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domingo, 25 de octubre de 2020

Reseña: The Hanged Man

 


RESEÑA:
THE HANGED MAN





Título: 
 The Hanged Man (The Tarot Sequence #2)

Autor:  K. D. Edwards
Editorial:  Start Science Fiction
Canción Identificada:  Hang 'Em High (Havok)





Sinopsis:


The last member of a murdered House tries to protect his ward from forced marriage to a monster while uncovering clues to his own past.

The Tarot Sequence imagines a modern-day Atlantis off the coast of Massachusetts, governed by powerful Courts based on the traditional Tarot deck.

Rune Saint John, last child of the fallen Sun Throne, is backed into a fight of high court magic and political appetites in a desperate bid to protect his ward, Max, from a forced marital alliance with the Hanged Man.

Rune's resistance will take him to the island's dankest corners, including a red light district made of moored ghost ships; a surreal skyscraper farm; and the floor of the ruling Convocation, where a gathering of Arcana will change Rune's life forever.





Opinión:

Segundas partes nunca fuer...
Pero espera. ¿Estamos hablando de K. D. Edwards? ¿Ya ha empezado al reseña de The Hanged Man? Bueno, pues qué decir entonces: segunda parte sí consiguió ser buena, y sí que consiguió hacer que me muera de anticipación por el próximo libro.


Como tiendo a ser comparativa con sus anteriores, tengo que decir que esta segunda novela, que a mi parecer tiene grandes momentos, unas luchas mucho más interesantes y una investigación bastante más... política, digamos, tiene muchas cosas que hay que resaltar. 
Para lo bueno, ha seguido bastante la línea de estructuración y de ternura de su novela predecesora (The Last Sun, cuya reseña se puede encontrar aquí); y para lo malo, creo que en muchas cosas ha superado al primer libro... aunque en otras, me ha seguido gustando bastante más la idea de The Last Sun. 


Hay varias razones por las que quería inmediatamente esta novela. La primera, porque el final de la anterior me dejó completamente... colgando (colgando=hanging, The Hanged Man... perdonad la broma pesada), y, en segundo lugar, porque sus personajes eran familiares, tiernos, divertidos, y cinnamon rolls en su estado puro. No miento si digo que K. D. Edwards ha creado unos de los personajes más ADORABLES que existen en la literatura fantástica. ¡Uno los quiere tanto...!

Y más allá de eso, había pasado alrededor de un mes desde que me leí el primer libro. Quería dejar algo de tiempo, pero ¡venga ya! Necesitaba más Rune y más Brand y más Addam y más Ciaran y más Matthias y más Quinn y más... (me atraganto con la de nombres que hay en este listado. Los adoro a todos). 


Y aun así, y atención a esto, tenía mis reservas. La trama no me llamaba tanto la atención, posiblemente porque se alejaba del misterio central y en el que yo más enganchada estaba (el pasado de Rune y los secretos que él nos guarda incluso a los lectores), peeero creo que he conseguido estar muy animada con esta lectura. Y pendiente de tener más noticias de cuándo sale el tercer libro... 

Así que, con corazón cantor y con sonrisa en mi cara, procedo a hablar con más detalle de esta novela:



¿De qué trata?

Para quienes se hayan leído ya el primer libro, tengo que decir que, en muchos aspectos, The Hanged Man sigue lo que yo creo que todos esperábamos... momentos que te ablandan el corazón, otras escenas donde se ve la progresión del sufrimiento de los personajes (y cómo lidian con sus pasados), enfrentamientos al sistema político de Atlantis, y claro... un villano que a todas luces es malo malo. 

Para dejar generalizaciones, debo explicar que The Hanged Man es una novela basada en una nueva misión, en este sentido más personal, a la que se enfrentan Rune y sus compañeros/familia (no puedo verlos de otra manera). En este caso, deben plantar cara a un archana de poder incalculable, The Hanged Man, el cual ha establecido un acuerdo matrimonial con la corte de Matthias (Max), y reclama a este inmediatamente. 
Para evitar que Max quede enlazado sin desearlo con este hombre, Rune debe reunir las fuerzas suficientes para que, aparte de persecuciones, batallas a campo abierto e investigaciones peligrosas, tenga que verse frente con frente con los entramados asuntos políticos que toda su vida a aborrecido... 

