Título: Dragon Keeper (The Rain Wild Chronicles #1)
Autor: Robin Hobb
Editorial: Harper Voyager
Canción Identificada: Path of the Fossils-Day 1 (Ludovico Einaudi)
Sinopsis:
Too much time has passed since the powerful dragon Tintaglia helped the people of the Trader cities stave off an invasion of their enemies. The Traders have forgotten their promises, weary of the labor and expense of tending earthbound dragons who were hatched weak and deformed by a river turned toxic. If neglected, the creatures will rampage--or die--so it is decreed that they must move farther upriver toward Kelsingra, the mythical homeland whose location is locked deep within the dragons' uncertain ancestral memories.
Thymara, an unschooled forest girl, and Alise, wife of an unloving and wealthy Trader, are among the disparate group entrusted with escorting the dragons to their new home. And on an extraordinary odyssey with no promise of return, many lessons will be learned--as dragons and tenders alike experience hardships, betrayals . . . and joys beyond their wildest imaginings.
Opinión:
La brevedad con las reseñas nunca ha sido mi fuerte, y tener que reseñar un libro de mi adorada Robin Hobb prueba ser aún más difícil de esencializar. Puesto que estos libros me llegan al corazón, me absorben en la fantasía y dan rienda suelta a mi imaginación, la idea de tener que resumirlo, opinar sobre él, en pocas palabras se me antoja como un imposible que, no obstante, nuevamente vuelvo a tratar de lograr.
Así pues, doy comienzo y bienvenida a otro libro más de mi autora favorita, Robin Hobb, que como no puede ser de otra manera vuelve as dejarme embelesada, maravillada, por todo lo que sus libros contienen, y todo lo que aún me queda por descubrir de un fantástico mundo.
Fuera de la historia de FitzChivalry, esta tetralogía está narrada desde un punto de vista en tercera persona del pasado, alternando las voces de distintos personajes a lo largo de la trama, intercalando sus historias hasta que, en un momento, acaban por encontrarse.
Además de eso, la historia tiene como foco de atención el mítico universo de los dragones, y Robin Hobb no puede hacer más que arremangarse, crujirse los dedos, y escribir sobre los dragones desde una perspectiva que nunca antes había sido tratada... acercándonos, a su vez, a ese enigma tan apetecible sobre los Elderlings que a mí, desde luego, me dejó asombrada cuando supe de ellos.
La historia de Dragon Keeper comienza allá donde terminó la de Ship of Destiny, de la trilogía The Liveship Traders, justo después de que el dragón Tintaglia salve a Bingtown de una invasión, resultado en hacer de guía a las serpientes marinas hasta el río Rain Wild, donde forman un capullo y se convierten en dragones.
No obstante, su vejez hace surgir a unos dragones física y mentalmente disminuidos con respecto a los anteriores, incapaces de volar y, por ello, dependiendo de cuidadores para que los alimenten.
Acarreando un problema para los habitantes de las Rain Wilds, la única solución que parece tangible es llevar a estos escasos dragones a Kelsingra, una legendaria (y puede que inexistente) ciudad de los Elderlings que podrá administrarles el ideal que tanto ansían.
Para ello, los habitantes de las Rain Wilds contratan, entre las personas más prescindibles y rechazas socialmente (ya que sus vidas peligrarán en esta ardua tarea), a guardianes para los dragones, una partida a la que se une Thymara, una joven vivaz de las Rain Wilds que ha tenido problemas desde su nacimiento debido a su apariencia física, considerada deforme, que estuvo a punto de llevarla al abandono al nacer.
Despreciada y marginada socialmente, Thymara ve como una oportunidad de probarse a sí misma ofrecerse como voluntaria para esta misión puede que sin retorno, acompañada de su inseparable amigo Tats, también separado del resto de la gente debido a su pasado.
