RESEÑA:
NOAH
Título: Noah
Autor: Sebastian Fitzek
Editorial: Ediciones B
Canción Identificada:
Sinopsis:
Autor: Sebastian Fitzek
Editorial: Ediciones B
Canción Identificada:
Sinopsis:
Él no recuerda su propio nombre. No sabe de dónde proviene. No logra recordar cómo llegó a Berlín y cuánto hace que vive en la calle. Los sin techo con que vagabundea por la ciudad lo llaman Noah, porque lleva ese nombre tatuado en la palma de la mano. La búsqueda de sus orígenes se convierte en un desafío para Noah. Para él y para toda la humanidad, porque Noah es el elemento principal de una conspiración que pone en peligro la vida en el planeta y ya se ha cobrado diez mil víctimas. Sin duda, una de las novelas más espectaculares de Sebastian Fitzek.
Opinión:
El suelo que pisamos se ha venido abajo y ni siquiera somos conscientes de ello, lo que es completamente inquietante, porque estamos suspendidos en el aire, a punto de caernos, y no nos atrevemos siquiera a mirar al abismo.
Miramos arriba, a los lados, a las manos de nuestros cuerpos. Nos miramos las uñas cortadas. Echamos un vistazo a las series de televisión. El cielo de arriba está oscuro y ya no sabemos lo que es mirar más allá de la enorme cantidad de CO2 que pesa sobre nuestras cabezas, como un descomunal ladrillo que en cualquier momento se nos va a caer encima. Rompiéndonos el cráneo. No nos imaginamos la de sangre que saldrá de esa herida, que bañará el verde de la hierba y hará que vuelva a crecer la vida.
Vamos, traduciendo: nuestra muerte salvaría al planeta, a los animales de él, a las plantas, a la vida marina, a la fauna aérea. Nuestra sangre correría por la tierra, por las montañas, llegando hasta los ríos, mezclándose con el mar. El canto de felicidad de la Tierra sería tal que ninguna sirena hermosa podría imitarlo con tanta belleza. Una de dos: o caemos en la fosa, una caída lenta pero claramente inevitable; o bien ese ladrillo de gases tóxicos, contaminación y crecimiento de la economía descontrolada nos abrirá la cabeza por la mitad. Muerte lenta, o muerte rápida, el parásito morirá sí o sí, pero ¿qué seríamos capaces de llevarnos con nosotros con tal de seguir vivos un día más?
Noah es una novela que tiene una combinación de la leche entre una crítica aplastante a la humanidad y, a su vez, un no parar de acción que se te lleva por delante como si no fueras nada más que un papel arrugado en mitad de una carretera desértica. El fin de la humanidad se acerca, y de menuda manera que lo hace: Noah me ha hecho sentir un miedo atroz hacia lo que está por llegar, y un ansia viva por seguir leyendo cada una de la información nueva que iba desprendiendo, poco a poco, impactando en mí tanto que aún estoy sin palabras.
Porque voy a ser sincera: estoy escribiendo esto cuando me he atrevido a hacerlo, la cabeza me da mil vueltas, en tres días he acabado una novela que me parece tan completa, tan puramente dinamitica, que creo que voy a reventar de toda la tensión que mi cuerpo ha estado acumulando con la lectura.
Escogí esta novela entre las muchísimas del autor que tenían una gran pintaza, descubrir este escritor me ha hecho sentir un amor casi eufórico por la literatura de nuevo, algo que creía que no volvería a sentir. Vamos, que me he enamorado de una novela que tiene unas dimensiones tan grandes, tan estremecedoras, que aún no salgo de mi asombro.
Antes de empezar seriamente la reseña, tengo que decir dos cosas: la primera, que me embarqué en esta historia con los ojos bastante vendados, un poco como el propio protagonista, y ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida, porque la trama me ha sorprendido página tras página sin descanso, así que en esta reseña revelaré poco, porque creo que será lo mejor para vosotros; y la segunda cosa es que el profundísimo respeto que le tengo a este escritor es tal que no sé ni cómo expresar el fuerte amor que le he cogido a esta novela suya, una novela que a mi parecer es la más sensacional, la más compleja y trabajada que me he leído en todos los años que llevo como lectora.
