Autor: Raymond Carver
Editorial: Anagrama
Canción Identificada:
Sinopsis:
Se ha afirmado que el relato es la forma narrativa por excelencia en la literatura norteamericana actual y que Raymond Carver es el maestro indiscutible en este registro. En cada relato de Catedral se revela la presencia latente o la intrusión de terrores extraordinarios en una existencia ordinaria (Cathleen Medwick). El propio Carver ha escrito: «Pienso que es bueno que en un relato haya un leve aire de amenaza... Debe haber tensión, una sensación de que algo es inminente. Sus personajes son gente de lo más común: trabajadores manuales, empleaduchos, parados, parejas a la deriva... desamparados, golpeados por la vida, muchos de ellos bebedores, acceden, a pesar suyo, a una suerte de dimensión heroica, tercos testimonios de una realidad implacable. Su estilo es escueto, lacónico, opera por sustracción; se ha dicho que Carver inaugura una nueva visión, un nuevo método, una nueva tonalidad. Una de las voces más originales que han aparecido en la narrativa norteamericana desde hace muchos años.
Opinión:
Catedral es el primer libro de "realismo sucio" que me leo. Este género es caracterizado por representar con minucioso detalle la realidad, y enfocar la lectura en los sentidos y las tensiones emocionales.
Fiel a su género, Catedral es un libro seco, que transmite de manera clara y directa las luchas sentimentales y los enfrentamientos internos que tienen los personajes cuando una situación les supera.
Catedral es una novela minimalista, cruda y directa, compuesta por doce relatos cortos, todos muy diferentes entre ellos pero al mismo tiempo leales al género y al estilo que tiene la pluma de Carver.
En este género, no existen metáforas, moralejas y apenas hay figuras retóricas, y hay una cadencia de sucesos relevantes, de heroicidades o de personajes extravagantes. En cambio, nos presenta a personajes muy humanos y muy reales, que perfectamente podrían haber sido uno de nosotros, a quienes les ocurren hechos mundanos que sin embargo les desequilibran emocionalmente.
Ninguno de estos cortos relatos tiene una estructura conclusiva. Es como si la historia de cada uno comenzase en un punto cualquiera (ya sea sin aún conocer el problema o ya conociéndolo desde hace un tiempo) y acaba en un punto cualquiera (desde lograr ver una salida de ese problema a el mismísimo inicio del mismo).
De la misma manera, problema tras problema éstos se van solapando y el nudo de la historia se va volviendo más enrevesado y más grande.
Es un libro versátil y caótico, encerrando a los personajes en una situación de alta tensión que les lleve a confiar irremediablemente los unos en los otros.
Los personajes son personas normales y corrientes, vulgares y sin algo que las haga ser "especiales".
Son muy cercanos al lector, y las relaciones entre ellos son muy naturales y muy sinceras y realistas.
No son personajes memorables, heroicos o con situaciones extremas y poco comunes.
Los relatos hablan de cosas muy cotidianas, y expresa muy bien los enlaces entre los personajes.
No obstante, he tenido la sensación de que en muchos momentos de los relatos los personajes se abrían completamente y contaban todo lo que les ocurría a personas que eran completamente extrañas. Y sin bien esto queda interesante, pues es una manera de reflejar cómo una persona ha de apoyarse en otra, y cómo el ser humano necesita relacionarse, animal sociable como somos, me parecía excesivo llevar al límite este comportamiento, hasta el punto de contar todos tus problemas y tus conflictos internos a un completo desconocido.
Es una lectura interesante, sin golpes de efecto que atraigan la atención (batallas, acción, giros en la historia o tramas detectivescas), pero curiosa de leer. Aunque no es un género que me entusiasma, admiro mucho la prosa del escritor para que, de situaciones tan mundanas y ordinarias, cree una lectura que enfrasca al lector en la historia.
La pluma de Carver era seca, cruda y sórdida, se podría decir que coloquial, debido a que el arte de su escritura está en el empleo de la naturalidad en los diálogos.
Sus tramas tienen lugar en sitios urbanos, y reflejan la vida de estos personajes, tanto interna como en cómo se relacionan con otras personas.
Desde mi punto de vista, esta serie de relatos reflejan a la perfección la dependencia humana, cómo el ser humano necesita a otro ser humano para enfrentarse a sus problemas y superar sus miedos, incluso aunque estos sean comunes y poco extremos.
En este mundo de rutina, de relaciones y de personajes grises, Carver esculpe sus relatos, realistas y con situaciones perfiladas con pelos y señales, al detalle. E incluso entonces, hay elementos abstractos en la narrativa, lo que supone que el lector pueda tener diversas opiniones e interpretaciones sobre el relato.
El libro está compuesto por:
Catedral es un precioso conjunto de relatos del género del realismo sucio, crudos y sórdidos, y con personajes ordinarios y vulgares que se enfrentan a situaciones comunes pero que les desequilibran emocionalmente.
Catedral trata acerca de pérdida, de muerte, de enlaces humanos, de lealtades y confianzas, y de dependencia humana.
Una lectura que, aunque no haya sido de mi estilo, ha sido entretenida y me ha dado mucho de lo que pensar, con muchas interpretaciones en cada relato. Un libro que sin duda debe ser leído si buscas un libro del realismo sucio fiel a su género.
Fiel a su género, Catedral es un libro seco, que transmite de manera clara y directa las luchas sentimentales y los enfrentamientos internos que tienen los personajes cuando una situación les supera.
Catedral es una novela minimalista, cruda y directa, compuesta por doce relatos cortos, todos muy diferentes entre ellos pero al mismo tiempo leales al género y al estilo que tiene la pluma de Carver.
En este género, no existen metáforas, moralejas y apenas hay figuras retóricas, y hay una cadencia de sucesos relevantes, de heroicidades o de personajes extravagantes. En cambio, nos presenta a personajes muy humanos y muy reales, que perfectamente podrían haber sido uno de nosotros, a quienes les ocurren hechos mundanos que sin embargo les desequilibran emocionalmente.
Ninguno de estos cortos relatos tiene una estructura conclusiva. Es como si la historia de cada uno comenzase en un punto cualquiera (ya sea sin aún conocer el problema o ya conociéndolo desde hace un tiempo) y acaba en un punto cualquiera (desde lograr ver una salida de ese problema a el mismísimo inicio del mismo).
De la misma manera, problema tras problema éstos se van solapando y el nudo de la historia se va volviendo más enrevesado y más grande.
Es un libro versátil y caótico, encerrando a los personajes en una situación de alta tensión que les lleve a confiar irremediablemente los unos en los otros.
Los personajes son personas normales y corrientes, vulgares y sin algo que las haga ser "especiales".
Son muy cercanos al lector, y las relaciones entre ellos son muy naturales y muy sinceras y realistas.
No son personajes memorables, heroicos o con situaciones extremas y poco comunes.
Los relatos hablan de cosas muy cotidianas, y expresa muy bien los enlaces entre los personajes.
No obstante, he tenido la sensación de que en muchos momentos de los relatos los personajes se abrían completamente y contaban todo lo que les ocurría a personas que eran completamente extrañas. Y sin bien esto queda interesante, pues es una manera de reflejar cómo una persona ha de apoyarse en otra, y cómo el ser humano necesita relacionarse, animal sociable como somos, me parecía excesivo llevar al límite este comportamiento, hasta el punto de contar todos tus problemas y tus conflictos internos a un completo desconocido.
Es una lectura interesante, sin golpes de efecto que atraigan la atención (batallas, acción, giros en la historia o tramas detectivescas), pero curiosa de leer. Aunque no es un género que me entusiasma, admiro mucho la prosa del escritor para que, de situaciones tan mundanas y ordinarias, cree una lectura que enfrasca al lector en la historia.
La pluma de Carver era seca, cruda y sórdida, se podría decir que coloquial, debido a que el arte de su escritura está en el empleo de la naturalidad en los diálogos.
Sus tramas tienen lugar en sitios urbanos, y reflejan la vida de estos personajes, tanto interna como en cómo se relacionan con otras personas.
Desde mi punto de vista, esta serie de relatos reflejan a la perfección la dependencia humana, cómo el ser humano necesita a otro ser humano para enfrentarse a sus problemas y superar sus miedos, incluso aunque estos sean comunes y poco extremos.
En este mundo de rutina, de relaciones y de personajes grises, Carver esculpe sus relatos, realistas y con situaciones perfiladas con pelos y señales, al detalle. E incluso entonces, hay elementos abstractos en la narrativa, lo que supone que el lector pueda tener diversas opiniones e interpretaciones sobre el relato.
El libro está compuesto por:
- Plumas, relato que refleja las complejidades pero también las simplezas de las relaciones de una pareja.
- La Casa del Chef, que trata acerca de costumbre y rituales humanos, de cómo el ser humano se aferra a la ilusoria constancia.
- Conservación, de pérdidas, de desorientación y de soledad.
- El Compartimiento, de culpa y de batallas internas.
- Parece una Tontería, un relato más cotidiano.
- Vitaminas, puede que el relato que menos me haya gustado, que se me ha hecho más pesado y sin tantas emociones intensas en los personajes.
- Cuidado, nuevamente, de relaciones de la pareja.
- Desde donde Llamo, que habla del alcholismo, de familias rotas y de confianzas.
- El Tren, de malentendidos en el día a día.
- Fiebre, de sacar en adelante a una familia.
- La Brida, de más mundos ilusorios y percepciones de la realidad.
- Y, finalmente, mi relato favorito, Catedral, que trata acerca de apariencias, opiniones primeras sobre una persona, percepciones, imaginaciones y creatividad en la minusvalía de un ciego.
Catedral es un precioso conjunto de relatos del género del realismo sucio, crudos y sórdidos, y con personajes ordinarios y vulgares que se enfrentan a situaciones comunes pero que les desequilibran emocionalmente.
Catedral trata acerca de pérdida, de muerte, de enlaces humanos, de lealtades y confianzas, y de dependencia humana.
Una lectura que, aunque no haya sido de mi estilo, ha sido entretenida y me ha dado mucho de lo que pensar, con muchas interpretaciones en cada relato. Un libro que sin duda debe ser leído si buscas un libro del realismo sucio fiel a su género.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 3/5
♫ Acción: 1/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 3.25/5
♫ Desenlace: 3/5
♫ Pluma: 3.75/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7.75/10
VALORACIÓN PERSONAL: 7.75/10
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