Otra historia paralela a ésta presenta a Alise Finbok, una mujer joven de Bingtown a la que le ofrece matrimonio un encantador e importante comerciante de la ciudad, prometiéndole éste que la llevará a ver a los dragones próximamente.
Alise Finbok, obsesionada con estas criaturas, acepta a formar parte de este matrimonio por conveniencia, diciéndose a sí misma que este súbito enlace con el comerciante acabará formando una historia de fidelidad y amor tal y como su soñadora imaginación le permite imaginarse.
“Even the homeliest girl secretly dreams that a man might fall in love with her inner spirit.”
No obstante, su decepción es inmensa cuando, a lo largo de los años, comprueba ser un objeto con la única función de generar descendencia a su marido y así satisfacer al padre de éste, sin apenas tener contacto con Hest, su esposo, y atrapada en un matrimonio que, aunque la apoya económicamente con sus estudios, la apresa en soledad y la separa de sus deseos de visitar las Rain Wilds.
Tras años transcurridos, y cada vez sintiéndose más encerrada en este matrimonio, Alise decide plantar cara a su manipulador marido y embarcarse en un viaje que supondrá un giro total en su vida.
Acompañada por el secretario de su marido, Sedric Meldar, un antiguo amigo de la infancia de Alise que la oculta una verdad que podría cambiar por completo su relación, Alise se adentra en una aventura descabellada, intensa y llena de impensables, donde cada día que pasa es una oportunidad para aprender, para descubrir, y para hacerse oír en un mundo que, aunque demasiado grande, poco a poco demuestra ofrecer a cada personaje una historia inolvidable.
Cuesta habituarse al ritmo lento de la obra, claro está, si es de los primeros libros que uno se lee de Robin Hobb.
Por eso yo recomiendo ir en el orden cronológico de la historia, que comienza con frenesí y luego, en esta tetralogía, hace de las mayores contemplaciones del desarrollo personal de los personajes de, a mi parecer, todos sus libros.
No he podido estar más contenta.
Realmente, Robin Hobb tiene un talento inaudito para hilar una historia de engaños, de magia, de secretos y de relaciones interpersonales con unos personajes que no cesan de tener evoluciones llenas de problemática, de crecimiento personal y de búsqueda de sentido en sus vidas, todo ello con una historia de dragones, de míticos seres heterogéneos, de barcos con alma propia, de capitanes poderosos, de guardianes cambiantes a seres longevos, malintencionados tripulantes y amistades que penden de un agostado hilo, que incluso presenta, maravillosamente, el punto tan complejo de vista de una dragona soberbia y digna, uno de los personajes más grandiosamente inhumanos de toda la historia, que a mí sencillamente me pareció fascinante.
“Look at her. The sun soaks right int her and shines back out of her. She’s magnificent.”
El ritmo de la historia, es, como he comentado, lento, la exposición de los problemas tarda en presentarse el libro entero y la aventura comienza cuando no deben quedar más de ciento cincuenta páginas para terminar el libro.
Sin embargo, voy a ser sincera, ¡es eso lo que muchos pedimos de estos libros, y es eso lo que casi todos queremos que siga haciendo esta escritora!
Los problemas no son unos determinados que aparezcan al inicio y se vayan solucionando a lo largo de la trama, sino que los problemas van surgiendo, apareciendo, a lo largo d e a historia, algunos arreglándose y otros haciéndose más grandes, más gordos.
Robin Hobb claramente decide mostrarnos unos conflictos que no vienen dados por los problemas en sí, sino lo que hacemos con ellos, los errores que cometemos y los defectos a los que, más adelante, tenemos que plantar cara.
No es la primera vez que explico que uno de los milagros tan, tan sagrados de esta escritora es, precisamente, mostrar a los personajes como humanos perdidos, seres defectuosos, errores que tratan de entenderse, y que aprenden de sus caídas y buscan comprenderse para poder afrontrar sus equivocaciones.
