Título: The Watchmaker of Filigree Street
Autor: Natasha Pulley
Editorial: Bloomsbury
Canción Identificada: Monnalisa (Fleshgod Apocalypse)
Sinopsis:
1883. Thaniel Steepleton returns home to his tiny London apartment to find a gold pocket watch on his pillow. Six months later, the mysterious timepiece saves his life, drawing him away from a blast that destroys Scotland Yard. At last, he goes in search of its maker, Keita Mori, a kind, lonely immigrant from Japan. Although Mori seems harmless, a chain of unexplainable events soon suggests he must be hiding something. When Grace Carrow, an Oxford physicist, unwittingly interferes, Thaniel is torn between opposing loyalties.
The Watchmaker of Filigree Street is a sweeping, atmospheric narrative that takes the reader on an unexpected journey through Victorian London, Japan as its civil war crumbles long-standing traditions, and beyond. Blending historical events with dazzling flights of fancy, it opens doors to a strange and magical past.
Opinión:
Oh.
Vaya.
¡¡¡¡Qué sensación!!!!
¡Personajes, trama, portada, todo, todo, todo, todo!
¡Es un libro impresionante!
“They were philosophers; they put two and two together and got a goldfish.”
(Y divertido)
Y es un libro desgarradoramente pertinente. ¡Imposible no sentirse arrastrado por sus páginas, ansias devoradoras y llamitas fugaces en nuestro interior siendo las sensaciones más primordiales en la lectura!
Oh, demonios, ¡qué rápido la escritora Pulley ha desbaratado todos mis esquemas! ¡Qué rápido ha pasado este libro ha ser... sin duda alguna... de mis favoritos de todos los tiempos!
¿Será...? ¡Bueno, supongo que a lo largo de esta reseña iré viendo, igual de imprevisible para vosotros que para mí mis palabras, qué es lo que ha hecho que este libro se gane mi corazón y uno de los puestos más prestigiosos e mi colorida estantería!
“Under the gas lamps, mist pawed at the windows of the closed shops, which became steadily shabbier nearer home. It was such a smooth ruination that he could have been walking forward through time, watching the same buildings age five years with every step, all still as a museum”
¡Relojes! ¡Comencemos alocadamente con relojes!
Igual que éstos, con gran repercusión y mucha importancia literaria en la historia, la trama gira en torno a un complejo mecanismo diseñado por la escritora, donde cada palabra compone la más perfecta tuerca que pone en movimiento todo el mundo ideado por ella.
Todo tiene tantas vueltas retorcidas que uno se siente una pieza extraña en un sistema maquinal completamente funcional, que es inmensamente lógico y tiene un sentido perfectamente racional.
Y aun así, cuesta entrar en el mundo, porque Pulley lo que hace es coger nuestro pasado como humanidad y dotarlo, ni más ni menos, que de una ciencia ficción con grandes toques de magia que dan a la imagen que tenía concebida del libro un toque impresionantemente original.
De esta manera, me di cuenta a algo menos de la mitad del libro (al no leer con detalle la parte de atrás, y comprender así de la fantasía en sus páginas) que toda esta trama no era tan solo una maravillosa historia de misterio juntado con una ambientación muy realista, sino que tenía grandes toques de ciencia ficción, de pequeña magia, de una enturbiada fantasía que ha sido tan modificada por la mente imaginativa de la escritora que logra pasar desapercibida y, es más, colorear con esmero y exactitud el mundo para llegar a tener un hueco competamente verídico en la sociedad y en el ambiente de la época en la que el libro está basado.
“Think of horse races. People like to bet on the one with three legs and a wheeze.They don't bet on that one because they think it will win, but because they can see how very glorious it would be if it were to win”
Y es que hay dos mundos.
Uno de ellos es nuestro pasado, 1883, totalmente certero y detallado, tan realista que puede olerse, tocarse, sentir la lluvia correr por nosotros y barrer las antiguas y en pleno proceso de revolución industrial calles de un tenso Londres.
