Reseña: Las Hijas de Tara

Título: Las Hijas de Tara

Autor: Laura Gallego García

Editorial:Gran Angular

Canción Identificada: Last Living Souls (Gorillaz)

Sinopsis:

El mundo natural de Mannawinard lleva mucho tiempo enfrentado al mundo tecnológico de las dumas. Cinco humanos de diferentes orígenes y un androide tienen la solución; pero antes deberán encontrarse y emprender juntos un viaje lleno de peligros donde mercenarios, mutantes y robots destructivos intentarán acabar con sus vidas.

Opinión:

Esta es la clase de historia con la que no sabes qué esperarte, razón por la que me compré el libro. 
Aunque a veces está bien saber de qué trata el libro, para hacerte más o menos una idea y sentir que tienes los pies en la tierra al comenzar a leértelo, en otros casos es mejor que estas historias queden como una incógnita, y que seas tú quien vaya sorprendiéndose descubriendo a dónde nos va arrastrando la trama, con un objetivo poco claro.



La premisa del libro parece prometer grandes cosas: acción, aventuras, intriga y amistad, y una gran variedad de personajes que tienen que salvar el mundo.

Me vienen varios libros a la cabeza con esta breve sinopsis... Hasta que sigues leyéndola y llegas a la parte en la que ves las palabras "mercenarios", "mutantes" y "robots desctructivos", y es entonces cuando piensas: "qué demonios". 

Pero, ¡he ahí la gracia de la historia! El jugo de Las Hijas de Tara está en guiar al lector por una trama extrañísima en un mundo completamente nuevo y distinto a lo que nos hemos encontrado jamás.

Creo que, de todos los libros que me he leído de Laura Gallego (que ya es decir bastante, ya que durante un tiempo fue mi escritora favorita) Las Hijas de Tara es el libro más peculiar y más extravagante que me he leído.

Pero esto es bueno. Las Hijas de Tara rompe con cualquier barrera que la literatura haya establecido. 

Laura Gallego decide arriesgarse y sale de lo común y ordinario y da completa rienda suelta a su imaginación, presentándonos una novela extraña, diferente, breve y fresca, lo que hace que se devore en nada. 

¡Mezclar naturaleza con tecnología! ¡Es una idea de locos! ¿¿¡Quién iba a pensar que iba a aquedar tan bien!??

Resulta un tema, sin duda, atrevido y muy original, y sin duda atractivo al leerte la parte de atrás del libro. Vamos, yo vi esta sinopsis y me moría de ganas de saber de qué iba la novela. 

No vas mal encaminado cuando anticipas que va a ser un libro raro. No es New Weird, ni se acerca a serlo, pero es un libro de fantasía y ciencia ficción peculiar, ya que mezcla estos dos géneros. 

Laura Gallego crea a un mundo admirable, con elementos prácticamente opuestos, como lo son la naturaleza y la tecnología y el modernismo, pero aun así con un orden, una jerarquización, y un por qué de las cosas. 

Las Hijas de Tara es una novela autoconclusiva narrada en tercera persona omnisciente del pasado, que está compuesta por un prólogo, y, por supuesto, los famosos catorce capítulos que tienen todas las novelas de esta escritora. 

La novela nos sitúa en un futuro (probablemente de nuestro mundo) en el que hay dos bandos, la naturaleza y la tecnología, que llevan enfrentados desde hace muchos años. 


En las dumas habitan las personas que apoyan el avance de la tecnología, que se dividen en tres sectores: El Centro, El Círculo Medio y el Círculo Exterior. En el Centro reside la gente más privilegiada, mientras que el el Círculo Medio, los trabajadores; y en el Círculo Exterior, los marginados, la periferia de la sociedad. 

Este último sector está teniendo un amenazador crecimiento, pues ahí residen las personas más peligrosas y están las lacras sociales más escandalosas, que se están haciendo poco a poco con el poder de las dumas, donde hay mutantes y está la hermandad Ojo de la Noche, al que pertenece Kim, una de nuestros protagonistas. 



