Autor: Jennifer Niven
Editorial: Destino
Canción Identificada: The Bright Young Things (Marilyn Manson)
Sinopsis:
Violet está rota. Finch está roto. ¿Pueden dos mitades rotas reconstruirse?
Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.
Esta es la historia de una chica que aprende a vivir de un chico que pretende morir; de dos jóvenes que se encuentran y dejan de contar los días para empezar a vivirlos.
Opinión:
No sé por qué decidí comprarme este libro, en primer lugar.
Supongo que esperaba que fuera una historia bonita, acerca de descubrirse a sí mismo, con emociones intensas y unos grandes personajes.
No suelo optar por un libro contemporáneo, menos adolescente, pero para entonces supongo que estaba en esa época que consiste en hallar tu identidad, y opté por este libro, ya que las críticas le ponían como muy bueno.
Mala idea. Definitivamente, muy mala idea.
Si bien no me considero fan de los libros contemporáneos adolescentes, de vez en cuando me cojo alguno.
Como ya he mencionado en otras reseñas, yo pienso que la chispa de una historia, aunque en parte está en la trama, sobre todo está en la pluma del escritor.
El escritor tiene que ser capaz de transmitir justo lo que quiere decir, de hacer reír al lector, de hacerle llorar y abrazar el libro y pensar en él a todas horas.
Da igual el género que sea: se puede sacar maravillas de cada género. Prueba de esto son algunos recientes libros que me he leído contemporáneos, como The Art of Being Normal, de Lisa Williamson, y A Thousand Perfect Notes, de C. G. Drews.
Este libro tenía bastantes papeletas para ser bueno. Pero falló al intentarlo.
Es muy importante en la literatura juvenil retratar con pelos y señales las emociones. Un libro juvenil tiene que tener emociones intensas, liberadoras, que te muevan por dentro y te abran la mente.
Esto es sumamente imprescindible.
Algo que siempre me ha parecido muy interesante es la mente adolescente. Es caótica, impredecible, y muy intensa.
Es como una caja pequeña que contiene tantas emociones que se enredan entre sí y forman nudos, tan comprimidas que en cualquier momento estallan.
Hay dos tipos de escritores a la hora de escribir una novela contemporánea de adolescentes: aquellos que diseccionan las emociones, estudian al detalle cada una de ellas, las exponen individualmente y describen meticulosamente el desencadenante que tienen estas emociones y, lo que es más importante, la raíz de ellas; y luego están aquellos escritores que simplemente te abofetean con ellas, impactan al lector súbitamente y sin dar la voz de alerta de estas emociones, le ahogan entre ellas y le atrapan con sus nudos y sus retorcidas reacciones, que dibujan el caos en su estado más puro y cómo hay veces que hay que vivir con éste.
No tengo preferencias en cuanto a estos dos tipos de escritores. Y mira que son bien distintos, pero yo diría que depende del libro. Es el libro el que dictamina cómo ha de ser la pluma del escritor.
¿El problema de este libro? Que la escritora no hacía ninguna de estas dos cosas.
Todas las palabras del libro me parecían vacías e insustanciales, porque no había emoción tras ellas, sino que la escritora tan sólo narraba algo con una voz totalmente plana.
Eh, no quiero decir que todo el libro haya sido completamente malo, había cosas que eran bastante buenas y conmovedoras.
Alguna fracesilla bonita hay por ahí, pero no venía mucho a cuento.
Lo que a este libro le falta son emociones intensas, un desajuste de sentimientos y un caos descontrolado que llevase a sus protagonistas (y con ellos arrastrado al lector) hasta su final, y haciendo que en este todo parezca detenerse y congelarse y todo se desmorone en derredor.
Y esto pasa, en gran cantidad de libros. Pero para ello hay que haber estado preparándose para el final. No puedes escribir un libro vacío y que de pronto haya un final terriblemente triste, porque el lector no sentirá nada en absoluto.