Así que, aunque me va a costar expresar el aprecio que le tengo, iré con la reseña y os iré presentando una historia donde es imposible que alguien quede indiferente:
¿De qué trata?
¡Bueno! Aquí ya me quedo sin palabras, en shock, con escalofríos. Decir de qué trata sería por completo dejaros sin la oportunidad de descubrir los giros demenciales que toma la novela, lo conspirativa que se vuelve, y la de vueltas que da tu cabeza tratando de adivinar los siguientes pasos de cada personaje. Es una novela de dimensiones epiquísimas, eso lo puedo decir, que tiene que tener una planificación y un control tan extremo que no me explico si no cómo el autor se las ha apañado para hilar tantas situaciones con la habilidad del sastre más perfeccionista de todos.
Noah es una historia muy ambiciosa, que comienza de manera heavy, muy heavy, y que no hace sino mejorar. Porque lo que al inicio parece ser una historia que pone los pelos de punta se convierte en algo tan gigantesco y conspirativo que ya hasta desconfiarás de tus propios pensamientos.
Lo que más valoro de un thriller es que te engañe. Sí, lo habéis oído bien, me encanta que una novela juegue conmigo, me haga pensar en lo que no es, me lleve a terrenos pantanosos y me deje con tan pocas pistas que tenga que hacer todo un puzle mental para poder volver a ordenar mis pensamientos.
Y Noah no solo hace justo eso con una eficacia extrema, es que además es EL MEJOR LIBRO que lo ha conseguido hacer conmigo hasta ahora.
La historia comienza presentándonos a un personaje inusual, un vagabundo que no recuerda su nombre, ni su pasado, ni de dónde viene o qué hace en pleno metro de Berlín. Lo único que sabemos de él son dos cosas: tiene tatuado el nombre "Noah" en la palma de su mano (y así será como le llamaremos a partir de entonces), y ha recibido un disparo en el hombro, lo cual nos hace pensar que alguien está tras su rastro... alguien que lo quiere ver muerto.
A partir de ahí, Noah es todo un misterio, incluso para sí mismo. Con la mente prácticamente en blanco, se sorprende por la cantidad de información instintiva y lógica que guarda en sí mismo, es capaz de manejarse en el mundo y plantar cara a los enfrentamientos más complejos, pero desconoce cómo ha adquirido estas altas capacidades, o de dónde sale.
Acompañado de otro vagabundo que también tiene bastante que ocultar (aunque éste lo hará a voluntad), llamado Oscar, piensa en pasar inadvertido hasta tener mejor idea de quién es... Eso es, hasta que se encuentra con un elemento en un periódico que le llama la atención: un cuadro que, de golpe, activa una parte de su cerebro.
Recuerda esa imagen del periódico. Sabe que está relacionado con ella. Cuando decide dar el primer paso para averiguar la verdad, comprenderá que jamás debería haberlo hecho: no solo él desea saber qué es lo que ha olvidado, sino que hay un grupo de personas que va tras su pista, entre ellos sicarios, que harán todo lo posible por evitar que recuerde...
Y lo que parece que es una búsqueda personal, se transforma en un enredo de teorías conspirativas a nivel mundial en las que existe un misterioso proyecto que podría poner en peligro la vida de todo el planeta...
Sin más remedio que la huida, pero en una constante persecución por respuestas, Noah se encontrará siendo uno de los eslabones más principales de una conspiración en la cual sobre él pesa la vida y al muerte de la humanidad, todo ello dentro de un marco de una pandemia mundial y en el que juegan sus cartas empresas de enorme poder, multimillonarios, políticos extremistas, genios investigadores, gobiernos enteros, y contratos con los mejores sicarios de las naciones que no pararán hasta conseguir lo que se proponen...