Son personajes, en este aspecto, muy reales, están plagados de miedos, de cercanías, y de ideas muy desarrolladas y psicológicamente perfiladas.
Como personaje que más me dejó un tanto indiferente, está Thymara, que de hecho en ocasiones mi irritó de lo abierta que era con las cosas, de lo, en fin, de lo joven que era y de lo poco que controlaba sus emociones.
Era impulsiva, rápida tomando decisiones y poco reflexiva, y se me hizo extraño leer a un personaje que apenas sopesaba sus actos y seguía actuando pese a confundirse más con cada cosa que hacía.
Por otro lado, muestra lo aturdido que está uno con esa edad, y una relación que en este libro me gustó mucho fue la suya con Tats, me pareció tierna y fuerte pese a todo lo que comenzaba a entorpecerla.
“He wants to be the leader of the dragon keepers, so he just asks as if he is. And hopes everyone will fall into line. It's so infuriating that some of them do. The truth is no one was put in charge among us. We're all free to do our own jobs. But Greft is very good at causing discord among those who refuse to concede to him. Like Tats and Me. Usually Tats and I get along very well. Then Greft came along and he just seems to enjoy making trouble and maniupating people. Sometimes it seems if he can't force us to do what he wants he focuses on making us as miserable as possible.”
Por otro lado, mis personajes más queridos han sido Alise y Sedric.
Alise ha sido un personaje particularmente único, pues no es la tan aplaudida mujer de la literatura que es fuerte y está llena de coraje, que es independiente y no teme a nada, sino que comienza a ser muy vulnerable y a partir de sus heridas aprende a vivir según como ella siempre ha querido hacerlo.
Alise es precavida, tímida e introvertida, su fascinación por el mundo de los dragones la volvía apasionada hacia las cosas (algo esencial en alguien), y aún así se sentía muy perdida, muy sola y muy hundida, engañada y manipulada a su antojo, huyendo de algo que la ha apresado durante años y a lo que, trágicamente, ha de volver si quiere tener futuro.
Se vale por ella misma, eso sin duda, pero es muy consciente de los problemas sociales a los que se enfrenta si opta por no regresar a su matrimonio, y eso la vuelve sensata, responsable, prudente y muy cuidadosa, pero ante todo lo que más me ha gustado de ella es la forma que tiene de despertar de todas estas normativas sociales y buscar su propio camino, salir de esa jaula en la que tanto tiempo ha estado y vivir la aventura que tanto tiempo ha soñado con poder tener.
Ha progresado mucho a lo largo de esta lectura, ha sacado fortaleza del sentimiento y se ha convertido en alguien decidido y mucho más tenaz, sin perder esa serenidad con la que siempre gana las batallas.
“That is true. I could not prevent what was done to me, nor can I change what people made of me. But I know what I am and have decided to continue being what I am.”
Sedric ha sido, por otro lado, el personaje más evolutivo de todo el libro.
Su evolución ha sido de las cosas más trabajadas de estos libros, de hecho, tiene un comienzo y estoy deseosa de ver su final, ha pegado todo un cambio y no ha dejado de cambiar desde el minuto cero.
“Some memories are best left undisturbed. Sometimes, if you forget something, it's because it's better forgotten.”
Sedric es decoroso y elegante, pudoroso y recatado, en ocasiones irritantemente casto.
Es prudente, silencioso, precavido y discreto, y estas reservas durante años lo han encarcelado en una situación poco respetable, que lo ha llevado a la sumisión y al miedo, y, finalmente, a la desesperación.
Ha estado años atrapado, como Alise, bajo el poder y el control de Hest Finbok, asumiendo una posición inferior y tratando de agradar a esta persona en todo momento.
Tiene pánico hacia las personas al no saber manejarse con ellas, tiene unas terribles inseguridades, es introvertido y está muy dañado, y es, con diferencia, de todos los personajes de todos los libros de Robin Hobb (y me atrevería a decir que de todos los personajes que me he leído) el que más se equivoca, el que más mete la pata y el que más toma decisiones que no debería haber tomado.