Hay que preparar el final, desde la primera página, hacer que cada palabra dicha por los personajes sea crucial para este desenlace, que se vea con total transparencia cómo se sienten, que haya alguna escena desgarradora, que se vea en la cerrada burbuja en la que viven... y que al fin se vea cómo esta estalla y cómo todo comienza a derrumbarse a su alrededor.
Porque yo, al menos, al leerme este final me quedé igual que al inicio.
Me invadió un ligero toque de tristeza, pero, realmente, no lo había visto venir para nada. Y esta vez digo esto en el mal sentido.
No tenía lógica alguna ese final, no tal y como estaban progresando las cosas en el libro.
En relación a la trama, creo que ha sido de lo peor del libro. Mira que podría haber sido bonita. El libro está narrado por dos voces: la de Violet y la de Finch (estoy segura de que habíais visto esto venir XD).
Cuenta la historia de dos adolescentes, Theodore Finch y Violet Markey, dos personas que cuentan los días: Violet crea una cuenta atrás hasta su graduación y, después, hacia la libertad. Finch cuenta los días que lleva "despierto", presente en este mundo en lugar de sumu¡irse en la depresión. me da rabia, porque podría haber sido un loibro bueno.... Pero luego, de printo, la trama consiste en que han de hacer un trabajo de clase untos, y ¡voilá! Prácticamente al segundo día tiene confianza ciega en el otro y juntos descubren que hay cosas por las que merece la pena vivir.
“We do not remember days, we remember moments.”
La trama consiste en que ambos, para un trabajo de geografía, deben recorren varios puntos de Indiana y hacer un resumen de lo que hacen en cada lugar, lo que dejan y lo que se llevan.
“The thing I realize is, that it's not what you take, it's what you leave.”
¡Gran oportunidad para poner encanto a la historia, acción y aventuras!
Pero no, en cada uno de estos lugares lo único que había era una escena amorosa. En verdad, ninguno ayudaba al otro, porque apenes había conversaciones profundas que te conmoviesen y te llevasen de ternura.
Aquí es donde comienza el romance adolescente.
Así que, ¿por qué lo he catalogado como "romance actual"? Porque la novela era muy pastelosa.
Desde que se conocen, atrás quedan los problemas familiares, los trastornos que puedan tener o el miedo y el peso que carguen sobre sus hombros.
Todo se volatiliza y se va a un segundo plano, y lo único que importa es la relación que estos dos sujetos tienen.
“She is oxygen, carbon, hydrogen, nitrogen, calcium, and phosphorus. The same elements that are inside the rest of us, but I can’t help thinking she’s more than that and she’s got other elements going on that no one’s ever heard of, ones that make her stand apart from everybody else. I feel this brief panic as I think, What would happen if one of those elements malfunctioned or just stopped working altogether? I make myself push this aside and concentrate on the feel of her skin until I no longer see molecules but Violet.”
Y no era una relación para nada grandiosa. Vamos a ver, supongo que si juntas a una persona vacía e insulsa y a otra igual de monótona, acabas haciendo que conecten, pero me pareció bastante aburrido leer sobre estos dos personajes, porque no llegué a conectar con ninguno, como todo el rato la trama iba centrada en la relación que tenían no logré tener un solo momento de respiro en el que pudiese pensar: "vaya, esto no está del todo mal".
Además, el romance que había era bastante predecible, y los personajes clichés.
Violet es la típica chica popular de un instituto, su ex-novio siendo el chico más popular del instituto, y con una amiga vacía que apenas era mencionada en el libro, también sumamente popular, una rubia despampanante; aunque Violet oculta una faceta suya sumida en tinieblas, vacía tras la muerte de su hermana, Eleanor, en un accidente de coche.
Personalmente, me hubiese gustado que se hubiese sacado más partido a este detalle, porque creo que la pérdida es algo que hay que dar más importancia en un libro, algo de lo que se necesita hablar y de lo que se necesita sacar cada sentimiento que sientes y cada emoción y soltarlo al mundo.
