Título: Sueños
Autor: Robert L. Anderson
Editorial: Oz
Canción Identificada: Dreamer (The Word Alive)
Sinopsis:
¿QUÉ ES SUEÑO?
¿QUÉ ES REALIDAD?
Dea esconde un gran secreto: puede viajar y adentrarse en los sueños de la gente. Pero en el mundo de los sueños existen tres reglas:
1. No debes interferir.
2. No puedes entrar más de una vez en los sueños de la misma persona.
3. Nunca, jamás, debes dejarte ver.
Si no las cumples, los monstruos irán a por ti.
Dea siempre ha cumplido estas normas. Hasta que aparece Connor, un enigmático chico por el que está dispuesta a saltarse todas las reglas. Pero desobedecer tiene sus consecuencias. Aunque lo hagas por amor.
Opinión:
Este libro... Ha sido un descenso a un terreno al que yo esperaba no volver. No había pasado aún mi época adolescente en la literatura, pero ciertamente este libro contaba con tantos tópicos juveniles que incluso yo llegaba a tener que decir "basta".
Este libro era muy, muy juvenil. En el mal sentido.
Era pesado y denso con el romance, descuidado con la trama, irritante con su predictibilidad y sobre todo muy poco desarrollado con el misterio.
Ha sido un libro que no me consiguió enganchar, en ningún aspecto.
El territorio de los sueños por interesante que pueda parecer como para que hayan miles de novelas sobre el mismo, en verdad está bastante inexplorado... He encontrado muy pocos buenos libros donde esté correcta y originalmente inspeccionado. Pongo en la cumbre a toda la trilogía de Silber de Kerstin Gier, y añado en la pila detalles como Insomnia, de J. R. Johanson; La Reina Exiliada, de Cinda Williams Chima; e incluso La Hermandad Hojanegra, de J. A. Ramírez, que reseñaré en breve. Pero de todas formas de estos mencionados destaca la trilogía primera, y los demás son pequeños toques sobre los sueños, pero sin profundizar en ellos.
Los de Kerstin Gier son impresionantes, con puertas personalizables para entrar a cada sueño, con demonios en este reinado nocturno, con enigmas y mensajes encriptados.
En diferencia, a este libro le ha faltado mucho rigor en la ambientación, puesto que se ajustaba en vaguedad a cosas sobre los sueños en el universo de la literatura que ya conocemos, donde lo único que se saca de ellos es que se puede viajar a la mente de otra persona y que eso es peligroso pero muy molón.
Por lo demás, no esperes encontrarte con originalidad en este libro, pues no sale de esto.
Dea, una chica que no es normal (¿qué se entiende por normalidad? De comportamiento, Dea era bastante normal) y que no tiene amigos.
Típico, poco trabajado.
No se explican las razones de esta marginalización de la protagonista, y tampoco se hace en cuanto a por qué, de ser tan rara y tan solitaria, al instante se gana la confianza plena de un recién llegado que, en sorpresa, se muestra en la primera escena en la que aparece sin camiseta y con notorios músculos. Me hubiese encantado, para variar, un tipo gordito con gafitas redondas. No hay muchos personajes en las historias juveniles que no tengan buen cuerpo (según lo que impone la sociedad como ideal de belleza a seguir, en estos momentos).
Como sea, Dea es un personaje que no me ha dejado huella, que no tiene personalidad y cuya única característica peculiar es una habilidad que no tiene que ver directamente con quien es: puede entrar en los sueños de otras personas.
Pero no hace mucha cosa al respecto, la alarma no se instala en su cabeza en ningún momento, y habla de esto como si fuera igual de fácil que hacer una de esas recetas empaquetadas en las cajas de los supermercados.
La monotonía con la que narra lo que tiene que ver con su don sin duda nos deja a cuadros.
Connor no es enigmático. Tiene otros atributos muy buenos... Es simpático, encantador, leal y divertido.
Pero ciertamente no es enigmático, porque su misterio está reservado de manera que tan solo se muestra cuando debe hacerlo, para poner más emoción en una parte. Es decir, que el misterio que rodea a este muchacho no tiene importancia salvo para dar más "enigma" a su figura.
Razón de que lo muestren en la sinopsis: detengámonos a pensar... ¿En cuántos millones de libros no hemos oído ya lo mismo, de que cierta chica conoce a "enigmático" chico? Son incontables.
Y por tanto, en este libro no podía faltar en su propia sinopsis... Pero se le da muy poco valor en la historia.
Esto podría haber estado bien: no necesitas ser el chico malo misterioso para atraer la atención de las chicas.
Pero el caso es que lo hace.
El caso es que se da mucha, mucha importancia a su aura de misterio, a que sea el "chico enigmático", pero a la hora de esa revelación, de saber el misterio que le rodea... Bueno, esto se cuenta por encima, perdiendo la chispa, pasándolo como si le estuviésemos extirpando todo el significado a un regalo que estaba mejor envuelto.
Como si no importase este misterio, sino el hecho de que quien lo lleve así tenga el adjetivo de "misterioso". Espero que se me entienda.
Todos los personajes me dejan bastante indiferente, pero me sorprende que los dos principales estén tan huecos por dentro, faltándoles lo más esencial... ESTAR VIVOS.
(Y bueno, con Dea y su madre... Ya no era indiferencia lo que sentía hacia ellas: era instinto asesino)
La historia comienza mal y empeora a cada página que pasa, ensartando tópicos aquí y allá y tratando de añadir misterios que a leguas se veía que iban a acabar siendo lo que son. Y que no tenían por que haber sido misterios, en primer lugar.
Es como si... como si todo lo que tenía que ver con Dea tenía que ser un endemoniado misterio, más que nada porque LA CHICA NO ERA NADA SIN ELLOS, y eso hacía que personajes como su propia madre hablasen sin razón alguna en códigos y dejando frases sin terminar y generando más preguntas solo por hacer la gracia de añadir más misterio, porque no tenía sentido que guardasen secretos con ciertos temas. No lo tenía. Y eso me irritaba mucho, mucho.
Entre otras cosas. Muchas cosas me irritaban. Ugh. Muuuuchas cosas.
La protagonista, volviendo a ella. Si ya antes era INSOPORTABLE, a medida que el libro va de mal en peor ella también decae hasta tocar fondo, hasta llevar carteles en todo el cuerpo diciendo "pégame-por-Dios-me-irrito-hasta-a-mí-misma", y su madre no se libraba de la lluvia de bofetadas que yo deseaba que cayese sobre ellas.
(Siento ponerme violenta. No es hacia vosotros, es hacia ELLAS)
No se profundiza nada en los sueños y en su concepto, todo parece una metedura de pata por parte de cada apartado de la historia, y no ha habido momento en el que no sintiera ese sopor de querer dejar al libro cuanto antes y meterme en la cama para chillar a la almohada de irritación antes de caer rendida en aburrimiento. ¡Ha sido tedioso!
La historia te es vendida como con suspense, con misterio, con desvelaciones y con originalidad temática... Nada más lejos de la realidad, puesto que Sueños ha sido una lectura soporífera, irritante e insufrible, cargante de tópicos y dando vueltas a un tema muy poco desarrollado al que nunca se llegaba a profundizar, sin giros argumentales, sin buenos personajes, sin misterio con sentido y sin prosa que lograse enganchar.
Una novela que he intentado olvidar por todos los medios, pero que me dejó con tal decepción y sobre todo inmensurable irritación y hastío que no he abandonado aún las ganas de iniciar yo misma una Santa Inquisición Libresca.
Libro no recomendable.
Buen saco de boxeo.
Autor: Robert L. Anderson
Editorial: Oz
Canción Identificada: Dreamer (The Word Alive)
Sinopsis:
¿QUÉ ES SUEÑO?
¿QUÉ ES REALIDAD?
Dea esconde un gran secreto: puede viajar y adentrarse en los sueños de la gente. Pero en el mundo de los sueños existen tres reglas:
1. No debes interferir.
2. No puedes entrar más de una vez en los sueños de la misma persona.
3. Nunca, jamás, debes dejarte ver.
Si no las cumples, los monstruos irán a por ti.
Dea siempre ha cumplido estas normas. Hasta que aparece Connor, un enigmático chico por el que está dispuesta a saltarse todas las reglas. Pero desobedecer tiene sus consecuencias. Aunque lo hagas por amor.
Opinión:
Este libro... Ha sido un descenso a un terreno al que yo esperaba no volver. No había pasado aún mi época adolescente en la literatura, pero ciertamente este libro contaba con tantos tópicos juveniles que incluso yo llegaba a tener que decir "basta".
Este libro era muy, muy juvenil. En el mal sentido.
Era pesado y denso con el romance, descuidado con la trama, irritante con su predictibilidad y sobre todo muy poco desarrollado con el misterio.
Ha sido un libro que no me consiguió enganchar, en ningún aspecto.
El territorio de los sueños por interesante que pueda parecer como para que hayan miles de novelas sobre el mismo, en verdad está bastante inexplorado... He encontrado muy pocos buenos libros donde esté correcta y originalmente inspeccionado. Pongo en la cumbre a toda la trilogía de Silber de Kerstin Gier, y añado en la pila detalles como Insomnia, de J. R. Johanson; La Reina Exiliada, de Cinda Williams Chima; e incluso La Hermandad Hojanegra, de J. A. Ramírez, que reseñaré en breve. Pero de todas formas de estos mencionados destaca la trilogía primera, y los demás son pequeños toques sobre los sueños, pero sin profundizar en ellos.
Los de Kerstin Gier son impresionantes, con puertas personalizables para entrar a cada sueño, con demonios en este reinado nocturno, con enigmas y mensajes encriptados.
En diferencia, a este libro le ha faltado mucho rigor en la ambientación, puesto que se ajustaba en vaguedad a cosas sobre los sueños en el universo de la literatura que ya conocemos, donde lo único que se saca de ellos es que se puede viajar a la mente de otra persona y que eso es peligroso pero muy molón.
Por lo demás, no esperes encontrarte con originalidad en este libro, pues no sale de esto.
Dea, una chica que no es normal (¿qué se entiende por normalidad? De comportamiento, Dea era bastante normal) y que no tiene amigos.
Típico, poco trabajado.
No se explican las razones de esta marginalización de la protagonista, y tampoco se hace en cuanto a por qué, de ser tan rara y tan solitaria, al instante se gana la confianza plena de un recién llegado que, en sorpresa, se muestra en la primera escena en la que aparece sin camiseta y con notorios músculos. Me hubiese encantado, para variar, un tipo gordito con gafitas redondas. No hay muchos personajes en las historias juveniles que no tengan buen cuerpo (según lo que impone la sociedad como ideal de belleza a seguir, en estos momentos).
Como sea, Dea es un personaje que no me ha dejado huella, que no tiene personalidad y cuya única característica peculiar es una habilidad que no tiene que ver directamente con quien es: puede entrar en los sueños de otras personas.
Pero no hace mucha cosa al respecto, la alarma no se instala en su cabeza en ningún momento, y habla de esto como si fuera igual de fácil que hacer una de esas recetas empaquetadas en las cajas de los supermercados.
La monotonía con la que narra lo que tiene que ver con su don sin duda nos deja a cuadros.
Connor no es enigmático. Tiene otros atributos muy buenos... Es simpático, encantador, leal y divertido.
Pero ciertamente no es enigmático, porque su misterio está reservado de manera que tan solo se muestra cuando debe hacerlo, para poner más emoción en una parte. Es decir, que el misterio que rodea a este muchacho no tiene importancia salvo para dar más "enigma" a su figura.
