RESEÑA:
TH1RT3EN
Título: Thirteen
Autor: Steve Cavanagh
Editorial: Orion Books
Canción Identificada:
Sinopsis:
Autor: Steve Cavanagh
Editorial: Orion Books
Canción Identificada:
Sinopsis:
The serial killer isn't on trial.
He's on the jury...
They were Hollywood's hottest power couple. They had the world at their feet. Now one of them is dead and Hollywood star Robert Solomon is charged with the brutal murder of his beautiful wife.
This is the celebrity murder trial of the century and the defence want one man on their team: con artist turned lawyer Eddie Flynn.
All the evidence points to Robert's guilt, but as the trial begins a series of sinister incidents in the court room start to raise doubts in Eddie's mind.
What if there's more than one actor in the courtroom?
What if the killer isn't on trial? What if the killer is on the jury?
Opinión personal:
Cuando me hice con el libro, yo era consciente de que, técnicamente, Thirteen era la cuarta parte de una serie de libros sobre un protagonista abogado, pero, honestamente, no me interesaban nada los tres primeros, y pensé que, como cada caso sería diferente, podría seguir gustándome Thirteen, una novela que me parecía que tenía una premisa muy interesante.
Quizá ahí ya empezó todo el error. Es cierto que tampoco me esperaba que el libro fuera una maravilla, pero no iba con las expectativas bajas, y, aun así, me llegó a decepcionar bastante.
Aunque me parece que el autor trabaja de manera excelente los temas que más relación guardan con los procedimientos judiciales, los personajes, buenos y malos o los que quedan entremedias, me parecían unidimensionales, lo que hizo que me fuera muy difícil entender al cien por cien sus intenciones, el porqué de lo que hacían, o, sencillamente, no entendía dónde estaba el interés en personajes como ellos, que no ofrecían nada diferente a la literatura.
No digo que estuvieran fuera de lo normal, en sí eran gente ordinaria con cosillas peculiares en cada uno, pero eran muy planos, y el argumento tardaba mucho en avanzar, y entre eso y que el proceso judicial se hacía muuuy lento y sin apenas giros en la historia, me sentí muy rápidamente aburrida con el libro.
Lo llegué a terminar, eso sí, pero ni siquiera en el final noté que mi corazón se percatara lo más mínimo, no me puse más interesada ni sentí que todo quedaba mejor ligado. Al contrario, se me quedó el persistente pensamiento de que "algo falta", pero ese "algo" era tan vital y grande que prácticamente toda la historia quedaba deshecha en su ausencia.
Comenzaré la reseña, aunque, como ya os he ido adelantando, no es una lectura que me haya parecido especial.
¿De qué trata?
Thirteen es la cuarta novela de una serie de libros de estilo policíaco que, como toque original, no se orientan en la investigación tal cual de los inspectores de policía, sino en Eddie Flynn, un abogado bastante profesional en su trabajo que, no obstante, a veces para hacer justicia suele desafiar bastante al jurado.
Pero es un abogado impecable a ojos de ser efectivo, por lo que es llamado a un caso que demanda la atención de los medios: un famoso actor, conocido y admirado por todo su público, es acusado como principal sospechoso de la muerte de su novia. Y como él insiste, no ha tenido nada que ver, por lo que dependerá de Eddie descubrir la verdad detrás del caso que se le ha puesto en las manos, mientras, sin darse cuenta, el asesino sigue muy, muy de cerca el juicio, hasta el punto en el que, para borrar su rastro y quedar libre de culpa, decide mediante artimañas volverse miembro del jurado de los civiles...
La idea que tiene Joshua Kane, el asesino, que nos cuenta sus propios quehaceres desde su perspectiva, es sin duda bastante arriesgada, pero en principio se ve capaz de ello. No obstante, poco a poco esta conducta temeraria e impulsiva del asesino se va volviendo mucho más secundaria cuando perdemos el interés por él, ya que el patrón de sus asesinatos está muy poco claro, y el porqué de sus actos, que se explican mediante algunos flashbacks, no está lo suficientemente trabajado como para que yo sintiera que le podíamos dar el pase y defender que hizo lo que hizo por un motivo psicológicamente coherente.
A medida que avanza la historia, además, se hace cada vez más presente en nosotros que la trama va a ir avanzando muy a trompicones, con intervenciones que añaden poco a la historia, y muy escasa tensión con la que poder avivar el primer fuego de la trama, que se apagó antes siquiera de que terminara el primer capítulo.
La poca profundización en los personajes y el monólogo de densidad sin ni un solo punto de apoyo de reflexión hicieron que el libro enseguida perdiera todo el color para mí, y, aunque no creo que tardara en exceso en leerlo, me hubiera gustado haber podido acabarlo mucho antes y pasar a otra lectura que me llenara mucho más.