Finch ha sido un personaje algo más peculiar, etiquetado en el instituto como "el friki", que tiene bastantes problemas familiares.
Su familia es bastante única, y creo que ha sido el elemento que más me ha gustado del libro, aunque, nuevamente, apenas salía en él o había mención sobre ella.
Es una familia bastante distanciada: su madre está apagada, prácticamente sin vida, tras que dos maridos suyos la hayan abandonado, y lo hace todo con desgana y no cuida de sus hijos. Luego Finch tiene dos hermanas, quienes apenas han salido en la historia, lo que es una pena, porque me habría gustado saber más acerca de las dinámicas de su familia.
Su padre, quien les ha abandonado y se ha casado de nuevo con otro hijo, le pegaba y lo sigue haciendo, pero a Finch no le importa, porque él tan sólo quiere desaparecer de este mundo, no ve algo a lo que agarrarse y no le importa en riesgo porque quiere morir.
“What if life could be this way? Only the happy parts, none of the terrible, not even the mildly unpleasant. What if we could just cut out the bad and keep the good? This is what I want to do with Violet - give her only the good, keep away the bad, so that good is all we ever have around us.”
En el fondo, la historia tampoco es que sea un fracaso total.
Tiene partes buenas, pero lo que digo: creo que se le podría haber sacado mucho más partido con estas dos personas rotas que descubren el sentido de la vida.
Habría estado aceptable, pero le faltaba intensidad a la novela, conversaciones y muestras de cariño y entendimiento de parte de los dos personajes, que se viese que tratan de ayudarse y que no piensan únicamente en ellos mismos.
Violet y Finch narra una historia que no está del todo mal, pero que a mí no me terminó de convencer. En primer lugar, porque me faltaba una chispa que acelerase los acontecimientos, me faltaba que la novela tuviese más tensión, pese a tener una emoción muy buena entre sus páginas.
Los personajes eran bastante predecibles y vacíos, aunque tenían sus cosillas de ternura.
Violet y Finch me ha parecido una novela pesada, pues siento que le faltaba un algo que la hiciese única, pero sin duda era muy bonita, tierna, y tenía buenos momentos.
Supongo que esperaba que fuera una historia bonita, acerca de descubrirse a sí mismo, con emociones intensas y unos grandes personajes.
No suelo optar por un libro contemporáneo, menos adolescente, pero para entonces supongo que estaba en esa época que consiste en hallar tu identidad, y opté por este libro, ya que las críticas le ponían como muy bueno.
Mala idea. Definitivamente, muy mala idea.
Si bien no me considero fan de los libros contemporáneos adolescentes, de vez en cuando me cojo alguno.
Como ya he mencionado en otras reseñas, yo pienso que la chispa de una historia, aunque en parte está en la trama, sobre todo está en la pluma del escritor.
El escritor tiene que ser capaz de transmitir justo lo que quiere decir, de hacer reír al lector, de hacerle llorar y abrazar el libro y pensar en él a todas horas.
Da igual el género que sea: se puede sacar maravillas de cada género. Prueba de esto son algunos recientes libros que me he leído contemporáneos, como The Art of Being Normal, de Lisa Williamson, y A Thousand Perfect Notes, de C. G. Drews.
Este libro tenía bastantes papeletas para ser bueno. Pero falló al intentarlo.
Es muy importante en la literatura juvenil retratar con pelos y señales las emociones. Un libro juvenil tiene que tener emociones intensas, liberadoras, que te muevan por dentro y te abran la mente.
Esto es sumamente imprescindible.
Algo que siempre me ha parecido muy interesante es la mente adolescente. Es caótica, impredecible, y muy intensa.
Es como una caja pequeña que contiene tantas emociones que se enredan entre sí y forman nudos, tan comprimidas que en cualquier momento estallan.
