Reseña: Soy el Número Cuatro

Título: Soy el Número Cuatro (Los Legados de Lorien #1)
Autor: Pittacus Lore (pseudónimo)
Editorial: Molino
Canción Identificada: Love Cry (Four Tet)




Sinopsis:


Nosotros te observamos mientras lees esto. Nosotros podríamos estar en tu ciudad, en tu pueblo. Nosotros vivimos en el anonimato. Nosotros estamos esperando el día en que nos reunamos. Nosotros lucharemos juntos en la última batalla. Si nosotros ganamos, nos habremos salvado, y tú también te habrás salvado. Si nosotros perdemos, la tierra no tiene salvación.

Vinimos nueve a la tierra.
Tenemos el mismo aspecto que vosotros. Hablamos igual que vosotros. Vivimos entre vosotros. Pero no somos como vosotros. Podemos hacer cosas que sólo podéis imaginar. Tenemos poderes con los que sólo podéis soñar. Somos más fuertes y rápidos que cualquiera de vosotros. Somos los superhéroes a los que admiráis en las películas y los cómics… Pero nosotros existimos de verdad.

Nuestro plan era crecer, entrenar y fortalecernos para enfrentarnos unidos a ellos. Pero ellos nos encontraron antes y empezaron a cazarnos. Ahora, todos vivimos huyendo, entre las sombras, en lugares donde nadie nos buscaría, mimetizándonos. Hemos vivido entre vosotros sin que lo supierais.
Pero ellos sí lo saben.

Atraparon al Número Uno en Malasia.
Al Número Dos en Inglaterra.
Al Número Tres en Kenia.
A todos ellos los mataron.
Yo soy el Número Cuatro.
Yo soy el siguiente.





Opinión:

¿Cuándo debí tener por primera vez este libro entre mis manos? ¡Once años debía tener, no más! Pues bien: sigue grabado en mi cabeza a fuego. No, no la película... Qué desastre de película. Pero sí se ha quedado el libro. 

Un libro interesante, que me enganchó de inmediato... y, aunque tampoco una maravilla a niveles estratosféricos, Soy el Número Cuatro es un muy adictivo comienzo (divertido incluso, pero también en algunas partes recuerdo haber sentido miedo y una terrible tensión en todo mi cuerpo) que da pie a una saga grande de libros que va mejorando conforme la vamos leyendo...


“When you have lost hope, you have lost everything. And when you think all is lost, when all is dire and bleak, there is always hope.”

Así que a ponerme las pilas y a comenzar la reseña: 

Soy el Número Cuatro es un libro que cogí como lo hacen muchos lectores de cuando en cuando: porque tu fuente de recomendaciones librescas lo tiene y lees la contraportada y logra atraparte. 


Soy el Número Cuatro es un libro que atrapa. 

Sea una trama un poco esperada, demasiado juvenil (adolescente estilo instituto-y-problemas-con-la-chica-que-me-gusta-cómo-decirle-que-tengo-superpoderes), pero al mismo tiempo bastante divertida, la idea de este libro se basa en algo de temática digna de la ciencia ficción (con mundos destruidos, amenazas extraterrestriales y habilidades fuera de la lógica humana) centrado en el día a día de uno de estos jóvenes con poderes y las emociones que lo llevan a moverse por el ámbito humano y querer encajar. 

La primera impresión de este libro es esa: ¿por qué, con todas las dosis de fantasía que hay en esta idea, se centra en la vida de un joven en sus días mozos frecuentando el instituto americano y buscando formas de expresar su amor a una muchacha de su clase? 
¿Por qué, con todo lo que hay montado en el libro de alienígenas y persecuciones, el primer libro trata exclusivamente de este joven muy poco precavido con poderes un tanto absurdos? 


“That’s the worst way to miss somebody. When they’re right beside you and you miss them anyway."

Más que una historia de ciencia ficción y persecución, tenía pinta de ser la clase de historia que sacaría Marvel, divertida y torpona como la de Spider Man, con héroes ocultos y matones de clase a los que hacer frente.

La historia está narrada en primera persona, desde el punto de vista de John Smith (elegido este nombre tan común para pasar desapercibido), uno de los jóvenes que llegaron a la Tierra huyendo de una horrible amenaza que destruyó su país natal, y que debe aprender, junto con su maestro, de dónde viene, quién es y cuáles son sus poderes, a manejarlos y a controlarse a sí mismo, para finalmente poderse reunir con el resto de los jóvenes de su especie (cada uno en distintas partes del mundo) y hacer frente a sus enemigos. 

Por cierto, digamos, "hechizo" de protección, cada uno de ellos ha sido asignado con un número, y la única forma que tienen estos misteriosos ellos de matarlos es yendo de uno en uno, como quien está en noche vieja y va comiéndose una uva cada campanada: primero han de matar al número Uno, y lo matan; luego al número Dos, y lo matan; al número Tres, y lo acaban de asesinar también... El siguiente es nuestro personaje principal, el número Cuatro, el siguiente en la lista, la cuarta campanada que con su clonc supondrá la muerte de un joven que aún no está preparado para hacer frente a la amenaza.

Sigo pensando lo mismo que antes... Por qué. 

Por qué, con una idea de alienígenas y amenazas extraterrestriales, de búsqueda, caza y exterminio de jóvenes, el libro se centra en algo tan introductorio, en algo tan usual, como en el día rutinario de este personaje, centrándose en especial en el marco del instituto. 


“It's the little mistakes that lead to big mistakes.”

