Reseña: Sueños de Piedra

Título: Sueños de Piedra

Autor: Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Editorial: Nocturna Ediciones

Canción Identificada:

Sinopsis:

Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. 

Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. 

En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. 

Érase una vez...

Reseña:

¿¿¿CÓMO ES POSIBLE QUE UN LIBRO ME HAGA SENTIR TANTAS EMOCIONES???? 

Este libro me cautivó por completo. Jamás me he sentido igual de desesperada y al mismo tiempo llena de esperanza con un libro, jamás he sentido tantas emociones contradictorias, era como vivir la vida de una forma mucho más intensa y llena de colores y emociones, me sentía abrumada, fascinada, y maravillada por sus personajes.

En verdad supe de este libro debido a un malentendido... me acababa de leer Alianzas, de las mismas escritoras, y quería leerme el segundo, del cual por lo visto no había publicación alguna pese a que ya llevaba escrito un par de años. Y, de pronto, vi esta sinopsis de este libro, escrito por las mismas autoras, y pensé que, pese a que parte de la sinopsis no tenía mucho sentido, en realidad sí se relacionaba bastante bien con la trama de como acabó Alianzas, y por tanto pensé que era su continuación. 

Podéis imaginaros mi sorpresa al darme cuanta de que era otro totalmente distinto... y no me atraía mucho, por lo que había leído en las primeras páginas. Para mí entonces era una lectura demasiado "fuerte", y así lo ha sido el libro, así que lo dejé a un lado. 

Pocos meses después, de tanto verlo abandonado en una estantería, llegué a la conclusión de que, por qué no, lo iba a leer.

Una gran decisión.

No sé por donde empezar la reseña. Lo cierto es que este libro me ha emocionado. Te inunda de sentimientos fuertes y salvajes hasta que te sientes mareado de todo lo que es capaz de hacerte sentir. Hace llorar, y reír, te hace sonreír y pasarlo mal, y cielos, hay que aplaudir a algo así, pues es un mérito enorme.

Este libro parece escrito con tinta compuesta de lágrimas y sangre y fuego, y te acompaña un constante ardor, ya sea de angustia o de felicidad, durante todo el libro. 

Lo que más me llamó la atención al principio fue que lo escribiesen dos autoras... fue el primer libro que me leí en el que lo escribían dos personas, y me entró mucha curiosidad por la forma en la que se debían de poner de acuerdo, pues uno es incapaz de diferenciar qué forma parte de las ideas de una y cuáles de otra. El libro está tan bien estructurado que cuesta hacerse a la idea de que lo hayan escrito dos personas. No se deja ni un sólo cabo suelto, y es capaz de englobarlo todo. 

“Supongo que siempre hay un momento en el que creemos que somos invencibles. Un instante en el que nos olvidamos de la vida real, hasta que ella misma nos obliga a despertar.” 

La prosa era muy bonita, delicada y elegante, también muy descriptiva. Era como si anduviésemos todo el rato en un camino de flores... una elección perfecta para escribir esta historia, pues esa es precisamente la intención que quieren tener sobre nosotros. El contraste de su escritura minuciosa y suave con la trama y los terrores interiores que el libro esconde es alucinante. 

Te hace andar por un camino de rosas hasta que llegas a las partes más críticas y dolorosas, y entonces caes en su agujero de espinas donde no eras capaz de ver la salida, y te sientes invadido por la angustia y el miedo, conectado a la perfección con sus personajes.

Entonces cambian el tono de voz en la narración y la vuelven más dura y cruda, con muchos puntos y oraciones directas y agresivas. 

Podría sacar millones de detalles acerca de su estilo de escritura, pero esto... esto es único, la verdad es que me chocó bastante, su forma de manipular nuestras emociones era impresionante, terrorífico incluso. Es un estilo que admiro enormemente y por el cual tan sólo con ese detalle el libro merece ser leído.

La trama de Sueños de Piedra no se sale de lo normal, no es algo original e inaudito. En sí, debo decir que es bastante plana. Los personajes se encuentran por casualidad, y no les queda otra que aliarse para beneficio propio. No hay mucha tensión, las escenas de acción, aunque muy bien labradas, se quedaban algo vacías para mi opinión, y el mundo no estaba muy bien orquestado. 

No se explicaba el funcionamiento de éste, lo que me parece esencial en una novela de fantasía. 

Mientras se adentran en la aventura, las escritoras se centran tanto en la historia del momento, en cada suceso alrededor de los protagonistas, que no hablan de las costumbres, del funcionamiento de la magia, de la sociedad y sus valores, o de la misma autoridad. Se sabe que, al menos en el reino en el que están, hay una monarquía, pero no dicen cómo es esta, o qué criterios sigue. No es una historia de fantasía épica, sino una historia en la que sólo importa el desarrollo de los personajes, no hay apenas mención del paisaje de fondo . 

La magia, aunque clásica, necesitaba tener más mención en la novela, al menos en cuanto a su sistema o a su organización y jerarquía, en especial si uno de los tres personajes principales es un hechicero.

