Título: The Good Son
Autor: You-Jeong Jeong
Editorial: Abacus
Canción Identificada: Sheet Metal Girl (Remix) (Pig Destroyer)
Sinopsis:
Yu-jin is a model student, a successful athlete and a good son. But one day he makes up covered in blood. There is no sign of s break-in and there is a body downstairs. Is the body of someone he knows all too well...
Yu-jin struggles to piece together fragments of what he can remember from the night before. He suffers from seizures and blakouts. He knows he will be accused if hee reports the budy, but what to do instaead? Faced with an unthinkable choice, Yu-jin makes an unthinkable decision.
Opinión:
Este libro te traerá tres diferentes sensaciones en tu cuerpo durante toda su lectura: el terror más desgarrador, la adicción más obnubilada, y la constante sensación de que has asesinado a una persona y tienes a su cadáver en tu propia casa...
"A blue chill pressed on the tape of my neck; I felt like it would suffocate me to death."
(You're not the only one feeling like that...)
Hablo muy en serio cuando digo que este libro... ha sido de los mejores de todos los tiempos.
Lo antepondría a los demás que se encuentran actualmente en la cima de mis gustos literarios, incluso.
Su breve extensión sigue siendo todo un misterio, puesto que pasan tantas, tantas, tantas cosas en la trama que parece de locos que dure lo que dura. Pero es así.
Y es así también que este libro ha sido el único que me ha nublado por completo, pero de una basta forma engullidora, de toda realidad. Totalmente.
"Behind the desk, in the sliding glass doors to the roof deck, I saw a man. His hair was standong up like horns, his face was red and raw, and the whites of his eyes glinted nervously. Tht red beast was me?"
Para empezar, hablando de sensaciones, me gustaría dejar claro que nunca he sentido esa tan extrema adicción con un libro como la que he sentido con este. Ha sido implacable, barbárica incluso, no me soltaba ni en las horas donde el sueño debería abrazarme y derrotarme.
" 'I read once that there are three ways to protect yourself from the fear of death. One is repression, forgetting that death is approaching and acting it doesn't exist, which is how most of us live. The second is never forgetting about it, living every day like it's the last day of your life. The last is acceptance: people who truly accept death aren't afraid of anything. You feel peaceful even when you're at the point of losing eerything. But you know what the three approaches have in common?'
I shook my head. It would be easier to just kneel over and die rather than worry aboit this.
'They're all lies. They are all manifestations of fear.'
'Then what's true?'
'Fear itself, I guess. That's the most honest emotion.' "
Estuve ayer hasta una hora muy tarde de la noche leyendo, hasta acabar el libro, pasando de noche a mañana como si todo esto sucediese en lo que dura un parpadeo.
Estuve sin dormir el resto del tiempo, despertándome todo el rato, moviéndome en la cama, el corazón inexplicablemente a cien por hora. Iba al baño, mataba el tiempo dando vueltas mareada, era una sensación embriagadora, extraña, que no me acababa de agradar... Pese a la emoción tan incontenible que tenía dentro, estaba en mí todo el rato esa sensación, angustiosa, delirante, paranoica, de que yo era una asesina y estaba en una casa ajena a mí, tras haber cometido un crimen en ella, buscando formas de borrar mis huellas y de salir de alguna forma de todo el caos.
¿Resulta extraño meterse tan tan tan de lleno en la mente de un personaje, de un personaje que ya te anticipan que es un psicópata?
No lo es, en este libro. You-Jeong Jeong te pone tanto en su piel que te aseguro, vamos, te aseguro, que sentirás que tú eres él, de una forma desgarradora, desagradable, alarmante, agobiante, abrumadora.
Diablos, ha sido una lectura espléndida.
Su temática queda eclipsada por el personaje. No; no me estoy explicando bien: la temática se vuelve el personaje. Todo se vuelve el personaje.
Si algo hace que este libro tenga tal agudeza psicoanalítica, es porque nos encontramos encerrados de una manera totalmente claustrofóbica en el cuerpo de quien parece ser el asesino, un joven de un pasado borroso que se encuentra en un presente sangriento.
Dada su condición, Yu-jin no recuerda nada de la noche anterior, y se dispone a hacerlo, para comprender qué es lo que ha matado a su madre, y para ver una forma de extirparse del mal que le culpa de haberlo hecho.
Con la memoria en blanco, como le ocurre en otros episodios suyos, Yu-jin se sumerge en las páginas arrancadas de sus recuerdos, profundizando en ellos de una forma imparable...
"I had always had a gift for reshaping a scene to make it comprehensible, though Mother disparaged this skill, calling it "lying"".
Durante lo que llega a ser un tercio del libro, estamos solos con él, solos en esa casa donde hay un cadáver en el suelo, buscando respuestas junto a su personaje pero con ese horrible y perseverante martilleo por dentro que nos hace horrorizarnos al pensar, al agarrarnos cada vez más a la idea, de que él de alguna manera es el causante de la no accidental muerte de su madre.
Imaginaos estar horas durante el tiempo no parece pasar frente al asesino, en el cuerpo del asesino, todo en quietud y en olor metálico... He perdido la cabeza.
Pero sabemos que tenemos que seguir leyendo, que tenemos que seguir conociendo, para estar seguros, de alguna forma, para intentar entender... Por supuesto, la historia se enreda más, y más, y más, cada vez.
Parece no tener fin esta espiral de eventos, este ya tan agudo dolor que nos está lacerando la cabeza.
Es una sensación que no para, en todo el libro no para, porque en ninguna parte de la lectura encontramos descanso, alivio, cualquier señal de pausa.
"I was the investigator interrogating the criminal. Nut the two were one at the samethe criminal had a slippery relationship with the truth, and his memoruy was spotty."
La mente de Yu-jin está ordenada de una manera rara.
Los recuerdos despiertan poco a poco a manos de otros, y lo hacen en un sistema caótico, desenfrenado y aplastante, que nos destroza por dentro. Intercambiamos el momento de la narración de un recuerdo a otro, tratando de desenredar el misterio central que, sin duda ya os lo confirmo, no es tan sencillo como parece... De hecho, su complejidad va en aumento con cada página.
En lugar de encontrar rápidas explicaciones, nos hallamos con más incógnitas, el martilleo más y más persistente, casi como si nos gritase que saliésemos corriendo de las páginas del libro, avistando una destrucción de nosotros mismos que no será nada complaciente.
Me gustaría dejar claro que esta estructuración de dejar ver algunas memorias, y otras no, le da más autenticidad al personaje. No es un personaje común, que se diga.
Aunque su personalidad caerá en la intriga hasta que tengáis el libro, creo que no daña decir lo que otras críticas ya han observado de nuestro protagonista: es, en efecto, el crecimiento de la mente de un psicópata, su mirada al mundo con otros ojos, despertando y observando de una manera precisa y exacta, meticulosa, hambrienta.
“There are some people you just can’t love. Even when they smile, they make you want to pull on either side of that smile and rip their mouth off.”
Nunca me he metido de esta manera en la mente de un asesino.
Y ha sido aterrador.
Es una voz narrativa fría.
Se puede ver en las primeras páginas, en el escenario de la muerte y en todo lo que sigue. No le vemos interaccionar con personas fuera de sus recuerdos hasta ya pasado un tiempo desde el inicio de esta lectura de un nivel complejo demencial, pero cuando lo hace es la única forma que tenemos de conocer, algo más detalladamente, a Yu-jin.
Está cerrado en sí herméticamente, incluso para sí mismo, todo encajonado en su cabeza con unas etiquetas borrosas y poco claras, y esto hace que su personaje no sea fácil de entender.
Cuesta ponerse en su lugar. No somos capaces de ponernos en su lugar. No de la forma usual entre el lector y el personaje ficticio, por medio de una empatía... No. No. No.
*risas maniacas*
Para empezar... Yu-jin trae muchísimos problemas al inicio, porque su poca permeabilidad le hace ser un personaje durante toda la lectura impenetrable, la única forma de conocer de él es siendo sumisos a la historia y permitiendo que nos devore en su mirada desquiciada.
Nos volvemos él, no por voluntad nuestra, sino porque no hay salida. No la hay. No hay forma de huir de eso, de huir del hecho de que te ingiere y te mastica y te destroza a pedazos, todo con su voz calmada, relajada, enunciando sus pensamientos en claridad pero haciendo incapaz que veamos más allá de ellos.
La realidad, lo que nos rodea en la historia, está tan oscuro que el único camino para poder ver algo y no perder la cabeza es conturbándonos con al imagen que Yu-jin nos da de ella.
Y eso: es imposible en el libro ver al mundo de otra manera.
Ha sido el libro, sin duda alguna, que más me ha puesto en el lugar del personaje, de una manera tan terrible que he olvidado en la lectura quién yo misma era.
"Quiet rolled over me like storm clouds."
Lo único que puede sacarnos de este enjaulamiento psicótico es el diario de la madre, que baila en una danza peligrosa con la narrativa, alternándose la misma entre el presente más obscuro, el pasado más obstruido, y la voz de un muerto guiando una investigación que no debería haberse iniciado...
No debería haberlo hecho...
No debería...
*meciéndome traumatizada adelante y atrás*
Diré más... las partes del diario de la madre eran aterradoras, escalofriantes, a veces no parecían tener sentido y otras veces su coherencia me dejaba paralizada, pero... Eran las partes humanas.
ERA LA ÚNICA VOZ NARRATIVA HUMANA DE LA NOVELA.
Y eso, lo quieras o no, desesperado como acabas, te choca en gran medida, te espanta al verte conmovido cuando la madre habla de cosas como la relación que tiene con su hermana, la competencia que tiene con ella, la tristeza que la compañía durante años de la muerte le ha dejado en ella... Cosas que tienen que ver con gente, con emociones fuertes y sinceras, un aturdimiento que tiene que es dulcemente humano. Casi daban ganas de llorar de alivio en estas partes.
En otras de su narración, en cambio... Los gritos guturales y perforados en cuchillas estaban clavados y eran abrasadores en tu mente.
Es un libro de delirio, no encuentro forma mejor de decir lo que The Good Son me ha hecho sentir.
Nos volvemos el personaje de una manera autodestructiva.
Si le ocurría algo, yo lo tenía claro: yo me despedazaría con él.
¿Qué ocurre? Que llegó una parte del libro en que quería que el personaje principal, el único al que él mismo se daba valor en la narrativa, muriera.
No podía soportarlo más. Quería que acabase este juego tan horrible de paranoia y de muerte. Es un libro perturbador, nos rompe articulaciones y nos quebranta huesos, DICHO SUAVEMENTE.
Nunca he deseado tanto una muerte. No era odio, no era irritación, no era nada de eso... Era miedo. Era mucho miedo. Pero al mismo tiempo, jamás he deseado tanto que el personaje continuase rompiéndome por dentro. No lo sé explicar.
Era de locos, era obsesivo, era patológico, era mórbido, era adicción plena lo que sentía en esta lectura, NO PODÍA DEJAR DE LEER, no podía, no podía, no podía, es que NO HABÍA FORMA DE HACERLO.
Mi momento más escalofriante... Dios. No puedo llegar a eso. Entonces ya pierdo la cabeza por completo.
Pero... pero vuelvo la vista atrás, y, y... No puedo evitarlo. No puedo dejar de contemplar el inicio con los ojos abiertos de par en par. De saber que todo acabaría de una manera tan... El inicio, donde todo parecía un thriller con muchas cosas que aportar pero con... en fin, manteniendo tu sanidad mental.
Ha sido un descenso a la locura y a la destrucción, como anticipar tu muerte y verla llegar desde los primeros capítulos, torturándome en la lectura, manteniéndote despierto y encerrado en la trama a todas horas, incapaz de comer y de dormir y de moverte.
Y, de nuevo, con esa sensación... Una sensación que me da miedo, porque nunca antes la había experimentado: es la sensación de perder la noción entre la realidad y la ficción, romper sus fronteras y dejar pasar al mundo radical de lo irreal. Han sido dos días nublados.
"My body grew stiff. I couldn't open my mouth. I was horrified to realise I was on the verge of tears. The fact that my life was over was being confirmed in a dramatic fashion. It felt as though a fust-sized lump of ice was sliding through my throat."
Los pasos que seguía el personaje eran otra cosa que me ha dejado a cuadros. Remontarnos a cuando era un niño y comenzó todo lleva su tiempo, y en el proceso le vemos elaborar un pensamiento retorcidamente escapista de la realidad, manteniéndose en al negación con firmeza y cubriéndole un velo de frialdad.
Pero también tenemos momentos donde le conocemos mejor, donde... Donde puede que no humanidad, pero sí vemos unas dudas que le carcomen por dentro y que le separan de la monstruosidad.
Digamos que con este libro he comenzado a coger miedo al ser humano, a cada uno de nosotros, a lo que podemos ser capaces de hacer.
Espero que se vaya viendo todas las cosas que durante un par de días no me han dejado dormir, y que han erradicado a mi mundo a manos del cruelmente ficticio.
"I'd imagined this very moment countless of times. I was always confident that I'd be able to control myself. Now that it had actually happened, I realised that I'd been deluding myself. I had reacted to the orders of my sympathetic nervous system and crossed over the boundary to fantasy."
Otro detalle que te mece en insania es que la dinámica de las averiguaciones era igual de adictiva, no por el hecho de ser fluida sino al contrario: por la habilidad que tenía de ir a cachos, de dejarnos con más preguntas y de volvernos locos al solo tener el punto de vista del personaje.
El libro me ha recordado mucho a los de Patricia Highsmith, aunque la verdad es que éste me ha enclausurado de una manera salvaje, agresiva, insalvable y sin piedad.