Una trama complejísima, con muchísimo detalle, con juego de voces, de cambios de narrativa, muchísimos giros en la trama, y un desenlace que simplemente te deja sin aire en los pulmones
Tengo que reconocer que la verdadera joya de este libro es la temática, la de indecisión que te deja.
Expone a los buenos, a los malos, y te hace dudar del rol de cada uno.
Y, además, lo sitúa en un entorno actual, una problemática que directamente va ligada con nuestro propio mundo, y que nos concierne a todos. La muerte lenta o rápida de la que antes hablaba, el exterminio de la humanidad, casi lo he sentido como algo así como un alivio, saber que ciertos planes de erradicación rápida podrían hacer que se viviera mejor durante muchos, muchos siglos más... Aunque a la larga, algo me dice que el ser humano volvería a sus mismas andadas.
Pero como es difícil entender lo que digo sin leer el libro, tengo que añadir que la temática de la historia (la posible extinción de la humanidad y sus ventajas y códigos éticos) va envuelta en una trama sublime, una trama que es coherente, precisa, tan aguda y afilada como el más letal de los cuchillos, que desgarra la historia en un sin fin de borboteos de sangre, de llamadas de auxilio, de trepidante acción y tantísimo misterio que mi cabeza estaba quemada de tantas teorías, pese a que yo jamás me he sentido más emocionada leyendo una novela.
Y es que Noah atrapa, atrapa en sus redes desde el primer momento, porque tiene todo lo frenético de la mejor película de acción en las que puedas pensar, y todos los grandísimos debates morales que solo las mejores novelas saben sacar.
Noah se asienta en una realidad cenicienta, una realidad idéntica a la nuestra, donde la problemática que surge, realmente, no soy capaz de negar que no pueda surgir en la vida real (o que ya haya surgido, quién sabe).
Los personajes, el marco de la historia, el contexto y hasta las bases científicas de la novela están perfectamente cimentadas, dando una estructura increíblemente sólida a una trama que sin duda necesitaba esta organización previa, pues, gracias a estas bases, se posiciona un argumento lleno de giros en la historia, de revelaciones, de golpes contundentes y cambios de perspectiva radicales.
De tal forma, creo que el desenlace ha sido de los mejores que me he encontrado jamás, porque no tenía ni idea de cómo iba a acabar la historia hasta prácticamente el último capítulo, y eso me ha llevado a seguir con total tensión hasta la última frase final.
La sensación final que deja es, así mismo, muy, muy satisfactoria, creo que el desenlace cierra por completo todos los puntos sueltos, ata muy bien los cabos, y el mensaje que deja es muy claro, muy firme, el progreso de la historia es sumamente notable y me ha parecido que la obra consigue una de las cosas más complicadas en los libros, que es hacerte sentir las cosas con tremenda intensidad, hacer que estés pendiente de la novela como si formaras parte de ella, sin perder detalle alguno.
Absolutamente imprescindible, ¿qué otra cosa voy a decir si no?
Unos personajes decididos, llenos de entresijos, con muchísimos detalles y unas voces realistas y completamente idóneas para la novela, activos y preparados, perfectos para el no parar de acción de la historia
Hay muchos personajes en esta novela, la mayoría de ellos acaban relacionándose entre sí de manera directa (un par, en cambio, se muestran un poco más desligados de la acción central, pero también repercuten en la obra).
Lo mejor de todo es la grandísima variedad de ellos que hay.
Puede haber desde hombres asesinos a sueldo letales y capaces de matar con un rango de distancia elevadísimo, hasta una reportera que va a ser madre y se enfrenta a la posibilidad de que lo mejor de todo sea abortar a su hijo.
También se presenta una mujer, madre de dos niños, en un entorno de pobreza y de opresión social, que trata de sacar adelante a su familia al mismo tiempo que combate por mantener lo poco que le queda de orgullo.
Así mismo, nos encontramos a diversos vagabundos con intenciones complejas, desde Oscar, que dice poco de su pasado y probablemente esté escondiendo algo, hasta Patricia, una mujer que aparece poco en la historia pero que confía a Noah su bien más preciado.