Quitando estos fallos, debo decir que se convirtió en una de las mejores lecturas de ese año. No sólo era una narración fluida, original y concisa (ninguna escena me pareció fuera de lugar, o aburrida, o precipitada, todo estaba perfecto en ese aspecto); como ya he dicho, en esta historia todo gira en torno a los personajes... y... demonios si lo ha hecho. IMPRESIONANTE. Jamás había visto unos personajes con tanto espíritu, con tanta naturaleza humana, con tantos errores y deseos y miedos y pasado... era como leer acerca del sueño de todo lector. 

“Dos mundos diferentes pueden chocar en algún momento, pero no pueden coexistir de verdad.
-Dos mundo diferentes pueden crear un tercero completamente nuevo.”

Los personajes son el motivo más esencial de la novela. Los personajes lo son TODO en ella. Y lo han bordado. 

Los dos personajes más importantes (Arthmael y Lynne) son fascinantes. 

La interacción de ambos es divertida, natural, compleja,  y maravillosa. Su relación y cómo siguen adelante con ella es lo que más me ha gustado de la novela entera. Son polos opuestos, que sin embrago logran encontrar en el otro similitudes, aprenden a convivir entre ellos aunque al principio no se aguanten, a respetarse y a acabar preocupándose más por el otro que por ellos mismos. Y lo mejor de todo es que cuando esto ocurre ellos no son conscientes de ello: es el lector quien poco a poco va venido los pequeños detalles hasta que ya es imposible pasarlo por alto.

Su relación era lenta, tardó en hacer efecto, lo que la hizo más real. Era un libro que, para ser de fantasía, tenía grandes toques de nuestra realidad, que hacían una historia dura, con unos pasados duros y unos presentes llenos de sombras para los personajes.

Y ambos hallan el consuelo en sus sueños e ideales para el futuro. Persiguen su sueño. luchan por lograrlo. En ningún momento su relación destruye eso. Siguen con sus batallas para lograr ese futuro que tanto desean, lejos del pasado que les atormenta. 

“No quiero que nos separemos. Pero tampoco quiero que ninguno de los dos renuncie a los sueños que durante tanto tiempo hemos atesorado. Nadie debería dejarlo todo por otra persona. Eso es engañarse. Eso es condenarse.” 

El libro gira entorno a los tres personajes, pero las verdaderas estrellas son Arthmael y Lynne. Hazan, el hechicero que les acompaña, siento decirlo pero me resultó bastante plano, parecía estar ahí más por decoración que por otra cosa. No aportaba valor al mensaje del libro pero sí lograba mover un poco la relación de los personajes y sus conversaciones. Así que sí, podemos decir que estaba de intermediario. Me faltó, además, su desarrollo en la novela. No varió en ningún momento, era como leer acerca de una planta. Simplemente estaba allí, decían su meta a corto plazo, pero no sus sueños o deseos para su futuro lejano, ni se mencionaba su pasado, ni se hablaba acerca de ningún miedo o demonio interno. Es cierto que era un niño, pero ya tenía edad como para tener una personalidad. Si batalla contra mantícoras y otros seres, viajando en compañía de dos desconocidos por alcanzar su meta, creo yo que eso quiere decir que algo de personalidad ha de tener. 

Pero pasemos a lo que de verdad importa. A lo que me volvió completamente loca: 

Arthmael y Lynne.

Arthmael era un personaje curioso y, en especial, quien aportaba el toque divertido a la novela, con su humor negro y sus comentarios sarcásticos, con su tono de voz irónico y siempre jocoso que saca de sus casillas a Lynne. 

Mas oculta algo tras esa coraza de orgullo e insensibilidad, y lo que al fin nos muestra es una auténtica joya de oro.

Arthmael es un personaje redondo en toda regla. Tiene ideales, metas que alcanzar, sueños, y es quien más sufre una evolución durante el transcurso de la novela. Una gran evolución. ENORME. 

Jamás había visto un cambio tan progresivo, tan bien construido, en un personaje ficticio, y además estamos hablando de un libro autoconclusivo, y eso tiene un mérito enorme. 

Al principio, Arthmael es insoportable. Luego pasa a parecernos un personaje gracioso, sin miedo a la muerte y con un ego enorme. Me ha parecido una parte muy bien lograda el que tenga ese ego, le hacía parecer de alguna forma inmune a todo, a quien no le importan las opiniones ajenas o nada que no tenga relación consigo mismo. No tiene muy claros los sentidos del bien y el mal y es muy exasperarte... pero entonces comenzamos a ver una fractura en esa perfectamente colocada máscara suya. A una persona completamente distinta, que también sufre, que aprende, y que se preocupa por sus compañeros de viaje. Trata de no mostrarlo, pero se ha encariñado con ellos... ve a Lynne con otros ojos, ve al mundo con otros ojos. La chica es la responsable de esto, y ha sido maravilloso. Ambos se hacen cambiar entre ellos.

