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sábado, 17 de julio de 2021

Reseña: Flores sobre el infierno

 



RESEÑA:
FLORES SOBRE EL INFIERNO


Título:  Flores sobre el infierno
Autora:  Ilaria Tuti
Editorial:  Penguin Random House
Canción Identificada:  Long Hard Road Out of Hell (Marilyn Manson)




Sinopsis:

El primer cadáver es el de un hombre desnudo, con la cara desfigurada y los ojos arrancados. Algo aterrador está ocurriendo en las montañas: un recién nacido ha desaparecido y una sombra misteriosa vaga por los bosques. El caso requiere de todas las habilidades de Teresa Battaglia, comisaria de policía especializada en perfiles criminales que, todos los días, camina sobre el infierno. Su mejor arma es la mente, pero últimamente la está engañando; su lucidez está en riesgo y la investigación, por tanto, también. Por primera vez en su vida, tiene miedo.

Teresa y el joven inspector Massimo Marini, llegado desde hace poco de la ciudad a este enclave montañoso, deberán llevar a cabo la investigación más difícil a la que se han enfrentado jamás: un caso que hunde sus raíces en los episodios más oscuros y estremecedores de la historia de este rincón milenario del norte de Italia: un infierno que aún sigue latiendo.




Opinión:

No tengo ni idea de por qué, pero me siento especialmente atraída hacia ese mal de la edad, ese infierno de la vejez, de los protagonistas que ya cuentan con sus años. 
Sé que es una manera de la más extraña de empezar la reseña, pero le he estado dando vueltas y creo que he encontrado algo decisivo en todo esto: cuando la protagonista es una anciana mujer, y se alía con alguien bastante más joven que ella, la dinámica en las relaciones es deliciosa. 

Supongo que también podrá ser igual en el caso de que el protagonista sea un hombre anciano. 
Pero, de cualquier manera, a lo que voy es a que Teresa Battaglia fue perfecta para mí: obcecada, irritable, demandante y muy, muy autoritaria... una mujer hecha y derecha que vive diariamente su propio infierno, tanto por horribles recuerdos de personas a las que creyó amar, como también por los estragos que deja la edad, como es, por ejemplo, esa demencia de la que a mí me da tanto miedo oír hablar. 

Supongo que todo esto aporta más realismo, más... sufrimiento real. No un sufrimiento vago, perezoso o de estos forzados para dar desarrollo al personajes, sino un sufrimiento por el que pasaremos todos: la vejez, el paso de los años, la posible demencia, el dolor en los músculos y huesos del cuerpo... y ese miedo irreparable de estar perdiendo quienes siempre fuimos. Brillante, ¿verdad? 


Me di cuenta de que me enamoraban estos protagonistas cuando me leí La carne, una maravillosa obra escrita por Rosa Montero, cuya reseña se puede encontrar en este mismo blog, y que se puede encontrar clickeando aquí

Literalmente ha sido descrita la obra La carne como "una intriga emocional", y no podían estar más acertados, ya que, por mucho misterio suculento que haya, lo verdaderamente importante en La carne es saber contra qué personajes nos encontramos: sus impulsos, sus tendencias, sus miedos, sus inseguridades y, también, sus placeres y deseos más secretos. 


Bueno, pues con Flores sobre el infierno pasa lo mismo. Teresa Battaglia tiene una mente alucinante, calculadora, fría y muy analista, pero también tiene tantas vulnerabilidades, intenta cubrir esa fachada de parecer que nada le afecta por su equipo, porque está al mando, y porque no piensa dejarse amedrentar por nadie, que... que, en fin, resulta un personaje muy cercano, muy, muy realista...

Y además, hay alguien divertisísimo, adorable y un poco torpón (pero con buena cabeza para no dejar de aprender) que trabaja para ella... el inspector Massimo Marini, que realmente es un amor de persona, es joven y no sabe ser un completo experto, pero tiene una sensibilidad muy especial.


Demasiado he adelantado, ¿no creéis? Lo importante es decir que, en la anterior adquisición de libros, estaba buscando thrillers de todos los rincones del mundo. Gracias al magnífico Sandrone Dazieri (que, además, ha hecho una positiva crítica de este libro), decidí que estaría la mar de bien viajar a Italia (obviamente, en el sentido literario) para poder conocer una vez más cómo era el thriller de por ahí. Así di con Flores sobre el infierno. No me arrepiento. Es más, ¡qué delicia de lectura! Pocas veces un libro me ha hecho pensar tanto en lo que significa la maldad. 

