Título: Running With Scissors
Autor: Augusten Burroughs
Editorial: Atlantic Books
Canción Identificada: Running in Circles (Bad Omens)
Sinopsis:
The true story of an outlaw childhood where rules were unheard of, the Christmas tree stayed up all year round, Valium was consumed like candy, and if things got dull an electroshock-therapy machine could provide entertainment.
Running with Scissors is the true story of a boy whose mother (a poet with delusions of Anne Sexton) gave him away to be raised by her unorthodox psychiatrist who bore a striking resemblance to Santa Claus. So at the age of twelve, Burroughs found himself amidst Victorian squalor living with the doctor’s bizarre family, and befriending a pedophile who resided in the backyard shed. The story of an outlaw childhood where rules were unheard of, and the Christmas tree stayed up all year round, where Valium was consumed like candy, and if things got dull an electroshock- therapy machine could provide entertainment.
Opinión:
Como el libro más impactante, más duro, más divertido y más escalofriante que me he encontrado en toda mi vida, Running With Scissors se ha convertido en una de las mejores lecturas de este año... Y sin duda una lectura que, de principio a final, se ha quedado grabada a fuego en mi cabeza.
El libro consiste en una narrativa de altas dosis de ironía, comedia en la tragedia y una mirada casi humorística a las cosas más peculiares y las más estremecedoras que podamos encontrarnos en nuestra vida.
No es como ninguna otra novela que me haya leído, y es mi primera memoir, lo que ha hecho que mi visión de este género narrativo ascienda de una manera muy de sopetón...
“My mother began to go crazy. Not in a 'Let's paint the kitchen red!' sort of way. But crazy in a 'gas oven, toothpaste sandwhich, I am God' sort of way.”
Ciertamente, ha sido una lectura que me ha dejado sin energías en el cuerpo, ha chupado cada parte de mi ser y ha plasmado la vida del mismo escritor en mi mente, de manera que, durante las escasas horas en las que uno tarda en leerse este libro (donde es imposible, imposible soltarlo), solo existe el mundo excéntrico de los recuerdos del escritor, su parte de más afilada narrativa, y, finalmente, la cara más oculta de nuestro propio mundo...
“I told myself, 'All I want is a normal life'. But was that true? I wasn't so sure. Because there was a part of me that enjoyed hating school, and the drama of not going, the potential consequences whatever they were. I was intrigued by the unknown. I was even slightly thrilled that my mother was such a mess. Had I become addicted to crisis? I traced my finger along the windowsill. 'Want something normal, want something normal, want something normal', I told myself.”
Pensar que, en efecto, esto ha sucedido, que esto ocurre y que esto ha tenido lugar en el mismo lugar donde gente más normal se lava los dientes antes de poner se a ver una película a la noche, es desgarradoramente escalofriante.
“The line between normal and crazy seemed impossibly thin. A person would have to be an expert tightrope walker in order not to fall.”
La vida de Burroughs, y él mismo, se centran en la parte más turbia y más perturbadora de nuestro mundo, la sociedad que vive más al margen y que se rige por sus propias reglas... Un mundo donde el término de crueldad no es nada más que una extensión de la locura que se presencia, y donde cualquier cosa, por absurda que sea, es posible.
Es un libro que espanta en gran medida, que tiene lugar en un marco de lectura muy cerrado, muy claustrofóbico, donde incluso saliendo del lugar donde creemos que están todos lo problemas nos encontramos con que la cadena de sucesión de eventos tira de nuestro protagonista a los lugares más espantosos y más carceleros, sin salida alguna...
... Salvo, si eres como Burroughs, siendo un superviviente, habituándote a las cosas más horribles que nadie de su edad debería haber pasado, y aprendiendo a salir adelante por medio del humor, las mentiras y la diversión más alocada.
“I just look at her and she creeps me out. She looks like she would eat a baby. Not that she's fat. She just looks hungry in some dangerous way that can't be explained. She's always so nice and friendly. Exactly the disposition of a baby killer.”