Valoro mucho a Sedric, no puedo hacer otra cosa: ha cometido errores imperdonables, pero no cesa de intentar superarse y de enmendar lo que ha ocasionado, tiene tanto miedo al mundo de fuera que no sabe moverse bien por él, ha sido un personaje que ha ido cambiando, aprendiendo a no depender y aprendiendo a valorar de una forma distinta, sin poner precio, a lo que hay a su alrededor.
Merece la pena seguir los pasos de Sedric atentamente, es uno de los personajes más complejos y más desarrollados de toda la literatura fantástica.
En cuanto al final, debo decir que me pareció un tanto brusco, acababa de manera abrupta y ni siquiera había llegado a empezar la conclusión que merecía, pero eso se debe a que, por lo visto, Robin Hobb tenía intención de hacer solo un libro, y claro, como suele pasar con escritores de fantasía, al final la idea se les va de las manos y forman algo tan grande que necesitan más páginas, así teniendo que acabar de manera inminente y sin apenas poder abrir la boca para introducir una conclusión más épica.
Aun así, acaba de manera bastante intrigante, debido a este final de sopetón tuve unas ganas tan tremendas de seguir leyendo que fue subir corriendo a mi cuarto y coger el segundo (conociendo mediante sus libros como lo hago a Robin Hobb, me he comprado la tetralogía del tirón a ciegas, sabiendo que me iba a encantar, como lo ha hecho).
El final, para que tenga sentido, es verdad que necesita a su continuación, Dragon Haven, pero por supuesto esto hizo que nada más acabar el primero me leyese el segundo, de un tirón, sumergiéndome en un mundo donde cada minuto es una oportunidad para descubrirte a ti mismo y plantar cara a los problemas.
Autor: Robin Hobb
Editorial: Harper Voyager
Canción Identificada: Path of the Fossils-Day 1 (Ludovico Einaudi)
Sinopsis:
Too much time has passed since the powerful dragon Tintaglia helped the people of the Trader cities stave off an invasion of their enemies. The Traders have forgotten their promises, weary of the labor and expense of tending earthbound dragons who were hatched weak and deformed by a river turned toxic. If neglected, the creatures will rampage--or die--so it is decreed that they must move farther upriver toward Kelsingra, the mythical homeland whose location is locked deep within the dragons' uncertain ancestral memories.
Thymara, an unschooled forest girl, and Alise, wife of an unloving and wealthy Trader, are among the disparate group entrusted with escorting the dragons to their new home. And on an extraordinary odyssey with no promise of return, many lessons will be learned--as dragons and tenders alike experience hardships, betrayals . . . and joys beyond their wildest imaginings.
Opinión:
La brevedad con las reseñas nunca ha sido mi fuerte, y tener que reseñar un libro de mi adorada Robin Hobb prueba ser aún más difícil de esencializar. Puesto que estos libros me llegan al corazón, me absorben en la fantasía y dan rienda suelta a mi imaginación, la idea de tener que resumirlo, opinar sobre él, en pocas palabras se me antoja como un imposible que, no obstante, nuevamente vuelvo a tratar de lograr.
Así pues, doy comienzo y bienvenida a otro libro más de mi autora favorita, Robin Hobb, que como no puede ser de otra manera vuelve as dejarme embelesada, maravillada, por todo lo que sus libros contienen, y todo lo que aún me queda por descubrir de un fantástico mundo.
Fuera de la historia de FitzChivalry, esta tetralogía está narrada desde un punto de vista en tercera persona del pasado, alternando las voces de distintos personajes a lo largo de la trama, intercalando sus historias hasta que, en un momento, acaban por encontrarse.