Jamás he estado tan metida en un personaje... Y jamás he deseado tanto salir de él.
Pero el escritor hace de una manera escalofriantemente magnífica su trabajo...
La narrativa, totalmente centrada en Yu-jin, orbitando en él todo el rato, nublando lo demás y poniéndole un foco de atención de un tono gélido, hace que no podamos pensar en otra cosa que en Yu-jin, que busquemos desesperadamente humanidad en actos suyos que no la tienen, que tratemos de agarrarnos a algo de su personaje que nos saque a flote en una marea de caos y de confusión...
Y ese es un tremendo error que no podemos evitar tener... Nos sentimos consumidos automáticamente en su personaje, una vez acabamos por entrar en él, de una manera que no es para nada empática, sino como si se tratase de un agujero negro.
"Oblivion was the ultimate lie, the complete falsehood. Last night I had done something I couldn't deal with. As a solution, my mind had selected oblivion, and I'd spent an entire day struggling with the fragments of images and sounds that swam around in my conciousness."
Tiene un realismo crudo, dentro de un marco tan ceñido en nosotros con su personaje. No vemos humanidad al inicio, y estamos siendo tragados por la mente tan afilada del personaje...
Cuando logramos encontrar humanidad, ya es demasiado tarde: juro que es imposible huir de esto, juro que es imposible huir de la sensación de ser este personaje, angustia y vuelve loco, dan ganas de romper cualquier cosa de donde estemos y rasgar las páginas del libro y arrancar la cordura que nos queda como si lo hiciésemos con nuestro corazón.
Nos vuelve locos.
Completamente.
Como he dicho, presenta una crudeza glacial, una mirada invernal y neblinosa hacia las cosas, y nos presenta un muro intraspasable entre nosotros y los demás.
Estamos atrapados en el personaje.
No podemos salir de él, no podemos entender la historia de una forma que no sea como él la ve.
"Every organism learns from the moment of its birth how to survive and how to wait, learning how to eat and how to forge on until it can eat again. But modern-day humans don¡t learn how to be hungry. We eat all kinds of things without regard of time and place, indulging ourselves in restaurans and never learning to delay gratification. This obsession ever consuming food isn't any different from psychopath porn. From that perspective, it seemed that humans were the most impatient about their desires out of all living beings on earth."
Sentía que con cada palabra estaban sepultándome y esculpiéndome de una manera que no era yo misma. Y que, en su final, acababan por volarme los sesos.
Sin exageraciones.
El final ha sido... Dios, diablos y demás entes, estaba tan consumida por la lectura que no sé cuánto tiempo duró el final, todo el libro tenía un frenesí imparable, era absorbente de una manera que no era sana, cautivador en sangre y desapacible en enfermedad.
Unas revelaciones impactantes, unos golpes secos y duros a nuestros huesos, y el crujido de ellos con cada situación que no solo complica más la obtención de respuestas, sino que también dificulta que podamos salir vivos, cuerdos, de este libro.
La novela nos lleva a cuestas, a golpes, por un terreno de la mente desquiciado, obsesivo, psicótico y enjaulado; es una lectura escrita con adrenalina donde el descubrimiento de quién eres se obtiene con sangre derramada, una lectura en la que el martilleo de terror ante su imprevisibilidad y sus duras revelaciones nos machaca, las ansias nos consumen y el miedo nos ciega.
Nos conmociona.
Nos atormenta.
Nos hace arder de emoción.
Nos destruye.
Es el libro más perturbador que he leído, el olor a sangre literalmente en cada capítulo y la tensión, una cuenta atrás en la que no sabemos qué va a pasar al final, en cada página... Pensamos de una manera paranoica, enfermiza, se nos nubla el juicio y la lectura se vuelve un jadeo de angustia y un grito de desgarro. No hay descanso, la desesperación está con nosotros en cada momento y los músculos nos duelen de estar contraídos en el proceso de lectura.
La historia escanea el crecimiento y las reflexiones de un asesino, la realidad que trastocamos a nuestra preferencia y los secretos que guardamos bajo llave, de una manera peligrosa, para proteger lo que nos importa. Y las consecuencias de hacer esto. Y lo lejos que podemos llegar a ir con tal de ver la realidad que hemos esculpido para nosotros impoluta.
Asfixiante, estremecedor, despiadado, arrollador, complejo, angustioso, impactante, descorazonador, cruel, frío, afilado, despedazador, delirante, interceptado, enardecido: The Good Son.
