Título: Wink Poppy Midnight
Autor: April Genevieve Tucholke
Editorial: Dial Books
Canción Identificada:
Sinopsis:
Every story needs a hero.
Every story needs a villain.
Every story needs a secret.
Wink is the odd, mysterious neighbor girl, wild red hair and freckles. Poppy is the blond bully and the beautiful, manipulative high school queen bee. Midnight is the sweet, uncertain boy caught between them. Wink. Poppy. Midnight. Two girls. One boy. Three voices that burst onto the page in short, sharp, bewitching chapters, and spiral swiftly and inexorably toward something terrible or tricky or tremendous.
What really happened?
Someone knows.
Someone is lying.
Every story needs a villain.
Every story needs a secret.
Wink is the odd, mysterious neighbor girl, wild red hair and freckles. Poppy is the blond bully and the beautiful, manipulative high school queen bee. Midnight is the sweet, uncertain boy caught between them. Wink. Poppy. Midnight. Two girls. One boy. Three voices that burst onto the page in short, sharp, bewitching chapters, and spiral swiftly and inexorably toward something terrible or tricky or tremendous.
What really happened?
Someone knows.
Someone is lying.
Opinión:
“Revenge. Justice. Love. They are the three stories that all other stories are made up of. It's the trifecta.”
Hay tan sólo una cosa que me ha gustado de este libro... y es su portada. Era como una cajita preciosa llena de mugre.
No quiero ser mala persona, pero de veras que este libro no me entusiasmó en absoluto...
Me gustaría poder decir que hizo cosas bien. Quién sabe, puede que al fin de al cabo la composición de sus personajes no esté del todo mal. Y están muy bien hechos... como copias de otros millones de prototipos.
En fin, que no me lleve mucho tiempo reseñar este libro...
Puede que no lo cogiera... ¿en el momento adecuado? Puede que unos añitos antes me hubiese gustado más. Puede ser, ¿no? Al fin de al cabo, este libro es muy juvenil... tiene en letras grandes la palabra adolescente escrita en todas sus páginas.
También, puede ser que el error estuvo en que me hice altas expectativas... Fue una cita a ciegas, de esas que de vez en cuando concerto, y claro, cuando te pasa eso con un libro, es normal que, ante la nada de noción de él, se ideen ideas descabelladas o más acertadas sobre el mismo.
En mi caso, la imagen que apareció en mi mente fue de una historia fantástica, se podría decir que folclórica: una ambientación en nuestro mundo con toques mágicos y, sobre todo, una gran profundización en la mente de los personajes.
Además, digamos que la portada deja muy altas las expectativas... es una maravilla de portada. No de las mejores que he visto, pero aun así bastante impresionante, con ese estilismo cargado y esos dibujitos tan sencillos y tan decorativos y coloridos.
La trama, a otro tanto, no desfiló de la misma forma colorida.
¿Es cosa mía, o no seguía ningún tipo de orden? Era como si la escritora no supiese en qué centrarse, y su historia caminaba de manera torpe, con muchos tropezones, con muchos momentos aburridos para el lector o con partes de "tensión" que resultaban ser un sinsentido de acumulaciones hormonales y adolescentes de los protagonistas.
Así que, ¿de qué trata la historia?
La novela sigue la vida de tres personajes: Wink, la chica rara, diferente, llamada por todos "loca"; Poppy, rubia, hermosa, cruel y ambiciosa; Midnight un joven que no sabe qué hacer con su vida y que se encuentra atado a estos dos otros personajes tan diferentes...
En otras palabras: Wink, el estereotipo de chica que no encaja y que tiene pocos amigos porque seamos sinceros, sólo piensa en ella, y es, además, muy inocente... demasiado inocente, hasta el punto de parecer tonta; Poppy, el estereotipo de chica despampanante que consigue todo lo que quiere, seductora y cruel porque puede serlo; y Midnight, un chaval completamente vacío de pensamientos profundos y complejos que se siente dividido por estas dos chicas, la clase de personaje que desde la primera página es descrito como normalillo y por el que en teoría debemos sentir ternura... como sentir ternura por un cacho de madera de poca densidad.
