RESEÑA:
BULLET TRAIN
Título: Bullet Train
Autor: Kōtarō Isaka
Editorial: Harvill Secker
Canción Identificada: Bullet Train To Iowa (Puscifer)
Sinopsis:
Opinión:
Autor: Kōtarō Isaka
Editorial: Harvill Secker
Canción Identificada: Bullet Train To Iowa (Puscifer)
Sinopsis:
A dark, satirical thriller by the bestselling Japanese author, following the perilous train ride of five highly motivated assassins—soon to be a major film from Sony
Nanao, nicknamed Lady Bird—the self-proclaimed “unluckiest assassin in the world”—boards a bullet train from Tokyo to Morioka with one simple task: grab a suitcase and get off at the next stop. Unbeknownst to him, the deadly duo Tangerine and Lemon are also after the very same suitcase—and they are not the only dangerous passengers onboard. Satoshi, “the Prince,” with the looks of an innocent schoolboy and the mind of a viciously cunning psychopath, is also in the mix and has history with some of the others. Risk fuels him as does a good philosophical debate . . . like, is killing really wrong? Chasing the Prince is another assassin with a score to settle for the time the Prince casually pushed a young boy off of a roof, leaving him comatose.
When the five assassins discover they are all on the same train, they realize their missions are not as unrelated as they first appear.
A massive bestseller in Japan, Bullet Train is an original and propulsive thriller that fizzes with an incredible energy and surprising humor as its complex net of double-crosses and twists unwind. Award-winning author Kotaro Isaka takes readers on a tension packed journey as the bullet train hurtles toward its final destination. Who will make it off the train alive—and what awaits them at the last stop?
Opinión:
Hay novelas de asesinos. A puñados. Tantas que no tiene sentido empezar a numerarlas. Hay detectives, investigadores, héroes y pequeños salvadores... en casi todas. Este no es el caso de Bullet Train.
Bullet Train es una novela de asesinos, donde solo éstos tienen espacio en la obra. No hay nadie externo que interfiera en sus tareas: se relacionan con la muerte, llevan a la muerte consigo, y nada los puede parar.
Individualmente, son asesinos tremendamente buenos: siempre logran salirse con la suya, y el rastro de sangre que dejan ya es demasiado largo.
El problema llega cuando, en su misión de una nueva tarea turbia, entran en juego otros asesinos. Todos metidos en un tren, sin escapatoria alguna, no quedando otra manera de salir con vida salvo la de enfrentarse, y vencer, a los otros.
Si se busca en Google, este tren de Tokio a Morioka tarda aproximadamente tres horas y dieciocho minutos, más o menos yo diría que el tiempo que se tarda en leer el libro, quizá en leerlo algo menos. En cualquier caso, son más de tres horas en las que uno se enfrenta a la muerte de maneras muy directas: cinco asesinos en un mismo tren parece el inicio de un perturbador chiste, y el escritor se las apaña para hacer que esta sátira tan buena, tan brillante e intensa, se concierta en una auténtica batalla sangrienta por ver quién llega vivo a la última parada.
Es decir, esta introducción se puede resumir en una sola frase: Bullet Train se ha convertido, con diferencia, en uno de mis libros favoritos sobre asesinos, y ya está, sin duda alguna, en mi TOP de mejores lecturas de todos los tiempos.
Es una pasada de novela, muy, muy recomendada.
Hablar de cómo la conseguí es bastante sencillo... estaba buscando novelas escritas por japoneses, porque realmente son buenísimos escribiendo sobre misterio y muchísima tensión, y di con esta novela, lo cual fue un evidente flechazo a primera vista: asesinos asalariados, asesinos retirados, y asesinos en las sombras, ¡tenía que hacerme con esta novela!
Con el corazón a cien, di con ella, y no dudé en comprarla. Así, pude disfrutar durante unos tres días (los que tardé en leerme la obra) una de las más geniales novelas que me he leído en todos los tiempos...
Vayamos a ver de qué trata ;)
¿De qué trata?
Bullet Train es una novela independiente, de una extensión de 415 páginas, escrita por el autor japonés Kōtarō Isaka, que cuenta la historia de cinco muy distintos personajes que tienen una sola cosa en común: el asesinato.