Autor: You-Jeong Jeong
Editorial: Abacus
Canción Identificada: Sheet Metal Girl (Remix) (Pig Destroyer)
Sinopsis:
Yu-jin is a model student, a successful athlete and a good son. But one day he makes up covered in blood. There is no sign of s break-in and there is a body downstairs. Is the body of someone he knows all too well...
Yu-jin struggles to piece together fragments of what he can remember from the night before. He suffers from seizures and blakouts. He knows he will be accused if hee reports the budy, but what to do instaead? Faced with an unthinkable choice, Yu-jin makes an unthinkable decision.
Opinión:
Este libro te traerá tres diferentes sensaciones en tu cuerpo durante toda su lectura: el terror más desgarrador, la adicción más obnubilada, y la constante sensación de que has asesinado a una persona y tienes a su cadáver en tu propia casa...
"A blue chill pressed on the tape of my neck; I felt like it would suffocate me to death."
(You're not the only one feeling like that...)
Hablo muy en serio cuando digo que este libro... ha sido de los mejores de todos los tiempos.
Lo antepondría a los demás que se encuentran actualmente en la cima de mis gustos literarios, incluso.
Su breve extensión sigue siendo todo un misterio, puesto que pasan tantas, tantas, tantas cosas en la trama que parece de locos que dure lo que dura. Pero es así.
Y es así también que este libro ha sido el único que me ha nublado por completo, pero de una basta forma engullidora, de toda realidad. Totalmente.
"Behind the desk, in the sliding glass doors to the roof deck, I saw a man. His hair was standong up like horns, his face was red and raw, and the whites of his eyes glinted nervously. Tht red beast was me?"
Para empezar, hablando de sensaciones, me gustaría dejar claro que nunca he sentido esa tan extrema adicción con un libro como la que he sentido con este. Ha sido implacable, barbárica incluso, no me soltaba ni en las horas donde el sueño debería abrazarme y derrotarme.
" 'I read once that there are three ways to protect yourself from the fear of death. One is repression, forgetting that death is approaching and acting it doesn't exist, which is how most of us live. The second is never forgetting about it, living every day like it's the last day of your life. The last is acceptance: people who truly accept death aren't afraid of anything. You feel peaceful even when you're at the point of losing eerything. But you know what the three approaches have in common?'
I shook my head. It would be easier to just kneel over and die rather than worry aboit this.
'They're all lies. They are all manifestations of fear.'
'Then what's true?'
'Fear itself, I guess. That's the most honest emotion.' "
Estuve ayer hasta una hora muy tarde de la noche leyendo, hasta acabar el libro, pasando de noche a mañana como si todo esto sucediese en lo que dura un parpadeo.
Estuve sin dormir el resto del tiempo, despertándome todo el rato, moviéndome en la cama, el corazón inexplicablemente a cien por hora. Iba al baño, mataba el tiempo dando vueltas mareada, era una sensación embriagadora, extraña, que no me acababa de agradar... Pese a la emoción tan incontenible que tenía dentro, estaba en mí todo el rato esa sensación, angustiosa, delirante, paranoica, de que yo era una asesina y estaba en una casa ajena a mí, tras haber cometido un crimen en ella, buscando formas de borrar mis huellas y de salir de alguna forma de todo el caos.
¿Resulta extraño meterse tan tan tan de lleno en la mente de un personaje, de un personaje que ya te anticipan que es un psicópata?
No lo es, en este libro. You-Jeong Jeong te pone tanto en su piel que te aseguro, vamos, te aseguro, que sentirás que tú eres él, de una forma desgarradora, desagradable, alarmante, agobiante, abrumadora.
Diablos, ha sido una lectura espléndida.
Su temática queda eclipsada por el personaje. No; no me estoy explicando bien: la temática se vuelve el personaje. Todo se vuelve el personaje.
Si algo hace que este libro tenga tal agudeza psicoanalítica, es porque nos encontramos encerrados de una manera totalmente claustrofóbica en el cuerpo de quien parece ser el asesino, un joven de un pasado borroso que se encuentra en un presente sangriento.
Dada su condición, Yu-jin no recuerda nada de la noche anterior, y se dispone a hacerlo, para comprender qué es lo que ha matado a su madre, y para ver una forma de extirparse del mal que le culpa de haberlo hecho.
Con la memoria en blanco, como le ocurre en otros episodios suyos, Yu-jin se sumerge en las páginas arrancadas de sus recuerdos, profundizando en ellos de una forma imparable...
"I had always had a gift for reshaping a scene to make it comprehensible, though Mother disparaged this skill, calling it "lying"".
Durante lo que llega a ser un tercio del libro, estamos solos con él, solos en esa casa donde hay un cadáver en el suelo, buscando respuestas junto a su personaje pero con ese horrible y perseverante martilleo por dentro que nos hace horrorizarnos al pensar, al agarrarnos cada vez más a la idea, de que él de alguna manera es el causante de la no accidental muerte de su madre.
Imaginaos estar horas durante el tiempo no parece pasar frente al asesino, en el cuerpo del asesino, todo en quietud y en olor metálico... He perdido la cabeza.
Pero sabemos que tenemos que seguir leyendo, que tenemos que seguir conociendo, para estar seguros, de alguna forma, para intentar entender... Por supuesto, la historia se enreda más, y más, y más, cada vez.
Parece no tener fin esta espiral de eventos, este ya tan agudo dolor que nos está lacerando la cabeza.
Es una sensación que no para, en todo el libro no para, porque en ninguna parte de la lectura encontramos descanso, alivio, cualquier señal de pausa.
"I was the investigator interrogating the criminal. Nut the two were one at the samethe criminal had a slippery relationship with the truth, and his memoruy was spotty."
La mente de Yu-jin está ordenada de una manera rara.
Los recuerdos despiertan poco a poco a manos de otros, y lo hacen en un sistema caótico, desenfrenado y aplastante, que nos destroza por dentro. Intercambiamos el momento de la narración de un recuerdo a otro, tratando de desenredar el misterio central que, sin duda ya os lo confirmo, no es tan sencillo como parece... De hecho, su complejidad va en aumento con cada página.
En lugar de encontrar rápidas explicaciones, nos hallamos con más incógnitas, el martilleo más y más persistente, casi como si nos gritase que saliésemos corriendo de las páginas del libro, avistando una destrucción de nosotros mismos que no será nada complaciente.
Me gustaría dejar claro que esta estructuración de dejar ver algunas memorias, y otras no, le da más autenticidad al personaje. No es un personaje común, que se diga.
Aunque su personalidad caerá en la intriga hasta que tengáis el libro, creo que no daña decir lo que otras críticas ya han observado de nuestro protagonista: es, en efecto, el crecimiento de la mente de un psicópata, su mirada al mundo con otros ojos, despertando y observando de una manera precisa y exacta, meticulosa, hambrienta.
“There are some people you just can’t love. Even when they smile, they make you want to pull on either side of that smile and rip their mouth off.”
Nunca me he metido de esta manera en la mente de un asesino.
Y ha sido aterrador.
Es una voz narrativa fría.
Se puede ver en las primeras páginas, en el escenario de la muerte y en todo lo que sigue. No le vemos interaccionar con personas fuera de sus recuerdos hasta ya pasado un tiempo desde el inicio de esta lectura de un nivel complejo demencial, pero cuando lo hace es la única forma que tenemos de conocer, algo más detalladamente, a Yu-jin.
Está cerrado en sí herméticamente, incluso para sí mismo, todo encajonado en su cabeza con unas etiquetas borrosas y poco claras, y esto hace que su personaje no sea fácil de entender.
Cuesta ponerse en su lugar. No somos capaces de ponernos en su lugar. No de la forma usual entre el lector y el personaje ficticio, por medio de una empatía... No. No. No.
*risas maniacas*
Para empezar... Yu-jin trae muchísimos problemas al inicio, porque su poca permeabilidad le hace ser un personaje durante toda la lectura impenetrable, la única forma de conocer de él es siendo sumisos a la historia y permitiendo que nos devore en su mirada desquiciada.
Nos volvemos él, no por voluntad nuestra, sino porque no hay salida. No la hay. No hay forma de huir de eso, de huir del hecho de que te ingiere y te mastica y te destroza a pedazos, todo con su voz calmada, relajada, enunciando sus pensamientos en claridad pero haciendo incapaz que veamos más allá de ellos.
La realidad, lo que nos rodea en la historia, está tan oscuro que el único camino para poder ver algo y no perder la cabeza es conturbándonos con al imagen que Yu-jin nos da de ella.
Y eso: es imposible en el libro ver al mundo de otra manera.
Ha sido el libro, sin duda alguna, que más me ha puesto en el lugar del personaje, de una manera tan terrible que he olvidado en la lectura quién yo misma era.
"Quiet rolled over me like storm clouds."
Lo único que puede sacarnos de este enjaulamiento psicótico es el diario de la madre, que baila en una danza peligrosa con la narrativa, alternándose la misma entre el presente más obscuro, el pasado más obstruido, y la voz de un muerto guiando una investigación que no debería haberse iniciado...
No debería haberlo hecho...
No debería...
*meciéndome traumatizada adelante y atrás*
Diré más... las partes del diario de la madre eran aterradoras, escalofriantes, a veces no parecían tener sentido y otras veces su coherencia me dejaba paralizada, pero... Eran las partes humanas.
