy comprensiva. 

"Que el compañero sea hermoso es la prueba objetiva más directa de la belleza de la pareja."


En definitiva, un libro que da muchísimo en lo que pensar, bastante progresista para le época, que no trabaja tanto la revolución sino la plasmación de algunas partes de la sociedad que por aquel entonces estaban más dejadas de lado. 
Es una representación de sentimientos, ideas y fantasías, que expresa, con excelente capacidad, cómo es el interior del ser humano, con mucho detalle. 



Conclusión

En conclusión, El color prohibido es una novelaza, que a mí personalmente me ha enamorado, y que divaga sobre tantos temas que se hace una excelente exploración del mundo humano y social, individual y también colectivo, del Japón en el 1950.


Aunque de grosor que puede echar para atrás, y una dinámica que a veces se estanca en largas reflexiones, la prosa de la novela es tan sublime, tan poética e introspectiva, que yo me sentí enganchada de principio a final, y disfruté muchísimo con la obra.

Pese a que se puede tardar en leer algo más que con otras obras más rápidas y adictivas, y la cohesión es menos fuerte que en otras obra suyas, el resultado tan filosófico y humanista que deja la novela me encantó, además del extremo realismo de los personajes, y las relaciones tan destructivas que tienen entre sí, las cuales los llevan, a la larga, a una conclusión intensa y llena de tensión. 


Personalmente, me ha parecido de las mejores novelas que me he leído en muchísimo tiempo, sobre todo por el retrato que hace de la sociedad japonesa de aquel entonces, y por la manera en la que destaca de cada personaje emociones, pensamientos y fantasías que remueven la conciencia del lector y me llevaron a reflexiones personales que dieron buenos frutos. 

El color prohibido es una obra inspiradora, emocional y muy bien hilada, que recoge cada detalle de la humanidad y lo incorpora a una prosa sosegada y experimental, reflexiva y llena de fuerza, que me encandiló.




PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 6/5
♫ Acción: 3/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 3.75/5
♫ Tensión: 3.75/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Prosa: 6/5


VALORACIÓN PERSONAL 10.25/10!!!



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/




2 comentarios:

  1. Me gustó mucho tu reseña. Vi que también lees mangas, aunque no tenga que ver en sí con el libro, recomendaría "Pájaro que trina no vuela - Saezuru Tori wa Habatakanai" , sería interesante saber que te pareció o como lo calificaste. Saludos desde Perú. :)

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    1. Puedo hacerlo!! De vez en cuando leo mangas (de manera más esporádica) pero me he encontrado algunos muy buenos, así que puedo probar a qué tal me parece ese... Cuando lo haga, te mandaré por esta misma entrada un mensaje para avisarte de que ya estará subida la reseña de ese manga... No es seguro que me lo vaya a leer, pero si encuentro tiempo y ganas, con mucho gusto lo haré ;)

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