Autor: Lev Grossman
Editorial:Booklet
Canción Identificada: The Eagle Has Landed (Avatar)
Sinopsis:
Quentin Coldwater, un joven brillante pero desdichado, vive obsesionado con las novelas de fantasía de su infancia, que transcurrían en un país mágico llamado Fillory. Para su sorpresa, logra ser admitido en una muy secreta y exclusiva Universidad de Magia en Nueva York, donde recibirá una rigurosa educación sobre los arcanos de la moderna hechicería. Tras graduarse, él y sus amigos harán un descubrimiento asombroso: Fillory es real, aunque no exactamente como imaginaron en sus sueños de infancia…
Reseña:
Había oído cantidad de veces hablar de este libro, mas me lo empecé y no llegué a acabarme el primer capítulo... y no tengo ni idea de por qué.
Medio año después, misteriosamente, comencé a volverme loca con el libro a causa de un amigo, que no dejaba de describirlo como algo maravilloso, y cuanto más conocía el libro más sabía que me encantaría, así que esta vez sí que decidí a leérmelo, con unas ganas infinitas de conocer el mundo que tan milagrosamente había creado el escritor.
“Quentin was thin and tall, though he habitually hunched his shoulders in a vain attempt to brace himself against whatever blow was coming from the heavens, and which would logically hit the tall people first.”
Va a ser difícil sacar una conclusión en claro, pues es uno de los libros que me he leído que por más fases se ve influenciado, y aún no tengo muy en claro qué pensar de él.
Al principio admito que tenía algunos prejuicios, en especial porque la sinopsis sonaba a una mezcla entre Narnia y Harry Potter, pero pronto descubrí que no era así.
Pese a que tiene características de este tipo de libros, con escuelas de magia y mundos fantásticos inimaginables, el rumbo que toma la historia es mucho más atrevido y complejo, y el valor de ella se halla en otro aspecto. Por otro lado, este nivel de lectura es completamente diferente al de estos dos libros, pues es más adulta, en el sentido de que toda la historia giraba en torno a las relaciones más "sucias", más realistas y más directas de un adolesecnte, con temas como el sexo, la ambición, los celos...
Pese a que tiene características de este tipo de libros, con escuelas de magia y mundos fantásticos inimaginables, el rumbo que toma la historia es mucho más atrevido y complejo, y el valor de ella se halla en otro aspecto. Por otro lado, este nivel de lectura es completamente diferente al de estos dos libros, pues es más adulta, en el sentido de que toda la historia giraba en torno a las relaciones más "sucias", más realistas y más directas de un adolesecnte, con temas como el sexo, la ambición, los celos...
No me entendáis mal, aunque en este libro hay varias escenas de sexo, no es para nada un libro que no pueda ser leído, es más, es un libro que debe ser leído. Estas escenas estaban siempre de forma implícita, y eran algo esencial en la novela. Ahora explicaré el por qué.
Esta es una novela de más adultos, en el sentido de que nos muestra la cara oculta de la adolescencia. Los personajes son reales. El desarrollo de ellos ha sido uno de los mejores con el que me he encontrado en toda la literatura de este género.
Saca la verdadera imagen de la humanidad: la búsqueda de identidad, la soledad, el placer, y, en especial, la multitud de problemas que les acosan.
Son unos personajes reales y muy vivos, con errores y aciertos, y el escritor detalla estos errores, quiere hacernos ver que son humanos y tienen equivocaciones, y que tienen puntos negativos.
Uno no puede sentir un chispazo instantáneo hacia uno de sus personajes. Cuesta conectar con ellos, y no es de forma inmediata. Todos son muy distintos entre ellos, y cada uno percibe el mundo de una forma muy intensa, sus emociones son agresivas y dramáticas, como las de todos los adolescentes, y sus acciones impulsivas y en algunas ocasiones sin sentido.
El escritor cuida mucho este detalle: les analiza interiormente en todos los aspectos, creando unos personajes únicos, con deseos, miedos, fallos y virtudes.
Cometen muchos errores, nos retrata la vida real en su estado más doloroso: hay envidias entre ellos, traiciones, pasión, desamores, odio, amor, es un caos.
“In a way fighting was just like using magic. You said the words, and they altered the universe. By merely speaking you could create damage and pain, cause tears to fall, drive people away, make yourself feel better, make your life worse.”
Todo ello, escrito de forma profesional y delicada. Muchas de las metáforas de Lev Grossman eran tan geniales que tenía que apuntarlas, eran frescas y naturales y la novela no se hacía pesada en ninguna parte. La prosa era maravillosa y mi admiración por ella incrementaba en cada página, en especial por todo lo que me hacía sentir y reflexionar.
