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domingo, 18 de julio de 2021

Reseña: El reino

 



RESEÑA:
EL REINO


Título:  El reino
Autor:  Jo Nesbø
Editorial: Penguin Random House
Canción Identificada:  Kingdom of Cards (Bad Omens)




Sinopsis:

TRAS CONQUISTAR A 50 MILLONES DE LECTORES, REGRESA EL REY DE LA NOVELA NEGRA CON UN THRILLER LITERARIO MONUMENTAL

En lo alto de una montaña, en los páramos de Noruega, hay un viejo caserón habitado por un hombre solitario. Se llama Roy, es experto en pájaros, lleva la gasolinera del pueblo y en cada casa corre un rumor sobre él. Su vida gris se reabre con la vuelta de Carl, su hermano pequeño. No se ven desde que se fue a estudiar a Estados Unidos hace quince años, tras la muerte trágica de sus padres en un accidente de coche.

El hijo pródigo trae consigo a su flamante esposa, Shannon, una enigmática arquitecta: han ideado un plan para construir un gran hotel en los antiguos terrenos familiares y podrían hacerse ricos, no solo ellos sino además los vecinos de la zona.

Sin embargo, pronto llegan también los malos presagios. Porque es difícil reinventarse en una comunidad pequeña donde todos se conocen, y a los habitantes del lugar les costará olvidar ciertos episodios del pasado. Sobre todo, al agente Olsen, hijo del antiguo alguacil, que desapareció tiempo atrás en extrañas circunstancias.

El reino es un thriller gigantesco, adictivo y complejo, que retrata como ningún libro de Nesbø las pasiones humanas, y que ha sido considerado inmediatamente por la crítica una obra maestra.



Opinión:

Tiene un hermano. Tiene un padre y una madre, ahora fallecidos tras un trágico accidente de coche. Vive solo, en las montañas, en su propio reino. Recibe la visita de su hermano, después de mucho tiempo. Hasta aquí todo bien... pero hay algo que no nos cuenta. 


El reino es una lectura que tenía unas tremendísimas ganas de leerme, llevaba muriéndome por hacerlo largos, largos meses. Si al final la había demorado, no fue por otra que por pura... ¿cómo lo diría? ¿Competición? Había otros libros que me llamaban un poquito más la atención. 

Además, tengo que decir que me leí The Bat (El murciélago en español), la novela del mismo escritor que inicia la exitosa saga de Harry Hole, y, aunque con buena ambientación, no me llegó a... enganchar. Le faltaba su aquél. Supongo que los personajes me parecían demasiado... ¿cálidos? No sabría decir. 

Pero he sentido mucho, mucho frío leyendo El reino, y no tiene nada que ver a una pequeña corriente de aire que entrara por mi ventana, o que el lugar de la historia estuviera en los fríos páramos de Noruega... No, el frío que sentía era el del estremecimiento... el del miedo por saber. 


Aún no comprendo a qué viene tanto revuelo con la saga de Harry Hole, supongo que mejorará conforme pasan los libros, pero lo que sí que tengo clarísimo es que, para mí, Jo Nesbø despunta en sus standalones, es decir, en las novelas que no pertenecen a ninguna saga, sino que son independientes. Ahí, el escritor es un verdadero GENIO


De hecho, justo estoy pensando en la novela que para mí fue sí más descomunal obra de arte: The Son, en español traducido como El Heredero, la primera novela que me leí del escritor... y tan acelerada, tan peligrosa y en una vorágine de peligros constante que me la devoré. 
Adoraba a su protagonista... adoraba el poder, la muerte y la tragedia que llevaba consigo. Más adelante, me leería Macbeth, una grandísima obra, aunque no me terminó de convencer que estuviera basada en el Macbeth de Shakespeare. Era original, pero le faltaba... el toque aún más personal. No me gustan los retellings demasiado, aunque este estuviera fenomenal.
Y, como comento, The Bat me llegó a decepcionar un poco más... aunque claro, hablamos de Nesbø, por lo que en mi reseña le di una buenísima nota y una buena crítica, porque también estaba muy bien, y era entretenida. 

“If you want to get by with the minimum of effort then pretending to understand less than you do is not the stupidest tactic to employ. So maybe Egil wasn’t so dumb after all.”