Para que os hagáis una idea, otro personaje que tiene mucha importancia, sobre todo al inicio de la novela, es un cachorro de perro que parece padecer alguna enfermedad, o posiblemente esté en estado de shock, y que enternece por completo y hace ver la parte más dulce del protagonista, Noah.
Hay mujeres líderes de grupos extremistas, guardias de seguridad contratados para matar a quien sus superiores deseen, ricachones que despilfarran su dinero oyendo cómo un hombre astuto y cruel los insulta hasta la saciedad, científicos y sujetos de laboratorio... y lo mejor de todo, es cómo al final, muchos de estos personajes, que a veces hasta al inicio están enfrentados entre sí, acaban por tener que fiarse los unos de los otros, y establecer alianzas que pueden peligrar su vida.
Realmente, hay mucho que decir de los personajes, porque sus relaciones son muy complejas, hay mucha desconfianza, pero también aprenden mucho con los que están, las alianzas surgen por necesidad y es muy interesante verles interactuar entre ellos, dudar de los otros, engañarse a sí mismos y tratar de entender qué intenciones tienen sus nuevos compañeros.
Hay mucha tensión en el relato, no solo de constantes tiroteos y asesinatos, sino también de esa desconfianza hacia quién te has aliado, o, incluso, quién narices eres tú mismo y por qué todo parece girar en torno a ti... (ahora, hablando de Noah).
En cualquier caso, creo que es interesantísimo conocer a estos personajes porque cada uno aporta mucho a la historia.
Por ejemplo, la reportera, Celine, no ha sido ni un solo cero a la izquierda, es cierto que no es una mujer que impone tanto como por ejemplo Amber, la cual me pareció sublime y muy carismática, pero Celine tiene otros atributos que la hacen única, y es que, pese a ser una ciudadana normal, se ve metida en todo este problema y saca de ella unas fuerzas extraordinarias para abordar los conflictos, desde el ingenio, los juegos de astucia, las preguntas más acertadas e, incluso, cierta violencia que surge de ella cuando más desesperada está.
Celine es una mujer con muchos principios, con las ideas claras, que está bien comprender que no es tan resistente como los otros, ya que se derrumba con más facilidad (por eso de que es una ciudadana más normal), pero precisamente ahí está su encanto, que es real, vulnerable, pero lucha por salir adelante en algo que se le ha ido por completo de las manos.
En cuanto a Noah, me ha parecido un personaje alucinante, porque saca muchas partes de él, tanto un cuidado extremo y máxima preocupación por la salud del cachorro a su cuidado, como también una frialdad y brutalidad inquietantes a la hora de cobrarse víctimas (su destreza con el asesinato es muy importante para ver quién es él en realidad).
Además, el hecho de que Noah fuera un misterio incluso para sí mismo ha supuesto todo un juego de adivinanzas, y ver sus esfuerzos por tratar de identificarse y de darse a sí mismo una identidad me han parecido muy conseguidos, interesantísimos, y además supone un tipo complicado de intriga: naturaleza versus crianza, y, además, ¿qué domina más, las memorias soterradas, los instintos básicos que sigues teniendo de tu anterior pasado, los genes de los que no puedes huir, o tu fuerza de voluntad ante una pérdida de memoria para autodenominarte? ¿Hasta qué punto el ser humano puede cambiar radicalmente con una pérdida de memoria? Pero, así mismo, ¿hasta qué punto no podemos huir de lo que antes fuimos?
Hay otros grandísimos personajes, Oscar me parece lo más de lo más, es avispado, divertidísimo, asustadizo y con mucho orgullo interno (o, al menos, eso quiere aparentar), también es un paranoico, está un poco mal de la cabeza, pero es una persona entrañable a la que he cogido un cariño inmenso, además de que es la clase de "comfort character" que mejor me ha hecho sentir ante la incertidumbre del relato.
Y finalmente, creo que personajes como Altmann, eficaz con su trabajo pero también con un sentido del humor oscuro y bastante interesante; y Zaphire, que creo que es, junto con Noah, el engranaje más importante de la historia, además de que posee un encanto y una carisma absorbentes, simplemente son esenciales en esta novela, añaden muchísimo y, lo que es más, son completamente únicos, con voces fuertes, con muchas agallas y arrojo, y una mentalidad, una manera de analizar las situaciones, que me dejó helada.
Sinceramente, no se puede pedir más de los personajes, no solo tienen un desarrollo brutal (todos y cada uno de ellos), sino que es que además son necesarios en la historia, sus conversaciones, sus relaciones entre sí, sus perfiles y su forma de operar son los que mueven los hilos de la novela, los que hacen avanzar la trama, y crean una obra que, en su totalidad, es tan seductora que no le quitas el ojo de encima hasta su más última palabra.
Una prosa engañosa, llena de giros en la trama, de recovecos y muchísimo misterio, con una grandísima habilidad a la hora de presentar situaciones, plagada de tensión, angustia, y muchísimos enigmas: digno para que la cabeza esté a punto de reventarte de teorías
Suelo finalizar hablando de la prosa, y es que yo diría que es el culmen del libro, el peso central de toda la historia.
La prosa consigue justo hacer que este libro parezca una película, o incluso más, porque lo vives en tus propias carnes, cada detalle, cada emoción, cada acción y cada disparo.
Los truenos que son las balas surcando el aire y golpeando los cuerpos de sus víctimas se sienten reverberar en nuestros cuerpos, cada miedo de los personajes parece estar en nuestra piel y en nuestro sudor, los pensamientos de ellos nos llegan altos y claros, con muchísimo énfasis, y la temática del libro en sí misma llega a calar tanto en el lector que ni con tiempo pasado tras la lectura abandona.
Y es que tengo que decir que si hay algo que me gusta incluso más que un escritor que te engaña con su estilo literario, es uno que, además, presenta una propia tesis, una idea muy constante e increíblemente llamativa, en la historia.
Es decir, que Fitzek no se contenta con revelarnos una historia llenísima de tensión, acción y frenesí, también aporta un peso importantísimo a la hora de hacernos considerar qué es o no es lo correcto, qué debería haber sucedido, qué queremos que suceda.
El debate interno que mantiene el autor, y que se ve en cada uno de los personajes de esta obra, consigue repercutir directamente en el lector, es algo que atrae, que me ha dejado con muchas incertezas, con muchos miedos, porque es algo físico, real, que está sucediendo delante de nuestras narices, y a lo que el autor le pone un papel muy importante: si pudiéramos salvar a la humanidad de las siguientes generaciones, aun a costa del sufrimiento breve pero intenso de la generación actual, ¿lo haríamos?
¿Hasta qué punto el ser humano se preocupa por el futuro de su propio planeta?
Ese "vive cada día como si fuera el último"... ¿no está haciendo que nos encaminemos todos a una muerte segura y atrozmente dolorosa?
Sebastian Fitzek cuenta una historia poderosísima, una historia donde cada parte del mundo tiene un lugar importante en ella, pero es que además las cosas que nos plantea, los "malos" que nos presenta, nos hacen cuestionarnos hasta qué punto necesitaría el mundo esa muerte masiva inconcebible que muchos otros personajes quieren evitar...
Es un tema muy, muy complicado, sobre todo porque Fitzek lo presenta con una habilidad sorprendente, persuasiva, interesada, pone empeño, repite las cosas pero dándoles otro valor según el momento de la historia, y, en todo momento, parece querer cuestionarnos: esto es lo que está sucediendo, pero ¿qué es lo que quieres hacer tú al respecto?
La novela es atractiva por muchísimas más razones. Lo cierto es que creo que es la primera vez que me encuentro un libro tan lleno de acción, no había descanso, todo parecía descontrolarse (pese a que el autor manejaba perfectamente cada detalle de la trama a su propia disposición).
