Reseña: The Rain Watcher

Título: The Rain Watcher
Autor: Tatiana de Rosnay
Editorial: World Editions
Canción Identificada: Aftermath #5 (AES DANA)




Sinopsis:

The first new novel in four years from the beloved superstar author of Sarah's Key, a heartbreaking and uplifting story of family secrets and devastating disaster, in the tradition of THE NEST.

The Rain Watcher is a powerful family drama set in Paris as the Malegarde family gathers to celebrate the father's 70th birthday. Their hidden fears and secrets are slowly unraveled as the City of Light undergoes a stunning natural disaster. Seen through the eyes of charismatic photographer Linden Malegarde, the youngest son, all members of the family will have to fight to keep their unity against tragic circumstances.

In this profound and intense novel of love and redemption, De Rosnay demonstrates all of her writer's skills both as an incredible storyteller but also as a soul seeker. 





Opinión:

Cuando este libro cayó a mis manos, no pude estar más emocionada de leerlo: una lectura tierna, demoledora, evolutiva y escrita de una forma magníficamente única.


Ha sido una novela... Preciosa.


Preciosa.




Y, a su vez, aplastante. Está llena de emociones, de maremotos y de océanos en calma, un turismo guiado por las calles de París y por las del propio pensamiento humano, lo que nos da voz y nos hace tener la naturaleza que nos define.




La introducción a los personajes, a su vez, toma su tiempo: y con toda seguridad digo que merece la pena conocerles progresivamente y al cabo de bastantes páginas... Merece mucho, mucho la pena, puesto que son la chispa de la novela, son de hecho los motores del cambio de la novela, lo que la hace moverse, lo que a hace meterse por los terrenos del pensamiento como lo hace. Es un relato que glorifica a la humanidad, que la abraza y la acepta aun mostrándonos todos sus defectos, es un grito al aire de liberación, una llamada a lo que nos hace ser quienes somos, y el rescate del crecimiento de las garras del pasado.





Además de eso, Tatiana de Rosnay no juega a tener el control sobre los personajes, deja que la historia fluya sin ser forzada: es decir, les trata como personas reales... Si uno tiene cierto pensamiento pero no tiene fuerzas para desarrollarlo, Tatiana lo deja estar para otro momento, dejando e espacio a sus propios personajes. Me maravilla la forma en la que ella misma se deja llevar por la trama.





Por supuesto que me encantó Linden, por supuesto que le amé en cada etapa de su vida y verle crecer hasta en el presente, y por supuesto que adoré al resto de personajes... A algunos menos, a  otros más, ¡como pasa en todo libro, como pasa en la vida propia! 

De hecho, el truco de De Rosnay para que haga de sus personajes algo tan realista y cercano es que les trata como si de verdad existieran, como si fueran humanos y hubiesen hablado con ella y cediesen a que ella relatase su historia. 
Se nota que no disecciona su mente: lo que hace es conversar con ella, conocer con ella, tomarse su tiempo, descubrir con ella y entenderla en el proceso de escritura. Y eso es algo magnífico.

"He feels as if he is caught in a unknown time warp, in foreign territory, dealing with fears and emotions that dwarf him. He can't look ahead, it frightens him so. Instead, he deals with the here and now."

Aunque Linden goza de un muy buen trabajado protagonismo (SU RELACIÓN CON SACHA, OMG, MARAVILLOSA!!!!!), todos los personajes tienen gran importancia, gran rol y gran homenaje en sus palabras en el libro, siendo así un abanico amplio, diferente, colorido... La razón de que acabemos la lectura llevándonos una mano en el pecho por ellos es porque De Rosnay acoge sus vivencias, sus memorias y sus problemas y se enfoca mucho en hacerlos evolucionar, en explicarlos al detalle sin temer que su novela apenas tenga acción. 


"How could he possibly describe accurately that to him, photographing was like adquiring experience? He had no wish to sound pedantic. He had no lessons to give. He never wanted to preach through his work, just as he didn't like his subjets to pose stiffly. It was too intimate and knotty a conviction for him to share aout loud. Once, he had tried to explain to a French journalist writing a portrait of him for a magazine that the act of photographing was using a language understood all over the world, and it seemed deceptively easy, describing it as much. (...) It was easier to say that even when he did not have a camera in his hands, he was mentally photographing everything he saw; that every time he had seen beauty or tragedy, he had wanted to immortalize it, in his own way, with his own vision."



En efecto, son tan absorbentes estos personajes, sus pensamientos, sus sentimientos y sus comportamientos que el torbellino no está en los acontecimientos sino en saber cada vez más de ellos.




El resultado es igual de demoledor que su desarrollo: un completo estudio de los personajes, una profundización tan buena de ellos que su imagen claramente nos es real y tangible.







