Reseña: In the Woods

Título: In the Woods (Dublin Murder Squad #1)
Autor: Tana French
Editorial: Hodder
Canción Identificada: 




Sinopsis:

As dusk approaches a small Dublin suburb in the summer of 1984, mothers begin to call their children home. But on this warm evening, three children do not return from the dark and silent woods. When the police arrive, they find only one of the children gripping a tree trunk in terror, wearing blood-filled sneakers, and unable to recall a single detail of the previous hours.

Twenty years later, the found boy, Rob Ryan, is a detective on the Dublin Murder Squad and keeps his past a secret. But when a twelve-year-old girl is found murdered in the same woods, he and Detective Cassie Maddox—his partner and closest friend—find themselves investigating a case chillingly similar to the previous unsolved mystery. Now, with only snippets of long-buried memories to guide him, Ryan has the chance to uncover both the mystery of the case before him and that of his own shadowy past.

Richly atmospheric and stunning in its complexity, In the Woods is utterly convincing and surprising to the end. 





Opinión:

Cogí este libro con el corazón chillándome emocionado en los oídos, pues sus parecidos con la gran, gran novela Kill the Father, de Sandrone Dazieri, hacía que mirase una y otra vez a este libro en mi pila de libros no leídos, deseando cogerlo y ver si estas tan altas y tan irrefrenables expectativas estaban a la altura... Acabó por ser, no obstante, que para nada esta concepción de "buen thriller" sobre el libro no era correcta.

“I had learned early to assume something dark and lethal hidden at the heart of anything I loved. When I couldn't find it, I responded, bewildered and wary, in the only way I knew how: by planting it there myself.”




Comenzando por los personajes, me gustaría alegar que todos, casi sin excepción, eran muy muy malos... 


No quiero entrar en detalles, pero los que más más más se merecen todo mi apoyo admirable son Damien, Jessica y Rosalind, quienes dan el chispazo a la novela cuando lo único que quería era acabar con ella cuanto antes. 


Luego tenemos secundarios, puede que algunos buenos, como es el caso de Sam, por ejemplo, pero en términos generales y acertados ninguno es digno de mencionar, todos son muy superficiales y bastante poco pertenecientes a la historia.

“People need a moral code, to help them make decisions. All this bio-yogurt virtue and financial self-righteousness are just filling the gap in the market. But the problem is that it's all backwards. It's not that you do the right thing and hope it pays off; the morally right thing is by definition the thing that gives the biggest payoff.” 

Y los principales, por otro lado, han sido la mayor decepción de todo, por ser tan poco profundos y por tener una falta tan enorme de personalidad y de voz interesante.

Entonces este "shadowy past" del protagonista, mencionado en la sinopsis, no es nada más que una tontería para atraer la atención, debido al poco caso que se hace con respecto al pasado, con respecto a lo ocurrido y, sobe todo, con respecto a los pensamientos sobre ellos del personaje principal. 

“What I am telling you, before you begin my story, is this -- two things: I crave truth. And I lie. ” 


El personaje principal tiene fallos muy grandes, no de defectos humanos, sino de fallos gordos y agujeros en su persona, que nos dejan con la sensación de que poco conocemos de su personalidad, de sus aficiones y de sus ideas, pues, aunque en momentos tiene una profunda voz de sabiduría y conocimiento, la intervención que hace en el caso es muy mala, y el comportamiento infantil que tiene acerca de temas de relaciones sentimentales es tan celosillo y simple como el del resto de los personajes de la historia, atraídos todos de nuevo a ese agujero negro de poner astral que engulle relaciones interesantes, y thriller psicológicos, en un juego de niños sobre affairs (amoríos indebidos que desembocan en tragedia) que ya se me hace cansado de ver. 

“The girls I dream of are the gentle ones, wistful by high windows or singing sweet old songs at a piano, long hair drifting, tender as apple blossom. But a girl who goes into battle beside you and keeps your back is a different thing, a thing to make you shiver. Think of the first time you slept with someone, or the first time you fell in love: that blinding explosion that left you cracking to the fingertips with electricity, initiated and transformed. I tell you that was nothing, nothing at all, beside the power of putting your lives, simply and daily, into each other's hands.” 

Cassie se libra un poco más de mi ira, pues, aunque tenía estos momentos en los que ella por completo estaba consumida en un pensamiento posesivo, en general era una chica muy dedicada a su trabajo, que en contraste con Ryan aportaba cosas importantes al caso, que meditaba sobre el mismo y trataba de entender el pasado de su compañero a toda costa. 

“Maybe she, like me, would have loved the tiny details and inconveniences even more dearly than the wonders, because they are the things that prove you belong.” 


Sobre todo, me ha impresionado por su forma de abarcar los problemas, en especial en cuanto a las inquisiciones en los momentos en los que interrogaban a sospechosos. 