El otro es la pincelada de magia y originalidad que tiene el libro, pero que logra camuflarse en la ambientación y en el "aura libresca" que tiene la novela y no destaca en el mal sentido, como si estuviese fuera de lugar... De hecho, su intervención añade tanta esencia a la novela que pensar que en ella como un aparte es ridículo.
Así tiene el libro un fuerte toque de steam-punk, la era victoriana juntada con el gris de humo que sale de las fábricas, con maquinarias, con sistemas, con nuevas formas de dar la voz a conocer, con mensajes telégrafos, con físicas florecientes y con ciencia como el mayor poder soberano de la sociedad.
¡Imposible no rodearse de esta intrigante aura que junta la elegancia victoriana, embellecimiento de narrativa y palabras con dobles significados y retorcidas referencias, con el humo denso y las piezas igual de complejas que las palabras, seca y cruda firmeza en la acción, del movimiento más científico de toda nuestra historia...!
Como he dicho, la idea de estos dos mundos (sucio, peligroso, con bombas y con traiciones y engaños, realidad dura y directa; y magia, encanto en las palabras, ciencia ficción y elocuencia literaria) se halla unida, muy unida, de manera que extraña pero maravillosamente la escritora junta la creatividad con el mundo en sombras y en tensión del tiempo en el que se desarrolla la acción.
¡Uf, qué complicado es expresarme! A lo que voy es a que la ambientación es sencillamente deliciosa, te embriaga los sentidos y te rodea, te hace estar tenso y a la espera de cualquier problema con sus acciones bruscas y sus pensamientos complejos pero también posee una delicadeza en las palabras muy tierna.
“Mori looked across and was, briefly, a languageless, inhuman thing rescued from the sea and asked for an impious favour.”
La magia no parecía ajena a la historia, sino que en el cuadro que Pulley retoca tiene un protagonismo ciertamente lógico e incorporado con celo y pulcritud. La escritora hace de un pasado ya acabado algo que se abre en nuestra mente y hace que las cosas más imaginativas sean posibles, sin perder ese aura de oscuro misterio, de peligro inminente y guerras amenazantes tras cada esquina.
Asentada en el Londres de 1883, la historia gira en torno a la serie de sucesos demasiado casuales que se desencadenan ante Nathaniel Steepleton, un joven telegrafista que, al regresar a su casa después de un duro día de trabajo de avisos de bombas y atentados, encuentra que alguien ha entrado en ella. Y lo extraño que es que no se ha llevado nada: de hecho, ha dejado cierto objeto... Un reloj de oro.
Ese mismo reloj le acaba salvando la vida, con un pitido molesto que le lleva a alejarse del lugar, de una explosión que de otra manera habría acabado con su vida, y es entonces cuando decide buscar a su creador, el misterioso y solitario japonés Keita Mori, quien, pese a que no aparenta ser un terrorista, con total seguridad Thaniel ve que esconde muchos secretos...
A partir de entonces y en un nuevo florecer de su relación con el peculiar relojero, nuevos sucesos alrededor de éste nuevo compañero parecen indicar que no son meras casualidades, y la cuestión de la procedencia del reloj, y del uso que se le dio y le salvó la vida, llevan a Nathaniel a buscar respuestas.
Así mismo, la historia también está contada desde el punto de vista de la joven Grace Carrow, brillante científica en una época donde ser mujer y ser un genio hacían imposible llevar a uno a la fama, que se encuentra en el camino de estos dos curiosos individuos, cruzándose destinos y sacando a la luz secretos de lo más inesperados...
“Your science can save a man’s life, but imagination makes it worth living.”
¿¿¿Podemos pararnos un momento ha admirar que este es SU PRIMER LIBRO???
¡Su primer libro y tan alto se ha quedado su puesto en mi jerarquía de gustos! ¡Qué diantres, esta escritora es formidable! Por favor, por favor, Natasha Pulley... ¡Tienes que seguir escribiendo!
Tras todas estas exclamaciones me toca explicar que la sinopsis ya de por sí auguraba un libro como nunca uno había sido escrito, pero a ella se le añaden muchísimos misterios más, y claro... Datos humanos, personas, relaciones, que siempre añaden una profunda chispa de complejidad a una novela.