Debido a su situación actual, no le será fácil hacerse oír entre las figuras de poder, y por ello, debe emplear algo más allá de su posición hereditaria para conseguir detener las ambiciones de The Hanged Man: y es hacer uso de su astucia, y recibir ayuda de un grupo de personajes variopinto y conflictivo pero muy leal, y derrocar a una de las figuras más eminentes y peligrosas que existen en su mundo... 

...Lo que no será tarea sencilla, pero Rune no piensa jugar inocentemente... Moviéndose por los lugares más insospechados, y recaudando información de la desaparición de un joven cercano a su corte, Rune empleará las tácticas necesarias para liberar a Max del acuerdo matrimonial... aun si significa arriesgar su vida, y sacrificar revelar más partes de sí mismo, por hacerlo...




Una trama bien estructurada, sencilla y ligera, con escenas muy memorables

Algo que hay que decir en muy positivo del autor es que K. D. Edwards sabe dar forma a una trama que no detiene el ritmo en ningún momento

Hay mucha fluidez entre una escena y otra, la historia se sigue verdaderamente bien y es un libro que, realmente, se puede leer de una sentada, y no hablo solo de su brevedad (no llega a las 400 páginas) sino de su manera de ser contado. Hay mucha ligereza en la historia, los capítulos no son realmente excesivamente cortos pero, aun así, se leen de una tirada y pasan muchas cosas en ellos. 
No hay nada de relleno, ni momentos que se hagan achacosos, todo está puesto en su justa medida: la suficiente acción, la suficiente pausa, la suficiente evolución. 


Además, la trama en sí es bastante sencilla, tiene como objetivo uno claro (detener al villano The Hanged Man) y lo sigue en todo momento, no se sale de la pauta que toma y eso, dependiendo de la persona, puede verse como positivo o negativo. Yo creo, por ejemplo, que hace posible que la historia vaya directa al grano. 

Es usual encontrarse en una trilogía con que los segundos libros siempre son los que menos tienen que ver con la historia central de la saga, son como un pequeño paréntesis para entender más a otros personajes y otras situaciones. 
Por eso, espero que en el tercer libro se retome lo que a mí tanto me interesa (que es saber más de lo que pasó cuando la corte de Rune se vio destrozada, y ver cómo llega a cabo el protagonista su "venganza"), y no le he dado importancia a que este segundo libro se salga un poco del esquema central. 


Como digo, pues, la línea que sigue la historia es una determinada, no da rodeos ni parones, tiene un inicio determinado y un final determinado, y, entre medias, hay bastante momento para toda clase de escenas. 

La organización es muy buena, aunque tiene una estructura demasiado habitual en la literatura fantástica de hoy en día, y por eso, no dudo en que The Hanged Man os dejará enganchados hasta que cierre con su última palabra. 



Una prosa cuidada, muy divertida, y muy inspiradora

K. D. Edwards escribe como siente, y creo que eso es todo un acierto. Me es muy fácil captar las emociones que invaden las escenas, los sentimientos de los personajes son fáciles de entender, y hay, en verdad, mucha apertura en cuanto a ellos. Se sienten cercanos, reales, tiernos, seguros. 

Todo esto es gracias a la prosa de K. D. Edwards, que traza una historia sin titubeos. Se nota que ha ganado seguridad en su escritura de un libro a otro, y también se ve positivamente cómo aspira a hacer muchos más cambios en la historia en el siguiente libro. 


La historia sigue conteniendo escenas de toda clase, desde tristes a alegres a rabiosas a frenéticas a tranquilas, están muy bien entrelazadas hacia sí y el vocabulario que se emplea es muy fácil de seguir, directo y emotivo. 


Tengo que resaltar, porque creo que es la joya principal de estos libros, que los momentos divertidos siguen siendo justo como a mí me gustan... tiernas burlas, pullas facilonas, comentarios puntillosos y mucho amor en las relaciones. 

Me parece muy importante que un libro contenga momentos de ligereza y diversión, aunque sean escasos, porque ayuda a que uno entre más en la piel de los personajes. 
Además, ayuda muchísimo en este caso a que vea a cada uno de los protagonistas como una gran familia... que crece por momentos, además. 

