Reseña: Tokyo Revengers. Parte 2

 

RESEÑA:

TOKYO REVENGERS. PARTE 2

Título:  Tokyo Revengers. Volúmenes desde el 11 hasta el 23
Autor:  Ken Wakui
Editorial:  ComiXology
Canción Identificada:  Conrad Tokyo (A Tribe Called Quest)




Sinopsis:

The Black Dragons, a brutal motorcycle gang, are the cause of Toman's future descent into evil! Takemichi meets the leader of the gang, Taiju Shiba, and his younger brother, Hakkai. Takemichi's got to stop Hakkai from killing his own sibling, and joins forces with Kisaki, despite the risk. Will defeating Taiju save Hina this time?! A white-knuckled Christmas showdown begins!



Opinión:

Como prometí, he regresado para seguir hablando de estos alucinantes mangas escritos por Ken Wakui, cuya idea de saltos en el tiempo, gangs de Tokio altamente peligrosas, delincuencia juvenil y mucha, mucha historia de venganza, me parece flipante. 

He decidido que, en lugar de hacer una reseña de cada volumen de la serie (que quedaría en muchísimas reseñas), lo haré de más o menos cada diez libros. La primera reseña habló de los diez primeros, como siempre intentando que no se dijera spoiler alguno, y esta segunda va a hablar de los trece siguientes, todos los que han salido hasta la fecha... Aunque tengo muchísimas ganas porque, según parece, van a seguir saliendo, y tengo que decir que la cosa está muy, muy interesante, como jamás lo había estado...

Así que, sin más dilación, vayamos a monologar sobre estos grandes mangas:

¿De qué trata?

Si es la primera vez que oís hablar de Tokyo Revengers, quizá lo mejor sea hacer un pequeño saltito y leer la primera reseña que hice de ello, que se puede encontrar haciendo un click aquí. 

Ahí se encontrará con más detalle de qué trata esta historia en la que un joven que vive un tanto frustrado por su trabajo, tras caer a las vías del tren y ver la vida pasar ante sus ojos, viaja doce años exactos al pasado, a la época en al que era un pequeño delincuente juvenil, y se da cuenta de que puede salvar de esta manera a su antigua novia Hina, una alegre y adorable chica que ha sido asesinada en su presente debido a una pelea entre bandas en la que ella no tenía nada que ver... El enemigo central es la Tokyo Manji Gang (la Toman, como la laman), liderada por "el invencible Mikey", un joven que guarda en él mucho dolor, pero que, cuando el protagonista, Takemichi, lo conoce doce años atrás, se da cuenta de que no es nada como en el futuro se va a convertir... 

Y eso le hace querer acercarse a él, y tratar de llevarlo por el buen camino... Cosa que, como más adelante se verá, es difícil, porque unas malas influencias intentan atormentar a Mikey y manipularlo, como es el caso de Hanma, Kazutora, Izana, y, sobre todo, la mítica y peligrosa figura de Kisaki, que parece estar muy determinado a hacer caer a Mikey a un agujero sin fondo. 

El undécimo volumen de Tokyo Revengers se inicia precisamente con la insospechada alianza entre Takemichi, su gran compañero Chifuyu, y dos personajes enemigos... entre los que figura el propio Kisaki. El motivo de todo esto es detener a su compañero Hakkai, que está lleno de dolor y odio, antes de que asesine a su hermano mayor y abusador Taiju Shiba, un joven aterrador que, si llega a morir, podría suponer en el desenlace en el que Hina fallece. 

A partir de ahí, y lo que sigue a continuación, seguirá siendo la lucha sin descanso de Takemichi por salvar a sus seres queridos, que, como verá más adelante, se está viendo truncada por personas que realmente quieren ver la caída de Mikey... e incluso la destrucción de la Toman entera. 

¿Qué relación guardan algunos personajes con los otros? ¿Cómo frenar ese inevitable avance de la muerte, que parece decidida a golpear fieramente a los personajes? ¿Será Takemichi, él solo, capaz de salvarlos a todos?

Una trama que se complica por momentos, en la que no hay apenas descanso, y que juega una y otra vez con las emociones de los personajes hasta dejarlos agotados

Si bien tengo que reconocer que pudo parecer, al inicio, que esta serie de mangas tenían un avance lento, una vez uno entra en calor uno se da cuenta de lo veloces que son los volúmenes, lo rápido que se leen, la manera en la que se devoran, y la de escenas que traen consigo. 

En comparación con los diez primeros, estos nuevos tomos de Tokyo Revengers son aún más frenéticos que los anteriores, con más palizas, más estrategias, más sorpresas, y bastante sangre derramada. 

Algo que siempre me ha gustado de esta serie de mangas es que las batallas son a puñetazo limpio, rara vez se sacan armas (y, cuando esto sucede, es para jugar sucio), y eso permite ver otra forma de contar las peleas mucho más cruda y directa. 