Kimura, un asesino retirado lleno de dolor por el coma en el que está su hijo tras su caída de un edificio, busca vengarse del joven que lo arrojó por el mismo, el astuto Satoshi, un adolescente de catorce años que, bajo su agradable y tierna sonrisa inocente, esconde a un psicópata desalmado que no deja de cuestionarse qué tiene de malo el asesinato, la tortura, y la muerte.
Pero estos dos asesinos no son los únicos que se subirán en el tren que parte desde Tokio hasta Morioka... Puesto que con ellos van la extrañísima y divertidísima pareja de sicarios Lemon y Tangerine, dos hombres con nombres de frutas que tienen muy mala fama, y que tan solo tienen una misión que no debería salir mal: tras rescatar al hijo del mafioso y líder de los asesinatos más peligroso de todo Japón, el señor Minegishi, tienen que devolverlo con su amenazante padre junto con un maletín que no saben qué puede contener (aunque evidentemente creen que debe tratarse de grandes sumas de dinero), y entonces la misión será finalizada. Lo peor ya ha pasado, o eso, al menos, es lo que creen...
Pero luego entra en escena un quinto asesino bastante experto... aunque, para su desgracia, algo torpe y, sobre todo, con la gran fama de tener una mala suerte del carajo: Nanao, quien se considera el asesino con más mala suerte del mundo, hasta tal punto que las misiones más sencillas se le complican tanto que por los pelos ha salido de ellas con vida.
Y la misión de Nanao es bastante sencilla también esta vez: tiene que robar el maletín que tienen Lemon y Tangerine. Algo fácil, algo que no requerirá mucha lucha, si consigue pasar desapercibido... Y después, se bajará en la siguiente parada, y podrá decirle a Maria, algo así como su manager de misiones de malos negocios, que todo ha ido como la seda.
Pero Nanao no las tiene todas consigo, y este recelo pronto se verá que vuelve a ser fundado: la misión no sale como tenía pensado. No solo para Nanao, sino para los otros cuatro asesinos...
Pronto, todos estos personajes, que desconocen de quiénes son el resto, se verán metidos en un macabro juego del ratón y el gato... Lemon, Tangerine y Nanao se enfrentarán por hacerse con el maletín, surge un mal problema con respecto al hijo del peligroso Minegishi, un no bienvenido conocido de Nanao entra en escena, y, por si fuera poco, Kimura y Satoshi (quien es conocido por todos los que lo temen y respetan como "The Prince"), quienes parece que no tienen nada que ver con eso, se verán arrastrados, bajo el interés y la fascinación de The Prince hacia lo peligroso y retorcido, a este mundo de desgracias donde ya puedo ir asegurando que habrá un gran derramamiento de sangre...
Con los minutos contados, conversaciones refrescantes y divertidísimas, y muchísima oscuridad y astucia, Bullet Train irá guiando en este viaje de tren de pocas horas a unos personajes llenos de detalle y personalidad a un baño de sangre del que uno solo puede preguntarse: ¿cuál de ellos llegará vivo a la última parada?
Una trama que va complicándose por momentos, frenética, intensísima, y llena de astucia, donde el peligro lleva la consigna de la amenaza de muerte, y la única vía de escape a este delirio de rojo es matar
Bullet Train es una historia muy, muy delirante, a la que cuesta al inicio pillar el tranquillo. Ya de por sí se puede ver cómo, en la sinopsis, de avisa de que va a haber muchos mareos en la historia: cinco personajes muy diferentes, con distintos propósitos, cuyas intenciones y misiones van colisionando hasta que todo entra en caos.
Lo cierto es que Bullet Train es puro caos, porque, cuando parece que te va a llevar por un camino, sucede algo imprevisto que cambia por completo tu visión de las cosas.
Quizá se deba principalmente a esa mítica mala suerte de Nanao, que empeora el problema central por momentos, o sencillamente que al escritor le encanta marear a los personajes y ponerlos en situaciones límite... Pero claro, con los personajes vamos también los lectores, y yo, por mi parte, me he sentido tan perdida, ofuscada, y frustrada por las complicaciones como los protagonistas.
La trama de Bullet Train me pareció desde que supe de ella maravillosa.
De alguna manera, me hacía pensar un poco en Asesinato en el Orient Express, esa famosísima y buenísima novela de misterio y detectives de Agatha Christie que, además, hace pocos años fue llevada al cine y recibió muy buenas críticas.