Las relaciones que comparten entre sí son muy sinceras, muy resueltas, y siguen progresando mucho. 
Así que, si uno espera encontrarse más escenas de Brand blasfemando y y siendo sobreprotector, y si uno espera encontrarse más a Rune con sus chistes malos para aligerar situaciones, y si uno espera encontrarse a un Addam volviendo a ser encantador y honesto, y si uno espera volver a encontrarse a un Quinn extravagante pero muy adorable... pues ahí lo tiene uno: hay muchos momentos para carcajadas, para lágrimas, y para que el corazón se derrita de puro amor. 

Y quizá la trama central del libro me haya gustado un poco menos, pero tengo claro que estos momentos de risas y poner los ojos en blanco y tener miradas cómplices han hecho que ame la historia muchísimo.



Una ambientación algo menos protagonista, pero igual de misteriosa

Como indica el título de este apartado, he sentido a la ambientación más en segundo plano, posiblemente porque al chicha del mundo ya estuviese más que explicada en el primer libro. 

En general, no soy muy fan de la fantasía urbana, porque sus elementos paranormales han sido demasiado exprimidos hoy en día: que si vampiros, hombres lobo, elementales, gárgolas, fantasmas, incluso dinosaurios... Me suele gustar más cuando los elementos fantásticos son inventados por el autor. 

“I turned and saw . . . not a unicorn. Grazing at the bottom of the slope was a creature not unlike a fur-covered castle siege engine with a massive, sharp tusk jutting from its head. The tusk alone was the size of a small automobile. “What is it?” Addam breathed. “I’m fairly sure it’s a dinosaur,” I said. I decided, since it was a uniquely new sentence in the history of all my sentences, to repeat, “It’s a dinosaur.””

Pero hay que decir que K. D. Edwards les da un toque muy suyo, y, además, la delicia que tiene la fantasía urbana es que mezcla conflictos sociales de nuestro mundo humano con la posibilidad de que lo paranormal se meta en nuestra realidad. 
Eso hace que en este libro haya una muy buena combinación de pubs con bestias mágicas, prostíbulos y drogas inventadas, asuntos políticos que se ven entremezclados con el sistema de magia... Por lo que, realmente, aún tiene el autor muchas cosas con las que jugar. 

La historia no se queda quieta, y los personajes tampoco, por lo que hay muchos escenarios, muchos nuevos lugares, y, en cierto sentido, he encontrado la historia algo más... turbia. Al menos, más metida en la parte oscura de nuestro mundo. 
Ha habido algo menos de crítica, pero realmente, exponer estos lugares ocultos y siniestros es suficiente para que yo me estremeciese: y no por ser monstruosos y extraterrenales, sino por ser realmente muy de nuestro mundo... demasiado cercanos a la humanidad. 


Además, el sistema mágico sigue siendo genial: hay muchas limitaciones en él, y muchos "hechizos" que me llegan a dejar muerta de interés. Por no hablar de que se van descubriendo más cosillas sobre la magia que yo desconocía... 

“There were always consequences with magic. Always. Did you want super-speed? Or super-strength? Fine. But in the absence of ancillary spells, you’d end up ripping muscles away from your bone with the first punch; or blister and shred your skin with the friction caused by breaking the sound barrier. So you needed spells to supplement spells. Spells to toughen your skin, fortify your bones, protect your tendons and ligaments—a spiral of cause and effect that required a lot of practice.”

Y por fortuna, hacer trucos de bolas de fuego no es lo único que importa en la novela: por algo está el misterio... ¡En ocasiones, tener habilidades detectivescas casi vale más que crear un hechizo destructor...!



Unos personajes honestos, cercanos, y con mucha personalidad

Voy a ceder TRES apartados ENTEROS para hablar de los personajes. Son la joya de la historia, no tengo duda alguna, y se merecen este espacio. 


La verdad es que hay mucho de lo que hablar: Brand sigue siendo igual de refunfuñón y protector como siempre, Rune sigue yendo a sus anchas y locas y sigue siendo un protagonista con las ideas muy claras, Addam ha vuelto a revelar más de sí mismo y de sus sentimientos (porque Addam habla mucho de cómo se siente, y es lo que lo hace tan sincero y tierno), Quinn vuelve a sus andadas de paranoiar a la gente y al mismo tiempo dejarlos enternecidos, Max sigue igual de rebelde/agradecido, The Tower es igual de misterioso que de costumbre... 