Y en esta, ¡qué bien llevado a cabo este detalle tan crucial!
“It is not summer, England doesn't have summer, it has continuous autumn with a fortnight's variation here and there.”
¿Tiene sentido hablar más de la trama? No lo creo. Me parece que lo mejor que se puede hacer es no ver reseñas (aunque yo me muera de hablar de tantas, tantas cosas que tiene este libro) y comprarlo de inmediato, cuanta mayor "cita literaria a ciegas" mejor, como de vez en cuando un libro precisa.
Dejémoslo en que los misterios te vuelven loco en el libro, se enredan entre ellos y estallan, se vuelven aún más retorcidos de lo que parecen y te sorprende de inmensa manera cuando uno de ellos es al fin revelado.
Es imposible dejar de leer.
Desiste en intentarlo.
Y lo único que no se escapa de este soberano control de relojería es, como de costumbre de elemento más inestable en nuestra vida, el componente humano...
Los personajes, dotados de tal humanidad que resultan completamente reales a mi ojo suspicaz, salen de las páginas e interpretan sus papeles no solo en el complejísimo escenario de esta novela, sino también en el de nuestra vida misma: eso es, los personajes nos cambian de tal manera que ya es imposible hablar, escribir, sentir o pensar sin tenerles en cuenta, sin sentir que cada palabra que sale de la boca de otra persona puede ser un incentivo para que estos grandes, grandes personajes vuelvan a salir del libro y decidan mostrar quienes son en un abanico de casualidades, de peripecias y de reflexiones humanas.
Thaniel ha sido un personaje extremadamente tierno y sincero, caso podría decirse que inocente en un mundo de adultos.
Vive en soledad pero se encuentra dispuesto a cualquier relación, siendo amigable y respetuoso, pero también con un temperamento que le lleva a cometer muchos errores en la historia. El ajetreo de su interior se ve en sus acciones y en sus palabras, y tiene un corazón de oro.
He disfrutado mucho de la lectura con esta voz narrativa, causándome gran ternura y acelerando mi corazón en los momentos más decisivos y que más le hacían peligrar.
Grace es de esos personajes femeninos que se quitan el corsé nada más salir a escena.
Me he encontrado admirándola en enorme medida, decidida y resuelta, sobresaliente pero siendo modesta y genuinamente ciega a su prodigiosa mente.
“Science had to have some mystery otherwise everyone would find out how simple it was.”
Es también muy respetuosa, incapaz de sentir odio por alguien, pero su esencia atípica en la época la lleva aun con esto a luchar hasta su último aliento por proseguir con los estudios y aumentar su conocimiento, por buscar respuestas y huir del compromiso convencional que su madre tan persistentemente le incita a tener.
“Grace felt her eyebrow twitch and went on down the spiral steps. She had never understood why anyone listened to the rule about unaccompanied women and libraries. Everybody, professors and students and Proctors the same, knew that if the sign said 'do not walk on the grass', one hopped. Anybody who didn't had failed to understand what Oxford was.”
“Loyalty is a continuous phenomenon, you don't score points for past action,”
Y luego, el personaje sobre el que orbita a su alrededor toda la historia: el extraño, tranquilo y enigmático Keita Mori, brillante y con una labia formidable, imprevisible y en un gran distanciamiento (¿provocado, necesitado, adrede?) con el mundo, de pasado inmencionable y eventos fatales extrañamente conectados con su persona.
“I'm a Buddhist. You might have a Christian obligation to catch pneumonia while you sit for two and a half hours listening to some twerp in a dress drone on about the virtue of wedded life but, dear as you are to me, I don't.”
En base a esta extrañeza resalta su fiel compañero Katsu, un pulpo de engranajes como mascota, y su enfatizado miedo a las alturas, así como reacciones del todo imprevistas y acciones y comentarios que parecen calculados de antemano para un propósito insospechado.
“Mori smiled properly. The lines around his eyes were deeper than usual now. They made him look like an old photograph of a young man, often crushed, but ironed carefully so that only the ghosts of the marks remained.”