El mundo de la demencia es un tema más que recurrente en este libro, que tiñe las páginas de extrañeza y nos deja con una sensación de que nos encontramos en otro mundo, en otra sociedad, en algo que no debería estar en nuestro planeta, en algo que es de locos.
Hago énfasis en esto último... en cada parte del libro, en cada uno de los miles de momentos que me encantaría señalar para tratar de compartir mi confusión y mi sobresalto, lo que uno piensa es... "Es de locos".
“We were young. We were bored. And the old electroshock therapy machine was just under the stairs in a box next to the Hoover.”
Y creo que ese es el mejor término que se ajusta a la vida de nuestro escritor... Sin que tenga por qué ser del todo malo.
Hay momentos "de locos" que nos hacen querer gritar de pánico y de horror, como el capítulo de Here, Kitty Kittty, y otros "de locos" que nos hacen ver el mundo de una manera mucho más rejuvenecida y liberadora, como lo es el capítulo The Seven-and-a-half-inch Disaster.
Otra cosa que me deja a cuadros es, precisamente, la habilidad que tiene Burroughs se hacerlo...
...Su vida es tan inesperada, está tan llena de giros, de vueltas, de recovecos y de situaciones no solo catastróficas sino hilarantemente incalificables, que al pasar la página no tardas en encontrarte con al boca abierta de par en par y con una mirada que no es capaz de comprender la realidad tan desestructurada y tan disparatada en la que ha crecido Burroughs...
Un escritor, cabe decir, como ningún otro, que claramente se ha ganado un talento incuestionablemente único después de todo lo que ha vivido.
“Turn off the light," she says as she walks away, creating a small wooshthat smells sweet and chemical. It makes me sad because it's the smell she makes when she's leaving.”
La narrativa de Burroughs es más que acertada, pues se ciñe estrictamente a lo esencial... Pero resulta que las partes "esenciales" de su juventud son descabelladas, ilógicas, incomprensibles e inimaginables, sacando a este libro POR COMPLETO de su género y posicionándolo en un lugar en el que es más que probable que permanezca en exclusividad en mi cabeza hasta el fin de mis días.
“Our lives are one endless stretch of misery punctuated by processed fast foods and the occasional crisis or amusing curiosity.”
La estructura del libro, la imagen de nuestro protagonista y la idea de que es una novela de crecimiento (dentro del género coming-of-age la novela más desconcertante y llena de sufrimiento), me recuerda un poco a The Cathcher in the Rye, salvo porque mientras que en este otro libro nos presentan a nuestro personaje y a su vida en cuestión de poco espacio de tiempo, aquí, en la novela que estoy reseñando, es un breve trozo de la biografía que más nos dejará con los pelos de punta, pasando desde una edad muy joven hasta la mayoría de edad, y todos los cambios, y todos los momentos, y todas las señales de locura que pueblan esta novela de un carácter inverosímil...
Pero que, si exploras sobre la vida del escritor como lo he hecho yo, bastante anonadada, verás que los sucesos se ciñen a lo ocurrido... Y saber esto es casi más tremendo de tragar que leerlo.
“I missed him so much that I had physical sensations of loss, all over my body. Like one minute I was missing an arm, the next my spleen. It was making me feel sick, like throwing up.”
La prosa del escritor es algo tan realista que en ocasiones deseas que no sea cierto de lo que escribe, pues lo detalla de una manera casi morbosa, con pelos y señales...
Los pensamientos de los personajes secundarios... Cómo decirlo.. No quedan para nada de lado, son elementos FUNDAMENTALES en la obra, pero lo que ocurre es que vivimos por completo toda la historia solo escuchando sus voces en diálogos y sabiendo de ellos mediante los pensamientos internos de uno de los personajes más controversiales, más complejos y más destacables de todos los tiempos...
“I was learning that if I lived slightly in the future-what will happen next-I didn't have to feel so much about what was going on in the present.”
Antes de entrar a mencionar la inolvidable voz del joven Burroughs, atenta a todo lo que ocurre y enfrentándose a la realidad al haber vivido toda su infancia en un mundo de sueños, me gustaría volver a hacer hincapié en que este libro es un libro muy duro... No solo en contenido, que no es muy adecuado para personas sensibles, sino sobre todo en la forma en la que está narrado, y la ambientación tan cerrada y tan lejos de nuestro mundo que tiene.
Es un libro que te traga, te devora, no exagero cuando digo que la forma que tiene de ser adictivo se enfrenta a algo mucho más espeluznante, y es la ambientación tan cerrada, tan claustrofóbica, que adquiere el libro... Como he mencionado antes, resulta que la familia de los Fishes, así como la casa de la madre de Augusten, así como la propia mente del chico, engulle por completo la realidad...
Siendo llevado a vivir con un psiquiatra desequilibrado y desquiciado a una edad muy temprana, Augusten no conoce otro mundo que no sea el de la extravagancia, el de la medicación y el de la locura, y en él es ingerido hasta dejar de apreciar lo que queda tras los muros que le separan de la realidad.
“Other people sound flat to my ear; their words just hang in the air. But when my mother says something, the ends curl.”
Como única realidad, Augusten se ajusta a ella aprendiendo a convivir en una casa de locos, y también siendo instruido de la manera más horrenda posible con respecto al sexo y la vida adulta, todo sin perder de vista la infantilidad más explosiva que reina en caos la casa.
“I did not consider him to be any kind of a genius. I considered him deeply lacking in the area that mattered most in life. Star quality.”
(mención muy importante en la novela con respecto a la finalidad última de la vida actual de destacar frente a los demás, donde la cultura cinematográfica y los sueños de estrellas del personaje están muy presentes en el libro)
Moviéndose de un mundo de insania a otro, Augusten conoce en sus propias carnes la parte más horrible de nuestro mundo sin tener medios para huir de ello, donde la agresividad diaria de su casa es incitada y la cordura es el enemigo más odiado que debe ser aplastado de inmediato.
A lo que voy es a que Running With Scissors es la novela más aplastante y más desmoralizadora que me he encontrado en toda mi vida, porque no hay comparativa agradable a la que Augusten pueda agarrarse en su juventud, solo un pozo que te traga hacia lo impensable, donde las cosas que claramente tienen el menor sentido son las que están diariamente en la casa, en su vida, la parte más nauseabunda acosándolo y haciendo que yo misma tuviera unas ganas tremendas de ponerme a gritar de impotencia.
“You know what we need? We need to get jobs, get the fuck out of that crazy house,' Natalie said, dipping a McNugget into her sauce.
Yeah, right. Jobs doing what? Our only skills are oral sex and restraining agitated psychotics.”
Nuestra esperanza queda machacada a las pocas páginas de meternos en la historia, y aun con el alejamiento que tiene ésta con nuestra realidad nos encontramos con que desde el principio el escritor nos ha conseguido agarrar y encadenar en un libro donde la desesperación nos domina en la lectura, y donde la estupefacción nos hace sentirnos mareados de que, con todo por lo que ha pasado, evento tras evento completamente inconcebible, Augusten Burroughs saque de cada situación momentos de humor, comentarios frescos y divertidos, y un punto de vista que destaca de manera impresionante por ser tan evolutivo, tan maduro y tan damnificado.
“Maybe it was a Patty Hearst thing. Stockholm syndrome or whatever it's called when you're being held against your will but then you become sucked in and fall in love. Or if not exactly love, you fall into something you can't see out of. 'I can't shoot a machine gun' becomes 'Hey, this hardly has any kick-back!”
Aun con todo el sufrimiento y las situaciones más escalofriantes, Augusten sale adelante no solo por su rápida (y necesitada) adaptación a su nuevo hogar, sino también por su loca imaginación y la personalidad superviviente que lleva consigo en todo momento, sumergiéndose en el sueño y haciendo oídos sordos a la razón durante mucho tiempo... Pero, con ayuda de algunos personajes, y gracias a su diario y a su forma de mirar al mundo, Augusten lidia con esto y se las arregla para conseguir encontrar su lugar en el turbulento mundo en el que pasa todo su desarrollo hasta llegar a ser adulto.