Con parsimonia, profesionalidad y gran calma, sus palabras eran eficaces, muy aplaudibles y llenas de conocimiento de la materia en la que está tratando, dando credibilidad a las escenas y siendo extremadamente cuidadosa en el proceso de indagación.

Por otro lado, todo tiene demasiadas explicaciones... 

Los detectives por sí solos no llevan a mucho en el final, y aunque sin duda la profesionalidad de Cassie ayuda a introducir los monólogos explicativos, habría estado bien que aportasen sus propias conclusiones sin tener que hacerlo con el ofrecimiento de tantas pistas. 

La novela podría haber sido compleja, no tengo duda de ello, si se hubiese ajustado a un número de páginas más limitado, más comprimido todo en ellas, y si aparte de las palabras de los sospechosos y los que se creen con más firmeza culpables los detectives hubiesen contribuido de una manera... ejem... más detectivesca.

“I read a lot. I always have, but in those two years I gorged myself on books with a voluptuous, almost erotic gluttony. I would go to the local library and take out as many as I could, and then lock myself in the bedsit and read solidly for a week. I went for old books, the older the better--Tolstoy, Poe, Jacobean tragedies, a dusty translation of Laclos--so that when I finally resurfaced, blinking and dazzled, it took me days to stop thinking in their cool, polished, crystalline rhythms.” 



Igual que se da demasiadas explicaciones un tanto rebuscadas para dar excusa a la indiferencia de Ryan por su propio pasado (que no conseguí tragármelas), a lo sucedido se le adherían demasiadas cosas que enjuagaban mucho el misterio central de la historia, coherencias que eran en verdad incoherentes por ser tan exageradamente complicadas, traídas por los pelos, y eso hacía que tuviese la novela un carácter de inverosimilitud. 






El humor era básico en la relación de los dos centrales y únicos personajes para la escritora, la ternura apenas estaba presente, y lo que lo nublaba todo era el indeciblemente molesto gran toque de celos, estaban en todas partes y en todas las formas posibles, envidias y comentarios siempre sobre aspectos y gustos que no eran profesionales y rompían la dinámica de la investigación, una relación obsesa en ver mal a cualquier interés amistoso que tenga la otra persona en ella, y que esto ciega por completo el juicio detectivesco que pudiesen tener los personajes. 



Va dirigido a ambos lados de la relación, pero sinceramente el punto de vista de Ryan con el tema recurrente en el libro sobre el amor se me hacía tedioso, cansino, irritante a más no poder, inmaduro de una forma muy infectante, corrosivo sin momentos de evolución alguna en el personaje.


“Human beings, as I know better than most, can get used to anything. Over time, even the unthinkable gradually wears a little niche for itself in your mind and becomes just something that happened.” 


Sacando esto en claro, los personajes no evolucionan lo más mínimo, ni remotamente, lo que hace que el libro tenga aún más aburrimiento en sus páginas, más tedio al centrarse excesivamente en las relaciones de ellos, y más pesadez con la que hacerme pensar que todos los personajes estaban huecos por dentro.

Un punto bueno que tiene la novela es que cuenta con un gran repertorio de personajes, vamos conociéndolos y explorando su mente, intentando averiguar qué relación guardan con el horrible crimen que se ha cometido, y si es buena o mala. 

“We think about mortality so little, these days, except to flail hysterically at it with trendy forms of exercise and high-fiber cereals and nicotine patches.”

Pero la prosa tan malamente explayante que tiene French nos hace sentirnos poco enganchados en la trama, las apariciones de estos personajes son pesadas, excesivamente largas, y eso hace que lo quieras o no tus pensamientos vuelen a otras cuestiones fuera del libro en la lectura, evitando que podamos entrar en los personajes, en la trama, y en su misterio.

“I am, of course, romanticizing; a chronic tendency of mine.” 

Tana French tiene buena capacidad narrativa, eso queda claro cuando leemos fragmentos de disertación de la mente de Ryan... No obstante, el valor que les da a sus personajes es muy vacío de significado, debido a que ninguno de ellos, a excepción del par mencionados anteriormente (Damien y Rosalind), tiene personalidad, tiene voz propia, y tiene pasado interesante que contar... 


“For a moment, I felt as if the universe had turned upside down and we were falling softly into an enormous black bowl of stars, and I knew, beyond any doubt, that everything was going to be alright.” 



Querer dar un cambio con el protagonista en el sentido de que no se vea comido por el pasado traumático ha sido un craso error, pues no solo no recuerda nada, lo que daría una chispa de emoción, sino que no tiene el más mínimo interés en recordar, en conocer, en intentar ver qué es lo que pasó ese día en el que sus dos mejores amigos de la infancia fueron asesinados... 


Esto, claramente, es un intento de hacer resaltar al personaje como uno distinto de este tipo de libros, y de hecho lo menciona al inicio, diciendo que él no es como los demás, que él no se ha unido a este trabajo para intentar averiguar de su pasado y ese tipo de cosas de películas... 

