RESEÑA:
DERMAPHORIA
Título: Dermaphoria
Autor: Craig Clevenger
Editorial: Harper Perennial
Canción Identificada:
Sinopsis:
Autor: Craig Clevenger
Editorial: Harper Perennial
Canción Identificada:
Sinopsis:
Bailed out of jail and holed up in a low-rent motel, amnesiac Eric Ashworth's only memory is a woman's name: Desiree. With steadily increasing doses of a strange new hallucinogen, Eric finds that the drug allows him to reassemble his past in broken fragments. But as he begins to lose touch with the present, his distinction between truth and fantasy begins to crumble, creating a world where divisions between love and loss, violence and tenderness, and fact and fiction are less discernible than they ought to be.
Opinión personal:
Opinión personal:
Dermaphoria fue un libro que cogí bastante de seguido tras terminar la primera lectura que hice de este escritor, The Contortionist's Handbook. Esta primera lectura me había resultado sublime en todos los aspectos, una novela de engaños y mentiras, de saber jugar con la mente de los demás, y de mostrar una perspectiva satírica y de fuerte humor ácido sobre el mundo social y las tendencias rutinarias más absurdamente risibles.
Lo cierto es que Craig Clevenger me había enamorado por su estilo de prosa porque me sale pensar cuando lo leo en la palabra "clever" (que además es gracioso que se parezca tanto a su apellido), es decir, me sale siempre identificarlo con algo astuto, que maneja su inteligencia en forma de juegos mentales, estrategias cognitivas de gran mantenimiento, y, en especial, un tono muy irónico y fuerte que hacía vibrar toda su historia con fuerte actividad.
Así que estaba muy entusiasmada por leerme Dermaphoria, otra novela suya por la que tenía mucho gusto por empezar. Durante estos meses que he estado sin reseñarla, he tratado de esclarecer en mí si no podría ser que es que me he visto "incapaz" de pillar su mensaje, pero, honestamente, tan solo he podido llegar a la conclusión de que es que quizá tenía el listón muy alto, había experimentado lo mejor del autor hacía escaso tiempo y Dermaphoria, para mí, fue un golpe de bruces con la realidad, una decepción no tanto por la trama, sino porque sentía que el tono se escapaba de mi entendimiento, la prosa se deslizaba a la innovación literaria y carecía de fuerza en relación con su protagonista central y, en especial, con el argumento tan flojo y tan lleno de subidas y bajadas que tenía.
Por fortuna, no considero que la novela AL COMPLETO haya sido un chasco. Es más, me parece que era una historia absolutamente DELIRANTE, en el mejor de los sentidos en muchas ocasiones.
Irvine Welsh, un autor que no me dice mucho pero que yo creo que debe respetarse por su estilo de escritura tan directo y a carne viva, siempre ha sido un experto en temas alucinatorios, de cosas salidas solo de la propia mente, rayadas descomunales que tejen una historia de engaños producidos por nosotros mismos y las sustancias que acaban por dejar al lector profundamente confundido.
Y Craig Clevenger no se queda NADA atrás en este aspecto, pues elabora una historia alucinógena que no pierde su efecto en ningún punto.
Con una trama deshilada, una confusión permanente, y un estilo de escritura que se abstrae hasta que cada frase es ambigua, irreconocible, y definitivamente muy, muy en las drogas, leer Dermaphoria era como estar fumándose quién sabe cuántas sustancias y perdiendo por completo la noción de la realidad.
De hecho, es quizá este extremismo con los delirios lo que convierte a este libro en una obra tan innovadora, original, y, al mismo tiempo, prácticamente desconectada hasta de sí misma y lo que nos quiere decir.
Dermaphoria no es una historia a la que se le pueda seguir con buen ritmo, cuesta muchísimo meterse en el argumento cada vez que se retoma el libro por donde el día anterior lo dejaste, y a veces la historia pecaba mucho de originalidad, rompiendo los límites de la literatura y formando unos párrafos sin sentido alguno que, aunque considero que estaban escritos de manera ligeramente coherente, en general era muy habitual que mi mente se escapara de la novela y me fuera imposible seguir el ritmo al cien por cien.
“I bought a piece of God, ground to dust and mixed with alcohol in a glass bottle the colour of molasses.”
La prosa de Dermaphoria es compleja y bastante bien trabajada, de esto que no haya duda alguna. La obra gira y gira en todas direcciones con un descontrol bárbaro, no se queda quieta en ningún punto, los tiempos y los lugares se mezclan, y cada escena parece compuesta por quién sabe cuántas otras. Las frases suelen extenderse, sin presentarse muchas comas o puntos, de manera que es básicamente como beber una botella de vodka de un solo trago, no puedes parar de beber hasta que no termina la frase, y entre mareos, alucinaciones, y una fuerte jaqueca, se pierde muchísimas veces el sentido de la orientación y de la realidad... y el propio sentido de la historia.
“The time flies. The time flies feed on rotting clocks.”
Dermaphoria también es un chute de muchas otras cosas. Su acción es prácticamente nula, por lo que es la confusión y el desvarío más radical lo que gobierna la historia desde la raíz. Eso hace que de un punto de la trama se salte a otro de manera completamente alocada, a veces ni siquiera tuve muy claro si llegaban a explicar por qué estábamos en un lugar y de pronto estábamos en otro, y el objetivo de la historia, fuera el que fuera, queda nuevamente desvinculado de la narrativa y pierde totalmente su valor.
He tratado de que me gusten estas historias tan enajenadas, pero están como "idas" de sí mismas, experimentan muchísimo con la narrativa pero se pierden por el camino gran cantidad de cosas, hasta que no es tanto una historia como un "intense babbling" que solo queda en balbuceos, vómitos de palabras, imágenes inconexas, y descripciones puramente superficiales y ambiguas que me dejaron con la cabeza llena de historias que no tenían sentido alguno.
“I learned to pick up each piece, one at a time, from my pile of potential matches and try to fit it from any angle into the socket, then discard it and move on. Each failure is meaningless. It's not me, it's the pieces, and I have to, absolutely must, try each and every piece every possible way until I find one that fits. They aren't failures, they're steps, small bits of progress.”
Adoro que en una historia de pronto se vaya de las manos la cordura de los personajes y todo entre en caos, pero la meta de Dermaphoria no solo quedaba un entorpecida por esto, es que directamente DESAPARECÍA, y, de hecho, creo que sucedía lo mismo con el propio protagonista.
Aunque la revelación de quién era este personaje se hacía bastante interesante, esto sucedía antes siquiera de la mitad del libro, por lo que el resto de la novela quedaba como todo relleno de palabras extrañas, descripciones sobre mujeres que yo creo que quedaban como fumadas incomprensibles, y, en especial, un argumento tan tan falto que al final yo sentía que tan solo estaba leyendo sobre una persona tartamudeando borracha sobre quién sabe qué secretos de la vida.
“Everything in the universe is everything else. A man is a killer is a saint is a monkey is a cockroach is a goldfish is a whale, and the Devil is just the angel who asked for More.”
El lenguaje de Craig Clevenger no es malo, al contrario, para ser una obra tan alucinatoria emplea términos con bastante astucia y ofrece momentos de reflexión -siempre desde una mirada drogada- que se hacían bastante interesantes, en especial porque creo que tenía una verbalización muy poética, "idealizada", de alguna forma, como si estuviéramos dentro de un sueño lleno de formas y colores psicodélicos y dinámicos.
Los personajes externos eran también igual de extraños, sin sombrear, figuras que quedaban también sin perfil ni nombre, gente que era "algo", pero tan mal como estaba la mente del protagonista, ese algo no tenía importancia alguna en la historia.
Se supone, por otro lado, que la tensión de la historia debería ofrecer una llamada de fuerte aceleración en la novela, pero yo no me sentía ansiosa por nada, porque el hecho de que todo pareciera un loco mundo de fantasía conseguía que el peligro o amenaza que pudiera haber se me hiciera como un chiste más en una historia tan sarcástica que parecía una continua broma de rayadas mentales y muchas emociones sin sentido puestas sobre la mesa como si quisiéramos hornear pan sin tener siquiera harina.
No puedo comentar mucho más de la historia, siento que yo tenía todo el rato la cabeza en otra parte, me dolía a veces, me notaba mareada, trataba de centrarme en las palabras pero se escapaban poco a poco como si no pesaran nada y estuvieran hechas de agua escurridiza.
“Imagine the one god himself has reversed his clock and reversed your regrets. Imagine knowing the bone-deep truth that whatever impossibility would make you truly happy has been granted. Imagine knowing you can once again hold your lost lover or your newborn child. Imagine what you feel during those first seconds of knowing. Now, imagine those first seconds last for days on end. Like I said, I'm a chemist. It's all coming back to me."
No se me quedó nada de la lectura. Recuerdo el final, las revelaciones, los giros en la trama, y los eventos, pero soy incapaz de formarme una idea del todo entero de la obra, la estructura estaba hueca y todo quedaba suspendido en un agua estancada que de vez en cuando dejaba asomar pequeñas escenas sueltas que carecían de relación las unas con las otras en su mayor medida.
No sé, ha sido una lectura extrañísima, que no ha conseguido decirme prácticamente nada.
Supongo que siento un pequeño momento de admiración cuando pienso en cómo el autor se las ha apañado para meter la mente sobre un saco de caldo caliente y hacer toda una sopa de delirios con el argumento, pero en general creo que todas las ideas estaban a fuego hirviendo y acababan haciéndose de gas y humo, a veces expresadas, pero, muchas veces, simplemente alzando el vuelo y siendo incapaces de sentirse como verdaderas o reales.
“Everyone is the Umbrella Man and he is everyone. Every cough, sneeze, smile and wave means both everything and nothing. The signals are everywhere.”
Honestamente, me esperaba MUCHO MÁS de esta historia, pero, aunque tiene un estilo original flipante y un nivel de abstracción que alcanza unos extremos que me dejaron sorprendida, me parece que esta obra no es tanto una novela con trama y estructura y personajes sino tan solo una disertación muy llena de nubes y niebla mental sobre lo que se supone que significa el amor, la adicción, la necesidad de tener identidad, y, supongo, lo muchísimo que te fríe el cerebro el mundo de las drogas, hasta el punto de que el personaje central no solo se perdía a sí mismo, sino que nosotros también lo perdíamos a él, a la narrativa, al argumento, y al TODO entero de esta historia.
“If I'm still conscious to face the consequences of my actions, then at the very least I will know that my actions were real, thay they indeed had consequences, though my lone life will amount to less than a single click of static in the symphony of the big bang. If my actions were real, then so were my memories, and if those were real, the things I've done have allowed me to see God and I0m not afraid of following my life down that eight-second black rabbit hole.”
En conclusión, una novela con una idea atractiva, pero que se necesita estar inmerso a full en la historia para pillar el significado y, personalmente, yo creo que tanto delirio se le iba COMPLETAMENTE de las manos al autor.
En fin, puede ser bastante respetable la obra, pero para nada de mi estilo, una fumadísima increíble.
PUNTUACIÓN
♫ Personajes: 2.75/5
♫ Acción: 2.75/5
♫ Trama: 2.75/5
♫ Originalidad: 3.5/5
♫ Tensión: 2.5/5
♫ Tensión: 2.5/5
♫ Desenlace: 2.5/5
♫ Prosa: 3.5/5
VALORACIÓN PERSONAL: 6/10
Más reseñas aquí en el blog La Llanura de los Mil Mundos: http://lallanuradelosmilmundos.blogspot.com/
VALORACIÓN PERSONAL: 6/10
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