“It turned out I had always been a smoker. I just hadn't had any cigarettes.”
En este sitio donde todos los personajes rebosan de peculiaridades y de propiedades alocadas, creo que todos son dignos de destacar en la novela, y la problemática está en cada una de las relaciones...
“You deserve to need me, not to have me.”
No obstante, lo que más ha conseguido hacer que el alivio logre apoderarse de mí, aunque solo sea durante un mínimo instante, ha sido presenciar pequeños momentos donde Augusten estaba con alguna de las dos chicas que más se merecen ser mencionadas... Hope y Natalie, muy distintas entre ellas, pertenecientes a una familia desquiciada y por ello con una lucidez que puede cuestionarse... Pero con una forma de ver el mundo liberadora: Hope, tierna, agradable y amigable; y Natalie, luchadora, fuerte y obstinada.
“I will please shut the hell up the day you please drop the hell dead”
Dos chicas extraordinarias, magníficas de principio a fin, que superan sus propias adversidades y sacan fuerzas para seguir batallando donde la irracionalidad está presente en cada momento.
Por otro lado, no hay sitio para caminos de rosas, y las relaciones enfermizas también emergen en la vida de nuestro escritor... Este libro contiene abusos sexuales, relaciones carnales entre jóvenes prácticamente niños y mayores, y unas dosis de psicosis que, aunque presentes en todo momento, no hacen sino angustiarnos más.
“I know exactly how that is. To love somebody who doesn’t deserve it. Because they are all you have. Because any attention is better than no attention. For exactly the same reason, it is sometimes satisfying to cut yourself and bleed. On those gray days where eight in the morning looks no different from noon and nothing has happened and nothing is going to happen and you are washing a glass in the sink and it breaks-accidentally-and punctures your skin. And then there is this shocking red, the brightest thing in the day, so vibrant it buzzes, this blood of yours. That is okay sometimes because at least you know you’re alive.”
Y aun con todo, no es un libro que incomode al extremo, y eso se debe a la narrativa de superación con la que Burroughs pone todo su empeño para narrar la historia...
“It’s a wonder I’m even alive. Sometimes I think that. I think that I can’t believe I haven’t killed myself. But there’s something in me that just keeps going on. I think it has something to do with tomorrow, that there is always one, and that everything can change when it comes.”
Se puede ver en todos los títulos de sus capítulos, estrafalarios y divertidos, en su forma de empezar con fuerza cada uno de ellos y el desarrollo con el que plantea cada momento importante de su vida, pues, aunque de brevedad en los capítulos, cada uno de ellos hace progresar muchísimo a la trama y, por supuesto, a nuestro personaje principal.
Running With Scissors es una novela que acierta en ponerte los pelos de punta, en devorarte de angustia y en hacerte soltar risas nerviosas.
La prosa que tiene en la narrativa es impresionante por la forma en la que engulle al protagonista y al lector en un mundo cerrado y clasutrofóbico, apartado herméticamente del resto del mundo, donde la imprevisibilidad, el peligro, el trastorno y la paranoia son los principales profesores del protagonista.
En ironía, en obsesión, en brotes psicóticos, en extravagancias y en el núcleo de la locura misma, los momentos de tensión se adueñan de nuestro cuerpo, y la crudeza de las partes más horribles las hacen insoportables para nosotros... Haciendo esto contraste con esa jovialidad con la que se cuenta la historia, con el humor negro en sus páginas, y con momentos de diversión y de liberación... Sin perder de vista, ni en un solo instante, la parte más excéntrica y la más vesánica de nuestros sensacionales personajes.
Autor: Augusten Burroughs
Editorial: Atlantic Books
Canción Identificada: Running in Circles (Bad Omens)
Sinopsis:
The true story of an outlaw childhood where rules were unheard of, the Christmas tree stayed up all year round, Valium was consumed like candy, and if things got dull an electroshock-therapy machine could provide entertainment.
Running with Scissors is the true story of a boy whose mother (a poet with delusions of Anne Sexton) gave him away to be raised by her unorthodox psychiatrist who bore a striking resemblance to Santa Claus. So at the age of twelve, Burroughs found himself amidst Victorian squalor living with the doctor’s bizarre family, and befriending a pedophile who resided in the backyard shed. The story of an outlaw childhood where rules were unheard of, and the Christmas tree stayed up all year round, where Valium was consumed like candy, and if things got dull an electroshock- therapy machine could provide entertainment.
Opinión:
Como el libro más impactante, más duro, más divertido y más escalofriante que me he encontrado en toda mi vida, Running With Scissors se ha convertido en una de las mejores lecturas de este año... Y sin duda una lectura que, de principio a final, se ha quedado grabada a fuego en mi cabeza.
El libro consiste en una narrativa de altas dosis de ironía, comedia en la tragedia y una mirada casi humorística a las cosas más peculiares y las más estremecedoras que podamos encontrarnos en nuestra vida.
No es como ninguna otra novela que me haya leído, y es mi primera memoir, lo que ha hecho que mi visión de este género narrativo ascienda de una manera muy de sopetón...
“My mother began to go crazy. Not in a 'Let's paint the kitchen red!' sort of way. But crazy in a 'gas oven, toothpaste sandwhich, I am God' sort of way.”
Ciertamente, ha sido una lectura que me ha dejado sin energías en el cuerpo, ha chupado cada parte de mi ser y ha plasmado la vida del mismo escritor en mi mente, de manera que, durante las escasas horas en las que uno tarda en leerse este libro (donde es imposible, imposible soltarlo), solo existe el mundo excéntrico de los recuerdos del escritor, su parte de más afilada narrativa, y, finalmente, la cara más oculta de nuestro propio mundo...
“I told myself, 'All I want is a normal life'. But was that true? I wasn't so sure. Because there was a part of me that enjoyed hating school, and the drama of not going, the potential consequences whatever they were. I was intrigued by the unknown. I was even slightly thrilled that my mother was such a mess. Had I become addicted to crisis? I traced my finger along the windowsill. 'Want something normal, want something normal, want something normal', I told myself.”
Pensar que, en efecto, esto ha sucedido, que esto ocurre y que esto ha tenido lugar en el mismo lugar donde gente más normal se lava los dientes antes de poner se a ver una película a la noche, es desgarradoramente escalofriante.
“The line between normal and crazy seemed impossibly thin. A person would have to be an expert tightrope walker in order not to fall.”
La vida de Burroughs, y él mismo, se centran en la parte más turbia y más perturbadora de nuestro mundo, la sociedad que vive más al margen y que se rige por sus propias reglas... Un mundo donde el término de crueldad no es nada más que una extensión de la locura que se presencia, y donde cualquier cosa, por absurda que sea, es posible.
Es un libro que espanta en gran medida, que tiene lugar en un marco de lectura muy cerrado, muy claustrofóbico, donde incluso saliendo del lugar donde creemos que están todos lo problemas nos encontramos con que la cadena de sucesión de eventos tira de nuestro protagonista a los lugares más espantosos y más carceleros, sin salida alguna...
... Salvo, si eres como Burroughs, siendo un superviviente, habituándote a las cosas más horribles que nadie de su edad debería haber pasado, y aprendiendo a salir adelante por medio del humor, las mentiras y la diversión más alocada.
“I just look at her and she creeps me out. She looks like she would eat a baby. Not that she's fat. She just looks hungry in some dangerous way that can't be explained. She's always so nice and friendly. Exactly the disposition of a baby killer.”