Razón de que lo muestren en la sinopsis: detengámonos a pensar... ¿En cuántos millones de libros no hemos oído ya lo mismo, de que cierta chica conoce a "enigmático" chico? Son incontables.
Y por tanto, en este libro no podía faltar en su propia sinopsis... Pero se le da muy poco valor en la historia.
Esto podría haber estado bien: no necesitas ser el chico malo misterioso para atraer la atención de las chicas.
Pero el caso es que lo hace.
El caso es que se da mucha, mucha importancia a su aura de misterio, a que sea el "chico enigmático", pero a la hora de esa revelación, de saber el misterio que le rodea... Bueno, esto se cuenta por encima, perdiendo la chispa, pasándolo como si le estuviésemos extirpando todo el significado a un regalo que estaba mejor envuelto.
Como si no importase este misterio, sino el hecho de que quien lo lleve así tenga el adjetivo de "misterioso". Espero que se me entienda.
Todos los personajes me dejan bastante indiferente, pero me sorprende que los dos principales estén tan huecos por dentro, faltándoles lo más esencial... ESTAR VIVOS.
(Y bueno, con Dea y su madre... Ya no era indiferencia lo que sentía hacia ellas: era instinto asesino)
La historia comienza mal y empeora a cada página que pasa, ensartando tópicos aquí y allá y tratando de añadir misterios que a leguas se veía que iban a acabar siendo lo que son. Y que no tenían por que haber sido misterios, en primer lugar.
Es como si... como si todo lo que tenía que ver con Dea tenía que ser un endemoniado misterio, más que nada porque LA CHICA NO ERA NADA SIN ELLOS, y eso hacía que personajes como su propia madre hablasen sin razón alguna en códigos y dejando frases sin terminar y generando más preguntas solo por hacer la gracia de añadir más misterio, porque no tenía sentido que guardasen secretos con ciertos temas. No lo tenía. Y eso me irritaba mucho, mucho.
Entre otras cosas. Muchas cosas me irritaban. Ugh. Muuuuchas cosas.
La protagonista, volviendo a ella. Si ya antes era INSOPORTABLE, a medida que el libro va de mal en peor ella también decae hasta tocar fondo, hasta llevar carteles en todo el cuerpo diciendo "pégame-por-Dios-me-irrito-hasta-a-mí-misma", y su madre no se libraba de la lluvia de bofetadas que yo deseaba que cayese sobre ellas.
(Siento ponerme violenta. No es hacia vosotros, es hacia ELLAS)
No se profundiza nada en los sueños y en su concepto, todo parece una metedura de pata por parte de cada apartado de la historia, y no ha habido momento en el que no sintiera ese sopor de querer dejar al libro cuanto antes y meterme en la cama para chillar a la almohada de irritación antes de caer rendida en aburrimiento. ¡Ha sido tedioso!
La historia te es vendida como con suspense, con misterio, con desvelaciones y con originalidad temática... Nada más lejos de la realidad, puesto que Sueños ha sido una lectura soporífera, irritante e insufrible, cargante de tópicos y dando vueltas a un tema muy poco desarrollado al que nunca se llegaba a profundizar, sin giros argumentales, sin buenos personajes, sin misterio con sentido y sin prosa que lograse enganchar.
Una novela que he intentado olvidar por todos los medios, pero que me dejó con tal decepción y sobre todo inmensurable irritación y hastío que no he abandonado aún las ganas de iniciar yo misma una Santa Inquisición Libresca.
Libro no recomendable.
Buen saco de boxeo.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 2/5
♫ Acción: 2.25/5
♫ Trama: 2.5/5
♫ Originalidad: 2/5
♫ Desenlace: 2/5
♫ Pluma: 1.75/5
VALORACIÓN PERSONAL: 5.75/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 5.75/10
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