¿Nos atrevemos con ella? ;)



¿De qué trata?

Flores sobre el infierno es la primera novela publicada de Ilaria Tuti, y la que fue desde el inicio un auténtico éxito en las librerías. Gracias a que, por su gran fama, fue traducida a diversos idiomas, en España podemos disfrutar de ella y de todo lo mucho que nos hará reflexionar. 


La historia sigue las pesquisas de la comisaria Teresa Battaglia, una auténtica experta en perfiles criminales que guarda en sí misma, lo más profundo que puede, un infierno personal que lucha por no revelar a la luz y ante los demás. 
Muy crítica consigo misma, decidida a no dejar mostrar ni una sola señal de vulnerabilidad, para ella lo principal es apresar a los criminales que ella ve, en muchas ocasiones, como las primeras víctimas de sus propios casos. 

De hecho, ese es su pensamiento con respecto a un nuevo asesino que ha emergido en el milenario bosque de Travenì, y cuya mente se encuentra tan perturbada que el cadáver que deja muestra a un hombre desnudo, con los ojos arrancados y la cara tan desfigurada que parece irreconocible. 
El asesino vaga por los bosques, y todo parece indicar que ese no será el único cuerpo que dejará en ellos... 

Mientras tanto, un recién nacido ha desaparecido, y Teresa cuenta los días que lleva completamente cuerda, temiendo caer en la demencia que sabe que cada vez está más próxima a ella. Para el caso, recibirá la ayuda de su equipo, al que protege como una familia, y de un recién llegado joven inspector que, aunque con una introducción un tanto desacertada, acaba mostrando ser capaz de luchar con fiereza por resolver este peliagudo caso. 

"Inofensivos -repitió, removiendo las sílabas en la lengua como si tuvieran mal sabor-. La naturaleza no ha dotado a ninguna de sus criaturas con la capacidad de ser completamente inofensivas, jefe Knauss, o habría fracasado."


Mientras la historia del análisis del cadáver, el perfil criminológico y la angustia de los personajes avanza, podremos también leer otras muchas perspectivas en la novela: la del inspector Marini, aunque se da en pocos casos; la de unos niños que guardan relación muy directa con el caso; la de una misteriosa "escuela" cuyos "alumnos" no son nada ordinarios, y cuyos "profesores" son bastante especiales (además, las mujeres al cargo de estos niños tienen unas órdenes muy rígidas de no mantener contacto alguno con ellos)... y también, en ocasiones, la propia perspectiva del asesino, una persona que queda muy claro que sufre por un mal pasado y no piensa detenerse con la muerte hasta haber revelado al mundo su dolor interno.


Con estos cambios de narrativa, nos situamos en una historia que, aunque breve (la historia no alcanza las 350 páginas), está llena de contenido, de tensión, de acción y de desesperación.  
En resumidas cuentas, es una novela frenética, llena de momentos brillantes, con la que Ilaria Tuti juega mucho con el significado de cada mínimo detalle o pista de la historia, además de con los términos que diariamente solemos emplear para identificar a las cosas (si buenas, o malas), que, en esta novela, se aprende que están muy, muy difuminados... Es una historia con mucho análisis, con buenísimas relaciones de personajes, que a mí me ha dejado huella.



Una trama con buen ritmo, no plagada de tensión, pero con buenos toques de duda, misterio, y muchas indagaciones criminológicas

Aunque suelo decir que la marca central de todo thriller es la tensión, en realidad todo depende de los autores, y de cómo jueguen con la misma. 


La tensión es complicada, porque hay de diversos tipos. Hay algunas novelas que están plagadísimas de acción, de a punta de pistola, de cuchillos en el cuello y de golpetazos violentos en todas las partes del cuerpo. Se me ocurren unas cuantas, y la verdad es que guardo muchísimo interés por ellas. 
También hay novelas cuyo "thrill" está en el misterio, y únicamente en ello. Por ejemplo, Agatha Christie juega con las pistas, las inquisiciones y las indagaciones de manera que son éstas las que otorgan la emoción al libro, pese a que sus personajes, o las escenas de acción, sean en lo que menos pone la atención.
Luego, hay novelas que muestra la completa enajenación y destrucción de los personajes, son psicológicas y dolorosas, llenas de dudas, sabes que no puedes confiar en los narradores y esto te leva a la locura. Estas son las que más aprecio. 

Pero también hay otros thrillers, como Flores sobre el infierno, que tienen un ritmo más lento, aunque con mucha fluidez, y que trabajan la parte más interesante de las investigaciones, que no es otra salvo la de la psique humana. 