Pero El reino ya es otro cantar... Esto ya es irse a otro nivel. Mira que tenía un poco mis dudas, porque no acababa de pillar cuál iba a ser la trama... pero casi mejor así. He ido a ciegas, y me he encontrado con la historia de dos hermanos que me ha desgarrado por dentro. 

Mucho realismo, mucha crudeza, un sin fin de decisiones complicadas, y unas relaciones entre los personajes que son sencillamente arrebatadoras y dignas de enmarcar en las bibliotecas. Realmente, una obra espectacular


Vayamos con ella, entonces ;)



¿De qué trata?

Las críticas de El reino aseguran que vuelve a confirmarse quién es el rey del thriller

Pues muy probablemente. Es más, segurísimo. La carrera literaria de Nesbø destacó desde el inicio, no solo es un hombre que ha sacado partido a su creatividad de distintas maneras (con un propio grupo de música, incluso), sino que además ha dado pie a una cantidad loquísima de novelas. Es cierto que muchas son de la serie Harry Hole (que, cachis, quizá tenga que dar otra oportunidad y cogerme la segunda parte a ver si mejora más), pero también hay novelas independientes que me han dejado a cuadros. El reino es definitivamente la que se lleva la estrella aquí.


El reino trabaja las relaciones entre los miembros de una familia disfuncional. Lo que comienza teniendo una estructura sencilla (el hijo pródigo viene, con su mujer, a visitar a su hermano tras haber estado trabajando en un gran proyecto en Canadá, ambos solos tras la desgraciada muerte accidental de sus padres), se convierte en un auténtico delirio para el lector... Porque yo trataba de resolver a toda costa esos pequeños "huecos" en los testimonios que me hacían sospechar, aunque no quisiera, de estos dos personajes centrales... Ya que resulta que, voy adelantando, estamos ante un "unreliable narrator", es decir, un narrador que no dice todo lo que sabe, que esconde cosas, y que puede llegar incluso a mentirnos en su relato. 

Al estar contada en primera persona, se reforzó en mí el sentimiento de que no podía confiar en nadie, ni siquiera en la voz narrativa... E hice muy bien en tener este instinto de duda, pues ninguno de los personajes es fiable... y pueden esconder más de lo que nos gustaría. Cosas que quizá sea mejor idea mantener enterradas. 


Pero miento, por supuesto. Porque eso de que es mejor que el misterio se quede sin saber, para el lector, no vale. 
Tenemos esa creencia de que lo que averigüemos en las novelas, al ser ficción, no nos puede dañar. 
Pero volví a estar equivocada, ya que, tan intensa y realista como es, la novela me atrapó y, aun a día de hoy, tras su finalización, sigo dando vueltas a la auténtica locura que me he leído.


¿Qué sucedió realmente con  la desaparición del antiguo alguacil del pueblo? ¿Qué ocultan los hermanos Opgard? ¿Puede estar la muerte de sus padres relacionada? ¿Qué relación tienen los dos con el otro... de qué manera esta relación puede ser lo más peligroso de toda la historia?

“It’s always surprised me that people fall for shampoo adverts that say it revitalises the hair. Hair has never had any life in it that can be revitalised. Hair’s dead, a cuticle of keratin growing out of a follicle. It’s got as much of life and you in it as the excrement you squeeze out. Hair is history, it’s what you’ve been, eaten and done. And you can’t go back. Grete’s perm was a mummified past, a permafrost, frightening as death itself.”


Amo, adoro y me vuelvo loca por esta clase de novelas. Novelas de relaciones complicadas entre hermanos, que tratan de protegerse la espalda... que son capaces de llegar y cruzar el límite de lo moral con tal de salvar el pellejo al otro. 

Siempre me han parecido interesantísimas las relaciones entre hermanos en los libros, y aquí estoy ante una muy, muy buena, de las mejores. Puede que, en realidad, la mejor con diferencia. 

Roy y Carl, los hermanos de la novela, no solo arrastran un pasado problemático y del que hacen muchos intentos de dejar atrás, sino que además tienen un historial que me congeló la sangre de las venas. No son hermanos comunes. Pese a que tengan mucha humanidad, su ambición, su amor por el otro y el odio hacia quienes hacen daño al otro los lleva a tomar decisiones muy peligrosas. Es una relación complicadísima. De esas que, si tenéis alguna parecida, es mejor huir.