La cosa de la historia es que no tiene argumento. Simple y llanamente.
No animo a que la escritora siga esa montaña tan conocida donde el culmen se encuentra en un punto determinado, y todo sigue un ritmillo que se repite en la mayoría de los libros...
Los escritores tienen todo el derecho a innovar, y cuando lo hagan yo daré voceríos de ánimos y les aplaudiré, porque siempre está bien encontrarse con una composición de personajes dispar a lo establecido.
Pero el problema que tiene Tucholke es que simplemente es como si se le olvidase seguir un ritmo, cualquier ritmo, y mete escenas tensas sin venir a cuento o escenas románticas en momentos demasiado adelantados, de manera que no nos podemos creer en serio la relación de los personajes.
No obstante, voy a acreditarla un aspecto de su pluma, y es que la escritora sabe, o supo hacer en un dado momento, más bien, escribir asombrosamente...
No cuadraba con el resto de la historia: de pronto, su prosa dejó ser ser ordinaria y dio paso a unas afiladas y certeras palabras que me plagaron el interior de ansiedad: fue ese momento, uno en especial, en el que sentí que la respiración se me entrecortaba y la visión me fallaba.
Unas pocas paginillas del libro, pero suficientes para que al salir de su lectura sintiese que mi corazón seguía latiendo a gran velocidad. spoiler la escena en la que Poppy se queda encerrada... estremecedora fin del spoiler.
Siguiendo con los bufidos, la trama no presentaba ninguna fluidez, ninguna coherencia, sólo escenillas variadas y seleccionadas para que de alguna forma el libro satisficiera a todos los lectores.
Aquí y acá pinceladas inacabadas de temas que, de haberlos retratado mejor, su protagonismo habría sido delicioso.
La historia trataba de seguir la vida de los personajes, y nada más. Pero era una vida muy adolescente, muy alocada, sin pausas para pensar en por qué hacían eso... Los personajes actuaban, y ya está, y la historia les seguía el ritmo extrañada, y yo releía las páginas sin encontrarle sentido.
No tiene nada de malo en que el argumento no esté del todo logrado... Porque el propósito del escritor puede ser volcarse en los personajes... Y no dudo que Tucholke lo intentara... Pero el resultado no fue como se esperaba.
La caracterización superficial de los personajes estaba bien: con todos esos estereotipos y roles de la sociedad, se esperaría que la escritora hiciera un elegante voilà en la historia y mostrase bajo las mantas una identidad de sus criaturitas mucho más elaborada y compleja... Pero ese iceberg que parecía estar muy parcialmente a flote tan sólo era un cacho de hielo que flotaba sin nada bajo su superficie.
Wink, como ya he dicho, es la extraña del lugar.
Pero ella disfruta de eso, o eso parece.
En teoría, no debería hacerlo, pero cada vez que hablaba era como si estuviese forzando lo de ser rara.
Era más pretenciosa que Poppy, o ese es mi parecer de ella, debido a que se deleitaba hablando de ella y fingiendo ser un bicho raro.
A todo esto, Midnight la perseguía como un perrito faldero sin especificar mucho qué de ella era lo que le resultaba tan atractivo.
“All good Heroes are scared, if they know the evil they face.”
Pongamos otra chispita positiva a esta reseña acalorada: la familia de Wink era una monada.
Se sabe poco de ellos, pero lo que se sabe es absolutamente genial, creo que eliminándola y rehaciéndola mucho mejor y menos irritante habría sido una pasada de personaje, su familia era un toque que daba a la chica más importancia: porque los cuentos que se relatan, las historias míticas que se narran, alrededor de su familia, bastan para dar al libro un gran aura tanto de misterio como de ternura y entusiasmo.
“I used to think that I needed to be part of a story, a big story, one with trials and villains and temptations and rewards. That's how I would conquer it, conquer death."
She sighed again, and nestled in closer to me. "All that matters, in the end, is the little things. The way Mim says my name to wake me up in the morning. The way Bee's hand feels in mine. The way the sun cast my shadow across the yard yesterday. The way your cheeks flush when we kiss. The smell of hay and the taste of strawberries and the feel of fresh black dirt between my toes. This is what matters, Midnight.”
Mi mueca de desprecio hacie ella radica en que Wink era pintada como un angelito, una pobre chica adorable y risueña y extravagante que no tiene defectos, que es mágica y lo hace todo bien y es pura bondad y optimismo.
Esta imagen es más falsa que un diablo con vestidito, y no aguantaba oírla hablar de sí misma u oír a Midnight babear sobre lo maravillosa, creativa, buena y humilde que era Wink. Fue con diferencia, el personaje que más odié ese año.
“Leaf once told me that there was absolutely no difference between the Orphans’ fairy tales and the nose on my face, because both were only as real as I thought they were.”
Y, además, Wink no dudaba para poner a caldo a Poppy... Y no; eso no lo pienso permitir. Si hemos de alabar a un personaje, eso sea a Poppy.
Poppy me ha gustado un poco más.
Más que nada, que muestra sus defectos, y estos son intencionados por la escritora, no como los de Wink, y aprende de ellos y evoluciona, aunque sea un poquillo.
La idea de ponerla como la mala de la historia y que luego llegue un punto de la misma en la que no estés seguro de si realmente es muy correcto apuntarla sólo a ella como única culpable da al libro un giro exquisito.
“Poppy was saying my name over and over in the drippy sweet voice that had once set me on fire and now just made me feel cold.”
Poppy salva al libro cuando todo está cayendo por un acantilado. O, mejor dicho, cuando yo estoy dándole patadas a todo y lanzándolo todo lejos de mí.
Me leí el libro hace ya algunos años, pero recuerdo fascinarme ante la segunda faceta de este personaje, y sentir una gran emoción en los momentos en los que se veía más de ella...
Poppy ha sido, sin lugar a dudas, el elemento que más me ha gustado del libro.
Aunque no es para tirar cohetes, los detalles que se dejaban ver de este personaje, aunque a veces contradictorios, en general me dejaban con un sumamente entregado interés de conocerla más a fondo.
El puntillo malo de Poppy era, sin embargo, cuando de vez en cuando se la mostraba como una chica mala, sexy, sin ningún fondo tras ella que explicase el por qué... Realmente, en este libro los personajes se muestran de sopetón, y no hay ninguna explicaciçon de que sean como sean.
De Midnight no sé de qué hablar. La razón de ello es que no tiene, ni siquiera, estereotipo... Es un personaje plano, vacío, no tiene nada que le haga especial.
Es un tío normalillo, que no puede ser definido porque no tiene ni una sola gota de personalidad.
Me gustaría meterme con él pero es que este chico no tiene defectos ni tiene virtudes, está y poco más, es como un puente que une a estas dos chicas para que se conozcan y se odien y tengan emociones intensas y raras de esas adolescentes.
Se dice que está roto... Ya, otra emoción muy juvenil, pero ¿por qué?
Ahhh, eso no se sabe.
Simplemente, está roto.
No hay más explicaciones.
Tiene una vida chula, tiene amigos, pero bueno, como no encuentra su lugar se resguarda en esta frasecilla de que no pinta en ningún lugar, que no es nadie, que está perdido... Y yo a esto no pude evitar farfullar: "pues levántate, escanea tus alrededores, y decide qué camino quieres iniciar para buscarte".
Si algo me maravilla de las novelas adolescentes, es la búsqueda de identidad, liberarse de una personalidad establecida por la sociedad en la niñez y buscarse a uno mismo...
Así que nada de decir que estás perdido y roto: como a todos nos ha pasado, te pones en pie y empiezas a investigar la vida, y a darte cuenta de lo bello que es buscarte en la senda de la propia mente, ¿qué otra cosa si no vas a hacer?
¿Por qué hacen locuras? ¿Por qué hacen de una cosilla de nada un mundo? ¿Por qué son tan infantiles, tan inmaduros? ¿Por qué sólo piensan en ellos mismos? ¿Por qué son tan insufribles y tan malotes y luego pasan a quererse mostrar como víctimas y perrillos abandonados? ¿Por qué todos fardan de ellos mismos y buscan ser el centro de atención?