Las personas que han decidido seguir un camino venerando a Tara, la Madre Naturaleza, residen en Mannawinard, que da cobijo a la naturaleza, a los animales, a la magia, y a los habitantes de este reino verde. 

Poco a poco, Mannawinard va avanzando hasta que sea capaz de volver a cubrir por completo la Tierra de verde de nuevo... Eso, si el mundo tecnológico no se lo impide. 
Mannawinard va avanzando, devorando así los Páramos, lugar desértico sin apenas vida, donde en su mayoría habitan grupos de mutantes. 

En Mannawinard viven los Ruadh (defensores de Mannawinard), denominados "salvajes" por los urbanitas de las dumas, y otras tribus que optan vivir en este mágico lugar en lugar del contaminado espacio de las dumas.

Con las voces narrativas Laura Gallego nos va situando en el  mundo, y vamos conociendo las culturas de cada parte de éste, cómo son las personas, cómo interaccionan entre ellas, qué veneran y qué apoyan, y de qué parte de esta silenciosa guerra están. 

Y, en todo momento, está bien presente el término de "Las Hijas de Tara" ya que Keyko, otra protagonista, pertenece a la orden de Las Hijas de Tara, y, además, todos los seres vivientes del planeta son hijos de la diosa Tara, la Madre Tierra. 

“-Los viejos tenemos el conocimiento -dijo Gaernon con amabilidad, ignorando a Kim-. Los adultos tienen la seguridad. Los niños tienen la ilusión. Pero sois los jóvenes los que teneís el poder para cambiar el mundo, Keyko. No lo olvides jamás.” 

En este futuro hay dos bandos muy bien definidos y muy divididos: los salvajes y los urbanitas, defensores de naturaleza y de tecnología. 

Pero, al borde de una guerra, ¿lograrán personas de estos dos diferentes y enfrentados mundos aliarse y unir fuerzas?

La guerra que lleva años retrasándose es inminente, y el causante de esta guerra es un robot biónico. 

La Hermandad Ojo de la Noche mandará a Kim a por este biobot, contratada por alguien, pero las cosas se verán enredadas y complicadas y Kim acabará huyendo con él (a quien decide apodar Adam)... Y en su camino se encontrará con Keyko, una chica de la Hermandad de las Hijas de Tara, quien ha sido enviada a dar un mensaje a una sacerdotisa de un templo en el núcleo de Mannawinard.

Sorprendentemente, ambos destinos se verán entrelazados y las dos chicas deberán aprender a confiar la una en la otra... y a descubrir que las cosas no son blancas o negras como las pintan, y a llegar a comprender la cultura opuesta.

Esto. Esto. Esto es lo que más me ha gustado del libro. 

No sólo me encanta el mensaje naturalista que tiene el libro, sino esta maravillosa unión entre dos jóvenes de distintos mundos con diferentes culturas, y cómo según progresa el libro la mentalidad de ellas va cambiando y las chicas van evolucionando hasta romper con los prejuicios y las ideas que la sociedad les ha metido en la cabeza, y a entender y ponerse en el lugar del bando opuesto.

Hay tantas referencias que tiene este suceso que me ha parecido que, incluso con su ambiguedad, hay algo bello y simple también en este mensaje que Laura Gallego transmite, un mensaje que llegará de manera distinta a cada persona, pero que cambiará al lector por completo.

Con el peso de una misión que dictaminará la supervivencia o la destrucción del planeta y de ambos bandos, estas chicas por el camino aprenderán de la otra y conocerán a nuevos aliados... y también a enemigos que irán tras su rastro.

Como no podía ser de otra manera, nos encontramos ante otro fantástico mundo de Laura gallego, un mundo de ciencia ficción y de fantasía, de tecnología y de magia, tan maravillosamente esculpido que se vuelve la realidad del lector mientras éste lo lee. 