Unos personajes unidimensionales, planos y con poco elemento de reflexión, y una trama pesada, que enturbia la buena escritura que quizá el autor pueda tener, y acaba en un final que deja con la misma monotonía que en todo el progreso de la lectura
Ya conocemos todos que la mayor parte de los juicios suelen estar velados o protegidos para que se asegure que la justicia queda en buenas manos y los resultados no queden contaminados por la corrupción, por lo que la parte en la que Joshua Kane tenía que ingeniárselas y plantearse serios retos para torcer las pruebas a su favor, o, al menos, las declaraciones y los datos de los otros miembros del jurado, me pareció bastante bien trabajada, hasta el punto que yo creo que el misterio de la historia no era en cómo el protagonista se las iba a apañar para detener al culpable, sino en qué clase de ideas iba a tener el culpable para poder salirse con la suya.
Por la parte de Eddie Flynn, no solo sentí a su personaje tremendamente aburrido, sino que además sus partes eran las más pesadas de leer, apenas avanzaba la historia y, cuando lo hacía, era casi por milagro, de pronto se encendía la bombilla y todo volvía a circular.
Pero tengo que decir que Eddie no me ha inspirado nada en absoluto, me parecía un personaje demasiado copia de tantos otros anteriores, la clase de miembro de la policía o el tribunal que necesita ser esbozado con un pasado traumático para el desarrollo de su personaje (y ese pasado, cómo no, es que ha perdido a su hija y no está en contacto con su anterior esposa), y luego, parecía que, aunque un hombre con sus imperfecciones, en general era la "voz del bien" y yo ya sabía desde el inicio que iba a conseguir lo que se proponía.
Y no digo esto como manera de destripar la historia, es que se ve venir a kilómetros a al redonda, sobre todo si la serie entera de libros siguen la perspectiva de este abogado y, en todos los anteriores, ha tenido éxito, aunque le haya costado (y esto es así para que también pueda tener pérdidas y culpa y parezca un personaje más desarrollado).
Eddie me pareció un héroe muy average, con sus meteduras de pata, pero en general un personaje que estaba hecho para gustar, vacío, como si, al estar tan escaso de personalidad, eso nos fuera a hacer más fácil volcarnos en él y sentir que empatizábamos con su persona.
Eddie me pareció un poco pesado, sobrio, desfasado, amigable pero no demasiado coherente consigo mismo, que ni siquiera dedicaba mucho pensamiento fuera del caso, y sus interacciones con otros personajes no se salían de lo que parece que es la norma en esta clase de novelas policiacas, que es un poco de buen rollo y mal rollo de un lado a otro, a lo mejor algún romance si nos ponemos considerados, y, por supuesto, en especial varios momentos de culpa, o situaciones donde el protagonista sentía miedo de que tuviera responsabilidad por las muertes debido a haber fracasado en su intento de salvarlos...
Es decir, vamos, que era esa clase de martirio que se suele poner al héroe cuando éste se plantea con pánico si no podría haber evitado todo lo malo que sucede en el mundo. Que sí, nos ha quedado claro que Eddie no es un salvador divino, pero creo que se enfatizaba demasiado la importancia que tiene que toda buena persona tenga que necesariamente sentirse mal si no consigue hacer del mundo un paraíso para los humanos.
Y entre eso y la pérdida de su hija, Eddie se convertía en un personaje de una sola dimensión, con escaso diseño de su backstory, y demasiado contenido sobre los procedimientos judiciales, que, como digo, son lo mejor de la historia, pero a veces se hacían cargantes, latosos, o hasta un poco superficiales, al menos en cuanto al juicio de la moral humana.
Eddie no se paraba a pensar en este tan eterno debate del bien y el mal, no le daba vueltas a hechos o situaciones que en otras novelas pueden sacar más jugo para representar una mente compleja de pensamiento de los personajes, y, así, parecía que todo quedaba tan solo en la primera capa, sin ir más allá, y me fue imposible sentir el más mínimo interés por el protagonista, ya mucho menos por los personajes secundarios, que a mi parecer eran totalmente fáciles de olvidar.
Una historia simple, de estructura bastante replicable, con muy poco valor de estilo y una idea principal que pierde su fuerza al poco de comenzar el libro
La estructura de la historia era igual de desesperante, por el hecho de verse venir desde el inicio.
Si no fuera que las partes de Eddie la hacían mucho, mucho más pesada de lo habitual, habría sido otra copia más de tantas novelas anteriores, donde suele ser que a mitad del libro parece que los malos van ganando y los buenos jamás podrán recuperarse de lo que tienen encima, y entonces, al final final, que es cuando hay más tensión, ocurre un milagro y todo se arregla de la manera más cómoda y fácil para acabar la historia.
Tiene un avance muy lento, un ritmo pesado y denso, con descripciones que a veces estaban demasiado extendidas para solo ser aportaciones a los paisajes o a los escenarios, y, cuando entrábamos en el ámbito de la mente humana, se trataba de forma muy ligera, superficial, sin querer tocar fondo, como si camináramos sobre las aguas por miedo a navegar más allá.