No es difícil pensar en qué tienen las dos en común: un viaje en tren, y una historia de asesinatos. Pero mientras que en la obra de la reina del crimen Agatha Christie hay un detective que trata nivelar la balanza entre el bien y el mal, en Bullet Train todos los protagonistas son asesinos experimentados, gente que no siente remordimientos, y que está tan acostumbrada a visitar a la gente con la llegada de la muerte que no saben otra manera de solucionar los problemas.
Aunque decir que en Bullet Train los personajes son "malos" sencillamente porque son asesinos sería quedarse mucho en la superficie.
Pese a que no se ve muy bien qué lleva a cada uno a haberse convertido en lo que son (el pasado que más se explica es el de Satoshi "The Prince", y queda claro que él definitivamente ha debido nacer con ciertas tendencias psicopáticas), sí que es muy fácil darse cuenta de que cada uno de ellos tienen su parte más humana, sus sueños, sus fantasías, sus pasiones y sus amores por los misterios del mundo.
De hecho, la verdadera mente criminal es la que uno menos se espera: The Prince es el verdadero genio que tan solo busca el sufrimiento ajeno. Los demás son mucho más humanos, incluso a veces algo tiernos.
En cualquier caso, la idea de que fuera una historia de colisión de varios asesinos experimentados se me hacía magnífica, y, nada más leerme el primer capítulo, tuve la certeza de que iba a disfrutar muchísimo con la narración.
La estructura de la trama también ha sido como a mí más me gusta, ya que se inicia con algunos conflictos pero va complicándose más y más por momentos, hasta un punto en el que mi espalda iba a reventar de toda la tensión que yo tenía acumulada en ella. Para mí, ha sido un libro estremecedor, pero también muy divertido en muchas situaciones, que he valorado sobre todo por sus inolvidables personajes centrales.
El lugar de la acción es cerrado, claustrofóbico, y angustioso: en diez únicos vagones, se crea una historia llena de sombras y poder, complicada y muy ingeniosa, con una ambientación digna de ser reconocida por todo el mundo.
Todo eso hace que la tensión vaya a más, y que yo, por mi parte, amase muchísimo más la lectura.
Unos personajes buenísimos, llenos de personalidad y carisma, encantadores y muy profesionales, un tanto enternecedores, y muy, muy peligrosos
Ya lo que me faltaba: asesinos que, además, son en algunas escenas hasta adorables.
Y no hablo solo de The Prince, un personaje encantador y lleno de carisma, sino de cada uno de ellos. Lemon es tiernísimo con su gran, gran obsesión con la serie de niños Thomas and Friends; Tangerine es adorable con sus frases y citas de literatura y la manera que tiene de tratar con su compañero Lemon; Kimura es entrañable por lo mucho que piensa en su hijo, todo lo que lo quiere, y lo determinado que está de burlarse de The Prince, la persona que claramente lo tiene bajo su poder; y Nanao... bueno, Nanao es tan adorable con su mala suerte y su torpeza que le he cogido un cariño inmenso.
Con estos personajes tan variopintos, con su propia forma de vivir, sus ambiciones, sus secretos, sus misterios y, sobre todo, sus extraños gustos por las cosas más insospechadas del mundo, nadie diría que tratan de asesinos profesionales... Asesinos que son tan buenos matando que, a veces, hasta lo hacen sin querer (un pequeño guiño a lo que está por pasar un poco más adelante del inicio de la novela).
Hay muy pocos personajes secundarios... Maria es muy divertida, aunque solo aparece en las llamadas telefónicas es risueña, positiva, vivaracha y con mucho amor por las películas de Star Wars; y el señor Suzuki, una alianza un tanto insospechada, es muy inteligente, y, cerca del final del libro, muestra un monólogo para contestar a una pregunta de The Prince que me mantuvo enganchada hasta su última palabra.
Pero realmente, las joyas son los personajes centrales. Quizá el personaje que menos me haya gustado es Kimura, porque era algo más ordinario (comparado con los otros, que son bastante bichos raros, Kimura es mucho más común), pero he conectado mucho con él, su amor por su hijo lo lleva a una historia de venganza compleja, y la relación que tiene con sus padres, sobre todo con su padre, es muy realista y compleja.
