Autor: Lev Grossman
Editorial: B de Bolsillo
Canción Identificada: The Death of Me (Asking Alexandria)
Sinopsis:
En El bosque mágico, Lev Grossman transita el terreno de la fantasía para seducir a la legión de lectores que han crecido leyendo Harry Potter. No en vano, la novela ha estado en las listas de más vendidos del New York Times y Amazon, y ha sido elogiada por autores de la talla de George R. R. Martin.
Quentin y Julia son dos de los cuatro reyes de Fillory, un reino de fantasía perfecto. Pero, de repente, se hallan de vuelta en el deprimente mundo de Massachussetts de donde proceden. Su queste ha fracasado. ¿Lograrán regresar al país de sus sueños?
Opinión:
El primer libro de esta trilogía, aunque no me convenció mucho, sí me pareció incuestionablemente curioso, con un toque nuevo a la fantasía al que no estaba acostumbrada, más urbano y al mismo tiempo más "narniano".
Como bien dicen todas las reseñas, si has crecido junto a los libros de Narnia, este libro te llegará al alma... al mismo tiempo que te destruye la infancia.
Porque Fillory, damas y señores, no es como Narnia, como hemos podido atisbar en la primera entrega de esta saga, en especial en su final.
Ese final prometía grandes cosas, razón por la que me compré el segundo libro, pero para mi gusto la saga no ha logrado mejorar mucho... no es que sea una saga mala, ni mucho menos, pero tenía la sensación de que cada cosa podía haberse explicado mejor y se podría haber desarrollado y sacado más provecho a ella.
No se sabe muy bien cuál es el objetivo de cada personaje de la novela, y esto resulta un poco descolocante.
“That was the thing about the world: it wasn't that things were harder than you thought they were going to be, it was that they were hard in ways that you didn't expect.”
Empecemos por el principio. Tras ese final, nos encontramos en un libro completamente distinto.
Los toques que pudiesen traer recuerdos de Hogwarts (sólo que un Hogwarts bastante más adulto) han sido prácticamente anulados, sustituidos por un fresco giro nuevo a la trama, en el que nos encontramos en Fillory.
Y esto es algo que me ha entusiasmado mucho, pues tal y como no se ha dejado de hablar este lugar parecía alucinante de principio a fin, tenía muchísimo lugares que explorar de él y me he alegrado de que la aventura transcurriese en este mundo.
Fillory era una versión de Narnia que juntaba al mismo tiempo seres fantásticos poco usuales en la literatura, como las dríadas, por ejemplo; y esto hacía un mundo con millones de posibilidades, un mundo poco visto que merecía la pena aventurarnos en él. Yo estaba ansiosa de hacerlo, de hecho.
Pero... resultó que gran parte de la novela volvía a desarrollarse en nuestro aburrido mundo contemporáneo.
Como bien afirma la sinopsis, Quentin y Julia, en este libro los dos protagonistas más importantes, son ahora reyes del majestuoso Fillory, el mundo de sus sueños.
Quentin, con las ideas claras y un gran liderazgo, inicia una misión para arreglar el mundo, en busca de unas llaves.
Un momento... ¿llaves? ¿Por qué unas llaves? No me malinterpretéis, está genial eso de las llaves, y en serio, la portada original es asombrosa con el dibujo del árbol y las llaves (¿¿¿no es preciosa???), peor me hubiese gustado que se explicase el por qué de las llaves, pues parece una búsqueda bastante normal por un objeto también bastante usado cuando se trata de hacer misiones de este estilo.
Algo que, sinceramente, no quedó del todo mal, pues le daba un toque más familiar a la novela, la hacía más clásica e infantilizada, cuando en verdad se trataban temas muy adultos.
“That’s what death did, it treated you like a child, like everything you had ever thought and done and cared about was just a child’s game, to be crumpled up and thrown away when it was over. It didn’t matter. Death didn’t respect you. Death thought you were bullshit, and it wanted to make sure you knew it.”
Lev Grossman crea otra misión, e incluso incorpora la nueva voz narrativa de Julia, narrando su historia (una de las partes más insoportables, a mi parecer, aunque iba muy bien acompasada con el punto de vista de Quentin y esto hacía que para mí fuese más ameno a la hora de leerlo).
Lo que más me ha gustado, sin lugar a dudas, eran los mundos creados y el sistema de magia de Lev Grossman.
Fillory era un mundo sensacional, lleno de miles lugares recónditos en los que habían millones de secretos, y el sistema de la magia era sensacional.
Siempre nos daba un dato nuevo, hasta crear un mundo que tenía otra física y otra forma de conectar los elementos. Qué demonios, incluso la tierra de allí era plana, y poseía una segunda cara oscura y desconocida (que me hubiese gustado que se explorase o que al menos se hablase de ella más).
Quentin gobierna en este mundo tan alucinante con sus amigos, y ya están todos habituados a él, lo que hace que los lectores se sientan más cómodos con esta lectura tan distinta al anterior libro.
Y todo marchaba sobre ruedas, hasta que Quentin y Julia regresan por un error de nuevo a su mundo, a la Tierra, y tratarán de buscar un camino de vuelta a su hogar.
Por otro lado, creo que habría quedado mejor si mientras Quentin y Julia hablaban tratando de volver a Fillory también hubiesen voces narrativas en este mundo, Fillory, narrando lo ocurrido durante su ausencia.
El problema estaba con que Lev Grossman juega con la diferencia de tiempos de un mundo a otro, peor creo que el escritor podría habérselas arreglado de alguna forma, me ha parecido que hubiese quedado genial con más voces y distintos puntos de vista.