(Natasha Pulley tiene una escritura extraordinaria)
Un personaje grandioso, muy, muy bueno, de esos que hacen un nudo en tu estómago pero también ablandan tu corazón. Y humanos como son estos personajes, no hay forma de sentir una sola cosa hacia uno... La historia nos va dando la bienvenida a una revolución de colores y emociones de cada evento, y de cada personaje, que ejerce su papel en ella.
“Does it really look like Japan?" Thaniel asked as they went by a shrine housing a painted figure that might have been a god, or something that ate gods. A little boy put a coin in its bowl and rang the bell inside.
The watchmaker nodded. "Near enough. The weather is better in Japan, and it would be difficult to find English food. But I think they do draw the line here at brown tea."
Thaniel could smell the bitterness of green tea now. "What's wrong with brown?"
"Don't be stupid.”
(ADORO SU RELACIÓN)
Además de eso, los viajes pequeños que la escritora nos ofrecía al Japón de esa época contrastaban mucho con la realidad del Londres de entonces, y este contraste me ha parecido muy bueno, sinceramente, la escritora sabía cada detalle del mundo y cómo hacer para plantar una historia sumamente original sin que destaque con las ideas de la época.
Los diálogos entre los personajes pueden pasar de agradablemente humorísticos a profundamente reflexivos y filosóficos, y el hecho de presenciar las distintas y muy bien diferenciadas voces en estas conversaciones, y el rumbo que cada uno de ellos decide tomar en ellas, es más que el adecuado para hacer que nuestros corazones se enternezcan por cada uno de ellos, o que peguen brincos tensos y ansiosos de respuestas.
“What's that?' Thaniel said, curious. The postmarks and stamps weren't English or Japanese.
'A painting. There's a depressed Dutchman who does countryside scenes and flowers and things. It's ugly, but I have to maintain the estates in Japan and modern art is a good investment.”
Sus personajes no dejan de evolucionar a lo largo de la novela, de compaginarse y de torcerse, de unirse y de distanciarse, un cambio decidido pero que se escapa de su voluntad y se halla de la mano, durante todo el recorrido, con el resto de personajes de la novela.
Un detalle curioso (ni bueno ni malo, esto es sencillamente una observación que a gustos varía pero que a mí no me ha importunado en la lectura) es que el libro es bastante pausado.
Pese a tener escenas tensas (bombas, intentos de arresto, ciertas palizas y desapariciones inesperadas), es un libro que se toma su tiempo en introducir el marco y sus personajes, dejando así toda la acción y la tensión que a lo largo del libro ha sido acumulativa para su final, demoledor en todos los aspectos.
Y sin embargo, también me he fijado con fascinación en que no hay ni una sola parte de relleno, por lo que todos los capítulos más pausados son un desarrollo incuestionable de los personajes, una evolución paulatina de sus relaciones y de sus deambulares cuidadosos por unas de las más tensas escenas que ha vivido Londres es sus propias carnes.
También añadir, ya para terminar estas breves observaciones, que en la historia está muy presente el principio de causalidad: de nuevo experimentando con una narrativa de maquinaria de relojería, el tiempo es un punto muy mencionado en la historia, y las reacciones en cadena que provoca cierta acción tienen unas repercusiones muy acentuadas en el libro.
Nadie va a acertar en lo que espera encontrarse de The Watchmaker of Filigree Street... ¡En el buen sentido, por supuesto!
Nos marea, nos deja con la boca abierta de par en par, nos lleva por unos senderos insospechados, transita los terrenos de la ciencia más compleja de la física (con esa pluma que lo explica de excelente manera, concisa , ligera y con todo muy bien definido, y estos encajes que hace nuestro cerebro con los misterios de la historia son de lo más satisfactorios), da pie a unos personajes completamente humanos, tiernamente defectuosos, magníficamente conectados, y así a sus relaciones, tan bien hechas que sinceramente son de las mejores que me he encontrado en toda mi vida.
En una mezcla que ciertamente da su fruto de enganche, adicción y fascinación, The Watchmaker of Filigree Street combina la acción, la magia, la ciencia, la historia y las relaciones sociales, y hace de esto una ambientación exquisita, unos protagonistas en realidad viva, y una historia que difícilmente se separará de nuestro lado en lo que nos queda de vida.