La prosa de Laura Gallego es sencilla, directa y firme. 

No emplea palabras muy extrañas, ni enreda las frases, sino que en todo momento lo que ocurre se ve con total claridad, y sus personajes tienen completa transparencia, de manera que entendemos cada una de sus reacciones y vemos cada emoción que les invade, y también las batallas interiores que lidian en su cabeza. 

La pluma de Laura gallego es clara y amena, tiene un buen ritmo y nos sumerge en la historia desde la primera palabra, mientras poco a poco va añadiendo más misterios y más información nueva para que el lector en todo momento esté atrapado en el libro.

Es una novela muy corta, que se lee en un abrir y cerrar de ojos. Laura Gallego hace uso de onomatopeyas, lo que me ha gustado bastante y creo que es algo nuevo que la escritora nunca antes había usado. 

Personalmente, lo que no me ha gustado han sido las escenas de acción. Eran muy buenas, pero se me hacían muy repetidas, pues he tenido la sensación de que, quitando el escenario, las escenas eran prácticamente las mismas.

Dejando esto a un lado, me ha encantado el mundo que crea Laura Gallego, pues me parece muy original, y me alegro de que se haya atrevido con algo tan poco común y tan novedoso, y de veras espero que haga libros similares a este, pues he disfrutado mucho con la lectura.

En relación a los personajes, todos ellos me han encantado. 

El libro presenta pocos personajes, pero los que son son muy diferentes entre ellos, haciendo que tenga una colorida gama de personajes muy variopintos.

Las voces narrativas son las de Kim y Kayko, unos grandes personajes que me han llegado al corazón, y cuya relación me ha encantado.

Kim es una joven miembro de la Hermandad Ojo de la Noche, una mercenaria urbanita proveniente del Círculo Externo, eficaz e imparable. 

Su empleo consiste en hacer encargos ilegales, y la chica ha sobrevivido de esta manera desde que era muy pequeña. 

Conocemos poco acerca de su pasado. Como pega, me hubiese gustado que se supiese más acerca del pasado de los personajes, pues me parece algo imprescindible en toda novela, para ver más ampliamente el contexto que les lleva a ser quienes son y a hacer lo que hacen. 

Kim es decidida, segura de sí misma, fuerte, y odia el desorden y el descontrol (es decir, la magia y la naturaleza en general), pero su mentalidad irá cambiando según avanzamos en la trama.

Es por esto por lo que me ha encantado la evolución de su personaje, como la del resto de personajes de la historia. 

Es, en este aspecto, uno de los libros que más me gustan de esta escritora, y creo que es el libro suyo cuyo mensaje más me ha llegado el corazón y más me ha cambiado y movido por dentro.  

Kim tarda en cambiar, pero es esta progresión una de las cosas que más valoro del libro, pues se ve lo cerrados que somos los humanos y lo difícil que es que cambie nuestra forma de ver el mundo.

Keyko es una chica que vive en los Páramos junto a sus "hermanas" de la Orden de las Hijas de Tara. Es una joven que aprecia la naturaleza, y que no duda en embarcarse en una misión encomendada por la Madre Blanca para dar un mensaje a Kea. 

Es tranquila pero una innata luchadora, sabe cómo arreglárselas sola y es fuerte e independiente, y fiel a la Orden a la que pertenece. 

“Todos somos parte del mundo, hija. Nosotros somos el mundo. Si dañamos a Tara, nos dañamos a nosotros mismos. No lo olvides nunca. Ten fe en ti misma y no te rindas.”

Es muy distinta a Kim, y es quien la hace abrir los ojos, y también quien descubre por medio de la otra chica que el mundo tecnológico no es tal y como la habían dicho que era.

Luego está Chris... frío, calculador, le gusta la soledad, y un hacker que parece no tener sentimientos... Vamos, resumiendo, un prototipo Kirtash, los inicios del personaje más épico del magnífico libro Memorias de Idhún. 