Pero Roy y Carl no huyen del otro ni de sí mismos... y ese es el problema.



Una trama que da ciertos rodeos, pero lo más realista que uno se puede imaginar, con una excelente ambientación de aislamiento, y un ritmo rápido, contundente, y arrollador

La trama de El reino es bastante fácil de seguir, pero me costó pillarle el tranquillo. Supongo que, como sabía que esta novela era un thriller, me esperaba una tensión diferente, más llevada por el peligro, las discusiones, y las amenazas de muerte. 

Pero El reino es mucho más sofisticado que eso, ya que la tensión en la novela se encuentra en el quiénes son realmente estos personajes a los que hemos acogido como protagonistas. 

Es decir, si realmente debemos sentirnos cercanos a gente que... que tiene todas las de ser mala calaña. Pero ¿de veras lo son? 

“That the pain you get from ruining things for yourself is less than the joy it brings to drag others down with you.”


Desde el inicio de la novela, Nesbø presenta a los hermanos Opgard, Roy y Carl, como unas personas que podríamos ser tú o yo. Tienen un aire muy noruego, mezclado con las enseñanzas estadounidenses que su padre les hacía llegar, y son muy diferentes entre sí. 

La trama sitúa a estos dos personajes de manera que conocemos distintos aspectos de ellos: la ambición positiva de Carl, con su amor por Shannon, sus deseos de construir un hotel, y lo mucho que quiere a su hermano mayor Roy; y el silencio de Roy, con su respeto y amor por su hermano pequeño, y lo orgullo que está de trabajar en su propia gasolinera. 

Son hombres ya adultos, con su vida hecha, que no tienen otra que avanzar a lo largo de la vida. Finalmente vuelven a estar juntos, y la bienvenida es cálida, la tensión no parece existir. Shannon es muy simpática, tiene ciertos enigmas en ella pero sin duda hace que la relación sea fluida. Todo avanza bien, y yo empecé a preguntarme, ¿dónde reside el problema de la historia? ¿Qué de todo esto me hará pensar que es un thriller?


Así que os sugiero tener paciencia. Al principio, yo no tenía ni idea de por qué había tantas conversaciones que no llevaban a demasiado, tantas charlas económicas, de financiaciones, de acuerdos y temas legales... Eran charlas bastante adultas para mí, profesionales y laborales, que creí que no tendrían significado, pero no solo mostraban un realismo alucinante, en el sentido que todo en este libro tiene buenísimas bases, hasta la estrategia y el plan de erigir un hotel (que lleva su esfuerzo y sus acuerdos, los cuales se ven a lo largo de la novela), sino que es que además hacía ver cómo los personajes comenzaban a determinarse por hacer cumplir sus "sueños". 

Mientras que Roy es un tipo más sencillo, al que le gustan los pájaros y llevar una vida cómoda, Shannon y Carl aspiran a mucho más, y su persecución por tener el edificio de sus sueños los llevará a crear alianzas, y ciertas enemistades, dentro del pueblo. 

La gran labia de Carl, juntado con su carisma y su encanto, los saca de muchos aprietos. 

Parecía una historia financiera, una historia sobre cómo alcanzar tus metas. Pero cuando uno está tan determinado a llegar a cierto sendero, es porque quiere alejarse del anterior, y esa obsesión se puede convertir en algo mucho más corrupto de lo que puede parecer. Carl está decidido a tener su hotel. Y Roy está decidido a hacer a su hermano feliz. 

Ish, la cosa se complica, creedme. 


A esto me refiero con que la trama da ciertos rodeos. 
Hay muchas conversaciones del tema monetario, muchas discusiones por ver de qué mejor manera plantear la idea del hotel, un sin fin de personajes que entran y salen de la historia relacionados con esta empresa... Da rodeos, ciertamente, pero eso hace que uno tenga más ganas de que el sueño de Carl y Shannon se cumpla, de que, con tanto esfuerzo, finalmente dé sus frutos. 

