Título: Memorias del Subsuelo
Editorial: (En Kindle)
Canción Identificada: Grief (Darke Complex)
Sinopsis:
«Memorias del subsuelo» es una obra contradictoria, no exenta de matices. En forma de diálogo, un hombre sin nombre ni identidad concreta, excepto la de ser un funcionario, como se presenta a sí mismo desde las primeras páginas, va narrando las memorias de su tragedia personal. Dostoievski logra crear con él uno de los mejores y más impactantes antihéroes de su ingente producción novelística, en el que las raíces eslavófilas y el innegable rechazo a la imposición burocrática se aúnan en todo un tratado.
Opinión:
Posiblemente Memorias del Subsuelo haya sido el libro más extraño y curioso que he tenido el placer de leer. Me ha llegado a sorprender de gran manera, y el nivel de escritura era tan maravilloso que ni toda la admiración del mundo podría igualar a la que yo sentía a medida que lo leía.
Su extensión, muy breve, era al mismo tiempo muy intensa, el escritor la llenaba de tantos debates morales que llegaba a hacerse lenta por el simple hecho de que daba al lector muchísimas vías de pensamiento.
En especial, yo no le dejaba de dar vueltas al propósito del libro. Me sentía como si llevase una venda en los ojos, o quizás sería más correcto decir que era como si mi visión se empañase en la distancia y sólo pudiese apreciar el aquí y el ahora, y a partir de esta narración en el presente tuviese que adivinar el objetivo de la novela.
En realidad, el objetivo no es tan enrevesado como yo me esperaba: simplemente son las confesiones y las memorias de un hombre reflexivo y peculiar, que narra su pasado, que trata de analizarse a sí mismo pero sólo haya más confusión.
El libro es una autobiografía de su personaje, y está escrito sobre la marcha. No sigue orden alguno, el protagonista (de quien no sabemos su nombre en ningún momento de la novela, algo sumamente original que le da más enigma del que ya tiene) narra sus memorias sin sistema, escribe mientras va recordando, y así va creando su personalidad y al mismo tiempo va modificando a los lectores con sus reflexiones.
Es un libro puramente de carácter filosófico, que embarca muchos temas del día a día y de la naturaleza del ser humano. Es intenso, tétrico y con partes graciosas y trágicas, pero al mismo tiempo se me antojó una novela inacabada, quizás precisamente por la forma de narración, que siempre parecía tener algo de lo que hablar.
“Es indiscutible que al hombre le encanta trazar y construir caminos; pero también adora la destrucción y el caos. ¿Por qué?, díganme... Pero antes quiero decir algo más sobre este asunto. Tal vez le gusten la destrucción y el caos (a veces le gustan; esto es indiscutible), porque tiene un temor instintivo a alcanzar la meta y terminar el edificio que construye.”
Cada parte de la novela tiene una gran crítica a la sociedad. Cada palabra está lanzada de forma directa y afilada a la humanidad, y nos ayuda a comprenderla mejor, pero solo un poco.
Esto es algo muy curioso: pese a que el narrador está analizando con meticulosidad y minuciosidad al ser humano, esto también crea un aura aún mayor de confusión hacia muchos temas, pues nos damos cuenta de que no hay blancos y negros y de que a veces uno no puede explicar el por qué de sus acciones. El narrador primero nos planta un gran debate bruscamente, atrayendo nuestra atención, y luego lo explica con detalle.
El ritmo de la novela misma parece caer en este detalle, porque en el final las cosas se aceleran y hay más acción en la novela. Pese a que sea un libro que tiene poca acción, ha sido de los pocos que han logrado que se me acelere el corazón de formas insospechables y que esté aún más atenta a cada palabra.
Los temas de los que trataba la novela eran tan complejos y tan ambiguos, y causaban tanta polémica interior en el narrador que se me hizo una lectura escalofriante, jamás he sido capaz de ver de forma tan detallada y crítica a la humanidad, ha sido asombroso y abrumador.
Hablemos de lo más importante sin lugar a dudas del libro: la prosa de Fiódor Dostoyevski.
Impresionante. Jamás había viso una novela tan extravagante, tan bien construida, con tantos debates y tantos temores en una sola palabra que se hacía insoportable la mera idea de que la mente vagase por su significado.
Cada frase era como un rompecabezas, pero estaba escrito de forma tan elegante y suave que la idea de seguir leyendo se hacía cada vez más y más atrayente.
Este libro me ha dado mucho, muchísimo de lo que pensar, nuestro personaje era alucinante en todos los sentidos y sus memorias eran frescas y divertidas, muy interesantes, pues criticaba a la sociedad de una forma completamente nueva a lo que estoy acostumbrada.
“Había cometido una villanía aquel día y que sería imposible repararla. Entonces me roía interiormente. Me roía, me desgarraba a dentelladas, bebía largamente mi amargura, me saciaba de ella de tal modo, que al fin experimentaba una especie de debilidad vergonzosa, maldita, en la que saboreaba una verdadera voluptuosidad. ¡Sí, lo repito: una verdadera voluptuosidad!”
Fiódor Dostoyevski ridiculiza muchos aspectos del ser humano, los teatraliza y se burla de ellos, les trata como si fueran restos dejados de hollín y cenizas de lo que siempre hemos considerado una gran hoguera. Y coge cada ceniza de los restos para analizarla de forma individual.
Es cierto que se puede hacer pesado, pues el escritor divaga con cada tema, pero esa es una de las intenciones. No nos queda muy claro nada, yo me sentía la cabeza llena de cosas y de contradicciones. El narrador puede empezar un capítulo alabando una cosa y al final del mismo criticándola y odiándola. habla de él como una persona ni buena ni mala, ni perezosa ni trabajadora.
“¿Qué objeto tiene nuestra agitación? ¿Qué buscamos? ¿Qué deseamos? Ni nosotros mismos lo sabemos. Es más, si nuestros deseos se cumpliesen, no nos sentiríamos felices.”
La primera parte consiste únicamente en la introspección del personaje, pero si me dijesen ahora que le analizase no sería capaz de hacerlo. Ni el propio protagonista es capaz de identificarse y ver en qué destaca como persona.
En las primeras páginas vemos cómo trata de nombrarse de alguna forma determinada: vemos un gran vacío en su interior en el que trata de encontrarse a toda costa y con desesperación, y pese a todo no lo logra.
Es un hombre que se ve atrapado en su círculo social, en un momento de la vida que sólo le inspira pesar, y que valora cada parte suya, tanto positiva como negativa.
De hecho, este vacío crece más y más en cada página, y vemos a la perfección todas las sombras que acosan al protagonista.
El narrador critica mucho la hipocresía, pero al mismo tiempo es él quien también ejerce como un pilar más de ella, se contradice constantemente y nos llena la cabeza de rivalidades, y de esta forma sólo odia aún más al ser humano y sus extrañas emociones.
Ver desde el punto de vista de este narrador absolutamente magnífico a la humanidad da mucho de lo que pensar. Su punto de vista es muy curioso, nos ayuda a inspeccionar mejor cómo es la sociedad, por qué a veces los humanos actuamos de una forma determinada.
Venganza, odio, rencor, amor, pasión... Dostoyevski habla de cada cosa con naturalidad y profesionalidad, habla de la pateticidad humana con soltura y como si nos expusiese un hecho.
La voz narrativa es estructurada, meticulosa, le gusta tener todo controlado y analizado, y es por ello que en la última parte todo se desmorona y vemos todas las cosas que le han roto, todos sus temores encarnados y su pasado, ya en tinieblas entonces.
“Pero el hombre siente tal pasión por los sistemas, por las deducciones abstractas, que está dispuesto a disfrazar la verdad, a cerrar los ojos y a taparse los oídos ante la verdad, sólo por justificar su lógica.”
La segunda parte es la que más me ha gustado. He disfrutado muchísimo viendo todos los debates que nos proponía la curiosa voz narrativa, pero en esta parte de la historia me ha parecido que todo se volvía más realista y se ponía en práctica todas sus críticas. Mientras el protagonista vivía de nuevo todas las escenas más importantes de su juventud, las detallaba y las analizaba desde su punto de vista presente, y el final era de lo más violento, con una agresividad emocional y una bipolaridad asombrosa.
Las contradicciones, un elemento muy importante en la novela, la voz narrativa las pinta de forma no enemiga, sino simplemente otro rasgo característico de la naturaleza humana, en especial cunado son guiadas por sus fermosas y complicadas emociones.
Se investiga su origen y su raíz, hasta llegar incluso a sus procedimientos y reacciones secundarias, todo esto escrito con una prosa dura, directa y afilada, maravillosa, que se ríe de la humanidad y del propio lector, y también de él mismo.
Hay rebeldía y resignación, y una gran evolución, aunque no muy detallada.
El resto de personajes también eran de suma importancia en cuanto al desarrollo de la novela y de su personaje inestimable valor.
Zverkov, el antiguo compañero de estudios homenajeado en su próxima partida, ejerciendo de superior y de figura a quien sus compañeros profesan una insana admiración; Trudolyukov, un ex compañero de estudios; Ferfichkin, también un ex compañero; Simónov, único amigo del narrador; y el criado Apollon, con quien el narrador tiene una relación estrecha y muy peculiar, guiada por el amor-odio y la dependencia y el miedo a la soledad.
Por último he dejado a Lisa, un personaje... un personaje que me ha sorprendido muchísimo. Lisa es una prostituta, rota y sin rumbo, con quien el narrador se encuentra. Es ella quien le hace ver grandes verdades de la vida, quien le anima de forma indirecta a descargar toda su rabia.
Con ella, además, vemos de mejor manera la curiosa forma de ser del personaje, honesta, sincera y muy brusca, dura sin pretender serlo, y atisbamos toda su carga emocional de toda la miseria que le envuelve.
El narrador es un personaje muy fuerte que me ha inspirado una gran admiración, y Lisa le sigue después en esta novela, enamorando al protagonista, y ambos comparten sus sombras y sus temores.
Era una relación fantástica cuyas conversaciones (aunque en especial basadas en el monólogo enfurecido del narrador) eran asombrosas.
Cada frase de este libro debería estar enmarcada, poseía una belleza inigualable en el lenguaje, una novela fragmentaria perfectamente construida, de fascinante complejidad y una voz narrativa inolvidable.
Memorias del Subsuelo es una novela anímica, contradictoria, compleja, que abarca muchos temas y controversias, que habla de la oscuridad más profunda de la humanidad y estudia a la sociedad de forma directa, con toques humorísticos y graves, hablando de usted al lector como si formásemos una parte más de la novela.
Aporta un significado de extremada polémica al ser humano, la voz narrativa está constantemente batallando, tratándose de encontrarse a sí misma, sin muchos ánimos, y sus memorias nos ayudan a entender su situación de vacío, y al mismo tiempo nos complican más el análisis que podamos tener sobre el ser humano.
Es una novela fuerte, de intensas emociones, llena de remordimientos, rechazos y grandes reflexiones.
Absolutamente recomendada.
PUNTUACIÓN
♫ Acción: 2.5/5
♫ Personajes: 4.5/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Trama: 3/5
♫ Desenlace: 3.5/5
♫ Pluma: 4.25/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Trama: 3/5
♫ Desenlace: 3.5/5
♫ Pluma: 4.25/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9/10
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