Arthmael no es tan engreído y prepotente como quiere hacer parecer. Él también tiene miedos, y metas. Son los sueños los que impulsan en todo momento de de la novela a seguir adelante a nuestros personajes, junto con una relación de amistad y colaboración, de apoyo y gran sentido del respeto y la confianza. cada conversación, cada acción por salvar al compañero... no era capaz de aguantar tantas emociones. 

Arthmael habría sido rey de no ser por la intromisión de su hermano. En busca de reconocimiento en él como el verdadero heredero al trono de su padre, quien yace enfermo aguardando su momento, y dispuesto a demostrar que su padre está equivocado (movido por el orgullo, más que por la justicia o por el bien del pueblo, debo resaltar) piensa ser el héroe de las hazañas que se cuenten en el reino, el salvador de su gente.

Estas personas no le importan en absoluto, hasta que Lynne le hace ver lo contrario, le hace cambiar como persona, y la chica se convierte un elemento fundamental en su evolución.

No en todo, sin embargo. Lo más emocionante de todo es cómo Arthmael abre por sí solo los ojos al mundo, y se da cuenta de que hay mucho más. Comienza a apreciar a sus compañeros y a ver similitudes con ellos que antes creía inexistentes. Arthmael es uno de los personajes mejor labrados con los que he tenido el placer de encontrarme en mi vida de lectora. 

En cuanto a Lynne... otro personaje complicado de interpretar. Huye de su pasado. De un pasado horrible que no quiere recordar. Ese pasado le ha cambiado: Lynne ha sufrido malos tratos, se ha visto ajena a su propio destino, manipulada, sin libre albedrío ni esperanzas. Y aun así no hubo día en el que no luchase, en el que no quisiese salir de aquella pesadilla.

Lynne es un personaje que ha sufrido, que lo ha pasado mal, y que he admirado plenamente. Todas las personas que ha conocido la han hecho daño: eran extraños que la han roto aún más, y aun entonces sigue creyendo en la bondad de las personas, y una vez logra huir de su pasado, que poco a poco se nos va introduciendo en la historia, vemos que su objetivo todo ese tiempo es cumplir su sueño, llevar su propio negocio y las riendas de su destino. 

Quiere ser libre, y no le importa nada más. También nos hace ver que no es tan fácil como parece salir de una situación como en la que ella se sintió presa, y nos enseña a luchar, a ver más allá de los problemas, hacia las soluciones.

Tenía una mentalidad muy abierta y un fuerte carácter, pero en algunas partes me ha parecido que para ser alguien que persigue con tanto afán los ideales del feminismo, que apoyo enormemente, a veces me parecía que cumplía con un montón de clichés machistas. 

Lynne ha tenido que madurar más pronto, y ha tenido que aprender a sobrevivir en el día a día, en un lugar que la hacía sentirse más muerta que viva, más objeto que persona.

Es un libro duro, y que impacta mucho. Es un libro que hará reflexionar, y llorar,y reír ante las conversaciones de los dos protagonistas principales. Ambos escapan de algo, y su choque entrelaza sus caminos, junto con Hazan, el niño hechicero que les acompaña, también con sus propios problemas con los que lidiar.

Y estos tres individuos tendrán que aprender a dejar atrás el pasado, y en confiar entre ellos... y, lo que es más importante: a enfrentarse a sus mayores miedos y a aquello de lo que huyen.

Porque ese es otro de los muchos temas impresionantes que embarca el libro: los demonios interiores. Un tema realista, complicado y que han creado de forma asombrosa y cruel, dura y a la vez emotiva. La autoreflexión y la introspección de ambos personajes era maravillosa: cada pensamiento, cada análisis interno de sus emociones y deseos... asombroso. 

Podría tirarme horas hablando de los personajes. Son las joyas del libro, y brillaban en la más oscura de las noches. La trama es normal, el desenlace también parece bastante visto, pero los problemas que arrastran los personajes se juntan y chocan justo en el final,  creando una atmósfera de sufrimiento y recuerdos dolorosos hacia el horrible pasado del que huyen y al que ahora se enfrentan... y esta vez darán la cara. 

Sufres con sus personajes, lloras y ríes con ellos, y te dejarán con el corazón en vilo hasta la última página. 

Perfecto. 

La lectura era dinámica y concisa, la lengua era dulce y tierna al mismo tiempo que realista y dura, y los personajes son quienes hacen resplandecer a esta novela y destacar del género en el que se encuentra. Aún no me he recobrado de tantas emociones. Es un libro duro, con un mensaje interno magnífico y que abre un gran dilema, que nos hace reflexionar y descubrir otra cara más de la vida, y que hará del libro una lectura completa, maravillosa e inolvidable.

PUNTUACIÓN

♫ Acción: 2.25/5

♫ Personajes: 6/5 
♫ Originalidad: 2/5
♫ Trama: 3.25/5
♫ Desenlace: 3/5
♫ Pluma: 4/5

VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10