...Pero es que resulta que este detalle que French trata de abolir es ESENCIAL en un ser humano normal y corriente, no hace falta que un personaje vaya como alma en pena para saber que está sufriendo, los detalles de su psique pueden ser menores... 

Pero, por favor, dejémonos de historias de una violencia repentina, de ataques de agresividad que están tan vistos en las novelas que representan a este tipo de protagonistas como hombres incapaces de llorar que solo pueden exponer sus emociones fuertes por medio de combatividad fortachona.




“Absence of evidence is not evidence of absence.” 

Sinceramente, no exagero NI UN ÁPICE cuando digo que todo el libro, absolutamente todo el libro, puede ser leído empezando por cuando quedan tan solo doscientas páginas.


Voy a volver a compararlo con el absolutamente rompedor libro de Dazieri que ha hecho que tuviese altas expectativas con este libro... Kill the Father es una historia portentosa en todos los aspectos, ya hablando a niveles de personajes, de relaciones, de misterio, de desenlace y de evolución de los protagonistas fracturados y con comportamientos completamente demostrables de la nube tormentosa de sus pensamientos. 



Pero en lo que me quiero centrar es que en Kill the Father el misterio se va resolviendo desde el minuto uno, pesquisas avanzando y encontrando callejones sin salida, ideas fallidas y situaciones que obligan a tener que borrar todo lo que se creía como correcto, y claro, también descubrimientos que nos acercan más al final... Si lees el final, te encuentras con que no entiendes nada, porque para comprenderlo necesitas seguir con pasos fieles cada momento del libro, cada palabra escrita, una línea de pensamiento que se extiende y va progresando en toda su extensión... 


Mientras que con este libro el final lo decía todo, se aclaraban las cosas entonces, una sencilla confesión por parte del culpable ya explicaba todo, y en caso de haber unas pocas dudas al rescate iba una situación que exponía con aún más claridad lo ocurrido, cerrando las puertas de la indecisión con pruebas demasiado cantosas.



“I am not good at noticing when I'm happy, except in retrospect. My gift, or fatal flaw, is for nostalgia. I have sometimes been accused of demanding perfection, of rejecting heart's desires as soon as I get close enough that the mysterious impressionistic gloss disperses into plain solid dots, but the truth is less simplistic than that. I know very well that perfection is made up of frayed, off-struck mundanities. I suppose you could say my real weakness is a kind of long-sightedness: usually it is only at a distance, and much too late, that I can see the pattern.” 

Esto es algo que parece inexplicable teniendo en cuenta que el libro tiene una prolongación bastante grande para revelar un misterio que al final nos defrauda mucho, pero la aclaración a esto está en que, en efecto, las cuatrocientas primeras páginas son totalmente de relleno, no hay apenas motas de avance, todo lo que ha pasado en ellas se esclarece sin suciedad alguna en el final, interesante, no hay duda, y un alivio tras haber tenido que tragarme todas esas páginas donde no pasaba nada... Ni exploración del pasado, ni indagación de la personalidad y de las relaciones de los personajes (por supuesto cerradas en ellos dos, pues ninguno de ellos dejaba pasar a nadie más), ni descubrimientos interesantes y muy reveladores de lo que en el final despunta abruptamente.

Su pesada duración innecesaria, la falta de emoción en los eventos, la anulación de acciones intensas o de descubrimientos inesperados, y la previsibilidad del todo en la novela hacían que este libro costase horrores que fuera acabado.


Sus puntos buenos con muy escasos, pero los que tiene resultan ser bastante impresionantes, como lo es la mentalidad silenciosamente caótica de Damien y el carácter evasivo y al mismo tiempo atrayente de Rosalind, así como la parte más ácida de la familia de la niña asesinada y la capacidad que tiene la escritora de hacer que en su final, en las últimas doscientas páginas, todo se desencadene las situaciones tensas y palpitantes que carecía por completo el resto de la lectura.

Aun con esto, la manera de acabar esta reseña es diciendo que es un libro que me ha decepcionado, que tenía un ritmo tan lento, tan repetitivo y en especial tan erróneamente centrado en la parte más enferma del amor que el avance de la lectura era verdaderamente cargante. Sus personajes eran igual de fastidiosos, a cada cual más centrado en sí mismo peor sin querer mostrarnos por qué es así, qué personalidad tiene, qué pasado tiene y cuáles son sus pensamientos hacia el mismo.

El misterio es otro punto que queda en una normalidad muy desilusionada, ciñéndose a lo ya tanto oído y resultando muy esperado, además de que, por supuesto, por parte de los detectives era visto como un caso secundario en la historia, sin verdaderos esfuerzos en luchar por desentrañar esta cuestión.

PUNTUACIÓN

♫ Personajes: 2/5

♫ Acción: 1.75/5

♫ Trama: 2.25/5

♫ Originalidad: 2.5/5

♫ Desenlace: 2.75/5

♫ Pluma: 2.75/5


VALORACIÓN PERSONAL:  6/10



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