Además de eso, la historia tiene como foco de atención el mítico universo de los dragones, y Robin Hobb no puede hacer más que arremangarse, crujirse los dedos, y escribir sobre los dragones desde una perspectiva que nunca antes había sido tratada... acercándonos, a su vez, a ese enigma tan apetecible sobre los Elderlings que a mí, desde luego, me dejó asombrada cuando supe de ellos.
La historia de Dragon Keeper comienza allá donde terminó la de Ship of Destiny, de la trilogía The Liveship Traders, justo después de que el dragón Tintaglia salve a Bingtown de una invasión, resultado en hacer de guía a las serpientes marinas hasta el río Rain Wild, donde forman un capullo y se convierten en dragones.
No obstante, su vejez hace surgir a unos dragones física y mentalmente disminuidos con respecto a los anteriores, incapaces de volar y, por ello, dependiendo de cuidadores para que los alimenten.
Acarreando un problema para los habitantes de las Rain Wilds, la única solución que parece tangible es llevar a estos escasos dragones a Kelsingra, una legendaria (y puede que inexistente) ciudad de los Elderlings que podrá administrarles el ideal que tanto ansían.
Para ello, los habitantes de las Rain Wilds contratan, entre las personas más prescindibles y rechazas socialmente (ya que sus vidas peligrarán en esta ardua tarea), a guardianes para los dragones, una partida a la que se une Thymara, una joven vivaz de las Rain Wilds que ha tenido problemas desde su nacimiento debido a su apariencia física, considerada deforme, que estuvo a punto de llevarla al abandono al nacer.
Despreciada y marginada socialmente, Thymara ve como una oportunidad de probarse a sí misma ofrecerse como voluntaria para esta misión puede que sin retorno, acompañada de su inseparable amigo Tats, también separado del resto de la gente debido a su pasado.
Otra historia paralela a ésta presenta a Alise Finbok, una mujer joven de Bingtown a la que le ofrece matrimonio un encantador e importante comerciante de la ciudad, prometiéndole éste que la llevará a ver a los dragones próximamente.
Alise Finbok, obsesionada con estas criaturas, acepta a formar parte de este matrimonio por conveniencia, diciéndose a sí misma que este súbito enlace con el comerciante acabará formando una historia de fidelidad y amor tal y como su soñadora imaginación le permite imaginarse.
“Even the homeliest girl secretly dreams that a man might fall in love with her inner spirit.”
No obstante, su decepción es inmensa cuando, a lo largo de los años, comprueba ser un objeto con la única función de generar descendencia a su marido y así satisfacer al padre de éste, sin apenas tener contacto con Hest, su esposo, y atrapada en un matrimonio que, aunque la apoya económicamente con sus estudios, la apresa en soledad y la separa de sus deseos de visitar las Rain Wilds.
Tras años transcurridos, y cada vez sintiéndose más encerrada en este matrimonio, Alise decide plantar cara a su manipulador marido y embarcarse en un viaje que supondrá un giro total en su vida.
Acompañada por el secretario de su marido, Sedric Meldar, un antiguo amigo de la infancia de Alise que la oculta una verdad que podría cambiar por completo su relación, Alise se adentra en una aventura descabellada, intensa y llena de impensables, donde cada día que pasa es una oportunidad para aprender, para descubrir, y para hacerse oír en un mundo que, aunque demasiado grande, poco a poco demuestra ofrecer a cada personaje una historia inolvidable.
Cuesta habituarse al ritmo lento de la obra, claro está, si es de los primeros libros que uno se lee de Robin Hobb.
Por eso yo recomiendo ir en el orden cronológico de la historia, que comienza con frenesí y luego, en esta tetralogía, hace de las mayores contemplaciones del desarrollo personal de los personajes de, a mi parecer, todos sus libros.
No he podido estar más contenta.