Hay complicaciones, pero todo entra en su cauce. Y, entre charla y charla inversionista, hay una investigación de por medio: el agente Olsen, hijo del alguacil que desapareció tiempo atrás en extrañas circunstancias, sospecha de los hermanos Opgard. 
Y, además, poco a poco Roy va recordando su pasado con Carl... sus cosas buenas, sus cosas malas, y todo lo que han estado ocultando. Temas dolorosos. Temas que, poco a poco, se van abriendo paso en la historia, en base a recuerdos... pero también en la actualidad, dado que el pasado, siempre, absolutamente siempre, acaba teniendo consecuencias


Pese a estos rodeos de los que hablo, Nesbø sabe perfectamente hilar la historia para que haya buenas dosis de todo. 

El ritmo de la trama es bastante rápido, es ligero y llevadero, se sigue fácilmente y no hay obstáculos. Aunque a mí me interesó menos el tema financiero, había otros muy buenos puntos en la historia que me engancharon, además de que daba igual qué se hablara en las conversaciones, lo importante era que los diálogos, aunque fueran de temas aburridos como dinero, al final se hacían muy entretenidos, porque se ponía mucha personalidad a los personajes, incluso cierto humor.


La ambientación también es muy adecuada, ya que muestra un lugar aislado, una atmósfera cerrada que, de hecho, se va cerrando más y más por momentos. 

En el pueblo, todos se conocen, y se inician los rumores, pero la empresa de Carl consigue aquietar las dudas sobre el pasado. 

Los espacios de la historia son muy cerrados, en casas, bares, gasolineras, o coches en mitad de la carretera; aunque el paisaje es vasto, y se hace un trabajazo con sus descripciones, lo más importante es que se siente cierta claustrofobia, la vida adulta atrapa y somete, y la trama, que avanza rápidamente, consigue crear esa tensión que yo andaba buscando: sabes que Roy, el narrador, no te lo está diciendo todo, y no puedes parar de leer.



Diálogos muy, muy fluidos, relaciones peligrosas pero también con buenos puntos de unión, y unos personajes tan cercanos y complejos que parece que salen de las páginas del libro

Lo que más me gusta de El reino, por encima de seguramente todo lo demás, es la desenvoltura que tienen los personajes, lo realistas que son, la manera en la que toman las riendas de la trama y son los que la guían por los lugares más insospechados. 


No ha habido ni una sola descripción en las que se dijera cómo eran de personalidad los personajes, y NO HACÍA FALTA, ya que su forma de hablar, de moverse, de actuar, hasta los detalles que parecen menos importantes, como que tomen tabaco de mascar o les guste más un tipo de cerveza que otra, es lo que les daba una identidad, una personalidad diferenciable frente a las otras. 

Los personajes de la historia son algo numerosos, muchos van y vienen, pero los que se mantienen siempre constantes ya son más escasos, lo que añade aún mayor claustrofobia: les conocemos al dedillo, o creemos conocerlos, pero siempre hay nuevas sorpresas sobre ellos. 

“He believes it’s a romantic illusion that a person can follow their heart and their own inner desires, because beyond satisfying our most basic needs we don’t have any inner desires of our own. We desire what we see others around us desiring. Like dogs that are not interested in a toy bone suddenly have to have it when they see another dog wanting”


Creo que sería muy acertado decir que la historia de El reino es la historia de dos hermanos. Desde sus comienzos, hasta su vida adulta. Y todo por lo que pasan juntos. Todo lo que tratan de dejar atrás. 
Pero siempre regresan al mismo punto, porque he tenido la sensación de que no había un cabo bien atado en su historia del pasado. Algo que quedaba por zanjar... y que por tanto los perseguía a ambos. 


El peligro de la relación entre Roy y Carl no es visible de primeras. Toman cervezas juntos, se ríen a carcajada suelta, hablan de negocios. Todo fluye. De hecho, yo describiría este libro como un "todo va bien, todo va perfecto, pero algo se retuerce en las sombras, y va creciendo, y creciendo, hasta su tremendísimo final". 

Eso que se retuerce tiene una relación muy estrecha con el lazo fraternal de Roy y Carl. Roy, que siempre ha cuidado a su hermano pequeño. Y Carl, cuyos problemas siempre logran solucionarse gracias a Roy. 

De hecho, el propio narrador, Roy, lo admite: estaba tan lleno de amor por su hermano pequeño, que todo lo que tuviera que ver con él lo enamoraba, y, de esa manera, vuelve a caer en el error: se enamora de Shannon, la esposa de Carl. Un amor que no debe ser correspondido, pero que crece y crece conforme la historia avanza. 



Shannon es un personaje BUENÍSIMO, de pies a cabeza. Todo lo que me ha hecho pensar no tiene precio. 

Cada vez que Shannon estaba a solas con Roy, sacaban unos temas interesantísimos, como por ejemplo cuando hablan del concepto de belleza, con la imitación de la naturaleza, la simetría, los intereses colectivos, el contexto de la belleza, e incluso la cierta mayor libertad de los hombres en cuanto a ella, aunque, nuevamente, su condición como atractivo, por la sociedad, va ligada al estatus social o a poderes adquisitivos. 

En realidad, Shannon, que tiene la mente muy fría para estas cosas, analiza de manera muy efectiva lo que significa ser atractivo para alguien, los parámetros que hay con ello, el aprendizaje condicionado y el adoctrinamiento sobre lo que es bello desde la infancia. 

Pero esta no es la única charla que me pareció buenísima, pues siguen muchas más que tienen muchísimo significado.


Shannon no solo es buena por ser, en ocasiones, un tanto "pedante" (aunque lo hace con inocencia, solo quien quiere exponer lo que piensa), sino que además tiene mucha sensibilidad, mucha cabeza, y es muy misteriosa. Yo me sentí muy atraída por ella, por lo que no dudo en que Roy, inevitablemente, también cayó bajo su poder de carisma. 


Pero ahora se acerca la pregunta más complicada, que no se resuelve hasta el mismísimo final: ¿dónde reside la lealtad de Roy? Está enamorándose de la mujer de su hermano pequeño, aquel al que siempre protegió y amó... ¿Será más fuerte su amor por Shannon, o por Carl? ¿A quién es los dos traicionará al final?
He estado muy satisfecha con la respuesta que he encontrado.


Lo cierto es que la joya de toda la novela se encuentra en los diálogos. 
Hasta los más tontos del bar acaban escondiendo diamantes en bruto, como cuando hablan del cross-dressing de las aves, para argumentar a favor de los hombres que se visten de mujer, o incluso temas más peliagudos, como el envío de una foto al desnudo, que genera mucho pánico, o la crítica a un abuso sexual de una chica del pueblo, que enfurece a Roy por motivos aún más personales de lo que parece de primeras. 

Todo se inicia de manera realista, hablando sobre el tiempo, la montaña, o lo que cada cual hará ese día, pero se convierten en unos diálogos interesantísimos, que resaltan la personalidad de los personajes y enganchan con su humor, su cierta burla, su desenvoltura y lo bien llevados que están, fluyen perfectamente y los he sentido muy cercanos, muy, muy entretenidos.


La relación entre Roy y Carl, como se ve, es muy complicada. Demasiado como para poder hablar de ella en tan solo unos pocos párrafos de la reseña. 

Como Roy comenta, el silencio de la noche, de niños, los pertenecía. 
Cuando Carl lloraba, Roy se bajaba de la litera para consolarlo, y se quedaban abrazados hasta que el más pequeño de los dos se dormía. 
Roy arreglaba todos los líos en los que Carl se metía. Jamás bebió cuando lo acompañaba a alguna fiesta, para poder ser el que condujese de vuelta a casa, y el que estuviera lúcido para protegerle. Daba palizas a los que osaban meterse con Carl. Se sentía liberado, algo menos culpable, cuando lo hacía. 

Porque Roy arrastra muchísima culpabilidad... Y Carl, pese a ser la víctima de algo muy serio, no es un personaje que solo vaya catalogado como, precisamente, "víctima". En él hay muchísimas capas, no solo cuenta lo que sufrió, sino todo lo que ahora es, cómo dice de haberse recuperado. 

De manera que, en ocasiones, pasa de ser víctima a esa delgada línea de convertirse, incluso, en culpable. 
Es más, cuando he ido conociendo qué cosas oculta Carl, no he sido de primeras capaz de creérmelo. Carl no es únicamente quien necesita ser protegido, también es alguien que daña a otras personas. 

Es complicado saber cuándo uno pasa de ser víctima a culpable... cuándo ambos títulos convergen, y pueden tener mucha relación el uno con el otro. 