“It was like he was in shock. Nothing I said would matter. So I used the one tool left between us—the one that always cut both ways. I pulled our Companion bond open and let my emotion sing through it. It was not something I could do often, but when it worked, it was an emotion so complicated and layered it was nearly a soliloquy. It expressed the concept of Companion. It said brother. It said ally. It was nearly the type of connection that existed between tallas.”

...Y por supuesto, la masculinidad tan tóxica que hay en alguna literatura con K. D. Edwards desaparece por completo: los protagonistas (que todos ellos son personajes masculinos, cosa tanto buena como, en cierto aspecto, algo negativa) lloran, ríen, hablan de sus emociones, visten como quieren y hablan como quieren. Y punto, realmente, porque eso es de lo que se trata: de amar a quien te apetezca, de llorar cuando lo necesites, de ser quien te de la gana. 

Hay mucha libertad en el escrito de K. D. Edwards, yo diría que todos sus personajes son pertenecientes al colectivo LGBTQ+ y, aunque eso pueda parecer un poco inusual, hay que entender que no hablamos de nuestro mundo sino de Atlantis... en cierto sentido, me recuerda a la Antigua Grecia: la homosexualidad es bienvenida, y se cede poco conflicto a lo que tenga que ver con ella. 

Así mismo, sigo sin estar muy de acuerdo en que K. D. Edwards cada vez que introduce a un personaje habla de su "atractivo" (y para el escritor todos los personajes centrales son "handsome" o "pretty"), pero ya vuelvo a ser demasiado puntillosa :)


Para lo que importa, decir que lo fundamental es que los personajes siguen evolucionando mucho, sobre todo en sus relaciones con los demás, y ver al "papá Brand" y al "papá Rune" y al nuevo "papá Addam" con su séquito de jóvenes descontrolados en casa me hizo sonreír a lo largo de todo el libro. 
Además, punto positivo: la amistad entre Quinn y Max sigue floreciendo, y ¡es tan adorable verlos pelearse y quererse...! POR FAVOR, ¡que alguien les dé un fuerte achuchón de mi parte!



Personajes femeninos: no tan protagonistas como yo me esperaba

Tenía muchísimas ganas de encontrarme con que The Hanged Man expusiese a más personajes femeninos, porque, sinceramente, The Last Sun tenía a un par y eran muy, muy secundarios. Había oído que el segundo libro daba mayor entrada a los personajes femeninos... pero me encontré con que no tanto como yo deseaba. 

De hecho, he seguido sintiendo lo mismo: que la historia está a falta de mujeres. Puede que no sea para tanto, pero en mi caso me ha parecido que no había un buen equilibrio; las mujeres que aparecían realmente no lucían tanto como los otros protagonistas, estaban en un segundo plano y escasa vez salían con importancia. 
Aun así, se nota que ha habido cambios, porque la llegada de Corinne y Anna ha sido muy necesaria... Y creo, y espero, que Lady Death juegue un papel aún más importante en siguientes libros.

Me ha gustado que a Anna se le diese más atención, porque comenzaba a notar que sus hermanos llegaban a protagonizar más la historia, hasta que K. D. Edwards muestra que esta chica va a tener un rol importante... 
No digo mucho, pero espero grandes cosas de ella, aunque me ha parecido forzado que para que tuviese importancia ella hubiese de tener grandes habilidades, y no por solo quien es. 

Pero no quiero ser quejica; me ha gustado mucho que saliesen más personajes femeninos en este libro. Tengo todo mi apoyo en ellas, al igual que lo tengo en los demás. 

K. D. Edwards no me deja de sorprender con sus personajes, y sigo encantada de que la "familia" de la historia siga creciendo por momentos ;)



Fronteras muy delimitadas entre el bien y el mal

Como observación, me sigue pareciendo que los personajes de la historia están situados en dos extremos: o son muy buenos, o son muy malos, no encuentro punto intermedio. 
Al introducir a un personaje, se ve a la legua qué rol va a jugar: si en contra, o a favor. Los villanos están esbozados como personas realmente malas, la frontera entre los héroes y los antagonistas está perfectamente delineada, y eso a mí no me acaba de convencer. 