Además de eso, estos personajes tienen puntos muy importantes en sus vidas, que les han hecho cambiar bruscamente y en los cuales les ha costado encontrarse de nuevo, pero De Rosnay hace muy bien una cosa... Estos problemas no los menciona al principio. 



Casi parece que somos nosotros mismos los que estamos conociendo en carne y hueso a esta familia, y poco a poco sabemos más de ellos, de cosas más ligeras a otras mucho más duras y mejor guardadas. 

Nos cuesta entender a los personajes, porque en el fondo al inicio no sabemos nada de ellos, son ellos los que se abren poco a poco, con timidez, a nosotros, los que nos muestran su interior y lo que les perturba, lo que les hizo cambiar, lo que les hace ser quienes son. 




Aun así, Tatiana de Rosay también pone mucha atención en los datos de los personajes que parecen más nimios (dónde vivieron, quiénes eran sus amigos, en qué trabajan, cuales fueron sus palabras con otro personaje de un tema que parece no tener relevancia)... Hasta que nos encontramos con que incluso estos datos que en primera instancia parecen ser tan insignificantes tienen un poder vital en la formación de la personalidad y del ser presente, y por ello recomiendo poner máxima atención en cada palabra del libro... 


Puede en ocasiones resultar aburrido (lo que piensa un personaje de la fachada de un edificio, a qué restaurante va a comer, por qué calles pasa para ir a él), pero en su conjunto es un grito de liberación POR COMPLETO del ser, es decir, no nos muestra solo los puntos más reconocidos, las cosas más destacables, sino que los personajes están ante nosotros en carne y hueso, en su totalidad, en aspectos graves y otros más despreocupados.






El estilo de escritura de De Rosnay es sencillamente arrebatador... Y también admito que me costó hacerme con su lenguaje. Pero una vez entendida su forma de narrar, que destaca mucho, como se observará, con lo normal en la literatura, te encuentras prendado de sus palabras, sin habla.



Tatiana de Rosnay escribe con mucha naturalidad, y aun así claramente deja su huella única en las palabras: la selección de ellas no abusa de ornamentos, sus descripciones no se alargan innecesariamente, y su visión de lo que debe tener un diálogo es hacer concisa y muy marcada la intensidad de los pensamientos en ellos. 

De hecho, me ha sorprendido porque sabe dar voz a los diálogos en su narración, no en voz directa de los personajes. Cuando más ganan sus conversaciones es cuando De Rosnay las explica sin poner los signos del diálogo, cuando las hace otra forma de narrativa.



Tiene una prosa sencilla, conciliadora, dulce y precisa, lo que la permite moverse con elegancia y gracilidad artística por la mente de cada uno de los personajes, abriendo con cuidado sus pasados hasta que poco a poco, en progresión cada vez más tensa, cada vez más envolvente, nos encontramos con un perfil completo de los protagonistas.



Además del detalle con el que nos presenta a sus personajes, De Rosnay pone extremo cuidado y un profundo amor en describir cada uno de los lugares del lugar en el que pasó parte de su vida, con luces y colores y emoción, y no podemos nada más que sentirnos atrapados a esos lugares, a los personajes, a la narrativa, a la prosa, a lo que acontece en esos momentos escritos y el pasado gobierna dicho presente... Un relato contemporáneo en su esplendor, precioso y tierno, hipnótico y lleno de pasión, que nos arrastrará con su páginas a ningún punto en concreto, y, así mismo, nos descubriremos andando por muchos caminos, acabados y a continuar, que incuestionablemente nos harán movernos de forma distinta por el nuestro propio.

Un libro, en definitiva, dulcemente catastrófico, tiernamente humano, que va de la mano con el pasado y hace chocar los recuerdos, los conflictos y los temores más reservados en una situación límite que envuelve a nuestros entrañables personajes. 


Es así un libro de olvido, de perdón, de búsqueda de uno mismo, de firme afirmación de la identidad, de recogida de pasados y abrazos al presente, de amor, de redención, de amistad, de pérdida, de ganar, de ceder, de dar, de recibir... De vivir, de no temer al pasado y verlo como quien somos, de enfrentarse al presente, de labrar el futuro, de en ocasiones dejarse llevar y en otras aferrarse a lo que de verdad importa.

Un libro delicado, arrullador, ligero, ameno... Y a su vez fuerte, intenso, angustioso, desgarrador...

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 5/5

♫ Acción: 2/5

♫ Trama: 4/5

♫ Originalidad: 3.75/5

♫ Desenlace: 4/5

♫ Pluma: 5/5


VALORACIÓN PERSONAL:  9/10