Roy carga con muchísima culpa, y Carl con muchísimo dolor. Pero ellos no son solamente lo que han sufrido, ya que hay otras personas en el mundo que pasan por lo que ellos han pasado, y no se convierten en lo que ellos son. ¿Tendrá que ver con los genes, como dice Roy? ¿O simplemente hay que envolverse aún más en la historia, y tratar de entender qué en su vida los llevó por ese mal camino?


No exagero ni un ápice si digo que, sin duda alguna, El reino es la novela que más me ha hecho pensar de todo lo que llevamos de este año... y es una de las pocas novelas que me han dejado enganchadísima con dudas, y con el pensamiento sobre el bien y el mal, los claroscuros, la relatividad y la subjetividad del dolor y la culpa... y lo que nos hace ser a cada uno lo que somos. 

Me ha hecho reflexionar UNA BARBARIDAD, y sin perder el hilo de la trama, lo que me parece un auténtico logro.



Una prosa directa, un tanto burlesca, que elige las palabras más acertadas y sitúa el punto de deliciosa tensión en lo que se dice, se deja de decir, y todo lo que la narrativa nos oculta

Este es el cuarto libro que me leo de Jo Nesbø, y quizá podría parecer que, con otras tres reseñas hechas de sus libros, me repetiría al hablar de su prosa, pero NO ES ASÍ. 

Y no es así precisamente porque Nesbø tiene tanta maña que, dependiendo del tipo de libro, del tipo de personajes y del tipo de misterio, su prosa cambia, experimenta, y es diferente a las anteriores. 

El escritor no tiene un tono siempre homogéneo para todas sus novelas, y eso es algo que muestra su gran experiencia con la escritura.


En El reino, la prosa es muy, muy directa, es curioso porque, aunque se anda por las ramas, todo lo que dice es muy necesario, muy entretenido, y no sobra ni falta nada. 

En mi edición, son 618 páginas enteras de libro, y esto podría hacer pensar que se volverá aburrido a la larga, sobre todo porque he comentado que da ciertos rodeos, pero PARA NADA. 

De hecho, la emoción no hace nada más que aumentar, y la prosa es directa con las reacciones de los personajes, sus expresiones, sus diálogos y el mensaje que quieren dar. No se da ni una sola vuelta para hablar de algo; si el narrador no lo quiere decir, sencillamente lo omite, y va a lo que considera importante, a lo que para él es más fácil confesar. Porque hay mucha confesión en este relato. Y muy poco arrepentimiento.


Las palabras son justas, muy acertadas, todo lo que nos quiere hacer sentir con sus palabras el escritor nos lo consigue. 

Comenté previamente que la novela tiene un tono desenvuelto, y lo sigo manteniendo, he sentido mucha decisión en las palabras, ni un solo temblequeo en la prosa, Nesbø tenía las riendas de la trama y la dirigía como él creía conveniente, revelando poco a poco la verdad, cuando Roy lo decidía. 

La narrativa, al estar en primera persona del pasado, y contada por un narrador muy poco fiable, hizo que yo sospechara mucho de quien nos contaba los hechos, porque omitía detalles, redirigía el relato por donde él quería, y trataba de pasar por alto las cosas más importantes, hasta que, a la hora de la verdad, las confiesa con una voz que deja poco espacio para el arrepentimiento. 
Ha hecho lo que ha hecho por su hermano. Lo volvería a hacer. Lo volverá a hacer.


Muy pocas veces me he encontrado un narrador tan poco fiable, que engaña un poco con sus palabras, aunque no miente, tan solo omite y da a entender otras cosas con esos huecos que deja. 

Ha habido muchísimas sorpresas en el relato, bastantes giros en la trama, y muchas traiciones. Pero Roy jamás pierde ese sentimiento por su hermano de querer protegerlo, cueste lo que cueste, aunque los dos hayan madurado y los dos no sean trigo limpio. Este sentimiento que tiene, por el que lo daría todo, es el que lleva a la destrucción de todo lo que creían conocer... y de sí mismo y las personas a las que ama. 


Una relación entre hermanos conflictiva, una familia disfuncional, y muchísimos secretos. No podía estar yo más ilusionada. 