El mundo de la demencia es un tema más que recurrente en este libro, que tiñe las páginas de extrañeza y nos deja con una sensación de que nos encontramos en otro mundo, en otra sociedad, en algo que no debería estar en nuestro planeta, en algo que es de locos.
Hago énfasis en esto último... en cada parte del libro, en cada uno de los miles de momentos que me encantaría señalar para tratar de compartir mi confusión y mi sobresalto, lo que uno piensa es... "Es de locos".
“We were young. We were bored. And the old electroshock therapy machine was just under the stairs in a box next to the Hoover.”
Y creo que ese es el mejor término que se ajusta a la vida de nuestro escritor... Sin que tenga por qué ser del todo malo.
Hay momentos "de locos" que nos hacen querer gritar de pánico y de horror, como el capítulo de Here, Kitty Kittty, y otros "de locos" que nos hacen ver el mundo de una manera mucho más rejuvenecida y liberadora, como lo es el capítulo The Seven-and-a-half-inch Disaster.
Otra cosa que me deja a cuadros es, precisamente, la habilidad que tiene Burroughs se hacerlo...
...Su vida es tan inesperada, está tan llena de giros, de vueltas, de recovecos y de situaciones no solo catastróficas sino hilarantemente incalificables, que al pasar la página no tardas en encontrarte con al boca abierta de par en par y con una mirada que no es capaz de comprender la realidad tan desestructurada y tan disparatada en la que ha crecido Burroughs...
Un escritor, cabe decir, como ningún otro, que claramente se ha ganado un talento incuestionablemente único después de todo lo que ha vivido.
“Turn off the light," she says as she walks away, creating a small wooshthat smells sweet and chemical. It makes me sad because it's the smell she makes when she's leaving.”
La narrativa de Burroughs es más que acertada, pues se ciñe estrictamente a lo esencial... Pero resulta que las partes "esenciales" de su juventud son descabelladas, ilógicas, incomprensibles e inimaginables, sacando a este libro POR COMPLETO de su género y posicionándolo en un lugar en el que es más que probable que permanezca en exclusividad en mi cabeza hasta el fin de mis días.
“Our lives are one endless stretch of misery punctuated by processed fast foods and the occasional crisis or amusing curiosity.”
La estructura del libro, la imagen de nuestro protagonista y la idea de que es una novela de crecimiento (dentro del género coming-of-age la novela más desconcertante y llena de sufrimiento), me recuerda un poco a The Cathcher in the Rye, salvo porque mientras que en este otro libro nos presentan a nuestro personaje y a su vida en cuestión de poco espacio de tiempo, aquí, en la novela que estoy reseñando, es un breve trozo de la biografía que más nos dejará con los pelos de punta, pasando desde una edad muy joven hasta la mayoría de edad, y todos los cambios, y todos los momentos, y todas las señales de locura que pueblan esta novela de un carácter inverosímil...
Pero que, si exploras sobre la vida del escritor como lo he hecho yo, bastante anonadada, verás que los sucesos se ciñen a lo ocurrido... Y saber esto es casi más tremendo de tragar que leerlo.
“I missed him so much that I had physical sensations of loss, all over my body. Like one minute I was missing an arm, the next my spleen. It was making me feel sick, like throwing up.”
La prosa del escritor es algo tan realista que en ocasiones deseas que no sea cierto de lo que escribe, pues lo detalla de una manera casi morbosa, con pelos y señales...
Los pensamientos de los personajes secundarios... Cómo decirlo.. No quedan para nada de lado, son elementos FUNDAMENTALES en la obra, pero lo que ocurre es que vivimos por completo toda la historia solo escuchando sus voces en diálogos y sabiendo de ellos mediante los pensamientos internos de uno de los personajes más controversiales, más complejos y más destacables de todos los tiempos...
“I was learning that if I lived slightly in the future-what will happen next-I didn't have to feel so much about what was going on in the present.”