Tokyo Revengers es una historia bastante realista en cuanto a las peleas, que no se anda con exageraciones y que presenta unos movimientos muy entrenados y con mucha coherencia. 

En contra de lo que es más común en los mangas, entre golpe y golpe no hay interrupciones del estilo que los personajes recuerdan su infancia, o cosas parecidas, sino que, como mucho, tienen un breve pensamiento, rápido y fugaz, que les permite seguir luchando por quienes quieren, y esto es realista, más dinámico, y para mí ha hecho que la lucha fuera mucho más ágil y fluida de leer. 

Tokyo Revengers ya ha pillado el tranquillo a su propia historia, y, poniendo todas las cartas sobre la mesa, escoge por qué caminos quiere llevar al lector, juega con las relaciones de los personajes, con sus pasiones, sueños y venganzas, y teje una historia en la que todos están conectados, y la caída de uno puede suponer la caída de muchos otros. 

La Toman está tan unida, tan llena de fortaleza y seguridad, que un pequeño desequilibrio en una persona puede llevar a la destrucción del grupo entero. 

En concreto, Mikey, que es el cabecilla, es el que más trata de tener todo bajo su control y preservar esa seguridad en su banda, y este gran peso que lleva sobre sus hombros más adelante se verá cómo va acabando con él.

Unos personajes llenos de detalle y personalidad, especiales y complejos, que se ceden la importancia dependiendo del momento en el que estamos en la obra

En realidad, aunque la historia central va de intentar "salvar a Hina", y hay un montonazo de personajes esenciales en la historia, yo creo que el núcleo del relato es indudablemente Majiro Sano, es decir, Mikey, mi personaje favorito, y uno de los puntos más fuertes de la historia. 

Al final de estos últimos trece volúmenes, se va viendo que realmente el verdadero problema reside en Mikey, y que, por muy malas influencias que estén con él, quien acaba yendo por el mal camino es él mismo. ¿Podrá Takemichi evitarlo...?

Cada personaje es especial a su manera, y tienen cada uno un espacio determinado en la trama. Por ejemplo, el volumen 11 va dedicado sobre todo a los hermanos Shiba, pero luego hay otros volúmenes que se dedican más plenamente a Hina, a Chifuyu, a Mitsuya, a Ken Ryuki, o también a Mikey. 

Al inicio de estos trece siguientes volúmenes, Mikey está mucho más en segundo plano, puesto que tratan de detener sobre todo a los personajes que podrían considerarse más antagonistas de la historia: personajes como Kisaki, Hanma, Kazutora e Izana. Aunque me parece que, hasta el volumen diez, aún no ha salido Izana, puedo asegurar que este personaje, que guarda bastante relación con Mikey, es muy interesante de leer, y juega un importante papel en el desarrollo del presidente de Toman. 

Takemichi no tiene respiro alguno, es algo que queda muy claro una vez has avanzado con la serie. 

Cuando parece que algo se ha resuelto, surge otro problema, y da igual cuántas veces le den palizas, lo magullado que acabe, incluso a veces al borde de la muerte, que él se ha dado cuenta, como los lectores, que su mayor fortaleza es la tenacidad y la lucha por lo que quiere, y cómo nunca se rinde. 

Takemichi es un personaje sensacional, porque no es nada bueno luchando, de hecho, es bastante malo, pero resiste los golpes con determinación, y se mete en las peores situaciones tan solo porque quiere ayudar a los demás. 

Considerado por muchos como un "héroe llorón", yo diría que es la descripción que más se ajusta a su persona, ya que es adorablemente empático y sensible, y es un héroe hecho y derecho, que no tiene miedo a sufrir siempre que consiga la felicidad de otros. 

No obstante, no es un personaje puramente honorable, ya que comete errores, y, a veces, se deja llevar por sí mismo y descuida un poco la repercusión que esto pueda tener en los demás, como cuando su amor por Hina le nubla el juicio y le hace perder de vista serios problemas que están sucediendo dentro de la Toman. 

He echado en falta más relación entre Ken y Mikey, que me parecen la mejor pareja que tiene esta serie, su confianza con el otro es maravillosa, y se protegen las espaldas pase lo que pase. 

No obstante, ha habido mayor importancia en una relación que ha salido a la luz y me ha encantado, y esa es la de Takemichi y Chifuyu. Este último, al enterarse y asimilar los saltos en el tiempo de Takemichi, será uno de sus mayores aliados para frenar a Kisaki y los suyos, por lo que Takemichi no estará ya tan solo, y la unión entre estos dos, y sus dinámicas y bromas, me han parecido preciosas.

Una prosa mucho más seria, emotiva y dura de leer, que presenta complicados momentos y bastante más muerte, pero que sigue teniendo pequeñas situaciones divertidas para aligerar la historia

La prosa es mucho más seria que en los anteriores volúmenes. 