Porque, como tal, no es que Julia fuese un "punto de vista". Apenas hablaba en el presente, y me ha parecido un personaje plano e insufrible, y lo peor de todo era que en este libro estaba como extremada importancia cuando no hacía absolutamente nada salvo lamentarse y mirar a Quentin con el ceño fruncido.
“Everything will be all right, She seemed to say, and whatever is not, we will mourn.”
En casi todas las conversaciones que ambos mantienen Julia le echa la culpa a Quentin de sus desgracias. A ver, mujer, no es su culpa para nada...
Además, sus problemas tampoco me parecían tan graves como para que hubiese actuado como lo ha hecho.
Julia es la imagen de un personaje roto y oscuro que sin embrago no tenía mucho fundamento para ser así. No la admitieron en una escuela de magia... bueno, ¿y qué? De verdad, me parecía que no tenía sentido, y además lo pagaba con Quentin, cuando el pobre ya tiene suficiente con sus propios problemas.
En especial no me ha gustado cómo era Julia a lo largo de la novela, pues no tenía personalidad, a veces era maja, otras veces era una arpía, pero siempre era un personaje hueco, totalmente plano, y no entendía para nada por qué era como era, y en serio, tengo la sensación de que incluso Poppy, un nuevo personaje femenino, estaba mejor hecha.
Y el final... qué me estás contando. No tenía ningún sentido, todo ocurría muy deprisa y apenas tenía que ver con todo el desarrollo de la trama, era muy extraño, y en especial he odiado la importancia que tiene Julia en todo esto.
Julia no se merecía esa importancia, el autor parecía estar cargándola de valor pero no le salía, porque era un personaje malo y muy plano que espero que no salga con tanta frecuencia en el tercer y último libro, o que al menos no se le de una importancia tan elevada. ¡Julia no me importaba nada, yo quería saber más de los otros personajes!
Por ejemplo, quería saber más acerca de Quentin.
Quentin me ha encantado en este libro, mucho más que en el anterior, y esto es algo que sorprendentemente hay que agradecer a Julia.
Quentin sabe que la chica está sufriendo (no la preguntes el porqué de ello que se pondrá a echarte la culpa y ha llorar y a autocompadecerse de su miseria). Y Quentin es un personaje que desde el principio de la saga se siente vacío y desorientado, hueco por dentro y sin saber qué hacer con su vida.
Él sí que es un personaje roto, y no la copia barata que le ha tratado de imitar de Julia.
Y pese a todo Quentin se fuerza a sonreír y a ser amable con la chica, la ayuda todo lo que puede y la habla con respeto, la dice que puede confiar en él y la apoya en todo momento, es tierno y simpático y anima pese a ser él el personaje más quebrado de todos... ¿y cómo se lo agradece Julia? Estas son sus palabras, abreviadamente: "Quentin era un chico que no resultaba feo pero que a Julia nunca la había atraído porque le parecía demasiado egocéntrico y metido en su mundo, mas sabía que Quentin estaba enamorado de ella y eso la gustaba". Maldita bastarda. Qué narices...
Quentin. Se. Desvive. Por. hacerla. Feliz.
¡¡¡La ayuda en todo el maldito libro!!! Y ella no se lo agradece ni una sola vez. En serio, no lo entiendo.
Ese acto de Quentin, de todas formas, decía mucho de él y a mí me ha gustado mucho, evoluciona más en este libro y que luchaba constantemente contra el vacío dentro de él.
En cuanto al resto... apenas salían, como ya he dicho, y Eliot es un personaje que me encanta junto a Janet, y me hubiese gustado saber más de la mentalidad de ambos y de sus personalidades.
“I have a hard time believing that the history of the universe is being written by a talking rabbit,” Eliot said. “Though that would explain a lot.”
La magia tampoco era un elemento que abundase, es más, apenas salía, y creo que Lev Grossman dominaba a la perfección este detalle, era de las cosas que más me gustaban de su escritura en el primer libro y que en este libro he echado en falta.
Para concluir, también me ha parecido que la historia se hacía demasiado superficial, y esto se debe a que Lev Grossman comenta todo como de pasada, no se detiene en ningún punto e incluso las batallas o momentos importasen del final estaban dichos de forma superficial, todo estaba comentado por encima.
En resumen, El bosque Mágico es un libro muy distinto a su anterior en el que hay menos caos emocional y más estructura en cuanto a la magia, y en el que se nota muchísimo que todos sus personajes han evolucionado y son mucho más maduros y sensatos.
Ahora que ya se han descubierto a sí mismos, están tratando de unificar Fillory y de asentarse, de buscar un lugar en el que estar que se asimile a sus deseos impulsados por el orgullo y el poder.
Es un libro que muestra muchas caras de una persona, con grandes toques reflexivos y con detalles muy bien logrados acerca de Fillory, con criaturas inimaginables y elementos impresionantes.
No me ha terminado de gustar su forma de escribir pues sigue siendo bastante superficial, sin detenerse en nada y de forma que ves la historia de un modo borroso, y tampoco me ha gustado nada Julia, un personaje que no tenía sentido y que era el centro de la historia sin motivo alguno, a quien se la daba demasiado protagonismo.
Quentin es un personaje que sí ha mejorado muchísimo en este libro y me ha gustado incluso más que en el anterior.
Un libro distinto al anterior, más sobrenatural y mítico, del que tengo mucha curiosidad de ver cómo continuará la historia.
PUNTUACIÓN
♫ Acción: 2.75/5
♫ Personajes: 3.25/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Desenlace: 3/5
♫ Pluma: 3/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Desenlace: 3/5
♫ Pluma: 3/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7.75/10
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