Título: Ship of Magic (The Liveship Traders #1)Autor: Robin Hobb
Editorial: Harper Voyager
Canción Identificada: To Drink from the Night Itself (At the Gates)
Sinopsis:
Wizardwood, a sentient wood.
The most precious commodity in the world.
Like many other legendary wares, it comes only from the Rain River Wilds.
But how can one trade with the Rain Wilders, when only a liveship fashioned from wizardwood can negotiate the perilous waters of the Rain River? Rare and valuable a liveship will quicken only when three members, from successive generations, have died on board. The liveship Vivacia is about to undergo her quickening as Althea Vestrit’s father is carried on deck in his death-throes. Althea waits for the ship that she loves more than anything else in the world to awaken. Only to discover that the Vivacia has been signed away in her father’s will to her brutal brother-in-law, Kyle Haven...
Others plot to win or steal a liveship. The Paragon, known by many as the Pariah, went mad, turned turtle, and drowned his crew. Now he lies blind, lonely, and broken on a deserted beach. But greedy men have designs to restore him, to sail the waters of the Rain Wild River once more.
Opinión:
¡¡¡¡¡¡¡¡Qué. Demonios!!!!!!
¡¡¡Menuda originalidad!!!
No me lo esperaba para nada.
Mira que la anterior saga brillaba, vaya si brillaba, los personajes eran el centro de la historia, y su relación lo eclipsaba todo.
¡Pero nuevo eclipse llega para cegarnos con su grandeza! ¡Magia, intrigas, traiciones, piratas!
¡Quiero más! ¡Quiero saber más de Althea, quiero saber más de Amber, quiero saber más de Kennit, quiero saber más de Vivacia, quiero saber más de Paragon, quiero saber más de estos barcos, quiero saber más de la retorcida historia sobre comercio de esclavos, quiero saber más, más, más sobre este nuevo mundo de Robin Hobb!
Decir que Ship of Magic es tan solo una novela de aventuras sería herir profundamente todos los temas complejos que tiene.
Aun así, sí es verdad que abundan las aventuras, pero ello no quiere decir que esté lleno de acción: aunque dentro de su género resulta una novela vertiginosa, es fantasía épica de lo que estamos hablando, y la escritora se toma su tiempo en presentar a los personajes, a la magia y al nuevo mundo que nos enseña desde otros puntos de vista.
En un rápido resumencillo, esta historia gira en torno a la familia Vestrit, comerciantes surcadores de mares y océanos cuyo destino está ligado al glorioso barco Vivacia, el que llegará a transformarse en un "liveship", un barco que tiene alma propia. (Lamento este cambio de idioma, pero me lo he leído en inglés y me parece más adecuado usar la terminología original y la que me ha acompañado en esta asombrosa lectura).
A mi parecer, cada vez que se menciona una historia sobre familias el libro pinta más que bien: uniones, relaciones, lealtades y confianzas, pero también personajes traidores, problemas familiares, conflictos económicos, el lado oscuro de una familia enlazada.Uno de los personajes principales del libro es Althea, heredera en la familia Vestrit de Vivacia, y conocedora de las aguas y del mágico barco desde que era una niña.
No obstante, problemas económicos llevan a nombrar como heredero a su cuñado, un hombre despótico y misógino (había que resaltar esto, le he odiado con toda mi alma) que se adueña del barco y rompe la tradición familiar con un negocio negro e ilegal.
Althea, a esto, y por su espíritu impetuoso y decidido, persigue su sueño y se propone recuperar a Vivacia a toda costa.
Por otro lado, un ambicioso pirata sueña con proclamarse el rey de los piratas y, para ello, debe apoderarse de uno de los liveships... Como puede ser el glorioso y en decadencia barco de los Vestrit.
¡Diantres, Hobb, menuda historia!
¡Deberían prohibir el libro por darme más de un par cardíaco de euforia a lo largo de éste!
“There was always something to be learned from any experience, no matter how horrendous. As long as a man kept sight of that, his spirit could prevail against anything. It was only when one gave in and believed the universe to be nothing more than a chaotic collection of unfortunate or cruel events that one’s spirit could be crushed.”
De todas formas, y aunque espero que estéis tan emocionados como lo estaba yo al saber de este libro y queráis comprároslo de inmediato, recomiendo que se lea primero la anterior trilogía.
Ésta es dependiente de la anterior, pero creo necesario que se lea la maravillosa serie de Robin Hobb en el orden cronológico en el que ha sido escrito.
Razones de esto están en que con la primera trilogía (The Farseer Trilogy en inglés, Trilogía de El Vatídico en español) se conoce más de la forma de escribir de la autora, y de su forma de presentar los personajes, organizar la trama, mostrar la magia. La primera trilogía tiene un comienzo mucho más lento que ésta, pero esto es porque en ella se explican más asuntos de política, de poder, de ordenación y sistemas de la magia, de conflictos sociales... Este libro que estoy reseñando, a otro tanto, es también mucho más independiente en el sentido de que nos movemos en un terreno completamente distinto: el océano, el comercio, la piratería y los viajes fuera del yugo de la pirámide social.