ERA LA ÚNICA VOZ NARRATIVA HUMANA DE LA NOVELA.
Y eso, lo quieras o no, desesperado como acabas, te choca en gran medida, te espanta al verte conmovido cuando la madre habla de cosas como la relación que tiene con su hermana, la competencia que tiene con ella, la tristeza que la compañía durante años de la muerte le ha dejado en ella... Cosas que tienen que ver con gente, con emociones fuertes y sinceras, un aturdimiento que tiene que es dulcemente humano. Casi daban ganas de llorar de alivio en estas partes.
En otras de su narración, en cambio... Los gritos guturales y perforados en cuchillas estaban clavados y eran abrasadores en tu mente.
Es un libro de delirio, no encuentro forma mejor de decir lo que The Good Son me ha hecho sentir.
Nos volvemos el personaje de una manera autodestructiva.
Si le ocurría algo, yo lo tenía claro: yo me despedazaría con él.
¿Qué ocurre? Que llegó una parte del libro en que quería que el personaje principal, el único al que él mismo se daba valor en la narrativa, muriera.
No podía soportarlo más. Quería que acabase este juego tan horrible de paranoia y de muerte. Es un libro perturbador, nos rompe articulaciones y nos quebranta huesos, DICHO SUAVEMENTE.
Nunca he deseado tanto una muerte. No era odio, no era irritación, no era nada de eso... Era miedo. Era mucho miedo. Pero al mismo tiempo, jamás he deseado tanto que el personaje continuase rompiéndome por dentro. No lo sé explicar.
Era de locos, era obsesivo, era patológico, era mórbido, era adicción plena lo que sentía en esta lectura, NO PODÍA DEJAR DE LEER, no podía, no podía, no podía, es que NO HABÍA FORMA DE HACERLO.
Mi momento más escalofriante... Dios. No puedo llegar a eso. Entonces ya pierdo la cabeza por completo.
Pero... pero vuelvo la vista atrás, y, y... No puedo evitarlo. No puedo dejar de contemplar el inicio con los ojos abiertos de par en par. De saber que todo acabaría de una manera tan... El inicio, donde todo parecía un thriller con muchas cosas que aportar pero con... en fin, manteniendo tu sanidad mental.
Ha sido un descenso a la locura y a la destrucción, como anticipar tu muerte y verla llegar desde los primeros capítulos, torturándome en la lectura, manteniéndote despierto y encerrado en la trama a todas horas, incapaz de comer y de dormir y de moverte.
Y, de nuevo, con esa sensación... Una sensación que me da miedo, porque nunca antes la había experimentado: es la sensación de perder la noción entre la realidad y la ficción, romper sus fronteras y dejar pasar al mundo radical de lo irreal. Han sido dos días nublados.
"My body grew stiff. I couldn't open my mouth. I was horrified to realise I was on the verge of tears. The fact that my life was over was being confirmed in a dramatic fashion. It felt as though a fust-sized lump of ice was sliding through my throat."
Los pasos que seguía el personaje eran otra cosa que me ha dejado a cuadros. Remontarnos a cuando era un niño y comenzó todo lleva su tiempo, y en el proceso le vemos elaborar un pensamiento retorcidamente escapista de la realidad, manteniéndose en al negación con firmeza y cubriéndole un velo de frialdad.
Pero también tenemos momentos donde le conocemos mejor, donde... Donde puede que no humanidad, pero sí vemos unas dudas que le carcomen por dentro y que le separan de la monstruosidad.
Digamos que con este libro he comenzado a coger miedo al ser humano, a cada uno de nosotros, a lo que podemos ser capaces de hacer.
Espero que se vaya viendo todas las cosas que durante un par de días no me han dejado dormir, y que han erradicado a mi mundo a manos del cruelmente ficticio.
"I'd imagined this very moment countless of times. I was always confident that I'd be able to control myself. Now that it had actually happened, I realised that I'd been deluding myself. I had reacted to the orders of my sympathetic nervous system and crossed over the boundary to fantasy."
Otro detalle que te mece en insania es que la dinámica de las averiguaciones era igual de adictiva, no por el hecho de ser fluida sino al contrario: por la habilidad que tenía de ir a cachos, de dejarnos con más preguntas y de volvernos locos al solo tener el punto de vista del personaje.
El libro me ha recordado mucho a los de Patricia Highsmith, aunque la verdad es que éste me ha enclausurado de una manera salvaje, agresiva, insalvable y sin piedad.
Jamás he estado tan metida en un personaje... Y jamás he deseado tanto salir de él.