La respuesta es fácil: adolescencia.
A nuestros personajes, la adolescencia les llega de sopetón: todo son hormonas, nada más que eso. La adolescencia también es una búsqueda de identidad... Pero ellos tan sólo resoplan ante esto y se escudan en los estereotipos más clichés a la hora de hacer una historia juvenil contemporánea, sin profundidad alguna.
Hacen y dicen tonterías, actúan sin pensar de antemano, y están cargados, cargados, de rasgos adolescentes... Si esta era la intención de la escritora, la felicito: ha creado a unos personajes irritantes y pre-adolescentes, pero eliminando todo rasgo positivo y bello de esta época juvenil.
Y yo me pregunto... Con estos nombres tan geniales, ¿cómo han podido ser unos personajes tan decepcionantes?
De todas formas, y dentro de lo que caber, el libro no estuvo tan, tan mal, como se verá en la calificación final... Simplemente... no era mi estilo. Irradiaba, explotaba de adolescencia, hasta un punto excesivo, pero... Los personajes eran buenos, algunos... Leaf y Poppy, por ejemplo, y la escritura no estuvo del todo mal. En vista de otros libros, este libro consigue matenerse en un puesto de incertidumbre, donde no sé muy bien cómo colocarlo... No me gusta, eso lo tengo claro, pero estoy segura de que me podría haber llegado a gustar un poquillo antes, al menos un poco más.
Si bien el argumento carece de sentido y está muy poco claro, los personajes están aún peor diseñados: estereotipos y llenos de hormonas juveniles, estos personajes actuaban sin pensar, sentían sin ver, y acusaban sin entender. No ha habido evolución alguna en ellos, más que quizá la de Poppy.
En algunos he sentido más cariño (Poppy, quien, en teoría, era la más villana de la historia), por otros no he sentido nada (Midnight, tan hueco y tan soso que era imposible sentir emociones por él, ni negativas ni positivas), y por otros he tenido ganas de tirarme de los pelos de la irritación (Wink, que no había quien la soportase, siendo el centro de la historia cuando a su personaje daban ganas de empujarle desde un avión con montones de dinamita encima).
Aunque el juego de los roles estuvo interesante, y esto Tucholke lo ejecuta muy bien, el libro no logró engancharme. Su trama hacia ninguna parte, orbitando alrededor de unos personajes estereotipados y sin mucho fondo, hizo que, aunque en algunas partes la escritura fuese una maravilla, el libro, en su conjunto, no me gustase mucho.
“Revenge. Justice. Love. They are the three stories that all other stories are made up of. It's the trifecta.”
Hay tan sólo una cosa que me ha gustado de este libro... y es su portada. Era como una cajita preciosa llena de mugre.
No quiero ser mala persona, pero de veras que este libro no me entusiasmó en absoluto...
Me gustaría poder decir que hizo cosas bien. Quién sabe, puede que al fin de al cabo la composición de sus personajes no esté del todo mal. Y están muy bien hechos... como copias de otros millones de prototipos.
En fin, que no me lleve mucho tiempo reseñar este libro...
Puede que no lo cogiera... ¿en el momento adecuado? Puede que unos añitos antes me hubiese gustado más. Puede ser, ¿no? Al fin de al cabo, este libro es muy juvenil... tiene en letras grandes la palabra adolescente escrita en todas sus páginas.
También, puede ser que el error estuvo en que me hice altas expectativas... Fue una cita a ciegas, de esas que de vez en cuando concerto, y claro, cuando te pasa eso con un libro, es normal que, ante la nada de noción de él, se ideen ideas descabelladas o más acertadas sobre el mismo. En mi caso, la imagen que apareció en mi mente fue de una historia fantástica, se podría decir que folclórica: una ambientación en nuestro mundo con toques mágicos y, sobre todo, una gran profundización en la mente de los personajes.