En el mar no hay leyes, no hay soberanías, no hay discriminaciones y no hay reyes. Y en caso de que parezca que las atenta una fuerza ambiciosa, como ocurre con este libro, desde luego el campo de batalla hacia la liberación es mucho más amplio y distinto.
El marco cambia, los conflictos cambian, y hay todo un distanciamiento con el mundo en tierra.
Desde luego, el aire de liberación sin reglas que nos ofrece Robi Hobb es impresionante.
“It was not that she was a better-tempered person, she decided detachedly. It was that her anger had learned a terrible patience. What good was wasting words on a petty and tyrannical second mate? He was a little yapping dog. She was a tigress. One did not waste snarls on such a creature. One waited until one could snap his spine with a single blow.”
Además, la razón principal está en que si se comienza por este libro irremediablemente os hallaréis prendidos de su historia y, como me pasó a mí al leer antes que ninguno el de La Misión del Bufón (en español debido a que me lo prestó un amigo), querréis leeros todos los libros escritos por esta escritora.
Una vez uno cae en las redes de su historia, ya es imposible salir de su mundo.
Es una de las maravillosas cosas que tiene la autora.
“Althea had never known that misery could achieve perfection. Only now, as she sat staring at her emptied glass, did she grasp how completely wrong her world had become. Things had been bad before, things had been flawed, but it was only today that she had made one stupid decision after another until everything was as completely wrong as it could possibly be.”
Y si bien en los anteriores tres libros la magia estaba presente como algo sutil, delicadamente presente, en éste la magia tiene mucho protagonismo, ¡enfocada al máximo en la piratería, en el comercio marino, en barcos vivos!
“if something made a man feel bad then he must determine what about it troubled him, and eliminate that. Simply to suffer the discomforts of guilt did not indicate a man had improved himself, only that he suspected he harbored a fault.”
De trama, Robin Hobb se ha superado, ¡vaya si lo ha hecho!
Y no solo de eso... pese a que temía que no podría encariñarme de la misma forma con los personajes como con los de la anterior trilogía (cuyos personajes son sin lugar a dudas de lo mejorcito que me he encontrado en todos, todos los libros que me he leído), me he encontrado abriéndoles un huequecito en mi corazón, amándoles con locura y maravillándome.
“Refuse anxiety. When you borrow trouble against what might be, you neglect the moment you have now to enjoy. The man who worries about what will next be happening to him loses this moment in dread of the next with pre-judgement”
Y es que Robin Hobb lo ha vuelto a hacer.
Ha vuelto a crear unos personajes tan grandes, tan complejos, tan llenos de defectos, de ambiciones, de sueños y de pasiones que dentro de este amplio y fascinante mundo nos encontramos con muchos, muchos mundos más, todos tan llenos de magia y de encanto y también de realidad directa que la mandíbula se nos desencaja y el burbujeo de nuestro interior entra en erupción de embrujo cuan volcán.
En contraste con la otra trilogía, que ya contaba con un amplio abanico de personajes (dentro de la corte, pero en especial cuando las cosas comienzan a irse de las manos y nos encontramos en los terrenos peligrosos fuera de los muros del castillo), esta nueva trilogía comienza con una fuerza arrolladora, con un grandioso número de personajes.
Tiene una cantidad de ellos flipante, todos tan bien llevados a cabo y tan originales y llenos de personalidad que dependiendo del momento de la lectura, con ayuda de sus diferentes perspectivas y cambios en la narrativa, vamos acercándonos más a unos, y en otra ocasión a otros.
Subyugados a ellos están miles de misterios que se irán resolviendo, de manera que en cuanto termina cierta persona de mostrarnos su mundo en un capítulo queremos saber más de lo que le rodea y de el misterio que le mira en las sombras, pero entonces nos hallamos ante uno nuevo con otro personaje, saltando con gracia la novela de un lugar a otro, de un personaje a otro, de un misterio a otro.
Y todo esto se traduce en un amor desbocado hacia los personajes.
“At the moment of deciding not to argue further, he had given up all emotional investment in the situation. He had withdrawn his anma into himself as he had been taught to do, divesting it of his anger and offense as he did so. It was not that these emotions were unworthy or inappropriate; it was simply that they were wasted upon the man. He swept his mind clean of reactions to the filthy blanket. By the time he reached the foredeck, he had regained not just calmness, but wholeness.”
Y con la gran trilogía que he dejado atrás, con esos grandes, grandes personajes, con esa gran magia, con esas grandes relaciones, lo suyo sería decir, tal y como había temido antes de empezar este libro, que la historia decae, que la historia decae, pero qué narices, no lo hace, para nada.
De hecho, es otra historia distinta, tan diferente que no tiene sentido compararlas. Aun así, admito haberlo hecho (la trama de la primera es más normalilla en lo que a fantasía épica respecta , y los personajes de ambas... distintos, diferentes, únicos, inolvidables).
Tienen hábitos, rasgos característicos, no son ni buenos ni malos, son admirables y al mismo tiempo a veces algo desagradables, crecen con los fallos y evolucionan con los conocimientos y las adversidades, dándoles así una sincera y creíble personalidad, y un fuerte y tenaz temperamento que perdura aun con las tormentas más terribles.