Para comenzar, debería empezar por un breve resumen de la historia:
La historia es narrada desde el punto de vista de Quentin (un personaje increíble), un joven que está esperando lista para entrar en las universidades, y quien de pronto se ve metido en un lugar desconocido y extraño: Brakebills, donde, si aprueba un examen, será admitido en su universidad... una universidad de magia.
Vale. Comenzamos bien. Muy bien. Sobre todo teniendo en cuenta la destreza del escritor a la hora de introducirnos con rapidez y eficacia en su mundo.
Brakebills es distinta a Hogwarts. Para empezar, es una versión más adulta, y este lugar apenas es de importancia en la historia. Aunque gran parte de la novela transcurre allí y somos capaces de ver su funcionamiento, su profesorado y sus costumbres, pronto hay un nuevo giro en la trama, y es que la historia va mucho más allá que este simple lugar, y todo lo que esconde la novela es alucinante. Costaría sacar un punto de gran valor, a escoger entre tantos... se puede decir que en cada página se encontraba un detalle nuevo y descolocante que aportaba una gran originalidad a la novela.
Para aquellos que quieran un ritmo rápido de lectura, este probablemente no sea su libro. Tiene muy poca acción, toda reservada para el final (el final... maravilloso. Imposible no mencionarlo en la reseña, pese a que tenga que ser sin spoilers y por tanto no pueda expresarme tan abiertamente como quisiera).
Lev Grossman a veces está mucho tiempo analizando la psicología de los personajes, que, aunque es uno de los puntos fuertes de la novela, en varias ocasiones puede hacerse algo pesado. Por otro lado, no hay apenas acción hasta los últimos capítulos, donde las cosas e aceleran y hay una gran explosión de emociones y contrariedades.
Es un libro con un ritmo pausado, explicativo y progresivo, aunque también es cierto que es la introducción a la trilogía, y es impresionante cómo se las ha apañado el escritor para en pocos capítulos meternos por completo en la historia. Ese es un punto a favor. Lo que suele suceder en los libros en los que el protagonista desconoce del mundo mágico, la introducción a este se alarga de manera tediosa y aburrida; pero Lev Grossman elige una forma rápida y eficaz que era impresionante. De hecho, superó mis expectativas, pues fue ágil en este aspecto, y no dejó ningún cabo suelto. Y eso tiene mucho mérito.
Por otro lado, el final quizás se me hizo muy rápido... esta es la parte que más polémica del libro me ha causado, pues me ha parecido tanto acertada como algo extraña. El ritmo del libro es pausado, sin acción, se trata de ver las relaciones de los personajes, sus debates internos, cómo es la vida dentro de los muros de su universidad de magia, etc. Y, de pronto... ¡bam! Llega el final.
Y entonces todo es acción, todo es aventura, hay muertes y revelaciones impresionantes pero apenas tenemos tiempo de asimilar todo eso antes de que otro dato se nos eche encima.
Me parecía todo muy precipitado... puede que esa fuera precisamente la intención. Juega con el lector, haciendo que de golpe su corazón de dispare en la última parte, que se le desencaje la mandíbula de la sorpresa, y de que sus ojos recorran de nuevos todas las palabras de la frase pasada tratando de saber cómo reaccionar a algo así.
También puedo aseguraros de que es una magia mucho más fresca y originalidad que cualquiera que os podáis imaginar. Juegos de manos, trucos de magia con la baraja de cartas, e incluso animales parlantes, osos que toman cerveza en las tabernas y cosas disparatadas que han sido impresionantes. Me ha parecido con el toque adecuado de China Miéville y al mismo tiempo usando nuevas destrezas y habilidades que le daban a la novela ese aire tan original.
Para empezar, tenemos los cuentos sobre Fillory, de los que tanto ha escuchado y soñado el protagonista. La mención de estos en distintas partes de la novela era un auténtico acierto, pues nos hacía que recordásemos de su importancia en el futuro, y de que sintiésemos esa hormigueante curiosidad acerca de ese mundo durante todo el libro.
Los cuentos sobre el mundo eran dulces, misteriosos, le daban un toque muy especial en la forma de imaginárnoslo, para luego sorprendernos con la realidad. Estas leyendas son de máxima importancia, y además le daban un aire distinto a la novela, le hacían dar un rumbo hacia algo nuevo, algo en relación con esas historias mágicas y con un nuevo mundo fantástico.
Acerca de los personajes... también me han parecido una gran polémica.
Pese a que eran todos muy complejos, la mayoría me parecían bastante secundarios, se hablaba de su pasado y de sus emociones y acciones pero no e parecían muy relevantes salvo para el desarrollo de los principales.
Eso sí, este libro posee una gran gama de personajes variopintos que conviven juntos y forman un grupo indestructible, con relaciones entre ellos guiadas por sentimientos muy intensos como lo son el amor o el odio, la pasión o la venganza. El estudio de todos ellos era fantástico.
Hay borracheras, primeros flirteos, y primeros momentos del sexo, que les dan una imagen de mayor vulnerabilidad hacia el mundo. Son jóvenes y están viendo por primera vez cómo es en realidad el mundo. Y esto choca mucho.
Ver con los ojos de otras personas cómo asimilan el mundo real por primera vez ha sido tanto arrollador como una experiencia impresionante. Hay decepciones, responsabilidades, se habla de forma implícita de lo que conlleva el crecimiento y la madurez, y el libro es una auténtica mina de oro en este aspecto.
“You can’t just decide to be happy.”
“No, you can’t. But you can sure as hell decide to be miserable. Is that what you want?”
“No, you can’t. But you can sure as hell decide to be miserable. Is that what you want?”
Si tuviese que elegir a mis personajes favoritos de este libro (entre todos los que hay, cada uno con un pasado distinto y una personalidad única), probablemente elegiría a Quentin (cómo no) y a Eliot.
Eliot me ha parecido un personaje fuerte, que ha tratado de escudarse del mundo con bromas y sarcasmos, pero que en el fondo siente miedo y busca comprensión. Ha pasado por muchas cosas, y es un personaje que finge delante del resto pero que a veces deja ver más allá de su coraza. Tiene una gran personalidad y le daba chispa a la historia.
En cuanto a Quentin... nuestro protagonista es un chico que ya a primera vista se le ve como alguien melancólico y con mucha carga, que irradia soledad y busca la felicidad a toda costa, en vano.
“He had painstakingly assembled all the ingredients of happiness. He had performed all the necessary rituals, spoken the words, lit the candles, made the sacrifices. But happiness, like a disobedient spirit, refused to come.”
Este personaje me ha partido el corazón, pues daba igual qué dijesen o hiciesen, o los logros que consiguiese... él seguía sintiendo su interior vacío, y seguía buscando una forma de rellenarlo. Era insoportable pensar que yo no podía entrar en el libro y abrazarle con todas mis fuerzas, y lo era aún más ver cómo pese a todo Quentin seguía adelante, con su toque irónico y humorístico y con sus sonrisas vacías.
Se podía ver de forma perfectamente reflejada sus obsesiones, sus sueños y sus terrores más internos, y me hubiese gustado una evolución mayor en este personaje, pese a que estoy segura de que llegará a lo largo de la trilogía.
“If there's a single lesson that life teaches us, it's that wishing doesn't make it so.”
El libro versa acerca de la madurez, del crecimiento, de la desorientación y del vacío que a veces nos ofrece la vida (espero que Quentin logre salir de él).
Nos habla de la complejidad de las amistades, y cómo a veces pueden pasar de una amistosa relación a un profundo odio.
Habla de secretos, de lugares inimaginables que sólo pueden existir en los sueños, y de la realidad y sus puntos fuertes y débiles.
“It was so much easier to be angry. Being angry made him feel strong, even though-- and this contradiction did nothing to diminish his anger-- he was angry only because his position was so weak.”
La magia, narrada tal y como lo hace Lev Grossman, estalla en color en este libro, pues da un giro inesperado y apabullante, mezclado con la fantasía y la realidad, con trucos de cartas y alteraciones en nuestro mundo real. Lució toda su originalidad y su más perspicaz y misteriosa esencia a la perfección.
“You cannot study magic. You cannot learn it. You must ingest it. Digest it. You must merge with it. And it with you.”
El lector se sentirá en todo momento a caballo entre el mundo real y el imaginario y deseado de Fillory... aunque resulta ser no como se había esperado. El final, descolocante y muy bien hecho, muy rápido (tanto para lo bueno como para lo malo), me ha dejado con unas ganas irrefrenables de continuar con esta saga.
La novela divaga entre grandes temas, y las emociones se desbordan de forma muy salvaje y descontrolada en esta novela, pero algo sí tengo en claro: para los amantes de una magia completamente nueva, con un toque tanto urbano como de mundos fantásticos, con hechizos originales y personajes complejos y llenos de controversia, carisma y defectos, este es su libro.
PUNTUACIÓN
♫ Acción: 2.5/5
♫ Personajes: 4.25/5
♫ Originalidad: 4.25/5
♫ Trama: 3.25/5
♫ Desenlace: 4.5/5
♫ Pluma: 3.5/5
♫ Originalidad: 4.25/5
♫ Trama: 3.25/5
♫ Desenlace: 4.5/5
♫ Pluma: 3.5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 8.25/10
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