Las emociones del libro eran intensísimas, brutas, como recién salidas de nosotros mismos, creo que Fitzek consigue ser muy directo con sus intenciones (al mismo tiempo que añade más y más preguntas que resolver en cuanto a la historia), pero también engaña de una manera muy, muy persuasiva, jugando con la interpretación del lector y añadiendo pistas falsas, o contenido no del todo verdadero.
Entre tiroteos y persecuciones, comparte ciertos pensamientos diferentes sobre la temática tan puesta en nuestra realidad que desea trabajar, aporta muchísimos datos, añade sectas y grupos experimentales curiosísimos que nos dejarán muy enganchados a la lectura, y, además, todo esto lo hace con un gran juego en la narrativa, cambia de perspectiva, de forma de narrar los acontecimientos, y sabe perfectamente obscurecer los datos para que sea difícil que sepamos la verdad (aun cuando ésta esté justo delante de nosotros).
Finalmente, me gustaría añadir que la manera que tiene este escritor de cambiar drásticamente los acontecimientos, con unos giros en la trama y unas revelaciones que congelan la sangre de las venas, me parece una manera chocante, combativa y sobre todo perfectamente profesional de hacernos ver que hemos pasado cosas por alto, o que la realidad ante nosotros es mucho más compleja de lo que parece.
Cuando todo va cobrando sentido (aunque, eso sí, las revelaciones estarán hasta la mismísima última página), hay nuevas situaciones peliagudas que nos harán considerar qué es lo correcto una vez más, sobre todo teniendo en cuenta el fortísimo aprecio que se coge a los personajes centrales, y las muertes que llegan, las pérdidas, la sangre y los terrores, sencillamente inundarán de muchas tomas de decisiones y situaciones de vida o muerte una novela que es completamente sensacional.
Me he quedado sin palabras, dejémoslo ahí, porque Fitzek tiene muchísima destreza para tirar con una trama vertiginosa en la que no hay descanso, y el núcleo de todas estas conspiraciones y persuasiones políticas y militares (incluso científicas y éticas), sencillamente está tan bien conseguido que aún me sigo planteando muchas de las inquietudes que abarca el autor con esta grandísima obra.
Y aquí ya me callo, para que lo descubráis por vosotros mismos: Noah sorprenderá pienses lo que pienses, aunque creas entender qué va a pasar... Si deseas una novela petadísima de tensión, misterio y muchísima acción, plagada de interrogatorios, cuestiones sociales y morales, y un sin fin de traiciones, puñaladas por la espalda, y no saber en quién confiar, esta es definitivamente una novela que amarás.
Recomendadísima, por supuesto, ¡de las mejores lecturas de toda mi vida!
Conclusión
En conclusión, hablar de Noah es complejo, muy complejo, porque me ha parecido la obra más completa y llena de detalle que he leído jamás.
Una historia de conspiraciones intergubernamentales, de misiones por salvar al mundo, de experimentos clandestinos, de pandemias mundiales, de manipulación de los medios, de engaños, injusticias, búsqueda de respuestas... Noah tiene un manejo bárbaro de cada uno de los muchísimos elementos que conforman una obra que es pura dinamita, un no parar de acción, una tensión constante, que, además, tiene como culmen un desenlace apoteósico que te hará estar al borde de un ataque de nervios (pero menudo final más satisfactorio, ha sido increíble).
Unos personajes centrales redondísimos, muchísimo juego de manipulación, destreza y caos en los enfrentamientos a mano armada, secuestros, tiroteos, emboscadas, cámaras acorazadas... Qué decir, me parece que Noah es un subidón de adrenalina alucinante, para amantes de la tensión y la trepidación, que sencillamente cala en el lector, con un peso muy heavy, lleno de cuestiones morales y éticas.
Menuda novelaza, os aseguro que ha sido de las mejores obras que me he encontrado en toda mi vida. ¡¡¡RECOMENDADÍSIMA!!!
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 5/5
♫ Acción: 6/5
♫ Trama: 6/5
♫ Originalidad: 6/5
♫ Tensión: 6/5
♫ Tensión: 6/5
♫ Desenlace: 6/5
♫ Prosa: 5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!!!!
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!!!!
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