Una lectura crucial, magnífica e insistentemente recomendada.
Autor: Natasha Pulley
Editorial: Bloomsbury
Canción Identificada: Monnalisa (Fleshgod Apocalypse)
Sinopsis:
1883. Thaniel Steepleton returns home to his tiny London apartment to find a gold pocket watch on his pillow. Six months later, the mysterious timepiece saves his life, drawing him away from a blast that destroys Scotland Yard. At last, he goes in search of its maker, Keita Mori, a kind, lonely immigrant from Japan. Although Mori seems harmless, a chain of unexplainable events soon suggests he must be hiding something. When Grace Carrow, an Oxford physicist, unwittingly interferes, Thaniel is torn between opposing loyalties.
The Watchmaker of Filigree Street is a sweeping, atmospheric narrative that takes the reader on an unexpected journey through Victorian London, Japan as its civil war crumbles long-standing traditions, and beyond. Blending historical events with dazzling flights of fancy, it opens doors to a strange and magical past.
Opinión:
Oh.
Vaya.
¡¡¡¡Qué sensación!!!!
¡Personajes, trama, portada, todo, todo, todo, todo!
¡Es un libro impresionante!
“They were philosophers; they put two and two together and got a goldfish.”
(Y divertido)
Y es un libro desgarradoramente pertinente. ¡Imposible no sentirse arrastrado por sus páginas, ansias devoradoras y llamitas fugaces en nuestro interior siendo las sensaciones más primordiales en la lectura!
Oh, demonios, ¡qué rápido la escritora Pulley ha desbaratado todos mis esquemas! ¡Qué rápido ha pasado este libro ha ser... sin duda alguna... de mis favoritos de todos los tiempos!
¿Será...? ¡Bueno, supongo que a lo largo de esta reseña iré viendo, igual de imprevisible para vosotros que para mí mis palabras, qué es lo que ha hecho que este libro se gane mi corazón y uno de los puestos más prestigiosos e mi colorida estantería!
“Under the gas lamps, mist pawed at the windows of the closed shops, which became steadily shabbier nearer home. It was such a smooth ruination that he could have been walking forward through time, watching the same buildings age five years with every step, all still as a museum”
¡Relojes! ¡Comencemos alocadamente con relojes!
Igual que éstos, con gran repercusión y mucha importancia literaria en la historia, la trama gira en torno a un complejo mecanismo diseñado por la escritora, donde cada palabra compone la más perfecta tuerca que pone en movimiento todo el mundo ideado por ella.
Todo tiene tantas vueltas retorcidas que uno se siente una pieza extraña en un sistema maquinal completamente funcional, que es inmensamente lógico y tiene un sentido perfectamente racional.
Y aun así, cuesta entrar en el mundo, porque Pulley lo que hace es coger nuestro pasado como humanidad y dotarlo, ni más ni menos, que de una ciencia ficción con grandes toques de magia que dan a la imagen que tenía concebida del libro un toque impresionantemente original.
De esta manera, me di cuenta a algo menos de la mitad del libro (al no leer con detalle la parte de atrás, y comprender así de la fantasía en sus páginas) que toda esta trama no era tan solo una maravillosa historia de misterio juntado con una ambientación muy realista, sino que tenía grandes toques de ciencia ficción, de pequeña magia, de una enturbiada fantasía que ha sido tan modificada por la mente imaginativa de la escritora que logra pasar desapercibida y, es más, colorear con esmero y exactitud el mundo para llegar a tener un hueco competamente verídico en la sociedad y en el ambiente de la época en la que el libro está basado.
“Think of horse races. People like to bet on the one with three legs and a wheeze.They don't bet on that one because they think it will win, but because they can see how very glorious it would be if it were to win”
Y es que hay dos mundos.
Uno de ellos es nuestro pasado, 1883, totalmente certero y detallado, tan realista que puede olerse, tocarse, sentir la lluvia correr por nosotros y barrer las antiguas y en pleno proceso de revolución industrial calles de un tenso Londres.