Además, digamos que la portada deja muy altas las expectativas... es una maravilla de portada. No de las mejores que he visto, pero aun así bastante impresionante, con ese estilismo cargado y esos dibujitos tan sencillos y tan decorativos y coloridos.
La trama, a otro tanto, no desfiló de la misma forma colorida.
¿Es cosa mía, o no seguía ningún tipo de orden? Era como si la escritora no supiese en qué centrarse, y su historia caminaba de manera torpe, con muchos tropezones, con muchos momentos aburridos para el lector o con partes de "tensión" que resultaban ser un sinsentido de acumulaciones hormonales y adolescentes de los protagonistas.
Así que, ¿de qué trata la historia?
La novela sigue la vida de tres personajes: Wink, la chica rara, diferente, llamada por todos "loca"; Poppy, rubia, hermosa, cruel y ambiciosa; Midnight un joven que no sabe qué hacer con su vida y que se encuentra atado a estos dos otros personajes tan diferentes...
En otras palabras: Wink, el estereotipo de chica que no encaja y que tiene pocos amigos porque seamos sinceros, sólo piensa en ella, y es, además, muy inocente... demasiado inocente, hasta el punto de parecer tonta; Poppy, el estereotipo de chica despampanante que consigue todo lo que quiere, seductora y cruel porque puede serlo; y Midnight, un chaval completamente vacío de pensamientos profundos y complejos que se siente dividido por estas dos chicas, la clase de personaje que desde la primera página es descrito como normalillo y por el que en teoría debemos sentir ternura... como sentir ternura por un cacho de madera de poca densidad.
La cosa de la historia es que no tiene argumento. Simple y llanamente.
No animo a que la escritora siga esa montaña tan conocida donde el culmen se encuentra en un punto determinado, y todo sigue un ritmillo que se repite en la mayoría de los libros...
Los escritores tienen todo el derecho a innovar, y cuando lo hagan yo daré voceríos de ánimos y les aplaudiré, porque siempre está bien encontrarse con una composición de personajes dispar a lo establecido.
Pero el problema que tiene Tucholke es que simplemente es como si se le olvidase seguir un ritmo, cualquier ritmo, y mete escenas tensas sin venir a cuento o escenas románticas en momentos demasiado adelantados, de manera que no nos podemos creer en serio la relación de los personajes.
No obstante, voy a acreditarla un aspecto de su pluma, y es que la escritora sabe, o supo hacer en un dado momento, más bien, escribir asombrosamente... No cuadraba con el resto de la historia: de pronto, su prosa dejó ser ser ordinaria y dio paso a unas afiladas y certeras palabras que me plagaron el interior de ansiedad: fue ese momento, uno en especial, en el que sentí que la respiración se me entrecortaba y la visión me fallaba.
Unas pocas paginillas del libro, pero suficientes para que al salir de su lectura sintiese que mi corazón seguía latiendo a gran velocidad. spoiler la escena en la que Poppy se queda encerrada... estremecedora fin del spoiler.
Siguiendo con los bufidos, la trama no presentaba ninguna fluidez, ninguna coherencia, sólo escenillas variadas y seleccionadas para que de alguna forma el libro satisficiera a todos los lectores.
Aquí y acá pinceladas inacabadas de temas que, de haberlos retratado mejor, su protagonismo habría sido delicioso.
La historia trataba de seguir la vida de los personajes, y nada más. Pero era una vida muy adolescente, muy alocada, sin pausas para pensar en por qué hacían eso... Los personajes actuaban, y ya está, y la historia les seguía el ritmo extrañada, y yo releía las páginas sin encontrarle sentido.
No tiene nada de malo en que el argumento no esté del todo logrado... Porque el propósito del escritor puede ser volcarse en los personajes... Y no dudo que Tucholke lo intentara... Pero el resultado no fue como se esperaba.
La caracterización superficial de los personajes estaba bien: con todos esos estereotipos y roles de la sociedad, se esperaría que la escritora hiciera un elegante voilà en la historia y mostrase bajo las mantas una identidad de sus criaturitas mucho más elaborada y compleja... Pero ese iceberg que parecía estar muy parcialmente a flote tan sólo era un cacho de hielo que flotaba sin nada bajo su superficie.
Wink, como ya he dicho, es la extraña del lugar.
Pero ella disfruta de eso, o eso parece.
En teoría, no debería hacerlo, pero cada vez que hablaba era como si estuviese forzando lo de ser rara.
Era más pretenciosa que Poppy, o ese es mi parecer de ella, debido a que se deleitaba hablando de ella y fingiendo ser un bicho raro.
A todo esto, Midnight la perseguía como un perrito faldero sin especificar mucho qué de ella era lo que le resultaba tan atractivo.
“All good Heroes are scared, if they know the evil they face.”
Pongamos otra chispita positiva a esta reseña acalorada: la familia de Wink era una monada.
Se sabe poco de ellos, pero lo que se sabe es absolutamente genial, creo que eliminándola y rehaciéndola mucho mejor y menos irritante habría sido una pasada de personaje, su familia era un toque que daba a la chica más importancia: porque los cuentos que se relatan, las historias míticas que se narran, alrededor de su familia, bastan para dar al libro un gran aura tanto de misterio como de ternura y entusiasmo.
“I used to think that I needed to be part of a story, a big story, one with trials and villains and temptations and rewards. That's how I would conquer it, conquer death."
She sighed again, and nestled in closer to me. "All that matters, in the end, is the little things. The way Mim says my name to wake me up in the morning. The way Bee's hand feels in mine. The way the sun cast my shadow across the yard yesterday. The way your cheeks flush when we kiss. The smell of hay and the taste of strawberries and the feel of fresh black dirt between my toes. This is what matters, Midnight.”
Mi mueca de desprecio hacie ella radica en que Wink era pintada como un angelito, una pobre chica adorable y risueña y extravagante que no tiene defectos, que es mágica y lo hace todo bien y es pura bondad y optimismo. Esta imagen es más falsa que un diablo con vestidito, y no aguantaba oírla hablar de sí misma u oír a Midnight babear sobre lo maravillosa, creativa, buena y humilde que era Wink. Fue con diferencia, el personaje que más odié ese año.
“Leaf once told me that there was absolutely no difference between the Orphans’ fairy tales and the nose on my face, because both were only as real as I thought they were.”
Y, además, Wink no dudaba para poner a caldo a Poppy... Y no; eso no lo pienso permitir. Si hemos de alabar a un personaje, eso sea a Poppy.
Poppy me ha gustado un poco más.
Más que nada, que muestra sus defectos, y estos son intencionados por la escritora, no como los de Wink, y aprende de ellos y evoluciona, aunque sea un poquillo.
La idea de ponerla como la mala de la historia y que luego llegue un punto de la misma en la que no estés seguro de si realmente es muy correcto apuntarla sólo a ella como única culpable da al libro un giro exquisito.
“Poppy was saying my name over and over in the drippy sweet voice that had once set me on fire and now just made me feel cold.”
Poppy salva al libro cuando todo está cayendo por un acantilado. O, mejor dicho, cuando yo estoy dándole patadas a todo y lanzándolo todo lejos de mí.
Me leí el libro hace ya algunos años, pero recuerdo fascinarme ante la segunda faceta de este personaje, y sentir una gran emoción en los momentos en los que se veía más de ella...
Poppy ha sido, sin lugar a dudas, el elemento que más me ha gustado del libro.
Aunque no es para tirar cohetes, los detalles que se dejaban ver de este personaje, aunque a veces contradictorios, en general me dejaban con un sumamente entregado interés de conocerla más a fondo.El puntillo malo de Poppy era, sin embargo, cuando de vez en cuando se la mostraba como una chica mala, sexy, sin ningún fondo tras ella que explicase el por qué... Realmente, en este libro los personajes se muestran de sopetón, y no hay ninguna explicaciçon de que sean como sean.
De Midnight no sé de qué hablar. La razón de ello es que no tiene, ni siquiera, estereotipo... Es un personaje plano, vacío, no tiene nada que le haga especial.
Es un tío normalillo, que no puede ser definido porque no tiene ni una sola gota de personalidad.
Me gustaría meterme con él pero es que este chico no tiene defectos ni tiene virtudes, está y poco más, es como un puente que une a estas dos chicas para que se conozcan y se odien y tengan emociones intensas y raras de esas adolescentes.
Se dice que está roto... Ya, otra emoción muy juvenil, pero ¿por qué?
Ahhh, eso no se sabe.
Simplemente, está roto.
No hay más explicaciones.
Tiene una vida chula, tiene amigos, pero bueno, como no encuentra su lugar se resguarda en esta frasecilla de que no pinta en ningún lugar, que no es nadie, que está perdido... Y yo a esto no pude evitar farfullar: "pues levántate, escanea tus alrededores, y decide qué camino quieres iniciar para buscarte".
Si algo me maravilla de las novelas adolescentes, es la búsqueda de identidad, liberarse de una personalidad establecida por la sociedad en la niñez y buscarse a uno mismo...
Así que nada de decir que estás perdido y roto: como a todos nos ha pasado, te pones en pie y empiezas a investigar la vida, y a darte cuenta de lo bello que es buscarte en la senda de la propia mente, ¿qué otra cosa si no vas a hacer?
¿Por qué hacen locuras? ¿Por qué hacen de una cosilla de nada un mundo? ¿Por qué son tan infantiles, tan inmaduros? ¿Por qué sólo piensan en ellos mismos? ¿Por qué son tan insufribles y tan malotes y luego pasan a quererse mostrar como víctimas y perrillos abandonados? ¿Por qué todos fardan de ellos mismos y buscan ser el centro de atención? La respuesta es fácil: adolescencia.
A nuestros personajes, la adolescencia les llega de sopetón: todo son hormonas, nada más que eso. La adolescencia también es una búsqueda de identidad... Pero ellos tan sólo resoplan ante esto y se escudan en los estereotipos más clichés a la hora de hacer una historia juvenil contemporánea, sin profundidad alguna.
Hacen y dicen tonterías, actúan sin pensar de antemano, y están cargados, cargados, de rasgos adolescentes... Si esta era la intención de la escritora, la felicito: ha creado a unos personajes irritantes y pre-adolescentes, pero eliminando todo rasgo positivo y bello de esta época juvenil.
Y yo me pregunto... Con estos nombres tan geniales, ¿cómo han podido ser unos personajes tan decepcionantes?
De todas formas, y dentro de lo que caber, el libro no estuvo tan, tan mal, como se verá en la calificación final... Simplemente... no era mi estilo. Irradiaba, explotaba de adolescencia, hasta un punto excesivo, pero... Los personajes eran buenos, algunos... Leaf y Poppy, por ejemplo, y la escritura no estuvo del todo mal. En vista de otros libros, este libro consigue matenerse en un puesto de incertidumbre, donde no sé muy bien cómo colocarlo... No me gusta, eso lo tengo claro, pero estoy segura de que me podría haber llegado a gustar un poquillo antes, al menos un poco más.
En algunos he sentido más cariño (Poppy, quien, en teoría, era la más villana de la historia), por otros no he sentido nada (Midnight, tan hueco y tan soso que era imposible sentir emociones por él, ni negativas ni positivas), y por otros he tenido ganas de tirarme de los pelos de la irritación (Wink, que no había quien la soportase, siendo el centro de la historia cuando a su personaje daban ganas de empujarle desde un avión con montones de dinamita encima).
Aunque el juego de los roles estuvo interesante, y esto Tucholke lo ejecuta muy bien, el libro no logró engancharme. Su trama hacia ninguna parte, orbitando alrededor de unos personajes estereotipados y sin mucho fondo, hizo que, aunque en algunas partes la escritura fuese una maravilla, el libro, en su conjunto, no me gustase mucho.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 3.5/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 3.5/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Desenlace: 3.5/5
♫ Pluma: 3.25/5
VALORACIÓN PERSONAL: 6.75/10
VALORACIÓN PERSONAL: 6.75/10
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