Pero el escritor hace de una manera escalofriantemente magnífica su trabajo...
La narrativa, totalmente centrada en Yu-jin, orbitando en él todo el rato, nublando lo demás y poniéndole un foco de atención de un tono gélido, hace que no podamos pensar en otra cosa que en Yu-jin, que busquemos desesperadamente humanidad en actos suyos que no la tienen, que tratemos de agarrarnos a algo de su personaje que nos saque a flote en una marea de caos y de confusión...
Y ese es un tremendo error que no podemos evitar tener... Nos sentimos consumidos automáticamente en su personaje, una vez acabamos por entrar en él, de una manera que no es para nada empática, sino como si se tratase de un agujero negro.
"Oblivion was the ultimate lie, the complete falsehood. Last night I had done something I couldn't deal with. As a solution, my mind had selected oblivion, and I'd spent an entire day struggling with the fragments of images and sounds that swam around in my conciousness."
Tiene un realismo crudo, dentro de un marco tan ceñido en nosotros con su personaje. No vemos humanidad al inicio, y estamos siendo tragados por la mente tan afilada del personaje...
Cuando logramos encontrar humanidad, ya es demasiado tarde: juro que es imposible huir de esto, juro que es imposible huir de la sensación de ser este personaje, angustia y vuelve loco, dan ganas de romper cualquier cosa de donde estemos y rasgar las páginas del libro y arrancar la cordura que nos queda como si lo hiciésemos con nuestro corazón.
Nos vuelve locos.
Completamente.
Como he dicho, presenta una crudeza glacial, una mirada invernal y neblinosa hacia las cosas, y nos presenta un muro intraspasable entre nosotros y los demás.
Estamos atrapados en el personaje.
No podemos salir de él, no podemos entender la historia de una forma que no sea como él la ve.
"Every organism learns from the moment of its birth how to survive and how to wait, learning how to eat and how to forge on until it can eat again. But modern-day humans don¡t learn how to be hungry. We eat all kinds of things without regard of time and place, indulging ourselves in restaurans and never learning to delay gratification. This obsession ever consuming food isn't any different from psychopath porn. From that perspective, it seemed that humans were the most impatient about their desires out of all living beings on earth."
Sentía que con cada palabra estaban sepultándome y esculpiéndome de una manera que no era yo misma. Y que, en su final, acababan por volarme los sesos.
Sin exageraciones.
El final ha sido... Dios, diablos y demás entes, estaba tan consumida por la lectura que no sé cuánto tiempo duró el final, todo el libro tenía un frenesí imparable, era absorbente de una manera que no era sana, cautivador en sangre y desapacible en enfermedad.
Unas revelaciones impactantes, unos golpes secos y duros a nuestros huesos, y el crujido de ellos con cada situación que no solo complica más la obtención de respuestas, sino que también dificulta que podamos salir vivos, cuerdos, de este libro.
La novela nos lleva a cuestas, a golpes, por un terreno de la mente desquiciado, obsesivo, psicótico y enjaulado; es una lectura escrita con adrenalina donde el descubrimiento de quién eres se obtiene con sangre derramada, una lectura en la que el martilleo de terror ante su imprevisibilidad y sus duras revelaciones nos machaca, las ansias nos consumen y el miedo nos ciega.
Nos conmociona.
Nos atormenta.
Nos hace arder de emoción.
Nos destruye.
Es el libro más perturbador que he leído, el olor a sangre literalmente en cada capítulo y la tensión, una cuenta atrás en la que no sabemos qué va a pasar al final, en cada página... Pensamos de una manera paranoica, enfermiza, se nos nubla el juicio y la lectura se vuelve un jadeo de angustia y un grito de desgarro. No hay descanso, la desesperación está con nosotros en cada momento y los músculos nos duelen de estar contraídos en el proceso de lectura.
La historia escanea el crecimiento y las reflexiones de un asesino, la realidad que trastocamos a nuestra preferencia y los secretos que guardamos bajo llave, de una manera peligrosa, para proteger lo que nos importa. Y las consecuencias de hacer esto. Y lo lejos que podemos llegar a ir con tal de ver la realidad que hemos esculpido para nosotros impoluta.
Asfixiante, estremecedor, despiadado, arrollador, complejo, angustioso, impactante, descorazonador, cruel, frío, afilado, despedazador, delirante, interceptado, enardecido: The Good Son.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 6/5
♫ Acción: 5/5
♫ Trama: 5/5
♫ Originalidad: 4.5/5
♫ Desenlace: 5/5
♫ Pluma: 6/5
VALORACIÓN PERSONAL: 11/10!
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos :3
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