Lo importante en Flores sobre el infierno es entender el perfil psicológico y criminológico del asesino, saber el por qué de lo que hace, entender su vida, su pasado, sus ambiciones y sus sueños, para poder darle caza. Por supuesto, adoro estas novelas, porque muestran cómo, aunque no todo es persecución, estrés o forcejeos físicos, sí que hay mucha tensión incluso en la mismísima elaboración del perfil del criminal.


Un thriller, en realidad, deriva de la palabra inglesa "thrill", que quiere decir emoción, o estremecimiento
Es decir, algo que te deje los pelos de punta, y que te recorra cierto sentimiento en todo el cuerpo. 

Flores sobre el infierno tiene una angustia que casi nada tiene que ver con los asesinatos, sino que se centra más en la degeneración y los miedos de la protagonista. Cuanto más vamos conociendo del terror que ella siente de dejar de ser lo experta y capaz que siempre ha sido, más nos ponemos en su piel, más la entendemos, más vamos, a su vez, sintiendo empatía por cada uno de los personajes... hasta por el propio asesino.


Por tanto, en sí, el golpe de tensión está puesto en Teresa Battaglia, que saca fuerzas de donde nadie se esperaría para seguir adelante. 

No es que haya demasiada tensión en el escrito, aunque sí que hay ciertas escenas de acción, por el final y entre medias, pero no por ello he estado menos atenta, ya que era alucinante la de capas que tenía el intentar entender al asesino. 


En cierto modo, me supo parecido a El Alienista, la novela de Caleb Carr que me dejó encantada, ya que todo se centraba en quién era el asesino... no solo su nombre, claro, sino cada detalle de él. En realidad, parecía el verdadero protagonista de la historia.

Debido a todas estas indagaciones, interrogatorios, especializaciones y perfiles, la novela sí consigue enganchar de muy buenas maneras, es muy ligera, también es muy breve, y hace plantearse muchas cosas. 

Fluida, interesante, y con mucho detalle en la psicología de los personajes, Flores sobre el infierno me ha parecido una idea muy atractiva que, además, estaba perfectamente llevada.



Una ambientación rural, con muy buenas descripciones, y una intriga activa y con buena energía, que hace reflexionar sobre la naturaleza del bien y del mal

La historia tiene lugar en un pueblo en las montañas, cercano a un espeso bosque, al que se le da muchísimo juego. 
Hablamos de Travenì, una comunidad muy cerrada y pequeña en la que están ocurriendo demasiadas cosas, y ello consigue hacer que sus habitantes se muestren muy inquietos y desesperados. 

Las sospechas crecen, y todos tratan de ocultar lo que saben, o cualquier cosa que los haga relacionarse con el caso. 
Sin demasiada ayuda de los locales, la intriga se irá generando en torno a sus miedos, y la vida familiar de algunos grupos determinados en la que se está abriendo paso la desgracia. 


Porque por muy importante que sea entender al criminal, también es esencial saber cómo fue la víctima, ya que eso puede ser una razón crucial para saber por qué fue elegida para morir. 

Y resulta que, aun con el excelente paisaje y la cómoda vida rural, hay familias que sufren calamidades en silencio... y en las cuales puede que la clave esté en los niños. 

De hecho, es Teresa Battaglia la que irá indagando en sus testimonios, hablando con ellos y tratando de destapar toda la desconfianza que sienten hacia los adultos, para entender un poco mejor qué ha podido suceder en sus familias. No quiero decir mucho más, pero los niños son una muy importante clave para entender el caso, y la mente del asesino. 


De hecho, en cuanto he sabido de la relación que éstos tienen con el criminal, me he ido dando cuenta, una vez más, de que el bien y el mal son unos términos demasiado cómodos en los que de cuando en cuando suelo pensar, pero que no son nada realistas, ya que los porqués, el origen de cada cual y lo que nos hace encasillarnos en un término o en el otro depende mucho de lo que hemos vivido en el pasado, de si hemos sido víctimas de algo, de si tener reservas, y odio, hacia cierto aspecto de lo que nos rodea... Hay un montón de razones para irse por el mal camino, y, aunque no se excusan, situar a alguien como puramente malo de nacimiento es completamente ridículo, a mi parecer. 

En Flores sobre el infierno, el asesino mata y se venga. El asesino deja un mensaje. Quiere algo que no pudo recibir en su infancia. ¿De qué puede tratarse? 