Kimura es un ex-alcohólico, que aún no las tiene todas consigo entre si dejarlo o no del todo, pero que trata de esforzarse por sacar adelante a su hijo él solo, y lucha contra esa oscura parte de la adicción de la que muy recientemente ha salido. Kimura es agradable, es fácil conectar con él, y es un tipo más "normal", pero que no duda en desafiar a The Prince, aunque esté bajo su poder, y burlarse de este adolescente tan peligroso.
Nanao es un personaje sublime, pocas veces me he encontrado con un personaje tan adorable, tan... podría decirse que inocente, si se me permite usar este vocabulario para hablar de un asesino.
Nanao es agradable, torpón, tiene muy mala suerte y se compadece de sí mismo, es muy amigable con otras personas, y trata de buscar siempre la vía menos conflictiva... sobre todo, por su propio bien.
Me lo he pasado genial leyendo sus escenas, la manera en la que su fácil trabajo se convierte en una auténtica pesadilla, y cómo cae en auténticos marrones realmente problemáticos.
Nanao ha actuado más independientemente que el resto, los cuales solían tener más diálogos con sus compañeros, pero también ha sido muy bueno ver cómo interaccionaba con los otros asesinos.
Tangerine y Lemon tienen que ser mencionados juntos, porque son un gran, gran equipo.
Realmente dan mucho miedo cuando entran en acción, pero la mayor antítesis de todo es la diferencia que hay entre cómo matan y la mala fama que tienen por su peligrosidad, y luego lo divertidos, adorables y casi infantiles que son hablando de sus cosas.
Tangerine es probablemente la mente de ellos dos, mientras que Lemon es más el corazón y la fuerza física, y la pareja me ha recordado mucho a Lennie y George, de la novela De ratones y hombres.
Aunque Lemon era algo más inteligente que Lennie, tenían su parecido, y la dinámica que llevaban era similar: Tangerine se frustraba ante la incompetencia y la cierta tranquilidad en situaciones malas de Lemon, y Lemon era realmente pasivo incluso hasta en los peores momentos, muy enfocado con su serie infantil, y creyendo que podrían salir fácilmente del problema. Verlos discutir, enfadarse y hacer las paces era muy tierno, muy refrescante, me han parecido unos personajes redondísimos.
Además, el detalle de que, cada vez que Tangerine está muy enfadado, cita frases de libros me pareció muy importante sobre todo al final, cuando por esto mismo se veía que estaba claramente fuera de sí. La pareja que hacen simplemente tiene que considerarse como una sola persona, eran la media naranja del otro (un pequeño chiste de frutas en honor a sus nombres de frutas).
Finalmente, está mi personaje favorito de todo el libro... The Prince.
Para sus catorce años de edad, The Prince da verdadero miedo, probablemente porque sea, de todos ellos, el personaje más carismático, astuto e inteligente de la novela.
No siente nada de miedo, por lo que es aún más peligroso ver en las situaciones tan conflictivas en las que se mete a sí mismo por simple interés, y muy pocas veces había visto una representación tan buena de la psicopatía, ya que The Prince es un verdadero psicópata: sus emociones son muy complicadas, demasiado inclinadas a destruir a todos y a sentirse superior, desprecia al resto de la gente e incluso los trata como objetos o herramientas para cumplir sus propósitos, es manipulador, sagaz, y lleno de curiosidad por el ser humano y sus emociones, y consigue lo que quiere sin ensuciarse las manos, sino teniendo bajo su poder, como un titiritero, a muchas otras personas vulnerables.
The Prince es buenísimo leyendo la mente humana, sabe cómo funcionan los sentimientos de los demás y usa lo que sabe muy a su favor. Y lo peor de todo es que es un personaje tan carismático, tan atractivo y encantador, que, pese a que es sin duda alguna el personaje más cruel del libro, también es por el que yo me sentía más atraída...
The Prince goza de buena suerte, en contra de lo que le pasa a Nanao, pero está por ver si estas tornas se pueden cambiar, o si este criminal tan sutil y disimulado se volverá a salir con la suya.
De todas formas, leer sobre sus reflexiones, tan hábiles y complejas que llegaban a ser muy filosóficas, y su constante interrogante de por qué está mal matar, ha sido muy interesante para mí, sus escenas son las que más me han hecho reflexionar sobre la condición humana y nuestro sentido en el mundo.
The Prince es un personaje de diez, sin duda el psicópata más desalmado y cautivador que me he leído de todos los tiempos.