En realidad, me pareció una historia muy simple, que, para su excelente premisa, al final se arreglaba en muy pocos párrafos.
Las desavenencias de Joshua Kane se hacían un poco más divertidas de leer, entretenidas incluso, pero en general este personaje tampoco aportaba mucho más misterio, y la idea de que era malo por ser malo, y que no dedicara reflexión alguna a sí mismo, volvía de nuevo a dejarme claro que ni siquiera la psicología de los personajes era importante para el escritor, o al menos así lo hacía notar.
Pero entonces, ¿qué es lo importante? Quizá la idea. Ha tenido una ejecución que a mí me parece muy mala, pero la idea desde luego es innovadora, y podría haberse tratado mucho mejor.
Joshua era elusivo, pero a veces se arriesgaba demasiado, y con una estructura mucho más diferente y sin duda más vertiginosa, este libro se habría podido convertir en un no parar de acción, donde permitirnos conocer los pensamientos de los dos personajes enfrentados aunque sin conocerse mutuamente nos habría dejado muy buen sabor de boca.
Pero en cambio, Joshua y Eddie parecían completamente desligados el uno del otro, así que lo que hacía uno escaso efecto tenía en el otro.
El encuentro final, que usualmente pone un poco más la carne de gallina, aquí no fue sino otro momento de una parrafada que decía poco y hacía que perdiera efecto el elemento de tensión.
La conclusión es la esperable, y deja poco espacio para poder abrir debate y que le demos vueltas a la lectura.
Aunque supongo que algo bueno que se puede decir es que ata muy bien los cabos que antes tan sueltos estaban, en realidad creo que todos estos cabos no tenían demasiada relevancia a la hora de resolver el crimen, eran escenas que quedaban bien y añadían relleno a la historia, pero, sinceramente, dudo mucho que fueran necesarias, mucho menos eran emocionantes, así que podrían haberse quitado, y el libro habría quedado más breve. Seguiría siendo un libro bastante insípido para mí, pero al menos lo habría leído más rápido, y eso es tiempo (y dinero) que me habría ahorrado.
Así que, todo con todo, tengo que decir que ha sido una lectura que era atractiva al inicio, pero que fue perdiendo fuerza a una velocidad impensable, hasta hacerse monótona en su todo entero.
Creo que el autor domina bastante bien las terminologías, procesos y circunstancias relacionadas con la abogacía y el juicio criminal, pero eso no quita que pudiera haberse presentado de manera mucho más emocionante o entusiasmada que como lo hizo.
Por ejemplo, sé que no tienen demasiado que ver, pero la serie de televisión Better Call Saul me parece que consigue que hasta los juicios más llenos de palabras que al público general no nos dicen nada se hagan interesantes, tensos, incluso con pizcas de humor que nunca quedan del todo mal, y sin perder la chispa de trabajar la psicología de los personajes, cómo los hace sentir en relación a sí mismos y los demás, las ideas que tienen sobre el mundo y la ética (que los libros sobre juicios yo considero que es el tema que más debería trabajarse), etc.
En general, Thirteen es una novela que quizá si le pongo cabeza entienda por qué le puede gustar a la gente, pero debe ser que ella y yo no congeniamos nada bien, y, si de veras tiene potencial, no he sido capaz de verlo en ningún momento de la lectura.
Conclusión
Thirteen es una historia que me parece que está bastante mal elaborada pero que además tenía cierta capacidad para haber podido ser mejor. Aunque en sí me parece que empezó con mal pie desde el momento cero, creo que fue a peor a medida que avanzaba la historia, y también se debía a que yo iba perdiendo cada vez más el contacto con un misterio que parecía demasiado cogido por los pelos y unos personajes que habían pasado de ser más o menos pasables a completamente insustanciales.
La prosa no es mala, yo creo que el autor sabe hacer llegar su mensaje, y es de esperar que esta novela no sea acción pura y dura, pero hubiera agradecido que el autor diera más caña a la tensión, al menos en el plano psicológico, y que sus pequeños momentos de reflexión moral hubieran llegado un poco más a fondo y no se quedaran en lo más sabido y trivial.
La conclusión de la historia me parece que es igual de vaga y liviana, con el mismo tono monocorde que se emplea en todo lo demás, y, honestamente, aunque traté de sentirme enganchada en la historia (que yo creo que tiene una gran idea de diseño), me costó muchísimo acabar la lectura, la cual no disfruté, aunque, por fortuna, tampoco odié, me dejó tal cual estaba antes de empezarla.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 2/5
♫ Acción: 2.5/5
♫ Trama: 2.5/5
♫ Originalidad: 3/5
♫ Tensión: 2.25/5
♫ Tensión: 2.25/5
♫ Desenlace: 2.5/5
♫ Prosa: 2.75/5
VALORACIÓN PERSONAL: 5.75/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 5.75/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario