Reseña: Enduring Love

Título: Enduring Love
Autor: Ian McEwan
Editorial: Vintage
Canción Identificada: Real Love (Beach House)




Sinopsis:



Joe planned a postcard-perfect afternoon in the English countryside to celebrate his lover's return after 6 weeks in the States. The perfect day turns to nightmare however, when they are involved in freak ballooning accident in which a boy is saved but a man is killed. In itself, the accident would change the couple and the survivors' lives, filling them with an uneasy combination of shame, happiness, and endless self-reproach. But fate has far more unpleasant things in store for Joe. Meeting the eye of fellow rescuer Jed Parry, for example, turns out to be a very bad move. 

For Jed is instantly obsessed, making the first of many calls to Joe and Clarissa's London flat that same night. Soon he's openly shadowing Joe and writing him endless letters. (One insane epistle begins, "I feel happiness running through me like an electrical current. I close my eyes and see you as you were last night in the rain, across the road from me, with the unspoken love between us as strong as steel cable.") Worst of all, Jed's version of love comes to seem a distortion of Joe's feelings for Clarissa.

Apart from the incessant stalking, it is the conditionals--the contingencies--that most frustrate Joe, a scientific journalist. If only he and Clarissa had gone straight home from the airport... If only the wind hadn't picked up... If only he had saved Jed's 29 messages in a single day... 


Ian McEwan has long been a poet of the arbitrary nightmare, his characters ineluctably swept up in others' fantasies, skidding into deepening violence, and--worst of all--becoming strangers to those who love them. Even his prose itself is a masterful and methodical exercise in de-familiarisation. But Enduring Love and its underrated predecessor, Black Dogs, are also meditations on knowledge and perception as well as brilliant manipulations of our own expectations. By the novel's end, you will be surprisingly unafraid of hot-air balloons, but you won't be too keen on looking a stranger in the eye. --Alex Freeman




Opinión:

“When it's gone, you'll know what a gift love was. You'll suffer like this. So go back and fight to keep it.”



Mi primer encuentro con la prosa de Ian McEwan me ha dejado con emociones encontradas. 


Por un lado, la trama me ha producido una adicción tremenda en la primera mitad del libro, así como el tono tan reflexivo y tan arrepentido de las voces de los personajes ha sido origen de grandes meditaciones por mi parte. 

Por otro lado, he sentido que en ocasiones el escritor se iba por las ramas, dedicando demasiado tiempo a situaciones que no tenían excesiva relación con la trama, y que en la segunda mitad del libro había demasiados momentos que podrían haberse saltado, alejándose, en efecto, de núcleo central de la novela...


“Who you get, and how it works out- there's so much luck involved, as well as the million branching consequences of your conscious choice of a mate, that no one and no amount of talking can untangle it if it turns out unhappily.”






¿Hasta qué punto uno es capaz de llegar por amor? 
¿Qué pensamiento nos hace creer que tenemos certeza de estar ante un amor verdadero y perdurable? 
¿Cuáles son las bases del amor? 
¿Hasta qué punto el miedo puede hacernos perder lo que más queremos? 
¿Qué ocurre cuando un "amor a primera vista", un "amor instantáneo", se convierte en una obsesión? 

¿Existimos si no amamos? ¿Existimos si no somos amados?

Enduring Love (Amor Perdurable, como traducida la novela al español) comienza poniéndose las pilas, mostrando el evento que hizo que todo lo catastrófico posterior se desencadenase... 




Joe Rose ha ido a recoger a su novia al aeropuerto, y deciden pasar un momento de picnic en un campo con demás personas disfrutando de la tranquilidad de comienzos de primavera. En ese momento, se escucha un grito... Lo siguiente que Joe recuerda es estar corriendo hacia un globo aerostático, más adelante sujetando sus cuerdas junto a otros rescatadores, y más adelante, tras haberlas soltado para no verse arrastrado, contemplando cómo un hombre cae del globo y muere con el impacto...


“Twenty years ago I might have hired a professional listener, but somewhere along the way I had lost faith in the talking cure. A genteel fraud in my view. ”



En mitad de toda la tragedia, un extraño hombre y fanático religioso, Jed Parry, cree sentir un flechazo instantáneo al ver al protagonista, Joe Rose... Con la idea de que es señal de Dios y de que ambos hombres deben acabar juntos, dicha mirada da pie a una obsesión tan grande que desafiará los límites de la cordura, iniciando una persecución, una enardecida ofuscación, para estar al fin con su amor verdadero...