Una excelente prosa, ingeniosa y divertida, satírica y reflexiva, y llena de acción, tensión, y misterio
Excelentísima, buenísima, yo diría que insuperable. Eso es todo cuanto tengo que decir de la prosa.
La tensión que crea es tan angustiosa y asfixiante que sentía que todo el cuerpo me dolía del estrés, y escenas de acción, lucha y muerte hay por un tubo, tantas que apenas era capaz de respirar normalmente al leerme el libro. Aunque no he podido verme a mí misma mientras leía la novela (como queda claro, ya que no tengo un par de antenas en la cabeza), estoy segura de que tenía los ojos abiertos de par en par, y, quizá, la boca también abierta por la sorpresa.
Cuando parece que Isaka te va a llevar por un camino, te lleva por otro completamente distinto, los capítulos son breves y, sobre todo, muy, muy intensos, y la dinámica narrativa es absolutamente divina.
Kōtarō Isaka no se anda nada por las ramas, y eso es tanto algo verdaderamente sensacional (ya que todo es mucho más frenético, directo e intenso), como una verdadera lástima, porque me habría encantado leer otras cuatrocientas páginas con estos mismos personajes.
Las relaciones entre los personajes eran tan avispadas, divertidas y graciosas que Bullet Train ha sido uno de los pocos libros que me ha hecho sonreír de verdad... Y digo esto con mucha solemnidad, ya que yo, leyendo, siempre tengo el rostro bastante inexpresivo.
Dada la estructura tan intensa de la novela, los capítulos con mucho contenido de incógnitas y, sobre todo, acción, y los personajes que se van desarrollando gracias al diálogo que entablan con los otros, me da la sensación de que tras Bullet Train ha habido muchísima planificación, algo que, además, es bastante usual sobre todo en thrillers.
El misterio central, que trata un poco de resolver las gran incógnita de "¿Qué demonios está sucediendo?", no queda resuelto hasta el final, pero da pequeños guiños de algunos detalles que están relacionados con la revelación.
Por otra parte, lo más importante no es lo que tiene entre manos el señor Minegishi, o, ya puestos, el resto de personajes, sino más bien el misterio para mí era tratar de adivinar qué era lo siguiente que iba a suceder, es decir, qué otro obstáculo se pondría en mitad de la obra que los personajes tendrían que superar.
Kōtarō Isaka sabe jugar muy bien sus cartas. No solo eso, sino que parece saber exactamente cuáles son las tuyas.
Si no fuera una incrédula en cuanto a la magia, fácilmente diría ahora que parece que el escritor leía mi mente, porque cuando yo creía que algo se iba a resolver de cierta manera, Isaka me sorprendía con un nuevo giro en los acontecimientos.
Tristemente para los personajes, pero maravillosamente para entretenerme a mí, los protagonistas se enfrentan a muchísimos problemas muy complicados (por ejemplo, el del hijo de Minegishi es verdaderamente gordo para Lemon y Tangerine), y la prosa, que no es nada delicada, se recrea maravillosamente en el conflicto. Claramente Isaka disfrutó ingeniándoselas para situar a los personajes en las faenas más gordas posibles. Y mentiría si dijera que yo no he agradecido esa gran prosa de Isaka para hacer pasar por calamidades a los protagonistas...
Kōtarō Isaka tiene una manera de escribir muy hábil.
Para empezar, me parece una idea buenísima que la historia siga el punto de vista de todos los protagonistas, y que este intercambio de voces se dé de un capítulo a otro.
La historia está escrita en tercera persona del presente, lo que da mayor realismo y más cercanía, y tiene un ritmo ágil, muy dinámico, con mucho juego con las palabras y un sentido el humor que es justo el que a mí me gusta, el cual llega cuando tiene que llegar y no está en exceso, sino que es sutil y algo oscuro.
Además, hay muchos diálogos interesantísimos, algunos más ligeros (como casi todos en los que hablan entre sí Lemon y Tangerine, que es divertido y está lleno de amor por el arte, ya sea por la dichosa serie de Lemon o por las lecturas de Tangerine), y otros muy, muy profundos (en realidad, cada vez que The Prince abre la boca todo lo que dice es interesantísimo).
En cualquier caso, todo es gracias a la prosa de Isaka, que es resuelta, determinada, fácil de seguir y con mucho contenido para reflexionar, reír... y también para pasarlo canutas con el dolor y la angustia de los personajes.