Realmente, Robin Hobb tiene un talento inaudito para hilar una historia de engaños, de magia, de secretos y de relaciones interpersonales con unos personajes que no cesan de tener evoluciones llenas de problemática, de crecimiento personal y de búsqueda de sentido en sus vidas, todo ello con una historia de dragones, de míticos seres heterogéneos, de barcos con alma propia, de capitanes poderosos, de guardianes cambiantes a seres longevos, malintencionados tripulantes y amistades que penden de un agostado hilo, que incluso presenta, maravillosamente, el punto tan complejo de vista de una dragona soberbia y digna, uno de los personajes más grandiosamente inhumanos de toda la historia, que a mí sencillamente me pareció fascinante.
“Look at her. The sun soaks right int her and shines back out of her. She’s magnificent.”
El ritmo de la historia, es, como he comentado, lento, la exposición de los problemas tarda en presentarse el libro entero y la aventura comienza cuando no deben quedar más de ciento cincuenta páginas para terminar el libro.
Sin embargo, voy a ser sincera, ¡es eso lo que muchos pedimos de estos libros, y es eso lo que casi todos queremos que siga haciendo esta escritora!
Los problemas no son unos determinados que aparezcan al inicio y se vayan solucionando a lo largo de la trama, sino que los problemas van surgiendo, apareciendo, a lo largo d e a historia, algunos arreglándose y otros haciéndose más grandes, más gordos.
Robin Hobb claramente decide mostrarnos unos conflictos que no vienen dados por los problemas en sí, sino lo que hacemos con ellos, los errores que cometemos y los defectos a los que, más adelante, tenemos que plantar cara.
No es la primera vez que explico que uno de los milagros tan, tan sagrados de esta escritora es, precisamente, mostrar a los personajes como humanos perdidos, seres defectuosos, errores que tratan de entenderse, y que aprenden de sus caídas y buscan comprenderse para poder afrontrar sus equivocaciones.
Son personajes, en este aspecto, muy reales, están plagados de miedos, de cercanías, y de ideas muy desarrolladas y psicológicamente perfiladas.
Como personaje que más me dejó un tanto indiferente, está Thymara, que de hecho en ocasiones mi irritó de lo abierta que era con las cosas, de lo, en fin, de lo joven que era y de lo poco que controlaba sus emociones.
Era impulsiva, rápida tomando decisiones y poco reflexiva, y se me hizo extraño leer a un personaje que apenas sopesaba sus actos y seguía actuando pese a confundirse más con cada cosa que hacía.
Por otro lado, muestra lo aturdido que está uno con esa edad, y una relación que en este libro me gustó mucho fue la suya con Tats, me pareció tierna y fuerte pese a todo lo que comenzaba a entorpecerla.
“He wants to be the leader of the dragon keepers, so he just asks as if he is. And hopes everyone will fall into line. It's so infuriating that some of them do. The truth is no one was put in charge among us. We're all free to do our own jobs. But Greft is very good at causing discord among those who refuse to concede to him. Like Tats and Me. Usually Tats and I get along very well. Then Greft came along and he just seems to enjoy making trouble and maniupating people. Sometimes it seems if he can't force us to do what he wants he focuses on making us as miserable as possible.”
Por otro lado, mis personajes más queridos han sido Alise y Sedric.
Alise ha sido un personaje particularmente único, pues no es la tan aplaudida mujer de la literatura que es fuerte y está llena de coraje, que es independiente y no teme a nada, sino que comienza a ser muy vulnerable y a partir de sus heridas aprende a vivir según como ella siempre ha querido hacerlo.
Alise es precavida, tímida e introvertida, su fascinación por el mundo de los dragones la volvía apasionada hacia las cosas (algo esencial en alguien), y aún así se sentía muy perdida, muy sola y muy hundida, engañada y manipulada a su antojo, huyendo de algo que la ha apresado durante años y a lo que, trágicamente, ha de volver si quiere tener futuro.