Pero la edad en la que me leí el libro es una, y lo que yo pienso ahora es con otra, así que en su momento disfruté como una enana de la torpeza de este personaje, no solo con sus poderes tan poco controlados sino también con la forma de interaccionar con las personas de su escuela. 

Esta primera parte de la saga (muy distinta a las otras) está más centrada en una historia de superhéroes-y-villanos, sin mucha acción (muy poca acción) pero con un final que sin duda abre puerta a una trama mucho más interesante y frenética.



“We don't have to be defined by the things we did or didn't do in our past. Some people allow themselves to be controlled by regret. Maybe it's a regret, maybe it's not. It's merely something that happened. Get over it.”

Como primer libro... introductorio, lento y un tanto desenfadado, con un personaje que cae bien de inmediato y con el que difícil es no empatizar: muestra la vida de nosotros jóvenes asistiendo a clase y trabando relaciones interpersonales, robotillos que no saben muy bien su función y que interaccionan de maneras en ocasiones poco acertadas y torponas. 

John fue uno de los primeros personajes masculinos con los que más identificada estuve, y no fue difícil entrar en su personaje: está resentido, cabreado, harto de tener que fingir, de cambiar de hogar sin parar, y ahora trata de luchar por no cometer errores y permanecer en este nuevo sitio donde ha hecho amigos y donde ha conocido a una chica... La cual es uno de los mayores defectos de todo el libro. 

En resumidas cuentas, que John hace un mohín y decide quedarse en este lugar, enfrentándose a su maestro y mentor, Henri, desconfiado y protector, para permanecer donde se siente, por primera vez, comprendido. 


“The price of a memory, is the memory of the sorrow it brings.”

Ahora estoy poniendo mala cara en estas partes que estoy reseñando. Viéndolo en perspectiva, resulta sin lugar a dudas una actitud muy infantil por su parte (¡van a por ti, van a matarte, piensa en el mal de amores en otro momento! *zarandeándolo con angustia*), pero supongo que a todos, en su lugar, nos entraría esa sensación de querer encajar en un sitio y tener al fin relaciones como ser ejem ejem humano que somos.

Y cómo no querer quedarse teniendo a un mejor amigo como Sam... divertido, loco, también muy torpe y desastre pero con un corazoncito de oro, se le coge cariño de inmediato, es esa clase de "sidekick" divertido y poco espabilado que resulta adorable.



Lo que aún no me explico es qué ve en esta chica de la que se ha enamorado, Sarah. 

He ladeado la cabeza, mirando el libro con distintos ángulos, para tratar de entender qué hay en ella. 

Pero a gustos colores: Sarah no será original, y no tendrá una personalidad brillante, pero... eh... *psst, John, échame un cable: ¿qué hay en ella especial y cautivador?*. 

Como si para ser una completa historia necesitase tener el tema del amor, el autor mete en escena a Sarah, con la única función de que sea la chica por la que está nuestro amigo John, sin más papel que el de ser un personaje estereotipado, la clase de chica que no acaba de tener ningún defecto (y mira que he ladeado la cabeza tanto que casi la tenía girada como la de un búho, pero no he encontrado ni uno) y que tampoco tiene fascinantes virtudes. 

La clase de chica que quiero creer que solo se encuentra en libros que son demasiado holgazanes como para desarrollar bien su personaje, y que no la dan importancia (era el accesorio de John, nada más que eso), y que no llegó a gustarme nada. 


¿Quieres ver a una chica fuerte, capaz, valiente, osada y peligrosa? 

Bueno, pues avanza con la lectura y te encontrarás en sus últimas páginas a una heroína desafiante y poderosa que te quitará el aliento.



Para eso, no obstante, hay que leer más de cuatrocientas páginas...


“No. Don't give up hope just yet. It's the last thing to go. When you have lost hope, you have lost everything. And when you think all is lost, when all is dire and bleak, there is always hope.”

Pero ¡arriba los ánimos! Lo que parece ser una saga con tópicos demasiado conocidos (joven con superpoderes en el instituto que solo quiere ser un chico normal) se salva con un milagroso final que pone la vida de los personajes patas arriba, y que los obliga a moverse a continuación por escenas (ya en otros libros, pero voy adelantando) verdaderamente frenéticas y aceleradas, angustiosas y llenas de forcejeos, que aportan mucha más emoción a la historia.

Soy el Número Cuatro es un libro lento, sin apenas acción hasta sus últimas páginas, un libro introductorio para conocer al protagonista y a personajes secundarios en el que, aunque pasan ciertas cosas interesantes, tampoco resulta una gran maravilla. 

Aun así, animo a que, si la historia parece atraeros, le deis una oportunidad... fuera de tanta trama en torno al instituto, hay una gran originalidad y unos tremendamente infalibles personajes esperando a aparecer en siguientes libros, con una historia que se mueve con un ritmo ágil y sin freno que ya comienza a verse en el momento del final de este libro. 


Pese a ser perezoso, Soy el Número Cuatro es un libro que también resulta entretenido, divertido incluso, con el que te encariñas de los personajes y con el que comienzas a entrar en el mundo tan arriesgado de John Smith... personaje heroico con también pocos defectos, pero necesario para conocer a otros personajes bombásticos que nos brinda la saga.

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2.75/5

♫ Acción: 2.75/5

♫ Trama: 3/5

♫ Originalidad: 3/5

♫ Desenlace: 3.25/5

♫ Pluma: 2.75/5


VALORACIÓN PERSONAL:  5/10



Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3