La escritura, solemne, grave y seria, me llama especialmente la atención pues, pese a ser un thriller, es en toda regla algo más de estilo diario, una lectura que nos muestra abiertamente los pensamientos más profundos de los personajes centrales, las dudas más retorcidas que tienen en su cabeza y sus actos más alejados de la lógica. 

Nos encontramos encerrados en el pensar de los personajes: no hay descanso para sus cavilaciones, poco espacio se da para poner los pies en la tierra... La novela nos hace ascender de la realidad y situarnos en el plano de la paranoia, de la locura y de la trascendencia.



“I squeezed her hand and said nothing. I knew little about Keats or his poetry, but I thought it possible that in his hopeless situation he would not have wanted to write precisely because he loved her so much. Lately I'd had the idea that Clarissa's interest in these hypothetical letters had something to do with our own situation, and with her conviction that love that did not find its expression in a letter was not perfect. In the months after we'd met, and before we'd bought the apartment, she had written me some beauties, passionately abstract in the ways our love was different from and superior to any that had ever existed. Perhaps that's the essence of a love letter, to celebrate the unique. I had tried to match he
r, but all that sincerity would permit me were the facts, and they seemed miraculous enough to me: a beautiful woman loved and wanted to be loved by a large, clumsy, balding fellow who could hardly believe his luck.”




Joe Rose es un periodista científico, protagonista curioso, porque está excesivamente metido en su mundo: la lectura se puede hacer en ocasiones muy pesada pues, a todo esto tan surrealista que le ocurre, lo dota de un significado científico: largas son sus hipótesis, metiendo a genios como Dawin o apoyándose en teorías sociales y genéticas, entre otras reflexiones que dan paso a toneladas de información que hacen que, en ocasiones, esta novela se vea más como un apelmazado tratado. 


“We often told ourselves off for wasting time in chairs, fully dressed, talking, when we could be doing the same, lying down in bed, face to face and naked. That precious time before love-making is ill-served by the pseudo-clinical term, ‘foreplay’. The world would narrow and deepen, our voices would sink into the warmth of our bodies, the conversation became associative and unpredictable. Everything was touch and breath. Certain simple phrases came to me which I didn’t say out loud because they sounded so banal - Here we are, or, This again or Yes, this. Like a moment in a recurring dream, these spacious, innocent minutes were forgotten until we were back inside them. When we were, our lives returned to the essentials and began again. When we fell silent, we would lie so close we were mouth to mouth, delaying the union which bound us all the more because of this prelude.”

“Perhaps I'd been a slow developer, but I was well into my forties before I realized that you don't have to comply with a request just because it's reasonable or reasonably put. Age is the great dis-obliger. You can be yourself and say no.”



En contra, nuestro otro personaje central, el delirante Jed Parry, tiene su firmeza obsesiva en dos cosas: en Dios, y en Joe, una pasión que lo quema por dentro y lo lleva a cometer actos que desembocan en un terrible final.




La obsesión de Parry por Joe va en incremento a medida que avanza el libro. El detalle más estremecedor no solo son sus larguísimas y sentimentales cartas, o la sombra que sigue a Joe a todas partes, o las llamadas telefónicas tan extrañas que le manda, sino el pensamiento que tiene, la creencia de que toda esta pasión ha sido iniciada por el mismísimo Joe, quien le está haciendo señas que solo él puede comprender y quien se está haciendo de rogar, jugando con él, cuando en el fondo Parry tiene la certeza de que Joe siente lo mismo.... 


“The narrative compression of storytelling, especially in the movies, beguiles us with happy endings into forgetting that sustained stress is corrosive of feeling. It's the great deadener. Those moments of joyful release from terror are not so easily had.”



Si algo McEwan borda a la perfección es al personaje de Parry, el espíritu acosador, el extraño joven, el enfervorecido por la religión y por un amor inexistente... 

Los pasajes en los que se veía el dolor en la voz de Parry, los gestos tan extraños que hacía con su cara, la forma en la que movía la cabeza hacia un lado al hablar, los mohínes que había en su voz, cómo pasaba en cuestión de segundos del sufrimiento a la furia a la pasión... Eran estremecedores. 






“I watched our friends' wary, intelligent faces droop at our tale. Their shock was a mere shadow of our own, resembling more the goodwilled imitation of that emotion, and for this reason it was a temptation to exaggerate, to throw a rope of superlatives across the abyss that divided experience from its representation by anecdote.”




Por eso me ha gustado más la primera parte del libro... porque podíamos estar cara a cara con Parry y ver todo esto, no era solo una figura a distancia sino que estaba ahí, presente, real, era un peligro, un desvarío en carne y hueso, una enfermedad que hablaba y se movía y tenía un nudo de emociones y sentimientos que entraban en conflicto y se superponían los unos a los otros mediante hablaba. 