Se vale por ella misma, eso sin duda, pero es muy consciente de los problemas sociales a los que se enfrenta si opta por no regresar a su matrimonio, y eso la vuelve sensata, responsable, prudente y muy cuidadosa, pero ante todo lo que más me ha gustado de ella es la forma que tiene de despertar de todas estas normativas sociales y buscar su propio camino, salir de esa jaula en la que tanto tiempo ha estado y vivir la aventura que tanto tiempo ha soñado con poder tener.
Ha progresado mucho a lo largo de esta lectura, ha sacado fortaleza del sentimiento y se ha convertido en alguien decidido y mucho más tenaz, sin perder esa serenidad con la que siempre gana las batallas.
“That is true. I could not prevent what was done to me, nor can I change what people made of me. But I know what I am and have decided to continue being what I am.”
Sedric ha sido, por otro lado, el personaje más evolutivo de todo el libro.
Su evolución ha sido de las cosas más trabajadas de estos libros, de hecho, tiene un comienzo y estoy deseosa de ver su final, ha pegado todo un cambio y no ha dejado de cambiar desde el minuto cero.
“Some memories are best left undisturbed. Sometimes, if you forget something, it's because it's better forgotten.”
Sedric es decoroso y elegante, pudoroso y recatado, en ocasiones irritantemente casto.
Es prudente, silencioso, precavido y discreto, y estas reservas durante años lo han encarcelado en una situación poco respetable, que lo ha llevado a la sumisión y al miedo, y, finalmente, a la desesperación.
Ha estado años atrapado, como Alise, bajo el poder y el control de Hest Finbok, asumiendo una posición inferior y tratando de agradar a esta persona en todo momento.
Tiene pánico hacia las personas al no saber manejarse con ellas, tiene unas terribles inseguridades, es introvertido y está muy dañado, y es, con diferencia, de todos los personajes de todos los libros de Robin Hobb (y me atrevería a decir que de todos los personajes que me he leído) el que más se equivoca, el que más mete la pata y el que más toma decisiones que no debería haber tomado.
Valoro mucho a Sedric, no puedo hacer otra cosa: ha cometido errores imperdonables, pero no cesa de intentar superarse y de enmendar lo que ha ocasionado, tiene tanto miedo al mundo de fuera que no sabe moverse bien por él, ha sido un personaje que ha ido cambiando, aprendiendo a no depender y aprendiendo a valorar de una forma distinta, sin poner precio, a lo que hay a su alrededor.
Merece la pena seguir los pasos de Sedric atentamente, es uno de los personajes más complejos y más desarrollados de toda la literatura fantástica.
En cuanto al final, debo decir que me pareció un tanto brusco, acababa de manera abrupta y ni siquiera había llegado a empezar la conclusión que merecía, pero eso se debe a que, por lo visto, Robin Hobb tenía intención de hacer solo un libro, y claro, como suele pasar con escritores de fantasía, al final la idea se les va de las manos y forman algo tan grande que necesitan más páginas, así teniendo que acabar de manera inminente y sin apenas poder abrir la boca para introducir una conclusión más épica.
Aun así, acaba de manera bastante intrigante, debido a este final de sopetón tuve unas ganas tan tremendas de seguir leyendo que fue subir corriendo a mi cuarto y coger el segundo (conociendo mediante sus libros como lo hago a Robin Hobb, me he comprado la tetralogía del tirón a ciegas, sabiendo que me iba a encantar, como lo ha hecho).
El final, para que tenga sentido, es verdad que necesita a su continuación, Dragon Haven, pero por supuesto esto hizo que nada más acabar el primero me leyese el segundo, de un tirón, sumergiéndome en un mundo donde cada minuto es una oportunidad para descubrirte a ti mismo y plantar cara a los problemas.
Sinceramente, de todos los primeros libros de cada saga que ha escrito Robin Hobb, creo que éste ha sido el más completo, el más intenso y el más evolutivo de todos ellos.
Me ha dejado sin palabras.
Me ha dejado sin palabras.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 5/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 5/5
♫ Desenlace: 3.5/5
♫ Pluma: 6/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9.5/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 9.5/10
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