Antes de entrar a mencionar la inolvidable voz del joven Burroughs, atenta a todo lo que ocurre y enfrentándose a la realidad al haber vivido toda su infancia en un mundo de sueños, me gustaría volver a hacer hincapié en que este libro es un libro muy duro... No solo en contenido, que no es muy adecuado para personas sensibles, sino sobre todo en la forma en la que está narrado, y la ambientación tan cerrada y tan lejos de nuestro mundo que tiene.
Es un libro que te traga, te devora, no exagero cuando digo que la forma que tiene de ser adictivo se enfrenta a algo mucho más espeluznante, y es la ambientación tan cerrada, tan claustrofóbica, que adquiere el libro... Como he mencionado antes, resulta que la familia de los Fishes, así como la casa de la madre de Augusten, así como la propia mente del chico, engulle por completo la realidad...
Siendo llevado a vivir con un psiquiatra desequilibrado y desquiciado a una edad muy temprana, Augusten no conoce otro mundo que no sea el de la extravagancia, el de la medicación y el de la locura, y en él es ingerido hasta dejar de apreciar lo que queda tras los muros que le separan de la realidad.
“Other people sound flat to my ear; their words just hang in the air. But when my mother says something, the ends curl.”
Como única realidad, Augusten se ajusta a ella aprendiendo a convivir en una casa de locos, y también siendo instruido de la manera más horrenda posible con respecto al sexo y la vida adulta, todo sin perder de vista la infantilidad más explosiva que reina en caos la casa.
“I did not consider him to be any kind of a genius. I considered him deeply lacking in the area that mattered most in life. Star quality.”
(mención muy importante en la novela con respecto a la finalidad última de la vida actual de destacar frente a los demás, donde la cultura cinematográfica y los sueños de estrellas del personaje están muy presentes en el libro)
Moviéndose de un mundo de insania a otro, Augusten conoce en sus propias carnes la parte más horrible de nuestro mundo sin tener medios para huir de ello, donde la agresividad diaria de su casa es incitada y la cordura es el enemigo más odiado que debe ser aplastado de inmediato.
A lo que voy es a que Running With Scissors es la novela más aplastante y más desmoralizadora que me he encontrado en toda mi vida, porque no hay comparativa agradable a la que Augusten pueda agarrarse en su juventud, solo un pozo que te traga hacia lo impensable, donde las cosas que claramente tienen el menor sentido son las que están diariamente en la casa, en su vida, la parte más nauseabunda acosándolo y haciendo que yo misma tuviera unas ganas tremendas de ponerme a gritar de impotencia.
“You know what we need? We need to get jobs, get the fuck out of that crazy house,' Natalie said, dipping a McNugget into her sauce.
Yeah, right. Jobs doing what? Our only skills are oral sex and restraining agitated psychotics.”
Nuestra esperanza queda machacada a las pocas páginas de meternos en la historia, y aun con el alejamiento que tiene ésta con nuestra realidad nos encontramos con que desde el principio el escritor nos ha conseguido agarrar y encadenar en un libro donde la desesperación nos domina en la lectura, y donde la estupefacción nos hace sentirnos mareados de que, con todo por lo que ha pasado, evento tras evento completamente inconcebible, Augusten Burroughs saque de cada situación momentos de humor, comentarios frescos y divertidos, y un punto de vista que destaca de manera impresionante por ser tan evolutivo, tan maduro y tan damnificado.
“Maybe it was a Patty Hearst thing. Stockholm syndrome or whatever it's called when you're being held against your will but then you become sucked in and fall in love. Or if not exactly love, you fall into something you can't see out of. 'I can't shoot a machine gun' becomes 'Hey, this hardly has any kick-back!”
Aun con todo el sufrimiento y las situaciones más escalofriantes, Augusten sale adelante no solo por su rápida (y necesitada) adaptación a su nuevo hogar, sino también por su loca imaginación y la personalidad superviviente que lleva consigo en todo momento, sumergiéndose en el sueño y haciendo oídos sordos a la razón durante mucho tiempo... Pero, con ayuda de algunos personajes, y gracias a su diario y a su forma de mirar al mundo, Augusten lidia con esto y se las arregla para conseguir encontrar su lugar en el turbulento mundo en el que pasa todo su desarrollo hasta llegar a ser adulto.