Esta era la verdadera intriga del libro... entender su compleja mente, que, en muchas ocasiones, actuaba prácticamente como la de un crío... o, más bien, un animal fuera de la sociedad, una bestia que tan solo quiere hacerse oír. 



Quizá por eso me guste tanto el final... porque cierra de muy buenas maneras una historia de sufrimiento, y no solo hablo de la del asesino, sino de la de cada uno de los personajes que tienen algo que combatir de sus recuerdos o de su vida actual. 

Para ser el inicio de una saga, Flores sobre el infierno me parece que se autoconcluía de muy buenas maneras, la intriga se cerraba muy bien, y dejaba un buen regustillo, es decir, una buena sensación. 


El misterio era excelente, a veces se veía venir un pelín lo que iba a suceder, pero en realidad todo estaba muy bien hilado, y me ha sorprendido en muchas ocasiones. 

Debo reconocer que las partes que más me han gustado han sido las narradas por Teresa, Marini, y, ya un poco más en segundo lugar, las de los niños, que estaban muy bien representados. 


Lo que menos me ha gustado ha sido las pequeñas interrupciones para conocer sobre la "escuela", quienes trabajaban en ella, y un poco los informes y lo que rondaba por ella. 
Aunque probablemente eran las partes que más incógnitas me dejaban rondando en la cabeza, me parecía que rompía un poco el ritmo de lo que pasaba en la actualidad, y yo estaba muy apegada a Teresa y sus compañeros como para recibir muy abiertamente estos nuevos cambios en la narrativa. 
De todas formas, era muy necesario, y me he sentido bastante enganchada.



Unos personajes con mucho detalle, con muy divertidas y profundas relaciones, y una dinámica llena de juego y desarrollo

Yo diría que, en esta clase de thrillers, lo más importante es que haya buenos personajes, es decir, personajes con tantas capas que parte del gran misterio de la historia esté puesto en ellos. O, al menos, es eso lo que a mí me gusta, y para mi maravilla es lo que me he encontrado en este libro. 


Aunque los personajes no son absolutamente rompedores, en ese sentido de que me parecen muy destacables, sí que creo que lo que más reluce en ellos, lo que más me ha gustado de ellos, es precisamente esa humanidad "ordinaria" que los hace tan tiernos y cercanos. 


Teresa Battaglia es el personaje que más se diferencia de entre el resto, es peculiar, mandona y muy severa, no se toma las cosas a la ligera y suele tratar con cierto desprecio, o quizá sería más correcto decir humillación, a los nuevos en su trabajo, para hacerlos ser duros como las rocas y que se puedan enfrentar sin problemas a futuros casos. 
Básicamente, es tan severa y no da su brazo a torcer como un comandante del ejército, entrena a sus hombres para que no sean buenos, sino que sean los mejores. Es un poco de paliza para los nuevos, como el inspector Marini no tardará en ver, el cual llega a creer que Battaglia debe tener una especie de vendetta personal en contra suya.


Los otros personajes son algo más comunes, y esto no tiene que ser algo malo. 
No destacan demasiado, pero tienen buenas voces y cierta personalidad. 

"Nunca había sido responsable de una vida tan joven y se sorprendió al percatarse de hasta qué punto el valor de una existencia parecía inversamente proporcional al tiempo que había pasado sobre la faz de la tierra."


Massimo Marini podría ser cualquiera de nosotros, es su primer día de trabajo y encima ha metido la pata frente a su comisaria, lo que lo pone en un aprieto que trata de arreglar a toda costa. 
Marini es un buen estudiante, un hombre joven que trata de aprender en todo momento, y, cuando se da cuenta de que necesita aún más práctica, experiencia y conocimiento, se pone a hincar el codo para tratar de ayudar lo máximo posible a su comisaria, a quien comienza a admirar hasta que se da cuenta de que piensa en ella incluso en sus ratos libres. 
Marini tiene un corazón de oro, es sensible y reflexivo, pero claro, le falta profesionalidad, y tiene ciertas inseguridades a la hora de relacionarse. 

Aun así, pronto queda claro que este personaje va a ayudar muchísimo a Teresa Battaglia a cambiar, a aprender a revelar lo que siente e incluso sus vulnerabilidades (aunque solo sea un poco, porque estos cambios tardan en dejarse ver), y la relación que los dos acaban labrando es sencilla, divertida, y muy tierna. 

"La soledad era una discreta compañera de piso que nunca invadía espacios y lo dejaba todo tal y como estaba. No tenía ni olor ni color. Era una ausencia, una entidad que se definía en contraposición, como el vacío, pero que existía."