Es cierto que los diez primeros libros eran la introducción, y, entre sorpresas, viajes inesperados al pasado y reencuentros con amigos de la infancia, había mucha más ligereza, chistes fáciles y muchos momentos que sacaban sonrisas. 

Pero el autor se ha hecho crujir los nudillos y ha presentado, esta vez, una historia que se va volviendo más oscura por momentos. 

Son sensacionales esas divinas y geniales escenas en las que un personaje dice algo gracioso, o cuando las reacciones de Takemichi son desproporcionadas y con intención de hacer risa, y de seguro que, en algunos momentos más sencillos, siguen estando, en general para aliviar el ambiente o destensar las situaciones. 

Pero aunque estas ligerezas eran muy bienvenidas, lo que más me ha gustado es esa clara determinación del autor de hacer pasar por calamidades a los personajes, llevándolos a situaciones extremas, muchos momentos de dolor, y puntos límites que los cambiarán de por vida. 

La amenaza de muerte es muy real, y, aunque tratan de actuar sin miedo, los personajes en el fondo están llenos de inseguridades, las cuales se van mostrando capítulo a capítulo hasta que conectamos con todos ellos... hasta con los que parecen ser más villanos. 

Los diálogos siguen siendo muy buenos, directos al grano. Es cierto que no se suelen presentar muchos momentos de profundización o reflexión, y, cuando esto sucede, no está del todo bien llevado, pero en cuanto a momentos de estrategia, pelea o gritos que tratan de proclamar rabia o lucha, las conversaciones adquieren un tono mucho más decisivo y doloroso, hecho para causar un revuelo en el estómago, y consiguen lo que se proponen. 

Ilustraciones adecuadas para cada momento, algunas de ellas completamente sensacionales, y un final (aunque inacabado) que va dejando ver nuevos problemas que tienen pinta de ser mucho más interesantes

Finalmente, el estilo de dibujo me sigue pareciendo buenísimo. 

Aunque antes comentaba que muchos personajes tenían la forma del rostro bastante similar a los otros, en general se puede decir que son muy diferenciables, no solo por sus curiosos estilos de pelo, que hay de todo tipo, sino también, por ejemplo, por la forma de los ojos, los cuales me parece que eran los que mejor dibujados estaban, y los que más hablaban sobre la personalidad de cada uno. 

Por ejemplo, los de Takemichi y Hina son muy grandes, porque muestran mucha inocencia, aunque por ejemplo los de Izana también son grandes, pero, por lo pálidos que son y lo muy abiertos que están, demuestra más bien locura y delirio.

 

En cualquier caso, a lo que voy también es a que, dependiendo del tono y el estado de ánimo de la escena, el dibujo se inclinaba más hacia algo ligero o algo mucho más cargado y lleno de angustia, por lo que creo que se ha hecho un grandísimo trabajo con las ilustraciones. 

Y por último último, tengo que decir que esa pequeña revelación del final de estos trece siguientes volúmenes, y la de pérdidas y muertes que hay en ellos, muestran mucha mayor oscuridad, y dan un completo giro a la historia. 

Hay quienes dicen que la serie de libros podría haber terminado con un buen final sin más como el que parecía que iba a haber, pero yo creo que este cambio de tono y de misión, más inclinada a salvar al propio Mikey, deja ver mucho más del verdadero protagonista central de la historia, Mikey, y cómo, pese a las buenas intenciones de la gente de su alrededor, acaba siempre inclinándose al mal. 

Será muy interesante de ver cómo se salva a este personaje, y tengo muchas ganas de seguir leyendo a ver cómo prosigue.

Conclusión

En conclusión, estos trece siguientes volúmenes de Tokyo Revengers, hasta el vigésimo tercero, muestran unas escenas mucho más serias y dolorosas, con mayor carga emocional, muchos momentos de gran tensión y bastantes palizas que ponen en contexto los peligros del mundo de los delincuentes. 

La Toman me sigue pareciendo un gran refugio por el que todos luchan por que no se vea corrompido, Takemichi es un personaje adorable y sinceramente un verdadero héroe, y en realidad he apreciado a todos los personajes, con locura, aunque sobre todo a Mikey, quizá porque es el que deja ver que hay mayor complejidad en él.

La prosa también se vuelve más seria, más decidida a hacer pasar por malos momentos, y, si en los diez primeros tomos había algo de muerte, en estos últimos ah habido muchísima más, por lo que os advierto que hay que prepararse, porque algunos personajes muy queridos fallecerán irremediablemente...

Personalmente, he disfrutado mucho de la historia, me he sentido muy enganchada, y creo que a mejorado muchísimo, así que tengo muchas ganas de que se saquen nuevos capítulos para ver cómo sigue :)

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 4/5

♫ Acción: 4/5

♫ Trama: 4/5

♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Tensión: 4/5

♫ Desenlace: 4/5

♫ Prosa: 3.25/5

♫ Ilustración: 4.25/5


VALORACIÓN PERSONAL:  9.75/10



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