El otro es la pincelada de magia y originalidad que tiene el libro, pero que logra camuflarse en la ambientación y en el "aura libresca" que tiene la novela y no destaca en el mal sentido, como si estuviese fuera de lugar... De hecho, su intervención añade tanta esencia a la novela que pensar que en ella como un aparte es ridículo.
Así tiene el libro un fuerte toque de steam-punk, la era victoriana juntada con el gris de humo que sale de las fábricas, con maquinarias, con sistemas, con nuevas formas de dar la voz a conocer, con mensajes telégrafos, con físicas florecientes y con ciencia como el mayor poder soberano de la sociedad.
¡Imposible no rodearse de esta intrigante aura que junta la elegancia victoriana, embellecimiento de narrativa y palabras con dobles significados y retorcidas referencias, con el humo denso y las piezas igual de complejas que las palabras, seca y cruda firmeza en la acción, del movimiento más científico de toda nuestra historia...!
Como he dicho, la idea de estos dos mundos (sucio, peligroso, con bombas y con traiciones y engaños, realidad dura y directa; y magia, encanto en las palabras, ciencia ficción y elocuencia literaria) se halla unida, muy unida, de manera que extraña pero maravillosamente la escritora junta la creatividad con el mundo en sombras y en tensión del tiempo en el que se desarrolla la acción.
¡Uf, qué complicado es expresarme! A lo que voy es a que la ambientación es sencillamente deliciosa, te embriaga los sentidos y te rodea, te hace estar tenso y a la espera de cualquier problema con sus acciones bruscas y sus pensamientos complejos pero también posee una delicadeza en las palabras muy tierna.
“Mori looked across and was, briefly, a languageless, inhuman thing rescued from the sea and asked for an impious favour.”
La magia no parecía ajena a la historia, sino que en el cuadro que Pulley retoca tiene un protagonismo ciertamente lógico e incorporado con celo y pulcritud. La escritora hace de un pasado ya acabado algo que se abre en nuestra mente y hace que las cosas más imaginativas sean posibles, sin perder ese aura de oscuro misterio, de peligro inminente y guerras amenazantes tras cada esquina.
Asentada en el Londres de 1883, la historia gira en torno a la serie de sucesos demasiado casuales que se desencadenan ante Nathaniel Steepleton, un joven telegrafista que, al regresar a su casa después de un duro día de trabajo de avisos de bombas y atentados, encuentra que alguien ha entrado en ella. Y lo extraño que es que no se ha llevado nada: de hecho, ha dejado cierto objeto... Un reloj de oro.
Ese mismo reloj le acaba salvando la vida, con un pitido molesto que le lleva a alejarse del lugar, de una explosión que de otra manera habría acabado con su vida, y es entonces cuando decide buscar a su creador, el misterioso y solitario japonés Keita Mori, quien, pese a que no aparenta ser un terrorista, con total seguridad Thaniel ve que esconde muchos secretos...
A partir de entonces y en un nuevo florecer de su relación con el peculiar relojero, nuevos sucesos alrededor de éste nuevo compañero parecen indicar que no son meras casualidades, y la cuestión de la procedencia del reloj, y del uso que se le dio y le salvó la vida, llevan a Nathaniel a buscar respuestas.
Así mismo, la historia también está contada desde el punto de vista de la joven Grace Carrow, brillante científica en una época donde ser mujer y ser un genio hacían imposible llevar a uno a la fama, que se encuentra en el camino de estos dos curiosos individuos, cruzándose destinos y sacando a la luz secretos de lo más inesperados...
“Your science can save a man’s life, but imagination makes it worth living.”
¿¿¿Podemos pararnos un momento ha admirar que este es SU PRIMER LIBRO???
¡Su primer libro y tan alto se ha quedado su puesto en mi jerarquía de gustos! ¡Qué diantres, esta escritora es formidable! Por favor, por favor, Natasha Pulley... ¡Tienes que seguir escribiendo!