Hay dos tipos de escritores a la hora de escribir una novela contemporánea de adolescentes: aquellos que diseccionan las emociones, estudian al detalle cada una de ellas, las exponen individualmente y describen meticulosamente el desencadenante que tienen estas emociones y, lo que es más importante, la raíz de ellas; y luego están aquellos escritores que simplemente te abofetean con ellas, impactan al lector súbitamente y sin dar la voz de alerta de estas emociones, le ahogan entre ellas y le atrapan con sus nudos y sus retorcidas reacciones, que dibujan el caos en su estado más puro y cómo hay veces que hay que vivir con éste.
No tengo preferencias en cuanto a estos dos tipos de escritores. Y mira que son bien distintos, pero yo diría que depende del libro. Es el libro el que dictamina cómo ha de ser la pluma del escritor.
¿El problema de este libro? Que la escritora no hacía ninguna de estas dos cosas.
Todas las palabras del libro me parecían vacías e insustanciales, porque no había emoción tras ellas, sino que la escritora tan sólo narraba algo con una voz totalmente plana.
Eh, no quiero decir que todo el libro haya sido completamente malo, había cosas que eran bastante buenas y conmovedoras.
Alguna fracesilla bonita hay por ahí, pero no venía mucho a cuento.
Lo que a este libro le falta son emociones intensas, un desajuste de sentimientos y un caos descontrolado que llevase a sus protagonistas (y con ellos arrastrado al lector) hasta su final, y haciendo que en este todo parezca detenerse y congelarse y todo se desmorone en derredor.
Y esto pasa, en gran cantidad de libros. Pero para ello hay que haber estado preparándose para el final. No puedes escribir un libro vacío y que de pronto haya un final terriblemente triste, porque el lector no sentirá nada en absoluto.
Hay que preparar el final, desde la primera página, hacer que cada palabra dicha por los personajes sea crucial para este desenlace, que se vea con total transparencia cómo se sienten, que haya alguna escena desgarradora, que se vea en la cerrada burbuja en la que viven... y que al fin se vea cómo esta estalla y cómo todo comienza a derrumbarse a su alrededor.
Porque yo, al menos, al leerme este final me quedé igual que al inicio.
Me invadió un ligero toque de tristeza, pero, realmente, no lo había visto venir para nada. Y esta vez digo esto en el mal sentido.
No tenía lógica alguna ese final, no tal y como estaban progresando las cosas en el libro.
En relación a la trama, creo que ha sido de lo peor del libro. Mira que podría haber sido bonita. El libro está narrado por dos voces: la de Violet y la de Finch (estoy segura de que habíais visto esto venir XD).
Cuenta la historia de dos adolescentes, Theodore Finch y Violet Markey, dos personas que cuentan los días: Violet crea una cuenta atrás hasta su graduación y, después, hacia la libertad. Finch cuenta los días que lleva "despierto", presente en este mundo en lugar de sumu¡irse en la depresión. me da rabia, porque podría haber sido un loibro bueno.... Pero luego, de printo, la trama consiste en que han de hacer un trabajo de clase untos, y ¡voilá! Prácticamente al segundo día tiene confianza ciega en el otro y juntos descubren que hay cosas por las que merece la pena vivir.
“We do not remember days, we remember moments.”
La trama consiste en que ambos, para un trabajo de geografía, deben recorren varios puntos de Indiana y hacer un resumen de lo que hacen en cada lugar, lo que dejan y lo que se llevan.
“The thing I realize is, that it's not what you take, it's what you leave.”
¡Gran oportunidad para poner encanto a la historia, acción y aventuras!
Pero no, en cada uno de estos lugares lo único que había era una escena amorosa. En verdad, ninguno ayudaba al otro, porque apenes había conversaciones profundas que te conmoviesen y te llevasen de ternura.
Aquí es donde comienza el romance adolescente.
Así que, ¿por qué lo he catalogado como "romance actual"? Porque la novela era muy pastelosa.
Desde que se conocen, atrás quedan los problemas familiares, los trastornos que puedan tener o el miedo y el peso que carguen sobre sus hombros.