Estas partes, muy escasas, eran lo mejor de la novela... 


Cuando en la segunda mitad abandonaba todo esto y alejaba de la historia a Jed Parry, personaje tan chiflado, tan interesante, la novela perdía mucha tensión y mucho suspense literarios.

Jed Parry es una ilusión delirante. 
Es un hombre que acosa por medio de la vigilia, de las cartas y de las llamadas telefónicas. 
Es un fantasma que ronda todo el rato al protagonista, pero del que poco sabemos cara a cara con él. 

Salvo por unos primeros encuentros en la primera parte del libro, lo demás que sabemos de este hombre es mediante muchos metros de distancia, separados por muros y paredes, o leyendo cartas románticas escritas con una delicadeza suma. 


“God's love may take the form of wrath. It can show itself to us as a calamity. This is the difficult lesson its taken me a lifetime to learn.”




Esto hizo que la segunda mitad del libro se me hiciese considerablemente menos emocionante, pero también mucho más original... el fantasma está impreso en papel, impreso en sombras, impreso en silencios. 

Sabemos de Jed Parry por lo que hace a distancia, por lo que escribe en su hogar, y por lo que piensa el propio protagonista sobre él. La imagen que tenemos de este acosador delirante es mediante los pensamientos de Joe, sus miedos y sus actos, y debido a que los pensamientos de Joe eran insufriblemente uniformes, Jed comenzó a perder el interés que antes generaba en mí...



“It marked the beginning and, of course, an end. At that moment a chapter, no, a whole stage of my closed. Had I known, and had there been a spare second or two, I might have allowed myself a little nostalgia.”





Otro personaje que también tiene una importante aparición es Clarisa, la novia de Joe, quien al inicio de toda esta locura se muestra demasiado despreocupada (demasiado para las malas caras que tiene su pareja) y luego incluso llega a dudar de la cordura de Joe. 

Reconozco (levanto la mano con azoramiento) yo haber hecho lo mismo... Llegó un punto en el que llegué a pensar: ¿será todo esto producto de una cruel imaginación? ¿Será Jed Parry, el Jed Parry que el protagonista nos presenta, alguien real? No ayudaba que la historia estuviese escrita en primera persona, pues, a excepción de las largas cartas de Parry, solo conocíamos los hechos por medio de un hombre atormentado y al borde de la paranoia...
Solo puedo dejar que sea el lector el que vaya haciendo sus propias averiguaciones...



Para terminar con Clarissa, decir que su actitud al inicio me gustaba mucho, pues en pocas palabras dejaba claro que sabía poner límites en una relación y tenía mucha teoría y práctica de cómo llevar la relación por el buen camino, haciendo que sea una sana y que no sea cerrada, prohibiéndose a sí misma fusionarse con los problemas de su pareja. 


“Even a trashy movie can make you cry. There were deep emotional reactions that ducked the censure of the higher reasoning processes and forced us to enact, however vestigially, our roles - me, the indignant secret lover revealed; Clarissa the woman cruelly betrayed.”


Sin embargo, al final se me hizo cargante, pues iba perdiendo esa voz tan prometedora que tenía e iba volviéndose únicamente un problema sin personalidad, un obstáculo que solo estaba para hacer ver al lector que Joe estaba perdiendo el amor de su chica... Yo he tenido, al menos, esa sensación.

Como chispa de la novela, tenemos a Parry... pero cuando éste dejaba de estar en escena, y tan solo narraba Joe, me encontré sintiendo aburrimiento por la novela... 

La forma de hablar de Joe, tan científica y tan monótona, no emocionaba nada, se hacía pesada, de alguna manera no concordaba el pánico que decía que sentía con la forma en la que estaba escrita la novela. 

Es decir, que se explicaba de su miedo, de cómo miraba detrás de sí con constancia... pero luego, en diálogos o incluso en el tono narrativo, bien podría habernos estado leyendo uno de sus tratados científicos, con ese tono tan solemne y esa voz tan indiferente.


“We often tell ourselves off for wasting time in chairs, fully dressed, when we could be doing the same lying down in bed, face to face and naked.”


Incluso, algo que no me gustó nada, en la segunda mitad del libro (esa que me ha decepcionado un tanto) se mete una subtrama que me hace volver a enfatizar la manera a la que McEwan tiende en esta lectura a irse por las ramas: 

Joe va a visitar a la viuda del hombre que se cayó del globo aerostático, y se muestra cómo ésta está también obsesionada, con la creencia de que su marido veía a otra mujer y que ella es la culpable de su muerte... 

Subtrama que a mí no me interesó nada y que ocupa un considerable espacio en la novela.



Pensar que el libro podría haberme encantado si hubiese seguido como iba avanzando en la primera parte...

La cosa se vuelve mucho más "desmadrada" en la segunda mitad del libro... asesinos a sueldo que no hacen nada bien su trabajo, subtramas que poco tienen que ver con la historia y que cortan de manera forzada la tensión que estaba acumulada, enfados de pareja sin demasiado contexto, y aún esa monotonía en la manera de contar que no me gustó ni un pelo... Y que resulta muy poco convincente a la hora de mostrar las cosas. 

No he podido evitar incluso cuestionarme si esa enfermedad, el trastorno de Clèrembault, había sido inventada por el autor... Tuve que buscarlo. 

Sinceramente, estaba muy perdida, todo estaba hecho un "buruño" que yo no podía desanudar, no había mucha cohesión y los sucesos se mostraban individuales y sin encontrarse unidos entre sí.




“Selfishness is also written on our hearts. This is our mammalian conflict - what to give to others, and what to keep for yourself.”



La temática es fascinante: una obsesión amorosa que acaba por llevar a la locura, y que resulta en la destrucción de todas las fortalezas del propio protagonista... 



...¡Si solo hubiese podido entrar en su personaje! 

Tan sumido en sus lecturas, sus periódicos y sus ciencias, y con esa voz tan lenta, tan pesada y tan poco variable, se me hizo imposible llegar a entender realmente qué era lo que lo movía a comportarse de tal manera, se explicaban sus acciones (de pasada) pero poco yo acaba de ver de la angustia que tenía dentro... ¡todo estaba contado de una manera tan serena! 
¿Dónde, me preguntaba, dónde estaba la emoción en Joe? ¿Era acaso humano? ¡No lo he sentido nada real!

La historia, que en sí misma tiene una idea brillante, estaba muy bien escrita en la primera mitad del libro, en especial en los momentos en los que aparecía en escena Jed Parry, con una forma de ser que se notaba desquiciada, y era fascinante leer sus cartas y conocer su perspectiva... 


...No obstante, ya en la segunda mitad del libro las proclamaciones de su amor se hacían demasiado repetitivas, la historia se iba demasiado por las ramas y había subtramas que podrían perfectamente no haber estado y que interrumpían el hilo de la trama principal. 


“I saw the same joy, the same uncontrollable smile in the faces of a Nigerian earth mama, a thin-lipped Scottish granny and a pale correct Japanese businessman as they wheeled their trolleys in and recognised a figure in the expectant crowd. Observing human variety can give pleasure, but so too can human sameness”




Además de eso, debido a la forma tan invariable y sin emoción del protagonista de contar la historia no había casi suspense, contaba todo con una gran seriedad que por si fuera poco tendía a alejarse de los hechos importantes y centrarse en otras materias de nada de importancia, y la escena del final, brevemente intensa, me ha resultado inesperada porque, como digo, la narrativa era tan monótona y densa que jamás yo habría visto venir un final tan fuerte y brusco... 



La forma en la que la vida de Joe se va degradando habría sido, también, muy interesante, si no fuera de nuevo por la forma tan pesada y tan poco emotiva de contar las cosas...

En conclusión, Enduring Love ha sido una lectura que me ha dejado frío y calor al mismo tiempo... de primera parte impecable, con mucho suspense y mucha tensión, pasó a ser una lectura mucho más perezosa, con un tono inmutable en la voz, sin emociones que pudiesen dar al protagonista humanidad, y una importancia que se le da a las tramas secundarias que entorpecía a la lectura... 

Jed Parry, que comienza a verse su psique en la primera mitad, es lo que me llevó, interesada, a seguir leyendo... mas cuando pasada la mirad del libro comenzaba a verse repetidos su pasión y su fervor, y cuando quedó como elemento a distancia y se dio más valor al protagonista tan monótono y tan irreal, comencé a sentir que este libro me estaba decepcionando un poco... 

Pese a que la escena del final volvió a hacer resurgir en mí la emoción, la angustia y el interés, he seguido saliendo del libro un poco desanimada... 


Con todo, si cuento la primera mitad del libro, me llegó a gustar bastante. Es una lástima que el autor no haya seguido por la misma línea que la inicio de la novela...

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2.75/5

♫ Acción: 2.75/5

♫ Trama: 2.75/5

♫ Originalidad: 3/5

♫ Desenlace: 3/5

♫ Pluma: 2.75/5


VALORACIÓN PERSONAL:  5.25/10



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