Me leí este libro años después de haberme ventilado del tirón la trilogía de Memorias de Idhún, y cuando supe que aquí estaba la primera versión de Christian tuve unas ganas locas de gritar de la emoción.

Conocido de Kim por otros encargos de la chica, se unirá al grupo y también será cambiado por las personas en él, teniendo otra gran evolución como personaje.

También está Semira, un personaje de la tribu de los Ruadh, quien también es cerrada de mente y odia a los urbanitas y desea proteger y defender la naturaleza a toda costa. 

Es desconfiada, y también tarda en mirar con otros ojos el mundo tecnológico.

Semira ha sido un personaje muy bueno, fuerte, valiente y sin miedo... Otro gran personaje que complementa y cambia a los otros de esta historia.

Por último también tenemos a Moira, una hechicera alegre y al mismo tiempo sabia, aunque he preferido a estos cuatro personajes anteriores.

Quien menos me ha gustado, sin duda, ha sido Adam, el biobot con mucha personalidad y con una inmensa curiosidad que sin embargo me parecía bastante poco inteligente, siempre preguntón pero no de un modo adorable sino pesado, porque no interaccionaba, y era cansado que siempre estuviese interrumpiendo la historia.

"- Define "Mannawinard"
Keyko se detuvo, miró al biobot, y sonrió.
-Al otro lado de los Páramos, más allá de la última duma, se extiende Mannawinard, la tierra siempre verde de la diosa Tara. Las personas que habitan allí respetan la naturaleza y controlan la magia.
-Las personas que habitan allí viven como animales-replicó Kim, lanzándole una mirada irritada a su compañera-. ¿Quieres hacer el favor de no llenarle la memoria de tonterías?-se volvió hacia Adam, muy seria-. Mira, Mannawinard es el mayor cataclismo de la historia de la humanidad. Hace cerca de cinco siglos una anormal explosión de... Plantas asesinas...
-... Naturaleza y vida-puntualizó Keyko.
-...Plantas asesinas-repitió Kim sin hacerle caso-, destruyó gran parte de nuestra civilización. La naturaleza se volvió contra el hombre y ahogó literalmente todas las ciudades.
-Define "naturaleza"-pidió Adam.
-Naturaleza es la obra de la diosa Tara-dijo Keyko-. Los dones de la Madre Tierra.
-Naturaleza es todo lo que no ha creado la mano del ho,bre-replicó Kim-. Naturaleza es caos, desorden, descontrol, peligro, amenaza.
-En eso te equivocas-saltó Keyko, picada-. La naturaleza tiene su propio equilibrio, lo que pasa es que a vosotros, los urbanitas, os molesta la idea de que haya algo superior al ser humano, y no reconocéis que en materia la creación de Tara os ha aventajado con creces."

Aun así, le tengo un pelín, apenas existente respeto ya que es el elemento que hace que estos personajes de la historia se conozcan y se unan (esto no quita que le siga odiando).

Las Hijas de Tara es un precioso libro con un profundo y hermoso mensaje, lleno de acción, de enigmas, de aventuras y de luchas, mas lo mejor de todo el libro es sin duda los lazos que unen a los personajes y cómo estos son cambiados por los otros, cómo abren la mente y cómo poco a poco confían en el otro y forman una mistad inquebrantable.

Las conversaciones de los personajes también me han encantado, pues eran muy profundas y muy bonitas, y dejaban al lector con muchos debates internos acerca de este fantástico mundo. 

Es un libro que nos hace reflexionar, en el que conectamos con todos sus personajes y en el que conocemos un magnífico mundo irresistiblemente original.

Las Hijas de Tara es una lectura excelente, que sin duda has de leer si te gusta cómo escribe esta talentosa escritora.

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 4.25/5
♫ Acción: 3.5/5
♫ Trama: 3.5/5
♫ Originalidad: 4.75/5
♫ Desenlace: 4/5
♫ Pluma: 4/5

VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10