De hecho, su relación ha sido de lo mejorcito de la novela.
 
Aunque conozco dúos en otros thrillers que me han atraído mucho más (el de Colomba Caselli y Dante Torre, de la novela Kill the Father, por ejemplo, me parece de los mejores de toda la historia literaria), el que se ha comenzado a formar entre Battaglia y Marini me parece muy interesante, no solo por su diferencia de edad, lo que los convierte en el mítico dúo entre el profesional y el recién llegado al cuerpo de policía (como, por ejemplo, el que hay en la película Seven de David Fincher), sino también porque son muy diferentes entre sí, y, esta vez, la voz de la dominancia, la experiencia y la fortaleza del caso la lleva una mujer, y la más mayor de los dos, Teresa Battaglia. 

Ella sabe que tiene que ser fuerte, aunque no lo sienta, de cara a sus compañeros, para que todo siga yendo como tiene que ir. 
Se pone muchísimas normas, se obliga a no dejar mostrar lo que siente, e incluso es divertido ver cómo disfruta, aunque solo sea un poquito, al humillar a los nuevos, aunque, en el fondo, se identifica con ellos y solo trata de endurecerlos para todo lo que en su carrera tendrán que ver. 

Al principio, claramente Marini no aprecia este duro gesto, pero al final se van cogiendo cariño... Battaglia aprende a confiar, y Marino aprende a admirar y tratar de seguir los pasos de su superiora.

El dúo es muy bueno, gracioso, con ciertos comentarios inoportunos y, desde luego, mucho "salseo", si se entiende lo que quiero decir. 

Aunque entran en juego otros muchos personajes que ayudan al caso, e incluso otros secundarios como son los propios niños (Lucia y Matthias, por ejemplo, estaban genial perfilados), con lo que me quedo es con estos personajes centrales que tienen una dinámica muy entretenida de leer. 

"El cuerpo yacía sobre la hierba, cubierto de escarcha. La palidez de la piel contrastaba con la oscuridad del pelo de la cabeza y del pubis. Al fondo, el verde oscuro de la naturaleza de la montaña. Algunas manchas de nieve persistían en las áreas más umbrosas, cercanas al bosque. Durante la noche habían caído algunos copos un cristal se había quedado prendido entre las pestañas del cadáver."


Battaglia puede ser todo lo dura que quiera, pero tiene un muy buen corazón y una muy buena maña con los críos, lo que los saca de apuros en los interrogatorios con ellos, ya que ella tiene ese don de ganarse la confianza de hasta los más pequeños y desconfiados. 
Su experiencia habla por sí sola, y saber un poco sobre su pasado, y el dolor que hay detrás, hace que entendamos mejor que para ella su trabajo no va de pillar malos, sino de contener a aquellas personas que no son capaces de controlarse a sí mismas y a sus impulsos negativos. 

"Para una mujer es más difícil", comentó uno de los compañeros de Teresa Battaglia en un pasaje. "Tiene que demostrar de forma continua que no está a punto de derrumbarse y que nos mantiene a todos bajo control." 

Y entonces, se entiende un poco más sobre quién estamos hablando cuando Marino se queda: "Conmigo no hay riesgo de que la infravalore. Me pasa por encima todos los días como un tanque". 

Y, cuando hace la observación de que, al Battaglia ser mujer, por norma general le deberían gustar los bollos, hay una contestación de Parisi que me parece muy, muy acertada: "¡No! Eso es exactamente lo que tienes que evitar con ella: no la consideres mujer, sino tan solo una persona, de lo contrario sería como si la discriminaras, ¿lo entiendes?" 

La habilidad, los gustos y las inseguridades de Battaglia no van relacionadas con su género, sino con su pasado, su persona, y su identidad y personalidad, y saber de ella a lo largo del libro me ha parecido una muy enriquecedora experiencia, además de que me ha hecho conocer un poco más acerca de la criminología, la psicología, y la unidad de la policía en rasgos generales.



Una prosa directa, expresiva, que no lo revela todo de primeras, y que trabaja muy bien los diálogos y los sentimientos de los personajes

Sandrone Dazieri, un escritor que me parece buenísimo gracias a su trilogía de Colomba Caselli y Dante Torre, que se inicia con No está solo (Kill the Father en inglés, que fue el idioma en el que me leí el primer libro), ha dicho que Italia tiene por fin a su reina del thriller. 