Todo se volatiliza y se va a un segundo plano, y lo único que importa es la relación que estos dos sujetos tienen.
“She is oxygen, carbon, hydrogen, nitrogen, calcium, and phosphorus. The same elements that are inside the rest of us, but I can’t help thinking she’s more than that and she’s got other elements going on that no one’s ever heard of, ones that make her stand apart from everybody else. I feel this brief panic as I think, What would happen if one of those elements malfunctioned or just stopped working altogether? I make myself push this aside and concentrate on the feel of her skin until I no longer see molecules but Violet.”
Y no era una relación para nada grandiosa. Vamos a ver, supongo que si juntas a una persona vacía e insulsa y a otra igual de monótona, acabas haciendo que conecten, pero me pareció bastante aburrido leer sobre estos dos personajes, porque no llegué a conectar con ninguno, como todo el rato la trama iba centrada en la relación que tenían no logré tener un solo momento de respiro en el que pudiese pensar: "vaya, esto no está del todo mal".
Además, el romance que había era bastante predecible, y los personajes clichés.
Violet es la típica chica popular de un instituto, su ex-novio siendo el chico más popular del instituto, y con una amiga vacía que apenas era mencionada en el libro, también sumamente popular, una rubia despampanante; aunque Violet oculta una faceta suya sumida en tinieblas, vacía tras la muerte de su hermana, Eleanor, en un accidente de coche.
Personalmente, me hubiese gustado que se hubiese sacado más partido a este detalle, porque creo que la pérdida es algo que hay que dar más importancia en un libro, algo de lo que se necesita hablar y de lo que se necesita sacar cada sentimiento que sientes y cada emoción y soltarlo al mundo.
Finch ha sido un personaje algo más peculiar, etiquetado en el instituto como "el friki", que tiene bastantes problemas familiares.
Su familia es bastante única, y creo que ha sido el elemento que más me ha gustado del libro, aunque, nuevamente, apenas salía en él o había mención sobre ella.
Es una familia bastante distanciada: su madre está apagada, prácticamente sin vida, tras que dos maridos suyos la hayan abandonado, y lo hace todo con desgana y no cuida de sus hijos. Luego Finch tiene dos hermanas, quienes apenas han salido en la historia, lo que es una pena, porque me habría gustado saber más acerca de las dinámicas de su familia.
Su padre, quien les ha abandonado y se ha casado de nuevo con otro hijo, le pegaba y lo sigue haciendo, pero a Finch no le importa, porque él tan sólo quiere desaparecer de este mundo, no ve algo a lo que agarrarse y no le importa en riesgo porque quiere morir.
“What if life could be this way? Only the happy parts, none of the terrible, not even the mildly unpleasant. What if we could just cut out the bad and keep the good? This is what I want to do with Violet - give her only the good, keep away the bad, so that good is all we ever have around us.”
En el fondo, la historia tampoco es que sea un fracaso total.
Tiene partes buenas, pero lo que digo: creo que se le podría haber sacado mucho más partido con estas dos personas rotas que descubren el sentido de la vida.
Habría estado aceptable, pero le faltaba intensidad a la novela, conversaciones y muestras de cariño y entendimiento de parte de los dos personajes, que se viese que tratan de ayudarse y que no piensan únicamente en ellos mismos.
Violet y Finch narra una historia que no está del todo mal, pero que a mí no me terminó de convencer. En primer lugar, porque me faltaba una chispa que acelerase los acontecimientos, me faltaba que la novela tuviese más tensión, pese a tener una emoción muy buena entre sus páginas.
Los personajes eran bastante predecibles y vacíos, aunque tenían sus cosillas de ternura.
Violet y Finch me ha parecido una novela pesada, pues siento que le faltaba un algo que la hiciese única, pero sin duda era muy bonita, tierna, y tenía buenos momentos.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 3.25/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Pluma: 3/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7.25/10
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 3/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Desenlace: 3.75/5
♫ Pluma: 3/5
VALORACIÓN PERSONAL: 7.25/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario