Reseña: Last Night I Sang to the Monster

Título: Last Night I Sang to the Monster
Autor: Benjamin Alire Sáenz
Editorial: Cinco Puntos Press
Canción Identificada: Sole Passenger (The Fall of Every Season)




Sinopsis:

Zach is eighteen. He is bright and articulate. He's also an alcoholic and in rehab instead of high school, but he doesn't remember how he got there. He's not sure he wants to remember. Something bad must have happened. Something really, really bad. Remembering sucks and being alive - well, what's up with that?

I have it in my head that when we're born, God writes things down on our hearts. See, on some people's hearts he writes Happy and on some people's hearts he writes Sad and on some people's hearts he writes Crazy on some people's hearts he writes Genius and on some people's hearts he writes Angry and on some people's hearts he writes Winner and on some people's hearts he writes Loser. It's all like a game to him. Him. God. And it's all pretty much random. He takes out his pen and starts writing on our blank hearts. When it came to my turn, he wrote Sad. I don't like God very much. Apparently he doesn't like me very much either. 





Opinión:

La temática, por supuesto, me llamaba la atención: una historia de superación, de salir de un agujero y enfrentarse a lo que ha hecho que tú mismo lo cavases, una historia de miedos, de conflictos, de pérdida de identidad y pérdida de noción del mundo más allá del dolor. 



“I don't like remembering.
Remembering makes me feel things.
I don't like to feel things.
I'm thinking I could spend the rest of my life becoming an expert at forgetting”

Una historia que tiene lugar en un centro de rehabilitación para nuestro tierno protagonista Zach, que a sus dieciocho años tiene toda una vida de malestar a su paso. Y, en terapia y con las fuerzas que saca de sus compañeros y amigos, es su turno encarar lo que le ha hecho caer.

No obstante... No obstante, me ha parecido muy poco creíble, esta buena historia. Su desenlace ha sido el punto fatal que ha hecho que no pueda tragármela (demasiado perfecto, exageradamente inconcebible), pero ya cargaba con demasiados prejuicios al inicio, pues la idea de terapia en sí era, de nuevo, inverosímil: poco profesional, muy cercano al protagonista, el terapeuta contando su vida personal cuando está en su deber no hacerlo con sus pacientes. 

Me ha estado chirriando a lo largo de toda la novela, y no he podido hacer nada para quitarme esta sensación.






“All my friends thought I was a very happy human being. Because that's how I acted- like a really happy human being. But all that pretending made me tired. If I acted the way I felt, then I doubt my friends would have really hung out with me. So the pretending wasn't all bad. The pretending made me less lonely. But in another was, it made me more lonely because I felt like a fraud. I've always felt like a fake human being.”




También tiene sus cosas buenas: por ejemplo, que el problema central por el que orbita toda la historia se vaya desenvolviendo conforme vamos avanzando, al principio dando cachitos de las circunstancias y al final acabando por desenmarañar todo ese nudo que había en la mente del protagonista, y que le bloqueaba de recordar. 



“I lived in pain because I chose to live in pain. Somewhere along the line, I fell in love with the idea of tragedy, the idea that I was destined to live a tragic life. I had this romantic idea about the life of a writer and what he was supposed to suffer. [...:] Somehow I made my own pain a kind of god.”



Además de eso, era enternecedoramente fácil envolverte en los pensamientos y sentimientos de Zach, un protagonista complejo al que no se le olvida con facilidad, y que esculpe todo un mundo de metáforas para enfrentarse al enemigo final, su miedo más oscuro... 

...Ejemplo que todos deberíamos seguir, pues no hay mayor facilidad para luchar contra un problema que plasmándolo en metáforas, poniéndolo en un campo de batalla fantasioso con el cual nosotros tenemos control sobre él.



“I have this storm inside me. It's trying to kill me. I wonder sometimes if that's such a bad thing.
I know about storms.
I'm tired.
I just want to sleep forever.
Maybe I should tell the storm to go ahead and kill me.”


Eso hace Zach, lidiando día a día con lo que le impide ser feliz, con lo que le impide recordar, y vemos cada paso en su batalla, cada tropiezo y cada fase, muy bien desarrollada, de su recuperación, todo eso mientras el monstruo que se cernía sobre él se estira y tortura al protagonista: y sentiremos rabia, y sentiremos odio, y sentiremos tristeza, y sentiremos miedo, y sentiremos ternura, y sentiremos esperanza, y eso me ha parecido todo un acierto que además se despliega muy bien en el libro, con el que conectamos casi de manera inmediata... 




“What is this thing you call substance abuse?
All I wanna do is forget and get loose.
Drinking and smoking over and over
What's so great about a life that's sober?

There's nothing cool about being young
When the monsters of night have stolen the sun.

I'm tired of searching for words in the sky.
All I wanna do is drink and die.
Nothing is real. It's all a big lie.
All I wanna do is drink and die.

There's nothing cool about being young
When the monsters of night have stolen the sun.”

...

...

...

... Si no fuera, en mi caso, por los detalles mencionados de lo poco creíble que se hace, sobre todo con su final demasiado radiante, demasiado extraño; y por ser YA, es decir, por ser una novela ideada para jóvenes, con un lenguaje más simple y con pensamientos que ya se me hacen tópicos, entristecidos pero conocidos. 

“The heart can get really cold if all you've known is winter.”



Por otro lado, algo que me ha gustado especialmente de la escritura han sido los diálogos, me parecían muy reales y muy inspiradores, sin adornos pero con verdades puestas con sencillez y naturalidad. Han sido ellos, en verdad, los que tanto han ayudado a nuestro personaje, y los que nos han hecho ver tantas cosas en un libro que tiene una extensión breve pero muy apasionada.

Con todo, Last Night I Sang to the Monster es una novela intensa, dolorosa y muy real, con defectos tales como que yo no era ya el público adecuado o que el final, y algunas partes del libro, se me hacían inverosímiles, además de que todo estaba escrito de manera profunda y penetrante pero el momento de la revelación del motivo de todo el libro ha sido un tanto... poco aguda, siendo sincera, no del todo emocionada. 

Aun así, estoy segura de que será la novela ideal para muchas personas, y aseguro que, aun con todos estos problemillas con los que me he encontrado en su lectura, he conectado de una manera bastante reflexiva con la historia y con sus personajes, he sentido muchas cosas y se me ha abierto el corazón de maneras que antes nunca lo había hecho.


Ha sido una lectura potente, muy tierna, con muchas reflexiones y muchos cabos que poco a poco se van atando; que no habrá sido mi lectura del año, y puede que esperase algo más, algo más de altibajos en la historia, y un final un poco más pensado, pero de verdad que me ha entretenido la novela, se ha leído en un momento, y su personaje central me ha cambiado desde el minuto cero.

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 3/5

♫ Acción: 2.75/5

♫ Trama: 3/5

♫ Originalidad: 3/5

♫ Desenlace: 2/5

♫ Pluma: 2.75/5


VALORACIÓN PERSONAL:  6.75/10



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