¿Hasta qué punto somos capaces de llegar por quienes más queremos? ¿Qué haríamos por ellos... qué estaríamos dispuestos a sacrificar?



Un desenlace explosivo, desgarrador, y frenético, que cierra la historia de la mejor manera posible... pero que de seguro que traerá más de una pesadilla

Más arriba hablaba de la sensación de frío a lo largo de toda la novela. Y no un frío meramente "noruego", sino un frío digno de los más grandes thrillers
Un frío en los huesos, que sabe que la novela traerá escenas atroces. 

Jamás me hubiera imaginado que un final sería tan desalmado
Ya me esperaba yo de todo, tenía muchas previsiones para el final, todas de ellas muy negativas (no acababa de conseguir pensar que este libro fuera a acabar bien para todos), pero el desenlace fue aún más monstruoso y alucinante de lo que yo tenía pensado. 

Me encantó, de veras me encantó, pero me dejó helada, paralizada de miedo, y con unas tremendas ganas de leerme seiscientas páginas más sobre esta historia. Cierra muy bien las cosas... pero también deja otras puertas abiertas. No quieras saber lo que hay más allá de esas puertas. 



El desenlace es BRUTAL, es explosivo, te deja sin respiración, es desgarrador, frenético, y lleno de dolor y furia y odio y venganza. 

Hay muchas malas vibraciones en el final, muchos sentimientos fuertes, y la historia de los dos hermanos tiene un encontronazo que lo cambia todo... y que finaliza con muerte. 

¿Quién ha traicionado a quién? ¿Cuán fuerte es la lealtad que Roy tiene hacia su hermano? ¿Hasta qué punto son capaces de llegar?


Me niego a revelar más sobre el final, solo decir que tantas páginas de tensión acumulada dan sus frutos, y es extraordinario lo que Nesbø es capaz de hacer con su prosa en las últimas páginas, de todos sus libros, me ha parecido el que tenía EL MEJOR FINAL DE TODOS, mira que estaba preparada, pero me dejó muy destrozada.

Solo espero que vosotros también os agarréis muy bien a vuestro asiento... y que, por lo que más queráis, jamás os encontréis a dos hermanos como estos... Muy realistas, MUY HUMANOS, pero capaces de hacer cualquier cosa por el otro. 

Magnífico y estremecedor. Una lectura IMPARABLE.



Conclusión

En conclusión, El reino, que quizá para mí sea la mejor novela de Jo Nesbø, o si eso irá a la par con The Son, me parece una excelente idea de traiciones, alianzas y muchos secretos familiares que sucumbe a la rabia y al odio de los personajes y presenta una fuerte, muy fuerte historia de dolor, celos, envidias, rencores y obsesiones que no conoce respiro hasta el mismísimo final. 


El reino es una novela que puede parecer que da ciertos rodeos, con muchas escenas y diálogos que no acaban de situarse del todo en el misterio central, pero la verdadera tensión no reside tanto en lo que pasó, sino en quiénes son estos dos hermanos capaces de cualquier cosa con tal de proteger al otro, y entender mejor cómo son, lo que piensan, y lo que sufrieron es absolutamente necesario. 

Los personajes son complejísimos, están llenos de detalle, y la tríada rompedora se forma por Roy, Carl y Shannon, en la que el amor comienza a confundirse y crecen ciertos celos y relaciones que no deberían estar ahí. 
Sus diálogos pasan de temas más banales a conversaciones llenas de profundidad y reflexión (sobre todo, guiadas por la inteligentísima y astuta Shannon), y las relaciones con los otros personajes tienen tantos detalles ocultos que también son esenciales.


Con una prosa muy decisiva, intensa y llena de misterio y, sobre todo, muchísima tensión, El reino es la obra más ambiciosa, larga y compleja de Jo Nesbø que me he leído... una obra de arte que asfixia al corazón y deja el grito de terror atrapado en la garganta, y que recomiendo leer con un apasionado imperativo. 

BUENÍSIMA, DE LOS MEJORES THRILLERS QUE ME HE LEÍDO HASTA LA FECHA.



PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 6/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 4.75/5
♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Tensión: 4.25/5
♫ Desenlace: 6/5
♫ Prosa: 5/5


VALORACIÓN PERSONAL 10/10!!!



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