Como único personaje que se sale más de esta norma, me he encontrado a The Tower, un personaje que adoro muchísimo precisamente porque en ocasiones no sabes de qué bando está, y qué papel juega en todo esto... ¿es fiable, acaso? ¿Qué intenciones tiene? 


De todas formas, me gustaría expresar un poco la desilusión que he tenido al encontrarme que, como digo, todos los personajes estaban situados en la historia de una forma y eran inamovibles
Por ejemplo, el grupo de Rune a veces me parecía demasiado... bueno. Sé que suena extraño que diga esto, pero me llegaba a parecer un poco cansino que todos tuviesen las mejores intenciones hacia los demás, es decir, que no dejasen de pedir perdón, que intercambiaran siempre conversaciones tiernas e inspiradoras, y que todos no quisieran "ser una carga para el resto". Me faltaba más jugo en su historia, más complicaciones. 

Señalando esto, también hay que decir que en el libro ha habido un pequeño momento de tensión entre Brand y Rune, el cual he disfrutado, porque me ha parecido una relación más real, pero lo usual era que yo me encontrase con que todos los protas se portaban de manera demasiado santificada frente a los demás. 

Yo necesito personajes defectuosos... personajes que no solo se equivoquen, sino que, además, a veces no resulten tan admirables. 
Espero que eso mejore en siguientes libros... y que los villanos no sean tan malos malotes, porque The Hanged Man no dejaba espacio para la duda.



El final: suficiente para hacer que casi me de un ataque al corazón

Con todas sus subidas y bajas, sus idas y venidas, sus sacrificios y sus victorias, finalmente el libro llegó a su desenlace... Y mantendré la boca todo lo cerrada que pueda, pero tan solo decir que me ha parecido un buen final. 
Demasiado idealista en algunos aspectos, PERO tiene lo que tuvo el anterior libro: un pequeño momento en el que vislumbramos que va a haber conflictos en el siguiente libro... Y que estos conflictos ya van a estar más relacionados con el pasado de Rune y Brand... 

...Por lo que estoy como loca por tener en mis manos el tercer volumen. Sigo al escritor en Twitter, y se ve que está muy enfocado en su novela (además de que es muy simpaticón, todo hay que decirlo). Espero grandes cosas del tercer libro, por el cual no soy la única que se muere de ganas de continuar las aventuras... Ya somos muchos los que estamos enamorados de la historia que K. D. Edwards nos ha ofrecido. 
Ahora, a aguantar la espera... ¡Ya falta menos para volver as ver a Rune y Brand y todos sus compañeros en acción!



Y finalmente: que la reseñadora se calle ya porque se está haciendo muy largo leer esto.

Lo que se traduce en:

Conclusión

The Hanged Man es una segunda parte que es tan rompedora como su novela predecesora: acción, misterio, mucha adrenalina, y ahora, además, asuntos complicados de política... 
Pese a que sus personajes quedan muy divididos en "buenos" y "malos", y que no hay personajes femeninos en el elenco de protagonistas esenciales, además de que los protas suelen ser retratados como demasiado "tiernos y buenos y amables", hay que reafirmar que los personajes de K. D. Edwards son divertidos, elocuentes, brillantes y sensacionales, tienen muchas capas y desafían a quien sea con tal de proteger a los suyos. 


Además de eso, la prosa es arrebatadora, estructura muy bien la historia y ofrece una voz resuelta, graciosa en algunas partes y muy conmovedora en otras... suficiente como para ablandarme el corazoncito...


En resumen, un libro que lleva consigo muchos cambios, y que ofrece unos personajes memorables, únicos y llenos de personalidad, de los que estoy emocionada por volver a oír de ellos... en un tercer libro que tiene pinta de pegar todo un cambio en la saga.

Una lectura muy recomendada.





PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 4.25/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 3.75/5
♫ Originalidad: 3.25/5
♫ Tensión: 3.25/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Prosa: 3.75/5


VALORACIÓN PERSONAL 9/10



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