“It turned out I had always been a smoker. I just hadn't had any cigarettes.”
En este sitio donde todos los personajes rebosan de peculiaridades y de propiedades alocadas, creo que todos son dignos de destacar en la novela, y la problemática está en cada una de las relaciones...
“You deserve to need me, not to have me.”
No obstante, lo que más ha conseguido hacer que el alivio logre apoderarse de mí, aunque solo sea durante un mínimo instante, ha sido presenciar pequeños momentos donde Augusten estaba con alguna de las dos chicas que más se merecen ser mencionadas... Hope y Natalie, muy distintas entre ellas, pertenecientes a una familia desquiciada y por ello con una lucidez que puede cuestionarse... Pero con una forma de ver el mundo liberadora: Hope, tierna, agradable y amigable; y Natalie, luchadora, fuerte y obstinada.
“I will please shut the hell up the day you please drop the hell dead”
Dos chicas extraordinarias, magníficas de principio a fin, que superan sus propias adversidades y sacan fuerzas para seguir batallando donde la irracionalidad está presente en cada momento.
Por otro lado, no hay sitio para caminos de rosas, y las relaciones enfermizas también emergen en la vida de nuestro escritor... Este libro contiene abusos sexuales, relaciones carnales entre jóvenes prácticamente niños y mayores, y unas dosis de psicosis que, aunque presentes en todo momento, no hacen sino angustiarnos más.
“I know exactly how that is. To love somebody who doesn’t deserve it. Because they are all you have. Because any attention is better than no attention. For exactly the same reason, it is sometimes satisfying to cut yourself and bleed. On those gray days where eight in the morning looks no different from noon and nothing has happened and nothing is going to happen and you are washing a glass in the sink and it breaks-accidentally-and punctures your skin. And then there is this shocking red, the brightest thing in the day, so vibrant it buzzes, this blood of yours. That is okay sometimes because at least you know you’re alive.”
Y aun con todo, no es un libro que incomode al extremo, y eso se debe a la narrativa de superación con la que Burroughs pone todo su empeño para narrar la historia...
“It’s a wonder I’m even alive. Sometimes I think that. I think that I can’t believe I haven’t killed myself. But there’s something in me that just keeps going on. I think it has something to do with tomorrow, that there is always one, and that everything can change when it comes.”
Se puede ver en todos los títulos de sus capítulos, estrafalarios y divertidos, en su forma de empezar con fuerza cada uno de ellos y el desarrollo con el que plantea cada momento importante de su vida, pues, aunque de brevedad en los capítulos, cada uno de ellos hace progresar muchísimo a la trama y, por supuesto, a nuestro personaje principal.
Running With Scissors es una novela que acierta en ponerte los pelos de punta, en devorarte de angustia y en hacerte soltar risas nerviosas.
La prosa que tiene en la narrativa es impresionante por la forma en la que engulle al protagonista y al lector en un mundo cerrado y clasutrofóbico, apartado herméticamente del resto del mundo, donde la imprevisibilidad, el peligro, el trastorno y la paranoia son los principales profesores del protagonista.
En ironía, en obsesión, en brotes psicóticos, en extravagancias y en el núcleo de la locura misma, los momentos de tensión se adueñan de nuestro cuerpo, y la crudeza de las partes más horribles las hacen insoportables para nosotros... Haciendo esto contraste con esa jovialidad con la que se cuenta la historia, con el humor negro en sus páginas, y con momentos de diversión y de liberación... Sin perder de vista, ni en un solo instante, la parte más excéntrica y la más vesánica de nuestros sensacionales personajes.
PUNTUACIÓN
♫ Acción: 4/5
♫ Trama: 5/5
♫ Originalidad: 4.25/5
♫ Desenlace: 4/5
♫ Pluma: 5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 9.25/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
VALORACIÓN PERSONAL: 9.25/10
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