He conectado muchísimo con el libro, y aquí proclamo mi gran "hip hip hurra" hacia Kōtarō Isaka, un escritor al que respeto y admiro muchísimo.
Un desenlace bombástico, explosivo, lleno de tensión, que cierra una historia llena de peligros de la manera más fuerte y yo diría que más satisfactoria posible... eso sí, aún no me he recuperado de todo el dolor en el corazón que siento...
El desenlace ha sido como debería ser, pero mi corazón sangra aún por ello. Toda la tensión que se acumulaba más y más finalmente llegó a estallar, con escenas a punta de pistola, conversaciones llenas de peligro de muerte, y forcejeos por derrotar al contrincante que fueron un auténtico "boom" en la historia.
Bullet Train cierra de muy buenas maneras la narrativa, ya se veía venir que no sería un final feliz para todos, pero me ha gustado aún más de lo que me esperaba, es fuerte, doloroso, y aún lo paso mal, estoy de luto pero creo que es un final tan excelente que no puedo más que aplaudirlo.
Si el libro fuera de estructura fluida, todo se resolvería en un abrir y cerrar de ojos, pero, debido a que la victoria de un personaje supone el fracaso y la posibilidad de muerte de otro personaje, desde el inicio se ve que es imposible que haya un final feliz para todos.
Por ejemplo, si Lemon y Tangerine llevan al hijo de Minegishi y el misterioso maletín ante su jefe, eso significará que Nanao ha fracasado en su misión, y el que ha ordenado a Nanao robar el maletín es sin duda una persona muy temible... Y, al contrario, si Nanao se hace con el maletín, pondrá en un aprieto a los otros dos hombres, pues sufrir la decepción de Minegishi es algo que nadie desearía experimentar.
“Often the case with people who don't read fiction. Hollow inside, monochrome, so they can switch gears no problem. They swallow something and forget about it as soon as it goes down their throat. Constitutionally incapable of empathy. These are people who most need to read, but in most cases it's already too late.”
Además, luego está ese juego de poder que hay entre Kimura y The Prince (en el que parece que tiene todas las de ganar The Prince), donde se comienza a husmear que seguramente uno de los dos no logre sobrevivir... ¿Cobrará Kimura su venganza, o el ladino de The Prince se volverá a salir con la suya? Y quizá, en realidad, no solo sean estos cinco personajes los más peligrosos del tren...
Así que lo que queda por preguntarse es quién será el vencedor... si es que hay vencedor...
Conclusión
En conclusión, hay tres sencillas cosas que tienen que haber para que uno se compre este libro: si estás fascinado por el mundo de los asesinos y aspirantes a grandes psicópatas, si te gusta la sátira, el humor retorcido, y en peligro en cada esquina, y si te gusta una historia frenética que no te deje respirar, llena de misterio y, sobre todo, de brutalidad y mucha reflexión entre medias. Si cualquiera de estas cosas se cumplen, esta es una novela CRUCIAL en tu estantería.
Me sorprendería pensar que a alguien no le ha gustado leerse Bullet Train. Aunque sé que gustos hay de todo tipo, me parece que, sean cuales sean tus intereses literarios, Bullet Train es una novela que abarca tantos estilos y tantos temas, con una prosa tan buenísima y sensacional, que de seguro que gusta incluso a los más reticentes.
En mi vida me he encontrado una historia de asesinos tan interesante como esta, con un marco de la historia cerrado y claustrofóbico (todo sucede en el viaje de tren, aunque haya algunos flashbacks), y, además, son asesinos que interaccionan entre ellos de maneras astutas, divertidas, y llenas de encanto...
Realmente, REALMENTE, Bullet Train es una novela como ninguna otra que me haya leído, que supera con creces cualquier otra historia de asesinos, y que, por lo intensa e ingeniosa que es, no dudo en proclamar que es, sin duda alguna, EL MEJOR DESCUBRIMIENTO QUE HE HECHO EN MUCHÍSIMO TIEMPO.
Muy, muy, muy recomendada.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 6/5
♫ Acción: 6/5
♫ Trama: 5/5
♫ Originalidad: 5.25/5
♫ Tensión: 6/5
♫ Tensión: 6/5
♫ Desenlace: 5/5
♫ Prosa: 5.25/5
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!!!!
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!!!!
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