RESEÑA:
CRIME AND PUNISHMENT
Título: Crime and Punishment
Autor: Fyodor Dostoevsky
Editorial: Wordsworth Editions
Canción Identificada:
Sinopsis:
Autor: Fyodor Dostoevsky
Editorial: Wordsworth Editions
Canción Identificada:
Sinopsis:
Raskolnikov, a destitute and desperate former student, wanders through the slums of St Petersburg and commits a random murder without remorse or regret. He imagines himself to be a great man, a Napoleon: acting for a higher purpose beyond conventional moral law. But as he embarks on a dangerous game of cat and mouse with a suspicious police investigator, Raskolnikov is pursued by the growing voice of his conscience and finds the noose of his own guilt tightening around his neck. Only Sonya, a downtrodden sex worker, can offer the chance of redemption.
Opinión personal:
Opinión personal:
Me había leído esta lectura hace ya muchos meses, en invierno, y pensé en postergar más la reseña, porque estaba llena de inseguridades sobre cómo podría quedarme la opinión, pero me parece hasta adecuado hacer la reseña de esta novela en verano, que se supone que, aunque rebosa de vida esta estación, en cierto modo se siente igual de marchita que el invierno.
No hace falta presentar al libro, pues probablemente sea la obra más aclamada por la crítica de toda la historia de la literatura, una novela que hasta los más interesados filósofos sitúan como que debe ser leída en un momento de la vida donde más se crea que su huella va a calar en nosotros, donde nuestras identidades creamos que han quedado forjadas... tan solo para ver cómo, cuando desparece la nieve del pensamiento, de golpe vuelve a estar la sombra de la duda.
Crime and Punishment es una obra potente, que arranca con fuerza, que está cargada de reflexión, planteamientos retorcidos, y muchísimo juego de manipulación de uno mismo, es decir, un instinto de mejora en el que el protagonista, Raskolnikov, trata de alcanzar el ideal del yo tratando de no recurrir al pensamiento ajeno, tratando de poner una distancia, una fisura de moral, entre la mente de los demás y la suya propia.
La idea de este proceso de individuación, que acaba por llegar al extremo, surge de su deseo de encontrar un núcleo de justicia dentro de sí mismo, y no por las palabras que el mundo nos impone como automáticamente verdaderas.
Somos lo que el mundo hace de nosotros, y Raskolnikov, quizá con cierta ingenuidad, quiso hacer de sí mismo algo que no dependiera de ninguna normativa socialmente construida... Todos sabemos ya que Crime and Punishment es un descenso, una novela que tan se hunde más en la mente amoral a medida que al personaje central le consume el deseo de formar una identidad propia.
Desvincularse del mundo lo hace ser un extraño en su propio cuerpo, una persona que ya no se reconoce en el espejo, y el desarrollo de la historia progresa de manera muy, muy gradual, pero con profundísima introspección en la mente nublada del protagonista, iniciándose con un crimen, y llevando, tras largas páginas de rotura emocional, a un castigo producido ya no por la propia sociedad, sino por nosotros mismos: acaba siendo la propia mente de Raskolnikov quien se sentencia a sí misma su propia mortificación.
He tenido el placer de leerme esta historia mientras investigaba y buscaba informes sobre psicología básica, de manera que mi insight, aunque por supuesto personal, al menos me permitió sentir que en Crime and Punishment convergía el dilema probablemente más estudiado por el psicoanálisis del siglo pasado: el descomunal campo de batalla entre la obligación moral y la identidad separada del deber sociocultural. Es decir, creo que Crime and Punsihment es la expresión más pura, descarnada, y especialmente cruda de lo que Freud y sus seguidores, pasando por Erikson, Adler y Jung, consideraban como el duelo a muerte entre el "superyó" y el "ello", así como los impulsos de vida (Eros) y los impulsos de muerte (Tánatos).
Crime and Punishment es una obra extremadamente compleja, eso no lo pongo en duda, y se trata además de una literatura que ni siquiera trabaja al protagonista como "persona", sino más bien como una "entidad mental", una especie de ser que trata de encontrar su autoconsciencia mientras lucha por liberarse de las cadenas del ojo humano externo a él.
Es decir, he sentido que era una lectura que trabajaba el hecho de separarse de la sociedad, es decir, deshumanizarse, romper con los reglamentos y las normativas sociales pre-impuestas de antemano, y buscar el camino de la moral propia...
Pero si dejamos de sumergir al ser humano en las aguas de la socialización, si decidimos desvincularnos del grupo, no estamos formando una identidad humana, sino algo más, y esto es el superhombre de Nietzsche, alguien más capaz, alguien que ha roto con la mente grupal, que ya no forma parte de la colmena ni de la manada, un hombre que consigue las cosas regidas únicamente por su propia consciencia, su propio sentido de la identidad... Un hombre que ha dejado de ser un hombre al ser solamente él mismo sin la conexión con los demás.
Se trata de un humano que se separa del grupo por voluntad propia, un humano que elige castigar a aquellos que no pertenecen a su nuevo sistema identitario, ya no es humano, sino que se deja llevar por una necesidad de control sobre sí mismo que se impone a las normas sociales... y que, por tanto, acaba por consumar un crimen, simplemente para escapar, y para desafiar, a aquellos que lo condenan.
El problema central de la historia se debe a que, por mucho que nos aislemos del mundo, hemos nacido en él, por lo que no estamos en otra realidad, sino en la misma, solo que "desenganchados" de la gente, con falta de afecto, con ausencia de emoción interpersonal, lo cual lleva a que nuestra condena es negar a los demás, porque ello nos supone, en instintos más básicos y primarios, negarnos a nosotros mismos.