No me he leído demasiados thrillers italianos, pero tengo la certeza de que Ilaria Tuti está entre las mejores. Para empezar, sus personajes son alucinantes, sobre todo sus relaciones, que son divertidísimas, tiernas, y tienen mucho jugo. 

Pero es que además su prosa es muy, muy buena, es directa, va justo al grano, y no se anda por las ramas. 

Quizá por eso la novela es tan corta, ya que Ilaria Tuti tenía mucho que decir, pero supo condensarlo y esencializarlo como para que no se hiciera demasiado repetitivo. 

No hay escena que sobre o que falte, todo está en su justa medida, y, además, hay gran expresividad tanto en las descripciones, bastante enganchantes, como, sobre todo, en sus rápidos y muy ligeros diálogos, que siempre son un poco "quirky". Esta última palabra me ha venido a la cabeza para describirlos, y no la pongo con su traducción porque me parece que pierde su aquél con ella. 
Digamos que sus diálogos con algo peculiares, muy llevaderos, y muy... traviesos, podría decirse. 
Hirientes a veces, otras veces burlones, siempre van dos pasos al frente. 

Yo diría que destaca mucho en Battaglia la ironía y el sarcasmo, además de sus durísimas palabras, y eso hace que los diálogos estén llenos de verdaderas joyas, de mucha fluidez, se siguen sin problemas y me han hecho sonreír bastante. 


En las descripciones, Ilaria Tuti es un poco menos burlona, se pone seria y trata de plasmar al detalle todo, aunque dando, para mi agrado, cierta información subjetiva entre tanto objetivismo, como cuando habla del centro de investigación forense y saca el tema de que quedaba extraño que los cadáveres, que deberían pertenecer a la tierra, se encontraran entre el cemento. 

"Si durante el día tenía la apariencia de una sala de hospital, con pasillos recorridos por ruidosas idas y venidas y aulas frecuentadas por estudiantes de doctorado, a esa hora tardía mostraba su cara más angustiosa. El silencio levantaba la pátina de normalidad y exhibía su esencia: la de una solitaria estación final. Emanaba melancolía, como si el dolor de los familiares permaneciera adherido a los cuerpos depositados en las cámaras refrigeradas, y las lágrimas y los sollozos, a las paredes."


Quizá sea una tontería, pero sus pequeñas observaciones personales en las descripciones me ayudaban mucho más a ver una parte muy interesante de la historia, y es que no es monótona, sino que tiene muchísima voz y reflexión, incluso con los más mínimos detalles. Realmente, me ha parecido una muy buena prosa.



Conclusión

En conclusión, Flores sobre el infierno me ha parecido una obra muy, muy buena, llena de cavilaciones, indagaciones, y muchísima intriga, la cual, aunque no tiene un misterio central absolutamente interesante, o unos personajes muy fuera de la norma, muestra de tal manera la naturaleza humana, el bien y el mal y sus intermedios, que tengo muy claro que me ha inspirado en muchos sentidos, y me ha hecho pensar mucho a lo largo de su lectura, que es algo que yo aprecio mucho que hagan conmigo los libros.


Flores sobre el infierno va sacando muchas dudas e incógnitas, que se irán resolviendo (cuando entendemos el título del libro, me parece, por ejemplo, un pasaje donde se hace la luz), y sus personajes, muy, muy trabajados y con mucho peso en la historia, juegan un papel fundamental en esta caza del asesino, el cual es tan peculiar y tiene tanto detalle que lo acabamos sintiendo completamente real, completamente como nosotros.

Lo que más me ha gustado, aparte de esa burlesca y divertidísima relación entre los dos personajes centrales (Battaglia y Marini), ha sido todo el trabajazo que había a la hora de crear un perfil criminológico, psicológico y policial, cada capa para entender al asesino, cada razonamiento sacado de bases y estudios previos, y lo expertos que eran muchos de los personajes en este terreno, aunque, como humanos que son, también tuvieran sus puntos débiles.


En resumen, me parece que Flores sobre el infierno es una novela no solo breve y ligera, sino también que engancha con una facilidad tremenda, de manera que será una magnífica lectura para pasar el rato, darle mucho al coco, y amar, una vez más, el género del thriller que a mí me tiene tan enamorada. El crimen, una vez más, vuelve a tener nombre de mujer.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 4/5
♫ Acción: 3/5
♫ Trama: 3.5/5
♫ Originalidad: 3.75/5
♫ Tensión: 3.5/5
♫ Desenlace: 3.25/5
♫ Prosa: 4/5


VALORACIÓN PERSONAL 8.75/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/




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