Título: El Último Héroe del Olimpo
Autor: Rick Riordan
Editorial: Salamandra
Canción Identificada:
Sinopsis:
Opinión:
Autor: Rick Riordan
Editorial: Salamandra
Canción Identificada:
Sinopsis:
Los mestizos han dedicado mucho tiempo a prepararse para la batalla decisiva contra los titanes, aunque saben que sus posibilidades de obtener la victoria son mínimas. El ejército de Cronos es ahora más formidable que nunca y, con cada dios y cada mestizo que logra reclutar, aumentan los poderes del maligno titán.
Percy fracasa en un primer intento de detener en alta mar las arrolladoras huestes de Cronos e, inevitablemente, estalla la contienda más sanguinaria y espeluznante de todos los tiempos, un auténtico enfrentamiento por la supervivencia. Los olímpicos se esfuerzan en mantener a raya la furia desatada del monstruo Tifón. Cronos ordena el avance definitivo hacia la ciudad de Nueva York, donde el monte Olimpo, en lo alto del Empire State, se encuentra prácticamente indefenso. Pararle los pies al implacable Señor del Tiempo dependerá exclusivamente de Percy Jackson y un pequeño ejército de jóvenes semidioses... En esta última y trascendental entrega de la serie, la profecía largamente anunciada en torno al decimosexto cumpleaños de Percy se hace por fin realidad. Y mientras la batalla por la civilización occidental se libra con brutal ensañamiento en las calles de Manhattan, Percy abriga la terrible sospecha de estar luchando tal vez contra su propio destino.
Opinión:
La nostalgia me embriaga los sentidos y hace de esta reseña un lamento y una amplia y tierna sonrisa hacia la historia que marcó mi infancia, y hacia los personajes que fueron la compañía más plena, más sincera y más cálida de la etapa más importante del desarrollo de la personalidad.
En otras palabras, El Último Héroe del Olimpo supera con creces mis expectativas, rompe como de costumbre toda pared que trata de encerrar a la literatura juvenil y presenta con claridad y fuerza unos personajes que, en un último esfuerzo, deberán luchar contra las fuerzas más malignas jamás vistas, y contra el mismísimo Cronos... Donde, en una cuenta atrás de esas que tanto le gusta a Rick ponernos, tendrán que arriesgarlo todo, sacrificarlo todo, para salvar una vez más el mundo...
La emoción desborda las páginas mientras en un último grito los personajes ponen todo en juego... El corazoncito frágil de los lectores también en el pack de sacrificio. ¡La de veces que este libro me ha dejado pasmada, incapaz de hablar, corazón sangrante y pulmones incapaces de coger bien el aire!
La historia consiste en un desenlace total de esa amenaza que en el primer libro estaba brevemente mencionada pero que poco a poco ha ido cogiendo fuerza hasta hacerse un peligro inminente, brusco, que supera a los personajes.
También supera a los lectores.
Sinceramente, nos machaca.
Pero ¡como sea! Ese es el contrato que firmamos cuando decidimos hacernos amantes de los libros, ¿no es así?
Así que nada, a volver a sufrir, a volver a sentir, a volver a amar y a volver a tener que presenciar horribles pérdidas: maquiavélicamente, Rick pone todo su empeño en destrozarnos y cortarnos en cachito, y puede, puede que en este libro volvamos a rehacernos como personas nuevas... ¡Si no nos destruye en el proceso, claro!
Como ya tantas veces he repetido, leer a Rick Riordan está más que recomendado cuando se desea iniciar a alguien joven con la lectura, no solo porque es ameno y sencillo de leer, con narrativa divertida y alocada que ablanda el corazón, sino también porque tiene unas fuertes dosis de acción, de misterio, de revelaciones y de conocimiento ni más ni menos que de la cultura griega... dotando a las figuras más importantes de ella de una voz que les hace ser muy humanos, cercanos, graciosos y disparatados.
Pero además de ser una novela coming-of-age (lamento no encontrar la palabra adecuada en español), también es un novela que lo que hace es acumular todo el conocimiento y todas las vivcencias que los personajes han ido adquiriendo con los anteriores volúmenes y así ser una novela mucho más seria, mucho más madura... Mucho más oscura y adulta, como se puede ver con la portada, aunque sin perder ciertos toques agradablemente entretenidos y graciosos que tanto caracteriza a las escenas tanto de acción como de pausa de Rick Riordan.
Aunque... ¡pausa tiene poca! En este libro todo es un tsunami de acción, de movimiento, de batallas, de vencer y perder, de espadas y de magia, ¡un no parar constante!
Esa profecía, tan lejana que nos parecía, ahora está sobre nosotros (ya que hemos acabado por formar parte de la historia) y sobre los personajes... En un grito desgarrado, en un último esfuerzo, en un último sacrificio... ¡queda luchar por el mundo, queda ver el final!
¿Recordáis con fascinación toda la magia tan sumamente única que puebla las novelas de Rick Riordan?
Bueno, pues aquí queda llanamente desplegada, deslumbrándonos con el mejor final que puede tener una saga que tantos corazones ha cautivado, que a tantos niños ha transformado en lectores voraces. ¡Un final más que deseado, un libro que no cuenta nada más que una guerra larga, cansada, revelaciones y misterios aún en primera línea de batalla!
Además de una acción ininterrumpida, tramas secundarias se van enlazando de manera que no nos cansemos en exceso de tanta acción: el pasado de Luke, historias de otros dioses del Olimpo (como la destacable pero en el olvido diosa Hestia), en lo que se ha llegado a convertir la humana Rachel...
"No todos los poderes son espectaculares. A veces el poder más difícil de dominar es la capacidad de ceder. ¿Me crees?"
Así ligando los personajes, decir que estoy muy orgullosa de haberles conocido: crecí con ellos, vi con ellos, sentí con ellos y me uní irremediablemente a ellos.
Percy Jackson ha crecido un montón, se ha hecho ya todo un adulto y ha explorado cada terreno de la madurez, decidiendo así que, aunque la situación sea terrible, el humor pueda salvar ciertos momentos.
"En fin... es bueno estar otra vez juntos. Discutiendo. A punto de morir. Sintiendo un terror atroz. Mirad, ya hemos llegado."
Ha presenciado muchas batallas, y ha perdido a muchos compañeros en ella, pero él lucha por mantener a sus seres queridos a salvo.
Terco, gracioso, y muy atolondrado, Percy Jackson es la clase de voz cantante que no deseas cesar de seguir escuchando, que te envuelve en calidez y te arropa con un manto de cercanía.
Es honesto, tierno, sensible y muy humano, y una voz narrativa más que deseable para este libro. El amor que siento hacia él es indescriptible.
Annabeth Chase, a otro tanto, es mucho más madura, más seria y responsable. Calcula cada movimiento, pero también se deja llevar por la locura de estar en un grupo de amigos.
Es muy precavida, y tras ella trata de dejar un pasado que la persigue, con familias rotas y amistades perdidas en la ambición y en la tentación de Cronos.
"—Creí haber encontrado una familia en Luke y Thalia, pero casi enseguida se vino abajo. Lo que quiero decir... es que no soporto que la gente me decepcione ni que las cosas sean solo temporales. Es por eso, me parece, por lo que quiero ser arquitecto.
—Para construir algo permanente —dije—. Un monumento que dure mil años.
Ella me sostuvo la mirada.
—Supongo que suena como mi defecto fatídico."
Aun así, Annabeth es muy dura de pelar, igual de terca que Percy y obstinada en lograr sus fines. Es orgullosa pero en el fondo insegura, y tiene un atroz miedo a quedarse sola, lo que la lleva en ocasiones a sacar a la luz su peor defecto, los celos.
A pesar de esto, Annabeth lucha contra ellos y crece en base a ellos, es alguien que absorbe toda la realidad y, con acierto, hace de ella un conocimiento con el que hacer crecer su insaciable deseo de sabiduría.
Y ¡su relación con Percy! ¿¿Cómo puede haber algo tan maravilloso, tan tierno, tan especial...?? ¡Su relación era fantástica, preciosa, compleja, totalmente hecha para hacer partir miles de barcos en batalla por ella!
"- Bueno, quizás un poco. Pero no, porque pensaba... que no quería que las cosas siguieran igual toda la eternidad, porque las cosas siempre podrían mejorar. y pensaba...
-¿En alguien en especial?- Pregunto Annabeth suavemente.
La miré y vi que reprimía una sonrisa.
-¿Te estás riendo de mi?- protesté.
- ¡Qué va!
- No me lo estas poniendo nada fácil.
Entonces se echó a reír de verdad y me rodeó el cuello con los brazos.
- Yo nunca, lo que se dice nunca, voy a ponértelo fácil, sesos de alga. Vete acostumbrando."
También me gustaría mencionar a Nico di Angelo... Solitario, taciturno, serio y envuelto en el odio y en la pérdida.
Con tan solo doce años, Nico di Angelo lo ha perdido todo, se ha alejado del mundo y ha hallado la única compañía en los muertos.
Ha sufrido mucho, para mí ha sido mi pequeñín y he odiado verle pasarlo tan mal, sufrir tanto, temer cada nueva relación, distanciarse de los demás y encerrarse en sí mismo...