Tras todas estas exclamaciones me toca explicar que la sinopsis ya de por sí auguraba un libro como nunca uno había sido escrito, pero a ella se le añaden muchísimos misterios más, y claro... Datos humanos, personas, relaciones, que siempre añaden una profunda chispa de complejidad a una novela.
Y en esta, ¡qué bien llevado a cabo este detalle tan crucial!
“It is not summer, England doesn't have summer, it has continuous autumn with a fortnight's variation here and there.”
¿Tiene sentido hablar más de la trama? No lo creo. Me parece que lo mejor que se puede hacer es no ver reseñas (aunque yo me muera de hablar de tantas, tantas cosas que tiene este libro) y comprarlo de inmediato, cuanta mayor "cita literaria a ciegas" mejor, como de vez en cuando un libro precisa.
Dejémoslo en que los misterios te vuelven loco en el libro, se enredan entre ellos y estallan, se vuelven aún más retorcidos de lo que parecen y te sorprende de inmensa manera cuando uno de ellos es al fin revelado.
Es imposible dejar de leer.
Desiste en intentarlo.
Y lo único que no se escapa de este soberano control de relojería es, como de costumbre de elemento más inestable en nuestra vida, el componente humano...
Thaniel ha sido un personaje extremadamente tierno y sincero, caso podría decirse que inocente en un mundo de adultos.
Vive en soledad pero se encuentra dispuesto a cualquier relación, siendo amigable y respetuoso, pero también con un temperamento que le lleva a cometer muchos errores en la historia. El ajetreo de su interior se ve en sus acciones y en sus palabras, y tiene un corazón de oro.
He disfrutado mucho de la lectura con esta voz narrativa, causándome gran ternura y acelerando mi corazón en los momentos más decisivos y que más le hacían peligrar.
Grace es de esos personajes femeninos que se quitan el corsé nada más salir a escena.
Me he encontrado admirándola en enorme medida, decidida y resuelta, sobresaliente pero siendo modesta y genuinamente ciega a su prodigiosa mente.
“Science had to have some mystery otherwise everyone would find out how simple it was.”
Es también muy respetuosa, incapaz de sentir odio por alguien, pero su esencia atípica en la época la lleva aun con esto a luchar hasta su último aliento por proseguir con los estudios y aumentar su conocimiento, por buscar respuestas y huir del compromiso convencional que su madre tan persistentemente le incita a tener.
“Grace felt her eyebrow twitch and went on down the spiral steps. She had never understood why anyone listened to the rule about unaccompanied women and libraries. Everybody, professors and students and Proctors the same, knew that if the sign said 'do not walk on the grass', one hopped. Anybody who didn't had failed to understand what Oxford was.”
“Loyalty is a continuous phenomenon, you don't score points for past action,”
Y luego, el personaje sobre el que orbita a su alrededor toda la historia: el extraño, tranquilo y enigmático Keita Mori, brillante y con una labia formidable, imprevisible y en un gran distanciamiento (¿provocado, necesitado, adrede?) con el mundo, de pasado inmencionable y eventos fatales extrañamente conectados con su persona.
“I'm a Buddhist. You might have a Christian obligation to catch pneumonia while you sit for two and a half hours listening to some twerp in a dress drone on about the virtue of wedded life but, dear as you are to me, I don't.”
En base a esta extrañeza resalta su fiel compañero Katsu, un pulpo de engranajes como mascota, y su enfatizado miedo a las alturas, así como reacciones del todo imprevistas y acciones y comentarios que parecen calculados de antemano para un propósito insospechado.
“Mori smiled properly. The lines around his eyes were deeper than usual now. They made him look like an old photograph of a young man, often crushed, but ironed carefully so that only the ghosts of the marks remained.”
(Natasha Pulley tiene una escritura extraordinaria)
Un personaje grandioso, muy, muy bueno, de esos que hacen un nudo en tu estómago pero también ablandan tu corazón. Y humanos como son estos personajes, no hay forma de sentir una sola cosa hacia uno... La historia nos va dando la bienvenida a una revolución de colores y emociones de cada evento, y de cada personaje, que ejerce su papel en ella.
“Does it really look like Japan?" Thaniel asked as they went by a shrine housing a painted figure that might have been a god, or something that ate gods. A little boy put a coin in its bowl and rang the bell inside.