Voy a ser clara: los personajes masculinos eran fascinantes, en especial Kennit, al que no he de quitarle méritos porque estaba increíblemente bien llevado a cabo, y otros como Wintrow y Brashen... pero quienes más destacan en este libro son los personajes femeninos: en efecto, es un libro muy feminista, desde luego deslumbra ver toda la fuerza que sus mujeres son capaces de reunir y la templanza que cogen para encarar los más peligrosos enfrentamientos.
Es sencillamente una potente oda a la mujer, una muestra clara de su fuerza y de su encanto, que nos dejará completamente maravillados: Althea, ambiciosa e independiente, fuerte y tenaz y en todo momento con las ideas claras y con intención de conseguir lo que quiere; y Amber, ¡Amber!, mi personaje favorito, extraña y carismática, curiosa y creadora de joyas con madera, extravagante y resuelta, en soledad y con una vida de autonomía, soñadora pero muy despierta, y sinceramente, enamora."I have always been more curious than wise. Yet any wisdom I have ever gained has come to me from my curiosity. So I have never learned to turn away from it."
También hay que resaltar personajes que no son realmente humanos: Vivacia, interesante y con una voz fuerte y sabia; y Paragon, que tanto será cruel y se le odiará como nos hará romper en lágrimas y quererle con locura.
“Amber?” he said pleadingly. His voice went high on her name and broke, as it sometimes did when he was afraid. “Are you taking my beads away?”
A este personaje se le añade su genial relación con Amber (todo lo que la rodea me ha encantado, y aparece tan poco que no dejo de desear que salga más en los siguientes libros), complicada pero tierna, y a mí estas partes me han parecido muy significativas.
Sinceramente, he perdido el hilo de la reseña. No sé si en algún momento he llegado a tenerlo siquiera.
Como sea.
Es como... ¡zas! Historia nueva, personajes nuevos, ¡magia nueva!
¡¡¡En el mismo mundo que conocíamos, pero tan cambiado que parece otro!!!
Parece que nos presenta un mundo distinto, completamente distinto, al que se nos muestra en la primera trilogía, y esto no es otra cosa sino producto de que nos da una visión distinta de él desde diferentes perspectivas.
El mundo no cambia, pero conocemos una parte de él que nos era desconocida: ya no hay cortes, o misiones proféticas, sino un descenso a la mar donde los barcos pueden cobrar vida y donde la venta de esclavos se halla muy dispuesta en el mercado negro.
La pluma de Robin Hobb, así mismo, adopta el carácter de los personajes: ya no es tan elegante, tan fina y tan cortesana, sino que se encuentra más cercana a los personajes si cabe (la narrativa de Fitz era sumamente cercana, pero había más distanciamiento de los personajes secundarios... en el sentido de que se sabía menos lo que estaban pensando. Aquí, no obstante, pese a que no está narrado en primera persona, todos los personajes tienen un ecuánime protagonismo). Eso, sin perder su naturaleza poética que transmite belleza con cada palabra.
"The winter moonlight id crisp. It makes the shadows very sharp and black. The shore rocks are sitting in pools of ink, and your hull rests in absolute blackness. Then, because of my fire, there's an overlay of another kind of shadow. Ones that jump and shift. So, when I look at you, parts of you are stark and sharp in the moonlight, and other parts are made soft amd mellow by the firelight."
¡Porque estamos hablando de Robin Hobb, señores, y con ella todo destila armonía, encanto, lejanía de nuestra realidad!
-¡Lectora, deja de desvariar!
-¡Imposible! ¡El habla lectora consiste en desvaríos!
Me encanta, me encanta, me encanta, y lo diré hasta desgastar la palabra, y entonces buscaré sinónimos a ella para expresar la maravilla que me ha supuesto embarcarme (nunca mejor dicho) en esta lectura.
No tengo palabras.
Hobb crea un mundo nuevo y detallado, una magia fresca y rejuvenecida, una ambientación pertinente e intensa, y unos personajes tan perfilados y humanizados que se les da rienda suelta y nos llevan en las mareas inquietas de esta novela.
La trama es magnífica, retorcidamente compleja y engullente, y sus personajes, como de costumbre, son unas gemas de inmensa importancia en ella: el mayor trabajo que hace Robin Hobb siempre en sus obras es en la caracterización, y en cada una de sus novelas es de lo mejor que me he encontrado en todos los libros que llevo leídos.
Batallas de barcos, monstruos marinos, desarrollo de personajes, acción desenfrenada, misterios, comercio de esclavos, intriga política, barcos con alma y voz, pasados que tratan de ser dejados atrás... ¡Será irremediable no sentirse atrapado con esta historia!
En este libro, el amor y la locura se encuentran completamente compaginados en el lector.
Es, sin duda alguna, el comienzo de una trilogía que promete ser espectacular.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 6/5
♫ Acción: 4/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 5.5/5
♫ Desenlace: 4/5
♫ Pluma: 5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
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