Es un personaje muy desarrollado y caracterizado, pero que aun así no parece encajar en ningún lugar del mundo.
Sufre mucho, lucha mucho, teme y trata de no acercarse a las personas, pero también evoluciona en gran manera... Qué decir: es el personaje más trabajado de toda la literatura juvenil, y saber de nuevo de él ha sido un flechazo directo, tanto para agradable bien como para terrible mal, a mi corazón.
Odio verle pasarlo mal, lo único que deseo es que encuentre la felicidad que tan merecida es para él...
Aventuras, intriga, misterio, enigmas del pasado, mitología, diversión, tensión, sacrificios y pérdidas... Un desenlace aplastante que pone un más que merecido final a la saga que más corazones de lectores ha hecho suyos.
Si os han cautivado los otros libros, ¿¿a qué esperáis para empezar este??
En otras palabras, El Último Héroe del Olimpo supera con creces mis expectativas, rompe como de costumbre toda pared que trata de encerrar a la literatura juvenil y presenta con claridad y fuerza unos personajes que, en un último esfuerzo, deberán luchar contra las fuerzas más malignas jamás vistas, y contra el mismísimo Cronos... Donde, en una cuenta atrás de esas que tanto le gusta a Rick ponernos, tendrán que arriesgarlo todo, sacrificarlo todo, para salvar una vez más el mundo...
La emoción desborda las páginas mientras en un último grito los personajes ponen todo en juego... El corazoncito frágil de los lectores también en el pack de sacrificio. ¡La de veces que este libro me ha dejado pasmada, incapaz de hablar, corazón sangrante y pulmones incapaces de coger bien el aire!
La historia consiste en un desenlace total de esa amenaza que en el primer libro estaba brevemente mencionada pero que poco a poco ha ido cogiendo fuerza hasta hacerse un peligro inminente, brusco, que supera a los personajes.
También supera a los lectores.
Sinceramente, nos machaca.
Pero ¡como sea! Ese es el contrato que firmamos cuando decidimos hacernos amantes de los libros, ¿no es así?
Así que nada, a volver a sufrir, a volver a sentir, a volver a amar y a volver a tener que presenciar horribles pérdidas: maquiavélicamente, Rick pone todo su empeño en destrozarnos y cortarnos en cachito, y puede, puede que en este libro volvamos a rehacernos como personas nuevas... ¡Si no nos destruye en el proceso, claro!
Como ya tantas veces he repetido, leer a Rick Riordan está más que recomendado cuando se desea iniciar a alguien joven con la lectura, no solo porque es ameno y sencillo de leer, con narrativa divertida y alocada que ablanda el corazón, sino también porque tiene unas fuertes dosis de acción, de misterio, de revelaciones y de conocimiento ni más ni menos que de la cultura griega... dotando a las figuras más importantes de ella de una voz que les hace ser muy humanos, cercanos, graciosos y disparatados.
Pero además de ser una novela coming-of-age (lamento no encontrar la palabra adecuada en español), también es un novela que lo que hace es acumular todo el conocimiento y todas las vivcencias que los personajes han ido adquiriendo con los anteriores volúmenes y así ser una novela mucho más seria, mucho más madura... Mucho más oscura y adulta, como se puede ver con la portada, aunque sin perder ciertos toques agradablemente entretenidos y graciosos que tanto caracteriza a las escenas tanto de acción como de pausa de Rick Riordan.
Aunque... ¡pausa tiene poca! En este libro todo es un tsunami de acción, de movimiento, de batallas, de vencer y perder, de espadas y de magia, ¡un no parar constante!
Esa profecía, tan lejana que nos parecía, ahora está sobre nosotros (ya que hemos acabado por formar parte de la historia) y sobre los personajes... En un grito desgarrado, en un último esfuerzo, en un último sacrificio... ¡queda luchar por el mundo, queda ver el final!
¿Recordáis con fascinación toda la magia tan sumamente única que puebla las novelas de Rick Riordan?
Bueno, pues aquí queda llanamente desplegada, deslumbrándonos con el mejor final que puede tener una saga que tantos corazones ha cautivado, que a tantos niños ha transformado en lectores voraces. ¡Un final más que deseado, un libro que no cuenta nada más que una guerra larga, cansada, revelaciones y misterios aún en primera línea de batalla!
Además de una acción ininterrumpida, tramas secundarias se van enlazando de manera que no nos cansemos en exceso de tanta acción: el pasado de Luke, historias de otros dioses del Olimpo (como la destacable pero en el olvido diosa Hestia), en lo que se ha llegado a convertir la humana Rachel...
"No todos los poderes son espectaculares. A veces el poder más difícil de dominar es la capacidad de ceder. ¿Me crees?"
Así ligando los personajes, decir que estoy muy orgullosa de haberles conocido: crecí con ellos, vi con ellos, sentí con ellos y me uní irremediablemente a ellos.
Percy Jackson ha crecido un montón, se ha hecho ya todo un adulto y ha explorado cada terreno de la madurez, decidiendo así que, aunque la situación sea terrible, el humor pueda salvar ciertos momentos.
"En fin... es bueno estar otra vez juntos. Discutiendo. A punto de morir. Sintiendo un terror atroz. Mirad, ya hemos llegado."
Ha presenciado muchas batallas, y ha perdido a muchos compañeros en ella, pero él lucha por mantener a sus seres queridos a salvo.
Terco, gracioso, y muy atolondrado, Percy Jackson es la clase de voz cantante que no deseas cesar de seguir escuchando, que te envuelve en calidez y te arropa con un manto de cercanía.
Es honesto, tierno, sensible y muy humano, y una voz narrativa más que deseable para este libro. El amor que siento hacia él es indescriptible.
Annabeth Chase, a otro tanto, es mucho más madura, más seria y responsable. Calcula cada movimiento, pero también se deja llevar por la locura de estar en un grupo de amigos.
Es muy precavida, y tras ella trata de dejar un pasado que la persigue, con familias rotas y amistades perdidas en la ambición y en la tentación de Cronos.
"—Creí haber encontrado una familia en Luke y Thalia, pero casi enseguida se vino abajo. Lo que quiero decir... es que no soporto que la gente me decepcione ni que las cosas sean solo temporales. Es por eso, me parece, por lo que quiero ser arquitecto.
—Para construir algo permanente —dije—. Un monumento que dure mil años.
Ella me sostuvo la mirada.
—Supongo que suena como mi defecto fatídico."
Aun así, Annabeth es muy dura de pelar, igual de terca que Percy y obstinada en lograr sus fines. Es orgullosa pero en el fondo insegura, y tiene un atroz miedo a quedarse sola, lo que la lleva en ocasiones a sacar a la luz su peor defecto, los celos.
A pesar de esto, Annabeth lucha contra ellos y crece en base a ellos, es alguien que absorbe toda la realidad y, con acierto, hace de ella un conocimiento con el que hacer crecer su insaciable deseo de sabiduría.
Y ¡su relación con Percy! ¿¿Cómo puede haber algo tan maravilloso, tan tierno, tan especial...?? ¡Su relación era fantástica, preciosa, compleja, totalmente hecha para hacer partir miles de barcos en batalla por ella!
"- Bueno, quizás un poco. Pero no, porque pensaba... que no quería que las cosas siguieran igual toda la eternidad, porque las cosas siempre podrían mejorar. y pensaba...
-¿En alguien en especial?- Pregunto Annabeth suavemente.
La miré y vi que reprimía una sonrisa.
-¿Te estás riendo de mi?- protesté.
- ¡Qué va!
- No me lo estas poniendo nada fácil.
Entonces se echó a reír de verdad y me rodeó el cuello con los brazos.
- Yo nunca, lo que se dice nunca, voy a ponértelo fácil, sesos de alga. Vete acostumbrando."
También me gustaría mencionar a Nico di Angelo... Solitario, taciturno, serio y envuelto en el odio y en la pérdida.
Con tan solo doce años, Nico di Angelo lo ha perdido todo, se ha alejado del mundo y ha hallado la única compañía en los muertos.
Ha sufrido mucho, para mí ha sido mi pequeñín y he odiado verle pasarlo tan mal, sufrir tanto, temer cada nueva relación, distanciarse de los demás y encerrarse en sí mismo...
Es un personaje muy desarrollado y caracterizado, pero que aun así no parece encajar en ningún lugar del mundo.
Sufre mucho, lucha mucho, teme y trata de no acercarse a las personas, pero también evoluciona en gran manera... Qué decir: es el personaje más trabajado de toda la literatura juvenil, y saber de nuevo de él ha sido un flechazo directo, tanto para agradable bien como para terrible mal, a mi corazón.
Odio verle pasarlo mal, lo único que deseo es que encuentre la felicidad que tan merecida es para él...
Aventuras, intriga, misterio, enigmas del pasado, mitología, diversión, tensión, sacrificios y pérdidas... Un desenlace aplastante que pone un más que merecido final a la saga que más corazones de lectores ha hecho suyos.
Si os han cautivado los otros libros, ¿¿a qué esperáis para empezar este??
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 5/5
♫ Acción: 5/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 3.5/5
♫ Desenlace: 4.25/5
♫ Pluma: 4.75/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
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