The watchmaker nodded. "Near enough. The weather is better in Japan, and it would be difficult to find English food. But I think they do draw the line here at brown tea."
Thaniel could smell the bitterness of green tea now. "What's wrong with brown?"
"Don't be stupid.”
(ADORO SU RELACIÓN)
Además de eso, los viajes pequeños que la escritora nos ofrecía al Japón de esa época contrastaban mucho con la realidad del Londres de entonces, y este contraste me ha parecido muy bueno, sinceramente, la escritora sabía cada detalle del mundo y cómo hacer para plantar una historia sumamente original sin que destaque con las ideas de la época.
Los diálogos entre los personajes pueden pasar de agradablemente humorísticos a profundamente reflexivos y filosóficos, y el hecho de presenciar las distintas y muy bien diferenciadas voces en estas conversaciones, y el rumbo que cada uno de ellos decide tomar en ellas, es más que el adecuado para hacer que nuestros corazones se enternezcan por cada uno de ellos, o que peguen brincos tensos y ansiosos de respuestas.
“What's that?' Thaniel said, curious. The postmarks and stamps weren't English or Japanese.
'A painting. There's a depressed Dutchman who does countryside scenes and flowers and things. It's ugly, but I have to maintain the estates in Japan and modern art is a good investment.”
Sus personajes no dejan de evolucionar a lo largo de la novela, de compaginarse y de torcerse, de unirse y de distanciarse, un cambio decidido pero que se escapa de su voluntad y se halla de la mano, durante todo el recorrido, con el resto de personajes de la novela.
Un detalle curioso (ni bueno ni malo, esto es sencillamente una observación que a gustos varía pero que a mí no me ha importunado en la lectura) es que el libro es bastante pausado.
Pese a tener escenas tensas (bombas, intentos de arresto, ciertas palizas y desapariciones inesperadas), es un libro que se toma su tiempo en introducir el marco y sus personajes, dejando así toda la acción y la tensión que a lo largo del libro ha sido acumulativa para su final, demoledor en todos los aspectos.
Y sin embargo, también me he fijado con fascinación en que no hay ni una sola parte de relleno, por lo que todos los capítulos más pausados son un desarrollo incuestionable de los personajes, una evolución paulatina de sus relaciones y de sus deambulares cuidadosos por unas de las más tensas escenas que ha vivido Londres es sus propias carnes.
También añadir, ya para terminar estas breves observaciones, que en la historia está muy presente el principio de causalidad: de nuevo experimentando con una narrativa de maquinaria de relojería, el tiempo es un punto muy mencionado en la historia, y las reacciones en cadena que provoca cierta acción tienen unas repercusiones muy acentuadas en el libro.
Nadie va a acertar en lo que espera encontrarse de The Watchmaker of Filigree Street... ¡En el buen sentido, por supuesto!
Nos marea, nos deja con la boca abierta de par en par, nos lleva por unos senderos insospechados, transita los terrenos de la ciencia más compleja de la física (con esa pluma que lo explica de excelente manera, concisa , ligera y con todo muy bien definido, y estos encajes que hace nuestro cerebro con los misterios de la historia son de lo más satisfactorios), da pie a unos personajes completamente humanos, tiernamente defectuosos, magníficamente conectados, y así a sus relaciones, tan bien hechas que sinceramente son de las mejores que me he encontrado en toda mi vida.
En una mezcla que ciertamente da su fruto de enganche, adicción y fascinación, The Watchmaker of Filigree Street combina la acción, la magia, la ciencia, la historia y las relaciones sociales, y hace de esto una ambientación exquisita, unos protagonistas en realidad viva, y una historia que difícilmente se separará de nuestro lado en lo que nos queda de vida.
Una lectura crucial, magnífica e insistentemente recomendada.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 4.75/5
♫ Acción: 3.75/5
♫ Trama: 4.25/5
♫ Originalidad: 4.75/5
♫ Desenlace: 4.75/5
♫ Pluma: 5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
VALORACIÓN PERSONAL: 9.75/10
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