La muerte de un miembro de los "ellos" fuera de nosotros es un crimen capital contra nuestro propio juicio interno. Quizá creamos que nosotros diseñamos nuestra propia moralidad, pero, en el fondo, tan solo estamos imitando los esquemas de recompensas y castigos que hemos aprendido de aquellos a los que tuvimos miedo.
Estamos perpetuando la jerarquía social, el impacto de la cultura autoritaria, sobre nuestra propia mente, y nuestro cerebro no es un estratega capaz de desconectarse de lo físico, sino que está eternamente retorcido en torno a los esquemas sociales, los dilemas morales, el deseo de ser nosotros mismos cuando, en realidad, somos siempre producto del pensamiento externo.
Es decir, que la desvinculación del grupo funciona como el propio castigo al que nos enfrentamos, porque formar un sistema de medición del bien y el mal por nuestra propia cuenta nos desvirtúa, nos lleva a un individualismo extremo... al solus ipse que, con tan solo entrar con un mínimo roce al mundo de los demás, acaba por desvelarnos la verdad: el humano es un animal sociable y un animal socializado.
Un humano que comete un crimen de odio contra otro no es mala persona per se, pero, si queda en un vacío, en una ausencia de la noción colectiva del bien y el mal, es un humano deshumanizado... un humano que no conoce el juicio externo, y que, angustiado por la necesidad de entender al mundo, acaba por formar un control sobre su propia mente que lo lleva a juzgarse a sí mismo.
El mayor juez que tenemos es el de nuestra propia autoconsciencia... una vez nos reconocemos a nosotros mismos, somos sometidos al juicio de las voces de los demás. Porque, como Luigi Pirandello dijo, "la conciencia no es más que otra persona dentro de uno".
En realidad, Raskolnikov no es un hombre que no tenga moral... es un hombre que ha decidido matar a su conciencia social, para estar carente de remordimiento, para no escuchar al mundo humano cerniéndose sobre su propio cuerpo, juzgándolo en su propia mente; pues en el fondo no escapamos de los demás ni en los sueños ni en la muerte: allá donde haya más humanos en este mundo, estamos eternamente castigados a que depender de un juez muy superior a todos nosotros: "los otros" dentro de nuestra propia idea del "yo".
Conclusión
Aunque mi reseña ha sido más breve de lo habitual, y no me he parado a analizar en sí el ritmo de la historia, el argumento, la prosa o los personajes, no considero que sea necesario en este caso, y no solo porque probablemente este sea uno de los libros más leídos en toda la historia de la humanidad (por lo que reseñas como la mía habrá a montones), sino también porque, al ser el cuarto que me leo del escritor, también considero que su estilo narrativo, tan lleno de reflexión y de sumergirse en el pensamiento más que en la realidad y lo que sucede alrededor de los personajes, ya lo he comentado en otras ocasiones.
Lo que sí que creo es que Crime and Punishment, aunque no encaja con mi estilo de literatura porque creo que tiende demasiado a la abstracción, es una obra barbáricamente buena, además de que construye toda una serie de dilemas morales que se trabajan desde lo más interno de la psicología y la mente humana, suele extirpar los aspectos sociológicos en la historia, y parece que todo ha quedado cauterizado hasta que tan solo podemos escuchar a la cognición fría y perturbada del personaje, lo cual genera un ambiente sumamente inquietante en la historia.
Así que de verdad que confirmo lo que tantísima gente ha dicho, que es que esta novela es muy, muy buena, interpretable de maneras muy diferentes dependiendo del lector, pero en especial, con un contenido tan cargado de gravedad y reflexión que es inevitable que hablar de esta lectura dé lugar a prolongadas tesis universitarias o hasta debates entre colegas que acaban volviéndose acalorados y pasionales.
Honestamente, es un libro con muchísimas capas, que aún no me veo capaz de analizar en profundidad con cada detalle, pero que sin duda recomiendo leer a toda persona que ya sienta de por sí que esta lectura es fundamental tenerla en su estantería.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 5/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 4/5
♫ Originalidad: 4/5
♫ Tensión: 3.25/5
♫ Tensión: 3.25/5
♫ Desenlace: 4/5
♫ Prosa: 5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 8/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 8/10
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Hola. La tengo pendiente de leer. Creo que lo haré este verano si no pasa nada. Siempre me ha intimidado esta lectura aunque ya he leído algunas cosas del autor y me han gustado bastante.
ResponderEliminarPor cierto, ya terminé Tan poca vida y madre mía, qué dramón. Tenías razón que es de esas novelas que se te quedan en la cabeza y creo que pasarán muchos meses hasta que me la quite de ahí.
Buenos días, Israel. A mí también me intimidaba mucho esta lectura, con eso de ser probablemente la más conocida y aclamada por los críticos de toda la literatura universal, era un poco "aaaa, espero poder entenderla bien", pero al final yo creo que se sigue sin problemas y, aunque se hace algo densa en algunas partes, te deja mucho pensando, a mí me gustó, la verdad. Y lo de Tan poca vida, uf, sí, tal cual, es una novela que te deja machacadísimo, a mí me dejó con cierta ansiedad, fue de mal a peor y estuvo bien el tema que trataba, pero a veces se hacía demasiado dolorosa, o al menos yo, que en eso fui una sensiblona, lo sentí así, jajaja.
EliminarMe alegra tener tus comentarios, ¡¡que tengas unas muy buenas lecturas!!